San Sebastián, 20-12-2009, 12:00 horas
REAL SOCIEDAD (2): Bravo; Dani Estrada, Ansotegi, Labaka, Mikel González; Rivas (Markel, 83), Elustondo; Xabi Prieto, Zurutuza (Aramburu, 78), Nsue (Griezmann, 67); y Bueno.
REAL BETIS (0): Goitia; Nelson, Melli, Arzu, Fernando Vega; Mehmet Aurelio (Caffa, 57), Iriney (Rodri, 76); Juanma, Emana, Nacho (Capi, 71); y Sergio García.
Goles: 1-0: Min. 30, Bueno. 2-0: Min. 88, Xabi Prieto.
Árbitro: Hevia Obras, madrileño. Amonestó a los locales Rivas y Bueno, y a los visitantes Sergio García, Rodri y Emana.
Buen partido de fútbol el visto esta mañana en Anoeta, en el que una Real claramente por encima del nivel medio de Segunda derrotó justamente a un Betis digno.
El Betis se encontró ante una escena más propia de Primera División que de Segunda: un terreno de juego grande y en buenas condiciones (para la nieve caída), mucho público y un rival que imprimió desde el inicio un fuerte ritmo de juego. El equipo opuso una buena actitud, trató de igualar esa intensidad y dio la cara, pero se vio superado. Por un lado el partido da esperanzas porque el nivel de juego mostrado hoy valdría para sacar muchos puntos fuera de casa si se mantuviese esa actitud y ese ritmo ante los flojísimos equipos que pueblan la categoría; por otro, una mirada a la alineación, muy similar a la titular el año pasado en Primera, nos recuerda la cruda realidad de que la plantilla no da para mucho más que para ser un equipo ascensor. Es muy preocupante también la inminente ausencia de Emana.
Primera parte
Como casi siempre, los dos equipos se plantaron con el esquema de moda en España: 4-2-3-1. Estaría bien que algún entrenador se saliera de esa rutina, pues cuando menos crearía desconcierto táctico en el rival. En el Betis los mediocentros, Aurelio e Iriney, tratan de auxiliar a los apurados laterales, Emana se mueve por todo el frente de ataque y ayuda en defensa al centro del campo, y García retrocede con frecuencia a recibir atrás. Los extremos aportan muy poco. La Real, consciente de la importancia del partido y muy empujada por su público, imprime un fuerte ritmo, busca por la vía directa a su punta, aprieta en el centro y busca con insistencia por la derecha a Xabi Prieto, que supera por velocidad (como casi todos sus compañeros) a su par, Vega en este caso. El Betis no aguanta el ritmo, concede bastantes ocasiones y, eso sí, llega también, aunque más esporádicamente.
Segunda parte
Una vez arriba en el marcador, tal vez por voluntad propia, tal vez por la presión de un intenso Betis o tal vez por no poder mantener el fuerte ritmo de la primera mitad, la Real se echa un poco atrás, cede el balón al rival y junta líneas. El Betis la tiene pero -con su defensa bien adelantada- las ocasiones más claras siguen siendo para los vascos al contraataque, hasta que muy al final cae el segundo gol. Durante este segundo tiempo el equipo sevillano muestra sus limitaciones: la falta de carácter que impide meter al menos el partido en una dinámica más alborotada cuando la académica no le sirve; la falta de continuidad y ritmo de juego, debida a la falta de calidad física y técnica de la plantilla; y, por último (y más subsanable), la falta de movimientos en ataque sin balón, sobre todo en horizontal, que desestabilicen a la defensa enemiga.
Tapia intenta meter algo más de profundidad y velocidad con los cambios; el equipo acaba con Capi de mediocentro, una línea de cuatro con Juanma, Rodri, Emana y Caffa, más Sergio arriba, sin fuerzas pero sin sustituto por la ya conocida falta de delanteros en la plantilla.
Jugador por jugador
Goitia: En el gol cometió un error de colocación repetido, similar al del segundo de Cádiz: en aproximaciones que vienen por la línea de fondo se sitúa demasiado echado hacia el lado de la jugada, pasado incluso el primer palo, de modo que (al no ser además rápido en el desplazamiento lateral) el balón le supera por arriba con demasiada facilidad. Un mal paso en esa misma dirección casi le cuesta otro gol, salvado por Nelson.
Nelson: Aceptable en defensa (la Real lo intentó poco por su lado), empujó lo que pudo, aunque otra vez se dejó la espalda en demasiadas ocasiones.
Melli: El segundo gol le pilla muy mal situado, pero a esas alturas poco importaba. Por demás, aprobado.
Arzu: Blandito, perdió un par de balones bien peligrosos por sacarla jugada a toda costa. La intensidad del partido le superó.
Vega: Totalmente rebasado por un excelente Xabi Prieto, pasó un calvario.
Mehmet Aurelio: Siempre fue un diesel, pero debe ir aumentando el ritmo de juego para no ser un mediocampista cualquiera de Segunda como ahora; así, está pasivo en el gol y se deja ganar el balón por no atacarlo. Merece que se le espere.
Iriney: Mostró sus limitaciones con el balón en los pies, pero también la intensidad y regularidad habituales. Esta vez jugó a la izquierda de Mehmet.
Juanma: Una vez más demostró ser el prototipo de jugador del mediocre Betis de hoy. La conduce bien, pero no tiene profundidad ni hace un despliegue físico que justifique medianamente su presencia en el campo. Con titulares como éste el Betis seguirá en Segunda.
Emana: Muy bien, casi todo lo bueno en ataque pasa por sus botas, y además ayuda al centro del campo. Da miedo pensar en que se va; al menos pareció forzar la tarjeta para limpiarse de ellas ante el Huesca (le enseñarán otra antes o después en ese partido).
Nacho: No supo o pudo echar una mano a Vega en sus tremendos apuros defensivos, ni profundizó apenas. Su inteligencia no le alcanzó en un partido demasiado exigente en lo físico, y aportó muy poco.
Sergio García: Lo intentó, pero está absolutamente negado. Fallón y lento, además eligió mal la jugada, buscando tiros lejanos cuando debía aprovechar una de sus cualidades, el regate.
Caffa: Un buen saque de falta, y poco más. En media hora se puede sudar mucho más.
Capi: Dio velocidad al juego, movilidad y cierta ambición, y tapó bien. En este equipo debe jugar, donde sea.
Rodri: Muy poco tiempo.
Detalle
A Emana se le fue fuera un córner por la derecha que llegó al área, por culpa de la curva de la trayectoria: sigue poniendo la pelota demasiado cerca de la línea de fondo.
domingo, 20 de diciembre de 2009
domingo, 13 de diciembre de 2009
Betis 3 - Gimnàstic de Tarragona 0 (16ª Jornada de Liga de Segunda División)
Sevilla, 13-12-2009
REAL BETIS (3): Goitia; Nelson, Melli, Arzu, Fernando Vega; Iriney, Mehmet Aurelio (Caffa, 58); Juanma (Rodri, 72), Emana (Pavone, 78), Nacho; y Sergio García. GIMNÀSTIC (0): Rubén Pérez; Fachán, Medina, Jorge, Mingo; Miguel Ángel, Bauzá; Campano, Morán, Walter (N’ Gal, 60); y José Mari (Roberto, 72).
Goles: 1-0: Min. 36, Mehmet Aurelio. 2-0: Min. 63, Sergio García. 3-0: Min. 66, Emaná.
Árbitro: Pérez Riverol, canario. Expulsó por doble amarilla a Mingo (minuto 27). Amonestó a los locales Melli, Pavone y Emana.
Mal partido del Betis hoy ante el Gimnàstic, de bajo nivel técnico y ritmo aún más bajo. Esta dificilísima Segunda División española permite no obstante que el amplio resultado obtenido valga al Betis para situarse en puestos de ascenso.
Ambos equipos se sitúan inicialmente con esquemas similares, 4-2-3-1. En el Betis Iriney y Mehmet Aurelio en paralelo hacen de pivotes, Juanma y Nacho de extremos (o interiores, como se desee llamarles), Emana de mediapunta y García de delantero. En el Nàstic se alinean viejos conocidos: Mingo, Miguel Ángel como mediocentro, Campano como extremo derecho y José Mari como punta, quedando Morán tras él.
Dividiremos el partido en cuatro fases.
Primera media hora, hasta la expulsión de Mingo
Escasamente dotado en lo físico pero con oficio, el Nàstic trata de nivelar el centro del campo resultando un toma y daca que produce escasas llegadas a las áreas. En el Betis apenas hay profundidad, salvo por las habituales arrancadas de Emana y algunas diagonales de Juanma mal terminadas, pero al menos la recuperada igualdad numérica en torno al círculo central (gracias a que Emana se descuelga un poco atrás para defender y a que Aurelio y sobre todo Iriney trabajan bien) da cierto control del juego al local.
Desde la expulsión de Mingo hasta el minuto 10 de la segunda parte
El exlateral bético es expulsado por protestar con aspavientos al línea primero y luego interrumpir un contraataque bien forzado por Juanma. El Nàstic cambia de banda al lateral derecho, atrasa a Campano a ese puesto y desplaza a Morán a la banda, y queda así en un 4-4-1. El Betis no imprime una velocidad medianamente aceptable al juego y usa el balón de forma timorata, en posesiones interminables en zonas frías pero sin la menor intención de hacer daño al rival ni de buscar el uno contra uno. Nadie parece querer pedir la bola, no hay desmarques ni movimientos en ataque ni se abre el campo para aprovechar los espacios. Bien atrincherado el rival atrás, sólo la suerte lleva al Betis al gol en un barullo, pero parece conformarse con ese 1-0 y hace (con la contribución de un árbitro con mala conciencia) muchas faltas que el Nàstic aprovecha para salir y colgar bolas al área.
Fase central de la segunda parte
El Nàstic va cediendo metros pese a (tal vez por) pasar a José Mari al extremo y meter un nuevo delantero; el Betis introduce a Caffa y pasa a Nacho al mediocentro izquierdo, imprime un poco más de ritmo al partido, controla mejor el centro del campo por el nulo empuje físico del rival y llegan dos goles más y nuevas ocasiones. Sergio García (ya con el partido a favor) y sobre todo Emana, que juega casi a placer, hacen daño.
Último cuarto de hora del partido
Minutos de la basura, definitivamente de un ritmo propio de un solteros contra casados, aún más bajo que el ya padecido por el público antes. Algunas jugadas fueron propias de un programa de vídeos humorísticos.
Jugador por jugador
Goitia: Bien, con poco trabajo. Mejoró en las salidas por alto.
Nelson: Sigue dispersándose; es mejor en los malabares con el balón que cerrando la banda.
Melli: Muy bien en el corte aunque poco valiente para subir la pelota. Sacó balones cruzados comprometidos.
Arzu: Aunque poco agresivo, cumplió y estuvo firme en su zona. Permitió, junto a Melli, que José Mari jugara demasiado cómodo cuando bajaba a la mediapunta.
Vega: Muy poco exigido, aprobó en defensa y ataque.
Iriney: Anda espeso con el balón y comete con él errores tácticos, pero trabajó mucho.
Mehmet Aurelio: En un partido de ritmo bajísimo como este pasó desapercibido. Esto por un lado es una buena noticia, pues fue titular tras muchos meses y jugó una hora aceptable, pero (si bien nunca fue un hombre veloz) aún anda muy lejos del nivel que mostró al inicio del curso pasado. Hay que ver hasta dónde le llega su castigado físico.
Juanma: Mal, conduciendo excesivamente el balón sin verticalidad.
Emana: Marca diferencias en esta categoría, y parece en comunión con la afición, algo muy importante en un jugador de personalidad, digamos, poco madura. Que dure.
Nacho: Tiene poca velocidad, pero trabaja, hace muy bien los movimientos defensivos (coberturas, basculaciones, ayudas...) y trata aceptablemente el balón.
Sergio García: Sigue aportando poquísimo al equipo (hoy, sólo un gol difícil de fallar), y además está mal técnicamente. Interrumpió más jugadas de las que mejoró.
Caffa: Gotitas de calidad y sentido del juego.
Rodri: Como siempre, ganas y juego vertical.
Pavone: Sigue sin estar bien, y se notó aunque sólo jugó minutos intrascendentes.
Detalle
Con 1-0 al inicio de la segunda parte de nuevo Goitia (como ante el Real Unión) dio la sensación de conformarse con ganar por un gol de ventaja en casa, ante un equipo vulgar de Segunda y con un hombre menos. Tapia no parece querer (o poder) inyectar la menor ambición y decisión a un grupo cuyos individuos eluden la responsabilidad.
REAL BETIS (3): Goitia; Nelson, Melli, Arzu, Fernando Vega; Iriney, Mehmet Aurelio (Caffa, 58); Juanma (Rodri, 72), Emana (Pavone, 78), Nacho; y Sergio García. GIMNÀSTIC (0): Rubén Pérez; Fachán, Medina, Jorge, Mingo; Miguel Ángel, Bauzá; Campano, Morán, Walter (N’ Gal, 60); y José Mari (Roberto, 72).
Goles: 1-0: Min. 36, Mehmet Aurelio. 2-0: Min. 63, Sergio García. 3-0: Min. 66, Emaná.
Árbitro: Pérez Riverol, canario. Expulsó por doble amarilla a Mingo (minuto 27). Amonestó a los locales Melli, Pavone y Emana.
Mal partido del Betis hoy ante el Gimnàstic, de bajo nivel técnico y ritmo aún más bajo. Esta dificilísima Segunda División española permite no obstante que el amplio resultado obtenido valga al Betis para situarse en puestos de ascenso.
Ambos equipos se sitúan inicialmente con esquemas similares, 4-2-3-1. En el Betis Iriney y Mehmet Aurelio en paralelo hacen de pivotes, Juanma y Nacho de extremos (o interiores, como se desee llamarles), Emana de mediapunta y García de delantero. En el Nàstic se alinean viejos conocidos: Mingo, Miguel Ángel como mediocentro, Campano como extremo derecho y José Mari como punta, quedando Morán tras él.
Dividiremos el partido en cuatro fases.
Primera media hora, hasta la expulsión de Mingo
Escasamente dotado en lo físico pero con oficio, el Nàstic trata de nivelar el centro del campo resultando un toma y daca que produce escasas llegadas a las áreas. En el Betis apenas hay profundidad, salvo por las habituales arrancadas de Emana y algunas diagonales de Juanma mal terminadas, pero al menos la recuperada igualdad numérica en torno al círculo central (gracias a que Emana se descuelga un poco atrás para defender y a que Aurelio y sobre todo Iriney trabajan bien) da cierto control del juego al local.
Desde la expulsión de Mingo hasta el minuto 10 de la segunda parte
El exlateral bético es expulsado por protestar con aspavientos al línea primero y luego interrumpir un contraataque bien forzado por Juanma. El Nàstic cambia de banda al lateral derecho, atrasa a Campano a ese puesto y desplaza a Morán a la banda, y queda así en un 4-4-1. El Betis no imprime una velocidad medianamente aceptable al juego y usa el balón de forma timorata, en posesiones interminables en zonas frías pero sin la menor intención de hacer daño al rival ni de buscar el uno contra uno. Nadie parece querer pedir la bola, no hay desmarques ni movimientos en ataque ni se abre el campo para aprovechar los espacios. Bien atrincherado el rival atrás, sólo la suerte lleva al Betis al gol en un barullo, pero parece conformarse con ese 1-0 y hace (con la contribución de un árbitro con mala conciencia) muchas faltas que el Nàstic aprovecha para salir y colgar bolas al área.
Fase central de la segunda parte
El Nàstic va cediendo metros pese a (tal vez por) pasar a José Mari al extremo y meter un nuevo delantero; el Betis introduce a Caffa y pasa a Nacho al mediocentro izquierdo, imprime un poco más de ritmo al partido, controla mejor el centro del campo por el nulo empuje físico del rival y llegan dos goles más y nuevas ocasiones. Sergio García (ya con el partido a favor) y sobre todo Emana, que juega casi a placer, hacen daño.
Último cuarto de hora del partido
Minutos de la basura, definitivamente de un ritmo propio de un solteros contra casados, aún más bajo que el ya padecido por el público antes. Algunas jugadas fueron propias de un programa de vídeos humorísticos.
Jugador por jugador
Goitia: Bien, con poco trabajo. Mejoró en las salidas por alto.
Nelson: Sigue dispersándose; es mejor en los malabares con el balón que cerrando la banda.
Melli: Muy bien en el corte aunque poco valiente para subir la pelota. Sacó balones cruzados comprometidos.
Arzu: Aunque poco agresivo, cumplió y estuvo firme en su zona. Permitió, junto a Melli, que José Mari jugara demasiado cómodo cuando bajaba a la mediapunta.
Vega: Muy poco exigido, aprobó en defensa y ataque.
Iriney: Anda espeso con el balón y comete con él errores tácticos, pero trabajó mucho.
Mehmet Aurelio: En un partido de ritmo bajísimo como este pasó desapercibido. Esto por un lado es una buena noticia, pues fue titular tras muchos meses y jugó una hora aceptable, pero (si bien nunca fue un hombre veloz) aún anda muy lejos del nivel que mostró al inicio del curso pasado. Hay que ver hasta dónde le llega su castigado físico.
Juanma: Mal, conduciendo excesivamente el balón sin verticalidad.
Emana: Marca diferencias en esta categoría, y parece en comunión con la afición, algo muy importante en un jugador de personalidad, digamos, poco madura. Que dure.
Nacho: Tiene poca velocidad, pero trabaja, hace muy bien los movimientos defensivos (coberturas, basculaciones, ayudas...) y trata aceptablemente el balón.
Sergio García: Sigue aportando poquísimo al equipo (hoy, sólo un gol difícil de fallar), y además está mal técnicamente. Interrumpió más jugadas de las que mejoró.
Caffa: Gotitas de calidad y sentido del juego.
Rodri: Como siempre, ganas y juego vertical.
Pavone: Sigue sin estar bien, y se notó aunque sólo jugó minutos intrascendentes.
Detalle
Con 1-0 al inicio de la segunda parte de nuevo Goitia (como ante el Real Unión) dio la sensación de conformarse con ganar por un gol de ventaja en casa, ante un equipo vulgar de Segunda y con un hombre menos. Tapia no parece querer (o poder) inyectar la menor ambición y decisión a un grupo cuyos individuos eluden la responsabilidad.
domingo, 6 de diciembre de 2009
Murcia 2 - Betis 0 (15ª Jornada de Liga de Segunda División)
Murcia, 6-12-2009
REAL MURCIA (2): Alberto; De Coz, Ochoa, Sergio Fernández, Óscar Sánchez; Mejía, Pere Martí (Pereyra, 80); Isaac Jové (Albiol, 53), Mario Rosas (Bruno, 66), Capdevila; y Natalio. REAL BETIS (0): Goitia; Damià (Caffa, 51), Melli, Arzu, Fernando Vega (Mehmet Aurelio, 75); Iriney, Nacho; Juanma, Emaná, Rodri (Pavone, 46); y Sergio García. Goles: 1-0: Min. 4, Capdevila. 2-0: Min. 7, Isaac Jové. Árbitro: José Luis Lesma López, madrileño. Amonestó a los visitantes Rodri y Pavone.
El Betis ha vuelto a las andadas de la irregularidad, un defecto que arrastra desde hace al menos un lustro, y ha perdido ante el peor equipo de esta Segunda española. Sea por falta de petisú loperiano o simplemente de profesionalidad, el equipo ha demostrado una nula tensión competitiva y regalado a sus seguidores un espectáculo vergonzoso semejante a otras infamias del último año (Elche, San Mamés, Bernabéu...). Es perfectamente asumible que en una temporada sucedan derrotas, incluso abultadas; no es tolerable que el equipo, empezando por su entrenador, no dé la menor señal de rebelión, nadie dé un grito, o que se permita perder tiempo infinitamente al rival sin siquiera protestar tímidamente, dando así una imagen de indiferencia por el resultado que arruina la moral del aficionado.
Tácticamente todo sigue el patrón de los últimos partidos: rival en 4-2-3-1, y el Betis con el escalonamiento de Iriney y Nacho en el centro, más, esta vez, Juanma, Emana y Rodri en la mediapunta y García arriba.
Primer tiempo
Cualquiera que haya jugado al fútbol sabe que ante un equipo nervioso e inferior es fundamental apretar al inicio para no permitir que se suba a las barbas y que se ponga por delante en el marcador. Los jugadores béticos hacen justamente lo contrario: arrancan dormidos, cometen fallos infantiles y se ponen abajo por dos veces.
El Betis vuelve a cometer dos errores aquí comentados y recibe por ellos dos goles: en el primero, tras defender muy blandamente un saque de banda, la jugada acaba exactamente como en el 1-0 de Cádiz: un dos contra uno horriblemente defendido (esta vez por Damià) cerca del palo derecho, y tiro bajo las piernas de un lento Goitia. En el segundo Iriney vuelve a pedir el balón al pie de los centrales para sacarlo en lugar de pedirlo entre líneas (dejando a sus dos compañeros de espectadores inútiles de la jugada de ataque), y además arriesga absurdamente al saltarse a Melli en un pase que apenas producía ventaja. Aún hubo dos oportunidades más en contra, ambas autogeneradas: en una Vega repite como último hombre el error del partido de Copa ante el Córdoba, y en otra Goitia sale mal por alto y, afortunadamente, tapa por intuición.
Pasados diez minutos, durante el resto de la primera parte el equipo tira las líneas hacia arriba tomando riesgos, domina sin un gran fútbol y puede apretar el marcador. Nacho cae a la banda izquierda logrando superioridades que acaban en córneres, mal sacados por Emana. El resto del juego llega arriba por robos y por Emana, muy activo.
Segunda parte
Sorprendentemente y muy lejos de salir en tromba, el equipo demuestra pasotismo por la situación, deja correr el reloj y apenas se acerca al área rival. Tapia lo intenta con cambios: Pavone por Rodri retrasando a García, luego (a los cinco minutos: ¿para perder tiempo?) Caffa por Damià pasando a Juanma al lateral y a García a la derecha, y finalmente Aurelio por Vega, pasando Nacho al lateral. El resultado es sólo un mayor desorden que permite al Murcia tocarla sin agobios.
Jugador por jugador
Goitia: Esta vez sí comete un error, en el primer gol, que nunca debe entrar bajo sus piernas pues no le tiran fuerte ni a quemarropa. Por demás, bien.
Damià: El primer gol del Murcia lo retrata una vez más como defensa. Luego, intrascendente.
Melli: Bien. Parece haberse rehabilitado; está rápido y la toca aceptablemente.
Arzu: En el segundo gol comete un fallo leve, muy bien castigado por un afortunado Murcia. Defensivamente estuvo bien, pero debió empujar más cuando el equipo lo necesitaba. Como capitán y veterano debe tomar protagonismo en situaciones tan lamentables como la de hoy: estuvo en las infamias de Elche, Bilbao y Madrid; mucha culpa le toca.
Vega: Muy por debajo de su nivel habitual, el marcador lo desquició y descolocó, y casi regala el tercero. Al menos demostró tener sangre.
Iriney: Hizo una jugada muy poco inteligente en el 2-0. Por demás, aceptable.
Nacho: De lo mejor, apretó con sus caídas a la izquierda.
Juanma: En la primera parte sólo apareció en la alineación. En la segunda tuvo toda la banda para él por la indolencia de García, y al menos intervino. Un lastre.
Emana: El único referente en ataque mientras le duraron las fuerzas. Demasiado individualista porque se ha creído los piropos de la semana, pero el único que puede.
Rodri: No estuvo brillante pero trabajó y condujo bien muchas jugadas junto a Nacho y Vega.
Sergio García: No mete muchos goles, no trabaja nada y, ahora, tampoco juega al fútbol. Actuó otra vez en tres posiciones, y lo hizo mal en las tres. Lleva un mes demostrando que es un delantero absolutamente mediocre, digno de la categoría. Lo mejor que hizo fue provocar faltas: recordó al López Ufarte de la época de Retamero.
Pavone: Absolutamente nulo.
Caffa: Lo único que hizo bien fue un par de saques a la olla. Por demás pareció no estar.
Mehmet Aurelio: Muy pocos minutos, pero a un nivel aceptable. Hay que verlo más.
Detalles
Al inicio de la segunda parte Tapia dejó pasar (involuntariamente, esperamos) un balón bajo su pie que tardó medio minuto en ser sacado de banda por el Murcia, y observó en silencio el resto del partido desde la banda. El equipo apenas hizo faltas y recibió sólo dos tarjetas. Datos así hablan por sí solos de la actitud de entrenador y plantilla ante el infame espectáculo ofrecido.
Emana parece haber aprendido a colocar el balón antes de sacar los córneres por la derecha, aunque con escaso fruto esta vez.
El mediocentro murcianista Mejía sería un buen lateral derecho.
REAL MURCIA (2): Alberto; De Coz, Ochoa, Sergio Fernández, Óscar Sánchez; Mejía, Pere Martí (Pereyra, 80); Isaac Jové (Albiol, 53), Mario Rosas (Bruno, 66), Capdevila; y Natalio. REAL BETIS (0): Goitia; Damià (Caffa, 51), Melli, Arzu, Fernando Vega (Mehmet Aurelio, 75); Iriney, Nacho; Juanma, Emaná, Rodri (Pavone, 46); y Sergio García. Goles: 1-0: Min. 4, Capdevila. 2-0: Min. 7, Isaac Jové. Árbitro: José Luis Lesma López, madrileño. Amonestó a los visitantes Rodri y Pavone.
El Betis ha vuelto a las andadas de la irregularidad, un defecto que arrastra desde hace al menos un lustro, y ha perdido ante el peor equipo de esta Segunda española. Sea por falta de petisú loperiano o simplemente de profesionalidad, el equipo ha demostrado una nula tensión competitiva y regalado a sus seguidores un espectáculo vergonzoso semejante a otras infamias del último año (Elche, San Mamés, Bernabéu...). Es perfectamente asumible que en una temporada sucedan derrotas, incluso abultadas; no es tolerable que el equipo, empezando por su entrenador, no dé la menor señal de rebelión, nadie dé un grito, o que se permita perder tiempo infinitamente al rival sin siquiera protestar tímidamente, dando así una imagen de indiferencia por el resultado que arruina la moral del aficionado.
Tácticamente todo sigue el patrón de los últimos partidos: rival en 4-2-3-1, y el Betis con el escalonamiento de Iriney y Nacho en el centro, más, esta vez, Juanma, Emana y Rodri en la mediapunta y García arriba.
Primer tiempo
Cualquiera que haya jugado al fútbol sabe que ante un equipo nervioso e inferior es fundamental apretar al inicio para no permitir que se suba a las barbas y que se ponga por delante en el marcador. Los jugadores béticos hacen justamente lo contrario: arrancan dormidos, cometen fallos infantiles y se ponen abajo por dos veces.
El Betis vuelve a cometer dos errores aquí comentados y recibe por ellos dos goles: en el primero, tras defender muy blandamente un saque de banda, la jugada acaba exactamente como en el 1-0 de Cádiz: un dos contra uno horriblemente defendido (esta vez por Damià) cerca del palo derecho, y tiro bajo las piernas de un lento Goitia. En el segundo Iriney vuelve a pedir el balón al pie de los centrales para sacarlo en lugar de pedirlo entre líneas (dejando a sus dos compañeros de espectadores inútiles de la jugada de ataque), y además arriesga absurdamente al saltarse a Melli en un pase que apenas producía ventaja. Aún hubo dos oportunidades más en contra, ambas autogeneradas: en una Vega repite como último hombre el error del partido de Copa ante el Córdoba, y en otra Goitia sale mal por alto y, afortunadamente, tapa por intuición.
Pasados diez minutos, durante el resto de la primera parte el equipo tira las líneas hacia arriba tomando riesgos, domina sin un gran fútbol y puede apretar el marcador. Nacho cae a la banda izquierda logrando superioridades que acaban en córneres, mal sacados por Emana. El resto del juego llega arriba por robos y por Emana, muy activo.
Segunda parte
Sorprendentemente y muy lejos de salir en tromba, el equipo demuestra pasotismo por la situación, deja correr el reloj y apenas se acerca al área rival. Tapia lo intenta con cambios: Pavone por Rodri retrasando a García, luego (a los cinco minutos: ¿para perder tiempo?) Caffa por Damià pasando a Juanma al lateral y a García a la derecha, y finalmente Aurelio por Vega, pasando Nacho al lateral. El resultado es sólo un mayor desorden que permite al Murcia tocarla sin agobios.
Jugador por jugador
Goitia: Esta vez sí comete un error, en el primer gol, que nunca debe entrar bajo sus piernas pues no le tiran fuerte ni a quemarropa. Por demás, bien.
Damià: El primer gol del Murcia lo retrata una vez más como defensa. Luego, intrascendente.
Melli: Bien. Parece haberse rehabilitado; está rápido y la toca aceptablemente.
Arzu: En el segundo gol comete un fallo leve, muy bien castigado por un afortunado Murcia. Defensivamente estuvo bien, pero debió empujar más cuando el equipo lo necesitaba. Como capitán y veterano debe tomar protagonismo en situaciones tan lamentables como la de hoy: estuvo en las infamias de Elche, Bilbao y Madrid; mucha culpa le toca.
Vega: Muy por debajo de su nivel habitual, el marcador lo desquició y descolocó, y casi regala el tercero. Al menos demostró tener sangre.
Iriney: Hizo una jugada muy poco inteligente en el 2-0. Por demás, aceptable.
Nacho: De lo mejor, apretó con sus caídas a la izquierda.
Juanma: En la primera parte sólo apareció en la alineación. En la segunda tuvo toda la banda para él por la indolencia de García, y al menos intervino. Un lastre.
Emana: El único referente en ataque mientras le duraron las fuerzas. Demasiado individualista porque se ha creído los piropos de la semana, pero el único que puede.
Rodri: No estuvo brillante pero trabajó y condujo bien muchas jugadas junto a Nacho y Vega.
Sergio García: No mete muchos goles, no trabaja nada y, ahora, tampoco juega al fútbol. Actuó otra vez en tres posiciones, y lo hizo mal en las tres. Lleva un mes demostrando que es un delantero absolutamente mediocre, digno de la categoría. Lo mejor que hizo fue provocar faltas: recordó al López Ufarte de la época de Retamero.
Pavone: Absolutamente nulo.
Caffa: Lo único que hizo bien fue un par de saques a la olla. Por demás pareció no estar.
Mehmet Aurelio: Muy pocos minutos, pero a un nivel aceptable. Hay que verlo más.
Detalles
Al inicio de la segunda parte Tapia dejó pasar (involuntariamente, esperamos) un balón bajo su pie que tardó medio minuto en ser sacado de banda por el Murcia, y observó en silencio el resto del partido desde la banda. El equipo apenas hizo faltas y recibió sólo dos tarjetas. Datos así hablan por sí solos de la actitud de entrenador y plantilla ante el infame espectáculo ofrecido.
Emana parece haber aprendido a colocar el balón antes de sacar los córneres por la derecha, aunque con escaso fruto esta vez.
El mediocentro murcianista Mejía sería un buen lateral derecho.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Betis 4 - Villarreal B 0 (partido aplazado de la 10ª Jornada de Liga de Segunda División)
Sevilla, 2-12-2009
Real Betis: Goitia; Damià, Melli, Arzu, Fernando Vega; Iriney, Nacho; Sergio García, Emana (Mehmet Aurelio, 72), Caffa (Rodri, 59); y Pavone (Juanma, 65).
Villarreal B: Juan Carlos; Mario, Kiko, Català, Oriol; Matilla, Gullón, Bordás (Musacchio, 66); Cristóbal; Marco Ruben (Jefferson Montero, 26) y Hernán Pérez (Insa, 83).
Goles: 1-0: Min. 45, Emana. 2-0: Min. 54, Melli. 3-0: Min. 68, Sergio García. 4-0: Min. 70, Emana.
Árbitro: Hevias Obras, madrileño. Amonestó al local Melli y al visitante Hernán Pérez.
Bonito partido el de esta noche en Heliópolis, en el que el Betis ha ganado justamente pero con un resultado un tanto engañoso a un equipo que fue exactamente lo que se puede esperar de un filial del Villarreal: el B jugó y dejó jugar, tocó mucho y bien la pelota en corto y fue inocente (o tuvo mala suerte, si lo prefieren) ante la portería.
Con cuatro atrás (como ya parece obligatorio en el fútbol profesional español), el Villarreal B, cuyo delantero Marco Ruben se lesionó muy pronto, dejó dos puntas arriba y situó un rombo en el centro del campo; trató de imponer el estilo sudamericano de sus mayores, de toque corto y de calidad, posesión y ritmo no muy alto. El Betis repitió el equipo del domingo salvo la entrada de Caffa por Juanma, que obligó al cambio de banda de Sergio García como extremo. En el centro se repitió el esquema de doble pivote escalonado de Iriney y Nacho, muy acertado este, más un motivado Emana de mediapunta y Pavone arriba.
Dividiremos el partido en tres fases:
Primera parte: Nivelada la posesión, cada equipo trata de imponer su juego. El Villarreal B se acerca a base de toque dándose tiempo a meter mucha gente arriba al atacar, aunque le cuesta cambiar de velocidad en los últimos metros; sus dos extremos, buenos y rápidos, se ven bien surtidos de balones para el uno contra uno y hacen pasar malos ratos a Damià y Vega. A cambio el Betis se encuentra muchos espacios en el centro del campo y cuando mete velocidad (casi siempre gracias a Emana) lleva más peligro. El camerunés ayuda además un poco a los pivotes de modo que el Betis va haciéndose con el control del juego, en buena parte también gracias a las anticipaciones de sus centrales (que abortan numerosas aproximaciones peligrosas del enemigo) y a las prestaciones de Nacho, hasta que llega el gol justo antes del descanso durante una secuencia de ocasiones.
Inicio de la segunda parte: El Betis se encuentra pronto un segundo gol en una jugada a balón parado. A partir de ahí el Villarreal B se la juega a cara o cruz adelantando la defensa hasta la misma línea del centro del campo, gracias a lo que mete en serios problemas al Betis durante casi un cuarto de hora.
Final de la segunda parte: Salvada la situación por la suerte y por Goitia, el B muere en su ruleta rusa cuando un par de contraataques acaban saliéndole bien al Betis; pudieron caer más. El Betis no hace más sangre, tal vez para no ganarse un enemigo peligroso en la vuelta. El Betis acabó con Aurelio de pivote, Iriney y Nacho de interiores, Juanma y Rodri de extremos y García arriba.
Jugador por jugador:
Goitia: Bien, otra vez salvó situaciones difíciles en momentos delicados. Creemos que hoy pudo mejorar dos cosas: estar más decidido en el primer paso en las salidas por alto y por bajo (pues pierde en esa primera indecisión décimas preciosas) y no sacar hacia los mediocentros, en pases que aunque salgan bien los dejan expuestos a una pérdida peligrosa en un mal control: lo hizo dos veces.
Damià: Pasó muchísimos apuros ante su extremo, mucho más rápido que él, porque es demasiado lento en corto. Se sobrepuso con valentía, al menos.
Melli: Bien, anticipándose, bien colocado, rápido y aceptable con el balón. Y tuvo trabajo.
Arzu: Mejor aún que Melli. Hizo lo mismo y además saca la pelota muy limpiamente. Intervino en los dos primeros goles. También hizo dos pases demasiado peligrosos en su zona, en horizontal: debe vigilarse para no acabar yendo de sobrado, una de sus tentaciones de siempre.
Vega: También pasó más apuros que casi nunca con su extremo. A cambio resolvió con inteligencia situaciones complicadas.
Iriney: Trabajador y agresivo.
Nacho: Sorprendentemente bien de pivote/interior, justificando plenamente la confianza de Tapia aun jugando con una sola pierna. Rapidito en corto y muy inteligente, perdió muy pocos balones e hizo bien de pegamento del equipo.
Sergio García: Jugó en ambos extremos y de delantero. Se sumó a la fiesta con el viento a favor, pero definitivamente no anda fino. Al menos ha mejorado un poco su actitud.
Emana: Finiquitó él solo al Villarreal B. Se deshace de los rivales con una facilidad pasmosa, tiene buena visión de juego y físicamente anda muy por encima de la categoría. A ver si dura.
Caffa: Obliga a un cambio a la hora de juego, pero en ese tiempo da buenas prestaciones porque saca mucho partido a su escaso físico.
Pavone: No da una a derechas. Irá a mejor porque difícilmente puede ir a peor. Lo intenta, eso sí.
Rodri: A lo suyo, esto es, rapidez, verticalidad y voluntad. Ayudó a matar el partido.
Juanma: No desentonó en la fiesta final.
Mehmet Aurelio: Aunque en minutos basura y algo desorientado, demostró estar más rápido de lo esperable. Parece volver en un buen tono físico, y eso es una gran noticia.
Real Betis: Goitia; Damià, Melli, Arzu, Fernando Vega; Iriney, Nacho; Sergio García, Emana (Mehmet Aurelio, 72), Caffa (Rodri, 59); y Pavone (Juanma, 65).
Villarreal B: Juan Carlos; Mario, Kiko, Català, Oriol; Matilla, Gullón, Bordás (Musacchio, 66); Cristóbal; Marco Ruben (Jefferson Montero, 26) y Hernán Pérez (Insa, 83).
Goles: 1-0: Min. 45, Emana. 2-0: Min. 54, Melli. 3-0: Min. 68, Sergio García. 4-0: Min. 70, Emana.
Árbitro: Hevias Obras, madrileño. Amonestó al local Melli y al visitante Hernán Pérez.
Bonito partido el de esta noche en Heliópolis, en el que el Betis ha ganado justamente pero con un resultado un tanto engañoso a un equipo que fue exactamente lo que se puede esperar de un filial del Villarreal: el B jugó y dejó jugar, tocó mucho y bien la pelota en corto y fue inocente (o tuvo mala suerte, si lo prefieren) ante la portería.
Con cuatro atrás (como ya parece obligatorio en el fútbol profesional español), el Villarreal B, cuyo delantero Marco Ruben se lesionó muy pronto, dejó dos puntas arriba y situó un rombo en el centro del campo; trató de imponer el estilo sudamericano de sus mayores, de toque corto y de calidad, posesión y ritmo no muy alto. El Betis repitió el equipo del domingo salvo la entrada de Caffa por Juanma, que obligó al cambio de banda de Sergio García como extremo. En el centro se repitió el esquema de doble pivote escalonado de Iriney y Nacho, muy acertado este, más un motivado Emana de mediapunta y Pavone arriba.
Dividiremos el partido en tres fases:
Primera parte: Nivelada la posesión, cada equipo trata de imponer su juego. El Villarreal B se acerca a base de toque dándose tiempo a meter mucha gente arriba al atacar, aunque le cuesta cambiar de velocidad en los últimos metros; sus dos extremos, buenos y rápidos, se ven bien surtidos de balones para el uno contra uno y hacen pasar malos ratos a Damià y Vega. A cambio el Betis se encuentra muchos espacios en el centro del campo y cuando mete velocidad (casi siempre gracias a Emana) lleva más peligro. El camerunés ayuda además un poco a los pivotes de modo que el Betis va haciéndose con el control del juego, en buena parte también gracias a las anticipaciones de sus centrales (que abortan numerosas aproximaciones peligrosas del enemigo) y a las prestaciones de Nacho, hasta que llega el gol justo antes del descanso durante una secuencia de ocasiones.
Inicio de la segunda parte: El Betis se encuentra pronto un segundo gol en una jugada a balón parado. A partir de ahí el Villarreal B se la juega a cara o cruz adelantando la defensa hasta la misma línea del centro del campo, gracias a lo que mete en serios problemas al Betis durante casi un cuarto de hora.
Final de la segunda parte: Salvada la situación por la suerte y por Goitia, el B muere en su ruleta rusa cuando un par de contraataques acaban saliéndole bien al Betis; pudieron caer más. El Betis no hace más sangre, tal vez para no ganarse un enemigo peligroso en la vuelta. El Betis acabó con Aurelio de pivote, Iriney y Nacho de interiores, Juanma y Rodri de extremos y García arriba.
Jugador por jugador:
Goitia: Bien, otra vez salvó situaciones difíciles en momentos delicados. Creemos que hoy pudo mejorar dos cosas: estar más decidido en el primer paso en las salidas por alto y por bajo (pues pierde en esa primera indecisión décimas preciosas) y no sacar hacia los mediocentros, en pases que aunque salgan bien los dejan expuestos a una pérdida peligrosa en un mal control: lo hizo dos veces.
Damià: Pasó muchísimos apuros ante su extremo, mucho más rápido que él, porque es demasiado lento en corto. Se sobrepuso con valentía, al menos.
Melli: Bien, anticipándose, bien colocado, rápido y aceptable con el balón. Y tuvo trabajo.
Arzu: Mejor aún que Melli. Hizo lo mismo y además saca la pelota muy limpiamente. Intervino en los dos primeros goles. También hizo dos pases demasiado peligrosos en su zona, en horizontal: debe vigilarse para no acabar yendo de sobrado, una de sus tentaciones de siempre.
Vega: También pasó más apuros que casi nunca con su extremo. A cambio resolvió con inteligencia situaciones complicadas.
Iriney: Trabajador y agresivo.
Nacho: Sorprendentemente bien de pivote/interior, justificando plenamente la confianza de Tapia aun jugando con una sola pierna. Rapidito en corto y muy inteligente, perdió muy pocos balones e hizo bien de pegamento del equipo.
Sergio García: Jugó en ambos extremos y de delantero. Se sumó a la fiesta con el viento a favor, pero definitivamente no anda fino. Al menos ha mejorado un poco su actitud.
Emana: Finiquitó él solo al Villarreal B. Se deshace de los rivales con una facilidad pasmosa, tiene buena visión de juego y físicamente anda muy por encima de la categoría. A ver si dura.
Caffa: Obliga a un cambio a la hora de juego, pero en ese tiempo da buenas prestaciones porque saca mucho partido a su escaso físico.
Pavone: No da una a derechas. Irá a mejor porque difícilmente puede ir a peor. Lo intenta, eso sí.
Rodri: A lo suyo, esto es, rapidez, verticalidad y voluntad. Ayudó a matar el partido.
Juanma: No desentonó en la fiesta final.
Mehmet Aurelio: Aunque en minutos basura y algo desorientado, demostró estar más rápido de lo esperable. Parece volver en un buen tono físico, y eso es una gran noticia.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Betis 1 - Las Palmas 0 (14ª jornada de Liga de Segunda División)
Sevilla, 29-11-2009
Real Betis: Goitia; Damià, Melli, Arzu, Fernando Vega; Iriney (Juande, min. 65), Nacho; Juanma (Rodri, min. 52), Emana, Sergio García; y Pavone (Caffa, min. 72).
U.D. Las Palmas: Assman; Juampa, David García, Dani López, Pignol; Armiche, Josico (Jorge, 55), Miguel García, Álvaro (Saúl, min. 81); Javi Guerrero (Diego León, min. 58); y Marcos Márquez.
Gol: 1-0: Min, 76, Caffa.
Árbitro: Lizondo Cortés, valenciano. Amonestó a los locales Iriney, Pavone, Damià, Juande y Nacho, y a los visitantes Josico, David García, Jorge y Dani López.
Quien esto escribe no ha podido ver hoy los veinte primeros minutos del partido debido a su participación en la acción contra Lopera convocada en las inmediaciones del estadio. Mi análisis se limitará por tanto a los algo más de setenta minutos restantes. Durante esos veinte primeros minutos el Betis debió de ser mejor que Las Palmas pues acumuló tres claras ocasiones de gol por sólo una de los visitantes.
Las Palmas pone en el campo un 4-4-1-1 (4-2-3-1 si se prefiere), con Miguel García y Josico como pivotes del centro del campo y Javi Guerrero en la mediapunta. El Betis corrige por fin su inferioridad en la zona central del centro del campo al introducir a Emana en el equipo. El esquema resultante de su presencia y la de Nacho como pivote es parecido al asimétrico 4-2-3-1 usado por Chaparro durante la temporada anterior: cuatro atrás, dos extremos (Juanma y Sergio García, algo más arriba este por la izquierda), y, en el centro, una especie de zeta con Iriney de pivote derecho, Nacho de pivote izquierdo algo más adelantado (muchas veces un poco más escorado que Iriney, para compensar el adelantamiento de García: en la posición de Capi hace dos semanas y la temporada pasada), Emana de mediapunta con más tendencia a caer a derecha que a izquierda, y Pavone arriba.
Sea por la coincidencia de nuevo en el equipo de Juanma y Nacho, o sea más bien por la corrección de posiciones que supuso la ubicación de Emana como mediapunta unida al muy escaso empuje físico de los hombres que ocupaban el centro de Las Palmas (Miguel García defendió más posicionalmente que presionando, Josico apretó poco y fue sustituido por el decadente Larena, que nunca fue un gladiador, y tampoco Guerrero hizo honor a su apellido), lo cierto es que el Betis recuperó la igualdad numérica y por consiguiente la superioridad futbolística en el centro del campo. Así, dominó cómodamente el juego, y a Las Palmas se le hizo larguísimo el campo en defensa (apenas apretaba a la mediapunta bética) y en ataque (casi nunca llegó con comodidad a las cercanías del área del Betis); a cambio, los verdiblancos perdieron un poco de presencia en el área rival. Casi sin noticias del enemigo en ataque (por su incompetencia física y técnica y por un mayor rigor táctico bético), tampoco el Betis consiguió llegar demasiadas veces a puerta, pero siempre dio cierta sensación de peligro por las arrancadas de Emana y vio cómo Elizondo le escamoteaba un claro penalti. Finalmente llegó un premio justo que igualmente pudo no llegar.
El cambio de Pavone por un centrocampista y con empate puede parecer extraño. A riesgo de parecer ventajista (obviamente a Tapia le salió bien), hay que decir que el entrenador tenía en el campo a todos los delanteros disponibles y el desgaste de estos obliga a relevar. García pasó entonces arriba.
Jugador por jugador:
Goitia: Lo de siempre: alguna duda por alto, ningún error importante. Buen portero, sin duda.
Damià: Discreto y menos participativo en ataque que otras veces, estuvo aplicado en defensa y no pasó apuros.
Melli: En general bien posicionado y sin pasar problemas.
Arzu: Más anticipativo que otras veces y sin errores, como casi toda la línea.
Vega: Una vez más, el mejor de la defensa. Encimó al rival y empujó mucho por su banda, y además subió correctamente. Es tan rápido que para irse de él los extremos tiene que regatearlo dos o tres veces.
Juanma: Mejoró con balón respecto a partidos anteriores y estuvo más presente y atento.
Iriney: Bullicioso como siempre, bien en corto, rápido en la presión y demasiado agresivo con una tarjeta, hasta obligar al entrenador a cambiarlo para evitar su expulsión.
Nacho: Es un futbolista aceptable técnicamente, listo tácticamente y muy aplicado. Gracias a ello contribuyó al dominio del centro del campo pese a que sus limitaciones con la derecha le impiden ser un buen pivote. Tapia lo pone de lo que sea.
Sergio García: Una vez más no supo (o quiso) situarse bien en defensa y aportó poco en ataque. Impone mucho respeto a las defensas rivales, pero amaga más que da y trabaja lo justo. Le falta físico para jugar en la banda, tan lejos de la puerta rival.
Emana: Demostró que, con una mínima voluntad, provoca el terror en las defensas rivales. Aunque la prensa diga que la Segunda es muy difícil, lo cierto es que los pivotes y defensas centrales son aún más lentos que en Primera y ante ellos las conducciones de Emana (física y técnicamente muy bien dotado) hacen estragos. Además contribuyó a la superioridad en el centro del campo al aproximarse en defensa a los pivotes rivales. Así es seguramente el mejor mediapunta de Segunda; si pierde la concentración, valdría la pena probarlo en la banda.
Pavone: Sigue trabajando, pero sigue desacertado. No tiene apenas competencia, así que probablemente seguirá jugando.
Rodri: Excelente su balón en el gol, sigue siendo un peligro constante para el enemigo. Sólo cierta falta de rigor táctico como mediocampista, que ha de corregir, justifica que Juanma juegue en su lugar.
Juande: Parece nervioso porque está perdiendo un tren importante en su carrera. Se cargó con una tarjeta pronto poniéndose en peligro de expulsión (precisamente la razón por la que había sustituido a Iriney), y estuvo a punto de hacer un penalti absurdo que tal vez perdonó Elizondo.
Caffa: Pese a salir tarde metió un gol por listo y por calidad en la zurda, y casi hace un segundo. Su físico no da para mucho más, pero debe jugar siempre al menos quince minutos.
Detalle: Difícilmente sacará el Betis algún partido a los córneres por la banda derecha mientras los diestros que los botan (Sergio o Emana) se empeñen en poner el balón en la mismísima línea de fondo, autoimponéndose de ese modo que vaya al primer palo o que la curva natural del golpeo lo saque del campo antes de alcanzar el segundo palo o el mismo centro del área. Tan absurdo pero importante detalle se repite desde hace años.
Real Betis: Goitia; Damià, Melli, Arzu, Fernando Vega; Iriney (Juande, min. 65), Nacho; Juanma (Rodri, min. 52), Emana, Sergio García; y Pavone (Caffa, min. 72).
U.D. Las Palmas: Assman; Juampa, David García, Dani López, Pignol; Armiche, Josico (Jorge, 55), Miguel García, Álvaro (Saúl, min. 81); Javi Guerrero (Diego León, min. 58); y Marcos Márquez.
Gol: 1-0: Min, 76, Caffa.
Árbitro: Lizondo Cortés, valenciano. Amonestó a los locales Iriney, Pavone, Damià, Juande y Nacho, y a los visitantes Josico, David García, Jorge y Dani López.
Quien esto escribe no ha podido ver hoy los veinte primeros minutos del partido debido a su participación en la acción contra Lopera convocada en las inmediaciones del estadio. Mi análisis se limitará por tanto a los algo más de setenta minutos restantes. Durante esos veinte primeros minutos el Betis debió de ser mejor que Las Palmas pues acumuló tres claras ocasiones de gol por sólo una de los visitantes.
Las Palmas pone en el campo un 4-4-1-1 (4-2-3-1 si se prefiere), con Miguel García y Josico como pivotes del centro del campo y Javi Guerrero en la mediapunta. El Betis corrige por fin su inferioridad en la zona central del centro del campo al introducir a Emana en el equipo. El esquema resultante de su presencia y la de Nacho como pivote es parecido al asimétrico 4-2-3-1 usado por Chaparro durante la temporada anterior: cuatro atrás, dos extremos (Juanma y Sergio García, algo más arriba este por la izquierda), y, en el centro, una especie de zeta con Iriney de pivote derecho, Nacho de pivote izquierdo algo más adelantado (muchas veces un poco más escorado que Iriney, para compensar el adelantamiento de García: en la posición de Capi hace dos semanas y la temporada pasada), Emana de mediapunta con más tendencia a caer a derecha que a izquierda, y Pavone arriba.
Sea por la coincidencia de nuevo en el equipo de Juanma y Nacho, o sea más bien por la corrección de posiciones que supuso la ubicación de Emana como mediapunta unida al muy escaso empuje físico de los hombres que ocupaban el centro de Las Palmas (Miguel García defendió más posicionalmente que presionando, Josico apretó poco y fue sustituido por el decadente Larena, que nunca fue un gladiador, y tampoco Guerrero hizo honor a su apellido), lo cierto es que el Betis recuperó la igualdad numérica y por consiguiente la superioridad futbolística en el centro del campo. Así, dominó cómodamente el juego, y a Las Palmas se le hizo larguísimo el campo en defensa (apenas apretaba a la mediapunta bética) y en ataque (casi nunca llegó con comodidad a las cercanías del área del Betis); a cambio, los verdiblancos perdieron un poco de presencia en el área rival. Casi sin noticias del enemigo en ataque (por su incompetencia física y técnica y por un mayor rigor táctico bético), tampoco el Betis consiguió llegar demasiadas veces a puerta, pero siempre dio cierta sensación de peligro por las arrancadas de Emana y vio cómo Elizondo le escamoteaba un claro penalti. Finalmente llegó un premio justo que igualmente pudo no llegar.
El cambio de Pavone por un centrocampista y con empate puede parecer extraño. A riesgo de parecer ventajista (obviamente a Tapia le salió bien), hay que decir que el entrenador tenía en el campo a todos los delanteros disponibles y el desgaste de estos obliga a relevar. García pasó entonces arriba.
Jugador por jugador:
Goitia: Lo de siempre: alguna duda por alto, ningún error importante. Buen portero, sin duda.
Damià: Discreto y menos participativo en ataque que otras veces, estuvo aplicado en defensa y no pasó apuros.
Melli: En general bien posicionado y sin pasar problemas.
Arzu: Más anticipativo que otras veces y sin errores, como casi toda la línea.
Vega: Una vez más, el mejor de la defensa. Encimó al rival y empujó mucho por su banda, y además subió correctamente. Es tan rápido que para irse de él los extremos tiene que regatearlo dos o tres veces.
Juanma: Mejoró con balón respecto a partidos anteriores y estuvo más presente y atento.
Iriney: Bullicioso como siempre, bien en corto, rápido en la presión y demasiado agresivo con una tarjeta, hasta obligar al entrenador a cambiarlo para evitar su expulsión.
Nacho: Es un futbolista aceptable técnicamente, listo tácticamente y muy aplicado. Gracias a ello contribuyó al dominio del centro del campo pese a que sus limitaciones con la derecha le impiden ser un buen pivote. Tapia lo pone de lo que sea.
Sergio García: Una vez más no supo (o quiso) situarse bien en defensa y aportó poco en ataque. Impone mucho respeto a las defensas rivales, pero amaga más que da y trabaja lo justo. Le falta físico para jugar en la banda, tan lejos de la puerta rival.
Emana: Demostró que, con una mínima voluntad, provoca el terror en las defensas rivales. Aunque la prensa diga que la Segunda es muy difícil, lo cierto es que los pivotes y defensas centrales son aún más lentos que en Primera y ante ellos las conducciones de Emana (física y técnicamente muy bien dotado) hacen estragos. Además contribuyó a la superioridad en el centro del campo al aproximarse en defensa a los pivotes rivales. Así es seguramente el mejor mediapunta de Segunda; si pierde la concentración, valdría la pena probarlo en la banda.
Pavone: Sigue trabajando, pero sigue desacertado. No tiene apenas competencia, así que probablemente seguirá jugando.
Rodri: Excelente su balón en el gol, sigue siendo un peligro constante para el enemigo. Sólo cierta falta de rigor táctico como mediocampista, que ha de corregir, justifica que Juanma juegue en su lugar.
Juande: Parece nervioso porque está perdiendo un tren importante en su carrera. Se cargó con una tarjeta pronto poniéndose en peligro de expulsión (precisamente la razón por la que había sustituido a Iriney), y estuvo a punto de hacer un penalti absurdo que tal vez perdonó Elizondo.
Caffa: Pese a salir tarde metió un gol por listo y por calidad en la zurda, y casi hace un segundo. Su físico no da para mucho más, pero debe jugar siempre al menos quince minutos.
Detalle: Difícilmente sacará el Betis algún partido a los córneres por la banda derecha mientras los diestros que los botan (Sergio o Emana) se empeñen en poner el balón en la mismísima línea de fondo, autoimponéndose de ese modo que vaya al primer palo o que la curva natural del golpeo lo saque del campo antes de alcanzar el segundo palo o el mismo centro del área. Tan absurdo pero importante detalle se repite desde hace años.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Elche 3 - Betis 0 (13ª jornada de Liga de Segunda División)
Elche, 22-11-2009
Elche: Willy; Ximo Navarro, Samuel, Martí Crespí (Olmo, m.73), Raúl Fuster; Juli (Jandro, m.79), Acciari, Wakaso (Generelo, m.66), Santos; Trejo; y Jorge Molina.
Real Betis: Goitia; Nélson, Carlos García, Melli, Fernando Vega; Juanma (Mehmet Aurelio, m.79), Sunny (Emana, m.46), Arzu, Rodri; Sergio García y Pavone (Nacho, m.71).
Goles: 1-0: Min.12, Trejo. 2-0: Min.51, Molina, de penalti. 3-0: Min.54, Molina, de penalti. Árbitro: Teixira Vitienes (Comité cántabro). Amonestó a los locales Ximo Navarro y Santos y a los visitantes Carlos García, Mehmet Aurelio, Rodri y Melli. Expulsó con tarjeta roja directa a Carlos García (m.50) y por acumulación de amonestaciones a Nelson (m.52).
El Betis ha pisado hoy un escalón más en el descenso a los infiernos al que está sometiendo a su gente. Dar pena al Elche es otra experiencia nueva para sus aficionados, que ya sólo esperan que se toque fondo lo antes posible.
Dividiremos el partido en tres partes: la primera mitad, los infamantes primeros minutos de la segunda y el intrascendente tramo final.
Primera mitad:
El Betis se planta en el campo como siempre (4-4-2 muy alineado), y su enemigo también hace lo de siempre, dejando solo arriba a Molina, un exsegunda B que se bastó para superar a los dos centrales béticos. La ausencia de Iriney en el centro era muy preocupante, pero la novedad es en esta ocasión la intolerable actitud de la mayoría de los jugadores, desconcentrados y absolutamente incompetentes para elegir correctamente la jugada. Con una alineación que invitaba a saltarse el centro del campo (dos delanteros arriba contra dos centrales, gente rápida en las bandas y mediocentros en inferioridad numérica y con más físico que técnica), sin embargo el equipo se dedica a tratar de sacar la pelota jugada de forma suicida, con la lógica consecuencia de que cada pérdida coge a todos a contrapié y es una ocasión para el enemigo, hasta caer el 1-0. Entre el desacierto de Sergio García, y la desconcentración y pasividad generales que hacen que el Elche juegue a una velocidad más que el Betis, el centro del campo casi nunca supera al del rival y no se llega arriba con claridad jamás.
Inicio de la segunda parte:
En lugar de salir enrabietado, el equipo sale aún más despistado si cabe, se suceden las llegadas del Elche (la primera, muy clara ya, a los cuarenta y cinco segundos) y llegan dos penaltis con expulsión, el primero debido a la lentitud de Carlos García y el segundo a la, digamos, valentía de Teixeira Vitienes, aún peor árbitro que su hermano (el de las camisetas de cierto Sevilla-Betis).
Resto de la segunda parte:
El Elche pasa a jugar a ritmo de veteranos y el Betis muestra durante diez minutos la vergüenza de que careció durante los cincuenta y cinco anteriores, y llega así a puerta más que en todo el partido, aunque sin suerte. Inicialmente el equipo, inconsciente de lo que podía pasarle, queda en 3-3-2 con Melli, Arzu y Vega atrás, Juanma, Emana y Rodri en el centro y Sergio y Pavone arriba. Finalmente quedan Rodri, Aurelio, Emana y Nacho en el centro y García solo arriba.
Jugador por jugador:
Goitia: De nuevo se fue sin culpa ninguna en los goles, ni errores importantes. Debe blocar o despejar con más contundencia en las salidas por alto, y es demasiado lento en los penaltis, como portero alto (en el primer penalti se vence pronto, en el segundo tarde para poder llegar), pero estos son defectos menores. Si mantiene el nivel es portero de Primera, sin duda.
Nélson: Mal, aunque demasiado castigado por el árbitro. Ha mejorado en el uno contra uno, pero comete imprudencias graves queriendo sacar jugados balones peligrosos.
Carlos García: Su lentitud (terrible en el segundo gol) le supuso una tarjeta amarilla, una roja (directa aparentemente) y un penalti. Es aplicado, pero no da el nivel mínimo exigible.
Melli: Su blandura tuvo la consecuencia directa del primer gol. Sigue en caída libre.
Vega: Bien, aunque esperó al 3-0 para soltarse en ataque. Una vez más no fue superado casi nunca y empujó hacia arriba. Es de los pocos jugadores que dan el nivel y mantienen la exigencia consigo mismos.
Juanma: Uno de los que no se presentó en el partido. Paradigma del Betis actual: su nivel es el de un club ascensor entre Primera y Segunda; como además no está concentrado ni en un equipo hecho, su rendimiento es bajísimo, y aun así es titular.
Arzu: En su posición no se puede tener la falta de presencia que demostró hoy. Como se temía, empeoró sustancialmente a Iriney y dejó un hueco en la defensa. Debe cambiar de actitud, y no debe volver jamás al centro del campo.
Sunny: Otro jugador que no da el nivel que se supone exigible. Devolvió balones fortísimos a los defensas.
Rodri: Lo intentó en ataque y está muy rápido, pero no encontró con quién asociarse.
Sergio García: Mejoró en actitud defensiva, y corrió mucho, pero como un pollo sin cabeza. En ataque estuvo desacertado y bien marcado por un Elche que acercaba mucho las líneas.
Pavone: En forma es un aceptable delantero de Segunda, pero un jugador así jamás debe ser indiscutible en un Betis. No dio una a derechas, y no hay recambio para él.
Emana: Aunque en minutos de basura, demostró que tiene potencia y técnica sobradísimas para ser un jugador desequilibrante. Si quisiera sería un centrocampista importante, pero ni su actitud ni su aptitud mental parecen permitirlo.
Mehmet Aurelio: Su vuelta es una muy buena noticia. Si recupera condiciones parecidas a las que tuvo a inicios de la temporada pasada formaría con Iriney una muy buena pareja de centrocampistas para la categoría.
Nacho: Apenas se le notó, pero no era momento de juzgarlo.
Es triste describir el desempeño del equipo, pero desgraciadamente la situación de todos y cada uno de los departamentos del club (cantera, cuerpo técnico, plantilla, secretaría técnica, servicios jurídicos, relaciones institucionales y públicas, organización laboral, instalaciones...) hace temer que a corto y medio plazo haya pocas posibilidades de mejora. Detalles como una falta preparada para evitar el fuera de juego del Elche hacen pensar que el entrenador trabaja bien: poca culpa deben de tener los técnicos cuando todos los que vienen parecen malos.
Elche: Willy; Ximo Navarro, Samuel, Martí Crespí (Olmo, m.73), Raúl Fuster; Juli (Jandro, m.79), Acciari, Wakaso (Generelo, m.66), Santos; Trejo; y Jorge Molina.
Real Betis: Goitia; Nélson, Carlos García, Melli, Fernando Vega; Juanma (Mehmet Aurelio, m.79), Sunny (Emana, m.46), Arzu, Rodri; Sergio García y Pavone (Nacho, m.71).
Goles: 1-0: Min.12, Trejo. 2-0: Min.51, Molina, de penalti. 3-0: Min.54, Molina, de penalti. Árbitro: Teixira Vitienes (Comité cántabro). Amonestó a los locales Ximo Navarro y Santos y a los visitantes Carlos García, Mehmet Aurelio, Rodri y Melli. Expulsó con tarjeta roja directa a Carlos García (m.50) y por acumulación de amonestaciones a Nelson (m.52).
El Betis ha pisado hoy un escalón más en el descenso a los infiernos al que está sometiendo a su gente. Dar pena al Elche es otra experiencia nueva para sus aficionados, que ya sólo esperan que se toque fondo lo antes posible.
Dividiremos el partido en tres partes: la primera mitad, los infamantes primeros minutos de la segunda y el intrascendente tramo final.
Primera mitad:
El Betis se planta en el campo como siempre (4-4-2 muy alineado), y su enemigo también hace lo de siempre, dejando solo arriba a Molina, un exsegunda B que se bastó para superar a los dos centrales béticos. La ausencia de Iriney en el centro era muy preocupante, pero la novedad es en esta ocasión la intolerable actitud de la mayoría de los jugadores, desconcentrados y absolutamente incompetentes para elegir correctamente la jugada. Con una alineación que invitaba a saltarse el centro del campo (dos delanteros arriba contra dos centrales, gente rápida en las bandas y mediocentros en inferioridad numérica y con más físico que técnica), sin embargo el equipo se dedica a tratar de sacar la pelota jugada de forma suicida, con la lógica consecuencia de que cada pérdida coge a todos a contrapié y es una ocasión para el enemigo, hasta caer el 1-0. Entre el desacierto de Sergio García, y la desconcentración y pasividad generales que hacen que el Elche juegue a una velocidad más que el Betis, el centro del campo casi nunca supera al del rival y no se llega arriba con claridad jamás.
Inicio de la segunda parte:
En lugar de salir enrabietado, el equipo sale aún más despistado si cabe, se suceden las llegadas del Elche (la primera, muy clara ya, a los cuarenta y cinco segundos) y llegan dos penaltis con expulsión, el primero debido a la lentitud de Carlos García y el segundo a la, digamos, valentía de Teixeira Vitienes, aún peor árbitro que su hermano (el de las camisetas de cierto Sevilla-Betis).
Resto de la segunda parte:
El Elche pasa a jugar a ritmo de veteranos y el Betis muestra durante diez minutos la vergüenza de que careció durante los cincuenta y cinco anteriores, y llega así a puerta más que en todo el partido, aunque sin suerte. Inicialmente el equipo, inconsciente de lo que podía pasarle, queda en 3-3-2 con Melli, Arzu y Vega atrás, Juanma, Emana y Rodri en el centro y Sergio y Pavone arriba. Finalmente quedan Rodri, Aurelio, Emana y Nacho en el centro y García solo arriba.
Jugador por jugador:
Goitia: De nuevo se fue sin culpa ninguna en los goles, ni errores importantes. Debe blocar o despejar con más contundencia en las salidas por alto, y es demasiado lento en los penaltis, como portero alto (en el primer penalti se vence pronto, en el segundo tarde para poder llegar), pero estos son defectos menores. Si mantiene el nivel es portero de Primera, sin duda.
Nélson: Mal, aunque demasiado castigado por el árbitro. Ha mejorado en el uno contra uno, pero comete imprudencias graves queriendo sacar jugados balones peligrosos.
Carlos García: Su lentitud (terrible en el segundo gol) le supuso una tarjeta amarilla, una roja (directa aparentemente) y un penalti. Es aplicado, pero no da el nivel mínimo exigible.
Melli: Su blandura tuvo la consecuencia directa del primer gol. Sigue en caída libre.
Vega: Bien, aunque esperó al 3-0 para soltarse en ataque. Una vez más no fue superado casi nunca y empujó hacia arriba. Es de los pocos jugadores que dan el nivel y mantienen la exigencia consigo mismos.
Juanma: Uno de los que no se presentó en el partido. Paradigma del Betis actual: su nivel es el de un club ascensor entre Primera y Segunda; como además no está concentrado ni en un equipo hecho, su rendimiento es bajísimo, y aun así es titular.
Arzu: En su posición no se puede tener la falta de presencia que demostró hoy. Como se temía, empeoró sustancialmente a Iriney y dejó un hueco en la defensa. Debe cambiar de actitud, y no debe volver jamás al centro del campo.
Sunny: Otro jugador que no da el nivel que se supone exigible. Devolvió balones fortísimos a los defensas.
Rodri: Lo intentó en ataque y está muy rápido, pero no encontró con quién asociarse.
Sergio García: Mejoró en actitud defensiva, y corrió mucho, pero como un pollo sin cabeza. En ataque estuvo desacertado y bien marcado por un Elche que acercaba mucho las líneas.
Pavone: En forma es un aceptable delantero de Segunda, pero un jugador así jamás debe ser indiscutible en un Betis. No dio una a derechas, y no hay recambio para él.
Emana: Aunque en minutos de basura, demostró que tiene potencia y técnica sobradísimas para ser un jugador desequilibrante. Si quisiera sería un centrocampista importante, pero ni su actitud ni su aptitud mental parecen permitirlo.
Mehmet Aurelio: Su vuelta es una muy buena noticia. Si recupera condiciones parecidas a las que tuvo a inicios de la temporada pasada formaría con Iriney una muy buena pareja de centrocampistas para la categoría.
Nacho: Apenas se le notó, pero no era momento de juzgarlo.
Es triste describir el desempeño del equipo, pero desgraciadamente la situación de todos y cada uno de los departamentos del club (cantera, cuerpo técnico, plantilla, secretaría técnica, servicios jurídicos, relaciones institucionales y públicas, organización laboral, instalaciones...) hace temer que a corto y medio plazo haya pocas posibilidades de mejora. Detalles como una falta preparada para evitar el fuera de juego del Elche hacen pensar que el entrenador trabaja bien: poca culpa deben de tener los técnicos cuando todos los que vienen parecen malos.
lunes, 16 de noviembre de 2009
Betis 1 - Celta 1 (12ª Jornada de Liga de Segunda División)
Sevilla, 16-11-209
Real Betis: Goitia; Nelson (Caffa, 76), Carlos García (Juande, 70), Arzu, Fernando Vega; Juanma, Iriney, Capi (Odonkor, 59), Rodri; Sergio García y Pavone.
R.C. Celta: Falcón; Hugo Mallo, Catalá, Jordi, Roberto Lago; López Garai; Dani Abalo (Saulo, 60), Trashorras (Danilo, 82), Michu, Iago Aspas; y Arthuro (Botelho, 75).
Goles: 0-1: Min. 24, Trashorras, de penalti. 1-1: Min. 78, Sergio García. Árbitro: Gardeazabal Gómez, vasco. Expulsó con roja directa a Juande (minuto 71). Amonestó a los locales Arzu y Carlos García, y a los visitantes Arthuro, Saulo, Michu y Hugo Mallo.
La caída del árbitro en la última jugada del partido es el mejor resumen del esperpéntico final vivido esta noche en Heliópolis. Ese cuarto de hora fue lo único que mereció la pena del encuentro con el que el Celta y, sobre todo, el Betis castigaron a los espectadores que acudieron al estadio.
El partido ha de dividirse en tres fases: la primera parte, la segunda hasta la expulsión de Juande y el estrambote final.
Primera parte:
El Celta se presenta en el campo con un claro 4-1-4-1, repitiendo el planteamiento de casi todos los rivales del Betis: cuatro atrás y un solo delantero, consiguiendo una superioridad de tres contra dos en torno al círculo central. No sabemos si el cuerpo técnico del Betis no estudió al rival, si fue sorprendido o si cree que debe imponer su propio juego, pero ante eso Tapia insiste en el 4-4-2 tantas veces aquí comentado. La variante es esta vez que Juande es sacrificado para que Capi ocupe un lugar indefinido: si en teoría estamos ante el esquema habitual, en realidad la posición de Capitán no se sabe si es de mediocentro a la izquierda de Iriney, de interior escalonado o incluso, a veces, de mediapunta haciendo línea con los extremos; en defensa unas veces se empareja con el mediocentro del Celta, López Garai, otras con el mediapunta de su lado, otras hasta con el lateral derecho... El consecuente carajal táctico del centro del campo bético, sin parejas claras al defender y con los delanteros corriendo hacia ninguna parte cuando no tienen el balón, provoca que el rival se haga con la pelota desde el primer minuto hasta la media hora de juego, de donde emerge con merecida ventaja. En ataque Rodri empieza en la izquierda y Juanma en la derecha, aunque alternan frecuentemente posiciones con Sergio García. Sólo en los últimos quince minutos, más por la tremenda que por la académica, el Betis empuja (sobre todo gracias a Rodri) y al menos se acerca un poco a la portería rival.
Segunda parte hasta la expulsión de Juande (min. 71):
El Celta, aparentemente cómodo, renuncia a rematar a un enemigo tocado, se parapeta atrás, regala el balón y deja pasar el tiempo. El Betis adelanta mucho la defensa pero apenas llega con claridad: el primer disparo a puerta se produce pasada la hora de partido. Como consecuencia de la pésima planificación deportiva del club, Tapia, sin delanteros en el banquillo, sólo puede arriesgar quitando a Capi por Odonkor para pasar a Rodri a vértice de un rombo en el centro del campo y dejar a Iriney solo sosteniendo el medio; luego quita a Carlos García y mete a Juande con idea de atrasar a Iriney, pero tras la expulsión llega el caos.
Veinte minutos finales:
El Betis juega una especie de 4-3-2 con Odonkor, Arzu y Vega atrás, Iriney entre el centro de la defensa y el del mediocampo, Juanma, Rodri y Caffa en ese centro del campo, y Pavone y Sergio arriba, los cuales ni siquiera en esta situación bajan un poco a echar una mano (aunque corren, sin duda). El Celta se suicida: aun con marcador a favor y superioridad numérica no trata de tener la pelota, regala metros, hace faltas a Pavone (pecado mortal pues los balones a la olla favorecen al equipo inferior por igualar la situación) y es castigado. Al final el partido se vuelve loco, el Betis se deja el alma por acercarse a la portería rival y el Celta tiene varias ocasiones clarísimas milagrosamente salvadas por un enorme Goitia.
Jugador por jugador:
Goitia: Hasta la expulsión estuvo bien; desde la expulsión, excelente, salvando varios uno contra uno. Sus paradas habrían sacado a hombros a un portero más bajo.
Nelson: Mejoró mucho en defensa respecto a partidos anteriores. En ataque eligió mal la jugada en el primer tiempo pero acertó mucho después, completando un segundo tiempo realmente bueno.
Carlos García: Mostró sus conocidas limitaciones, aunque rifó el balón algo menos que en otros partidos.
Arzu: Bastante escondido, no cometió el penalti con el que le castigó el árbitro, ni apenas errores.
Vega: Ha vuelto a ser quien era, un buen defensa.
Juanma: Muy desacertado, ayudó poco a tener el balón. El problema del Betis de hogaño no es que Juanma juegue, sino que se espere como a un mesías a un jugador como él.
Iriney: Otra vez entre los mejores, volvió a hacer un esfuerzo enorme y a poner cierto orden en el desbarajuste táctico que se produce a su alrededor.
Capi: Mal, no parece estar en su mejor momento físico ni técnico, y nunca supo de qué jugaba. Esperemos que vuelva a resucitar, aunque por edad uno de estos bajones puede ser el que lo saque del fútbol de (digamos) alto nivel.
Rodri: El mejor junto a Goitia, peleó hasta acabar absolutamente roto, fue vertical, tiró para arriba de los compañeros, estuvo valiente y se comió los marrones posicionales tras los cambios de la segunda parte. Es bético y se le nota: si no se deja contagiar por el vestuario será pieza importante en la mala época que se avecina.
Sergio García: Más peleón que otras veces (algo no muy difícil), pero corre con poco sentido en defensa, apretando a los centrales rivales en lugar de incomodar al mediocentro enemigo. Estuvo muy desacertado con el balón en los pies; sólo el gol lo puede salvar. Lo saca casi todo a balón parado, pero hace poco daño.
Pavone: Peleó bien, como siempre, los balones largos y provocó faltas (algo muy importante en los minutos de inferioridad). Por abajo encaró demasiado lejos de la portería, y sin suerte.
Odonkor: La idea de situarlo de lateral es buena para jugar a la desesperada, ya que físico le sobra. Se volvieron a guasear de él.
Juande: Poco se puede decir de un jugador que dura menos de un minuto en el campo. Salió demasiado acelerado, y no es la primera vez que le ocurre una expulsión súbita por eso.
Caffa: Parece que no tiene fuerzas ni para un cuarto de hora, pero cuelga las faltas al área mejor que nadie de la plantilla.
Detalle: Rodri e Iriney, los últimos en llegar, son los jugadores que más empuje y ganas demostraron por revertir el marcador, con gestos y con hechos. Esta situación ya ha sido vista tantas veces (con Sobis y Emana, por ejemplo) que sólo puede interpretarse como acomodamiento de un vestuario que a Lopera se le fue de las manos hace muchísimo tiempo.
Real Betis: Goitia; Nelson (Caffa, 76), Carlos García (Juande, 70), Arzu, Fernando Vega; Juanma, Iriney, Capi (Odonkor, 59), Rodri; Sergio García y Pavone.
R.C. Celta: Falcón; Hugo Mallo, Catalá, Jordi, Roberto Lago; López Garai; Dani Abalo (Saulo, 60), Trashorras (Danilo, 82), Michu, Iago Aspas; y Arthuro (Botelho, 75).
Goles: 0-1: Min. 24, Trashorras, de penalti. 1-1: Min. 78, Sergio García. Árbitro: Gardeazabal Gómez, vasco. Expulsó con roja directa a Juande (minuto 71). Amonestó a los locales Arzu y Carlos García, y a los visitantes Arthuro, Saulo, Michu y Hugo Mallo.
La caída del árbitro en la última jugada del partido es el mejor resumen del esperpéntico final vivido esta noche en Heliópolis. Ese cuarto de hora fue lo único que mereció la pena del encuentro con el que el Celta y, sobre todo, el Betis castigaron a los espectadores que acudieron al estadio.
El partido ha de dividirse en tres fases: la primera parte, la segunda hasta la expulsión de Juande y el estrambote final.
Primera parte:
El Celta se presenta en el campo con un claro 4-1-4-1, repitiendo el planteamiento de casi todos los rivales del Betis: cuatro atrás y un solo delantero, consiguiendo una superioridad de tres contra dos en torno al círculo central. No sabemos si el cuerpo técnico del Betis no estudió al rival, si fue sorprendido o si cree que debe imponer su propio juego, pero ante eso Tapia insiste en el 4-4-2 tantas veces aquí comentado. La variante es esta vez que Juande es sacrificado para que Capi ocupe un lugar indefinido: si en teoría estamos ante el esquema habitual, en realidad la posición de Capitán no se sabe si es de mediocentro a la izquierda de Iriney, de interior escalonado o incluso, a veces, de mediapunta haciendo línea con los extremos; en defensa unas veces se empareja con el mediocentro del Celta, López Garai, otras con el mediapunta de su lado, otras hasta con el lateral derecho... El consecuente carajal táctico del centro del campo bético, sin parejas claras al defender y con los delanteros corriendo hacia ninguna parte cuando no tienen el balón, provoca que el rival se haga con la pelota desde el primer minuto hasta la media hora de juego, de donde emerge con merecida ventaja. En ataque Rodri empieza en la izquierda y Juanma en la derecha, aunque alternan frecuentemente posiciones con Sergio García. Sólo en los últimos quince minutos, más por la tremenda que por la académica, el Betis empuja (sobre todo gracias a Rodri) y al menos se acerca un poco a la portería rival.
Segunda parte hasta la expulsión de Juande (min. 71):
El Celta, aparentemente cómodo, renuncia a rematar a un enemigo tocado, se parapeta atrás, regala el balón y deja pasar el tiempo. El Betis adelanta mucho la defensa pero apenas llega con claridad: el primer disparo a puerta se produce pasada la hora de partido. Como consecuencia de la pésima planificación deportiva del club, Tapia, sin delanteros en el banquillo, sólo puede arriesgar quitando a Capi por Odonkor para pasar a Rodri a vértice de un rombo en el centro del campo y dejar a Iriney solo sosteniendo el medio; luego quita a Carlos García y mete a Juande con idea de atrasar a Iriney, pero tras la expulsión llega el caos.
Veinte minutos finales:
El Betis juega una especie de 4-3-2 con Odonkor, Arzu y Vega atrás, Iriney entre el centro de la defensa y el del mediocampo, Juanma, Rodri y Caffa en ese centro del campo, y Pavone y Sergio arriba, los cuales ni siquiera en esta situación bajan un poco a echar una mano (aunque corren, sin duda). El Celta se suicida: aun con marcador a favor y superioridad numérica no trata de tener la pelota, regala metros, hace faltas a Pavone (pecado mortal pues los balones a la olla favorecen al equipo inferior por igualar la situación) y es castigado. Al final el partido se vuelve loco, el Betis se deja el alma por acercarse a la portería rival y el Celta tiene varias ocasiones clarísimas milagrosamente salvadas por un enorme Goitia.
Jugador por jugador:
Goitia: Hasta la expulsión estuvo bien; desde la expulsión, excelente, salvando varios uno contra uno. Sus paradas habrían sacado a hombros a un portero más bajo.
Nelson: Mejoró mucho en defensa respecto a partidos anteriores. En ataque eligió mal la jugada en el primer tiempo pero acertó mucho después, completando un segundo tiempo realmente bueno.
Carlos García: Mostró sus conocidas limitaciones, aunque rifó el balón algo menos que en otros partidos.
Arzu: Bastante escondido, no cometió el penalti con el que le castigó el árbitro, ni apenas errores.
Vega: Ha vuelto a ser quien era, un buen defensa.
Juanma: Muy desacertado, ayudó poco a tener el balón. El problema del Betis de hogaño no es que Juanma juegue, sino que se espere como a un mesías a un jugador como él.
Iriney: Otra vez entre los mejores, volvió a hacer un esfuerzo enorme y a poner cierto orden en el desbarajuste táctico que se produce a su alrededor.
Capi: Mal, no parece estar en su mejor momento físico ni técnico, y nunca supo de qué jugaba. Esperemos que vuelva a resucitar, aunque por edad uno de estos bajones puede ser el que lo saque del fútbol de (digamos) alto nivel.
Rodri: El mejor junto a Goitia, peleó hasta acabar absolutamente roto, fue vertical, tiró para arriba de los compañeros, estuvo valiente y se comió los marrones posicionales tras los cambios de la segunda parte. Es bético y se le nota: si no se deja contagiar por el vestuario será pieza importante en la mala época que se avecina.
Sergio García: Más peleón que otras veces (algo no muy difícil), pero corre con poco sentido en defensa, apretando a los centrales rivales en lugar de incomodar al mediocentro enemigo. Estuvo muy desacertado con el balón en los pies; sólo el gol lo puede salvar. Lo saca casi todo a balón parado, pero hace poco daño.
Pavone: Peleó bien, como siempre, los balones largos y provocó faltas (algo muy importante en los minutos de inferioridad). Por abajo encaró demasiado lejos de la portería, y sin suerte.
Odonkor: La idea de situarlo de lateral es buena para jugar a la desesperada, ya que físico le sobra. Se volvieron a guasear de él.
Juande: Poco se puede decir de un jugador que dura menos de un minuto en el campo. Salió demasiado acelerado, y no es la primera vez que le ocurre una expulsión súbita por eso.
Caffa: Parece que no tiene fuerzas ni para un cuarto de hora, pero cuelga las faltas al área mejor que nadie de la plantilla.
Detalle: Rodri e Iriney, los últimos en llegar, son los jugadores que más empuje y ganas demostraron por revertir el marcador, con gestos y con hechos. Esta situación ya ha sido vista tantas veces (con Sobis y Emana, por ejemplo) que sólo puede interpretarse como acomodamiento de un vestuario que a Lopera se le fue de las manos hace muchísimo tiempo.
domingo, 8 de noviembre de 2009
Cádiz 2 - Betis 2 (11ª Jornada de Liga de Segunda División)
Cádiz, 8-11-2009
Cádiz C.F.: Casilla; Cristian, Dani Fragoso, Cifu, López Silva; Ormazábal, Erice; (Toedtli, 78), Caballero, López Silva, Enrique; (Nano, 73) y Diego Tristán (Ogbeche, 58).
Real Betis: Goitia; Damià (Fernando Vega, 46), Carlos García, Arzu, Nelson; Rodri, Iriney, Juande (Juanma, 46), Capi; Pavone (Sunny, 88) y Sergio García.
Goles: 1-0: Min. 27, López Silva. 1-1: Min. 57, Rodri. 1-2: Min. 75, Pavone. 2-2: Min. 92, Ogbeche. Árbitro: Ceballos Silva, extremeño. Amonestó a los locales Diego Tristán, Ogbeche y Caballero, y a los visitantes Carlos García, Iriney, Arzu y Fernando Vega.
Partido ambientado y muy típico de Segunda en el Carranza, en el que un Betis aceptable para su nivel empató justamente ante un flojo Cádiz. Si bien la sensación es de haber dejado escapar dos puntos en el descuento, el balance real de un partido en el que el portero del Cádiz apenas tuvo más trabajo que recoger dos balones de su portería hace justo el resultado, pese a la leve superioridad verdiblanca.
Primera parte:
El Cádiz presenta una alineación de hombres sin currículo futbolístico, salvo su único delantero, el exfutbolista Diego Tristán, que al parecer jugó. Superpuebla el centro del campo con cinco hombres, ante lo que el Betis repite el equipo de Girona, de nuevo con dos delanteros claros, más Capi por la izquierda y Rodri por la derecha.
El viento en contra complica las cosas al Betis. Tras unos primeros minutos descontrolados el partido entra en la fase de toma y daca en el centro del campo tantas veces vista esta temporada. La calidad física de los equipos es superior a la técnica, de modo que el partido es una sucesión de imprecisiones sin trascendencia. El Betis pasa apuros otra vez en el centro del campo, donde Juande esta vez empuja poco. En una jugada aislada el Cádiz aprovecha la dureza de cintura de Carlos García para ponerse arriba.
Segunda parte:
Capi pasa al sitio de Juande como pivote izquierdo para dejar su banda a Juanma (que inicialmente se va a la derecha pero luego cambia su lugar con Rodri). También Nelson se va al lateral de Damiá para dejar la zurda a Vega, dosificando así inteligentemente Tapia a los convalecientes de la gripe A. Estos cambios, el marcador y, sobre todo, la inversión del efecto del viento hacen que el Betis maneje totalmente el balón durante media hora. Juanma conduce bien, el centro del campo y los laterales aprietan, el Cádiz se acula y llegan los dos goles más por insistencia que por claridad de ideas.
Para los últimos minutos el Cádiz saca a Toedtli y el Betis a Sunny; se renuncia otra vez a la bola y se da un paso atrás, de manera que llega una sucesión de balones colgados que se paga con el empate. Tal vez el esfuerzo del inicio de la segunda parte (¿ayudado por las secuelas de la gripe?) excuse el bajón.
Jugador por jugador:
Goitia: Poco afortunado en el primer gol, en el que está lento de reflejos, salvó varios balones delicados en la segunda parte.
Damiá: Intrascendente, no acabó de encontrar sitio ni en defensa ni en ataque.
Carlos García: Se dejó regatear en la línea de fondo de forma inaceptable en el primer gol, por falta de cintura y sobre todo de inteligencia cuando a su izquierda un compañero le ayudaba haciendo el dos contra uno. Salvo que lo vea clarísimo, saca la pelota sistemáticamente a pelotazos con muy poco sentido. Comete pocos errores, pero no es más que un central más de Segunda. Mal tiene que estar Melli para empeorarlo.
Arzu: Más anticipativo que en otros partidos, sostuvo bien el centro. Si quiere da el nivel exigible.
Nelson: Sigue siendo un coladero defensivo, en el uno contra uno y, hoy, en el segundo gol, en el que dejó pasar el balón. Hay que buscarle un sitio lejos de su propia portería.
Rodri: Es rápido, listo y vertical. Recuerda a Pedrito, hoy incluso para clavar el balón suelto que le cayó.
Iriney: En su línea habitual, trabajó mucho a todo lo largo del partido.
Juande: Blandito y menos trabajador que otras veces, corre peligro de dejar pasar el tren. Mehmet Aurelio espera su lugar.
Capi: Espeso a pie cambiado, ganó bastante cuando tuvo más espacio para cubrir. Sin brillantez, parece ir recuperando tono físico.
Pavone: Hizo su trabajo habitual, aunque estuvo poco afortunado al centrar. Remató con intención siempre, y dio con el gol.
Sergio García: Parece haber cogido asco a una categoría que se ha ganado a pulso por tres veces. Su nulo trabajo e inaceptable actitud hacen que el desequilibrar en ataque pase de cualidad de supuesta estrella a mínimo exigible, ya que el equipo juega para él. Si no marca no aporta nada al equipo, ni en defensa ni en ataque, salvo, hoy, dos o tres recepciones de espaldas.
Vega: Cerró bien, como siempre, y atacó aceptablemente, como siempre.
Juanma: Jugó casi toda la segunda parte a pie cambiado, lo que le restó presencia. En un equipo como este su recuperación física puede ser importante.
Sunny: Casualidad o no, su salida volvió a coincidir con el embotellamiento del equipo y un gol en contra.
Cádiz C.F.: Casilla; Cristian, Dani Fragoso, Cifu, López Silva; Ormazábal, Erice; (Toedtli, 78), Caballero, López Silva, Enrique; (Nano, 73) y Diego Tristán (Ogbeche, 58).
Real Betis: Goitia; Damià (Fernando Vega, 46), Carlos García, Arzu, Nelson; Rodri, Iriney, Juande (Juanma, 46), Capi; Pavone (Sunny, 88) y Sergio García.
Goles: 1-0: Min. 27, López Silva. 1-1: Min. 57, Rodri. 1-2: Min. 75, Pavone. 2-2: Min. 92, Ogbeche. Árbitro: Ceballos Silva, extremeño. Amonestó a los locales Diego Tristán, Ogbeche y Caballero, y a los visitantes Carlos García, Iriney, Arzu y Fernando Vega.
Partido ambientado y muy típico de Segunda en el Carranza, en el que un Betis aceptable para su nivel empató justamente ante un flojo Cádiz. Si bien la sensación es de haber dejado escapar dos puntos en el descuento, el balance real de un partido en el que el portero del Cádiz apenas tuvo más trabajo que recoger dos balones de su portería hace justo el resultado, pese a la leve superioridad verdiblanca.
Primera parte:
El Cádiz presenta una alineación de hombres sin currículo futbolístico, salvo su único delantero, el exfutbolista Diego Tristán, que al parecer jugó. Superpuebla el centro del campo con cinco hombres, ante lo que el Betis repite el equipo de Girona, de nuevo con dos delanteros claros, más Capi por la izquierda y Rodri por la derecha.
El viento en contra complica las cosas al Betis. Tras unos primeros minutos descontrolados el partido entra en la fase de toma y daca en el centro del campo tantas veces vista esta temporada. La calidad física de los equipos es superior a la técnica, de modo que el partido es una sucesión de imprecisiones sin trascendencia. El Betis pasa apuros otra vez en el centro del campo, donde Juande esta vez empuja poco. En una jugada aislada el Cádiz aprovecha la dureza de cintura de Carlos García para ponerse arriba.
Segunda parte:
Capi pasa al sitio de Juande como pivote izquierdo para dejar su banda a Juanma (que inicialmente se va a la derecha pero luego cambia su lugar con Rodri). También Nelson se va al lateral de Damiá para dejar la zurda a Vega, dosificando así inteligentemente Tapia a los convalecientes de la gripe A. Estos cambios, el marcador y, sobre todo, la inversión del efecto del viento hacen que el Betis maneje totalmente el balón durante media hora. Juanma conduce bien, el centro del campo y los laterales aprietan, el Cádiz se acula y llegan los dos goles más por insistencia que por claridad de ideas.
Para los últimos minutos el Cádiz saca a Toedtli y el Betis a Sunny; se renuncia otra vez a la bola y se da un paso atrás, de manera que llega una sucesión de balones colgados que se paga con el empate. Tal vez el esfuerzo del inicio de la segunda parte (¿ayudado por las secuelas de la gripe?) excuse el bajón.
Jugador por jugador:
Goitia: Poco afortunado en el primer gol, en el que está lento de reflejos, salvó varios balones delicados en la segunda parte.
Damiá: Intrascendente, no acabó de encontrar sitio ni en defensa ni en ataque.
Carlos García: Se dejó regatear en la línea de fondo de forma inaceptable en el primer gol, por falta de cintura y sobre todo de inteligencia cuando a su izquierda un compañero le ayudaba haciendo el dos contra uno. Salvo que lo vea clarísimo, saca la pelota sistemáticamente a pelotazos con muy poco sentido. Comete pocos errores, pero no es más que un central más de Segunda. Mal tiene que estar Melli para empeorarlo.
Arzu: Más anticipativo que en otros partidos, sostuvo bien el centro. Si quiere da el nivel exigible.
Nelson: Sigue siendo un coladero defensivo, en el uno contra uno y, hoy, en el segundo gol, en el que dejó pasar el balón. Hay que buscarle un sitio lejos de su propia portería.
Rodri: Es rápido, listo y vertical. Recuerda a Pedrito, hoy incluso para clavar el balón suelto que le cayó.
Iriney: En su línea habitual, trabajó mucho a todo lo largo del partido.
Juande: Blandito y menos trabajador que otras veces, corre peligro de dejar pasar el tren. Mehmet Aurelio espera su lugar.
Capi: Espeso a pie cambiado, ganó bastante cuando tuvo más espacio para cubrir. Sin brillantez, parece ir recuperando tono físico.
Pavone: Hizo su trabajo habitual, aunque estuvo poco afortunado al centrar. Remató con intención siempre, y dio con el gol.
Sergio García: Parece haber cogido asco a una categoría que se ha ganado a pulso por tres veces. Su nulo trabajo e inaceptable actitud hacen que el desequilibrar en ataque pase de cualidad de supuesta estrella a mínimo exigible, ya que el equipo juega para él. Si no marca no aporta nada al equipo, ni en defensa ni en ataque, salvo, hoy, dos o tres recepciones de espaldas.
Vega: Cerró bien, como siempre, y atacó aceptablemente, como siempre.
Juanma: Jugó casi toda la segunda parte a pie cambiado, lo que le restó presencia. En un equipo como este su recuperación física puede ser importante.
Sunny: Casualidad o no, su salida volvió a coincidir con el embotellamiento del equipo y un gol en contra.
sábado, 24 de octubre de 2009
Girona 0 - Betis 2 (9ª Jornada de Liga de Segunda División)
Gerona, 23-10-2009
Girona: Jorquera, Galán, Almirón, Cañas, Bernaus, Matamala, Dorka, Peragón (Sarmiento, minuto 46), Moha (Juanma, minuto 70), Gerard (Xumetra, minuto 46) y Kiko Ratón.
Real Betis: Goitia; Damià, Arzu, Carlos García, Nelson; Rodri, Iriney, Juande, Capi (Sunny, minuto 72); Sergio García (Melli, minuto 88) y Mariano Pavone (Caffa, minuto 90).
Goles: 0-1, minuto 35: Sergio García. 0-2, minuto 48: Pavone.
Árbitro: Pérez Riverol, canario. Amarillas para Rodri, Bernaus, Juande, Cañas, Sunny, Almirón y Damià.
Las grotescas circunstancias en las que hube de ver el Girona-Betis (una transmisión por internet digna de un relato de Kafka) me impiden hacer un análisis más o menos completo del partido. Realmente sólo pude malver la primera y la última medias horas del partido, de modo que no pude seguir el tramo central, que al parecer fue lo mejor del Betis. Aún así trataré de analizar lo que (digamos) vi.
El Betis se presenta en un campo de juego pequeño y en dudosas condiciones con un equipo en el que no hay un solo zurdo (claro síntoma de la escasa competencia para la confección de la plantilla de Momparlet). Tapia hace caso a la opinión general de que hay que arropar más a los mediocentros: da por primera vez oportunidad como titular a Rodri en la derecha y a Capi en la izquierda. Por demás el sistema de juego sigue siendo el habitual 4-4-2, si bien Capi tiene tendencia a jugar con el balón hacia dentro, mientras que Rodri es más vertical.
En la primera media hora la presión en el centro del campo de ambos equipos, las condiciones del terreno y la escasa calidad de los jugadores ofrecen un muy mal espectáculo, típico de Segunda: pelotazos e imprecisiones constantes, barullos en el medio... Tras la fase central, en la que llegan los dos goles y buenas jugadas de Capi y Rodri, el Betis controla sin demasiados problemas el tercio final, aunque carece por completo de la ambición necesaria para rematar a un rival roto, de bajísima calidad (especialmente arriba) y cuyo presidente era abroncado por su propia grada. Tan sólo en los ultimísimos minutos y coincidiendo con los dos extraños cambios finales de Tapia llegan, casi seguidas, tres (!) ocasiones claras para el Girona.
Por líneas:
Portero: atento y bien colocado, ni se buscó problemas ni se los buscaron.
Defensa: con algún apuro en el centro, a los laterales apenas los encararon esta vez porque el juego del Girona nunca fluyó. A Nelson casi le vino bien cambiar de banda: pareció pensar más en defender.
Centro del campo: Rodri dio una velocidad de más y verticalidad. Los pivotes estuvieron aceptables y más ayudados: Tapia rectificó, afortunadamente, la suplencia de Juande; su presencia es una solución mucho mejor que la de adelantar a Arzu, con la que se perdería mucho atrás y se ganaría poco en el medio. Juande jugó de mediocentro izquierdo y acabó en la banda cuando Sunny sustituyó a Capi. Éste sumó minutos, dio buenos pases y perdió muchos balones, pero irá seguramente a más.
Delantera: García mostró una apatía preocupante, pero, al cabo, sumó un gol cada delantero.
Otros comentarios:
El linier de la banda derecha mostró una sospechosa contumacia en pitar extrañas faltas contra el Betis que no veía ni el árbitro, por demás exageradamente tarjetero.
Llama también la atención la decadencia de Gerard, destacado jugador de Champions en aquel Valencia tan poderoso físicamente de Cúper y hoy, con treinta años tan sólo, cambiado en el descanso en un flojísimo equipo de Segunda. Su trayectoria es semejante a las de Farinós, Mendieta y otros jugadores-milagro de aquel equipo.
Habrá que ir asumiendo que la calidad de la plantilla del Betis es escasa: ninguno de sus integrantes (ni uno solo) ha sido titular en equipos de Primera españoles de un mínimo nivel, más allá del propio e irregular Betis de estos años. La actitud del equipo, falto de carácter, de tenacidad en el esfuerzo, de ambición e incluso de líderes, deja bastante que desear (como demuestran los últimos minutos del partido de hoy), pero ocurre que a poco que baje aquélla se empieza a notar el escaso nivel individual, rematado por la falta de conocimientos tácticos en los jugadores, malentrenados por años. Realmente debiéramos esperar menos de una plantilla cuyos titulares indiscutibles son Goitia, Vega, los García, Juanma, Iriney o Pavone, todos ellos hombres de currículum objetivamente mediocre. Más que el Real Madrid de Segunda el Betis parece el Atlético de Madrid de Segunda: un equipo sobrevalorado por el entorno.
Girona: Jorquera, Galán, Almirón, Cañas, Bernaus, Matamala, Dorka, Peragón (Sarmiento, minuto 46), Moha (Juanma, minuto 70), Gerard (Xumetra, minuto 46) y Kiko Ratón.
Real Betis: Goitia; Damià, Arzu, Carlos García, Nelson; Rodri, Iriney, Juande, Capi (Sunny, minuto 72); Sergio García (Melli, minuto 88) y Mariano Pavone (Caffa, minuto 90).
Goles: 0-1, minuto 35: Sergio García. 0-2, minuto 48: Pavone.
Árbitro: Pérez Riverol, canario. Amarillas para Rodri, Bernaus, Juande, Cañas, Sunny, Almirón y Damià.
Las grotescas circunstancias en las que hube de ver el Girona-Betis (una transmisión por internet digna de un relato de Kafka) me impiden hacer un análisis más o menos completo del partido. Realmente sólo pude malver la primera y la última medias horas del partido, de modo que no pude seguir el tramo central, que al parecer fue lo mejor del Betis. Aún así trataré de analizar lo que (digamos) vi.
El Betis se presenta en un campo de juego pequeño y en dudosas condiciones con un equipo en el que no hay un solo zurdo (claro síntoma de la escasa competencia para la confección de la plantilla de Momparlet). Tapia hace caso a la opinión general de que hay que arropar más a los mediocentros: da por primera vez oportunidad como titular a Rodri en la derecha y a Capi en la izquierda. Por demás el sistema de juego sigue siendo el habitual 4-4-2, si bien Capi tiene tendencia a jugar con el balón hacia dentro, mientras que Rodri es más vertical.
En la primera media hora la presión en el centro del campo de ambos equipos, las condiciones del terreno y la escasa calidad de los jugadores ofrecen un muy mal espectáculo, típico de Segunda: pelotazos e imprecisiones constantes, barullos en el medio... Tras la fase central, en la que llegan los dos goles y buenas jugadas de Capi y Rodri, el Betis controla sin demasiados problemas el tercio final, aunque carece por completo de la ambición necesaria para rematar a un rival roto, de bajísima calidad (especialmente arriba) y cuyo presidente era abroncado por su propia grada. Tan sólo en los ultimísimos minutos y coincidiendo con los dos extraños cambios finales de Tapia llegan, casi seguidas, tres (!) ocasiones claras para el Girona.
Por líneas:
Portero: atento y bien colocado, ni se buscó problemas ni se los buscaron.
Defensa: con algún apuro en el centro, a los laterales apenas los encararon esta vez porque el juego del Girona nunca fluyó. A Nelson casi le vino bien cambiar de banda: pareció pensar más en defender.
Centro del campo: Rodri dio una velocidad de más y verticalidad. Los pivotes estuvieron aceptables y más ayudados: Tapia rectificó, afortunadamente, la suplencia de Juande; su presencia es una solución mucho mejor que la de adelantar a Arzu, con la que se perdería mucho atrás y se ganaría poco en el medio. Juande jugó de mediocentro izquierdo y acabó en la banda cuando Sunny sustituyó a Capi. Éste sumó minutos, dio buenos pases y perdió muchos balones, pero irá seguramente a más.
Delantera: García mostró una apatía preocupante, pero, al cabo, sumó un gol cada delantero.
Otros comentarios:
El linier de la banda derecha mostró una sospechosa contumacia en pitar extrañas faltas contra el Betis que no veía ni el árbitro, por demás exageradamente tarjetero.
Llama también la atención la decadencia de Gerard, destacado jugador de Champions en aquel Valencia tan poderoso físicamente de Cúper y hoy, con treinta años tan sólo, cambiado en el descanso en un flojísimo equipo de Segunda. Su trayectoria es semejante a las de Farinós, Mendieta y otros jugadores-milagro de aquel equipo.
Habrá que ir asumiendo que la calidad de la plantilla del Betis es escasa: ninguno de sus integrantes (ni uno solo) ha sido titular en equipos de Primera españoles de un mínimo nivel, más allá del propio e irregular Betis de estos años. La actitud del equipo, falto de carácter, de tenacidad en el esfuerzo, de ambición e incluso de líderes, deja bastante que desear (como demuestran los últimos minutos del partido de hoy), pero ocurre que a poco que baje aquélla se empieza a notar el escaso nivel individual, rematado por la falta de conocimientos tácticos en los jugadores, malentrenados por años. Realmente debiéramos esperar menos de una plantilla cuyos titulares indiscutibles son Goitia, Vega, los García, Juanma, Iriney o Pavone, todos ellos hombres de currículum objetivamente mediocre. Más que el Real Madrid de Segunda el Betis parece el Atlético de Madrid de Segunda: un equipo sobrevalorado por el entorno.
domingo, 11 de octubre de 2009
Betis 1 - Real Unión de Irún 1 (7a Jornada de Liga de Segunda División)
Sevilla, 11-10-2009
Real Betis: Goitia; Nelson, Carlos García, Arzu, Fernando Vega; Odonkor, Iriney, Juande (Sunny, 68), Caffa (Capi, 76); Sergio García (Rodri, 59) y Pavone.
Real Unión de Irún: Jáuregui; Descarga, Iglesias, Alcalá, Gurrutxaga; Beobide; Montoro (Juan Domínguez, 71), Salcedo (Durán, 61), Quero, Abasolo; y Gorka Brit (Goikoetxea, 75).
Goles: 1-0: Min. 41, Caffa. 1-1: Min. 84, Abasolo. Árbitro: Gregorio Bernabé García, murciano. Amonestó a los locales Caffa y Nelson, y al visitante Montoro.
Espantoso y preocupante partido del Betis el día que debía haber mostrado sin excusas (mala tiene que estar la cosa si las bajas de Juanma y Nacho lo son) que es un equipo mandón en Segunda. La falta de actitud primero y la de inteligencia después convirtieron un partido a priori sencillo en un ataque de nervios. El Real Unión mereció ganar porque fue mejor que el Betis, que olvidó las virtudes mostradas hasta ahora, especialmente la solidaridad y el ritmo con el balón.
Primera parte: la falta de intensidad y velocidad en el juego, y de continuidad en el movimiento de la bola, convierten al Unión en un igual que llega a puerta tanto como el Betis. Aunque el Unión (con cuatro atrás y Brit solo arriba) deja recibir con total comodidad entre sus dos líneas defensivas, en ataque se llega poco, casi siempre por las bandas debido a la nula aportación de Sergio García y el escaso acierto de Pavone. Al menos Caffa interviene con profundidad y Nelson y Odonkor, aunque no muy coordinados, consiguen llevar cinco o seis jugadas al área rival; una acaba dentro gracias a la ayuda de Gorka Brit y de la cabeza del portero. En defensa se vuelve a permitir demasiado juego al centro del campo rival: en el 4-4-2 los delanteros ayudan esta vez un poco más, pero se cometen demasiadas faltas evitables que dan tiempo a un equipo pequeño a mandar a la gente arriba y crear barullos en el área.
Segunda parte: el Betis se echa atrás inexplicablemente, dando por bueno desde el inicio un marcador muy corto: Goitia pierde tiempo desde el inicio. En lugar de tener el balón, abrir el campo y buscar la puerta rival, sólo usa la pelota (y mal) para dejar pasar el tiempo. El rival, sin nada que perder, se lo cree, llegan los nervios, Tapia manda el mensaje equivocado al cambiar a Juande por Sunny y, muy merecidamente, llega el empate. Sin balón se defiende mal: la banda derecha lo hace de una forma infantil, persiguiendo la pelota y sin ayudar a los mediocentros; Caffa está simplemente fundido, hasta que unas molestias musculares obligan a hacer un cambio que debió llegar mucho antes. En consecuencia los mediocentros vuelven a verse rebasados numéricamente ante tres hombres por dentro, y el Unión juega muy fácil para su escasa calidad.
Tras el empate los nervios les llegan a los vascos y el Betis casi marca, más por inercia y desesperación que por otra cosa.
Jugador por jugador:
Goitia: Bien. Aunque tuvo un par de dudas en las salidas por alto, se va otra vez sin haber cometido un solo error y habiendo sacado varios balones comprometidos. Aunque los porteros altos sean poco vistosos para el público, no se entienden algunos pitos contra él.
Nelson: Un coladero en el uno contra uno e incluso en el dos contra dos. Parece no entender los rudimentos de esas jugadas; en el extremo contrario de los casos Panucci o Babic, quiere echarse constantemente encima del rival y sólo consigue que lo rebase cualquier extremo de Segunda. En ataque, bien en la primera parte y mal en la segunda.
Carlos García: Definitivamente un central típico del tándem Lopera-Momparlet, al estilo Nano. Duro de cintura y lento, aunque pegajoso y correcto por alto. Con el balón en los pies sólo piensa en largo.
Arzu: Otra vez muy bien, aunque tal vez menos participativo. No se equivocó nunca y arregló en un toque la salida del balón. La comparación con el resto de los centrales de la plantilla lo convierte casi en Beckenbauer.
Vega: Más flojo que en otras ocasiones en ataque y defensa, y otra presa de los nervios al final, pero aceptable.
Odonkor: Pese a quien pese, francamente bien en el primer tiempo, con buenos controles y llegando mucho hasta la línea de fondo; si centra bien en la mitad de esas jugadas ya hace más que otros en cinco partidos. Su falta de inteligencia defensiva y ofensiva lo convierte en un problema con el marcador a favor: no tiene el balón, se sitúa mal para defender y ayuda sólo cuando la bola se acerca a su par.
Juande: Bien mientras lo dejaron, dando un poco de ritmo al juego. Comete el error de ir a por la pelota al pie del central, algo especialmente absurdo si ese central es Arzu. Su salida empeoró al equipo.
Iriney: De lo mejor del equipo hasta mediada la segunda parte, entró en modo pánico al ver que sus compañeros no querían la pelota y perdió dos bolas muy peligrosas.
Caffa: Bien en el primer tiempo, se fundió como siempre al inicio del segundo, contribuyendo al desmoronamiento del centro del campo. Es inexplicable que no fuera sustituido antes.
Sergio García: Displicente, como demostraron algunos gestos, fue cambiado por su nula aportación en un día en que hacía tanta falta como cualquiera.
Pavone: No tuvo un día acertado y además quiso hacer la guerra por su cuenta olvidando sus limitaciones, buscando el uno contra uno lejos del área.
Rodri: Parece rápido e interesante con el balón, pero no eligió bien la jugada.
Sunny: Su entrada significó que el equipo definitivamente no sólo renunciaba a ampliar el marcador, sino siquiera a tener la pelota, algo muy preocupante en casa y ante el equipo de un pueblo guipuzcoano. Estuvo irregular.
Capi: Empujó hacia arriba e hizo un poco de pegamento en un equipo roto.
Detalle: el árbitro era bastante bueno para el nivel español de Segunda.
Real Betis: Goitia; Nelson, Carlos García, Arzu, Fernando Vega; Odonkor, Iriney, Juande (Sunny, 68), Caffa (Capi, 76); Sergio García (Rodri, 59) y Pavone.
Real Unión de Irún: Jáuregui; Descarga, Iglesias, Alcalá, Gurrutxaga; Beobide; Montoro (Juan Domínguez, 71), Salcedo (Durán, 61), Quero, Abasolo; y Gorka Brit (Goikoetxea, 75).
Goles: 1-0: Min. 41, Caffa. 1-1: Min. 84, Abasolo. Árbitro: Gregorio Bernabé García, murciano. Amonestó a los locales Caffa y Nelson, y al visitante Montoro.
Espantoso y preocupante partido del Betis el día que debía haber mostrado sin excusas (mala tiene que estar la cosa si las bajas de Juanma y Nacho lo son) que es un equipo mandón en Segunda. La falta de actitud primero y la de inteligencia después convirtieron un partido a priori sencillo en un ataque de nervios. El Real Unión mereció ganar porque fue mejor que el Betis, que olvidó las virtudes mostradas hasta ahora, especialmente la solidaridad y el ritmo con el balón.
Primera parte: la falta de intensidad y velocidad en el juego, y de continuidad en el movimiento de la bola, convierten al Unión en un igual que llega a puerta tanto como el Betis. Aunque el Unión (con cuatro atrás y Brit solo arriba) deja recibir con total comodidad entre sus dos líneas defensivas, en ataque se llega poco, casi siempre por las bandas debido a la nula aportación de Sergio García y el escaso acierto de Pavone. Al menos Caffa interviene con profundidad y Nelson y Odonkor, aunque no muy coordinados, consiguen llevar cinco o seis jugadas al área rival; una acaba dentro gracias a la ayuda de Gorka Brit y de la cabeza del portero. En defensa se vuelve a permitir demasiado juego al centro del campo rival: en el 4-4-2 los delanteros ayudan esta vez un poco más, pero se cometen demasiadas faltas evitables que dan tiempo a un equipo pequeño a mandar a la gente arriba y crear barullos en el área.
Segunda parte: el Betis se echa atrás inexplicablemente, dando por bueno desde el inicio un marcador muy corto: Goitia pierde tiempo desde el inicio. En lugar de tener el balón, abrir el campo y buscar la puerta rival, sólo usa la pelota (y mal) para dejar pasar el tiempo. El rival, sin nada que perder, se lo cree, llegan los nervios, Tapia manda el mensaje equivocado al cambiar a Juande por Sunny y, muy merecidamente, llega el empate. Sin balón se defiende mal: la banda derecha lo hace de una forma infantil, persiguiendo la pelota y sin ayudar a los mediocentros; Caffa está simplemente fundido, hasta que unas molestias musculares obligan a hacer un cambio que debió llegar mucho antes. En consecuencia los mediocentros vuelven a verse rebasados numéricamente ante tres hombres por dentro, y el Unión juega muy fácil para su escasa calidad.
Tras el empate los nervios les llegan a los vascos y el Betis casi marca, más por inercia y desesperación que por otra cosa.
Jugador por jugador:
Goitia: Bien. Aunque tuvo un par de dudas en las salidas por alto, se va otra vez sin haber cometido un solo error y habiendo sacado varios balones comprometidos. Aunque los porteros altos sean poco vistosos para el público, no se entienden algunos pitos contra él.
Nelson: Un coladero en el uno contra uno e incluso en el dos contra dos. Parece no entender los rudimentos de esas jugadas; en el extremo contrario de los casos Panucci o Babic, quiere echarse constantemente encima del rival y sólo consigue que lo rebase cualquier extremo de Segunda. En ataque, bien en la primera parte y mal en la segunda.
Carlos García: Definitivamente un central típico del tándem Lopera-Momparlet, al estilo Nano. Duro de cintura y lento, aunque pegajoso y correcto por alto. Con el balón en los pies sólo piensa en largo.
Arzu: Otra vez muy bien, aunque tal vez menos participativo. No se equivocó nunca y arregló en un toque la salida del balón. La comparación con el resto de los centrales de la plantilla lo convierte casi en Beckenbauer.
Vega: Más flojo que en otras ocasiones en ataque y defensa, y otra presa de los nervios al final, pero aceptable.
Odonkor: Pese a quien pese, francamente bien en el primer tiempo, con buenos controles y llegando mucho hasta la línea de fondo; si centra bien en la mitad de esas jugadas ya hace más que otros en cinco partidos. Su falta de inteligencia defensiva y ofensiva lo convierte en un problema con el marcador a favor: no tiene el balón, se sitúa mal para defender y ayuda sólo cuando la bola se acerca a su par.
Juande: Bien mientras lo dejaron, dando un poco de ritmo al juego. Comete el error de ir a por la pelota al pie del central, algo especialmente absurdo si ese central es Arzu. Su salida empeoró al equipo.
Iriney: De lo mejor del equipo hasta mediada la segunda parte, entró en modo pánico al ver que sus compañeros no querían la pelota y perdió dos bolas muy peligrosas.
Caffa: Bien en el primer tiempo, se fundió como siempre al inicio del segundo, contribuyendo al desmoronamiento del centro del campo. Es inexplicable que no fuera sustituido antes.
Sergio García: Displicente, como demostraron algunos gestos, fue cambiado por su nula aportación en un día en que hacía tanta falta como cualquiera.
Pavone: No tuvo un día acertado y además quiso hacer la guerra por su cuenta olvidando sus limitaciones, buscando el uno contra uno lejos del área.
Rodri: Parece rápido e interesante con el balón, pero no eligió bien la jugada.
Sunny: Su entrada significó que el equipo definitivamente no sólo renunciaba a ampliar el marcador, sino siquiera a tener la pelota, algo muy preocupante en casa y ante el equipo de un pueblo guipuzcoano. Estuvo irregular.
Capi: Empujó hacia arriba e hizo un poco de pegamento en un equipo roto.
Detalle: el árbitro era bastante bueno para el nivel español de Segunda.
domingo, 4 de octubre de 2009
Rayo Vallecano 2 - Betis 2 (6a Jornada de Liga de Segunda División)
Madrid, 4-10-2009
Rayo Vallecano: Cobeño; José Serrano, Pelegrín, Edu, Coke, Ángel (Míchel, 61), Movilla, Jofre (Pacheco, 77), Quero, Aganzo (Piti, 32) y Rubén Castro.
Real Betis: Goitia; Nelson, Melli, Rivas, Fernando Vega; Damiá, Juande (Caffa, 63), Iriney, (Odonkor, 72), Nacho; Emaná (Capi, 80) y Sergio García.
Goles: 0-1, minuto 9: Juande. 1-1, minuto 11: Rubén Castro. 1-2, minuto 19: Rivas. 2-2, minuto 37: Piti.
A pesar de los cambios de hombres el Betis no toca el esquema de juego, que sigue siendo un claro 4-4-2 con Juande e Iriney en línea en el doble pivote, extremos poco abiertos y dos claros delanteros, casi descargados de trabajo defensivo, arriba.
Dividiremos el partido en dos fases: el primer cuarto de éste (la primera fase de la primera mitad) y el resto.
Primeros 20 minutos: el Betis, arriesgando y muy dinámico, tiene casi siempre el balón y lo mueve rápido y bien, produciendo automáticamente peligro por la calidad de García y Emana. Además los córneres ensayados a balón parado funcionan (a la corta y al segundo palo buscando segunda jugada), produciendo goles que podían haber llegado en otras jugadas por la banda izquierda.
Resto del partido: como ya se vio tras su primer gol, el Betis se acula atrás y deja de tratar bien el balón, especialmente por parte de sus centrales; la ausencia de Pavone no permite además aprovechar los pelotazos infames de éstos. Aparecen así las virtudes y defectos defensivos: gracias a la concentración general y a la falta de calidad del rival no viene la derrota, pero el centro del campo se ve totalmente rebasado por el del Rayo, en superioridad numérica. Una vez más los dos delanteros están muy cómodos emparejados con los centrales y no trabajan apenas para estorbar al mediocampo rival, dejando a Iriney y Juande en la obligación de salir a presionar a Movilla con el consiguiente peligro a sus espaldas; si en partidos anteriores los centrales supieron solventar estas situaciones, esta vez Melli y Rivas e incluso Nelson cometen todo tipo de errores posicionales (saliendo a robar cuando procede esperar, o permitiendo disparos fáciles cuando son la única opción del delantero). El Rayo llega innumerables veces a las cercanías del área, bien por la frontal o por las bandas, y sin embargo varios jugadores desaparecen sin aportar casi nada en defensa ni dar continuidad a la posesión del balón (García, Emana, Damiá). Los cambios no mejoran el equipo, especialmente porque el experimento (forzado una semana antes) de Nacho como pivote no funciona.
En líneas generales el equipo funciona como tal y no se hunde en los malos momentos (algo raro en los últimos años), pero no sabe ganar el centro del campo al rival y pierde el balón con demasiada facilidad. El bajo nivel de los centrales puede ser un problema grave.
Jugador por jugador:
Goitia: Muy bien. Seguro y concentrado, estuvo rápido y bien colocado, adelántándose lo adecuado en los muchos disparos que le llegaron desde la frontal.
Nelson: Una vez más se dispersa y desconcentra, permitiendo demasiadas llegadas por su banda de jugadores que son más lentos que él, como Jofre. Va demasiado al robo, cuando su primera obligación es impedir que su par lo rebase o centre con comodidad. Al menos trata con cariño el balón.
Melli: Tan sólo aceptable en la colocación y el corte, fue una máquina de perder balones: la manda a la grada cuando debe despejar hacia delante, pega pelotazos sin sentido... Hoy es un perfecto defensa de Segunda.
Rivas: Su buen gol lo redime levemente, pero el segundo del Rayo lo retrata: recula cuando no debe y luego falla estrepitosamente un despeje fácil por no darle con la derecha. Lento y fallón, sólo va más o menos bien de cabeza.
Vega: El único defensa que lo parece.
Damiá: En su línea como centrocampista: llegadas arriba, esta vez sin suerte, velocidad en largo (hoy desaprovechada por los pasadores), muy poca ayuda a la posesión de balón y justita presencia defensiva. Es un caso similar al de Emana: no ayuda a tener la pelota y sin ésta aporta poco.
Juande: De lo mejor del equipo, trata muy bien la pelota y asume como puede la sobrecarga de trabajo defensivo que le provoca el sistema de juego, ayudando a los centrales a barrer la mediapunta rival. Su cambio sólo se explica por cansancio o lesión.
Iriney: Al igual que Juande, da fluidez al juego y recorre incluso más metros que éste.
Nacho: Hizo daño al inicio, pero luego se diluyó. Como mediocentro naufraga por su escasísimo manejo de la derecha, que apenas le permite abrir opciones de pase, y su querencia a irse a la banda. Al menos la tiene y corre.
Emana: demasiado discontinuo en su juego (defecto conocido), y falto de ritmo. Puede hacer muchísimo más en defensa y ataque.
García: muy bien cuando el equipo tiene el balón, justificando su presencia en el campo. Debe correr con más inteligencia cuando la tiene el rival.
Odonkor, Caffa y Capi: no aprovecharon el escaso tiempo que les dieron.
Rayo Vallecano: Cobeño; José Serrano, Pelegrín, Edu, Coke, Ángel (Míchel, 61), Movilla, Jofre (Pacheco, 77), Quero, Aganzo (Piti, 32) y Rubén Castro.
Real Betis: Goitia; Nelson, Melli, Rivas, Fernando Vega; Damiá, Juande (Caffa, 63), Iriney, (Odonkor, 72), Nacho; Emaná (Capi, 80) y Sergio García.
Goles: 0-1, minuto 9: Juande. 1-1, minuto 11: Rubén Castro. 1-2, minuto 19: Rivas. 2-2, minuto 37: Piti.
A pesar de los cambios de hombres el Betis no toca el esquema de juego, que sigue siendo un claro 4-4-2 con Juande e Iriney en línea en el doble pivote, extremos poco abiertos y dos claros delanteros, casi descargados de trabajo defensivo, arriba.
Dividiremos el partido en dos fases: el primer cuarto de éste (la primera fase de la primera mitad) y el resto.
Primeros 20 minutos: el Betis, arriesgando y muy dinámico, tiene casi siempre el balón y lo mueve rápido y bien, produciendo automáticamente peligro por la calidad de García y Emana. Además los córneres ensayados a balón parado funcionan (a la corta y al segundo palo buscando segunda jugada), produciendo goles que podían haber llegado en otras jugadas por la banda izquierda.
Resto del partido: como ya se vio tras su primer gol, el Betis se acula atrás y deja de tratar bien el balón, especialmente por parte de sus centrales; la ausencia de Pavone no permite además aprovechar los pelotazos infames de éstos. Aparecen así las virtudes y defectos defensivos: gracias a la concentración general y a la falta de calidad del rival no viene la derrota, pero el centro del campo se ve totalmente rebasado por el del Rayo, en superioridad numérica. Una vez más los dos delanteros están muy cómodos emparejados con los centrales y no trabajan apenas para estorbar al mediocampo rival, dejando a Iriney y Juande en la obligación de salir a presionar a Movilla con el consiguiente peligro a sus espaldas; si en partidos anteriores los centrales supieron solventar estas situaciones, esta vez Melli y Rivas e incluso Nelson cometen todo tipo de errores posicionales (saliendo a robar cuando procede esperar, o permitiendo disparos fáciles cuando son la única opción del delantero). El Rayo llega innumerables veces a las cercanías del área, bien por la frontal o por las bandas, y sin embargo varios jugadores desaparecen sin aportar casi nada en defensa ni dar continuidad a la posesión del balón (García, Emana, Damiá). Los cambios no mejoran el equipo, especialmente porque el experimento (forzado una semana antes) de Nacho como pivote no funciona.
En líneas generales el equipo funciona como tal y no se hunde en los malos momentos (algo raro en los últimos años), pero no sabe ganar el centro del campo al rival y pierde el balón con demasiada facilidad. El bajo nivel de los centrales puede ser un problema grave.
Jugador por jugador:
Goitia: Muy bien. Seguro y concentrado, estuvo rápido y bien colocado, adelántándose lo adecuado en los muchos disparos que le llegaron desde la frontal.
Nelson: Una vez más se dispersa y desconcentra, permitiendo demasiadas llegadas por su banda de jugadores que son más lentos que él, como Jofre. Va demasiado al robo, cuando su primera obligación es impedir que su par lo rebase o centre con comodidad. Al menos trata con cariño el balón.
Melli: Tan sólo aceptable en la colocación y el corte, fue una máquina de perder balones: la manda a la grada cuando debe despejar hacia delante, pega pelotazos sin sentido... Hoy es un perfecto defensa de Segunda.
Rivas: Su buen gol lo redime levemente, pero el segundo del Rayo lo retrata: recula cuando no debe y luego falla estrepitosamente un despeje fácil por no darle con la derecha. Lento y fallón, sólo va más o menos bien de cabeza.
Vega: El único defensa que lo parece.
Damiá: En su línea como centrocampista: llegadas arriba, esta vez sin suerte, velocidad en largo (hoy desaprovechada por los pasadores), muy poca ayuda a la posesión de balón y justita presencia defensiva. Es un caso similar al de Emana: no ayuda a tener la pelota y sin ésta aporta poco.
Juande: De lo mejor del equipo, trata muy bien la pelota y asume como puede la sobrecarga de trabajo defensivo que le provoca el sistema de juego, ayudando a los centrales a barrer la mediapunta rival. Su cambio sólo se explica por cansancio o lesión.
Iriney: Al igual que Juande, da fluidez al juego y recorre incluso más metros que éste.
Nacho: Hizo daño al inicio, pero luego se diluyó. Como mediocentro naufraga por su escasísimo manejo de la derecha, que apenas le permite abrir opciones de pase, y su querencia a irse a la banda. Al menos la tiene y corre.
Emana: demasiado discontinuo en su juego (defecto conocido), y falto de ritmo. Puede hacer muchísimo más en defensa y ataque.
García: muy bien cuando el equipo tiene el balón, justificando su presencia en el campo. Debe correr con más inteligencia cuando la tiene el rival.
Odonkor, Caffa y Capi: no aprovecharon el escaso tiempo que les dieron.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Betis - Recreativo de Huelva (3a Jornada de Liga de Segunda División)
Sevilla, 13-9-2009
3 - Real Betis: Goitia; Damiá, Carlos García, Arzu, Fernando Vega; Juanma (Caffa, m.83), Juande, Iriney, Nacho (Odonkor, m.72); Sergio García (Emaná, m.80) y Pavone.
0 - Recreativo de Huelva: Bernardo, Raúl Cámara, Mora, Peña, Poli, Jesús Vázquez, Javi Fuego, Carmona (Aitor, m.58), Sánchez (Barrales, m.21), Alvaro (Candeias, m.76) y Adrián Colunga.
Goles: 1-0: m.11, Sergio García, de penalti; 2-0: 37, Sergio García. 3-0: m.84, Caffa.
El Betis se planta en el campo con un clarísimo 4-4-2. Aunque hubo ráfagas de posesión dominada por uno u otro equipo, el tipo de juego es bastante homogéneo durante los 90 minutos y en general es el Betis el que más tiene la bola. Tapia ha logrado unir un bloque con buena actitud, concentración y solidaridad. Parece haber elegido un equipo tácticamente disciplinado, de jugadores de perfil humilde y trabajador, que premia el trabajo de grupo. Así, escoge a nacionales de clase media (tipo Damiá, Juanma o Nacho) antes que a fichajes externos de más calidad pero tal vez menos aporte al conjunto (Nelson, Caffa, Odonkor...). Ese bloque cohesionado y la calidad que hay arriba pueden bastar para subir.
Cuando el rival posee el balón: los dos delanteros pelean los balones divididos, pero se emparejan con los centrales rivales sin apenas ayudar al centro del campo cuando les rebasa la jugada. Esto crea un amplio espacio ante Juande e Iriney, que deben cubrir muchos metros cuadrados (aunque reciben ayuda de Juanma y Nacho); tal vez un poco de trote hacia atrás de Sergio o Pavone, sin suponer demasiado desgaste, al menos estorbaría a los mediocentros rivales lo suficiente. La defensa se adelanta menos que en otros partidos y se muestra bastante solvente para la buena cantidad de jugadas del Recreativo que llegan sueltas al centro del campo. Vega y Damiá nunca pasan apuros. El Recreativo, pese a todo, tuvo cuatro o cinco opciones de gol, no demasiado claras y mal rematadas siempre.
Con posesión del balón: la pelota sale limpia de atrás gracias sobre todo a Arzu y a Juande. Juanma (más) y Nacho conducen bien y dan fluidez al juego. Sergio García provoca el pánico en el rival cada vez que le llega el balón, especialmente al haber metros por delante por tener el Betis el marcador a favor desde muy pronto. Pavone hace de pivote arriba, con buena movilidad y movimientos, cierta rapidez, y baja los pelotazos largos aliviando al equipo. El Betis crea media docena de ocasiones claras, incluidas buenas jugadas ensayadas colgadas desde el balón parado.
Jugador por jugador:
Goitia: Es alto, parece tranquilo y se coloca bien. Poco más se puede decir porque prácticamente no tuvo trabajo.
Damiá: En Segunda no se le notará su lentitud en corto porque los extremos no le exigen. Muy bullicioso y trabajador, llegó arriba pocas veces, pero las escoge bien. Bien situado.
Carlos García: Versión diestra de Nano. Duro de cintura y con poco cariño por el balón, parece un aceptable marcador, pero no es rápido.
Arzu: Muy bien, con actitud positiva, concentración, buena colocación y anticipación, y sacando la bola bien jugada. Además toca (y pierde) menos balones que como centrocampista, aliviándose así de la presión de los muchos espectadores que esperan un fallo o una simple posesión suya para abroncarle. Su problema es de mente, y tememos que venga cuando lleve diez partidos de central y pierda esa concentración, algo fundamental en un defensa.
Vega: Ha vuelto a ser el que era, rápido, intenso, difícil de rebasar y aceptable con el balón. Es difícil sacarlo del equipo titular.
Juanma: Conduce y toca bien la pelota, y da así continuidad al juego. Disciplinado, molesta poco y aunque no es decisivo en ataque, ayuda.
Juande: Por fin se ha (o lo han) puesto en su sitio natural, por delante de la defensa, y justamente en al año que debe suponer su gran oportunidad. No tiene velocidad en corto ni habilidad para jugar más arriba, pero sí colocación, manejo de pelota y muy buen toque en largo, de manera que puede ser un buen mediocentro. Mezcla bien con Iriney porque ambos equilibran juego y trabajo.
Iriney: ayer fue una especie de clon de Juande a la izquierda de éste, algo inferior con el balón pero intenso y bien situado.
Nacho: también clonó a Juanma, también algo por debajo de éste con el balón.
Sergio García: por donde apareció (cada vez por un sitio distinto) creó peligro, porque juega dos velocidades por encima de los defensas rivales. Si encima mete la pelotita, aunque sea en jugadas raras, perfecto.
Pavone: Aquí sí es rápido, móvil, extremadamente molesto para los centrales e inteligente.
Odonkor: Hay peligro de cachondeo de la grada hacia él.
Emana, Caffa: jugaron muy poco.
3 - Real Betis: Goitia; Damiá, Carlos García, Arzu, Fernando Vega; Juanma (Caffa, m.83), Juande, Iriney, Nacho (Odonkor, m.72); Sergio García (Emaná, m.80) y Pavone.
0 - Recreativo de Huelva: Bernardo, Raúl Cámara, Mora, Peña, Poli, Jesús Vázquez, Javi Fuego, Carmona (Aitor, m.58), Sánchez (Barrales, m.21), Alvaro (Candeias, m.76) y Adrián Colunga.
Goles: 1-0: m.11, Sergio García, de penalti; 2-0: 37, Sergio García. 3-0: m.84, Caffa.
El Betis se planta en el campo con un clarísimo 4-4-2. Aunque hubo ráfagas de posesión dominada por uno u otro equipo, el tipo de juego es bastante homogéneo durante los 90 minutos y en general es el Betis el que más tiene la bola. Tapia ha logrado unir un bloque con buena actitud, concentración y solidaridad. Parece haber elegido un equipo tácticamente disciplinado, de jugadores de perfil humilde y trabajador, que premia el trabajo de grupo. Así, escoge a nacionales de clase media (tipo Damiá, Juanma o Nacho) antes que a fichajes externos de más calidad pero tal vez menos aporte al conjunto (Nelson, Caffa, Odonkor...). Ese bloque cohesionado y la calidad que hay arriba pueden bastar para subir.
Cuando el rival posee el balón: los dos delanteros pelean los balones divididos, pero se emparejan con los centrales rivales sin apenas ayudar al centro del campo cuando les rebasa la jugada. Esto crea un amplio espacio ante Juande e Iriney, que deben cubrir muchos metros cuadrados (aunque reciben ayuda de Juanma y Nacho); tal vez un poco de trote hacia atrás de Sergio o Pavone, sin suponer demasiado desgaste, al menos estorbaría a los mediocentros rivales lo suficiente. La defensa se adelanta menos que en otros partidos y se muestra bastante solvente para la buena cantidad de jugadas del Recreativo que llegan sueltas al centro del campo. Vega y Damiá nunca pasan apuros. El Recreativo, pese a todo, tuvo cuatro o cinco opciones de gol, no demasiado claras y mal rematadas siempre.
Con posesión del balón: la pelota sale limpia de atrás gracias sobre todo a Arzu y a Juande. Juanma (más) y Nacho conducen bien y dan fluidez al juego. Sergio García provoca el pánico en el rival cada vez que le llega el balón, especialmente al haber metros por delante por tener el Betis el marcador a favor desde muy pronto. Pavone hace de pivote arriba, con buena movilidad y movimientos, cierta rapidez, y baja los pelotazos largos aliviando al equipo. El Betis crea media docena de ocasiones claras, incluidas buenas jugadas ensayadas colgadas desde el balón parado.
Jugador por jugador:
Goitia: Es alto, parece tranquilo y se coloca bien. Poco más se puede decir porque prácticamente no tuvo trabajo.
Damiá: En Segunda no se le notará su lentitud en corto porque los extremos no le exigen. Muy bullicioso y trabajador, llegó arriba pocas veces, pero las escoge bien. Bien situado.
Carlos García: Versión diestra de Nano. Duro de cintura y con poco cariño por el balón, parece un aceptable marcador, pero no es rápido.
Arzu: Muy bien, con actitud positiva, concentración, buena colocación y anticipación, y sacando la bola bien jugada. Además toca (y pierde) menos balones que como centrocampista, aliviándose así de la presión de los muchos espectadores que esperan un fallo o una simple posesión suya para abroncarle. Su problema es de mente, y tememos que venga cuando lleve diez partidos de central y pierda esa concentración, algo fundamental en un defensa.
Vega: Ha vuelto a ser el que era, rápido, intenso, difícil de rebasar y aceptable con el balón. Es difícil sacarlo del equipo titular.
Juanma: Conduce y toca bien la pelota, y da así continuidad al juego. Disciplinado, molesta poco y aunque no es decisivo en ataque, ayuda.
Juande: Por fin se ha (o lo han) puesto en su sitio natural, por delante de la defensa, y justamente en al año que debe suponer su gran oportunidad. No tiene velocidad en corto ni habilidad para jugar más arriba, pero sí colocación, manejo de pelota y muy buen toque en largo, de manera que puede ser un buen mediocentro. Mezcla bien con Iriney porque ambos equilibran juego y trabajo.
Iriney: ayer fue una especie de clon de Juande a la izquierda de éste, algo inferior con el balón pero intenso y bien situado.
Nacho: también clonó a Juanma, también algo por debajo de éste con el balón.
Sergio García: por donde apareció (cada vez por un sitio distinto) creó peligro, porque juega dos velocidades por encima de los defensas rivales. Si encima mete la pelotita, aunque sea en jugadas raras, perfecto.
Pavone: Aquí sí es rápido, móvil, extremadamente molesto para los centrales e inteligente.
Odonkor: Hay peligro de cachondeo de la grada hacia él.
Emana, Caffa: jugaron muy poco.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Betis-Córdoba, 2-9-2009 (1a eliminatoria de Copa del Rey)
Tras faltar a mi primera cita, Betis-Córdoba de Liga, entramos a analizar el primer y último partido del Betis en esta Copa 2009/2010. Era partido único y el primer partido oficial que veía del Betis de Tapia.
El equipo se coloca en el campo inicialmente con un típico 4-2-3-1: Casto; López, Melli, Rivas, Vega; Iriney, Arzu; Odonkor, Capi, Caffa; y García. Dividiremos el juego temporalmente en tres partes.
Hasta la expulsión de Melli (m.39):
Cuando el rival posee el balón: la defensa en general juega bastante adelantada, y en particular el lateral del lado en el que se halla el balón, para presionar, lo que obliga al central de su lado a bascular casi hasta la banda. En el centro del campo se presiona con desigual intensidad (bastante Iriney y Odonkor, no tanto Caffa, poco Arzu y Capi), permitiendo el movimiento de balón con cierta comodidad al Córdoba. Arriba García apenas hace el menor esfuerzo defensivo.
Con el balón en posesión: tendencia al pelotazo, sin apenas intentar aprovechar la superioridad técnica. Llegadas profundas de Odonkor, cuyos centros carecen de remate por la escasez de presencia en el área de Capi y García. Caffa demuestra su buen toque pero profundiza poco. El escaso peligro lo crea García en jugadas individuales.
Desde la expulsión de Melli hasta el 0-2 (m.79):
Pavone sustituye a Capi, desfondado. El equipo se echa encima del Córdoba pese a la inferioridad. Iriney sostiene sorprendentemente el centro del campo casi solo, gracias a un gran despiegue físico y a las ayudas de los extremos.
Desde el 0-2 hasta el final (1-2)
Nada.
Jugador por jugador:
Casto: tiene buena voluntad, hace algunas paradas espectaculares (pues su altura relativamente escasa y su tendencia a quedarse bajo palos le obligan a ello para hacer lo que otros hacen más fácilmente), pero sencillamente no da el nivel. En el primer gol pierde al menos una oportunidad de abortar el ataque rival, pero se queda colgado del larguero.
López: su escandalosa falta de ritmo es justificable por su falta de partidos. Falta saber por qué nadie le dio partidos.
Melli: no se ha estancado, sino que va para atrás. Atolondrado y menos rápido que en otros tiempos, pero aún así está ante la temporada en la que puede, por fin, ser titular como central. Ahora o nunca.
Rivas: tal vez con diez partidos alcance un nivel aceptable para Segunda, pero ahora no está, físicamente, ni para Segunda B.
Vega: lo mejor de la defensa, pese a su grave error en el segundo gol. Ataca poco, pero defiende más que ninguno, con anticipación, velocidad y colocación.
Iriney: el mejor del partido. Muy completo, corre muchísimo y con intensidad, y juega la pelota más que correctamente.
Arzu: sólo jugó con intensidad en la segunda mitad, cuando se cabreó con los rivales, detalle repetido y sintomático de la personalidad del jugador. En el centro del campo se limitó a ver jugar a los demás, eso sí, sin errores y sin perder la posición.
Odonkor: si nadie aprovecha sus jugadas es por falta de rematadores con presencia en el área, no por la presunta falta de técnica que casi todos le atribuyen. Llegó a la línea de fondo innumerables veces y llevó peligro. Pavone se puede poner las botas con él.
Caffa: es futbolista, y eso es mucho en este Betis. Facilidad para encontrar salida a las jugadas y buen toque de balón. Se funde a los 60 minutos, pero compensa.
Capi: falta de ritmo total, que le quita sus virtudes: el juego corto y el trabajo.
García: poca implicación, pero el poquito peligro llega por él. Sigue sin meterle un gol a nadie.
Pavone: a este nivel ayuda mucho, y más si el equipo juega al pelotazo precipitado. Triunfará en esta Segunda.
Nelson: sigue dispersándose de forma inexplicable, desaprovechando una calidad física y técnica indudable. Un misterio.
Nacho: sin calificar.
El equipo se coloca en el campo inicialmente con un típico 4-2-3-1: Casto; López, Melli, Rivas, Vega; Iriney, Arzu; Odonkor, Capi, Caffa; y García. Dividiremos el juego temporalmente en tres partes.
Hasta la expulsión de Melli (m.39):
Cuando el rival posee el balón: la defensa en general juega bastante adelantada, y en particular el lateral del lado en el que se halla el balón, para presionar, lo que obliga al central de su lado a bascular casi hasta la banda. En el centro del campo se presiona con desigual intensidad (bastante Iriney y Odonkor, no tanto Caffa, poco Arzu y Capi), permitiendo el movimiento de balón con cierta comodidad al Córdoba. Arriba García apenas hace el menor esfuerzo defensivo.
Con el balón en posesión: tendencia al pelotazo, sin apenas intentar aprovechar la superioridad técnica. Llegadas profundas de Odonkor, cuyos centros carecen de remate por la escasez de presencia en el área de Capi y García. Caffa demuestra su buen toque pero profundiza poco. El escaso peligro lo crea García en jugadas individuales.
Desde la expulsión de Melli hasta el 0-2 (m.79):
Pavone sustituye a Capi, desfondado. El equipo se echa encima del Córdoba pese a la inferioridad. Iriney sostiene sorprendentemente el centro del campo casi solo, gracias a un gran despiegue físico y a las ayudas de los extremos.
Desde el 0-2 hasta el final (1-2)
Nada.
Jugador por jugador:
Casto: tiene buena voluntad, hace algunas paradas espectaculares (pues su altura relativamente escasa y su tendencia a quedarse bajo palos le obligan a ello para hacer lo que otros hacen más fácilmente), pero sencillamente no da el nivel. En el primer gol pierde al menos una oportunidad de abortar el ataque rival, pero se queda colgado del larguero.
López: su escandalosa falta de ritmo es justificable por su falta de partidos. Falta saber por qué nadie le dio partidos.
Melli: no se ha estancado, sino que va para atrás. Atolondrado y menos rápido que en otros tiempos, pero aún así está ante la temporada en la que puede, por fin, ser titular como central. Ahora o nunca.
Rivas: tal vez con diez partidos alcance un nivel aceptable para Segunda, pero ahora no está, físicamente, ni para Segunda B.
Vega: lo mejor de la defensa, pese a su grave error en el segundo gol. Ataca poco, pero defiende más que ninguno, con anticipación, velocidad y colocación.
Iriney: el mejor del partido. Muy completo, corre muchísimo y con intensidad, y juega la pelota más que correctamente.
Arzu: sólo jugó con intensidad en la segunda mitad, cuando se cabreó con los rivales, detalle repetido y sintomático de la personalidad del jugador. En el centro del campo se limitó a ver jugar a los demás, eso sí, sin errores y sin perder la posición.
Odonkor: si nadie aprovecha sus jugadas es por falta de rematadores con presencia en el área, no por la presunta falta de técnica que casi todos le atribuyen. Llegó a la línea de fondo innumerables veces y llevó peligro. Pavone se puede poner las botas con él.
Caffa: es futbolista, y eso es mucho en este Betis. Facilidad para encontrar salida a las jugadas y buen toque de balón. Se funde a los 60 minutos, pero compensa.
Capi: falta de ritmo total, que le quita sus virtudes: el juego corto y el trabajo.
García: poca implicación, pero el poquito peligro llega por él. Sigue sin meterle un gol a nadie.
Pavone: a este nivel ayuda mucho, y más si el equipo juega al pelotazo precipitado. Triunfará en esta Segunda.
Nelson: sigue dispersándose de forma inexplicable, desaprovechando una calidad física y técnica indudable. Un misterio.
Nacho: sin calificar.
Presentación
Bienvenidos a este nuevo blog en el que analizaré los partidos que pueda ver del Betis a partir de la temporada 2009-2010.
Aclararé desde el principio que me limitaré a comentar lo que se vea sobre el terreno de juego, que para mí es lo único interesante del fútbol. Corrupciones, sueldos, primas, chismes, compras de partidos y noticias de fichajes no serán de mi interés, salvo datos públicos que sirvan para entender lo que pase en el campo de juego.
Aclararé desde el principio que me limitaré a comentar lo que se vea sobre el terreno de juego, que para mí es lo único interesante del fútbol. Corrupciones, sueldos, primas, chismes, compras de partidos y noticias de fichajes no serán de mi interés, salvo datos públicos que sirvan para entender lo que pase en el campo de juego.
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