lunes, 22 de marzo de 2021

Betis 2 - Levante 0 (28ª jornada de LaLiga)

BETIS (2): Bravo; Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Alex Moreno; Guido Rodríguez (William 66'); Guardado; Lainez (Juanmi 66'), Fekir, Canales; y Borja Iglesias (Joaquín 90').
LEVANTE (0): Aitor; Miramón (Duarte 83'), Vezo, Róber Pier, Clerc; De Frutos, Bardhi, Vukcevic (Malsa 76'), Morales (Son 76'); Dani Gómez (Sergio León 76') y Roger.
Goles: 1-0 (70') Fekir; 2-0 (74') Juanmi.
Árbitro: Gil Manzano (extremeño). Amonestó a Guido Rodríguez y William.

Solo la calidad individual, en forma de gol maradoniano de Fekir, pudo desequilibrar un partido hasta entonces muy igualado y de alto nivel entre el Betis y el buen Levante de Paco López.

Primera hora de juego

El marcador no siempre refleja el dominio táctico de un partido. En la primera vuelta un desmesurado acierto ante portería del Levante castigó a un Betis superior, que supo esperar a los valencianos con un bloque medio compacto. El viernes, sin embargo (como hace una semana anye el Sevilla), el Betis intentó, de salida, privar de la pelota a su rival por las bravas: con una presión muy alta basada en el esfuerzo de sus delanteros y centrocampistas, situados en defensa –como los levantinistas– en un 4-4-2. 

Los béticos están en gran forma física y tienen bien trabajadas las basculaciones desde posiciones intermedias para esa presión; sin embargo el muy buen trato de balón del Levante logró eludir las acometidas béticas, los visitantes lograron salir limpiamente por dentro y por la banda de De Frutos, y tuvieron varias ocasiones claras en los primeros minutos. La fortuna sonrió esta vez al Betis.

Avance del xG durante el partido. Fuente: understat.com

El plan bético consistía en atacar rápido tras robo, de modo que el equipo nunca se instalaba en campo rival y la presión se hacía con el rival abierto y bien desplegado, algo un tanto imprudente. Es difícil entender por qué Pellegrini ha renunciado en los últimos partidos al estrecho bloque medio de líneas juntas que tan buen resultado dio ante rivales de cierto nivel y buen manejo de pelota. El Betis saltaba arriba en todas las jugadas, sin mucho criterio, y el Levante llegaba; el partido era de ida y vuelta.

Con el avance de los minutos el buen trabajo de Guido y Guardado y unos ataques más calmados comenzaron a dar cierto control de la situación al Betis. Canales, esta vez echado a la izquierda, se metía como interior, lo que dejó al equipo cojo en fase ofensiva: los ataques se volcaron a la derecha:

Porcentaje de ataques por cada sector: muy volcado a la derecha en el Betis. Fuente: As.

 Allí la acumulación de atacantes provocó además cierto atasco.

Heatmap del Betis en la primera parte. Dirección del ataque: hacia la derecha.

Última media hora

Pasada la hora de juego William sustituye a Guido y Juanmi a Lainez. El Betis se redistribuye en ataque, con el malagueño por la izquierda y Canales por la derecha, mejora su manejo de balón, y llega pronto el golazo de Fekir. Más cansado el Levante pese a sus cambios, el Betis le hace muy bien las cuatro esquinitas, marca el segundo y alcanza la victoria sin el menor apuro.

Línea por línea

La vuelta de Bravo trajo mejoría con los pies y alguna salida oportuna como único trabajo defensivo. Entre los defensas volvió a descollar un magnífico Mandi, tanto con balón como en defensa.

El trabajo incansable de un renacido Guardado sí acompañó esta vez adecuadamente al habitual de Guido, cuya aportación ofensiva ha decaído; una vez más la entrada de William en el tramo final coincidió con una clara mejora del equipo. Canales sigue poco atinado y demasiado lejos de la base de la jugada, y Lainez volvió a trabajar bien.

La calidad extraordinaria del gol de Fekir y el hecho de que solo lleve tres tantos esta temporada son hechos relacionados.

Recepción de Fekir para la jugada del 1-0

Como hemos explicado muchas veces y como se ve en la imagen, cuando el ataque bético se alarga Fekir suele recibir en zonas de interior, habitualmente de interior derecho. Por tanto suele ser marcado (ver la imagen) por un mediocentro, y tener entre él y la portería rival dos líneas de cuatro rivales (cuatro centrocampistas y cuatro defensas) por superar, algo dificilísimo incluso para él. Borja lo acompañó bien con desmarques.

Los suplentes aportaron lo suyo: Juanmi pocas intervenciones pero un gol, que no es poco, y William su magnífico manejo de balón; con el rival cansado su inferioridad física se oculta y rinde muy bien. Joaquín entró muy tarde.

El detalle
Una vez más el córner corto 2 vs 1 dio sus frutos, y no ya por el gol  (el 2-0) sino porque el centro de Canales previo se produce en una situación ventajosísima y alcanzada con facilidad.
 
 
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miércoles, 17 de marzo de 2021

Sevilla FC 1 - Betis 0 (27ª jornada de LaLiga)

SEVILLA F.C. (1): Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Jordán, Fernando (Gudelj, m.79); Suso (Óliver Torres, m.67), Papu Gómez (Rakitic, m.67), Ocampos (Rekik, m.86); En-Nesyri (De Jong, m.86).
BETIS (0): Joel Robles; Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda (Álex Moreno, m.78); Guido Rodríguez (William Carvalho, m.78), Guardado (Juanmi, m.64); Ruibal (Joaquín, m.64), Fekir, Canales; Borja Iglesias.
Gol: 1-0, M.27: En-Nesyri.
Árbitro: Antonio Miguel Mateu Lahoz (C. Valenciano). Amonestó a los locales Ocampos (m.70), Diego Carlos (m.72) y Jordán (m.88), y a los visitantes Canales (m.38), Ruibal (m.47), Álex Moreno (m.82), Joaquín (m.85) y William Carvalho (m.90).

La derrota del Betis en el segundo derbi de la temporada fue producto de una apenas levísima inferioridad respecto a su rival.

En el partido de la primera vuelta la leve superioridad fue bética, y sin embargo ambos encuentros fueron, tácticamente, casi clónicos. Fue esa la intención de Pellegrini que, visto el relativo éxito de la primera vuelta renunció a su ya habitual, compacto y prudente bloque medio para lanzar a su equipo a una presión tan alta y valiente como extenuante.

Si esa presión alta bética había tenido antecedentes exitosos ante equipos como Cádiz o Alavés, y ante el propio Sevilla, ¿qué sucedió el domingo? Aunque sea un poco ventajista decirlo a posteriori, ya señalamos tras el derbi de ida un punto débil entonces del Sevilla, que supo corregir esta vez Lopetegui: el rápido En-Nesyri sí supuso una amenaza real a la espalda de los centrales béticos, al contrario que, entonces, el lento De Jong. Además del gol y alguna otra jugada de peligro, la presencia del marroquí obligó a la defensa bética a dar un paso atrás; unido esto al adelantamiento de la primera linea de presión bética, se provocó una gran aumento de los espacios entre las líneas béticas.

Como además el Betis no siempre lograba alargar sus posesiones e instalarse en campo rival antes de perder el balón, la presión bética pocas veces lograba recuperar pronto la bola, y la primera mitad transcurrió, en gran parte, como un gigantesco rondo en el que la defensa y el portero sevillistas se pasaban el balón ante unos esforzados delanteros verdiblancos, en persecuciones a campo abierto que demostraron el buen nivel físico de los visitantes. El Sevilla probó todo tipo de salidas de balón y tuvo paciencia; su botín, excesivo por la escasez de peligro creado, añadió un gol de ventaja al lógico desgaste físico producido en los béticos. A camisetas cambiadas el aficionado bético recordará este tipo de partidos en un pasado no muy lejano.

Pasada la hora de juego los locales se dieron el respiro de enlazar algunos ataques consecutivos en campo bético, ante un rival ya cansado. Sin embargo los cambios verdiblancos y el afán por salvar el marcador empujaron al Sevilla a su área, donde pasó algún apuro final en un encuentro escaso en juego y ocasiones.

En lo posicional el partido tuvo una curiosa simetría: ambos conjuntos jugaron un 4-2-3-1 que en defensa era 4-4-2 (más bien 4-4-1-1 en los locales, pues Papu Gómez tomaba en defensa posicional a un mediocentro bético) y en ataque era 4-3-3 al convertirse el mediapunta (Papu y Fekir, respectivamente) en auténtico interior. La insistencia de Pellegrini en meter en el equipo a Guardado, acostado a la izquierda, hizo que Miranda jugó más alto que nunca. Canales*, por dentro pero más adelantado que Guido para la presión, perdió protagonismo en salida de balón, asunto tal vez también relevante en la pérdida de calidad de esta. A la hora larga Pellegrini retrasó por fin a Canales a verdadero pivote para meter en la banda a Juanmi, aunque solo tras la salida al campo de Carvalho lograron los béticos retomar el control del juego.

En lo individual cabe destacar el impresionante despliegue físico y táctico de Guido y las exageradas críticas recibidas por Joel: tal vez pudo evitar la salida en el gol (algo discutible), pero la jugada es más mérito del delantero que error suyo, y en todo caso es un peaje a pagar por su mayor proactividad en la ayuda a sus centrales a la hora de cubrirles las espaldas, algo aquí elogiado del portero en los últimos partidos.

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 * Corregido. Gracias, Trinche.

martes, 9 de marzo de 2021

Betis 3 - Alavés 2 (26ª jornada de LaLiga)

BETIS (3): Joel; Emerson, Mandi, Sidnei, Miranda; Guido Rodríguez (William Carvalho 74'), Guardado (Joaquín 46'); Aitor Ruibal (Borja Iglesias 46'), Fekir (Paul 90'), Canales; y Juanmi (Tello 74').
ALAVÉS (2): Pacheco; Ximo Navarro, Laguardia, Lejeune, Rubén Duarte; Pellistri (Pere Pons 66'), Battaglia (Tomás Pina 66'), Manu García, Luis Rioja (Iñigo Córdoba 86'); Édgar Méndez (Martín Aguirregabiria 75') y Joselu.
Árbitro: Alberola Rojas (castellano-manchego). Amarillas a los visitantes Édgar Méndez, Battaglia y Ximo Navarro.
Goles: 0-1 (12') Joselu; 0-2 (24') Édgar Méndez; 1-2 (61') Borja Iglesias, de penalti; 2-2 (82') Joaquín; 3-2 (88') Borja Iglesias.
Buen césped, y puerta cerrada en Villamarín un año después.

Mucho se ha comentado esta semana (y primero aquí) la capacidad del Betis de Pellegrini para marcar goles en el tramo final de los partidos. El partido de anoche llevó al extremo esa tendencia, con una espectacular remontada culminada con dos goles en los últimos diez minutos.

No parece casual que suceda esto una vez tras otra, y los ojos suelen ponerse en los cambios de Pellegrini, por fin los primeros de ellos adelantados hasta la hora de juego o el descanso (ayer casi a la fuerza) y anoche decisivos, pues Joaquín y Borja marcaron los goles. Sin embargo hay otro punto repetido en los últimos partidos y que probablemente tenga también su importancia, como ya se comprobó hace algunas temporadas: el porcentaje de posesión.

El partido de anoche, efectivamente, fue bastante extremo en este aspecto y muy uniforme en su transcurso: pese a que el Alavés mostró cierta voluntad de mantener la posesión, incluso tomando ciertos riesgos al sacar la pelota, lo cierto es que los de Abelardo fueron incapaces, desde el primer minuto, de alargar sus ataques. Como suele ante equipos inferiores técnicamente, el Betis activó con éxito su círculo virtuoso de posesión larga con encierro del rival-pérdida en campo rival-presión inmediata-recuperación tras escasos segundos-nuevo ataque.

Mantener ese mecanismo fue un ejercicio de paciencia ante un marcador que muy pronto se puso injustamente desfavorable, pero el Betis tocó pacientemente la pelota de lado a lado del campo. Aquí entra el factor decisivo del que queríamos hablar: el cansancio. Uno de los aspectos más fáciles de olvidar para el espectador de fútbol es el enorme tamaño de la cancha y, en particular (pues la perspectiva de la TV es engañosa) las enormes basculaciones laterales que realiza un equipo que defiende tan bajo como hizo ayer el Alavés. El Betis, bien es cierto que no siempre a la velocidad debida, movió la pelota insistentemente de banda a banda, con muchos cambios de juego de los mediocentros, y por dentro el fútbol de Fekir obligó también a trabajar mucho al sistema defensivo de los vitorianos. Aunque Abelardo intentó refrescar a los suyos con cambios, los vascos llegaron reventados al final de un encuentro con cifras de posesión (77%-23%) y pases acertados (593-127) escandalosamente favorables al Betis.

Es cierto también que Pellegrini fue valiente con los cambios. Ante el 4-4-2 visitante el chileno comenzó con su ya clásico 4-2-3-1 con Juanmi arriba y Canales en la izquierda para dejar sitio a Guardado; ante el resultado al descanso y un rival muy cerrado optó primero por retrasar a Canales y meter más técnica en la banda derecha (Joaquín por Ruibal), abriendo a la banda a Juanmi. Pero además a un cuarto de hora para acabar arriesgó con Tello por el malagueño y Carvalho donde Guido (!): el golpe le salió perfecto y el Betis remontó y no pasó el menor apuro final.

En lo individual, dentro del buen nivel general, hay que señalar el diferente desempeño a la hora de hacer circular el balón de un Mandi que siempre lo hace a la primera y dando ventaja frente al premioso toque de Sidnei, desacertado ayer. Además de a Joaquín y Borja, destacaremos el juego interior de Fekir y las buenas salidas de Joel. El portero salvó varias situaciones delicadas tras ser culpable del 0-1, un tiro complicado por potente pero en el que falló: sea por colocar mal la barrera (la posición abierta de Emerson es cosa suya) o por colocarse mal él (abandonó la ventana dejada por Emerson para vencese a un lado), la responsabilidad fue suya.

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lunes, 1 de marzo de 2021

Cádiz 0 - Betis 1 (25ª jornada de LaLiga)

CÁDIZ C.F. (0): Ledesma; Iza, Fali (Cala 79'), Marcos Mauro, Espino, Garrido (José Mari 70'), Álex Fernández, Salvi (Alejo 81'), Perea (Jairo 81'); Sobrino y Negredo (Saponjic 70').
BETIS(1): Joel; Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda; Guido, Guardado (Rodri 81'); Ruibal (Juanmi 60'), Canales, Lainez (Joaquín 60'); Loren (Tello 73').
Gol: 0-1 (84') Juanmi
Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Amonestó a Lainez, Juanmi y Espino. Día ventoso en el Carranza.

El Betis Cesarini

La seguridad que dan los resultados ha convencido a este Betis de Pellegrini de que antes o después acabará marcando, incluso en partidos en los que ha sido apenas levemente superior a su rival, caso del encuentro de ayer. Esa seguridad y un punto de fortuna han dado al Betis una impresionante racha de resultados; esta, por un lado, debe dar confianza al bético, dada la regularidad mostrada por el equipo –nunca brillante pero siempre realmente competitivo–; por otro lado convendría atemperar las expectativas hacia un equipo que tiene evidentes limitaciones y apenas supera la media de calidad de la categoría, por demás no muy alta.

Primera parte

La convicción en la importancia de mantener la portería a cero (que ya caerá el gol a favor) ha reforzado el modo de juego deseado por Pellegrini, y su equipo, salvando las distancias, se parece cada vez más a su Manchester City: previsible, un punto aburrido, pero muy fiable. Como ese City, este Betis mantiene un doble pivote paralelo bien anclado (allí lo formaban Fernando y Fernandinho) que protege al equipo en caso de pérdida en partidos como el de ayer, jugados en campo rival; Guido y Guardado se turnaron en el trabajo de adelantarse a posiciones de interior y guardar las espaldas del compañero, asegurando superioridad numérica cerca de los centrales cuando el Cádiz buscase su jugada favorita, el pelotazo puro y duro hacia sus dos puntas.

La otra red de seguridad del Betis fueron las buenas vigilancias en las bandas, en previsión de contras del Cádiz lanzadas a partir de balones cruzados al extremo. Aculadísimos los locales ante su área desde el mismísimo pitido inicial, la buena presión postpérdida bética –lógica cuando un equipo se ahoga sus propias opciones de salida por un repliegue tan exagerado– convirtió la primera mitad en un monólogo del Betis, que recuperaba la pelota apenas la perdía; al Cádiz se le hacían larguísimos los setenta metros que separaban sus recuperaciones de la portería rival.

Eso sí, a cambio de esa seguridad ofrecida por el doble pivote y unos laterales (sobre todo Miranda) prudentes en las subidas, el Betis debía lidiar con dificultades ofensivas. Al iniciarse el ataque desde los propios mediocentros, y por tanto con muchos jugadores por detrás del balón, los delanteros béticos (Ruibal, Lainez o un Loren que apenas rascó bola) jugaban en manifiesta inferioridad numérica ante la defensa cadista.

Muy juntas las líneas del 4-4-2 cadista y lenta la circulación bética –en un empeño por no perder la pelota en zonas sensibles–, no había forma de desbordar a un defensor sin que aparecieran dos más a cerrar la vía de agua, fuese en bandas o por el centro. La baja de Fekir, buen abrelatas en estas situaciones, y la elección de Canales para la mediapunta, lo que lo alejó del inicio de la jugada para situar ahí a un espeso Guardado, empeoraban la situación ofensiva: apenas había ocasiones.

Minutos 45 al 60

El Cádiz adelanta líneas quince metros, el Betis se precipita en varios ataques consecutivos (en particular Lainez) al no masticar suficientemente la posesión y buscar demasiado pronto la velocidad en zonas sin ventaja, y por un breve tramo el Cádiz llega, a la contra, con más peligro que el Betis.

Última media hora

Pellegrini parece concienciarse, por fin, de que no merece la pena expirmir a sus extremos más allá de la hora de juego cuando sus suplentes son de similar calidad y no van a tener tiempo de cansarse en treinta minutos: mete a la hora de juego a Joaquín y Juanmi en bandas, y luego manda al malagueño a la punta para meter a Tello por la izquierda. El Betis recupera el mando del juego, y más aún cuando Rodri retrasa a Canales al mediocentro para ocupar la mediapunta.

Finalmente el partido se decanta por uno de los riesgos asumidos por el Cádiz en su planteamiento: al jugar tan atrás, los cadistas cedieron siete córners y cuatro faltas cerca de su área durante el partido. Sacadas la mayoría con escasa convicción y menos sofisticación por parte bética, finalmente una de ellas produjo el remate de Juanmi, cerca ya del final.

Línea por línea

Muy concentrado, el renacido Joel volvió a salvar alguna situación apurada, como el remate absurdamente permitido por Ruiz a Sobrino en el primer tiempo. El central zurdo debe ser consciente de que su lentitud no le permite la menor suficiencia ante el balón, al contrario que a un Mandi en gran momento. Emerson fue de nuevo un ventilador por su banda, más activo quie el prudente Miranda.

Guido sigue creciendo y va camino de convertirse en venta cara a medio plazo. Guardado, por el contrario, sigue menguando en su rendimiento y dio poca velocidad de circulación sin que su rendimiento defensivo lo compense ya. Espeso Ruibal, apenas Lainez fue incisivo, y poco.

Canales hizo bien lo que hizo, pero tan arriba pierde impacto en el juego. Loren no tocó un solo balón en zonas de peligro.

Los suplentes aportaron finura con balón, muy necesaria en espacios cortos, y el especialista Juanmi lo suyo: gol, algo que lo convierte en un activo importante en la plantilla aunque nunca sea titular.

Pellegrini ha adelantado, entendemos que con buen criterio, el momento de los cambios. Su equipo ha alcanzado un punto de solidez que lo convierte en enemigo indeseable para cualquier rival.

El detalle

Cuestiones tácticas aparte, y aunque el Betis minimizara sus virtudes, el bajísimo nivel técnico mostrado ayer por el Cádiz y el propio hecho de que el Betis, sin embargo, apenas fuera levemente superior a los gaditanos muestran la evidente bajada de nivel de la liga española, cada vez más argentinizada: sus talentos se marchan a Inglaterra apenas les crece la barba (Ferrán Torres, Fornals, Ceballos y tantos otros) y aquí veteranos como Joaquín, Guardado o Negredo siguen teniendo minutos pese a estar muy lejos ya de su mejor momento físico. Campeonatos como el alemán o el italiano superarán pronto al español, incluso en cuestiones tácticas –en las que hace no mucho el nuestro era vanguardia–.