sábado, 30 de abril de 2011

Betis 4 - Numancia 1 (36ª jornada de Liga de Segunda División)

Real Betis: Casto; Miguel Lopes, Roversio, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat (Momo, m.87); Pereira (Ezequiel, m.74), Castro, Emana (Cañas, m.46); y Molina.
Numancia: Lafuente; Flaño, Culebras, Jaio, Nano; Sunny; Del Pino, Dimas (Nagore, m.77), Barkero, Cedric (Garmendia, m.73); e Ibrahima. 
Goles: 1-0, min. 10: Rubén Castro. 1-1, min. 21: Nano. 2-1, min. 46: Pereira. 3-1, min. 67: Rubén Castro. 4-1, min. 78: Rubén Castro.Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a Rubén Castro, Del Pino y Dimas.


Partido festivo el de hoy en el Villamarín, en el que el Betis ha despejado las pocas dudas que podían quedar sobre su ascenso.

El Numancia cumplió con lo esperado: un equipo que juega bastante y deja jugar más aún. Se puso con un ofensivo 4-1-4-1, en el que Sunny cerraba, Barkero y Dimas eran los interiores, Cédric –que dio una excelente impresión– y Del Pino los extremos, e Ibrahima quedaba arriba. El Betis opone el usual 4-2-3-1 en el que, de salida, Emana y Pereira parten respectivamente de las bandas izquierda y derecha, donde hay muchos más espacios que por el centro. El camerunés sin embargo tiende siempre a irse a esa zona.

Primera parte
En el arranque del partido el Betis hizo exactamente lo que no debía ante un rival sin estímulos: darle vida. En lugar de salir en tromba y tratar de finiquitar el partido y las pocas ganas de guerra del rival por la vía rápida, los béticos empezaron atolondrados y sin hacer la debida presión al rival, al que dejaron tocar mucho el balón, sobre todo por la pasividad de los mediapuntas locales. Una sucesión de jugadas a balón parado, siempre bien sacadas por Barkero –es difícil jugar mejor corriendo menos–, hicieron rondar el gol a los numantinos, aunque Casto resolvió los problemas y el Betis marcó en su primera ocasión.

Con el paso de los minutos el Betis va recuperando posesión pero el partido sigue siendo un correcalles sin control, con amplios espacios en el centro del campo para ambos equipos. Los tres mediapuntas del Betis permutan mucho sus posiciones; Pereira acaba en la izquierda y Rubén en la derecha. Finalmente el Numancia empata en un córner.

Segunda parte
Emana, aparentemente lesionado en la cabeza, abandona el campo en el descanso. Cuando lo lógico podía parecer sacar a Ezequiel, Mel acierta con la solución: para atacar más en un partido como el de hoy no hacían falta más atacantes, pues el rival estaba ya abierto, había espacios, y lo que fallaba era la recuperación. Entra pues Cañas. Menos le gustó a quien esto escribe su colocación en el campo, aunque hay que reconocer que también en esto los resultados dieron la razón al entrenador: Cañas se mete en el doble pivote junto a Iriney, desde donde tocó bien la pelota y ahogó el juego de los interiores del Numancia. Al falso extremo derecho (el puesto que podía haber ocupado Cañas) se desplaza Beñat, que hace la habitual labor de Salva, en la que, pese a su poca velocidad de conducción, se encontró sorprendentemente a gusto. El dominio del Betis es absoluto, facilitado por que el marcador se pone muy pronto a favor, y las ocasiones y los goles van cayendo.

Jugador por jugador
Casto: Dos muy buenas paradas al inicio salvaron al equipo de complicaciones importantes; luego estuvo siempre muy atento y sólo tuvo un error grave en una salida. Con los pies ha mejorado una barbaridad respecto a temporadas anteriores.
Lopes: Cortó muchísimos balones por su forma impulsiva de actuar, pero también pasó muchos apuros ante Cedric. Debe por tanto elegir mejor cuándo irse al suelo. Subió la banda mucho en la segunda parte.
Roversio: Muy buen partido en el corte y en la salida de balón.
Dorado: Bien, pero está demasiado pasivo en ocasiones, como si viera el juego defensivo desde una posición correcta, pero conservadora.
Nacho: Tuvo un partido plácido, porque el Numancia cargó el juego por su izquierda y no lo encararon nunca. En ataque, poco y correcto.
Iriney: Una vez más fue el jefe de la presión, en particular en la segunda parte. Hizo mil faltas y no se llevó tarjeta.
Beñat: Algo atascado en la primera parte, en la que los delanteros no le ofrecieron desmarques correctos, hizo estragos con su muy libre posición de la segunda parte.
Pereira: Es difícil definir a este jugador. Rápido, vertical y trabajador siempre, fuera del área su partido fue un desastre, rozando el ridículo: perdió casi todos los balones que le llegaron. Sin embargo cuando se acerca a la portería hace mucho daño, y dio el primer gol –aunque fuera de rebote– y metió el segundo. Uno prefiere este a los que la tocan mil veces para atrás; cuestión de gustos.
Castro: Está muy rápido y ahora mete otra vez casi todo lo que toca; de hecho, estuvo a punto de hacer un gol más aún. Fuera del área, no mucho, pero bueno.
Emana: Hizo su buen juego habitual pero ni el equipo le dio muchos balones útiles ni él supo buscarlos.
Molina: Como tantas veces, tardó en entrar en el partido. Luego estuvo mejor en el juego de espaldas lejos de la portería que en el remate.

Cañas: Poco presionado con balón, jugó muy a gusto y gracias a él mejoró mucho la presión.
Ezequiel: Activo y rápido, acabó poco. Fue extremo izquierdo.
Momo: Jugó muy poco; mejor no calificarlo.

domingo, 24 de abril de 2011

Barcelona B 0 - Betis 3 (35ª jornada de Liga de Segunda División)



BARCELONA B (0): Oier; Bartra, Armando, Ilie (Tello, min. 46), Abraham; Jonathan dos Santos (Carmona, min. 67); Sergi Roberto, Víctor Vázquez; Edu Oriol, Soriano y Nolito (Saúl, min. 75).
BETOS (3): Casto; Miguel Lopes, Roversio, Dorado, Nacho; Juanma (Israel, min. 54), Iriney, Beñat, Pereira (Cañas, min. 84); Rubén Castro (Ezequiel, min. 75) y Jorge Molina.
Goles: 0-1, min. 41: Rubén Castro. 0-2, min. 46: Jorge Molina. 0-3, min. 65: Iriney.
Árbitro: Pino Zamorano. Amonestó a Bartra, Miguel Lopes y Carmona.
Incidencias: Gran ambiente en el Mini Estadi, con la asistencia de unos 12.000 espectadores, más de 4.000 de ellos béticos.
 
 
Esta mañana en Barcelona y ante miles de béticos el Betis ha sentenciado el ascenso. Falta ponerle fecha y decidir el campeón de la categoría, porque parece imposible que el Celta salve los cuatro partidos de distancia que le separan de los béticos. El equipo ha hecho un buen partido en el escenario más difícil de los que restaban, y la victoria fue justa y meritoria, aunque el resultado algo exagerado.


Tácticamente el partido se mantuvo siempre en unos parámetros similares, con dominio alterno y más posesión para el Barça B. El filial se puso con el conocido y obligado esquema de los mayores: un 4-3-3 con laterales ofensivos, Dos Santos de mediocentro, dos interiores ante él y dos extremos muy abiertos a los lados de Soriano. Al igual que en el partido de ida en Sevilla, el Betis va valientemente a presionar muy arriba y defiende de adelante atrás, como ha hecho con acierto durante casi toda la temporada, buscando al poseedor del balón y emparejando a los hombres cercanos. Con balón en posesión de los catalanes, como los centrales se abrían mucho y Dos Santos la pedía entre ellos (formando así la línea de tres al fondo que el Betis también ha practicado a veces este año), el Betis quedaba en un 4-4-2 defensivo en el que Castro y Molina se emparejaban con los centrales, y un mediocentro (Iriney o, más veces, Beñat) iba arriba a buscar a Dos Santos. A cambio, el otro mediocentro podía quedar en inferioridad numérica ante los dos interiores, pero esto no fue casi nunca un problema porque (a) el Barça pocas veces salió con limpieza de esa presión, (b) Iriney se multiplicaba, (c) los extremos basculaban mucho cuando la jugada circulaba por la banda contraria y, sobre todo, (d) uno de los centrales (casi siempre Roversio) iba al centro del campo a buscar al hombre suelto, o a por Soriano si la pedía entre líneas. Esta fue la clave del sistema defensivo de los béticos: una defensa muy adelantada, con Casto muy atento a sus espaldas, y unos centrales que salían con valentía a por el rival. Era un sistema arriesgado y sin parejas fijas para los interiores azulgranas, pero que funcionó bien y además permitió a Beñat e Iriney robar muchos balones en los tres cuartos del Barcelona y con todo su equipo por delante, lo que provocó muchos contraataques peligrosos como el del 0-3 –desperdiciados hoy muchos por Beñat–.

En ataque los béticos la jugaron siempre al pie, corriendo riesgos cuando hizo falta. La movilidad de Molina y Castro permitió cierta fluidez de circulación, y en los minutos alrededor del descanso el Betis fue superior y sentenció el partido. En el último cuarto de hora el cansancio hizo que el Barcelona B superara la presión con más facilidad. Cuando pilló aún a la defensa adelantada fue Casto quien salvó varias llegadas por anticipación, y cuando el Betis se replegó los del filial no supieron encontrar el último pase pese a tenerla mucho a quince metros del área bética.

Durante la segunda parte Mel relevó primero a Juanma por Israel como extremo derecho; luego Ezequiel entró por Castro, con lo que Pereira se fue arriba para dejar la banda izquierda al granadino. Al final Cañas sustituyó a Pereira y se colocó de mediocentro derecho, en paralelo con Iriney, de modo que Beñat pasó a una especie de mediapunta en un 4-2-3-1.

Jugador por jugador
Casto: Muy atento y acertado en las salidas del área, apenas tuvo que parar bajo palos. Con los pies tuvo aciertos en el juego y errores en el saque.
Lopes: Pasó ciertos apuros al inicio ante Nolito. Muy impulsivo, tiene tendencia a irse al suelo demasiado pronto, aunque suele arreglarlo por insistencia.
Roversio: Dejando aparte una frivolidad en el primer tiempo, arriesgó siempre con acierto.
Dorado: Muy buen partido, siempre bien colocado y sereno.
Nacho: Cerró bien su banda y la tocó bien, aunque subió poco esta vez. Tiene siempre muy buen criterio.
Juanma: Hasta el minuto cuarenta su aportación fue testimonial, pero sus dos asistencias, por decisivas, le dan un notable alto.
Beñat: Bien en defensa y en la distribución, pero negado hoy para el último pase por errores en la conducción previa.
Iriney: Metió un buen gol y casi hace un segundo. Gran trabajo y correcto sin brillantez con balón.
Pereira: A su estilo, vertical y precipitado, tuvo más aciertos que errores pero acabó poco.
Castro: Está en buena forma física pero le llegaron pocos balones claros cerca del área. Buen gol.
Molina: Aunque a trompicones, se impuso en el juego de espaldas a los centrales y, aunque de rebote, metió su gol.

Israel: Como casi siempre hizo un trabajo poco vistoso pero efectivo.
Ezequiel: Tardó en entrar en el partido y luego ayudó bien a tocarla para enfriarlo.
Cañas: Correcto en lo poco que le tocó. 

El detalle 
Pino Zamorano, por sorprendente que parezca, pitó muy bien un partido que, eso sí, se le puso fácil.

domingo, 17 de abril de 2011

Nota

El autor de este blog no pudo ver el Betis - Cartagena disputado ayer, por lo que no se publicará la entrada correspondiente.



Los comentarios sobre el partido serán bienvenidos.

domingo, 10 de abril de 2011

Xerez 2 - Betis 3 (33ª jornada de Liga de Segunda División)

XEREZ CD (2): Chema; Redondo, Leandro, Gioda, Moreno, Mendoza; Pablo Redondo (Óscar Díaz, 66), Cordero, Bruno (Héctor Font, 75), Capdevila; Mario Bermejo (Antoñito, 50) y José Mari.
REAL BETIS (3): Casto; Miguel Lopes, Roversio, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat (Pereira, 66), Salva Sevilla (Ezequiel, 88); Emaná, Rubén Castro y Jorge Molina (Cañas, 82).
Goles: 1-0: Min. 62, Leandro Gioda. 1-1: Min. 68, Rubén Castro. 1-2: Min. 70, Pereira. 1-3: Min. 77, Emaná. 2-3: Min. 79. José Mari.
Árbitro: Miranda Torres, catalán. Expulsó con roja directa a Jonathan Pereira (min 84). Amonestó a los locales José Mari, Redondo y Óscar Díaz, y a los visitantes Beñat y Casto.

El Betis ha aprovechado la nueva bola de partido que le regaló ayer el Celta y ha facturado el 80% del ascenso. Falta culminar la faena, pero el juego del equipo y la cercanía del final de la Liga invitan al optimismo.

Primera parte
El Betis ha recuperado sus señas de identidad, en especial el buen trato al balón con el que lograba el dominio del juego, y ha vuelto a proponer detalles tácticos que le habían dado hace tiempo muy buenos frutos. Mel, como buen entrenador que es, saca al campo los once mejores que tiene y los coloca como mejor entiende. Si el Xerez pone un claro 4-2-3-1 en el que José Mari (uno de los muchos y muy motivados exsevillistas presentes) hacía la punta con Bermejo algo detrás, el Betis formalmente planta el mismo esquema, en el que Beñat e Iriney son mediocentros en paralelo, y Salva, Castro y Emana (de derecha a izquierda) los mediapuntas. Pero Salva casi nunca aparece por su teórico extremo derecho (jamás en ataque, muy pocas veces en defensa) sino que se toma libertades para pedirla entre la mediapunta y el mediocampo. A cambio, con balón en posesión del Betis, uno de los mediocentros se mete casi entre los centrales, que se abren mucho y empujan a los laterales a jugar prácticamente de mediocampistas, y Rubén cae muchas veces a la espalda del lateral izquierdo jerecista, que, sin pareja, no sabe a qué carta quedarse. Entre esa (buenísima para atacar) ambigüedad de posiciones, la movilidad sin balón y la superioridad numérica conseguida en el centro, los béticos monopolizan el balón en la primera media hora, aunque no hay acierto arriba. El Xerez, de juego indefinido, no sabe leer las obvias debilidades defensivas de ese sistema (¿para qué repetirlas?) y sólo inquieta a balón parado y en algún contragolpe que pilla a los centrales en inferioridad (lógica) ante los balones cruzados, pues uno de ellos ha de salir siempre a tapar la banda.

Con Emana algo desconectado por estar en banda, las ocasiones apenas llegan pese al buen juego, y el Xerez aprieta algo en el cuarto de hora final.

Segunda parte
Mel permuta las posiciones de Castro y Emana, este mucho más participativo desde el centro. El juego sigue por los mismos caminos, pero un córner mal defendido trae el 1-0. Mel quita a Beñat y mete a Pereira de extremo izquierdo, para lo que retrasa a Salva y cambia de banda a Castro. El equipo se tira arriba, Emana se lo echa a la espalda y, por fin, el Betis acaba las jugadas y llegan los goles gracias a una mal explotada esta temporada, hasta hoy: el centro lateral, con el que se aprovecha la presencia de tres rematadores puros (Molina, Castro y Pereira). Una mala salida de Casto y la absurda expulsión de Pereira dan emoción al final del partido. Cañas entra por Molina para pasar a Salva a la mediapunta, Mel acierta de nuevo al sustituir a este por Ezequiel para retener la pelota y cerrar la izquierda, y el Betis apenas pasa apuros porque tiene el balón pese a la inferioridad numérica.

Jugador por jugador
Casto: Ambos goles traían complicaciones pero eran solventables, sobre todo en el segundo. Al final salvó un tiro complicado.
Lopes: Sin estar especialmente acertado en ataque hoy, aportó un empuje físico que permite dejarle la banda a él solo, a la manera de Alves. Su entrada en el equipo como lateral va a ser fundamental.
Roversio: Bien con y sin balón.
Dorado: Muy bien, valiente y sin errores.
Nacho: También corrió toda su banda, y la jugó con sentido.
Iriney: No especialmente clarividente con la pelota, sí hizo bien la raya e hizo importantes ayudas a los centrales.
Beñat: Jugó muy a gusto y se notó, aunque hay que anotar que el ritmo subió sin él.
Salva Sevilla: Hoy combinó mejor en el centro del campo que arriba. En defensa tuvo la suerte de que el lateral izquierdo del Xerez apenas subió.
Castro: Desaprovechó muchas jugadas de área que se buscó con inteligencia. Buen remate en el importantísimo 1-1.
Emana: Excelente partido. En un estado físico imponente (si le pasa algo, poco se le notó) hoy eligió muy bien y anduvo fino. Fue el hombre decisivo.
Molina: Mejores movimientos e intenciones fuera del área que dentro, que es donde se le necesita más. Poca cosa.

Pereira: Su alocado rendimiento vino bien hoy: carreras precipitadas, gol, expulsión justa (por más que Redondo la mereciera antes).
Cañas: Corrió y la tocó. Bien.
Ezequiel: Retuvo muy bien la posesión al final.

domingo, 3 de abril de 2011

Betis 1 - Celta 1 (32ª jornada de Liga de Segunda División)

BETIS (1): Casto, Isidoro (Manu Palancar, m.69), Belenguer, Dorado, Nacho; Beñat, Salva Sevilla; Juanma (Momo, m,55), Rubén Castro, Emana (Roversio, m.77); y Jorge Molina.
CELTA de Vigo (1): Yoel; Murillo, Catalá, Sergio Ortega, Lago; López Garay, Bustos; De Lucas (Víctor Fernández, m.46), Trashorras (Dani Abalo, m.72), Michu; y David Rodríguez (Iago Aspas, m.59).
Goles: 0-1: m.6, David Rodríguez. 1-1: m.35, Jorge Molina.
Árbitro: Jesús Gil Manzano (c.extremeño). Expulsó por doble tarjeta amarilla a Roberto Lago (m.33 y m.44), a Belenguer (m.30 y m.75), y a Iago Aspas (en el banquillo, m. 45, y m.84), y además mostró tarjeta amarilla a Beñat (m,15), V. Fernández (m.53), Juanma (m.54), Isidoro (m.68), Yoel (m.87), Nacho (m.88), y López Garay (m.89).

El Betis ha perdido hoy una gran oportunidad de dejar encarrilado el ascenso. Los béticos han sido claramente superiores en el cómputo general del partido –si bien el desquiciado arbitraje ha sido decisivo en los vaivenes de este–: no parece una tarea titánica igualar al menos los puntos que consiga un Celta pobre de recursos como el visto hoy en el Villamarín.

Las alineaciones anunciaban un partido abierto y de un estilo impropio de Segunda: ambos clubes ponían en cancha conjuntos de buen trato a la pelota y que, como sucedió, sufrirían mucho para recuperarla. Este factor dio lugar a amplias fases de juego en las que la posesión era monopolizada por uno de los equipos, mucho más prolongadas las del Betis, y en particular el largo tramo de superioridad numérica 11/10.

En el caso bético la elección era casi forzada: la baja de Iriney y la escasa confianza de Mel en Arzu y Cañas para relevarlo pusieron como mediocentros a Beñat y Salva, mientras Molina y (tras él) Castro eran la pareja arriba y Emana se tiraba a la banda izquierda. La sorpresa en la alineación era la entrada de Juanma (como extremo derecho) en lugar de Ezequiel, algo apenas explicable por querer más control del partido o por cuestiones de gestión de vestuario que a uno se le escapan. Enfrente el Celta metía también un 4-2-3-1 con Rodríguez de delantero, De Lucas (algo más adelantado) y Michu por las bandas y Trashorras como colocador con libertad de movimientos.

Primeros diez minutos
El Celta se hace con la posesión y el Betis paga caros los dos únicos errores tácticos graves que cometerá en fase defensiva durante la mayor parte del partido: deja jugar a Trashorras, el único hombre del Celta con clase para romper líneas –con sus pases–, y Emana permite las subidas de Murillo casi sin vigilancia. Una jugada tan previsible como un pase de Trashorras a De Lucas (en posición dudosísima) pone el 0-1.

Del minuto 10 a la expulsión de Lago (min. 44)
Tras unos peligrosos minutos de desconcierto el Betis toca a rebato y cerca la portería de Yoel. El Celta pone la primera línea de presión bastante arriba, pero una defensa atrasada y unos jugadores demasiado estáticos (esto es, que corrían poquito) permiten al Betis asegurar la posesión y tocarla acertadamente entre líneas con Juanma, Emana y Castro. Las ocasiones llegan casi en oleadas hasta que Molina acierta.

Desde la expulsión de Lago hasta la de Belenguer (min. 75)
Sustituido De Lucas por un nuevo lateral izquierdo, el Celta pone un 4-1-3-1 en el que Bustos cierra, Trashorras y Michu juegan lejos de las bandas con López Garay entre ellos, y Rodríguez trata de estorbar arriba. Los gallegos renuncian por completo al balón y su juego de ataque se reduce a los pelotazos de Yoel hacia Michu, al que además se los gana siempre Beñat. El Betis toca bien y con paciencia. Nacho aprovecha mejor que Isidoro el pasillo dejado por su par (Trashorras primero, Abalo luego). Las ocasiones claras gotean cada pocos minutos, pero no el gol. La aparición de Momo no aporta nada.

Desde la expulsión de Belenguer a la de Aspas (min. 84)
Mel toma la discutible pero defendible decisión de sacrificar a Emana: en un diez contra diez las carencias tácticas del africano (tendente a borrarse en defensa a esas alturas de partido) se podían pagar caras, aunque a cambio se perdió su intimidación y desequilibrio. Pese a estas precauciones, fundido Salva y casi Beñat, el Celta se hace con el balón y ronda la puerta de Casto, sin gran peligro.

Diez minutos finales
El Celta se vuelve a cerrar y el Betis, cansadísimo, apenas tiene ya capacidad para atacar.

Jugador por jugador
Casto: Muy atento siempre, evitó algún problema por anticipación. Quien crea que el partido fue igualado debe mirar el trabajo que tuvieron Casto y Yoel.
Isidoro: Anda mal y el runrún de la grada no le favorece nada, porque lo siente. Fallón y reservón en defensa, en ataque no aprovechó el gran pasillo que le dio Michu sino para colgar algunos balones. Con Lopes su banda y el equipo mejorarán una barbaridad.
Belenguer: Si su primera tarjeta fue muy rigurosa, en la segunda pagó el exceso de adrenalina con un error de novato. Hasta ahí, bien.
Dorado: Parece volver a ser el que fue. Se le ve más rápido y valiente, y sigue seguro.
Nacho: Gran partido, con el único lunar de haberse dejado la espalda en un par de jugadas importantes. Tocó bien el balón, apuró incluso hasta la línea de fondo y cerró atrás, incluidas buenas coberturas al centro.
Beñat: Bastante libre de marca y en un partido ajustado a su juego, hizo fácil lo que ningún jugador ha sabido hacer en el Betis en los últimos años. Con él todo fluye.
Salva: Le tocó correr mucho y eso le privó de fuelle para su especialidad. Aun así metió una buena serie de asistencias.
Juanma: Dentro de la inocuidad propia de su fútbol, hoy se asoció bien en corto con Isidoro y Castro, contribuyendo así al arreón entre el 0-1 y el 1-1.
Castro: Se le ve más rápido y bullicioso, pero desperdicia jugadas de área que antes no se le iban.
Emana: Valiente y participativo, hizo un gran partido en ataque. En defensa corrió lo suyo, pero se emparejó más con el central o el interior derecho que con Murillo, provocando desajustes que pocas veces contribuyeron a la presión y muchas dejaron a Nacho en inferioridad.
Molina: Metió una y tuvo varias más. Hoy se movió poco del centro, por lo que participó menos.

Momo: Tras meses de lesión no es el día para juzgarlo, pero tampoco lo era para ponerlo. Hizo su aportación habitual: poco físico, pasecitos inocuos para atrás, nula ventaja para sus compañeros. En su haber sólo una buena ayuda en una jugada de tremendo peligro en área propia.
Palancar: Metió más chispa que Isidoro, pero no acabó nada.
Roversio: Cumplió sin complicarse.

El detalle
El árbitro, intervencionista y falto de criterio, convirtió un partido jugado con deportividad en un parte de guerra. La única expulsión justa, la de Lago, llegó por una segunda amarilla que debió ser roja directa (por patada a lo De Jong, con sangre añadida).