ESPANYOL (1): Diego López; Lluís, Duarte, Mario Hermoso; Marc Roca; Javi López, Víctor Sánchez, Darder (Álex López, m. 87), Pedrosa; Melendo (Lei Wu, m. 73) y Borja Iglesias (Ferreyra, m. 79).
0-1, m. 36: Sergi Darder. 1-1, m. 93: Feddal.
Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Feddal, Junior, Mandi, Bartra y Melendo. Ambiente enrarecido en el Villamarín.
El empate in extremis del Betis hoy ante el Espanyol hizo justicia pero acaba definitivamente con las escasísimas esperanzas de unos y otros de entrar en plazas europeas.
Primera parte
Jugaron los dos equipos de inicio un esquema idéntico: 3-1-4-2; esto es, el Espanyol cambiaba su habitual defensa de cuatro para evitarse problemas con los carrileros del Betis, y el Betis jugaba su esquemas más previsible (explicado en este enlace por su propio entrenador, tras un partido similar hace un año). Sorprendidos los técnicos béticos por el esquema del Espanyol, organizaron un sistema defensivo en el que trataban de aprovechar la molestia que suele provocar la cercanía de central y mediocentro al rival a la hora de sacar el balón: trataban de tenderles la trampa aquí muchas veces comentada contra ese esquema:
En presión alta Canales era en principio el encargado de vigilar al mediocentro españolista, Marc Roca; al dejar el Betis libre al central-central visitante, le cedería una estéril posesión, a cambio de ganar superioridad numérica atrás (3 centrales contra Melendo y Borja Iglesias). Esa era la teoría. Sin embargo el Espanyol se zafó bastante bien de ese sistema defensivo bético gracias a dos aciertos: unos centrales muy muy abiertos, que hacían correr muchísimo a Jesé y provocaban desajustes en el costado de Joaquín; y muchísima movilidad de los tres centrocampistas –e incluso de los centrales– a la hora de pedir el balón.
Toques en la primera parte de Hermoso, un central izquierdo muy abierto. Fuente: As.
Marc Roca, un mediocentro muy móvil en la primera parte
Primer cuarto de hora de la segunda parte
Como era también previsible el Betis aprovecha el descanso para tocar el esquema sin cambiar jugadores; pasa a la presión hombre a hombre en todo el campo, de modo que el esquema defensivo para esa presión sería un 4-2-3-1 para que encajase en el del rival:
Al desplegarse en posesión, de forma muy correctamente planificada, los béticos formaban de nuevo un 4-3-3, con Kaptoum y Canales como interiores por delante de Guardado. El Espanyol ya no estaba tan cómodo con balón, aunque a cambio el Betis corría los naturales riesgos. Había en todo caso pocas ocasiones.
Media hora final
Setién hace cambios de jugadores: primero Tello entra como extremo y Lo Celso queda como una especie de falso delantero centro; luego el argentino pasa a ser interior con Loren como punta de referencia; y finalmente Joaquín se atrasa a lateral y Lainez queda como extremo izquierdo. Durante el largo tramo entre las entradas de Tello y Lainez el Betis activa por los dos costados el mecanismo de laterales-interiores del que tanto hemos hablado aquí, con Tello y Joaquín muy abiertos siempre:
Esa forma de atacar se había iniciado en la banda derecha tras el descanso, y terminó al pasar Joaquín a ser lateral, pues naturalmente el de El Puerto sería el encargado de subir por fuera de forma convencional.
Molesto por un Lo Celso siempre muy móvil, el Espanyol se va metiendo atrás progresivamente y sus tres centrocampistas ya no pueden bascular de banda a banda, de modo que Rubi monta un 5-4-1 con las dos líneas traseras juntísimas:
Los despejes caen ya todos en pies béticos, los locales monopolizan la posesión durante esa última media hora y el Espanyol renuncia a las contras. Ya con los centrales béticos arriba y entre un riguroso asedio, muy cerca del final el Espanyol recibe su castigo.
Línea por línea
Joel recibió una merecida titularidad y la justificó con una gran parada en la segunda parte, aunque el 0-1 proviene de una mala elección suya.
Feddal fue el mejor del trío de centrales, dejando incluso aparte su gol. Sea por exceso de partidos o por otra causa Mandi y Bartra no han llegado bien al final de la temporada.
Guardado puso acierto con balón y voluntad, aunque su puesto requiere sin duda más presencia defensiva. Junior y Joaquín cumplieron sobradamente en los laterales.
Canales falló en jugadas decisivas, y Kaptoum hizo lo que probablemente le piden: desgastarse en defensa y no complicarse en ataque. Lo Celso dejó una vez más numerosas muestras de su calidad (asistencia incluida) y Jesé peleó más que acertó.
Los suplentes aportaron poco; tal vez más un Tello cuya ausencia del equipo titular sorprendió de nuevo.
Setién tocó a tiempo el esquema y el equipo, aunque solo sirvió tarde y poco.
El detalle: volvió la atracción de dos defensas en el córner en corto. Parece que solo se hace cuando está Joaquín en el campo. ¿Por qué?