sábado, 22 de diciembre de 2012

Betis 1 - Mallorca 2 (17ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Adrián; Chica, Amaya, Mario, Nacho; Cañas, Rubén Pérez (Pozuelo, m. 48); Beñat; Campbell (Vadillo, m. 53), Jorge Molina (Agra, m. 62) y Rubén Castro.
MALLORCA (2): Aouate; Nsue, Nunes, Bigas, Kevin; Martí, Pina; Arizmendi (Ximo, m. 81), J. Márquez, Giovani dos Santos (Hemed, m. 74); y Victor (Conceiçao, m. 89).
Goles: 1-0, m. 5, Beñat; 1-1, m. 30, Víctor; 1-2, m. 47, Javi Márquez
Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Amonestó a Nacho, Beñat y Chica, por el Betis; y a Arizmendi, Víctor, Giovani y Márquez, por el Mallorca.
Incidencias: 32.361 espectadores en el Benito Villamarín.


El Betis ha jugado un mal partido hoy ante el Mallorca, un flojísimo equipo al que ha permitido respirar tras tenerlo totalmente entregado.

Los equipos de Joaquín Caparrós solían aunar competitividad, concentración y buena colocación defensiva con el tradicional caparrosismo, el abuso del reglamento más allá de la deportividad. De todo ello apenas queda en este Mallorca esto último, una mala copia del bilardismo. Mezcla de veteranos sin chispa (Martí), jóvenes mal conducidos (Dos Santos) y algún jugador sobrevalorado (Arizmendi), el equipo balear comete errores defensivos groseros –véase el 1-0 o el desquiciamiento posicional de los minutos que le siguieron–, es pasivo defensivamente –sólo es capaz de cerrarse decentemente por mero amontonamiento– y maltrata el balón, al que renunció en cuanto tuvo el marcador a favor.

Que un equipo así, además con la moral baja tras una pésima racha y con el marcador muy pronto en contra, venza al Betis sólo se explica por una combinación como la que se dio hoy: falta de intensidad bética cuando tuvo al rival a su merced, suerte (el Mallorca tuvo una sola ocasión de gol y metió dos), errores tácticos del Betis y fallos arbitrales. La suma de todo ello fue, huelga decirlo, un partido de bajo ritmo y menos calidad.

Primer tiempo hasta el minuto 20
El Mallorca coloca un 4-2-3-1 bastante conservador, con Arizmendi (derecha) y Dos Santos en las bandas (mediado el primer período permutaron posiciones), Márquez en la mediapunta y Casadesús arriba. Por detrás de ellos Pina y Martí hacían el doble pivote.

Mel sorprende: elimina a Salva Sevilla ante el clamor general, pero lo sustituye por Pérez. Bien está tratar de sacar a los once mejores, pero mejor sería no hacerlo cuando el producto es un triple pivote que ha dado ya tan pésimo fútbol como los últimos minutos ante el Celta, hace pocos días, la goleada de Málaga, la segunda parte de Bilbao o la infamia del Pizjuán. Beñat se sitúa por delante de Cañas y Pérez, Castro queda en la banda izquierda y Molina arriba. Es de suponer que el plan fuese aprovechar el empuje físico de esa alineación para robar muy arriba, y en efecto el Betis presiona y además marca a la primera. Pese a que ese Betis tenía pocas y previsibles vías para progresar (Beñat y la banda de Nacho), el Mallorca, muy pasivo en defensa y con poquísimo empuje físico, las consiente y las ocasiones claras se suceden en su área.

Primera parte desde el minuto 20
El Betis afloja un poco en la presión y el Mallorca comienza a tocar un poco la pelota en el medio; en su primera jugada hilvanada le llega el gol. Desde ahí el Betis es dueño del balón, pero Pérez y Cañas, por tendencia natural, vienen muy atrás a buscarlo, Beñat por tanto nunca tiene gente por delante a quien jugarle y, bien cerrado Molina para el juego largo, no hay fútbol ni ocasiones. El Mallorca juega siempre en largo, así que el plan de robo y contraataque tampoco funciona.

Segunda parte
El Mallorca marca en la primera jugada, en un error arbitral de nevera. Mel reacciona con un cambio natural pero que dejaba en evidencia el conservadurismo de su planteamiento inicial: mete a Pozuelo como mediapunta y atrasa a Beñat. Luego Vadillo entra por Campbell y se echa a la banda izquierda, en una decisión muy discutible de Mel: Castro, teórico extremo derecho a esas alturas, se mete arriba y deja la banda entera a Chica, incapaz de aprovecharla como sí podría haberlo hecho Nacho. Cuando Agra –en sí una mala elección por ser un jugador poco apropiado para atacar defensas cerradas y mucho más para partidos abiertos de gran desgaste físico– se prepara para salir, quien esto escribe piensa que lo haría precisamente en el lugar de Chica, para hacer de carrilero con toda la banda a su disposición; Mel no sólo no hace ese cambio ni retira a uno de sus centrales, sino que saca a Molina con media hora por delante. El disparate se evidencia pronto: el Mallorca, sabedor de su absoluta superioridad por alto ante Pozuelo o Castro, entrega las bandas y mete el autobús en el centro. Si la pareja izquierda bética sí tiene cierta capacidad de elaborar, la derecha se limita a colgar balones, rechazados sin problemas por Nunes y Bigas sin siquiera la molestia de un tanque. Para empeorar las cosas Cañas se empeña en pedirla a pies de Mario y Amaya, que siguen clavados atrás, de modo que el Betis empieza cada ataque con tres o cuatro hombres por detrás del balón, lo que convierte en difícil progresar por las bandas y en imposible hacerlo por el centro: si dejar mucha gente tras el balón en el inicio de jugada puede tener algún sentido cuando hay algo que conservar, hacerlo en esas circunstancias era totalmente absurdo.

Pese a que el Mallorca había renunciado al balón a falta de media hora, Amaya no se va arriba hasta después del minuto 80. El Betis llega con poca claridad, siempre en tiros lejanos o a balón parado. El partido acaba entre flagrantes pérdidas de tiempo visitantes.

Jugador por jugador
Adrián: Por desgracia tuvo poco que hacer. El centro y el remate del 1-1 están en el límite de lo parable, pero son muy difíciles.
Chica: Anda en buena forma, tuvo buena actitud y trató bien el balón, pero no llegó arriba como se necesitaba porque no tiene cualidades para ello.
Amaya: Buen partido. Debió subir mucho antes, con permiso de Mel.
Mario: Aunque fuera del área, su falta del 1-2 es muy propia de su tendencia a medir mal. Hay que insistir: por la derecha, donde estuvo a ratos en la segunda parte, sufre menos con y sin balón.
Nacho: Partido fluido en ataque pero con el grave lunar de haber consentido el remate del 1-1, en el que saltó parado sin atacar el balón con la debida potencia.
Cañas: Intenso, bien situado y bien con balón, habría hecho un muy buen partido si no se hubiese empeñado en pedir el balón desde el mismísimo pie de sus centrales.
Pérez: Su partido fue tan correcto como de escaso impacto, en defensa y en ataque. Se le vio desesperado por el cambio. O Cañas o él.
Beñat: Muy bien a pesar del mal partido del equipo. Mostró movilidad siempre, jugó bien en corto y en largo (esto muy meritorio cuando no hay otro recurso que sus pelotazos a las bandas) y marcó un gol.
Campbell: Muy mal partido. Perdió casi todo lo que tocó, y es que, una vez más, evidenció problemas graves para avanzar con balón a pie cambiado y lejos de puerta, que es exactamente lo que Mel pretende de él.
Molina: Mal, aunque lo buscaron poco. Se vio contra dos centrales y nunca les pudo. Salió del campo cuando más falta hacía.
Castro: Durante los primeros veinte minutos provocó dolores de cabeza a toda la defensa mallorquina. Luego, en medio de un campo de minas, no le llegó nada potable.

Pozuelo: Tenía un trabajo muy difícil, jugar de mediapunta entre un bosque de piernas, y no pudo con él.
Vadillo: Pegadísimo a la cal, fue la única vía de llegada en los últimos minutos.
Agra: Por la derecha, ante una defensa cerrada y con Chica de pareja, Mel sólo podía esperar de él lo que hizo: colgar cinco o seis balones sin levantar la cabeza –tampoco había rematador que ver– e intentar un par de centros rasos al borde del área.

El detalle
El Betis ha perdido el hábito de poner un hombre fijo a la corta en los córneres: cada saque era esperado en su área pequeña por un completo ejército de mallorquinistas.

martes, 18 de diciembre de 2012

Celta 0 - Betis 1 (16ª jornada de Liga de Primera División)

CELTA (0): Javi Varas; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago (Bellvís, m. 46); Oubiña; Augusto Fernández, Park (Toni, m. 46), Krohn-Dehli; Iago Aspas y Mario Bermejo. 
BETIS (1): Adrián; Chica, Amaya, Mario, Nacho; Cañas, Beñat (Rubén Pérez, m. 80); Campbell, Salva Sevilla (Nosa, m. 66), Juan Carlos (Jorge Molina, m. 55); y Rubén Castro.
Goles: 0-1, m. 80: Jorge Molina.
Árbitro: González González (Comité Castellano-leonés). Amonestó a los béticos Amaya y Juan Carlos, y a los celtistas Toni, Oubiña y Mario Bermejo.

El Betis ha jugado hoy un partido muy espeso en Vigo, salvado con un inmejorable resultado gracias a la suerte y a su mayor calidad en las zonas calientes del campo. Definitivamente el equipo este año es áspero para el rival y dañino en el área.

Primer tiempo
El Betis saca su equipo y estilo más habituales esta temporada: línea de cuatro atrás (en la que Mario iba a todas y Amaya le cubría las espaldas), Cañas y Beñat como mediocentros paralelos con Salva un poco por delante de ellos, Campbell y Juan Carlos en las bandas (éste por la izquierda durante casi toda la primera parte, salvo un breve tramo en torno al minuto 25) y Castro arriba; el Betis pone un ritmo fuerte de inicio y, también como casi siempre, aprieta las líneas, pues la delantera no va muy arriba a robar el balón y la defensa se adelanta bastante.

Enfrente Herrera sitúa un muy ofensivo 4-1-3-2 en el que los laterales suben mucho, Oubiña es el pivote, Augusto (tirado a la derecha), Krohn-Dehli (más atrasado y normalmente algo echado a la izquierda) y el adelantado Park tratan de crear y presionar y, más arriba, Bermejo y Aspas, que mostró las cualidades que ya lo prestigian, se reparten los papeles de delantero tanque y jugón.

El alto ritmo impuesto por el Celta y la verticalidad habitual en el Betis de este año dieron como resultado un partido de ida y vuelta que rozaba a veces el correcalles. El planteamiento céltico provocaba muchas llegadas de unos y otros a la zona de tres cuartos: su superpoblación de mediocampistas ofensivos y la movilidad de éstos y los delanteros causaba problemas a los defensas béticos, sin referencia clara (en especial, al inicio, a Chica); pero también ofrecía espacios a los béticos cerca de Oubiña. La falta de calidad de los celtistas y la lentitud e inocuidad del fútbol de Salva Sevilla, sin embargo, dieron como resultado que en esa parte apenas hubiese ocasiones. El fútbol local, eso sí, parecía siempre más espumoso que el del Betis, que dio sensación de control y tenía ideas claras y dañinas –si bien lejanas al marco de Varas–.

Segundo tiempo hasta el 0-1
El Celta empuja de inicio y el Betis sigue firme atrás a la espera de que el rival se desespere y pierda el sitio. Molina entra arriba y Castro pasa a la derecha, cambiando de banda a Campbell. Poco después Nosa entra por Salva y empuja a Beñat al lugar del almeriense en la mediapunta; el Betis gana algo de llegada y marca.

Últimos diez minutos
Mel pasa al plan ultradefensivo: Pérez hace línea con Cañas y pasa a Nosa a la mediapunta por Beñat. El equipo capta el mensaje: renuncia al balón, se acula muy atrás, la defensa permite una y otra vez recepciones fáciles en la zona de mediapuntas, se pierde el control del partido y las ocasiones célticas llegan casi en cascada. Adrián y la suerte (incluso Bermejo hizo la de Cardeñosa) hacen triunfar, una vez más, ese feo plan.

Jugador por jugador
Adrián: Partido completísimo, especialmente acertado y valiente en las salidas por alto. No sólo paró las que iban dentro, sino que controló las que iban fuera.
Chica: Guardó aceptablemente su zona por oficio, pero su lentitud pudo costar cara. Subió muy poco.
Amaya: Gran partido, en el que hizo muchos cruces y ayudas al estilo de los antiguos líberos.
Mario: A veces parece un centrocampista metido en la línea de atrás, con sus ventajas (corta muchísimo) y sus inconvenientes (poco rigor posicional). Pegó demasiados pelotazos.
Nacho: Es un verdadero manual de cómo sacar partido a un físico limitado. Está siempre bien colocado y mete el cuerpo en defensa con una inteligencia enorme. Dio otra asistencia.
Cañas: Buen partido en posición, presencia y manejo de balón. Empieza a tener la regularidad que su puesto requiere.
Beñat: En defensa empujó poco. En ataque, otra vez más, dio un recital de reparto de juego. Cuando se ve obligado a jugar más arriba (por Mel o por Salva) se le ve menos a gusto; si Mel pretendía reforzar defensivamente al equipo, parecía más lógico ponerle a Nosa por delante (más atrasado que Salva, si se quiere).
Campbell: Hizo un partido bastante à la Pereira por exceso de verticalidad y precipitación. Se entonó con los minutos gracias a su poderío físico, aunque muy al final se fundió.
Salva Sevilla: Otra vez aportó muy poco; con enormes espacios para jugar el balón (casi lo flotaban para encimar a Beñat o Castro), se limitó a devolverlo en horizontal o hacia atrás, sin perderlo pero empeorando casi siempre la jugada. En defensa tampoco empuja gran cosa. Uno no sabe si le tiene manía a su fútbol o si Mel ve algo que los demás no son capaces de apreciar.
Juan Carlos: Tampoco tuvo un día clarividente: trabajo y carreras verticales sin mucho objetivo.
Castro: Como pasa con Nacho, sin ser un prodigio físico es un placer ver cómo elige siempre exactamente la jugada óptima, y eso es muy difícil si eres delantero. Por desgracia tuvo pocas pelotas en el área y falló su único remate claro, una vaselina bien concebida.

Molina: Invirtió su rendimiento reciente: hizo poco fuera del área pero acertó dentro de ella en una de las dos que tuvo, al ejecutar un gran reverso.
Nosa: Metió mucho empuje físico, pero ni el mediocentro parece su posición (no es de fiar con balón) ni es jugador de media hora. A partido entero como mediapunta habría acabado con el Celta mucho antes.
Pérez: Apenas le dio tiempo a perder un balón un tanto absurdo y a meterse atrás con el equipo.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Las Palmas 1 - Betis 1 (Octavos de final de Copa)

LAS PALMAS (1): Barbosa; Pignol, David García, Murillo, Corrales; Nauzet (Vicente Gómez, m. 60), Javi Castellano; Momo, Javi Guerrero (Chrisantus, m. 45), Vitolo; y Thievy.
BETIS (1): Casto; Ángel, Paulão, Mario (Amaya, m. 68), Nacho; Rubén Pérez, Nosa; Agra (Beñat, m. 60), Pozuelo, Campbell (Rubén Castro, m. 55); y Jorge Molina. Goles: 0-1, m. 66, Rubén Castro; 1-1, m. 85, Chrisantus. Árbitro: Delgado Ferreiro (Comité Vasco) amonestó a Murillo, Corrales y Nauzet, por Las Palmas; y a Nosa, Mario y Rubén Pérez, del Betis.

El Betis ha jugado un buen partido hoy ante Las Palmas, un equipo que ha mostrado un ritmo y una calidad dignos de la Primera División. 

La mejor noticia que pueden sacar los béticos del partido es que Mel cuenta con una plantilla compensada con una veintena de posibles titulares, y todos en buena forma física. Esto le permitió hoy dar descanso a los que jugaron el partido contra el Barcelona y al tiempo presentar una alineación competitiva: un 4-2-3-1 con una defensa de considerados titulares, Pozuelo como mediapunta y Molina de referencia arriba. Las Palmas oponía un cuadro también en buena forma, con un buen entrenador y con varios jugadores bien válidos para Primera de mitad de campo en adelante: el prometedor Thievy arriba y, tras él, los expertos Guerrero y Nauzet (éste escalonado entre el mediapunta de Los Corrales y el ancla Castellano), más Vitolo –que ya dio muestras de su calidad en el gran Las Palmas-Betis de hace un par de años–  y el resucitado Momo en las bandas, ambos a pie cambiado.

Primera hora de juego
El Betis plantea su juego estándar de este año: líneas bien juntas, defensa moderadamente adelantada, presión fuerte que comienza quince metros antes de la línea del centro del campo y emparejamiento del mediapunta con el centrocampista más atrasado del rival; en ataque es Pérez quien pide el balón cerca de los centrales y Nosa quien engancha. El planteamiento de Las Palmas es similar, pero son notables sobre todo el fuerte ritmo físico de ambos equipos –para un partido de Copa ante un Segunda– y la velocidad del juego, gracias a la buena actitud de unos y otros: muy motivada Las Palmas por la naturaleza del partido, muy metidos los béticos, que demuestran la profesionalidad y competitividad de su plantilla. Las ocasiones son muy escasas y repartidas entre ambos equipos.

Segunda parte
Mel invierte de salida a los extremos, antes a pie natural, ahora a pie cambiado. El arranque, de ida y vuelta, alterna series de ocasiones consecutivas en ambas porterías, primero para el Betis y luego para los canarios. Entra pronto Castro como extremo derecho; al entrar Beñat por Agra, Nosa sube a la mediapunta, Pozuelo pasa a la banda diestra y Castro a la izquierda. Igiebor se lanza a presionar a un central del rival y Beñat aprieta al mediocentro, lo que adelanta mucho la presión bética. Desfondado Las Palmas, incapaz de soportar el fuerte ritmo que el Betis –en gran forma física actualmente– inyecta al partido, los béticos lo dominan claramente, llegan, marcan –en una de sus ya típicas combinaciones eléctricas a un toque– y pueden sentenciar.

A diez minutos del final el Betis se relaja un poco y lo paga con el empate.

Jugador por jugador
Casto: Muy bien con los pies, sobre todo cuando jugó hacia las bandas con el izquierdo, y muy bien bajo palos en el empujón de Las Palmas al inicio de la segunda parte.
Ángel: Partido correcto. Parece estar en una aceptable forma física.
Paulão: Dominó su zona en el juego por alto y estuvo listo cuando lo encararon.
Mario: Como tantas veces, rozó la expulsión, al punto de que Mel lo tuvo que cambiar para evitar riesgos. Una vez más fue el hombre al que el rival dejó sacar el balón libremente, y le costó hacerlo en ventaja (salvo en una subida muy buena, dicho sea de paso). Definitivamente valdría la pena probarlo en el perfil derecho.
Nacho: En su línea típica de perfección táctica y buen manejo de balón. Se proyectó poco en ataque.
Rubén Pérez: Algo timorato a veces con balón, su trabajo defensivo es tácticamente muy fino.
Nosa: Sigue mostrando rasgos de inmadurez, que lo tuvieron al borde de la expulsión por una tarjeta temprana. Su imponente capacidad física hizo más daño a Las Palmas de lo que parece (estuvo en todas partes) y le permite no sólo no necesitar ser cambiado como otros en su zona, sino comerse a los rivales con el paso de los minutos.
Agra: Mucha actividad, aunque poco resultado.
Pozuelo: Se empeñó una y otra vez en conducciones para las que no le alcanzó la velocidad. Cuando la soltó a dos toques aportó más.
Campbell: Metió mucho empuje con su gran entrega y potencia física y fue vertical, aunque, como Agra, acabó poco.
Molina: Está rápido y aporta mucho a la salida de balón, pero anda desacertado cara a puerta: las echó fuera, cosa rara en él.

Castro: Su calidad técnica ante portería es impresionante, y lo demostró otra vez más. Además tiene una sorprendente facilidad para llegar a posiciones de remate cuando juega en banda.
Beñat: Como siempre que entra de suplente su entrada pareció volcar el césped hacia la portería de Las Palmas. Muy bien.
Amaya: Cumplió en el sitio de Paulão, que pasó a la zona del sustituido Mario.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Con dos caras

El portal informativo sobre el Betis beticismo.net publica hoy en su sección "Con dos caras" un diálogo entre Miguel Verdugo y el autor de este blog sobre el modelo de juego del Betis de Pepe Mel. Podéis leerlo aquí.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Betis 1 – F.C. Barcelona 2 (15ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Adrián; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Cañas, Beñat; Campbell (Jorge Molina, m. 46), Salva Sevilla (Pozuelo, m. 74), Juan Carlos (Vadillo, m. 29); y Rubén Castro.
BARCELONA (2): Víctor Valdés; Adriano, Piqué, Puyol (Mascherano, m. 46), Jordi Alba; Busquets; Xavi, Cesc Fàbregas (Alexis, m. 10); Pedro (Thiago, m. 82), Messi e Iniesta.
Goles: 0-1, minuto 15: Messi. 0-2, minuto 25: Messi. 1-2, minuto 39: Rubén Castro.
Árbitro: Velasco Carballo, madrileño. Amarillas para Joel Campbell, Jordi Alba, Vadillo, Pedro y Nacho.

Los béticos han podido disfrutar hoy de un excelente partido de fútbol: un encuentro lleno de calidad y ritmo en el que el Betis ha marcado el tempo y ha caído tras tutear al tenido por mejor equipo de la Historia.

Primera media hora
El gran Barça venía, por primera vez en las últimas cuatro temporadas, con verdadera necesidad de ganar, y por ello sacó todo lo que tiene: su equipo clásico incluido Messi de inicio, y con las posiciones habituales últimamente; así, Fàbregas y Xavi eran los interiores, e Iniesta el extremo izquierdo. Su modo de juego no ha cambiado sustancialmente respecto a la época de Guardiola, aunque tal vez su presión tras pérdida es ahora algo menos adelantada e intensa.

Enfrente Mel planteó el partido según sus planes usuales de esta temporada: equipo bastante abrigado atrás, con su 4-2-3-1 en el que Salva es un mediapunta atrasado. En defensa se pasaba realmente a un 4-4-2 que se adaptaba bien a las posiciones azulgranas: Beñat y Cañas se encargaban de parar a Xavi y Cesc, mientras Salva y Castro debían cerrar a Puyol, Busquets y Piqué. A cambio los centrales serian dos para Messi. La posesión era casi siempre del Barcelona, a bajo ritmo, sin prisas y con mucho toque en zonas frías. Como Salva se dedicaba sobre todo a incomodar a Busquets y Castro quedaba a su izquierda, el hombre suelto en la salida de balón era Puyol (como lo fue Ramos el día del Madrid: el central a pie cambiado), que apenas supo aprovechar las superioridades que podía provocar en conducción. El Betis sólo presionaba arriba en los saques de puerta, que Valdés trataba de descargar a la zona fácil para un portero diestro, la de Alba, aunque Campbell (que debía entonces bascular entre dos marcas) llegó casi siempre a cerrarlos bien.

Aun con posesión aplastantemente favorable al Barcelona, en un partido muy académico, el planteamiento bético funcionó bien e incluso hubo ocasiones repartidas, con un par de ellas en la portería azulgrana. Apenas se echaba en falta un poco más de agresividad bética en la zona de mediapuntas del Barça, y los visitantes la castigaron de inmediato: Messi marcó en las dos primeras llegadas de su equipo.

En el Barcelona Alexis había ocupado pronto el lugar de Iniesta como extremo, para que éste hiciera de interior en la plaza del lesionado Fàbregas.

Segunda media hora
Sin nada ya que perder, Mel cambia radicalmente de plan: el Betis asume riesgos y saca del baúl su vieja presión adelantada en todo el campo del año de Segunda, apulgarada esta temporada desde la primera mitad de Bilbao. La defensa se adelanta, Salva y Castro se emparejan ahora con Puyol y Piqué, uno de los mediocentros (en general Beñat) va a por Busquets, los centrales salen a por el interior suelto del Barcelona, se sube el nivel de agresividad un par de grados y el partido entra en un ida y vuelta en el que el Betis es mejor, tiene más el balón (algo extraordinariamente meritorio ante el Barcelona) y llega mucho arriba. Castro marca y el Betis roza el empate en varias ocasiones.

Vadillo había suplido al inicio de esta fase a Juan Carlos en el extremo izquierdo, y Mascherano a Puyol como central izquierdo en el descanso, cuando la entrada de Molina por Campbell empujó a Salva a la banda izquierda para que Vadillo fuera extremo en su lado natural, la derecha. El Betis quedaba en un pleno 4-4-2.

Última media hora
La presión del Betis va cediendo por el cansancio y el Barcelona amenaza el espacio que queda tras los centrales béticos. El dominio es ya alterno, el ritmo baja un poco y las ocasiones aparecen en las dos porterías. Pozuelo entra como mediapunta y Castro pasa a la banda izquierda. El Betis muere con las botas puestas.

Jugador por jugador
Adrián: Es hora de mojarse: será un buen portero, tal vez muy bueno, y debe ser el titular del Betis en los próximos años.
Chica: La perspectiva de que Iniesta lo encarase producía terror, afortunadamente conjurado por la lesión de Cesc. Tapó bien su zona y empujó, que no era poco.
Amaya: Enorme partido, pese a ser a priori muy malo para sus condiciones físicas. Entendió muy bien en qué clase de juego se entraba desde el minuto 30, y estuvo anticipativo, agresivo en el buen sentido y muy bien colocado, además de dominar sobradamente el juego aéreo.
Dorado: Aprobado alto, que tampoco es poco, en un partido muy suyo, de buena colocación. Sin embargo la comparación con su pareja deja en evidencia su escasa agresividad y presencia. Casi siempre sacó bien jugada la pelota.
Nacho: También hizo un partido muy de su estilo; controló a Pedro y estuvo siempre donde debía. Esta vez le faltó acierto en los pases hacia los delanteros.
Cañas: Hizo la clásica labor oscura muy valorada por los entrenadores. Mantuvo a raya a Iniesta e hizo de pegamento del centro del campo, lo que en un partido como el de hoy significa haber hecho un trabajo estajanovista.
Beñat: Gran partido. Todo el (mucho) fútbol del Betis giró a su alrededor, porque se ofreció siempre, jugó al lugar correcto a alta velocidad mental y apareció además por zonas de ataque. Tuvo detalles técnicos de jugador grande, y mantuvo el infernal ritmo del partido hasta casi el final. Su único lunar fue cierta indolencia para estorbar a Messi en el 0-1.
Campbell: Buen primer tiempo. Durante la primera media hora fue la mejor salida del Betis. Hizo un esfuerzo generoso y tuvo mucha presencia física en el partido, aunque a veces se empeñase en regates sin salida.
Salva Sevilla: Su carácter pusilánime (evidenciado en un remate de cabeza en los primeros minutos y en el desperdicio de un contraataque muy claro mediada la segunda mitad por jugar hacia atrás sin necesidad alguna) y su falta de empuje físico lo lastran para el fútbol de primer nivel. Vino de nuevo muy atrás a tocarla, a zonas frías; ahí lo hace bien y bonito, pero se aparta del juego de mediapunta, que es para lo que está. Beñat tapa el doble de campo, toca el doble de balones y llega arriba tanto como él.
Juan Carlos: Jugó cuando el equipo apenas la tuvo. Hizo un buen esfuerzo defensivo y llegó con velocidad arriba en alguna ocasión.
Castro: No intervino mucho, pero cuando lo hizo fue siempre con sentido del gol (incluido otro: van nueve).

Vadillo: Ya impone respeto a los laterales cuando encara, y además parece que ha ganado potencia física e inteligencia futbolística.
Molina: Muy buen partido en el juego de espaldas, que lo convirtió en una fórmula para llegar arriba que Piqué, su par, nunca supo resolver. Le faltó acierto en el área.
Pozuelo: Buenos movimientos y un tiro a la cruceta.

El detalle
El 0-2 ha llegado mientras el Betis jugaba con diez: tras la lesión de Juan Carlos y la lenta reacción del banquillo, Mel ha esperado varios minutos a que Vadillo calentase para realizar el cambio. Poco antes Alexis había salido directamente por Fàbregas, y es que Paco Seirul.lo, el preparador físico del Barça, no considera necesario calentar en ese momento: "He visto mil veces cómo un jugador sale a jugar sin calentar, por lesión de otro, y no le pasa nada. Juega sin problema alguno". Dicen que Guardiola colgó en su despacho el recorte de esa entrevista.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Deportivo de La Coruña 2 – Betis 3 (14ª jornada de Liga de Primera División)

DEPORTIVO (2): Aranzubia; Laure, Aythami, Roderick (Bodipo, min. 71), Ayoze; Álex Bergantiños, Abel Aguilar; Bruno Gama, Valerón (Camuñas, min. 80), Pizzi; y Riki.
BETIS (3): Adrián; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Cañas, Beñat; Rubén Castro, Salva Sevilla (Vadillo, min. 52), Campbell (Nosa, min. 87); y Jorge Molina (Rubén Pérez, min. 68).
Goles: 0-1, min. 38: Rubén Castro. 0-2, min. 54: Rubén Castro; 1-2, min: 55: Riki; 2-2, min. 60: Riki; 2-3, min 76: Campbell.
Árbitro: Carlos del Cerro Grande (Colegio madrileño). Mostró tarjeta amarilla Ayoce y Aythami, por parte del Deportivo; y a Salva Sevilla, Adrián, Dorado y Beñat por el Betis.

El Betis se ha impuesto esta tarde a un buen Deportivo gracias a su calidad en las áreas, en un partido jugado a un ritmo frenético.

Primera mitad de la primera parte
De salida el planteamiento posicional de los dos equipos es similar: un 4-2-3-1 que es casi un 4-3-3 porque el mediapunta (Salva y Valerón, respectivamente) es más mediocampista que delantero. En el Betis Mel sitúa a Castro en la banda derecha y a Campbell en su banda natural, la izquierda.

Tras un prometedor inicio el Betis es empujado hacia atrás y empieza a pasar problemas: el Deportivo impone un fuerte ritmo físico, presiona muy arriba y roba cuando el Betis trata de sacarla jugada; los béticos tampoco consiguen sacarla en largo pese a la presencia de Molina como boya arriba.

El Betis pasa además apuros defensivos porque, al estar el balón casi siempre en pies deportivistas, son los locales quienes aprovechan el mal solapamiento de las posiciones de los tres mediocampistas de uno y otro equipo; así, el espacio de la mediapunta es aprovechado por Valerón y por los hombres que se asoman a la zona frente a Dorado y a la espalda de Beñat (uno de los mediocentros que se descolgaba, o alguno de los tres hombres de arriba, muy móviles) para recibir y descargar a las bandas, sobre todo a la de Nacho. Adrián y la aplicación defensiva (mucho rigor en las marcas en los balones cruzados) impiden que caiga el gol.

Segunda mitad de la primera parte
Mel mueve piezas: visto que con el equipo tan atrás Castro se movía muy lejos de la portería rival, o simplemente por cambiar la dinámica del partido, manda a Campbell a la derecha, a Salva a la izquierda y a Castro arriba junto a Molina. Sea por esto o por el cansancio del Deportivo, el Betis se va zafando del dominio local y saca combinaciones muy rápidas a la primera, adelante-atrás, muy típicas de su juego veloz de este año y muy difíciles de defender: balón a un delantero –de espaldas a puerta– que lo devuelve a la primera, para ser escupido de cara inmediatamente a una banda o de nuevo a un delantero. En una de ellas llega el gol de Castro. En general Salva la pide muy atrás y deja espacio a Nacho, que sube mucho, al contrario que Chica.

Segunda parte
El Betis intenta no verse tan empujado atrás como en el primer tiempo e intenta apretar más arriba: el resultado de la presión y velocidad de los dos equipos es un partido de ida y vuelta, de ritmo infernal, que el Betis debió evitar especialmente tras el 0-2; justo antes Mel había metido como extremo izquierdo a Vadillo (a pie cambiado, como Campbell).

Tras el 2-2, cuando era previsible que el cansancio del Depor diera el control al Betis, Mel hace un cambio claramente conservador tal vez dirigido (tarde pues) a cerrar un partido demasiado abierto. Pérez se coloca a la izquierda de Cañas, Beñat es entonces mediapunta por delante de ellos y Castro queda arriba. Oltra huele sangre y tira a su equipo arriba: deja tres atrás y suma un segundo delantero centro, Bodipo. Mel gana la mano: Campbell aprovecha pronto los espacios para lucir su potencia de zancada y de tiro, y luego el Betis puede sentenciar, aunque pasa ciertos apuros al final; el entrenador bético había permutado los extremos justo después de que el costarricense se aprovechara de jugar a pie cambiado.


Jugador por jugador
Adrián: Debe tener más confianza en su capacidad para quedarse el balón en las salidas por alto en lugar de despejar, blandamente, de puños. Por demás, partido impoluto, incluida una muy buena salida para tapar al inicio.
Chica: Dadas sus limitadas condiciones físicas –es lento y no tiene un gran recorrido– es difícil que haga más. Hoy tuvo poca presencia pero, bien ayudado y poco encarado, tampoco pasó apuros.
Amaya: Buen partido. Su trabajo lució menos que ante el Madrid porque el juego fue más raso.
Dorado: De los mejores del equipo, con sólo dos lunares: demasiada permisividad con las recepciones de Riki en la mediapunta, y una falta al final (recordó a Pamplona hace un año) que pudo salir muy cara. Sacó mil balones cruzados tras jugadas por la banda de Nacho, midió siempre bien, tuvo presencia y sacó bien jugado el balón.
Nacho: Pasó apuros defensivos porque le llegó mucha gente y en situaciones ventajosas. A cambio, subió muy bien la banda, hasta el punto de dar dos goles a Castro, en pases muy precisos.
Cañas: Su mucha actividad defensiva no terminó de compensar su escasa aportación a la hora de sacar el balón.
Beñat: Ya está en buena forma física, aunque la usó para salir a presionar a veces con más ímpetu que cuidado por que no le cogieran la espalda. Distribuyó bien en el mediocampo; no encontró el último pase como mediapunta.
Salva Sevilla: Otra vez vino demasiado atrás a tocarla, a zonas frías –muy cerca de Dorado incluso–, obligando a Beñat a ser el pasador de tres cuartos, cuando lo contrario es lo que funciona; sumado su corto radio físico de acción, resulta un balance general muy escaso. Tal vez su mejor aportación fue la confusión que provocó en el lateral su ambigua posición, lo que dejó sitio a las hoy mortales subidas de Nacho.
Campbell: Gran partido, abrochado con un gol muy bello. En los espacios cortos se maneja bien por su buena técnica, pero donde luce de verdad es en espacios abiertos gracias a su potencia en carrera: es rápido pero también grande. Se vació en defensa y ataque; acabó reventado.
Rubén Castro: Otra vez metió dos goles de delantero muy caro, de los que demuestran la verdadera buena técnica (no la de los malabarismos). Definitivamente, si no va a la selección es porque está lejos de la trama mediática madrileña.
Molina: Flojo partido, en el que su innegable trabajo sirvió para poco.

Vadillo: Amagó más que pegó, pero da siempre sensación de peligro cuando encara. Hay que darle minutos.
Rubén Pérez: Bien con balón y activo sin él para el corte, aunque no terminó de arreglar el agujero a su espalda.
Nosa: Demostró potencia y recorrido en los muy escasos minutos que jugó.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Betis 3 – Valladolid 0 (partido de vuelta de dieciseisavos de final de la Copa)

BETIS (3): Casto; Chica, Amaya, Dorado, Nacho; Agra (Vadillo, min. 60), Rubén Pérez, Igiebor (Beñat, min. 46), Campbell (Nono, min. 75); Jorge Molina y Rubén Castro.
VALLADOLID (0): Jaime; Víctor Pérez, Rueda, Peña (Valiente, min. 88), Balenziaga; Bueno, Sastre, Baraja, Rubén Peña (Lolo, min. 69); Neira (Omar, min. 64) y Javi Guerra.
Goles: 1-0, min. 26: Amaya. 2-0, min. 61: Rubén Castro. 3-0, min. 86: Rueda, en propia puerta. 
Árbitro: Alfonso Álvarez Izquierdo (Colegio catalán). Mostró tarjeta amarilla a Jorge Molina, Amaya, por parte del Betis; y a Sastre, por el Valladolid.
Incidencias: Unos 28.000 espectadores en el Benito Villamarín.

El Betis ha resuelto hoy con solvencia el difícil trance de remontar en Copa ante un rival de Primera; lo ha hecho fundamentalmente gracias a una notoria superioridad física sobre su rival.

Ambos clubes pusieron sobre el campo equipos plagados de jugadores poco habituales, en parte por bajas obligadas y en parte porque los técnicos decidieron dar descanso a casi todos sus titulares. De ahí nació buena parte del triunfo del Betis: la profundidad de banquillo y una buena gestión del vestuario por parte de Mel dieron como resultado la buena forma y actitud mostrada por sus suplentes.

El segundo acierto que cabe atribuir al entrenador bético es la elección de un estilo de juego adecuado a los jugadores con los que cuenta. Las debilidades del Betis de la temporada pasada se vieron hoy reflejadas en un Valladolid que trata bien el balón pero tiene poco fuste físico y menor pegada. Enfrente el Betis apostó claramente por su nuevo juego de este curso: un equipo muy fuerte físicamente, que elabora correctamente la jugada pero no le hace ascos al balón largo y al dividido como forma de llegar arriba, y que ante todo quiere ser rápido en ataque, aun a costa de arriesgar la posesión. El claro 4-4-2 con dos mediocentros más físicos que técnicos (Pérez y Nosa), la ausencia de verdadero mediapunta –pues de la pareja de delanteros era el tanque Molina quien venía más atrás a recibir o peinar el balón–, más la presencia de dos extremos potentes y a pie natural, invitaban a buscar la velocidad por fuera y el juego directo por el centro. Ante ello el Valladolid oponía su juego académico y técnico, con un 4-4-1-1 en el que Neira hacía la mediapunta y uno de los mediocentros se incrustaba entre los centrales para sacar el balón; el Betis se defendía con el bloque de presión ligeramente más adelantado de lo habitual este año, con las líneas bien juntas y paciencia, pese al resultado de la ida, para recuperar el balón, sin descomponerse.

La primera parte estuvo nivelada: el Valladolid tenía más posesión gracias a su buen juego de toque colectivo, pero el Betis se imponía en los uno contra uno, especialmente por la banda de Campbell, y sus llegadas eran escasas pero más peligrosas. Cuando en la segunda parte la entrada de Beñat mejoró la gestión de las posesiones por parte del Betis y la de Vadillo desequilibró definitivamente la banda izquierda, los locales se impusieron claramente: ya eran tan buenos como su rival en lo técnico, y sus jugadores eran casi siempre más rápidos y decididos que los vallisoletanos.

Creemos que la superioridad física de los béticos hay que atribuirla en parte a la confección de la plantilla (pensemos en Agra, Campbell, Nosa o Pérez), pero también en otra parte al buen estado de forma de hombres ya conocidos como Nacho o Molina, estado más destacable aún en tanto últimamente tienen pocos minutos.

Jugador por jugador
Casto: Es extraño que aparezca en las quinielas de bajas un hombre que no alborota el vestuario, tiene presumiblemente una ficha moderada y está siempre dispuesto a dar un notable nivel, como hizo hoy. Salvó con una gran parada una situación muy delicada en la segunda parte.
Chica: Mostró buena voluntad pero evidenció también sus limitaciones.
Amaya: Anda muy bien y va con mucha decisión al choque, lo que le permite imponerse claramente a atacantes como Guerra.
Dorado: Partido muy correcto en general, aunque tuvo menos presencia que Amaya. Sacó bien el balón. Su escaso uso de la diestra para el despeje le pudo jugar alguna mala pasada.
Nacho: Uno de los destacados. Parece querer disputar el puesto a Álex: estuvo rápido, ambicioso con y sin balón, subió la bola muy bien y llegó arriba.
Agra: Tiene buen golpeo (y mejor a balón parado) y un tremendo poderío físico que explota con su pelea constante; sin embargo le falta habilidad para el puesto de extremo. O la mejora o habrá que pensar en él como un futuro buen lateral.
Rubén Pérez: Silenciosamente fue tal vez el mejor del equipo. Toca aceptablemente el balón y lo hace con mucho criterio y sencillez; y en defensa también tiene suficiente empuje físico, pero sobre todo lo usa con mucha inteligencia táctica.
Nosa: Aunque hizo un aceptable partido perdió una buena oportunidad de reivindicarse. Pudo soltarse más en ataque.
Campbell: Amaga más que pega, pero da la sensación de tener mucho potencial. Tiene una gran potencia física en carrera, que le permitió en alguna jugada dejar atrás a cuatro rivales con una facilidad sorprendente. La entrada de Vadillo lo cambió de banda.
Molina: Anda tan bien físicamente que en la segunda parte, después de haber peleado muchos balones de espaldas, tuvo velocidad y fuerza para marcharse varias veces de su par mientras conducía el balón.Culminó poco (y cuando lo hizo se lo anularon).
Castro: Hizo un partido inverso al de Molina: poca participación, poquito desgaste físico, y pelota para adentro a la primera clara que tuvo. Al final se fajó en defensa como extremo derecho.

Beñat: Hizo un medio partido discreto para su nivel, pero bastó para desequilibrarlo. A veces su empeño en arriesgar pases verticales decisivos parece excesivo.
Vadillo: En dos jugadas acabó con el Valladolid. Rápido y, aparente y naturalmente, más maduro en el aspecto físico que hace un año, le falta aún mejorar su criterio en defensa. En ataque ya tiene mucho. Su reaparición a pleno rendimiento fue una muy buena noticia en el partido y puede serlo excelente para el futuro.
Nono: Como siempre, aprovechó su rato para mostrar voluntad y toques de clase. Acabó como mediocentro junto a Pérez, con Beñat por delante.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Betis 1 – Real Madrid 0 (13ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Adrián; Ángel (Nacho, minuto 74), Amaya, Dorado, Álex Martínez; Cañas, Beñat; Agra, Salva Sevilla (Nosa, minuto 80), Juan Carlos (Jorge Molina, minuto 62); Rubén Castro.
REAL MADRID (0): Casillas; Arbeloa, Pepe, Ramos, Coentrão; Khedira (Kaká, minuto 46), Alonso; Di María (Callejón, minuto 62), Özil (Modric, minuto 46), Cristiano; y Benzema.
Gol: 1-0, min.16: Beñat.
Árbitro: Gil Manzano (Colegio extremeño). Mostró tarjeta amarilla a Salva Sevilla, Cañas y Beñat, Pepe y Ramos.
Incidencias: 40.185 espectadores en el Benito Villamarín.

El Betis ha comenzado hoy a purgar su pecado mortal del domingo pasado y en primera penitencia ha vencido al Madrid y dejado, de ese modo, prácticamente sentenciada la Liga, ya en noviembre.

El partido tuvo un transcurso muy homogéneo. El Betis tiene un modo de jugar este año más desgradable para rivales como este equipo de Mourinho, y Mel dobló su apuesta para hurgar en la gran debilidad del Madrid: las dificultades para elaborar el juego en ataque estático. Si la temporada pasada los muchos metros que quedaban tras los centrales béticos eran castigados por equipos con delanteros y extremos rápidos, esta el Betis cede balón y metros, y hoy lo hizo más claramente aún para evitar, ante todo, el juego favorito del Real –cuyo plan no es diferente, por cierto, del de cualquier equipo de medio pelo–: robo en el mediocampo y contraataque veloz.

Para ello el Betis prescindió de la elaboración en el centro del campo (salvo que viera muy claro el retener la posesión) y jugó en largo, fuese –las menos veces– por balones de Beñat a los extremos, fuese –las más– directamente desde el portero o los centrales hacia Juan Carlos, el único hombre que, gracias a su buen salto, tenía alguna opción por alto ante su par.

Los esquemas eran los conocidos: en el Madrid, 4-2-3-1 en defensa con Alonso y Khedira como mediocentros; en ataque Khedira se descuelga y queda como interior casi en paralelo con Özil, mientras Alonso viene atrás a sacarla junto a los centrales. En el Betis, respecto a la alineación del derbi, Mel apenas castigó a Nélson y Pozuelo y propuso de nuevo el 4-2-3-1 ofensivo y 4-4-2 defensivo de las últimas semanas, de modo que los mediocentros quedaban emparejados con Özil y Khedira, mientras Salva y Castro entretenían un día más el dos contra tres habitual. El Betis se mete bastante atrás, más naturalmente a medida que pasan los minutos, y el Madrid sólo llega en el primer tiempo cuando roba y sale rápido; ni siquiera sabe aprovechar la salida fácil de balón por medio de Ramos.

En el descanso Mourinho hace al Betis el favor de retirar a sus dos interiores e introducir a Kaká y Modric. El Betis se mete definitivamente atrás y el Madrid sólo sabe colgar balones, incluso en faltas lejanas. El buen partido por arriba de portero y defensas béticos resuelve ese tipo de juego. Los problemas físicos obligan a Mel primero a meter a Molina por Juan Carlos y desplazar para ello a Castro a la izquierda; luego Nacho entra como lateral a pie cambiado, y finalmente Nosa ocupa el sitio de Beñat, que pasa al de Salva. Molina da más salida al equipo y el Betis puede incluso sentenciar, aunque los sucesivos barullos en el área bética traen también ocasiones claras, salvadas por el portero y la suerte. Ramos acaba arriba à la Alexanco.

Jugador por jugador
Adrián: Gran partido, incluida una parada casi milagorsa en un remate a quemarropa al final. Sin embargo, sigue con ciertos problemas a la hora de medir las salidas por arriba y, sobre todo, por abajo; en estas suele salir tarde.
Ángel: Le tocó uno de los cocos y, con ayuda de Agra, tiró de veteranía para controlarlo pese a su evidente inferioridad física. Curiosamente Coentrão sí se le escapó un par de veces.
Amaya: Favorecido mucho por el sistema del Betis y por el juego frontal y primitivo del Madrid, hizo un partido enorme por alto y bueno por bajo.
Dorado: Intervino mucho menos que Amaya pero estuvo correcto e inteligente. No es poco dadas las circunstancias.
Álex Martínez: Tal vez Di María no esté en su mejor forma, pero lo cierto es que lo controló perfectamente e incluso se permitió alguna buena ayuda al centro.
Cañas: Bien sin balón, pero peleado con él.
Beñat: El modo de jugar de esta temporada, hoy acentuado, lo obliga a arriesgar mucho en largo, con las pérdidas consiguientes pero con aciertos tremendos. Metió un golazo.
Agra: En partidos como el de hoy lucen sus virtudes –velocidad y pelea–, pero con balón es limitado.
Salva Sevilla: En un mal partido para su estilo, se notó su escasa presencia física, aunque con balón lo hizo bien. En defensa erró al irse demasiado claramente hacia uno de los rivales y dejar así una salida demasiado limpia a Ramos: los hombres que hacen el dos para tres (hoy Castro y él) deben tratar de bascular, provocar riesgos al rival y obstaculizar en lo posible esa salida.
Juan Carlos: Buen partido tanto en ataque (fue una de las pocas vías de llegada) como en defensa, aunque en esto lo tenía fácil.
Castro: Inteligente como siempre, trabajó lo que pudo en una posición complicada y lo alejaron de la portería contraria al final.

Jorge Molina: Jugó bien de espaldas para desahogar al equipo.
Nacho: Mantuvo su lugar aunque apenas hubo de intervenir.
Nosa: Metió una fuerza muy necesaria a esas alturas, aunque su ingenuidad pudo costar cara.

El detalle
Tras el ridículo del Pizjuán Mel ha preparado por fin una jugada para el saque inicial, aunque el Betis ya había cometido anteriormente este mismo año el absurdo de que tal saque acabase en su portero. Muy a la española, los problemas solo se arreglan tras un desastre.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Sevilla 5 - Betis 1 (12ª jornada de Liga de Primera División)

SEVILLA F.C. (5): Palop: Cicinho, Fazio, Spahic, Fernando Navarro; Maduro (Javi Hervás, m. 77); Navas, Medel, Rakitic, Reyes (Perotti, m. 64); y Negredo (Baba, m. 82). 
BETIS (1): Adrián; Nélson, Paulão, Mario (Amaya, m. 47), Álex Martínez; Cañas (Jonathan Pereira, m. 26), Rubén Pérez; Beñat; Pozuelo, Rubén Castro y Juan Carlos (Salva Sevilla, m. 72). 
Goles: 1-0, m. 1: Reyes. 2-0, m. 5: Fazio. 3-0, m. 32: Reyes. 4-0, m. 43: Fazio. 4-1, m. 65: Rubén Castro. 5-1, m. 91: Rakitic.
Árbitro: F. Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Mostró tarjetas amarillas a Spahic, Paulão, Pozuelo, Palop y Medel. Expulsó a Rubén Pérez por doble amarilla (m. 61). 
Incidencias: Ell estadio Ramón Sánchez-Pizjuán quedó lejos del lleno.

La óperas suelen comenzar con una obertura en la que se resume musicalmente su argumento, al hacer aparecer los temas que luego caracterizarán a los personajes y estados de ánimo de la obra. La primera jugada del partido de esta noche ha sido la obertura perfecta para el infamante primer tiempo que ha ofrecido el Betis.

Primera parte
Mel pone en cancha un equipo físico y defensivo, en el usual 4-2-1-3 con doble pivote formado esta vez por Cañas y Pérez, Beñat por delante, Pozuelo y Juan Carlos en las bandas y Castro arriba. Pérez tenía la misión de hacer ayudas en la banda de Cicinho y Navas. El Sevilla opone un equipo igualmente físico: su 4-1-4-1 de los últimos tiempos con Maduro de pivote central, Medel y Rakitic como interiores, Navas y Reyes en las bandas y Negredo solo arriba.

Todas las preparaciones y razonamientos tácticos se vienen abajo ante una mera cuestión de actitud. La primera jugada resume la falta de agresividad y concentración con las que el Betis jamás puede encarar un partido como este: absurdos pases atrás tras el saque inicial (como ya ocurriese y avisamos aquí hace poco) en los que obvia alguna ocasión sencilla de jugar hacia delante y se pasa la bola (Nélson) a la pierna mala del portero, grave error de este por desconcentración, y gol en tiempo récord, con el efecto secundario de revivir a un cadáver futbolístico, Reyes. Lo peor estaba por llegar: cierto es que el equipo tenía de natural poca salida, pues en corto apenas cabía jugar hacia Beñat, naturalmente encimado por el Sevilla, y en largo la insultante diferencia de centímetros entre los delanteros béticos y los centrales sevillistas hacía del juego aéreo una misión imposible; pero igualmente cierto es que el Sevilla (bien cerrada, justo es reconocerlo, su banda derecha), con tipos tan incapaces para la elaboración como Fazio, Spahic, Navarro, Maduro y Medel, tenía a priori tan poco juego como el Betis. Todo fue cuestión de actitud: los sevillistas, infinitamente más concentrados, encimaban, robaban arriba y salían rápido; se jugaba casi siempre en el campo bético. Cayó el segundo antes de los cinco minutos y cayeron cuatro en esa parte como pudieron caer varios más (Negredo a puerta vacía, remates de cabeza, rechaces de Adrián...).

Mediado ese primer tiempo, aún con 2-0, Mel cambia de plan para intentar revertir el marcador. Retira a Cañas, retrasa a Beñat, centra a Pozuelo y mete a Pereira en la banda derecha; sabida la poca aportación habitual de este, habría parecido más lógico meter a Molina o, si la idea era jugársela a lo que hicieran los pequeños, meter a Pereira por dentro. También parchea Mel la desastrosa defensa a balón parado planteada hasta entonces, y empareja por fin a balón parado a Paulão con Fazio, blanco una y otra vez de los balones altos de Rakitic –en uno de ellos, tras un descarado aclarado, llegó a saltar ¡con Álex Martínez!–. El Betis toca algo mejor el balón por el centro, demostrando que sus jugadores tienen tanto fútbol (en el sentido de la palabra que todos conocemos) como su rival, pero sigue blandeando y evidenciando que el verdadero fútbol no es sólo eso. Otros dos errores de concentración dejan un marcador vergonzoso que pudo ser peor a esas alturas. El Betis no había hecho un solo tiro limpio entre palos.

Segunda parte
La previsiblemente histórica bronca del descanso iguala el partido. El Betis incluso tira una vez a puerta y marca. La expulsión de Pérez cierra cualquier posibilidad de reacción. El Sevilla, triste es reconocerlo, se apiada del Betis. Antes del quinto gol final Mel había cambiado de banda a Pereira para que Pozuelo ocupase la derecha y Salva diese alguna consistencia y toque por el centro.

Jugador por jugador
Adrián: Su exceso de relajación con los pies, ya detectable antes de este encuentro, le ha acabado por arruinar lo mucho bueno hecho jornadas atrás. A partir de la jugada inicial estuvo indeciso y dejó varios despejes muertos peligrosísimos. Ya ha pasado a la historia del club; pese a ello tal vez no pierda el puesto.
Nélson: Salió al partido embebido del ambiente de fiesta de la semana, y así cometió uno tras otro errores impresentables en un defensa, señaladamente en el 3-0.
Paulão: De lo poquito salvable. En general mantuvo a raya a Negredo y tapó como pudo la posición de Nélson, que lo deja abandonado con demasiado campo abierto para sus condiciones. Cuando esté Mario en el campo ese perfil ha de ser para él.
Mario: No salió en las fotos de los goles pero tampoco supo dar el paso adelante que requería el partido; para empezar, en el 2-0, en el que rompió el fuera de juego.
Álex Martínez: Como tantos, jugó aseadamente el balón y no dio una patada ni se anticipó casi nunca, aunque antes del partido firmase haber mantenido el tipo ante Navas.
Cañas: Engullido por la presión de Medel y compañía, jugó poco y cortó menos. Su salida tampoco mejoró las cosas.
Rubén Pérez: En la primera jugada perdió la ocasión de sacar la pelota limpia y ahí empezó la debacle; luego sí lo supo hacer. Ayudó mucho en la banda izquierda. Fue de lo mejorcito, si lo hubo.
Beñat: Obligado en la primera media hora a jugar de espaldas, bastante tuvo con mantener la posesión, pero no progresó nunca. Luego la tocó mucho y bien, pero era tarde.
Pozuelo: Apareció más por dentro que por fuera. La tocó bien en zonas inocuas pero nunca llevó el balón arriba.
Juan Carlos: Corrió más para atrás que para delante.
Rubén Castro: En inferioridad numérica, no le llegó casi nada potable. Golito.

Pereira: Sólo dio señales de vida, y pocas, en el primer cuarto de hora de la segunda mitad. El resto del tiempo fue una nulidad ofensiva.
Amaya: Cuando salió el partido era ya otro. Cumplió.
Salva: Empujó al equipo hacia arriba, con los consecuentes riesgos, pero poco más cabía.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Betis 1 - Granada 2 (11ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Adrián: Nélson (Ángel, m. 87), Paulão, Perquis, Álex Martínez; Beñat, Cañas; Rubén Castro, Salva Sevilla (Pereira, m. 49), Juan Carlos (Nosa, m. 81); y Jorge Molina.
GRANADA (2): Toño; Nyom, Diakhaté, Borja Gómez, Brayan Angulo; Iriney, Mikel Rico; Torje (Orellana, m. 69), Brahimi (Juanma Ortiz, m. 76), Dani Benítez; y El Arabi (Floro Flores, m. 87).
Goles: 0-1, m. 8, Torje; 1-1, m. 62, Rubén Castro; 1-2, m. 73, Mikel Rico.
Árbitro: Delgado Ferreiro (Colegio vasco). Mostró amarilla a Paulão, por el Betis; y a Bryan Angulo, Borja Gómez, Diakhaté y Juanma Ortiz, por el Granada. Enseñó muchas tarjetas por pérdida de tiempo, incluso a un recogepelotas (¿!), pero luego descontó muy poco tiempo.
Incidencias: 35.737 espectadores. Terreno de juego en perfectas condiciones.

El Betis jugó ayer, ante un buen Granada, un partido irregular que no obstante tiene lecturas positivas. En el balance general el encuentro estuvo igualado, como tantos otros de esta temporada, y se decantó por detalles.

Primeros diez minutos
Ambos equipos parten con esquemas e intenciones similares: 4-2-3-1 en ataque y 4-4-2 defensivo, con presión y línea de defensas relativamente adelantada, pero construyendo el esquema siempre de atrás adelante: con balón en posesión del rival los dos hombres de arriba cierran la salida de los centrales y el mediocentro retrasado del rival, por tanto en inferioridad numérica, y a cambio los centrales propios quedan en dos contra uno ante el punta enemigo. En el Betis Salva es de nuevo el mediapunta. El Granada encuentra muy pronto el gol.

Entre el minuto diez y el cincuenta
El Granada hace de Betis 2012/2013: se siente a gusto sin balón y busca el juego directo y el contragolpe rápido, sobre todo por la banda de Benítez; en defensa su presión es elástica y bien organizada. Mel mueve piezas: cambia a Juan Carlos de banda (¿para que ayudara a Nélson con Benítez?), mete arriba a Castro, en general incluso por delante de Molina, y Salva queda como interior izquierdo.

El Betis intenta sacar el balón con tres atrás: bien Beñat o bien (casi siempre) Cañas se meten entre los centrales, que se abren –la llamada salida lavolpiana–, y logran así superioridad ante Brahimi y El Arabi. Pero Sevilla comete de nuevo el error de Getafe, pues viene muy atrás a recibir y así: estropea esa salida y facilita la presión al juntarse con el compañero libre; impide un buen escalonamiento ofensivo; y deja al equipo sin fútbol en tres cuartos, pues demasiados jugadores están tras el balón. Como además Beñat está muy marcado, por el buen trabajo de Rico e Iriney, el Betis pasa problemas para llegar arriba.

 Minuto 13: Salva atrae a Iriney y estropea el tres contra dos [pinchen para ampliar]

 Minuto 46: Salva elimina de la jugada ofensiva a Cañas y Perquis al iniciarla en pase vertical con ellos por detrás. Arriba queda un dos contra cuatro [pinchen para ampliar]

Entre el minuto cincuenta y el ochenta
Mel mete a Pereira por Salva y lo manda a la banda derecha, devolviendo a Juan Carlos a la suya natural. Pereira se mueve por fuera y también por dentro cerca de Rico; los mediocentros béticos aprietan asumiendo riesgos e intercambian posiciones: como Iriney se sitúa cerca de sus centrales para ayudarlos en su dos contra dos, Beñat, echado a la izquierda, juega más libre. El Betis se impone claramente, supera con facilidad la menguante presión granadina y llega casi en oleadas, peligrosísimo en especial a balón parado. El Granada llega esporádicamente pero (cosas del juego del contraataque) con cierto peligro. En el intercambio de ocasiones, muchas más del Betis, cae un gol de cada lado.

Últimos diez minutos
Nosa y Ángel entran por Juan Carlos y Nélson, ambos con problemas físicos; el africano se sitúa en paralelo con Beñat, formando ya un 3-4-3 ofensivo con Cañas atrás alineado con los centrales; pero el Betis pierde fuelle, el Granada congela el partido a base de pérdidas de tiempo, y hay poco más.

Jugador por jugador
Adrián: Falló en el primer gol, en el que tuvo miedo al choque, y luego le pudieron los nervios.
Nélson: Jugó prácticamente de centrocampista, lo que permitió a Benítez alegrías ofensivas. Mal día.
Paulão: La posición de Nélson y el resultado lo obligaron a jugar a campo abierto, donde hizo más faltas de las habituales. Por arriba, imperial.
Perquis: Excelente partido. Estuvo anticipativo pero siempre midió bien, empujó muchísimo, con una enorme presencia en el partido, la sacó con limpieza e incluso estuvo cerca de marcar. El Betis tiene laterales largos y tres buenos centrales, tan buenos que tal vez valdría la pena jugar a veces con defensa impar (de tres y carrileros): hoy no la hace casi nadie, así que los rivales se sentirían como un tenista que juega contra un zurdo.
Álex Martínez: El equipo cargó poco el juego por su lado, y aun así dio el gol. Mala actitud defensiva en el 1-2.
Cañas: En general bien situado, hizo un partido aceptable aunque se le atragantara a ratos la presión rival. En la fase buena del partido adelantó acertadamente la presión bética.
Beñat: Aunque decayó muy al final (aún no parece estar en plenitud física) y tuvo alguna pérdida inhabitual en él, hizo en general un buen partido, incluso para las miradas tan exigentes que se dirigen ahora a su juego. Durante la media hora central del segundo tiempo gobernó el partido de modo indiscutible, y estuvo excelente a balón parado: es difícil explicarse que muchos córneres los saque Juan Carlos.
Salva Sevilla: En lugar de romper líneas y jugar entre ellas, se empeñó otra vez en venir a recibir para jugar de cara, como mediocentro, y de ese modo, aun tocándola bien, estorbó a Perquis, desconectó a sus delanteros y perdió llegada arriba. Cuando se fue, el partido cambió a mejor para el Betis.
Rubén Castro: Metió un gol poco estético pero de delantero caro. Buenos movimientos además en la mediapunta.
Molina: Peleó muchas veces contra dos; sin demasiada suerte, pero abrió espacios.
Juan Carlos: Otra vez buen trabajo y llegada por banda, pero sin acierto en los metros finales.

Pereira: Sin hacer gran cosa estiró al Granada y con él llegaron los mejores minutos del Betis.
Nosa: Casi sin tiempo, metió fuerza. A esas alturas al vez era más lógica su presencia por Cañas.
Ángel: Sin tiempo, sin casi.

martes, 6 de noviembre de 2012

Getafe 2 - Betis 4 (10ª jornada de Liga de Primera División)

GETAFE (2): Moyà; Valera, Rafa, Alexis, Miguel Torres; Xavi Torres, Juan Rodríguez (Colunga, m. 66); Pedro León, Barrada, Diego Castro; y Álvaro (Paco Alcácer, m. 65).
BETIS (4): Adrián; Nélson, Paulão, Perquis, Álex Martínez; Cañas, Beñat (Rubén Pérez, m. 75); Campbell (Jorge Molina, m. 56), Salva Sevilla, Juan Carlos (Nacho, m. 78); y Rubén Castro.
Goles: 0-1, m. 60: Jorge Molina. 1-1, m. 67: Diego Castro. 1-2, m. 74: Beñat. 1-3, m. 75: Rubén Castro. 2-3, m. 89: Pedro León. 2-4, m. 93: Salva Sevilla.
Árbitro: Ayza Gámez (Comité Valenciano). Amonestó a los béticos Beñat, Cañas, Adrián y Rubén Castro, y a los locales Barrada y Xavi Torres.

Extraño ha sido el partido del Betis hoy en Getafe: se mete en Champions y ha goleado a un buen equipo, pero ha jugado mal al fútbol. El partido tiene mucha miga táctica y dará para mucha discusión en torno a Mel; en su haber tiene la competitividad del equipo, que es muy bueno en las áreas, y los cambios; en el debe graves errores tácticos en la elaboración del juego: una comparación con la victoria copera de hace medio año en el mismo estadio nos muestra claramente las diferencias entre este y aquel Betis. Hoy juega más feo pero también gana, porque sus defensas y sus delanteros aciertan (llámese pegada, suerte –cuatro ocasiones, cuatro goles– o simplemente calidad individual –algo tendrá que ver Stosic–), y porque el juego de contraataque elegido por Mel te da menos ocasiones de gol, pero esas pocas suelen ser más claras.

Primera hora de juego
Betis y Getafe se plantan en el campo con un 4-2-3-1 (llámese 4-3-3 con doble pivote, 4-4-1-1 o como se desee) y con intenciones parecidas: esperar al rival ni muy arriba ni muy abajo, robar en el centro y salir rápido a la contra. Sin embargo el Betis comete dos errores graves:

- En defensa no aprovecha adecuadamente una debilidad manifiesta del rival: juega sin un solo zurdo, cuestión que invitaba a tabicar su banda derecha y permitir la salida por el lado de Miguel Torres y Diego Castro, incapaces de progresar y abocados una y otra vez a devolver la pelota al centro. Por el contrario, el Betis (¿quién hizo el scouting previo al partido?) bascula defensivamente por igual a ambos costados, de modo que tolera cambios de juego con espacio hacia la banda buena del Getafe, la de Pedro León, que luce una y otra vez su magnífico toque de balón. El excelente desempeño de la defensa y el portero bético salva las sucesivas situaciones de peligro, a balón parado y movido.

- En ataque Salva Sevilla viene a recibir muy cerca de Beñat y Cañas, incluso a veces por detrás del vasco, al que obliga por tanto en ocasiones incluso a jugar por delante de él. Las rápidas y brillantes combinaciones a un toque entre ellos quedan en nada porque no hay nadie más dispuesto a recibir: sólo hay tres jugadores por delante del balón, los extremos y Rubén Castro, en inferioridad numérica y además en posiciones fijas.

En consecuencia el partido repite una y otra vez la misma secuencia: el Betis la toca inocuamente en el centro hasta que la pìerde por falta de salida, y el Getafe descarga tras el robo hacia la banda derecha, donde León elige tiro o pase. Afortunadamente para el Betis Adrián y sus cuatro defensas solventan la consecuente sucesión de tiros, córneres, faltas y balones cruzados.

Última media hora
Tras la entrada de Molina Rubén se tira a la banda derecha. Por fin Sevilla se decide a pedirla entre líneas, de espaldas al portero del Getafe, y a la primera acierta. Luis García se la juega: cambia delantero y luego retira a Rodríguez y mete a Colunga por la izquierda para centrar a Diego Castro, dejando solo como mediocentro a un enorme Xavi Torres. El partido se vuelve loco: a una genialidad de Alcácer le sigue otra aún mejor de Beñat y un golazo de Rubén Castro. Muy al final llegan dos goles, por suerte anecdóticos.

Jugador por jugador
Adrián: El de hoy era un buen partido para valorarlo, pasada la sobreexcitación de los primeros días, y se ha graduado con honores. Está tranquilísimo (sobre todo, casi demasiado, con los pies), muy atento a las salidas y valiente. Y sobre todo paró mucho y controló todas las situaciones, salvo los goles, imparables. Por buscarle un pequeño defecto: lo para casi todo con la mano derecha, y tiene dos.
Nélson: Aunque patinó en un par de jugadas por no ser más contundente (como en el 2-3), mostró en general una concentración defensiva impropia del jugador que conocimos años atrás. Con esta actitud, unida a sus condiciones físicas y técnicas –indiscutibles–, es de largo el mejor lateral de la plantilla.
Paulão: En su línea, que es mucho. Muy inteligente en colocación y siempre seguro por alto.
Perquis: De notable alto. Estuvo más anticipativo y participativo que nunca, y apenas erró un par de veces.
Álex Martínez: Rapidísimo de movimientos, le tocó marcar al mejor del rival y lo contuvo bien, ayudado por que las condiciones de éste (relativamente lento, pero de buen toque) eran apropiadas para su modo de marcar.
Cañas: Buen partido defensivo, en el que ocupó mucho campo; y aseado con balón.
Beñat: En la primera parte estuvo muy desacertado en lo suyo, el pase, pero es que la falta de movilidad horizontal (cruces de izquierda a derecha) de sus compañeros lo ayudó muy poco. Metió un golazo monumental.
Campbell: Estuvo peleón y tuvo muy buena actitud, pero da la sensación de que juega muy fuera de su sitio: alejado de la portería y a pierna cambiada.
Salva Sevilla: Mal, pese a su gol y a la fluidez de toque que dio. Se equivocó por completo en la ubicación ofensiva; no se movió de una parcela de veinte por veinte metros, pues defendió como delantero y atacó como mediocentro, llegando al absurdo de pedirle la pelota al pie a ¡Beñat!, esto es, el mismo error que criticábamos en Valladolid a Nosa y el vasco respecto a sus centrales: una cosa es obligar a tus defensas a arriesgar el pase sin gente detrás y otra iniciar cada jugada con siete por detrás del balón. Cuando se decidió a adelantarse diez metros el Betis ganó el partido.
Juan Carlos: Muchas sombras, porque en ataque casi no dio una a derechas, y dos luces importantes: un enorme recorrido (este sistema obliga a los extremos a llegar arriba y a perseguir además al lateral) y un buen pase en el 1-3.
Rubén Castro: El 4-3-3 inicial con Salva tan alejado lo obligó a hacer simultáneamente de delantero y de mediapunta, un imposible. Cuando se tiró (teóricamente) a la banda encontró un socio en Molina y ahí sí pudo hacer lo que amagaba.

Molina: Gol importante y buen juego de espaldas. En la jugada del 2-4 esperaba el pase en fuera de juego (¡?).
Rubén Pérez: Hizo bien de segundo Cañas, especialmente con balón.
Nacho: Volvió a salir para relevar al asfixiado Juan Carlos, y lo hizo con acierto.

El detalle
Como siempre, mucho bético y mucho plástico (antes cemento) en las gradas del Alfonso Pérez; el Getafe está en Primera porque es de Madrid.