RAYO VALLECANO (1): Cobeño; Coke, Amaya, Arribas, Casado; Javi Fuego, Movilla (Míchel, m. 67); Piti (Lass, m. 78), Trejo, Armenteros; y Aganzo (Yuma, m. 67).
BETIS (0): Casto; Isidoro, Belenguer (Arzu, m. 60), Dorado, Nacho; Beñat, Iriney; Rubén Castro, Emana, Ezequiel (Israel, m. 46); y Jorge Molina (Miguel Lopes, m. 67).
Gol: 1-0, minuto 66: Piti.
Árbitro: Amoedo Chas, gallego. Amarillas para Ezequiel, Aganzo, Piti, Yuma, Isidoro, Iriney y Miguel Lopes.
Partido igualado y algo decepcionante el que han disputado Rayo y Betis hoy en Vallecas, en el que los locales supieron aprovechar un gol que pudo caer de cualquier lado para manejar sin agobios la media hora final. Hasta ese momento dominio y ocasiones habían sido alternos.
Dividiremos el partido en tres fases:
Primera parte
El Betis pone su habitual 4-2-3-1 con Castro, Emana y Ezequiel en la segunda línea, y el Rayo hace lo mismo con Piti, Trejo (que solían alternar puestos) y Armenteros, dejando al marrullero Aganzo como punta. El Betis se traiciona a sí mismo: no presiona desde arriba, y Mel convierte en consigna obligatoria el pelotazo sobre Molina, un recurso que hoy era razonable usar con más frecuencia, en un campo pequeño y ante un rival que presiona con fuerza, pero que no puede ser la única y previsible vía de acceso al área rival, incluso en saques de banda laterales. Además el pelotazo se ejecuta mal, y con Emana muy lejos del punta, que queda aislado y en inferioridad. El Rayo carga el juego por la derecha buscando las caídas a banda de Trejo y las subidas del lateral, y arriba Aganzo intenta intimidar a los centrales con su violencia. Hay pocas ocasiones y todas son para los locales.
Segunda parte hasta el 1-0
Mel adelanta el habitual cambio de Israel por Ezequiel –en peligro de expulsión–. El Betis deja los voleones sin sentido y retoma su juego al pie, aun con los riesgos que conllevaba, y recibe como premio varias ocasiones muy claras. El impune Aganzo se cobra por fin su pieza en Belenguer, que es sustituido, lesionado, por Arzu. Un mal despeje de este trae el 1-0.
Desde el 1-0 hasta el final
A Mel el da un ataque de entrenador y hace un cambio extrañísimo con el marcador en contra: cambia a su delantero goleador por un defensa. Es cierto que meter muchos delanteros no garantiza atacar más, y que Molina estaría cansado, pero parecía mucho más lógico retirar a Isidoro que doblar lateral. El Betis vuelve a los pelotazos, pero naturalmente Castro, el nuevo punta, no gana ninguno, y el partido languidece casi sin ocasiones.
Jugador por jugador
Casto: Bien en las salidas. El gol era muy complicado de parar; tuvo poco trabajo más.
Isidoro: Aceptable en defensa (aunque apenas lo encararon), hizo un horrible partido en ataque. Eligió casi siempre mal la jugada, largó mil pelotazos sin ton ni son hacia la zona de Molina y no conectó tampoco con este en los muchos saques de banda laterales que colgó al área.
Belenguer: Bien, anticipativo, relativamente rápido y sin perder la cara al partido hasta que Aganzo se lo cargó.
Dorado: Tomó más riesgos que en partidos anteriores y estuvo tan seguro como siempre, aunque tampoco se privó de jugarla en largo.
Nacho: Muy buen partido. Controló a Piti y Trejo cuando entraban por su banda, manejó bien la pelota, eligió bien en ataque, y tuvo fuerza física para aguantar. Tan sólo se le pudo pedir que llegase más arriba.
Beñat: Muy presionado, hizo un partido mediocre, pero aun así repartió media docena de buenos pases a los delanteros. Ver volar la pelota sobre su cabeza no le favorece.
Iriney: Bien. Agresivo pero midiendo casi siempre para evitar la tarjeta, tocó bien el balón.
Castro: Fue bien defendido, pero además sigue bajo de forma y sin confianza. Como delantero centro no rascó bola.
Emana: Irregular pero interesante hasta el 1-0, desapareció del mapa desde entonces. Tiene que exigirse más, en defensa y en ataque, aunque tuvo voluntad.
Ezequiel: Estuvo trabajador y bullicioso, pero apenas recibió balones en condiciones de jugarse.
Molina: Demasiado solo arriba y rodeado de rivales, la lluvia de balones largos que manó del Betis casi nunca cayó cerca de él (ni de nadie). Cuando más falta hacía fue cambiado.
Molina: Demasiado solo arriba y rodeado de rivales, la lluvia de balones largos que manó del Betis casi nunca cayó cerca de él (ni de nadie). Cuando más falta hacía fue cambiado.
Israel: Su fuerza tuvo que ver con el brillante arranque de la segunda parte. Luego se diluyó un tanto.
Arzu: Aunque el que le viniese fuerte el balón pueda excusarlo algo, una vez más un error defensivo suyo trajo consecuencias funestas. No tiene la concentración y agresividad necesarias para ser un buen central, ni capacidad de sacrificio para ser un mediocentro competitivo, ni la calidad y velocidad que se requieren a un mediapunta. En resumen, no mejora a nadie en ningún puesto.
Lopes: Metió mucha fuerza por su banda, pero en la situación en que estaba el partido esa fuerza era necesaria en el lateral, no en el extremo.
El detalle: Los imprescindibles Iriney y Lopes se perderán el partido con el Celta por dos tarjetas muy al final del partido.