lunes, 12 de noviembre de 2018

F.C. Barcelona 3 - Betis 4 (12ª jornada de LaLiga)

BARCELONA (3): Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Busquets (Aleñá, m. 69); Rakitic, Arthur (Vidal, m. 46); Messi, Suárez y Malcom (Munir, m. 56).
BETIS (4): Pau López; Mandi, Bartra, Sidnei; Tello, Guardado, William Carvalho, Junior; Lo Celso (Inui, m. 86); Joaquín (Canales, m. 61) y Loren (Sergio León, m. 75).
Goles: 0-1, m. 19: Junior. 0-2, m. 34: Joaquín. 1-2, m. 67: Messi. 1-3, m. 71: Lo Celso. 2-3, m. 79: Arturo Vidal. 2-4, m. 83: Canales. 3-4, m. 92: Messi.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Expulsó a Rakitic por doble tarjeta amarilla (m. 81). Amonestó a Guardado, Busquets, Tello, Mandi y Vidal.
Incidencias: 83.000 espectadores en el Camp Nou, con la presencia habitual de seguidores del Betis.

El excelente partido jugado anoche por el Betis consolida las sensaciones que dio el equipo días antes ante el Milan: su peculiar estilo de juego está ya plenamente asimilado y el ajuste fino está llevando al equipo a realizar su mejor fútbol en muchos años. Falta aún alcanzar regularidad y dominar todos los escenarios tácticos, pero el camino está bien trazado.

Primera parte
El marco y el rival, un líder de España y Europa, en plena forma y con todo su arsenal sobre el campo, eran de nivel máximo; pero la forma de jugar de los equipos del F.C. Barcelona, el fútbol de posición, ha sido enfrentada por los béticos desde tiempos mucho peores para el club sevillano: búsqueda de la posesión del balón a través de la presión alta y juego de ataque planificado posicionalmente. Como el Betis de Setién es hoy un representante aún más extremo que el Barça de dicho estilo, el partido fue un juego de espejos que unos y otros quisieron ganar por los mismos medios, y resultó un choque igualado en ocasiones y en posesión en el que los béticos fueron mejores que su rival durante amplias fases.

Los planteamientos básicos de unos y otros son muy fáciles de describir: al igual que en San Siro, el Betis –con Joaquín por Canales como única sorpresa en el once– superpuso su esquema al de un rival que presentaba su conocidísimo 4-3-3, resultando de ello el mismo 3-4-1-2 que aquel día. Al hacer ambos equipos presión alta prácticamente en todo momento –solo a partir del minuto 35 el Betis comenzó a ceder y juntar las líneas atrás en algunas jugadas– resultaron emparejamientos clarísimos en todas las zonas del campo.


La dinámica resultante del juego fue el producto de dos equipos que conocen ya bien estas situaciones: balones muchas veces en pies de los porteros, salidas de balón con mucho riesgo, ritmo bajo en campo propio para atraer rivales, y cambio total de ritmo cuando se consigue salir en ventaja.

El partido se decidiría pues por la calidad individual de los jugadores, la capacidad para interpretar correctamente este tipo de juego y los citados ajustes finos. En lo primero es superior sin duda un Barça ahí insuperable. En lo segundo, la interpretación del juego de posición, el Betis está ya un un nivel altísimo y superó ayer a su modelo: como ante el Milan el jueves, el posicionamiento de los jugadores en ataque fue ejemplar, se midieron muy bien los tiempos y los riesgos en la salida de balón (pese a ser muy altos a veces, y a varias pérdidas peligrosas en el arranque del partido), se buscó al hombre libre en cada momento de cada jugada de forma casi inmejorable, y la concentración de los jugadores en el control y el pase fue muy alta.

En lo que ha mejorado mucho el equipo en las últimas jornadas es en el ajuste de ciertos aspectos del juego:

 - En cuanto a esquema, la posición centrada de Lo Celso ha optimizado la posición del argentino, mucho más dañino ahí que en un costado, pero también ha mejorado el esquema general, distribuido en el 3-4-1-2 de forma más racional que en el 3-1-4-2.

Heatmap de Lo Celso anoche. Dirección del ataque, hacia arriba.

- Setién ha resistido la tentación de cambiar a defensa de cuatro, algo ilógico cuando tienes a cinco muy buenos centrales, pero a cambio sí ha mejorado, como se le reclamaba, la profundidad en los carriles: por mera subida de rendimiento en la banda de Junior, y con la velocidad de Tello en la derecha. El fútbol de posición requiere desborde por banda.

- Otro aspecto muy mejorado es el cambio de velocidad del juego al salir de la presión: el Betis de anoche sí aprovechó los espacios ofrecidos por las líneas del Barcelona, muy separadas al ir a una presión muy alta, y castigó esta con ataques rápidos a los que acudían muchos hombres (cinco béticos contra cuatro defensas en el 0-2).

- Por último, el Betis ajustó bien la elección entre juego corto y pase largo a Loren (como también el Barcelona con Suárez). Como hemos explicado Betis y Barça tiraron presión alta hombre a hombre:

Presión alta del Barça al sacar Pau

Presión alta del Betis. Alba, muy arriba, rompe el esquema 2-1-4-3/3-1-4-2.

¿Por qué cada defensor deja unos metros de margen a su par? (longitud de la línea negra). En primer lugar porque marcar muy encima desgasta mucho físicamente, pero sobre todo para tapar líneas de pase a otros jugadores, dejar menos espacios interiores y hacer ayudas a otros compañeros; ocurre que si la presión se lleva al extremo de encimar totalmente a cada rival se imposibilita, sí, el juego en corto del portero (demasiado arriesgado), pero a cambio se abre un amplio espacio (marcado en la segunda imagen por el círculo y ocupado por Mateu Lahoz) para la recepción de los delanteros, además en igualdad numérica con los defensas. Por eso es conveniente, también en este modelo de juego, tener delanteros que sepan jugar de espaldas y bajar balones pinchados, como por cierto sabe hacer Loren pero no Sanabria ni León.

El Betis alternó bien pues juego corto y juego largo (no confundir este con el viejo pelotazo hacia una melée de cabeceadores). Más que ganar los llamados duelos individuales, el equipo jugó muy bien colectivamente por abajo, y si ganó el mano a mano en alguna zona fue en las bandas, donde Junior y Tello impusieron su potencia y velocidad a unos tales Sergi Roberto y Alba, verdaderos privilegiados en lo físico. Como resultado los béticos se fueron a la ducha con un justo 0-2: esta vez la pelotita sí entró –como no hizo en partidos anteriores–.

Minutos 45 al 60
El Barça, sin nada que perder, mete a Vidal y echa todo su físico en la presión; el Betis, con menos balón de lo que suele, se ve obligado a juntar líneas en muchas jugadas (forma un 5-3-2) y sufre.

Última media hora
Setién renuncia ya a la presión hombre contra hombre, imprudente por el marcador y por insostenible físicamente a esas alturas de partido: pasa a jugar con un solo delantero formando un 5-4-1 con Lo Celso y Canales en los costados, lo que en teoría permitiría salir en superioridad a los centrales del Barça –aunque de hecho en el último tramo Piqué sería más delantero que central–. Messi marca de penalti pero Lo Celso responde pronto. El Barcelona aprieta con todo y sigue llegando y marcando, incluso tras la expulsión de Rakitic, pero el Betis no renuncia al balón ni a la portería rival y responde. Al final los béticos esconden bien la pelota y sufren poco.

Jugador por jugador
Pau López jugó muy bien con los pies e hizo una tremenda y decisiva parada en el primer tiempo.

Los centrales hicieron una vez más un gran partido, y esta vez ante gente como Messi. Mandi echó del partido a Malcom y apenas dejó ver a Munir, Bartra aguantó perfectamente el cuerpo a cuerpo con Suárez (aunque sufrió ante Messi) y Sidnei ganó al argentino cuando entró por su zona. Los tres, menos tal vez el catalán, tuvieron paciencia con balón.

Los carrileros fueron decisivos, y en especial Junior, cuya cotización debió de subir ayer como la espuma. Tello se postuló definitivamente para el puesto.

Carvalho hizo un excelente encuentro con balón, sin duda el mejor desde su llegada. En un partido con espacios lo vio todo, la tocó bien casi siempre y la guardó mejor. Sí sufrió un tanto en las transiciones defensivas, que hace a ritmo bajo, pero tampoco dejó lucirse mucho a Rakitic. Guardado hizo su labor de pasador con enorme eficacia y paró bien a Arthur, sustituido.

Lo Celso confirmó de nuevo su altísimo nivel y que su posición ideal está por dentro; su combinación de calidad y velocidad de piernas es letal. Joaquín entendió esta vez bien su posición, y Loren, aunque sin gol, contribuyó muchísimo a la salida de balón.

Setién arriesgó al contar con los mismos que ante el Milan, confiando tal vez en la motivación extra del escenario y en el inminente descanso. La jugada le salió a la perfección. Quiera o no ya tiene un equipo titular.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Betis 1 - Milan 1 (4ª jornada de la fase de grupos de la Europa League)

BETIS (1): Pau López; Mandi, Bartra, Feddal; Tello, William Carvalho, Canales, Junior; Lo Celso; Sanabria (Loren, m. 73) y Joaquín (Guardado, m. 67).
A.C. MILAN (1): Reina; Musacchio (Romagnoli, m. 82), Zapata, Rodríguez; Bakayoko; Borini, Kessié,  Çalhanoğlu (Bertolacci, m. 88), Laxalt (Abate, m. 76); Suso y Cutrone.
Goles: 1-0, m. 12: Lo Celso. 1-1, m. 62: Suso.
Árbitro: Craig Pawson, inglés. Amonestó a Feddal, Lo Celso, Rodríguez, Musacchio, Bakayoko y Bertolacci.
45.500 espectadores en el estadio Benito Villamarín. Más de mil aficionados del Milan en Heliópolis, y apoyo continuo de la grada al Betis pese a las recientes polémicas.

El Betis de Setién aplicó durante la primera media hora del partido de anoche un  fútbol de posición prácticamente perfecto en sus conceptos, con el que superó completamente al Milan. Los lombardos lograron equilibrar después el juego y merecieron un empate que fue recibido por los dos equipos como un resultado aceptable.

Primera media hora
Durante ese primer tramo el Betis aplicó, uno por uno, todos los principios en los que se basa dicho fútbol: salida limpia de balón desde atrás, triangulaciones con tercer hombre, búsqueda metódica del hombre libre, una muy buena presión postpérdida –que este año funciona mucho mejor que el pasado–... pero sobre todo dio un verdadero recital de colocación ofensiva, algo importantísimo (según explicaba este martes el propio Eder Sarabia en una interesante entrevista promocional en Betis TV) en este modelo de juego. Esa óptima colocación, cuidadísima en algunos futbolistas –véanse las carreras hacia atrás de Mandi cuando Pau recibe–, permitió al equipo esconder el balón al Milan y alcanzar su portería en ciertas jugadas con aparente y engañosa facilidad, sin apenas tener que ejecutar acciones técnicas difíciles: con sencillos controles y pases el Betis encontraba siempre a un futbolista que podía hacer daño al rival.

Para encontrar esa colocación óptima no es tan importante (que lo es) fijar un buen esquema básico de juego, sino entender cómo separarse de los compañeros para ampliar espacios y dificultar así al máximo los movimientos defensivos de los jugadores rivales; de ahí la sensación de que durante media hora los jugadores del Milan persiguieran fantasmas. De hecho el Betis osciló entre varios esquemas ofensivos durante esa media hora, y sin embargo en muchos momentos alcanzó posiciones de sorprendente perfección coreográfica. Como inexplicablemente suele ocurrir el esquema básico fue amablemente facilitado por ambos equipos en el saque inicial:



O sea: el Milan adaptaba su esquema al del Betis y en lugar de sus habituales cuatro defensas jugaba con cinco para montar un 3-1-4-2 (5-3-2 en defensa posicional) en el que Bakayoko era el pivote y Suso jugaba arriba, ligeramente por detrás del punta Cutrone; el Betis repetía el 3-4-1-2 de Milán, en el que sobre el papel Carvalho y Canales serían mediocentros paralelos mientras Lo Celso tendría libertad para moverse por detrás de los puntas: Joaquín, algo tirado a la izquierda (demasiado retrasado en demasiadas ocasiones, por cierto), y Sanabria.

Pero, decíamos, el Betis no jugó solamente ese esquema, que ya de por sí separa de forma excelente a sus jugadores: entre otros movimientos volvió a utilizar la salida con Canales en posición de lateral derecho (ya usada este año con el cántabro, y el pasado con Fabián), y también supo optimizar ese posicionamiento, formando en ocasiones (como en la jugada de la ocasión de Sanabria del minuto 27) una configuración de 4-3-3 clásico, con Carvalho y Lo Celso como interiores y Bartra como mediocentro en su maniobra ya habitual:




El Betis, en superioridad numérica en la salida de balón, atraía a los rivales y encontraba siempre al hombre libre atrás para jugar un inmenso rondo en 50 por 50 metros, culminado con varias llegadas peligrosas, y entre ellas el 1-0.

Más dificultades tenía el Milan para sacar el balón, entre otras razones porque, como hemos explicado aquí muchas veces cuando es el Betis el que juega el feo 3-1-4-2, la salida en conducción de Zapata era neutralizada por Bakayoko, marcado a su vez por Lo Celso, de forma que pese a estar en inferioridad numérica los tres hombres más adelantados del Betis montaban una buena trampa para impedir salir jugando a los cuatro más atrasados del Milan; permitían así a sus compañeros defender en superioridad numérica en el resto del campo (al contrario de lo sucedido, por ejemplo, ante el Celta pocos días antes):




Minutos 30 al 60
El Betis estropea su propio invento: Lo Celso cae cada vez más a la izquierda y acaba emparejado con el interior derecho Kessié, lo que obliga a Carvalho a defender a Bakayoko. Ese detalle y el cansancio de los de arriba provoca salidas cada vez más fáciles de Musacchio y Rodríguez. El Milan alarga sus posesiones y llega al área bética. Además tras el descanso Gattuso retoca su esquema para devolver a Suso a su lugar natural en banda; pasa a colocar a Kessié y Bakayoko como pivotes paralelos y adelanta a Çalhanoğlu. Lo Celso y Canales adaptan sus posiciones y entonces es ya el Betis el que juega claramente un 3-1-4-2, antes insinuado:


El Milan presiona muy arriba durante los primeros minutos de la segunda parte, es el Betis el que no encuentra la salida limpia de balón y tras varias ocasiones los italianos igualan.

Última media hora
Tras el empate y unos minutos delicados para el Betis los milaneses, cansados por la presión, dan un paso atrás. Setién mete arriba a Loren, que aporta mucho más que Sanabria para facilitar la salida en largo, y corrige el esquema con la entrada de Guardado en el costado izquierdo: pasa a un 3-4-2-1 con el mexicano y Lo Celso a los costados de Loren.


Pese a que las parejas naturales en todo el campo amenazaban con provocar otro correcalles como el del domingo Guardado y Lo Celso presionan solo selectivamente y ayudan al centro del campo, y ambos equipos se manejan con la prudencia que daba un resultado conveniente. El Betis es de nuevo el que manda en el partido y llega en un par de ocasiones claras, sin fortuna.

Jugador por jugador
Pau mostró muy buen juego con los pies, algo de mucha importancia en el juego del equipo, y estuvo bien bajo palos. Tiene limitada responsabilidad en el gol.

Más protegido que hace unos días, el trío de centrales mostró buen nivel, con balón y en defensa. Mención especial merece la importante vuelta de Feddal, muy mejorado respecto s Santander.

El buen partido de los carrileros es también buena noticia. Junior percutió mucho y con mucho peligro en la primera parte; Tello lo hizo mucho menos pero con gran acierto siempre. Carvalho sigue mejorando su nivel y cada vez da más verticalidad al juego (virtud en la que mejora mucho a Javi García); Canales hizo otro buen partido, y Lo Celso, discontinuo como es, puso la calidad diferencial.

La delantera fue de nuevo lo más flojo del equipo. Joaquín notó la inactividad; su posicionamiento es poco ortodoxo en este modelo, y ayer bajó demasiado, aunque fue incómodo para el rival. Sanabria, como es sabido, no aporta nada más que gol, y ayer no marcó.

Loren y Guardado aportaron frescura y presencia con balón. El mexicano intervino mucho.

Setién y Sarabia merecen mención por haber logrado que el equipo interiorice a la perfección su modelo de juego. En la segunda parte reaccionaron a las alteraciones tácticas del rival.

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lunes, 5 de noviembre de 2018

Betis 3 - Celta 3 (11ª jornada de LaLiga)

BETIS (3): Pau López; Mandi, Bartra, Sidnei (Tello, m. 85); Francis (Joaquín, m. 79), Guardado, William Carvalho, Junior; Lo Celso; Canales y Loren (Sanabria, m. 79).
CELTA (3): Sergio; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Juncà; Brais Méndez (Araujo, m. 89), Okay, Beltrán, Boufal (Hjulsager, m. 46); Emre Mor (Maxi Gómez, m. 60) e Iago Aspas.
1-0, m. 32: Loren. 2-0, m. 56: Junior. 2-1, m. 62: Maxi Gómez. 2-2, m. 69: Brais Méndez. 2-3, m. 83: Maxi Gómez. 3-3, m. 86: Canales.
Árbitro: Estrada Fernádez. Dejó jugar mucho, y amonestó a Juncà, Joaquín, Canales, Junior, Mandi y Okay.

Puede dar gracias el Betis por haber empatado un partido en el que fue algo mejor que su rival durante la primera parte pero fue totalmente incapaz de controlar el juego durante la segunda pese a ponerse dos goles arriba. Esta vez sí tiene responsabilidad su banquillo en el mal resultado, no por cuestiones de estilo sino por no haber sabido reaccionar a los cambios tácticos del Celta al descanso.

Primera parte
Fue valiente el Celta y fue arriba a la presión en muchas ocasiones en el primer tiempo, sin juntar líneas: los gallegos presentaron un claro 4-4-2 en el que Aspas y Mor (a su derecha) eran los delanteros. El Betis repetía la posición ofensiva de Lo Celso en Milán: Guardado y Carvalho jugaban casi paralelos, y el argentino, en teoría extremo izquierdo de un 3-4-3, en realidad se metía por dentro, en una posición difícil de defender a la espalda de los mediocentros celtistas pero lejos de sus centrales, formando en la práctica un 3-4-1-2. Boufal saltaba con frecuencia a presionar a Mandi, mientras Loren y Canales, a su derecha, fijaban a los cuatro defensas gallegos, lo que dejaba libre a Francis.


Hizo bien el Betis en la primera parte en mantener la posesión aun a costa de riesgos –a veces altos– en la salida de balón, pero debe mejorar la elección de jugada en un escenario muy concreto: si el rival, como hizo el Celta con frecuencia, va a una presión muy alta en parejas personales sin ceder metros en estas para cerrar líneas de pase, ni tampoco guardar hombre de más atrás, merece entonces la pena jugar en largo hacia unos delanteros con espacios y en igualdad numérica, y más aún cuando se trata de hombres altos y con buen juego de espaldas como Canales y Loren. El Celta, por cierto, cometió error semejante en algunas ocasiones en la segunda parte.

El Betis tenía más el balón y llegaba mucho, aunque a cambio, al tomar riesgos en su fuerte presión postpérdida, con una defensa muy alta y con Junior prácticamente emparejado con Hugo Mallo debido a la posición de Lo Celso, concedía también a los celtistas contras peligrosas, muchas en igualdad numérica.

El gol llegaba en una jugada que combinó tres detalles tácticos: la posición de Francis (tras un muy buen balón de media distancia de Pau), la posición de Lo Celso y algo muchas veces aquí reclamado a este Betis: castigar con velocidad la presión alta rival cuando se logra salir de ella, como muy bien hace, por ejemplo, el actual Manchester City.

Segunda parte
Antonio Mohamed mete a Hjulsager como carrilero derecho y cambia de esquema, algo detectable prácticamente desde el saque inicial: monta un 3-4-3 con Mor ahora a la izquierda de Aspas y Brais Méndez también arriba; más tarde Maxi Gómez, decisivo, añadiría remate al entrar por Mor.


El Celta se va ya claramente a la presión alta a todo riesgo, y el partido entra en una dinámica de parejas à la Bielsa en todo el campo: un correcalles de posesión igualada en el que el Betis, pese a salir poco de su campo, pega primero (hace el 2-0).

Sin embargo el Celta supera con demasiada facilidad el tres contra tres en su salida de balón, Guardado y Carvalho se ven superados físicamente y son incapaces de abarcar un centro del campo demasiado amplio, y el Betis pierde por completo el control del juego: es el Celta el que llega una y otra vez en igualdad numérica al área bética. El banquillo del Betis no parece enterarse del cambio de esquema del Celta  –apenas corrige la posición de Lo Celso para emparejarlo con Hugo Mallo–; podía, por ejemplo, haber pasado a línea de cuatro atrás para ganar superioridad numérica en esa zona, o al menos ordenar ayudas al centro del campo en defensa posicional, o refrescar esa zona en un equipo castigado por el altísimo ritmo de juego y la dinámica del partido. El Celta da la vuelta al encuentro.

Tras el 2-2 el Betis pareció pasar a un 3-1-4-2, y luego cambió cromos, con Joaquín por Francis por la derecha en busca de mayor profundidad; finalmente Tello entró en ese carril derecho y Joaquín pasó al carril izquierdo, retrasando a Junior al sitio de Sidnei, aunque a esas alturas el caos posicional apenas permitía saber qué esquema intentaban jugar los verdiblancos. Una genialidad de Canales (a punto de ser respondida por Aspas) igualó finalmente el resultado.

Línea por línea
Las buenas paradas de Pau fueron decisivas para poner al equipo por delante. Debe buscar las zonas de ventaja en largo cuando el equipo es presionado muy arriba.

Los centrales béticos, en especial Sidnei, hicieron una gran primera parte; en la segunda toleraron (en particular Bartra y Sidnei) remates demasiado sencillos en balones colgados, aunque también es cierto que se vieron demasiadas veces en situación de igualdad (e incluso inferioridad) numérica.

Francis y Junior empezaron con dudas, pero la marcha del partido pareció darles confianza y sin ser profundos sí fueron decisivos en jugadas de gol. Los mediocentros hicieron una aceptable primera parte, pero el fuerte ritmo de juego les pasó factura y se vieron superados en la segunda mitad, en particular un Guardado que desapareció en ese periodo.

Lo Celso tuvo detalles magníficos, como el pase del 1-0, aunque debe tener más continuidad en el juego. Loren hizo un muy buen encuentro: asistió primero a Lo Celso de tacón (en una jugada recíprocamente similar a la del gol), remató luego con clase en el 1-0, anduvo cerca de volver a marcar y bajó muchos balones. Canales, más arriba de lo habitual, abrochó con un saque de falta extraordinario un muy notable partido.

Los suplentes comparecieron muy tarde y aportaron poco, en especial Sanabria, más allá de la agitación de Tello

Setién y Sarabia sí tuvieron esta vez responsabilidad directa en el resultado al no haber sabido dar réplica al turco Mohamed en la dirección del partido. La dinámica de ida y vuelta de la segunda parte, muy inconveniente para el Betis en general y más cuando iba ganando 2-0, se debió más que a elecciones de los jugadores a cuestiones de esquema que pudieron ser corregidas; al menos se pudo meter más fuerza en el centro del campo (¿Kaptoum?) cuando este hacía aguas.

Sí se vio un detalle novedoso: en saque de puerta –no hay fuera de juego– y ante presión muy alta Loren se metió una vez diez metros por detrás de la defensa celtista, jugada que usa el City y que es muy útil para ganar espacio.

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