viernes, 29 de octubre de 2021

Betis 4 - Valencia 1 (11ª jornada de LaLiga)

BETIS (4): Bravo; Montoya, Pezzella, Víctor Ruiz, Álex Moreno; Guido Rodríguez (Guardado 63'), William Carvalho; Canales, Fekir (Joaquín 73'), Juanmi (Aitor Ruibal 73'); y Borja Iglesias.
VALENCIA (1): Cillessen; Foulquier, Gabriel Paulista (Diakhaby 45+3'), Alderete, Gayà; Guedes (Manu Vallejo 76'), Wass (Racic 76'), Hugo Guillamón, Jesús Vázquez (Yunus Musah 60'); Hugo Duro (Hélder Costa 60') y Marcos André.
Árbitro: Díaz de Mera Escuderos. Amarillas al local Carvalho Y a los visitantes Alderete, Guillamón, Guedes, Foulquier y Vallejo.
Goles: 1-0 (14') Borja Iglesias, de penalti; 2-0 (30') Borja Iglesias; 2-1 (39') Gabriel Paulista; 3-1 (61') Pezzella; 4-1 (68') Juanmi.
43.000 espectadores.

Encendida la euforia en la afición por el coliderazgo del Betis (aunque sea con un partido más que sus iguales), conviene enfriar un poco el entusiasmo general, no por aguar la fiesta sino por preparar al público para los malos tiempos, que vendrán, y tal vez serán un simple producto del infortunio, como la fortuna justifica en parte el actual éxito.

Decimos esto porque, pese a lo declarado tras el partido por protagonistas y comentaristas, ni los datos ni lo objetivamente visto sobre el terreno de juego sostienen que el Betis anoche "pasara por encima" del Valencia, al menos hasta que el 3-1 de Pezzella hizo bajar los brazos a los forasteros. No quiere decir eso, ni lo de más arriba, que este Betis no haga las cosas bien, incluso muy bien: ayer fue de nuevo superior a su rival, no de forma aplastante pero sí suficiente para esperar que esa suerte le sonriese, y su tremenda regularidad –son ya docenas y docenas esos partidos en los que es un poco superior a su rival– promete un buen futuro a su antaño sufrida grey.

Primera media hora de juego

Tácticamente el Betis de Pellegrini fue el de siempre: 4-2-3-1 con libertad ofensiva, laterales altos e intentos de mantener el balón en su poder para lanzar en buenas condiciones su presión tras pérdida, más 4-4-2 en bloque medio en defensa posicional. El único matiz esta vez fue meter en los extremos, y a pie cambiado, a Juanmi y Canales, tal vez con la intención de buscar la espalda de la defensa rival, si este se atrevía a presionar en bloque alto, con balones profundos a desmarques de ruptura, de los que son buenos especialistas.

Hasta su derrumbe a la hora de juego el Valencia mantuvo el tipo e incluso contó con (casi) tantas ocasiones como el Betis. Para ello trató de recitar el manual completo del método Bordalás, aunque de momento solo parecen haberse aprendido bien la parte de los recaditos cuando el rival ha soltado el balón, la intimidación y el restante repertorio antideportivo habitual en su entrenador. Más parece estar costando a su limitada plantilla asimilar el juego que propone su técnico: como su antiguo Getafe, trataron de defender en un bloque medio con saltos a la presión alta desde un 4-4-2 de fuerte físico, y apenas recuperaban el balón jugaban muy directo hacia sus dos puntas (inicialmente Duro y André) para tratar de que ellos, o los cuatro mediocampistas que acudían a la zona de rechace, ganaran la segunda jugada. Dado que el Betis defiende también en 4-4-2 y que Guido trató de inicio de apretar a uno de los mediocentros del rival, provocando emparejamientos personales en todo el campo, el Valencia encontró la forma de hacer daño al Betis en la igualdad numérica de sus puntas ante los centrales béticos.



    "Impulso ofensivo" de sofascore.com y xG de understats.com:
hasta el minuto 60 el Valencia mantuvo el pulso

Mediada la primera parte un factor importante en este Betis de Pellegrini comienza a desequilibrar el partido: cuando el Valencia separa líneas y trata de presionar arriba, el buen pie de Bravo (que además detecta bien las zonas de superioridad a donde debe mandar la pelota) y la facilidad de Borja para bajar balones, junto a la buena predisposición del equipo para ganar las segundas jugadas, desactivan esa presión y permiten al Betis ganar metros y castigar la defensa adelantada del Valencia.

Primera parte: más de la mitad de los balones largos de Bravo a campo rival llegaron directamente a jugadores del Betis.

El Betis suma el control del juego de Guido y William y se pone 2-0 por delante.

Minutos 30 al 60

Sin nada ya que perder, el Valencia quema naves, nivela el juego por impulso físico, pone el 2-1 y se acerca al empate, hasta que Pezzella pone el 3-1.

Última media hora

Tras el gol de Pezzella y los cambios de Bordalás no hay partido: el Valencia baja los brazos y el Betis maneja el partido a su antojo.

Línea por línea

Aunque erró gravemente en el 2-1, el juego de pies de Bravo y sus paradas (por ejemplo, una inicial, con 0-0) son importantes para el equipo. Cumplidores Montoya y Moreno, el austero pero siempre eficiente juego de Ruiz compensó los errores de Pezzella en la primera media hora.

Aunque sigue sin ser relevante en las áreas, el excelente juego medio de William Carvalho, finísimo con balón, dio al Betis un enorme control del juego junto a los robos de Guido. Canales fue de más a menos y Juanmi hizo lo suyo habitual, que es mucho; gol, trabajo y cierta salida del juego.

Borja, en gran forma, aportó también juego y goles. Fekir hizo jugadas maradonianas sin avanzar un metro; desgastan al rival y dan también control del juego, que no es poco, pero hay que exigirle más.

Los cambios resultaron esta vez irrelevantes. Pellegrini, sin grandes alardes tácticos, ha logrado enchufar a (casi) toda su plantilla, ponerla en gran estado físico y técnico y dotar al equipo de una impresionante regularidad.

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lunes, 25 de octubre de 2021

Betis 3 - Rayo Vallecano 2 (10ª jornada de LaLiga): unas breves notas

BETIS (3): Bravo; Bellerín, Bartra, Edgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, Canales (Wiliam Carvalho 80'); Rodri (Guardado 70'), Fekir, Juanmi (Lainez 70') y Willian José (Borja Iglesias 88').
RAYO VALLECANO (2): Dimitrievski; Mario Hernández (Isi Palazón 46'), Maras (Pozo 88'), Catena, Fran García; Pathé Cissé (Comesaña 46'), Unai López; Balliu, Trejo (Falcao 71'), Álvaro García; y Nteka (Bebé, 79').
Goles: 1-0 (22') Álex Moreno; 2-0 (24') Juanmi; 2-1 (45+2') Nteka; 2-2 (65') Álvaro García; 3-2 (75') Willian José, de penalti.
Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (vasco). Amonestó al local Edgar y a los visitantes Álvaro García y Trejo.
45.000 espectadores y muy buen césped y condiciones.

Regular como un reloj suizo, el Betis volvió a ganar a un equipo en teoría inferior, aunque este respondón Rayo de Iraola resultó ser una fotocopia casi perfecta del Betis de Pellegrini y puso en aprietos a los locales.

En efecto, el planteamiento e incluso sus efectos fueron casi idénticos: como siempre hace el Betis, el Rayo trató de disputar (y disfrutar) la posesión del balón desde un 4-2-3-1 que en defensa era un 4-4-2 con el bloque a una altura media, esto es, con la defensa bastante adelantada y las líneas juntas. También como el Betis, el Rayo jugaba con un doble pivote paralelo formado por un jugador más defensivo (Cissé) y uno de mejor toque (Unai López), más o menos escalonado y con un mediapunta por delante, en este caso un Trejo que tiene unas condiciones físicas muy inferiores a las de Fekir pero entiende mejor el juego y fue mucho más decisivo (dos asistencias). Y al igual que su rival, el Rayo basaba la profundidad y amplitud de su ataque en sus altísimos laterales, en especial el rapidísimo Fran García por la izquierda.

Las diferencias las marcó el Betis durante su excelente primera media hora, en la que –pese a que el Rayo defendió bien– la ofensivísima alineación bética logró someter a su rival a los deseados ciclos de ataque posicional instalado en campo contrario y presión inmediata tras pérdida. Tras el 1-0 (significativamente marcado en una jugada entre Bellerín y Moreno) el Rayo adelantó un poco sus líneas y recibió un segundo castigo a la espalda de su defensa. Ya con 2-0, el Rayo dio otro obligatorio paso adelante, marcó con fortuna y tras el descanso metió gente ofensiva: Comesaña por Cissé (este casi flotado por la presión bética en el primer tiempo) en el pivote, y un muy peligroso Palazón en la derecha, al final segundo punta junto a Falcao.

Ahí el Betis reculó, tal vez demasiado puesto que la espalda de sus centrales rara vez fue puesta en peligro, y el Rayo fue incluso mejor que su rival durante buena parte del segundo tiempo. Cerca ya de su querida zona Cesarini el Betis marcó el 3-2 y el equipo aguantó lo mejor que pudo, aunque muy metido atrás y con William Carvalho y Guardado (este desde la banda izquierda) auxiliando a Guido en las tareas de desagüe.

Individualmente destacó la gran forma física de Álex Moreno, una bomba en las áreas que puede explotar en cualquiera de ellas, el crecimiento de Édgar (aunque sus dos únicos errores quedaron en evidencia por el desenlace final de las jugadas, en tarjeta y gol) y, de nuevo, el partido defensivo de Guido. Mención aparte merece la efectividad de Juanmi, un jugador no solo listo, sino muy fino técnicamente y que ayer incluso participó con acierto en la elaboración y en defensa; mientras en fútbol gane quien más goles meta, Juanmi debe jugar mucho.

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viernes, 22 de octubre de 2021

Betis 1 - Bayer Leverkusen 1 (3ª jornada de la UEFA Europa League)

BETIS (1): Claudio Bravo; Montoya, Pezzella, Édgar, Miranda (Álex Moreno, 46); Guido Rodríguez, William Carvalho; Joaquín (Lainez, m.46), Fekir (Canales, m.64), Aitor Ruibal (Juanmi, m.71); Borja Iglesias (Willian José, m.85).
BAYER LEVERKUSEN (1): Hradecky; Frimpong, Tah, Tapsoba, Hincapié (Bakker, m.76); Andrich, Demirbay; Bellarabi (Paulinho, m.76), Adli (Wirtz, m.69), Diaby (Palacios, m.91); y Alario (Schick, m.69).
Goles: 1-0, M.75: Borja Iglesias, de penalti. 1-1, M.82: Andrich.
Árbitro: Bartosz Frankowski (Polonia). Amonestó a Miranda (m.10), Pezzella (m.71), Alario (m.50), Tapsoba (m.62), Hincapié (m.71) y Diaby (m.86).
Incidencias: 39.000 espectadores. 

El partido de anoche fue un buen ejemplo de por qué el de Pellegrini es uno de los equipos con menos derrotas de Europa en 2021: inferior en juego en casi todos los sectores del terreno al Bayer, el Betis fue capaz de sobrevivir al partido por concentración en las áreas, experiencia y dominio de los detalles.

Y es que, salvo en algunos episodios como el cuarto de hora final del primer tiempo, el Bayer fue mejor, y especialmente en un arranque del partido en el que (como ante el Celtic) el Betis fue zarandeado por su rival. No sabemos si el equipo técnico de Pellegrini estudia poco a sus rivales o si este considera innecesario hacer cambios ostensibles en sus planteamientos, pero lo cierto es que el Betis juega casi siempre casi igual y tardó de nuevo en detectar los problemas tácticos que le planteaban. Mientras Fekir era perseguido con saña por todo el centro del campo por medio Bayer, el Betis era martirizado durante la media hora inicial por los extremos Bellarabi y, sobre todo, el rapidísimo Diaby, que pasaba junto a Montoya o Pezzella como un avión. Más lentos estos y Miranda que los alternativos Bellerín, Bartra o Álex Moreno, y sin ayudas desde dentro, las bandas fueron fuente constante de peligro contra el Betis durante treinta minutos.

A cambio esa alineación del Betis (sumen a Bravo) tenía mucho más colmillo para defender su área, y así escapó vivo de esa fase y de un final de partido complicado tras recibir el infortunado 1-1. En cuanto a colocación, unos y otros defendían en un claro 4-4-2 convertido en ataque en 4-2-3-1, lo que produjo emparejamientos claros por casi todo el campo. Entre los alemanes el fino Demirbay hacía de Carvalho y el limitado Andrich de Guido. El Betis acumulaba mucha gente atrás para la salida de balón, como suele:

También mostraba su habitual movilidad ofensiva, con los usuales intercambios de posiciones por dentro, aunque a cambio cometía errores de colocación: Pezzella jamás se ofrecía en ventaja (ni para él ni para los compañeros), hubo apelotonamiento ofensivo en ciertas fases, y Fekir recibía siempre en zonas muy densas. En defensa el Betis (y también el Bayer) defendía en su típico –y físicamente agotador– bloque medio, con frecuentes intentos de saltar a la presión alta.

Los cambios de Pellegrini mejoraron un poco los problemas por las bandas, pero el ingeniero una vez más los hizo tarde y el equipo, muy exigido, no llegó fresco al final de un partido de ritmo muy alto. Poco más lo hizo el Bayer, que jugó los últimos minutos con Wirtz y Schick (nada menos que el máximo goleador de la Eurocopa) arriba. Bravo salvó al final el empate.

Individualmente descollaron Guido, muy inteligente en defensa, un magnífico Edgar (verdadera muralla en los balones cruzados) y Bravo, concentradísimo y que añadió un gran juego de pies a sus paradas salvadoras. Carvalho hizo fluir muy bien el juego pero llegó asfixiado y fallón al final. Montoya se recuperó de sus apuros iniciales mejor que Miranda, y Pezzella solo acertó en su área, que algo es; Joaquín dio buenos minutos, Ruibal puso más empeño que calidad, y Borja y Fekir recibieron poco en ventaja, muy controlado el primero por un gran Tah. Canales y Lainez se diluyeron tras prometedores arranques, y Juanmi falló en lo suyo (el gol) tras un monumental pase de 80 metros de Bravo.

Signifique lo que signifique es evidente que la competitividad es una virtud de este Betis de Pellegrini, siempre peleón, correoso e incómodo. Al chileno y su equipo técnico hay que apuntarles un importante acierto: la defensa en zona de las jugadas a balón parado, en las que el equipo es casi inabordable.

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martes, 19 de octubre de 2021

Alavés 0 - Betis 1 (9ª jornada de LaLiga)

D. ALAVÉS (0): Pacheco; Ximo Navarro, Miazga, Laguardia, Rubén Duarte; Pellistri (Edgar Méndez 77'), Toni Moya, Tomás Pina (Lou 77'), Luis Rioja; Miguel de la Fuente (Sylla 69') y Joselu.
BETIS (1): Rui Silva; Bellerín, Bartra, Edgar, Álex Moreno; William Carvalho, Guardado; Rodri (Tello 64'), Fekir, Canales (Joaquín 64'); y Willian José (Borja Iglesias 76').  
Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó al visitante Edgar.
Goles: 0-1 (89') Borja Iglesias.
Incidencias: 10.000 espectadores y buen césped en Mendizorroza.

La zona Cesarini, a la que también parece abonarse este año, dio de nuevo tres puntos al Betis de Pellegrini tras un flojo partido en el que no tuvo casi nunca el control del juego.

El encuentro se presentaba como un típico choque de estilos entre el toque bético y el juego norteño clásico del Alavés, un equipo menor en la categoría pero más correoso de lo que indica la clasificación. Los vitorianos mostrarían el catálogo habitual de este fútbol: alternancia de fases de presión alta (insostenible todo el partido) con repliegue bajo, pelotazos al tanque Joselu para salir de atrás, velocidad por las bandas, y muchos balones crizados para cargar el área y buscar la segunda jugada, además del habitual peligro a balón parado (que le ha dado sus dos únicos goles esta temporada). Para ello, contra los pronósticos leídos, presentaron un típico 4-4-2 y no el 5-4-1 con el que se especulaba.

Con un esquema semejante defendería el Betis, que en ataque se estructuraba con su habitual 4-2-3-1 y un equipo bastante titular, con la salvedad de las ausencias de Bravo y Guido y con la baja de muy última hora de Camarasa, que al parecer estaba destinado a ser titular antre su exequipo. Por demás el Betis trató de salida de mantener sus rasgos habituales: presión alta (casi man to man por los esquemas simétricos en 4-4-2), buen trato de balón, extremos (Rodri y un Canales a pie natural) muy metidos por dentro, laterales muy altos y mucha movilidad ofensiva, con Guardado cerca de los centrales en salida de balón.

El Betis dominó claramente la primera media hora, e incluso encerró por tramos a un Alavés que se metía muy atrás cuando era superada su tímida presión. No obstante el transcurso del partido torcería los planes de Pellegrini: el equipo se mostró incapaz de cambiar de ritmo cerca del área rival, el Alavés fue quitándose la presión de encima gracias a los balones bajados por Joselu, el pie poco fino de Rui Silva se fue haciendo víctima a su vez de la presión alavesista (aunque esta llegase a ráfagas) y el equipo se mostraba muy blando en las áreas, sin remate en la ajena y sin seguridad en la propia (Silva remiso a salir, despejes fallidos, segundas jugadas ganadas por el rival...), hasta el punto de pasar varios momentos delicados en la segunda media hora.

Llegó el Betis vivo, pese a todo, a un tramo final de partido entre dos equipos muy cansados, incapaces ya de mucho más que replegarse y esperar su oportunidad. Bajo en defensa el bloque del Betis pero bajísimo el del Alavés, que toleraba que los ataques béticos se metiesen casi en su propia área sin resistencia hasta ahí, Pellegrini trató de meter ritmo ofensivo metiendo a Joaquín y Tello abiertos en banda. Uno de los ataques béticos, tras pisar largamente el área del Alavés, acabó en el gol de Borja tras dos buenos desmarques de Joaquín y del gallego. El Betis supo hacer que no se jugase más.

Destacaron Edgar, sobre todo en salida de balón, el empuje físico de Moreno (casi siempre mal culminado) y el brillante partido de Carvalho, de nuevo muy entonado. En lo negativo, cierta indolencia de Fekir y el desacierto de Canales, que desaprovechó sus buenos desmarques de ruptura (tan necesarios en este Betis). Joaquín y Borja sí aprovecharon bien sus minutos.

Preocupa el bajo estado de forma del equipo ante la avalancha de partidos que se aproxima, aunque nunca se lo pone fácil al rival y sea un martillo pilón ante equipos de nivel bajo. Aunque pocos, los cambios, esta vez, sí funcionaron a Pellegrini.

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lunes, 4 de octubre de 2021

Villarreal 2 - Betis 0 (8ª jornada de LaLiga)

VILLARREAL C.F. (2): Rulli; Foyth, Mandi, Pau Torres, Estupiñán; Capoue (Iborra 90+1'), Parejo, Coquelin (46'); Trigueros (Moi Gómez 57'), Yeremy Pino y Danjuma (Jackson 90+2').
BETIS (0): Rui Silva; Bellerín, Pezzella, Edgar, Miranda (Álex Moreno 58'); Guido Rodríguez, William Carvalho (Camarasa 72'); Aitor Ruibal (Rodri 58'), Fekir, Juanmi (Tello 46'); y Willian José (Borja Iglesias 72').
Árbitro: Jose María Sánchez Martínez. Amarillas a Fekir, Juanmi y Edgar.
Goles: 1-0 (45+1') Danjuma; 2-0 (68') Danjuma.
Buena entrada y buen césped.

Nos permite la vida escribir un nuevo análisis del Betis de Pellegrini precisamente tras una de sus raras derrotas, que cierra una muy buena racha.

Realmente el Betis, muy inferior ayer al Villarreal, jugó a su modo y nivel habituales, con su regularidad de reloj suizo. Pero, como suele ocurrirle ante equipos de alto nivel, la calidad técnica del Villarreal hizo estéril su presión alta, lo obligó a recular y lo sometió, a la inversa de lo que suele, a los ciclos de posesiones largas y contrapresión rápida que precisamente el Betis gusta de ejercer.

A ese estado de cosas, además de esa calidad en la salida del balón de los castellonenses, contribuyó el esquema (tan raro de ver como racional y efectivo) de los locales: un 442 en rombo que torturó las posiciones intermedias desde las que el Betis suele presionar. Esas posiciones intermedias fueron muy efectivas ante los defensas de Osasuna o Ferencvaros, que se quitaban el balón de encima como podían apenas un bético les apretaba un poco; pero Pau Torres, Mandi y sus compañeros aguantaron el balón y supieron encontrar siempre al hombre libre en cada momento de cada jugada, y la presión siempre llegaba tarde. Peor, esas posiciones del rombo de Emery se le atragantaron al Betis incluso cuando defendía cerca de su área: los extremos béticos se veían rebasados por los laterales y dejaban en inferioridad a Bellerín y Miranda.

 

Aunque con un esquema distinto sucedió algo similar a la primera media hora ante el Celtic: ni siquiera tras replegar los defensores béticos tenían marcas claras, y en particular los laterales, que no sabían si seguir al punta que caía a su costado, al interior cercano o al lateral rival que subía, mal seguido por el respectivo extremo de su banda.

El Villarreal sí presionaba bien, casi siempre porque el Betis recuperaba la pelota tan atrás que no tenía espacios para sacarla ante la inmediata contrapresión del Villarreal. Si no era así, el rombo local basculaba bien para dejar como hombre libre al lateral bético más alejado, al que los visitantes muy pocas veces supieron encontrar. Por ejemplo, con balón en pies de Bellerín ocurrían situaciones como esta, con superioridad del Villarreal en el costado del balón:

Los errores puntuales en el 1-0 de Bellerín o Pezzella (muy gris el argentino) no deben ser señalados: la superioridad local se habría materializado seguramente antes o después, y a partir de ahí el Betis persiguió sombras. Rui Silva, una vez más, ni falló lo fácil ni salvó lo difícil. Del discreto mediocampo apenas se salvó Guido, y arriba Willian José acertó más que Fekir. De los suplentes solo Rodri mejoró a su sustituido. La mejor noticia es el creciente rendimiento de un Edgar que progresa en defensa por abajo y ya es realmente bueno por alto y en salida de balón.

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