DEPORTIVO (0): Lux; Juanfran, Albentosa, Sidnei, Fernando Navarro; Guilherme (Borges, m. 60), Mosquera; Çolak, Fajr, Bruno Gama (Luisinho, m. 77); y Andone (Borja Valle, m. 87).
Árbitro: Glos Gómez (aragonés). Amonestó a Juanfran y Mosquera.
35.000 espectadores y buenas condiciones en el Benito Villamarín. Protestas del público al final del partido.
Por el buen camino
El aceptable partido jugado ayer por el Betis ante un conservador y flojo Deportivo dejó ver más virtudes que defectos. El equipo dominó claramente el encuentro y creó más ocasiones que el rival –pocas en ambos lados–; si bien acusó falta de profundidad, mostró aspectos esperanzadores de cara al futuro: el equipo parece definirse hacia un fútbol posicional –no radicalmente guardiolista, cierto–, de cierto cuidado en la salida de balón, presión coordinada tras la pérdida y buen reparto de espacios.
Primeros 65 minutos de partido
Pero la novedad más bienvenida por quien esto escribe tiene que ser necesariamente el esquema de juego dispuesto por Poyet. Por fin, tras docenas de posts insistiendo en ello, un entrenador del Betis nos hizo caso y utilizó el sistema mixto de 4-4-2 en defensa y 4-3-3 en ataque que por ejemplo solicitamos a Mel hace un año y al propio Poyet hace pocas semanas. Si cambiamos a tres jugadores del esquema propuesto en este blog en el segundo de esos artículos queda exactamente lo hecho el viernes por los béticos:
Esquemas y movimientos del Betis durante la primera hora de partido.
En verde, las posiciones defensivas. En banco, las ofensivas.
Las razones que sustentan estas posiciones han sido aquí explicadas mil veces: si se quiere jugar con cuatro atrás y sacar partido de Rubén Castro, que debe jugar liberado de tareas defensivas y acompañado por un delantero potente, hay que defender en estático con un 4-4-2. Pero ese sistema es mucho peor para la salida de balón que el 4-3-3, así que si un equipo con Rubén Castro quiere hacer buen fútbol posicional el mejor plan es combinar así ambos sistemas.
En ataque resultó un muy buen reparto de espacios:
Salida de balón del Betis en el minuto 7: un perfecto 2-1-4-3.
En defensa el trabajo de Petros compensó las limitaciones defensivas de Fabián, si bien Gutiérrez a veces llegó tarde a defender a Juanfran en su banda. En ataque Petros se retrasó a veces excesivamente (de hecho, es el brasileño quien ejerce de mediocentro en la imagen), aunque en general se escalonó bien con Fabián e hizo pues de interior por delante del canterano; acierto de Poyet, es esta mejor solución que la inversa, y una buena muestra de que la etiqueta "mediocentro defensivo" y "ofensivo" es menos adecuada que la de "posicional" y "volante": aunque el canterano es superior con balón, es mejor liberarle por delante al brasileño para aprovechar el enorme recorrido y la buena conducción de balón de este último, y sacar partido del buen posicionamiento, la altura y el buen toque largo de Fabián.
El Betis dominó claramente la posesión durante la primera hora pero no supo filtrar buenos pases interiores en el último cuarto de campo. La cuestión es relativamente poco preocupante porque hay modos de mejorarla: la primera, que juegue Ceballos en lugar de Gutiérrez, una elección este de Poyet que quien esto escribe sólo puede explicarse por cuestiones pedagógicas (o sea, lecciones de Poyet al canterano) o por feas razones políticas, como que el entrenador quiera quedar bien con su director deportivo justificando una de sus apuestas. Ceballos, no lo duden, es ya mucho mejor jugador.
Una segunda forma de mejorar esa falta de profundidad es invertir a los interiores –aunque en este sistema implicaría hacer lo mismo con los extremos–. A pie cambiado tendrían mejor perfil para el pase interior. A pie natural les ganó la querencia de jugar por fuera, y ello desembocó en un exceso de balones colgados desde las bandas por Piccini, Joaquín y Durmisi. No era mal plan al haber dos rematadores puros sobre el campo, pero un enorme Sidnei escupió todo lo que se mandó a su zona, y Rubén y Sanabria estuvieron esta vez desacertados.
El exceso de balones colgados al área suele tener otra consecuencia negativa: perder ahí el balón dificulta un tanto la presión postpérdida, por lo que los béticos no pudieron practicarla con la asiduidad debida; cuando se realizó se ejecutó bien, con ayuda de los centrales y obligando al enemigo, cuando no se lograba la recuperación, a jugar por fuera. El buen funcionamiento de este mecanismo sería una muy buena noticia para el futuro.
Por demás el 4-2-3-1 del Deportivo aisló a su delantero y los gallegos, que siempre esperaron al Betis en su campo sin presionar arriba casi nunca, inquietaron en contadas ocasiones a Adán, aunque tampoco dieron la menor facilidad en su área.
Minuto 66 al final
Poyet mueve el árbol por ver si caen frutos: comparece Musonda como extremo izquierdo para pasar a un 4-4-2 convencional, a lo que responde minutos después Garitano con Lusinho, carrilero izquierdo de una defensa desde entonces de cinco (5-3-2). Luego Poyet provoca a la grada con la introducción de Cejudo por Felipe como mediocentro derecho, y finalmente el cordobés pasa al lateral derecho y Ceballos se coloca junto a Petros. El partido se anima en ambas porterías pero el gol no llega.
Jugador por jugador Adán: Poco trabajo, bien hecho.
Piccini: Curiosamente estuvo más acertado en defensa que en ataque.
Mandi: Buen partido. Estuvo muy anticipativo y rápido, y la jugó bien.
Pezzella: Mejoró el trato de balón y estuvo muy seguro pese a jugar lejos de su portería. Perdió alguna ocasión clara en la otra área.
Durmisi: Empieza a mostrar su enorme potencial ofensivo. Bien en defensa.
Fabián: Debe tener más presencia defensiva. En ataque jugó como debe: sencillo.
Petros: Su muy buen partido –su impresionante porcentaje de acierto en el pase pasó desapercibido una vez más para casi todo el mundo– es muy buena noticia, porque una pareja de interiores junto a Ceballos sería letal para los rivales en la presión tras pérdida. Cuando Poyet guste la formarán: el exceso de interiores en la plantilla es problema de Torrecilla. Tal vez debó buscar mas la profundidad.
Felipe Gutiérrez: Mejoró bastante respecto a Barcelona, algo fácil por otra parte. Entra duro, tiene cierta velocidad y busca la verticalidad, pero en todo caso está lejos del potencial de Ceballos.
Joaquín: Manejó bien el balón pero buscó más el centro que la portería. Debe tener mas presencia en el área rival, pero no es fácil eso si se le exige seguir a su lateral.
Sanabria: Tiene una combinación de poderío fisico y velocidad muy interesante, de delantero de los que se pueden buscar la vida solos arriba; esta vez no acabó casi nada.
Rubén Castro: Se le ve con chispa, aunque no pescó ninguna de las suyas. Tal vez a veces se abrió demasiado a la banda, pero sin duda ese sitio es el suyo en este equipo.
Musonda. Metió una velocidad más.
Cejudo: Arriesgó demasiado en el pase.
Ceballos: No tuvo tiempo más que de soltar un tiro peligroso. Su ausencia del equipo es muy difícil de justificar.
Poyet: Por fin ha encontrado el modo de compatibilizar su 4-3-3 con la presencia de sus dos mejores delanteros sobre el campo, y eso es buena noticia.
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