OLYMPIQUE LYONNAIS (1): Vercoutre; Miguel Lopes, Bisevac, Umtiti (Koné, m. 80) Bedimo; Gonalons, Fofana, Malbranque; Grenier (Gourcuff, m. 60); Briand (Gomis, m. 45) y Lacazette.
BETIS (0): Andersen; Juanfran, Paulão, Jordi, Nacho; Lolo Reyes, Nono (Xavi Torres, m. 80); Cedrick (Steinhöfer, m. 62), Verdú, Salva Sevilla (Pepelu, m. 73); y Chuli.
Goles: 1-0, m. 66: Gomis.
Árbitro: Andre Marriner (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a Salva Sevilla, Nacho, Nono y Steinhöfer.
Incidencias: Unos 15.000 espectadores en el Stade de Gerland, entre ellos 300 seguidores visitantes.
El Betis se ha clasificado para los dieciseisavos de la Europa League pese a una nueva derrota, esta vez en Lyon.
Desde el inicio hasta el 1-0 (min. 66)
Como ya se apreciara en el partido de ida, el Olympique tiene una plantilla tal vez algo inferior a la del Betis en lo técnico pero muy superior en lo físico. La alineación de Mel hizo hincapié en este defecto al juntar en el campo a Salva Sevilla y Verdú, dos jugadores de fondo y, sobre todo, velocidad más que dudosos para el primer nivel profesional. El primero jugó tirado a la izquierda como falso extremo, mientras Verdú disfrutaba de nuevo de la mediapunta, sin obligaciones ofensivas ni defensivas. Cedrick era extremo derecho y acompañaba en lo posible a Chuli, solitario punta.
Con tal elenco, incapaz para el robo ni el desmarque, fue natural que la posesión cayese del lado francés. Muy lentos y estáticos los centrales béticos, la línea se tiró en esta ocasión más atrás que en partidos anteriores. A cambio de exponer menos a sus espaldas, el Betis, bien ubicado Reyes para el corte, recuperaba casi siempre el balón muy lejos del marco rival, y cuando esto sucedía la posesión solía desembocar en rondos absurdos entre Nono, Verdú y Salva, físicamente incapacitados estos últimos para avanzar un solo metro. Tan sólo alguna carrera de Cedrick suponía algún dolor de cabeza para los locales: estuvo desafortunado en lo técnico, cierto, pero al menos es capaz de avanzar cuarenta metros a una cierta velocidad, y por tanto de llegar al área rival con alguna esperanza de peligro. El Olympique sí llegaba, sin gran claridad pero con regularidad, al área bética. Un buen Andersen controlaba esas llegadas con buenas salidas por alto y algunas menos buenas por bajo.
Últimos 25 minutos
Con la entrada de Steinhöfer como extremo derecho Mel ahondaba en los defectos de su equipo, y muy poco tardó en castigarlo el talentoso Gourcuff, recién salido al campo. El juvenil Pepelu entró entonces como punta, quedando un 4-4-2 en rombo con Verdú de centrocampista adelantado y Nono de interior izquierdo. Tras la salida de éste, Steinhöfer pasó a la izquierda y Chuli (tan listo como desafortunado ante el gol) a la derecha como extremo. El paso atrás del Olympique –sobre todo muy al final al quedar casi con uno menos por lesión de Gomis– permitió al Betis colgar algunos balones al área con cierto peligro, aunque apenas Chuli y Pepelu aparecieron para el remate.
En suma, sin Nosa y con la insistencia de Mel en utilizar a Verdú y no a jugadores, como Cedrick, con cierto fondo y velocidad, el equipo está condenado a un fútbol de mentira, de sobeteo absurdo del balón, sin profundidad, sin velocidad, sin llegada al área rival ni capacidad de robo y, en fin, con muy escasa esperanza de mejora.
El detalle
Los árbitros siguen quitando más que dando a este Betis.
jueves, 28 de noviembre de 2013
lunes, 25 de noviembre de 2013
Sevilla 4 - Betis 0 (14ª jornada de Liga de Primera División)
SEVILLA (4): Beto; Diogo, Fazio, Carriço, Albero Moreno; M'bia, Iborra; Reyes (Perotti, m. 70), Rakitic, Vitolo (Jairo, m. 85); y Bacca (Gameiro, m. 76).
BETIS (0): Sara; Juanfran, Amaya, Paulão, Dídac; Xavi Torres, Nono, Verdú; Steinhöfer (Jordi, m. 46), Vadillo (Rubén Castro, m. 59) y Jorge Molina (Matilla, m. 68).
Goles: 1-0, m. 2: Bacca. 2-0, m. 43: Mbia. 3-0, 58: Vitolo. 4-0, m. 87: Iborra.
Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Muy casero. Mostró tarjeta amarilla a Vadillo, Nono, Reyes, Xavi Torres y Matilla, y expulsó a Paulão por doble amarilla (m. 42) y al segundo entrenador bético, Roberto Ríos.
Incidencias: Unos 45.000 espectadores en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
La nueva y tristísima derrota de anoche ante el Sevilla deja a los béticos la mala noticia añadida de que el equipo no da hoy para más: puso lo que tiene, planteó el partido correctamente y cayó tan estrepitosamente como el año pasado.
Primera parte
Con, entendemos, buen criterio, Mel trató de neutralizar de salida las armas del rival: para ello ordenó una presión a una altura media y apretó en la zona donde el Sevilla tiene sus mejores jugadores, la de mediapuntas y la banda izquierda. Con Nacho y Castro fuera de forma, Mel plantó su 4-2-3-1 con Steinhöfer doblando lateral en la derecha para parar a Moreno, Dídac como lateral izquierdo y Molina arriba, mientras Torres quedaba encargado de cerrar a Rakitic, éste ayer mediapunta. Enfrente Emery recuperaba a Reyes (que parece cobrar su ficha para dos partidos al año) y lo situaba a pie cambiado, como a Vitolo, aunque luego permutarían alguna vez posiciones; M'bia e Iborra les cubrían las espaldas.
Muy pronto llegaría el 1-0 en un acierto casi indefendible de Reyes, pero esa primera parte transcurrió pese a ello según lo previsto por los béticos: bien cerrados Rakitic y Moreno, el partido era cerrado y trabadísimo, con más posesión para el Sevilla, que presionaba más arriba, pero muy pocas ocasiones, y posesiones cortas e interrupciones constantes. Agresivos y bien colocados en defensa, sólo cabe criticar a los visitantes en ese primer tiempo el excesivo número de faltas en tres cuartos (a las que contribuyó el desigual criterio arbitral), que dieron ocasión a Rakitic de hacer acto de presencia, y su escasa llegada arriba, incluso en el tramo central en el que dispusieron de más balón: una vez más la inoperancia y falta de llegada de Verdú, además bien marcado, lastró al equipo, y el mermado y aislado Molina casi nunca conectó con Vadillo.
La expulsión de Paulão –justa su segunda tarjeta, muy injusta la primera–, seguida de inmediato del segundo gol sevillista, dejó el partido sentenciado.
Segunda parte
Mel retira a Steinhöfer para meter a Jordi Figueras como nuevo central, pero en lugar de tirar a Verdú a una banda deja abierta la derecha, entera para Juanfran con cierto apoyo de Nono, en un 4-3-2 asimétrico. El partido es de poca intensidad ya; el Sevilla arriesga poco y el Betis trata de tenerla sin destaparse demasiado, pero aun así llega el 3-0. Mel, pese a ello, mete a Castro y atrasa a Molina a la mediapunta con Verdú algo caído a su izquierda, en una especie de 4-2-(3)-1 sin extremo derecho. Luego, al entrar Matilla como mediocentro, vuelve el 4-3-2, con el que los béticos controlan al menos la posesión y tratan de minimizar daños. Emery cambia cromos sin tocar el esquema.
Jugador por jugador
Sara: Bien con los pies. Superado por el partido. En el primero y el tercero tiene algo, pero poco, que hacer. El segundo es un error grave de su parte, y en el cuarto muestra una desconcentración indigna que debe costarle una larga temporada de suplencia.
Juanfran: Tuvo el mérito de sostener solo la banda derecha durante cincuenta minutos, pero en ataque aportó poco más que un tiro sin sentido.
Paulão: El desigual criterio de Estrada no lo exime de culpa por su clara y absurda segunda tarjeta. Hasta ahí pasó pocos apuros, aunque tiene cuota de responsabilidad en el primer gol.
Amaya: Partido aceptable, sin errores importantes pero tampoco gran presencia.
Dídac: Estuvo en muchas, pero técnicamente, pese a lo que se vendió en verano, no da para sacar la pelota jugada, y a veces (3-0) ni siquiera sabe pegar el voleón. Un lateral mediocre.
Nono: El mejor del Betis, un día más, con el único defecto de querer ir a presionar a veces demasiado arriba. Otro tremendo zapatazo suyo fue la única ocasión real del Betis de meterse en el partido. Tocó, corrió, llegó arriba y se notó que le escocía lo sucedido.
Torres: Buen partido, en el que anuló a Rakitic y jugó decentemente el balón.
Steinhöfer: Voluntad sin balón y muy poco acierto con él.
Verdú: Cierto esfuerzo, y lo de siempre: mucho pase para atrás, ninguna verticalidad, nula llegada al área, poca presencia física. El empeño de Mel en hacer su equipo en torno a él –obligando a los extremos a esfuerzos tremendos, dejando al equipo sin gol e incluso privilegiando su posición con uno menos– puede conducir a este equipo al descenso: le hace falta banquillazo inmediato y que Stosic traiga un delantero de verdad.
Vadillo: Mal, cohibido por el ambiente.
Molina: Aislado y con pocos entrenamientos, peleó sin suerte.
Jordi Figueras: Mantuvo el tipo, que ya era algo.
Castro: Se vio que era él, y eso ya es importante. El 60% de las esperanzas de permanencia está en él.
Matilla: Bien. Solidificó el centro y supo tener el balón.
Mel: El planteamiento del partido fue posicionalmente el adecuado, pero su empeño en sacar equipos endebles físicamente, en mantener a Verdú y en marginar a gente como Cedrick puede costar muy caro.
El detalle
Los gritos simiescos de algunos radicales béticos tras la expulsión de Paulão nos recuerdan qué clase de individuos pueblan la parte baja del Gol Sur bético.*
*Nota: Este último párrafo fue eliminado provisionalmente durante unas hora hasta que el autor pudo confirmar tal hecho, cosa que finalmente, por desgracia, ha podido hacer:
http://www.ftbpro.com/es/status/dani.klein/515474/el-jugador-del-betis-paulao-recibe-gritos-y-gestos-racistas-de-su-propia-afici%C3%B3n?ref=facebook&team=Betis
BETIS (0): Sara; Juanfran, Amaya, Paulão, Dídac; Xavi Torres, Nono, Verdú; Steinhöfer (Jordi, m. 46), Vadillo (Rubén Castro, m. 59) y Jorge Molina (Matilla, m. 68).
Goles: 1-0, m. 2: Bacca. 2-0, m. 43: Mbia. 3-0, 58: Vitolo. 4-0, m. 87: Iborra.
Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Muy casero. Mostró tarjeta amarilla a Vadillo, Nono, Reyes, Xavi Torres y Matilla, y expulsó a Paulão por doble amarilla (m. 42) y al segundo entrenador bético, Roberto Ríos.
Incidencias: Unos 45.000 espectadores en el Ramón Sánchez-Pizjuán.
La nueva y tristísima derrota de anoche ante el Sevilla deja a los béticos la mala noticia añadida de que el equipo no da hoy para más: puso lo que tiene, planteó el partido correctamente y cayó tan estrepitosamente como el año pasado.
Primera parte
Con, entendemos, buen criterio, Mel trató de neutralizar de salida las armas del rival: para ello ordenó una presión a una altura media y apretó en la zona donde el Sevilla tiene sus mejores jugadores, la de mediapuntas y la banda izquierda. Con Nacho y Castro fuera de forma, Mel plantó su 4-2-3-1 con Steinhöfer doblando lateral en la derecha para parar a Moreno, Dídac como lateral izquierdo y Molina arriba, mientras Torres quedaba encargado de cerrar a Rakitic, éste ayer mediapunta. Enfrente Emery recuperaba a Reyes (que parece cobrar su ficha para dos partidos al año) y lo situaba a pie cambiado, como a Vitolo, aunque luego permutarían alguna vez posiciones; M'bia e Iborra les cubrían las espaldas.
Muy pronto llegaría el 1-0 en un acierto casi indefendible de Reyes, pero esa primera parte transcurrió pese a ello según lo previsto por los béticos: bien cerrados Rakitic y Moreno, el partido era cerrado y trabadísimo, con más posesión para el Sevilla, que presionaba más arriba, pero muy pocas ocasiones, y posesiones cortas e interrupciones constantes. Agresivos y bien colocados en defensa, sólo cabe criticar a los visitantes en ese primer tiempo el excesivo número de faltas en tres cuartos (a las que contribuyó el desigual criterio arbitral), que dieron ocasión a Rakitic de hacer acto de presencia, y su escasa llegada arriba, incluso en el tramo central en el que dispusieron de más balón: una vez más la inoperancia y falta de llegada de Verdú, además bien marcado, lastró al equipo, y el mermado y aislado Molina casi nunca conectó con Vadillo.
La expulsión de Paulão –justa su segunda tarjeta, muy injusta la primera–, seguida de inmediato del segundo gol sevillista, dejó el partido sentenciado.
Segunda parte
Mel retira a Steinhöfer para meter a Jordi Figueras como nuevo central, pero en lugar de tirar a Verdú a una banda deja abierta la derecha, entera para Juanfran con cierto apoyo de Nono, en un 4-3-2 asimétrico. El partido es de poca intensidad ya; el Sevilla arriesga poco y el Betis trata de tenerla sin destaparse demasiado, pero aun así llega el 3-0. Mel, pese a ello, mete a Castro y atrasa a Molina a la mediapunta con Verdú algo caído a su izquierda, en una especie de 4-2-(3)-1 sin extremo derecho. Luego, al entrar Matilla como mediocentro, vuelve el 4-3-2, con el que los béticos controlan al menos la posesión y tratan de minimizar daños. Emery cambia cromos sin tocar el esquema.
Jugador por jugador
Sara: Bien con los pies. Superado por el partido. En el primero y el tercero tiene algo, pero poco, que hacer. El segundo es un error grave de su parte, y en el cuarto muestra una desconcentración indigna que debe costarle una larga temporada de suplencia.
Juanfran: Tuvo el mérito de sostener solo la banda derecha durante cincuenta minutos, pero en ataque aportó poco más que un tiro sin sentido.
Paulão: El desigual criterio de Estrada no lo exime de culpa por su clara y absurda segunda tarjeta. Hasta ahí pasó pocos apuros, aunque tiene cuota de responsabilidad en el primer gol.
Amaya: Partido aceptable, sin errores importantes pero tampoco gran presencia.
Dídac: Estuvo en muchas, pero técnicamente, pese a lo que se vendió en verano, no da para sacar la pelota jugada, y a veces (3-0) ni siquiera sabe pegar el voleón. Un lateral mediocre.
Nono: El mejor del Betis, un día más, con el único defecto de querer ir a presionar a veces demasiado arriba. Otro tremendo zapatazo suyo fue la única ocasión real del Betis de meterse en el partido. Tocó, corrió, llegó arriba y se notó que le escocía lo sucedido.
Torres: Buen partido, en el que anuló a Rakitic y jugó decentemente el balón.
Steinhöfer: Voluntad sin balón y muy poco acierto con él.
Verdú: Cierto esfuerzo, y lo de siempre: mucho pase para atrás, ninguna verticalidad, nula llegada al área, poca presencia física. El empeño de Mel en hacer su equipo en torno a él –obligando a los extremos a esfuerzos tremendos, dejando al equipo sin gol e incluso privilegiando su posición con uno menos– puede conducir a este equipo al descenso: le hace falta banquillazo inmediato y que Stosic traiga un delantero de verdad.
Vadillo: Mal, cohibido por el ambiente.
Molina: Aislado y con pocos entrenamientos, peleó sin suerte.
Jordi Figueras: Mantuvo el tipo, que ya era algo.
Castro: Se vio que era él, y eso ya es importante. El 60% de las esperanzas de permanencia está en él.
Matilla: Bien. Solidificó el centro y supo tener el balón.
Mel: El planteamiento del partido fue posicionalmente el adecuado, pero su empeño en sacar equipos endebles físicamente, en mantener a Verdú y en marginar a gente como Cedrick puede costar muy caro.
El detalle
Los gritos simiescos de algunos radicales béticos tras la expulsión de Paulão nos recuerdan qué clase de individuos pueblan la parte baja del Gol Sur bético.*
*Nota: Este último párrafo fue eliminado provisionalmente durante unas hora hasta que el autor pudo confirmar tal hecho, cosa que finalmente, por desgracia, ha podido hacer:
http://www.ftbpro.com/es/status/dani.klein/515474/el-jugador-del-betis-paulao-recibe-gritos-y-gestos-racistas-de-su-propia-afici%C3%B3n?ref=facebook&team=Betis
lunes, 11 de noviembre de 2013
Betis 1 – F.C.Barcelona 4 (13ª jornada de Liga de Primera División)
BETIS
(1): Sara; Steinhöfer, Caro, Jordi Figueras, Nacho; Xavi Torres,
Nono (Matilla, m. 74); Vadillo, Verdú (Chuli, m. 62), Juan Carlos
(Dídac, m. 66); y Jorge Molina.
F.C.BARCELONA
(4): Víctor Valdés; Daniel Alves, Puyol, Bartra, Montoya; Xavi,
Song, Fàbregas (S. Roberto, m. 79); Pedro, Messi (Iniesta, m. 21) y
Neymar (Tello, m. 73).
Goles:
0-1, m. 35: Neymar. 0-2, m. 36: Pedro. 0-3, m. 62: Cesc. 0-4, m. 77:
Cesc. 1-4, m. 92: Jorge Molina, de penalti.
Árbitro:
González González (Colegio Gallego). Mostró tarjeta amarilla a
Victor Valdés, Alves, Juan Carlos, Xavi Torres y Nono.
40.000
espectadores en el Benito Villamarín. Terreno de juego aún
irregular, inestable y seco.
Duro
correctivo el recibido por el Betis hoy ante el Barça, al que sólo
pudo replicar durante media hora.
Mel
planteó un partido muy ofensivo, por terapia psico-táctica y por
tener muy poco que perder –jugaban colista contra líder en la liga
más desequilibrada del mundo–. El entrenador bético trata estas
semanas de estabilizar la alineación y dotar de una identidad al
equipo, y ésta consiste en volver a lo que él considera las bases de su
Betis –aunque haya que remontarse casi dos años atrás para
reconocerlas–: presión alta e intento de disputar la posesión del
balón a quien sea, con juego al pie desde atrás.
Ese
planteamiento, siendo probablemente el más lógico, tenía hoy dos
problemas: uno, que las pilas para ese plan suelen durar media hora
de la primera parte y poco rato de la segunda, y hay que salir con
ventaja de esos tramos si se quiere tener esperanza de vencer; el
otro, que Martino ha tirado por el retrete el manual de la Masía
(Cruyff, Rijkaard, Guardiola, el tikitaka y todo eso) y este Barça
se siente muy a gusto sin balón: sí trata de salir tocando desde
atrás, pero no va a la presión arriba casi nunca –menos hoy sin
Busquets–, deja tocar al rival y es peligrosísimo con espacios.
Con ello ha perdido la identidad idiosincrática del club, pero es
igualmente demoledor.
Primera
media hora
Mel
puso en el campo la alineación de los titulares actuales (en día de
muchas bajas), con el 4-2-3-1 habitual de extremos altos. En el 4-3-3
del Barcelona Xavi y Fàbregas partían como interiores y Pedro y
Neymar como extremos, aunque la pronta lesión de Messi (sustituido
por un tal Iniesta) liberó a Cesc.
La
altísima presión de partida del Betis consistió en que Verdú y
Molina presionaban a los abiertos centrales blaugranas y Torres, o,
las más veces, Nono, a Song. Para asegurar la salida (no se debe de
fiar Martino mucho del camerunés) Xavi venía muy atrás a
colaborar, perseguido por el otro de los mediocentros béticos. A
cambio de arriesgar con una defensa muy adelantada, el Betis logró
robar así muchísimos balones y con ello gozó de varias ocasiones
claras, salvadas por un gran Valdés y por la escasa llegada de la
segunda línea bética. Vadillo y Juan Carlos se intercambiaron
varias veces bandas, aunque ninguno siguió a Alves con la debida dedicación.
En
ataque estático –que lo había porque el Barcelona actual renuncia
a la presión inmediata a la pérdida, propia de su antiguo juego de
posición– Torres hacía salida lavolpiana con los
centrales, bien abierto el zurdo Jordi a su izquierda, resultando un
3-4-3 en el que el balón fluía gracias al buen toque de Nono y
Verdú.
Minutos
30 al 45
Pasados
treinta minutos de ritmo muy alto, el mediocampo del Betis pierde
fuelle pero el planteamiento teórico no cambia (esto es, Mel no
ordena un reliegue que procedía a esas alturas) y la línea
defensiva sigue tirada muy arriba. Con tiempo para pensar, los Xavi,
Iniesta y Fábregas ponen balones a la espalda de los laterales
béticos; las ocasiones, casi idénticas, llegan a ráfagas (balón
al extremo y pase de la muerte) y dos acaban dentro.
Minutos
45 al 60
El
Betis trata de repetir su puesta en escena, aunque el ímpetu es
menor y más breve. Aun así tiene alguna ocasión de meterse en el
partido.
Minutos
60 al 90
Acabadas
las fuerzas, se vuelve al escenario del cuarto de hora final de la
primera parte: posesión del Barcelona y pases a la espalda de la
línea trasera bética (ahora más habituales en la zona de Steinhöfer
y Caro). El Barça hace dos goles pero renuncia a hacer más sangre.
Los cambios de Mel terminan de convertir el partido en una pachanga
veraniega.
Jugador
por jugador
Sara:
Resolvió bien varios uno contra uno meritorios, aunque falló
gravemente en el 0-2: tuvo tiempo sobradísimo de interceptar el
autopase de Pedro.
Steinhöfer:
Uno de sus mejores partidos en el Betis, en el que controló muy bien
a Neymar, aunque en la segunda parte su espalda fue un grave agujero.
Caro:
No supo tapar ese espacio de su lateral, pero dadas las
circunstancias hizo un partido más que decente.
Figueras:
Más entonado que en partidos anteriores, aunque es un jugador muy
limitado.
Nacho:
El mejor de los de atrás, en defensa y en ataque.
Torres:
Se fajó bien aunque con balón lució poco.
Nono:
El mejor, con diferencia. Si sigue en esta línea de notable
recorrido defensivo y fútbol fino como interior puede convertirse en
un jugador importante. Mandó dos tiros imponentes en el segundo
tiempo.
Vadillo:
Dio mucha sensación de peligro en el arranque, pero se quedó en
eso.
Verdú:
Anda muy bien en toque y gestos técnicos, y ya incluso intenta
asistencias, pero sigue lastrado por su lentitud en el sprint, su
escasa llegada al área y su excesiva tendencia a ralentizar el juego
por asegurar la posesión.
Juan
Carlos: Voluntarioso, estuvo cerca del gol y puso algún balón
interesante. No es bastante, pero sí más que otras veces.
Molina:
Sigue estando un tanto aislado arriba, pero aun así se le vio ágil
y combinativo.
Chuli:
En su línea de trabajo e inteligencia.
Dídac:
No se sabe aún exactamente de qué juega bien.
Matilla:
Jugó minutos de basura. Cumplió porque provocó el penalty final.
Mel: Planteó correctamente el partido, aunque tal vez debió sacarse antes un plan B para cuando fallaran las fuerzas.
Mel: Planteó correctamente el partido, aunque tal vez debió sacarse antes un plan B para cuando fallaran las fuerzas.
viernes, 8 de noviembre de 2013
Vitória de Guimarães 0 - Betis 1 (4ª jornada de la fase de grupos de la Europa League)
VITÓRIA
(0): Douglas; Pedro Correia, Paulo Oliveira, Abdoulaye Ba, Addy;
Olimpio, André Santos (Tiago, m. 56), André André, Barrientos
(Tomané, m. 84); Plange (Ricardo, m. 71) y Maazou.
BETIS
(1): Andersen; Juanfran, Caro, Jordi Figueras, Nacho; Xavi Torres,
Nono; Vadillo (Cedrick, m. 84), Verdú, Juan Carlos (Chuli, m. 79);
y Braian (Molina, m. 60).
Gol:
0-1, m. 94: Chuli.
Árbitro:
Paolo Mazzoleni (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Barrientos,
André André, Maazou y Verdú.
Unos
20.000 espectadores en el estadio D. Afonso Henriques; entre ellos,
600 seguidores béticos.
Buen
partido del Betis ante un conservador Vitória, aunque lastrado por
una inoperancia en los últimos metros corregida sólo en la última
jugada.
El
partido tuvo un transcurso muy semejante durante los noventa minutos,
salvo en en su tramo central (cuarto de hora final de la primera
parte, primer cuarto de hora de la segunda), durante el cual el
equipo local presionó algo más arriba y el Betis separó sus líneas
y perdió el control del partido. Por demás, durante la hora
restante, el control del juego y del balón fue casi total por parte
bética, hasta alcanzar unas cifras de posesión aplastantes
(63%/37%).
La clave
de ese control del partido estuvo en el excelente juego de los
mediocentros béticos, Nono y Xavi Torres, que supieron compaginar
trabajo defensivo y buen manejo de la pelota. El Betis puso en cancha
su habitual 4-2-3-1 de extremos adelantados (Vadillo y Juan Carlos,
inicialmente a pie natural pero que permutaron varias veces sus
posiciones), mediapunta retrasado en ataque, y punta aislado arriba.
Los béticos tiraron la presión muy arriba; unido esto al juego
timorato del Vitória, con un esquema similar (más arriba su
mediapunta, casi en 4-4-2) pero presión mucho más retrasada y
escasa calidad técnica, resultó una posesión casi siempre
verdiblanca.
El Betis
movió bien el balón en la zona central: prácticamente en un 2-5-3
en ataque, el buen toque de los mediocentros y los laterales moría
habitualmente en el juego horizontal de Verdú. Durante la primera
parte, desaparecido Juan Carlos hasta que se decidió a pisar
terrenos interiores y muy solo arriba Braian, sólo Vadillo, en gran
forma, lograba alborotar la línea defensiva portuguesa, aunque sus
intentos solían morir a pies del de nuevo excelente Abdoulaye
Ba.
Tras una fase central del partido de cierto descontrol, el Betis retomó el mando en el último tercio. Escorado entonces el ataque a la banda de Nacho, a donde caía Molina y lejos del central cedido por el Oporto, las llegadas béticas se sucedieron sin acierto en los metros finales. Los intentos del Vitória de adelantar líneas ofrecieron espacios al contragolpe, obturados por la contumacia de Verdú en frenarlos. En la última jugada llegó finalmente el premio a la insistencia bética.
Tras una fase central del partido de cierto descontrol, el Betis retomó el mando en el último tercio. Escorado entonces el ataque a la banda de Nacho, a donde caía Molina y lejos del central cedido por el Oporto, las llegadas béticas se sucedieron sin acierto en los metros finales. Los intentos del Vitória de adelantar líneas ofrecieron espacios al contragolpe, obturados por la contumacia de Verdú en frenarlos. En la última jugada llegó finalmente el premio a la insistencia bética.
Jugador
por jugador
Andersen:
Poco exigido. Demasiado miedoso en alguna salida.
Juanfran:
Buen partido. Controló varios dos contra uno muy peligrosos en el
arranque del segundo tiempo, y dio mucha fluidez a la salida de
balón.
Caro:
Muy buen partido, bien colocado siempre y sin complicarse ni regalar
gratuitamente el balón.
Jordi:
Mal en el arranque, luego se enmendó en defensa, aunque perdió la
pelota cada vez que jugó en largo. No da el nivel.
Nacho:
Volvió a ser el que fue, muy bien colocado en defensa y punzante en
ataque.
Xavi
Torres: Partido completísimo, siempre bien situado en defensa y muy
aseado con balón.
Nono: De
lo mejorcito. Tiene calidad de sobra, y parece empezar a entender su
rol defensivo.
Vadillo:
Gran partido. Tiene detalles técnicos de jugador caro. Está muy
rápido.
Verdú:
Técnicamente es finísimo, en el control y en el pase, pero su
equivocadísima concepción del juego ofensivo es un verdadero
problema para el equipo. En ataque estático se empeña en venir a
hacer recepciones absurdas, y en el contragolpe en interponerse en
las conducciones de los compañeros. Mula vieja no aprende, así que
parece difícil que corrija esos defectos, pero es lástima porque lo
difícil sí lo posee. Su pase final lo redime muy parcialmente.
Juan
Carlos: Desaparecido en amplias fases, cuando decidió moverse un
poco por dentro sí encontró cierto juego.
Braian:
No dio mala sensación (no se le ve lento, y parece hacer movimientos
aceptables), pero fue salir del campo y cambiar el partido a mucho
mejor.
Molina:
Fresco mejora mucho. Buenos desmarques y bien con balón.
Chuli:
Por fin encontró premio a sus buenas intenciones, en un muy buen
remate que fue cualquier cosa menos semifallo.
Cedrick:
En diez minutos no se saca partido a sus virtudes.
Mel: Ha apostado por dar una idea de juego al equipo, y este le está respondiendo.
Mel: Ha apostado por dar una idea de juego al equipo, y este le está respondiendo.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Málaga 3 – Betis 2 (12ª jornada de Liga de Primera División)
MÁLAGA
(3): Willy Caballero; J. Gámez, S. Sánchez, Weligton, Antunes;
Tissone, Darder; Fabrice (Anderson, m. 62), Portillo, Eliseu; y Roque
Santa Cruz (Juanmi, m. 75).
Caro: Protagonista negativo doble en la desgraciada jugada final, sin embargo dio un rendimiento más que aceptable dadas las circunstancias de su debut.
Mel: La reacción del equipo y la próxima vuelta de Castro le dan un merecido margen de confianza, pero la falta de cuidado de muchos detalles y su obcecación en ciertos errores (aislamiento del punta, falta de movilidad arriba, titularidades inexplicables) hablan mal de su trabajo.
BETIS
(2): Andersen; Juanfran, Perquis (Caro, m. 55), Jordi Figueras,
Nacho; Xavi Torres, Nono; Vadillo (Cedrick, m. 80), Verdú, Juan
Carlos (Steinhöfer, m. 65); y Molina.
Goles:
1-0, m. 13: Santa Cruz. 1-1, m. 33: Verdú. 2-1, m. 60: Eliseu. 2-2,
m. 62: Jordi Figueras. 3-2, m. 93: Samuel.
Árbitro:
Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Mostró tarjeta amarilla a Juan
Carlos, Nono, Antunes y Portillo.
Buen
partido en el cómputo general el del Betis esta noche en Málaga,
que si bien coloca al equipo en una situación clasificatoria muy
preocupante (y con un calendario inmediato complicado) ha dejado las
primeras sensaciones de recuperación después de un horrible mes. El
encuentro tuvo ciertos paralelismos con el Osasuna-Betis de hace dos temporadas, cierto que en un nivel de calidad inferior; aunque el
equipo ha caído derrotado ante un rival muy flojo y desquiciado,
otros factores en contra (muchísimas bajas, infortunio, arbitraje)
hacen pensar en que el nivel de juego del equipo mereció más.
Primera
media hora
Mel
colocó al equipo en el 4-2-3-1 habitual. Con mil bajas (Sara,
Paulão, Amaya, Nosa, Reyes, Castro, etc.), atrás puso lo que tenía
(Andersen, Perquis, Figueras...), e insistió arriba en el punta
aislado, los extremos muy arriba, la incomprensible y ya casi
sospechosa alineación de Juan Carlos por delante de Cedrick y la
también muy discutible de Verdú. El Málaga de Schuster (cuya
presencia en el banquillo sumada a la falta de calidad del equipo
hace presagiar segundazo) puso también un esquema similar, con
laterales largos, extremos con cierta tendencia al interior y
Portillo, Darder y Tissone bien escalonados por el centro.
La
primera media hora del Betis fue muy mala. Apoyados por un fuerte
viento favorable, los locales presionaron bien arriba y el Betis
nunca supo encontrar la salida: apenas intentó pelotazos hacia
Molina o Juan Carlos. Ocurrió que incluso los lanzados con tiempo
para preparar la jugada los encontraban siempre solos y lejísimos de
sus compañeros; el hecho de que tal despropósito se repitiese en la
segunda parte en varios saques de banda hacia el área (sacados hacia
un Jorge Molina completamente aislado de sus compañeros) habla muy
mal del entrenamiento del equipo en mecanismos elementales del juego,
algo, como la pésima planificación de los saques de esquina,
completamente censurable y achacable al entrenador: la acumulación
de partidos no es excusa para no trabajar.
Sin
posesión, la movilidad de los hombres de arriba del Málaga y el
buen juego de Portillo permitió llegadas por banda (en dos contra
dos a los que los extremos béticos llegaban tarde y mal). Mal
controlado además Tissone por Torres y Nono, las llegadas
malaguistas acabaron en un 1-0 horriblemente defendido por la defensa
bética.
Resto
del partido
Mel
permuta extremos, ahora a pie cambiado. Un gol de falta muy bien
sacada por Verdú en una de las primeras llegadas béticas traspasa
los nervios al Málaga (acuciado también por urgencias), que además
pierde fuelle. A partir de ahí, y sobre todo en la segunda mitad, ya
con viento a favor, el Betis echa arriba la presión, juega con
sentido, valentía y fluidez en el centro del campo (sobre todo
Nono), y coge una y otra vez al Málaga en contragolpes en
superioridad que no sabe resolver por la falta de llegada de Verdú
(que se empeña una y otra vez en pedirla al pie y no ofrecer
desmarques a sus compañeros) y la baja forma de Molina. El partido
entra en un intercambio de golpes en el que el Betis es mejor, nivela
rápidamente un buen gol del Málaga y puede poner el partido de su
lado. Errores propios y de Undiano (que escamoteó un claro penalti
que vio perfectamente y una expulsión de libro de Gámez) más el
infortunio de la jugada final llevan al equipo a la derrota, aunque
el Málaga tuvo también opciones gracias a la permisividad de los
mediocentros béticos, que dejaban demasiado tiempo para pensar a los
pasadores malagueños.
Tras el cambio de Perquis por lesión Mel había
sustituido a los extremos (cambios forzados un día tras otro por un
sistema demasiado exigente para ellos), lo que lo dejó sin opción
de relevar a Verdú o alguno de los mediocentros, como pedía el
partido.
Jugador
por jugador
Andersen:
El primer gol fue salible y parable; o es muy lento de pies o
no tiene confianza para las salidas. Luego, poco que hacer en los
otros dos y un muy buen uno contra uno. Impreciso con los pies.
Juanfran:
Disperso, no supo negociar las llegadas de demasiada gente por su
zona, ni se proyectó en ataque.
Perquis:
Otra vez de lo mejorcito, hasta que sufrió el terrible golpe que le
fracturó la mandíbula.
Figueras:
Horrible primera media hora (el 1-0 lo retrata), de la que se redimió
parcialmente luego.
Nacho:
Como Juanfran, rebasado y descolocado, como en el 2-1, en el que
basculó muy excesivamente. En ataque, aceptable.
Vadillo:
Uno de sus mejores partidos como bético, sólo empañado por cierta
displicencia defensiva y su empeño habitual en encarar a veces a
tres o cuatro jugadores. Muy vertical, anda muy rápido y desbordó
muchísimo.
Torres:
Regular, en el buen sentido. Aun con sus pérdidas habituales, fue de lo poco decente en
la primera media hora y de lo más discreto en los buenos ratos.
Nono:
Buen partido. Dio mucho sentido al juego en la segunda parte.
Juan
Carlos: Voluntarioso en defensa y absolutamente nulo en ataque: ni se
ofrece, ni se aparta un milímetro de la cal, ni lo encuentran. A
media hora podría ser un jugador interesante. ¿Por qué juega de
titular?
Verdú:
Tras media hora espantosa, su golazo de falta (el toque nadie se lo
puede negar) lo animó incluso a conducciones verticales, algo
insólito hasta hoy. Siempre preciso cuando la tiene, sigue frenando
contras por su irritante tendencia a interponerse en jugadas de sus
compañeros en lugar de ofrecerse al espacio. En defensa trabajó lo
que pudo.
Molina:
Es un ejemplo perfecto de que las rotaciones son necesarias. No puede
con su alma.
Caro: Protagonista negativo doble en la desgraciada jugada final, sin embargo dio un rendimiento más que aceptable dadas las circunstancias de su debut.
Steinhöfer:
Muy poca cosa para media hora de partido abierto.
Cedrick:
En quince minutos se fue una vez, y lo intentó dos más: mucho más
que Juan Carlos en sesenta y cinco.
Mel: La reacción del equipo y la próxima vuelta de Castro le dan un merecido margen de confianza, pero la falta de cuidado de muchos detalles y su obcecación en ciertos errores (aislamiento del punta, falta de movilidad arriba, titularidades inexplicables) hablan mal de su trabajo.
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