BETIS (4): Pau López; Mandi, Bartra, Sidnei; Tello, Guardado, William Carvalho, Junior; Lo Celso (Inui, m. 86); Joaquín (Canales, m. 61) y Loren (Sergio León, m. 75).
Goles: 0-1, m. 19: Junior. 0-2, m. 34: Joaquín. 1-2, m. 67: Messi. 1-3, m. 71: Lo Celso. 2-3, m. 79: Arturo Vidal. 2-4, m. 83: Canales. 3-4, m. 92: Messi.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Expulsó a Rakitic por doble tarjeta amarilla (m. 81). Amonestó a Guardado, Busquets, Tello, Mandi y Vidal.
Incidencias: 83.000 espectadores en el Camp Nou, con la presencia habitual de seguidores del Betis.
El excelente partido jugado anoche por el Betis consolida las sensaciones que dio el equipo días antes ante el Milan: su peculiar estilo de juego está ya plenamente asimilado y el ajuste fino está llevando al equipo a realizar su mejor fútbol en muchos años. Falta aún alcanzar regularidad y dominar todos los escenarios tácticos, pero el camino está bien trazado.
Primera parte
El marco y el rival, un líder de España y Europa, en plena forma y con todo su arsenal sobre el campo, eran de nivel máximo; pero la forma de jugar de los equipos del F.C. Barcelona, el fútbol de posición, ha sido enfrentada por los béticos desde tiempos mucho peores para el club sevillano: búsqueda de la posesión del balón a través de la presión alta y juego de ataque planificado posicionalmente. Como el Betis de Setién es hoy un representante aún más extremo que el Barça de dicho estilo, el partido fue un juego de espejos que unos y otros quisieron ganar por los mismos medios, y resultó un choque igualado en ocasiones y en posesión en el que los béticos fueron mejores que su rival durante amplias fases.
Los planteamientos básicos de unos y otros son muy fáciles de describir: al igual que en San Siro, el Betis –con Joaquín por Canales como única sorpresa en el once– superpuso su esquema al de un rival que presentaba su conocidísimo 4-3-3, resultando de ello el mismo 3-4-1-2 que aquel día. Al hacer ambos equipos presión alta prácticamente en todo momento –solo a partir del minuto 35 el Betis comenzó a ceder y juntar las líneas atrás en algunas jugadas– resultaron emparejamientos clarísimos en todas las zonas del campo.
La dinámica resultante del juego fue el producto de dos equipos que conocen ya bien estas situaciones: balones muchas veces en pies de los porteros, salidas de balón con mucho riesgo, ritmo bajo en campo propio para atraer rivales, y cambio total de ritmo cuando se consigue salir en ventaja.
El partido se decidiría pues por la calidad individual de los jugadores, la capacidad para interpretar correctamente este tipo de juego y los citados ajustes finos. En lo primero es superior sin duda un Barça ahí insuperable. En lo segundo, la interpretación del juego de posición, el Betis está ya un un nivel altísimo y superó ayer a su modelo: como ante el Milan el jueves, el posicionamiento de los jugadores en ataque fue ejemplar, se midieron muy bien los tiempos y los riesgos en la salida de balón (pese a ser muy altos a veces, y a varias pérdidas peligrosas en el arranque del partido), se buscó al hombre libre en cada momento de cada jugada de forma casi inmejorable, y la concentración de los jugadores en el control y el pase fue muy alta.
En lo que ha mejorado mucho el equipo en las últimas jornadas es en el ajuste de ciertos aspectos del juego:
- En cuanto a esquema, la posición centrada de Lo Celso ha optimizado la posición del argentino, mucho más dañino ahí que en un costado, pero también ha mejorado el esquema general, distribuido en el 3-4-1-2 de forma más racional que en el 3-1-4-2.
Heatmap de Lo Celso anoche. Dirección del ataque, hacia arriba.
- Setién ha resistido la tentación de cambiar a defensa de cuatro, algo ilógico cuando tienes a cinco muy buenos centrales, pero a cambio sí ha mejorado, como se le reclamaba, la profundidad en los carriles: por mera subida de rendimiento en la banda de Junior, y con la velocidad de Tello en la derecha. El fútbol de posición requiere desborde por banda.
- Otro aspecto muy mejorado es el cambio de velocidad del juego al salir de la presión: el Betis de anoche sí aprovechó los espacios ofrecidos por las líneas del Barcelona, muy separadas al ir a una presión muy alta, y castigó esta con ataques rápidos a los que acudían muchos hombres (cinco béticos contra cuatro defensas en el 0-2).
- Por último, el Betis ajustó bien la elección entre juego corto y pase largo a Loren (como también el Barcelona con Suárez). Como hemos explicado Betis y Barça tiraron presión alta hombre a hombre:
Presión alta del Barça al sacar Pau
Presión alta del Betis. Alba, muy arriba, rompe el esquema 2-1-4-3/3-1-4-2.
¿Por qué cada defensor deja unos metros de margen a su par? (longitud de la línea negra). En primer lugar porque marcar muy encima desgasta mucho físicamente, pero sobre todo para tapar líneas de pase a otros jugadores, dejar menos espacios interiores y hacer ayudas a otros compañeros; ocurre que si la presión se lleva al extremo de encimar totalmente a cada rival se imposibilita, sí, el juego en corto del portero (demasiado arriesgado), pero a cambio se abre un amplio espacio (marcado en la segunda imagen por el círculo y ocupado por Mateu Lahoz) para la recepción de los delanteros, además en igualdad numérica con los defensas. Por eso es conveniente, también en este modelo de juego, tener delanteros que sepan jugar de espaldas y bajar balones pinchados, como por cierto sabe hacer Loren pero no Sanabria ni León.
El Betis alternó bien pues juego corto y juego largo (no confundir este con el viejo pelotazo hacia una melée de cabeceadores). Más que ganar los llamados duelos individuales, el equipo jugó muy bien colectivamente por abajo, y si ganó el mano a mano en alguna zona fue en las bandas, donde Junior y Tello impusieron su potencia y velocidad a unos tales Sergi Roberto y Alba, verdaderos privilegiados en lo físico. Como resultado los béticos se fueron a la ducha con un justo 0-2: esta vez la pelotita sí entró –como no hizo en partidos anteriores–.
Minutos 45 al 60
El Barça, sin nada que perder, mete a Vidal y echa todo su físico en la presión; el Betis, con menos balón de lo que suele, se ve obligado a juntar líneas en muchas jugadas (forma un 5-3-2) y sufre.
Última media hora
Setién renuncia ya a la presión hombre contra hombre, imprudente por el marcador y por insostenible físicamente a esas alturas de partido: pasa a jugar con un solo delantero formando un 5-4-1 con Lo Celso y Canales en los costados, lo que en teoría permitiría salir en superioridad a los centrales del Barça –aunque de hecho en el último tramo Piqué sería más delantero que central–. Messi marca de penalti pero Lo Celso responde pronto. El Barcelona aprieta con todo y sigue llegando y marcando, incluso tras la expulsión de Rakitic, pero el Betis no renuncia al balón ni a la portería rival y responde. Al final los béticos esconden bien la pelota y sufren poco.
Jugador por jugador
Pau López jugó muy bien con los pies e hizo una tremenda y decisiva parada en el primer tiempo.
Los centrales hicieron una vez más un gran partido, y esta vez ante gente como Messi. Mandi echó del partido a Malcom y apenas dejó ver a Munir, Bartra aguantó perfectamente el cuerpo a cuerpo con Suárez (aunque sufrió ante Messi) y Sidnei ganó al argentino cuando entró por su zona. Los tres, menos tal vez el catalán, tuvieron paciencia con balón.
Los carrileros fueron decisivos, y en especial Junior, cuya cotización debió de subir ayer como la espuma. Tello se postuló definitivamente para el puesto.
Carvalho hizo un excelente encuentro con balón, sin duda el mejor desde su llegada. En un partido con espacios lo vio todo, la tocó bien casi siempre y la guardó mejor. Sí sufrió un tanto en las transiciones defensivas, que hace a ritmo bajo, pero tampoco dejó lucirse mucho a Rakitic. Guardado hizo su labor de pasador con enorme eficacia y paró bien a Arthur, sustituido.
Lo Celso confirmó de nuevo su altísimo nivel y que su posición ideal está por dentro; su combinación de calidad y velocidad de piernas es letal. Joaquín entendió esta vez bien su posición, y Loren, aunque sin gol, contribuyó muchísimo a la salida de balón.
Setién arriesgó al contar con los mismos que ante el Milan, confiando tal vez en la motivación extra del escenario y en el inminente descanso. La jugada le salió a la perfección. Quiera o no ya tiene un equipo titular.
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