domingo, 4 de julio de 2010

Futuro deportivo

Trataremos de analizar ahora el futuro deportivo del club y las necesidades de la primera plantilla para la temporada 2010/2011. Los acontecimientos se han precipitado durante la semana, de modo que en algún caso habré de introducir novedades sobre altas y bajas.

Sobre el futuro deportivo del club las únicas buenas noticias que uno puede considerar son la aparente recuperación del Betis B (tanto más necesario y aprovechable al estar el primer equipo en Segunda y con la economía bajo mínimos) y la probable continuidad de Víctor Fernández. Por lo demás la situación es muy preocupante a corto y a largo plazo. En un club que, como institución (otra cosa es su afición o sus peñas) se reduce prácticamente a un dueño, un entrenador, una plantilla y la infraestructura mínima para que éstos puedan trabajar en unas condiciones más o menos aceptables, la clara e inexorable descapitalización de la plantilla en las últimas temporadas significa que el estado económico del club sigue la misma trayectoria, lo que augura un negro futuro. El cuadro que descendió a Segunda era obviamente mediocre e impropio de uno de los seis o siete clubes con más socios de España, pero es que desde entonces han sido baja entre otros Oliveira, Edu, Juanito y Mark González, sustituidos por recambios claramente inferiores. De hecho la actual plantilla ha rendido al 100% durante la segunda vuelta (o más aún, apoyada fuertemente por la afición) y aun así ha sido incapaz de subir. Los movimientos habidos y esperados auguran la baja de más jugadores de peso (Capi, Emana, Sergio García, Nélson) y su reemplazo por hombres de edad avanzada y curriculum mediocre: por mucho que se acierte, cosa que ya sería rara en el dúo Momparlet-Lopera, poco más se puede esperar que un plantel a la altura de un Numancia, Levante, Hércules o Tenerife. Dicho de otro modo, deportivamente el Betis es hoy un club ascensor, tras cinco temporadas en el filo entre las dos divisiones. No cabe atribuir a la casualidad o a la fortuna las desgracias ocurridas, y lo peor parece que está por llegar.

Hechos ya a la idea de que las carencias no se cubrirán con jugadores de la categoría debida en un club como éste (y que claramente necesitaría cerrar las vacantes con hombres mejores de los que permanecerán), la política más racional en la actual situación sería cubrir con los canteranos más destacados las demarcaciones posibles y fichar poco y bueno, aunque la costumbre de los últimos años sea fichar mucho y malo, por razones que uno no alcanza a entender (o prefiere no pensar). Conozco poco el Betis B, de modo que diré lo que creo necesario traer y venga luego de donde venga.

Portería:
Bastaría mantener a Goitia, cuidar a Razak como alternativa a medio plazo y traer a un veterano de nivel medio como suplente, del perfil de Pinto; si no, Casto podría ser un suplente para emergencias, no más.

Defensa:
La marcha de Nélson sería muy preocupante y haría imprescindible un fichaje de su nivel, además de ser en todo caso necesario otro lateral derecho de corte defensivo (a ser posible utilizable como central) -tipo Heinze- que sustituya a Damià, de nivel inaceptable y además de características del tipo de las de Nélson, desde la inferioridad.

Los centrales pueden tener un nivel aceptable en Arzu, Melli y Carlos García. Si Rivas y Nano causaran baja se haría necesario un central zurdo. El lateral izquierdo está bien cubierto con Nacho y Vega.

Centro del campo:
Mediocentros y volantes: Iriney parece el único hombre fijo como mediocentro. Juande permanecerá probablemente, pero de momento no da el nivel de titular. Mehmet Aurelio podría salir y, en todo caso, no está para más de veinticinco partidos al año. Arzu rota a central, y Capi se marcha. De esta confusión se saca en claro que se hace necesario, como mínimo, un volante con nivel para ser titular indiscutible, con recorrido, cierta velocidad y buena conducción de balón, y habilidad en corto suficiente para ser utilizado como mediapunta –tipo Seedorf, o Capi en plenitud-; da la impresión de que con Salva Sevilla se pretende cubrir esta necesidad, veremos si con acierto. Un segundo jugador de posición similar pero de corte más defensivo -tipo Gattuso, o el antiguo Cañas- sería deseable, si bien algún canterano tal vez pueda hacer esa función -Cañas, el sobrino, parece ser el elegido-. La salida de Juande o Aurelio implicaría la necesidad inevitable de traer un mediocentro.

Bandas: La situación es aquí más preocupante. En la derecha Damià y Juanma dan un nivel bajísimo. Pereira y Odonkor pueden ocupar ese espacio, pero como extremos, casi delanteros; resulta por ello imprescindible traer al menos un centrocampista diestro de banda -tipo Jonás o Varela-; si Nelson continúa, un hombre de corte defensivo con tendencias al interior como el requerido más arriba podría complementar las necesidades tácticas.

Para la izquierda se necesita un hombre que iguale o mejore a Nacho como titular y se reparta minutos con Caffa. Cuando escribo esto se cierra a Momo, un suplente del Xerez.

Extremos y delanteros:
Parece necesario partir de la baja segura de Sergio García, que no sería dramática. Dejaremos a un lado la posible de Emana, que sí sería un grave problema y haría imprescindible el fichaje de un mediapunta de clase y proyección. Visto el intolerable nivel de Pavone, se antoja imprescindible fichar a un delantero centro puro y goleador (que será Jorge Molina) que meta goles, sepa jugar de espaldas a puerta y dé trabajo a los centrales rivales. Además se necesita un segundo delantero rápido, hábil, no exento de gol y polivalente, labores que un García comprometido podría ejercer aceptablemente.


En resumen, y dentro de la incertidumbre que produce no saber quién causará baja en el club, se hacen imprescindibles al menos un lateral derecho defensivo, un volante de alto nivel, un centrocampista para la banda derecha, un delantero polivalente y un delantero centro. Serían además deseables un centrocampista zurdo y un interior defensivo. Evidentemente dos buenos delanteros y un buen volante suelen ser caros, pero de la calidad de éstos dependerá el nivel real de la plantilla. La salida de Emana, Aurelio, Nélson o Carlos García haría necesarios, claro está, más fichajes.

Dejemos claro que este diagnóstico de necesidades está hecho desde lo estrictamente deportivo. La situación del club y sus formas de funcionamiento nos hacen temer que, por ejemplo, haya muchas más bajas de las debidas y no precisamente las deportivamente deseables, o que hombres como Damià o Juanma sigan.