domingo, 29 de agosto de 2021

Betis 0 - Real Madrid 1 (3ª jornada de LaLiga)

BETIS (0): Rui Silva; Montoya, Pezzella, Víctor Ruiz, Miranda; Guido Rodríguez, Guardado (Camarasa 70'); Aitor Ruibal (Tello 70'), Fekir, Canales (Joaquín 82'); y Juanmi (Borja Iglesias 77').
REAL MADRID (1): Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Miguel Gutiérrez (Rodrygo 83'); Casemiro, Fede Valverde, Isco (Asensio 66'); Bale (Lucas Vázquez 66'), Vinicius (Hazard 77') y Benzema.
Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó a los locales Fekir, Pezzella, Canales, Aitor Ruibal, Montoya y Manuel Pellegrini; y a los visitantes Miguel Gutiérrez, Hazard y Casemiro.
Gol: 0-1 (62') Carvajal.
Excelentes condiciones y lleno Covid (23.000 espectadores).

El Betis encajó anoche una justa derrota, tercera de 2021 y tercera por la mínima ante un equipo en Champions; el regularísimo equipo de Pellegrini fue inferior al Real Madrid aunque, muy en su línea, nunca perdió la cara al partido y aunque evidenció sus limitaciones siempre estuvo a un paso de igualar el partido.

Primera parte

Además de la regularidad, la otra característica notable de este Betis es su flexibilidad desde un juego bastante convencional, muy mainstream. El Betis hace casi todo razonablemente bien pero no impone un estilo de juego muy definido, sino que se adapta a la propuesta del rival: si este se encierra, como el Cádiz hizo hace una semana, toca la pelota con paciencia y se instala en campo rival; pero si juega ante equipos que saben someter a su oponente, como el Madrid, el Betis no arriesga y, como anoche, se prepara para defenderse y contragolpear.

Esto puede explicar la alineación de Pellegrini: su habitual 4-2-3-1 pero sin Borja Iglesias, con gente rápida arriba (Juanmi en punta, Ruibal en la derecha), reforzado por dentro con Guardado junto a Guido y con extremos a pie natural; uno de ellos, como casi siempre (ayer Canales)o, con tendencia a meterse en zonas de interior. Pezzella redebutaba.

Enfrente Ancelotti colocó un 4-3-3 convencional con Valverde e Isco como interiores por delante de Casemiro. Con Fekir de inicio sobre el mediocentro, desde el principio se formaron claras parejas de baile, en particular entre los mediocentros béticos, muy paralelos, y los interiores madridistas: Guardado vs Valverde y Guido vs Isco.

Tras un impetuoso arranque madridista los blancos retrasaron líneas y por un buen tramo el Betis hizo buen fútbol; Fekir, que en principio se había colocado en defensa por detrás de Juanmi, saltaba a por uno de los centrales y la presión bética funcionaba, aunque a base de un fuerte desgaste físico y permitiendo algunas salidas con peligro del Madrid en arrancadas de Valverde y Vinicius que aprovechaban los espacios dejados por la presión bética. Las ocasiones se igualaban.

Segunda parte hasta el gol del Madrid

El Madrid sube mucho la altura y la intensidad de su presión y el Betis empieza a mostrar sus virtudes y sus limitaciones. Ambas pueden personalizarse en la sustitución de Pezzella por Mandi en la defensa bética: sin el argelino el Betis ha perdido mucha precisión en la salida de balón, y ahora es fácil presa de la presión del rival; durante el primer cuarto de hora de la segunda mitad el Madrid acogotó al Betis con su presión postpérdida. Además, Pezzella tiende a meter la línea defensiva más atrás que Mandi, lo que facilitó más aún esa labor de los visitantes (al recuperar el balón, el Betis comenzaba la transición defensa-ataque muy atrás, muy junto y sin espacios donde jugarla). A cambio, Pezzella mostró su contundencia defensiva e hizo constantes ayudas en el costado de Montoya. La presencia de Guido, ayer excelente en defensa (echó a Isco del partido) pero espeso en ataque hasta el punto de ser flotado por el Madrid, aumenta ese perfil del equipo, al que este año costará gobernar los partidos desde la posesión. El Betis trata de cazar contras (alguna clara, mal culminada) pero es el Madrid el que llega al área con regularidad y, finalmente, marca.

Última media hora

Tras el 0-1 y unos breves minutos en que se metió absurdamente atrás, el Real Madrid se repliega a un bloque medio-alto de líneas juntas y con la defensa muy adelantada, al estilo del Betis de la pasada temporada, confiado en la rapidez de Militao y Alaba para cerrar sus espaldas. Ahí aparecieron las deficiencias en la construcción del juego de este Betis: mal colocado en ataque, con unos mediocentros muy paralelos que iniciaban la jugada estorbando constantemente la salida de los centrales, el Betis jamás lograba superioridad en la salida de balón; sin apenas desmarques a la espalda de la defensa, de nuevo todos la pedían al pie y el ataque bético consistía, repetidamente, en intentos individuales de desborde de sus atacantes rápidos (por parte de Fekir, de Canales o de Ruibal) contra un bloque madridista siempre en superioridad numérica.

Los cambios de Pellegrini no mejoraron mucho las cosas; alguno, como la aparición de Camarasa en banda, solo pareció explicable por cuestiones psicológicas o de gobierno de plantilla. El Madrid, sin lateral izquierdo, se ve obligado a retrasar a Lucas y cambiar de banda a Carvajal, pero, inoperante el Betis, ya apenas hay una ocasión postrera de Montoya.

Línea por línea

Rui Silva mejoró sus prestaciones respecto a encuentros anteriores. Montoya hizo su mejor partido en meses; tal vez haya que confiar un poco en un jugador sin continuidad en años. Pezzella y Ruiz mostraron sus virtudes y defectos: como pedían muchos, son dos centrales a la antigua, de los que no se complican demasiado, pero pedirles (sobre todo a Pezzella) una buena salida de balón y defender en campo rival no es compatible con eso. Miranda cumplió otra vez sin brillantez, y debió cerrar las piernas en el 0-1.

Guido demostró tanto poderío defensivo como incapacidad para prpgresar cuando le dejan jugar el balón como hombre libre, así que no nos extrañaría que lo flotaran en el futuro más equipos. Guardado acertó mientras tuvo fuerzas y falló mucho luego. Canales sigue lejos de su mejor forma y Ruibal, sin hacer nada del otro mundo, fue una de las pocas esperanzas ofensivas tras el 0-1.

Juanmi se verá señalado por la jugada anterior al 0-1, en la que falló lastimosamente un dos contra uno clarísimo por recordar un error similar en la primera parte (entonces disparó).

Tras elegir el disparo en esta situación de la primera parte (arriba), Juanmi se sintió obligado a pasarla en la jugada decisiva del partido en la segunda mitad (abajo): el Madrid marcó seguidamente.
 
 
En cuanto a Fekir su inoperancia ayer, pese a estar en excelente forma física y técnica, debería hacer reflexionar a su legión de admiradores sobre las limitaciones de este jugador en comprensión del juego. Si es tan bueno y sin embargo ofrece tan pocos goles y asistencias será por algo.

Poco aportaron los suplentes, y menos aún un Camarasa que se encontró ante el peor escenario posible tras tantísimos meses fuera del juego.

Ayer vimos un desmarque de Courtois hacia un costado de su área para sacar la pelota jugada; tal vez Pellegrini y su equipo deban modernizar y planificar en más detalle la salida de balón de su equipo, que sigue dando sensación de quedar, como el resto del ataque, a la antigua inspiración de los futbolistas (algo lógico en el último tercio del campo, pero no en todo él). Por demás el equipo seguirá siendo áspero para los rivales y competitivo: no hay, ni mucho menos, que encender las alarmas por este arranque de liga.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

sábado, 21 de agosto de 2021

Betis 1 - Cádiz C.F. 1 (2ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Rui Silva, Montoya (Joaquín 68'), Edgar, Victor, Miranda, Guardado (Tello 82'), Canales, Rodri (William 68'), Fekir, Juanmi (Loren 86') y Borja Iglesias (Aitor Ruibal 68').
CÁDIZ C.F. (1): Ledesma; Akapo, Haroyan, Fali, Espino; Alarcón (Martín Calderón 88'); Salvi, Jonsson (Carcelén 46'), Lozano (Álvaro 75'), Perea (Alex Fernández 46'); y Negredo (Osmajic 69').
Goles: 0-1 (10') Negredo, de penalti: 1-1 (22') Juanmi.
Árbitro: Valentín Pizarro Gómez (Castilla-La Mancha). Amonestó a Rui Silva. Montoya, Miranda y Ruibal.
Cerca de 24.000 espectadores en el retorno postCovid del público al Villamarín.

Muy a su estilo, el Betis de Pellegrini volvió a hacer anoche un partido aceptable pero sin brillantez, y su moderada superioridad ante el Cádiz de Cervera no alcanzó esta vez para ganar: la mejor técnica de los béticos no fue suficiente para superar a un Cádiz siempre incómodo, y táctica y físicamente bien preparado.

Primer cuarto de partido

El partido se planteaba ya de salida como un choque de estilos, y más aún visto que Pellegrini renunciaba a su habitual mediocentro destructor (ni Guido ni Paul) para poner un 4-2-3-1 muy ofensivo. Frente a ello Álvaro proponía un sistema similar sobre el papel pero que al estar el balón en pies béticos era más bien un 4-4-2, con el que buscaría la antiquísima jugada de la peinada de su delantero-tanque, Negredo, hacia su segundo punta. Al primer intentó cantó bingo.

A partir de entonces el Betis, algo tímido de salida, subió el ritmo y durante quince minutos asedió con peligro el área del Cádiz. Con Guardado y Canales paralelos pero móviles, los béticos eliminaban con facilidad a la pareja de delanteros cadistas y aprovechaban su superioridad numérica por dentro:

Fekir, sin par natural, acudía a los dos costados a asociarse con extremo y lateral, provocando también problemas por ahí. El gol llega a balón parado.

Desde el 1-1 hasta el final

Tras el gol bético Cervera ajusta a su equipo: pasa a un 4-1-4-1 para acabar con esa superioridad numérica y plantear parejas claras en el centro del campo, con Alarcón de ancla y dos interiores emparejados con Canales y Guardado:

El Cádiz junta líneas cerca de su área a la espera del contragolpe, y el Betis pasa algún apuro debido a la lentitud de su zaga: el equipo hace una presión postpérdida muy activa y agresiva, pero las pocas veces que el Cádiz la supera Edgar y Ruiz tienen problemas para cerrar los muchos metros abiertos a sus espaldas, lo que unido a la escasa vocación defensiva de Guardado y Canales (que corren mal hacia atrás y no siempre presionan a los pasadores) da al Cádiz opciones. Con Guido mejorará el cierre de contras, pero Pezzella, por cierto, no es especialmente rápido.

Tras el descanso el Cádiz da un paso atrás y ya amenaza al Betis pocas veces y por las bandas, sobre todo la de Montoya. Ahí sí aparecen los centrales béticos, especialmente Edgar, tanto para cerrar los centros laterales como para resolver los balones a la olla enviados por el Cádiz a balón parado.

En ataque el Betis impone su calidad pero comete un error ya descrito aquí: pese a que Negredo apenas defiende y por tanto Edgar y Ruiz pueden salir jugando sin el menor problema, Canales y Guardado no se lo permiten y vienen a pedir el balón a su mismo pie, eliminándolos de la jugada; las pocas veces que los centrales suben tampoco encuentran receptores. El Betis, lleno de regateadores (Fekir, Canales, Rodri, incluso Guardado) repite una y otra vez la misma jugada: para iniciarla uno de ellos la pide en corto y encara a su par, con frecuencia lo desborda (sobre todo Fekir... hasta que se desfondó hacia el minuto 60 de tanto repetir esa jugada) y trata de aprovechar la superioridad creada, generalmente jugando hacia un hombre libre en banda al cerrar bien el Cádiz los pasillos interiores. Así llegó un lento goteo de ocasiones, algunas muy claras, que debieron dar el triunfo al Betis, aunque el Cádiz en ningún momento se deshizo ni permitió ser atosigado.

Línea por línea

Rui Silva cometió el imperdonable error de adelantarse en el penalti, y no ayudó a los centrales a cerrar el espacio a sus espaldas. Montoya, dentro de su bajo nivel actual, estuvo mucho más entonado que ante el Mallorca, lo que no lo librará de ser el nuevo muñeco de pimpampum de la grada bética, tan dada a cebarse con uno de los suyos. Ruiz y Edgar no parecen centrales para adelantar tanto la línea, y se sienten más a gusto con el equipo replegado: como era de esperar, se extraña a Mandi tanto como a Emerson. Miranda cumplió sin más.

Grises Canales y Guardado, Fekir se empeñó en intentar jugadas maradonianas y su brutal calidad le hizo estar a punto de acabar en gol un par de ellas. Como Rodri, se obceca en pedirla siempre al pie.

Juanmi hizo lo suyo: un gol de rematador puro. Borja apenas compareció, y Pellegrini no acertó esta vez con los cambios, de los que apenas cabe mencionar el acierto de Carvalho y una jugada final de Joaquín que debió ser gol.

Una vez más se debe valorar positivamente la fiabilidad de un regularísimo Betis al que es muy difícil meter mano. En el debe, un estilo de juego ofensivo un tanto anticuado; lejos de un fútbol de posiciones definidas y juego a dos o tres toques más actualizado, el Betis fía su ataque a la movilidad y al regate de su amplia nómina de jugadores individualistas (notablemente Rodri, Fekir y pronto Lainez), lo que provoca ventajas instantaneas pero dificultad para aprovecharlas ante equipos bien cerrados que hacen buenas ayudas. Se echan de menos un juego ofensivo más colectivo, a menos toques y con un mejor reparto de los espacios, y más desmarques a la espalda de las defensas rivales.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

lunes, 16 de agosto de 2021

Mallorca 1 - Betis 1 (1ª jornada de LaLiga 2021/22)

R.C.D. MALLORCA: Reina; Maffeo, Raíllo, Valjent, Oliván; Baba; Mboula (Lago Junior 72'), Salva Sevilla (Kubo 61'), Ruiz de Galarreta (Febas 72'), Dani Rodríguez (Sedlar 89'); y Ángel (Amath 61').
BETIS (1): Rui Silva; Montoya, Edgar, Víctor Ruiz, Álex Moreno (Calderón 26'); Paul Akouokou (Guardado 82'), Canales; Rodri (Rober 54'), Nabil Fekir (Joaquín 82'), Aitor Ruibal (Juanmi 54'); y Borja Iglesias.
Árbitro: Mateu Lahoz (Valenciano). Amonestó al local Febas y a Edgar, Paul y Juanmi. Condescendiente con el juego duro bético.
Goles: 1-0 (25') Oliván; 1-1 (60') Reina, en propia puerta.
Incidencias: Más de 6.000 espectadores en un encuentro de aforo restringido.

La vida sigue igual

Sabrán perdonar los lectores de este blog su inactividad veraniega, pero poco reseñable se han perdido. Para bien (mucho) y para mal (poco), el Betis de Pellegrini sigue siendo exactamente el que era, sin que la pretemporada de este nuevo verano Covid haya traído novedades. Repite en lo táctico, tanto en esquema como en estilo de juego, y afortunadamente repite en plantilla, que traerá pocas novedades más que las imprescindibles por las lamentables bajas de Emerson y Mandi. Contra la ansiedad general, el cambalache masivo de jugadores de cada verano solo solía traer alegrías a los comisionstas, y pérdida de estabilidad e identidad para plantilla y afición, así que la apuesta casi obligada por canteranos y fichajes puntuales será una bendición, como lo fue el verano pasado: aunque obviamente la plantilla es mejorable, solo parece imprescindible un central.

El Betis seguirá pues siendo el previsible equipo de la 20/21, cosa aburrida para la discusión táctica de esta página pero muy sana para sus resultados, impecables en 2021. Ante un Mallorca animoso pero muy escaso de calidad el Betis cuajó otro más de esos partidos eficaces y nada brillantes a los que nos acostumbró en el primer semestre de este año; una vez más el equipo fue levemente superior a su rival (al que, cierto, ya se suponía inferior), y bien pudo ganar si la fortuna le hubiese sonreído, aunque la escasez de ocasiones por parte y parte (pocas para el Betis, poquísimas para el Mallorca) hizo natural el resultado.

En cuanto al transcurso del partido, y pese a lo mucho que ha glosado la prensa las grandes diferencias entre la primera y segunda parte del equipo, lo cierto es que el descanso apenas trajo retoques tácticos leves. Fue más bien la mirada de los cronistas, ansiosos por el resultado en contra en el primer tiempo, lo que creó esas diferencias, aunque es cierto que mientras que en la primera mitad el Betis sufrió un pasaje de desconcierto debido a desajustes en su banda izquierda, en la segunda el evidente cansancio del Mallorca y el acierto en jugadas puntuales de los atacantes béticos desequilibraron el partido hacia los visitantes.

Primera parte

Con una defensa muy provisional y la novedad de Akouokou (pronúnciese acuocú) por delante, el Betis volvió al clásico 4-2-3-1 de sus partidos con Fekir en cancha, que es 4-4-2 en defensa. Enfrente los baleares, recién ascendidos, colocaban un 4-1-4-1 defensivo (o 4-3-3) que encajaba bien sus marcas por la posición retrasada de Canales, a la izquierda del pivote Akouokou pero casi paralelo en ataque con él:

 
El voluntarioso Mallorca intentó un par de presiones altas de inicio y en algún tramo suelto; muy bien solventadas por el Betis, los locales pasaron casi toda la primera parte replegados en un bloque medio de líneas bien juntas, y concedieron la posesión al Betis para tratar de sorprenderlo en contras lanzadas por las bandas, sobre todo por la derecha de Mboula.

Enfrente el Betis de Pellegrini, siempre adaptable, aceptó el regalo del balón pero se blindó, tal vez excesivamente, ante las posibles pérdidas: en lugar de aprovechar la superioridad en salida de los centrales ante Ángel, el Betis comenzaba la jugada innecesariamente con el balón en pies de Canales, con Edgar y Víctor por detrás de la pelota y casi fuera de la jugada, lo que traía a cambio inferioridad numérica en zonas avanzadas: Fekir muy marcado por Baba y Salva, y Borja rodeado por tres rivales.

Muy paralelo con Akouokou en ataque, las recepciones atrasadas de Canales sacaban de la jugada a Ruiz (a la derecha, fuera de plano)

Al Betis le costaba progresar y tampoco encontraba las espaldas de la defensa mallorquinista, buscada apenas mediante absurdos pelotazos diagonales de los centrales que nunca tuvieron éxito, de forma que la defensa local se adelantaba mucho, los espacios entre líneas del rival eran muy escasos e incluso llegaron contragolpes bermellones tras pérdidas en la zona de mediocampo. El gol mallorquinista y la lesión de Moreno, tras la que Calderón tardó en encontrar la forma de defender a Mboula, trajeron algunos minutos de desconcierto del Betis, que hacía aguas por los laterales.

Segunda parte

Aunque, insistimos, no hubo ningún cambio radical en el juego tras el descanso, el cansancio progresivo del debutante Mallorca (que había corrido con mucho entusiasmo tras la pelota), fruto del paciente movimiento de balón bético, fue minando el trabajo defensivo local. Además Canales y Fekir adelantaron sus zonas de recepción, ahora a las espaldas de los interiores. La siguiente jugada es significativa: Víctor Ruiz comienza la jugada como hombre libre con Canales (10) ante él...

 
pero el cántabro, en lugar de pedirle la pelota al pie, se aleja de él, arrastrando a su marca y permitiendo al central llegar a campo rival sin oposición hasta obligar a Baba a salirle, ya cerca del área:

Aunque no exageraremos la importancia de esta jugada, porque Caales siguió acudiendo a recibir atrás en más ocasiones de las debidas, es cierto que esta salida (aparentemente simple pero de importancia enorme en el llamado juego de posición) fue bien ejecutada en varias ocasiones en el segundo tiempo, por Víctor y por Edgar, y así el Betis logró aplastar contra su área al Mallorca, que además sentía la espalda de su defensa amenazada por Juanmi y Rober.

El encierro del rival incidió en mayor éxito en la presión postpérdida y en que el Mallorca no pudiera contragolpear nunca. Los centrales béticos estuvieron firmes además por arriba en los escasos ataques posicionales del Mallorca, que solían acabar en faltas y/o balones a la olla, y por tanto no hubo más ocasiones para los bermellones, pese a introducir un segundo delantero y pasar a un 4-4-2. Sí las tuvo el Betis, que bien pudo hacerse con el partido en un buen tramo final.

Línea por línea

Rui Silva dejó ver buen juego de pies, aunque parece flojo en el uno contra uno y encajó el único tiro serio del rival. Montoya sigue a un nivel muy bajo en ataque y defensa; Calderón manejó muy bien el balón ante presión rival pero dejó serias dudas sobre si su físico alcanza para la élite. Los centrales cumplieron.

Notable fue el partido de un Akouokou que sigue siendo demasiado impulsivo (en la jugada de la tarjeta rozó el ataque de ira) pero que, contra la opinión general, rompe líneas con el pase con mucha frecuencia, además de imponer su físico en defensa y en la protección del balón. En la ocasión de Mboula, eso sí, esperó de forma algo absurda para cerrar al atacante con balón, lo que pudo costar muy caro.

 Pases de Akouokou en la 2ª parte: para tratarse de un pivote, muchísimos hacia delante (hacia la izqda. en la imagen)

Canales y Fekir mostraron la movilidad que les pide Pellegrini, pero escasa inteligencia para colocarse en ataque. Rodri lució en un puñado de jugadas por dentro, mientras Ruibal y Borja apenas acertaron en nada.

Los cambios de Pellegrini aportaron frescura y profundidad, sobre todo un Juanmi muy peleón y motivado.

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