BETIS (0): Dani Giménez (Pedro, m. 38); Mandi, Bartra, Amat; Barragán, Fabián, Javi García, Junior; Boudebouz (Joaquín, m. 64), Loren y Tello (Campbell, m. 81).
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Fabián, Junior, Bartra, Amat, Giménez, Gabi y Campbell.
Wanda Metropolitano, en buen estado tras la final de Copa (0-5).
Partido de notable alto el del Betis en el campo de un equipo de nivel alto de Champions, que rotó algún jugador importante pero al que en todo caso los béticos lograron igualarse en todos los aspectos.
La puesta en escena de los equipos dejó una evidencia del respeto que empieza a imponer este Betis en España: todo un Atlético, y en su estadio, cambiaba de esquema y planteaba una defensa de cinco (tres centrales y carrileros), como Las Palmas días antes. La probable intención era evitarse problemas con la incómoda posición de los carrileros béticos, demasiado altos para ser seguidos por los extremos de un 4-4-2 (o de un 4-3-3) pero demasiado abiertos para estirar hasta ahí a los propios laterales de una línea trasera de cuatro, lo que podía provocar problemas graves a los de Simeone si el balón (como así fue) estaba más en poder de los béticos. El Atlético quedaba en un 3-4-3 (con balón) / 5-4-1 (sin él). Enfrente Setién jugaba exactamente ese mismo esquema, descartando pues el 3-1-4-2 habitual: Javi García y Fabián harían el doble pivote (o doble interior) por delante de una línea de tres con Bartra de jefe central, mientras Boudebouz y Tello harían de extremos a pie cambiado con misión de pedirla por dentro y entre líneas.
El perfecto 3-4-3 con balón del Betis. El solapamiento de García y Fabián es un efecto estadístico de su intercambio constante de posiciones. Fuente: @11tegen11.
El gran mérito de este ya maduro Betis de Setién es haber sido capaz de progresar tanto en el entendimiento y manejo técnico del fútbol de posición que incluso jugando con una verdadera guardia de corps física como defensa y mediocampo (los siete jugadores de atrás superaban los 1'83 m. de altura) es capaz de administrar exquisitamente el balón. Esto explica en gran parte la evolución defensiva del equipo (lleva seis partidos sin recibir un solo gol, con tres porteros diferentes) y soluciona las discusiones sobre si Setién ha dado o no su brazo táctico a torcer: es cierto (y obvio) que alineaciones como la de ayer ponen sobre el campo un defensa neto más que las del antiguo 4-3-3 (esta vez incluso con García como pivote), pero también es evidente que el equipo quiere y tiene el balón (67%/33% ayer, nada menos), y que no ha renunciado en absoluto a su estilo.
Sí lo ha modulado a unas intenciones menos ofensivas incluso con balón, y en este aspecto la primera parte de ayer fue un ejemplo claro y acabado. Pese a poder emparejarse hombre a hombre para la presión, el Atlético, muy a su estilo, raramente fue arriba a por el Betis, y este, al cabo siempre con un marcador favorable, dedicó sus posesiones a la provocación de esa presión alta para que el Atlético separara sus líneas. El Betis aplicó a conciencia uno de los conceptos básicos del fútbol de posición, el de atracción de los rivales, y jugó verdaderos rondos en su campo ante Correa, Torres y Vitolo.
Una paradoja ya habitual: el Betis duplicó la posesión del Atlético pero el balón estuvo más en su propio campo que en el del rival (fuente: As).
Hace no mucho esas posesiones defensivas, a veces exasperantes y excesivas, solían acabar en pelotazos sin destino, pero ayer Giménez y Pedro sumaron solo cuatro pases fallidos, y a cambio se lograron típicas contras rápidas tras salida de balón como la que produjo la clarísima ocasión de Javi García.
La presión postpérdida, aunque aplicada solo en ocasiones, funcionó bien, significativamente liderada sobre todo por canteranos como Júnior o Fabián, y el Betis apenas cedió el dominio de la posesión en muy escasos tramos del segundo tiempo. Como efecto secundario de este juego una vez más el equipo no pasó apuros al final, si bien esta vez unos y otros decidieron no arriesgar un botín tal vez suficiente.
Jugador por jugador
Giménez: Bien con los pies y bajo palos. Mala suerte.
Mandi: Excelente partido con balón y sin él, con la guinda de salvar un gol bajo palos (especialidad suya). Su regularidad es digna de encomio.
Bartra: Otro central que está manteniendo una línea regularísima. Sus pases verticales hacen mucho daño.
Amat: A más. Muy bien.
Barragán: Esta vez sí llegó muy arriba.
Fabián: Cada vez tiene más presencia física: roba balones (nueve ayer), cubre muchísimo campo, protege la pelota, recorre muchos kilómetros y, en suma, es un incordio constante, con balón o sin él, para el rival.
Javi García: Ha mejorado bastante con balón.
Júnior: A veces juega con cierto atropello, pero muchos de los balones que pierde los recupera al momento gracias a su enorme potencia física. Para bien el balón, que es algo muy importante.
Boudebouz: Más errores que acciones brillantes, que las hubo. Por fases vino demasiado atrás a por el balón, un pecado poco perdonable en este fútbol.
Loren: Jugar de delantero contra el Atlético es un difícil papel.
Tello: Bien, a su estilo. Tampoco lo tenía fácil en ese escasísimo terreno entre defensa y mediocampo que dejan los atléticos.
Pedro: Tranquilo. Merece su oportunidad.
Joaquín: Esta vez pudio lucirse poco.
Campbell: Muy poco balón, pero bien.
Setién: Es momento para ponderar su labor pedagógica con los jugadores, que evidentemente necesitaba un tiempo que algunos no querían darle.
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