ATHLETIC DE BILBAO: Unai Simón; Lekue, Vivian, Paredes, Imanol (Yuri 66'); Ruiz de Galarreta (Dani García 85'), Vesga; Iñaki Williams, Muniain (Unai Gómez 66'), Nico Williams (Villalibre 75'); y Guruzeta (Álex Berenguer 66').
BETIS: Rui Silva; Sabaly, Pezzella, Luiz Felipe, Abner (Miranda 57'); Guido Rodríguez (Paul 65'), Marc Roca (Guardado 74'); Aitor Ruibal (Rodri 57'), Isco, Ayoze; y Willian José (Borja Iglesias 74').
Árbitro: Soto Grado (C. Riojano), con el madrileño Del Cerro Grande en la sala VOR. Amarillas a Paredes, Ruiz de Galarreta, Vesga, Álex Berenguer, Guido Rodríguez y Abner.
Goles: 0-1 (2') Willian José; 0-2 (10') Isco; 1-2 (30') Vesga, de penalti; 2-2 (45') Vesga, de penalti; 3-2 (45+8') Guruzeta; 4-2 (84') Unai Gómez.
Casi 45.000 espectadores.
Mal partido el del Betis esta noche en San Mamés, en el que pese a ponerse 0-2 casi en el arranque se vio superado por los locales. La extraña ayuda arbitral al equipo vasco en el 1-2 no debe ser excusa.
Primera parte
El encuentro tuvo, o habría que decir debió tener, las clásicas dos mitades diferenciadas. Para la primera Pellegrini planteó un plan de partido similar al de Villarreal y Atlético de Madrid: un equipo contragolpeador, supuestamente rocoso en defensa con el doble pivote de Guido y Roca (tampoco tiene nada mejor para elegir) y preparado para correr al espacio cuando recuperase balón o cuando superase la previsible presión alta del Athletic, con Ruibal y Ayoze en los costados e Isco mediapunteando tras Willian José. Enfrente, el 4-2-3-1 del Athletic colocaba un doble pivote más diferenciado por la calidad de Ruiz de Galarreta, más los Williams en bandas y tanque arriba, y presionaba alto como suele en casa.
El plan salió bien durante muchos minutos, sobre todo porque el equipo cantó bingo en las dos primeras llegadas, así que juntó líneas con su 4-4-2 habitual. Abner y Sabaly aguantaban bien la amenaza de los Williams, pero el equipo tenía poco balón y esta vez sufría más de lo habitual a la espalda de los pivotes y concedía algunos remates peligrosos.
Llegaron entonces los dos penaltis en contra, uno en un doble error arbitral que entró de lleno en el terreno de lo sospechoso y otro en un pisotón involuntario pero existente, y el Athletic, envalentonado, daba la vuelta al partido antes del descanso.
Segunda parte
Fue tras el descanso cuando el Betis mostró sus carencias de creación actuales, antes del cierre del mercado y con Fekir y Carvalho lesionados. El plan original ya no valía: el Athletic dio un leve paso atrás en la presión para juntar líneas sin retrasar la línea de cuatro trasera, y fue entonces cuando se notó la incapacidad del equipo bético para instalarse en campo rival. Pese a que cambios como los de Miranda y Rodri iban claramente en dirección de intentar hacer recular al equipo local, el Betis siguió teniendo problemas para sacar el balón limpio y cuando lo logró se empeñó en jugar demasiado vertical, pero ya con Isco cansado y pronto sin Ruibal en el campo. En consecuencia, no solo los ataques fueron fallidos sino que nunca consiguió activar correctamente la presión tras pérdida: el Athletic tenía siempre la defensa muy lejos de su área y el Betis perdía el balón con medio equipo aún en campo propio, de forma que los intentos obligados e infructuosos de recuperar pronto la pelota de Guido y Roca solo consiguieron aumentar el agujero entre ellos y los centrales, y el Athletic alargó cómodamente sus posesiones hasta alcanzar un excesivo 4-2.