lunes, 25 de enero de 2021

Real Sociedad 2 - Betis 2: unas notas

La sofisticada planificación del juego de ataque y, sobre todo, de la colocación ofensiva de los jugadores que da nombre al llamado fútbol de posición hace plantearse la cuestión de si en un juego como el fútbol –tan dinámico y sujeto al azar en cada jugada– realmente merecen la pena tan finas sutilezas, o es mejor dejar el juego ofensivo a la vieja improvisación de los jugadores.

No basta –sin duda– un partido para resolver tal dilema; ni siquiera sabemos si el City de Guardiola, representante máximo del juego posicional, es mejor que el anterior de Pellegrini. Pero si el partido que decidiese el desafío fuese el del pasado sábado en Donostia, daría la razón, sin duda, a los posicionalistas, representados por una Real que practica ese juego –sin mucho ruido mediático– desde hace muchísimos años, frente a un Betis de la vieja escuela que cada día ve más lejanos los tiempos en que se apuntó al carro de la modernidad.

Y es que el Betis de Pellegrini, tal vez consciente de su inferioridad, planteó el partido según los capítulos más reactivos de su libro de estilo, efectivo aunque algo obsoleto. Pellegrini tiene fama de hacer un fútbol bello, propositivo y de buen manejo de pelota, y así es cuando el rival se lo permite; pero su plan pasa casi siempre por mantener un doble pivote sólido, no exponer demasiado en defensa (bloque medio) ni en ataque (pelotazo si le presionan), y aprovechar los robos altos para atacar rápidamente, un libreto que firmaría (aunque lo ejecute mucho peor) el mismísimo Julio Velázquez.

La colocación de su equipo tampoco tiene grandes sutilezas: repitió su plan habitual, un 4-2-3-1 esta vez (Deo gratias) escalonado por dentro, con Fekir en la mediapunta, Canales a la izquierda de Akouokou y Guardado (¡?) como extremo izquierdo convencional. Enfrente el 4-3-3 de la Real daba desde el mismo arranque del partido muestras de, primero, voluntad (y acierto) para sacar el balón jugado ante cualquier intento de presión del Betis:

Monreal resuelve la presión bética cruzando el balón al corazón de su área con su pierna mala

y, segundo, una colocación de precisión y armonía coreográficas, de la que es fácil sacar pantallazos en los que la igualdad de distancias entre sus jugadores era prácticamente perfecta:

 Gráfico de equidistancias obtenido por ordenador. Ataque: hacia arriba

Con ese espaciamiento logró someter el 4-4-2 bético (muy evidente en la captura), al montar un eficiente rondo en superioridad de sus cuatro defensas y tres mediocampistas contra los dos puntas y cuatro centrocampistas béticos, y ello pese al sacrificio de estos seis. El Betis por contra rifaba la pelota a la menor presión (con escasa puntería de Joel y menos acierto de Loren para bajar balones) y atacaba de forma un tanto desordenada. El resultado fue un dominio progresivamente más intenso de los locales, según los béticos fueron perdiendo fuelle en su presión desde su bloque medio, y una primera parte de clara superioridad realista, aunque escasas ocasiones.

No queremos decir, quede claro, que este Betis pueda, a día de hoy, hacerlo mucho mejor simplemente con un par de retoques o con la mera voluntad de jugar por abajo: el primer gol de la Real obligó a los béticos a tratar de sacar el balón jugado y de presionar más arriba y el resultado fue media hora desastrosa en la que se pudo recibir una goleada. Solo la suerte libró al Betis de ella y lo llevó a embocar su primera ocasión, una jugada aislada debida solo a la tremenda calidad técnica de Joaquín y Canales. En ese minuto 85 Pellegrini había remendado al Betis (Rodri y Carvalho mediocentros, Joaquín y Tello en bandas, Sanabria y Canales arriba) e Imanol, confiado, había empeorado a su equipo. Una renacida fe bética y el tembleque de piernas de los locales produjo un final de partido en el que el Betis logró varias situaciones de peligro y, finalmente, un injusto empate.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

 


jueves, 21 de enero de 2021

Betis 2 - Celta 1 (19ª jornada de LaLiga)

BETIS (2):  Joel; Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda; Guido Rodríguez (Guardado 68'), Canales; Lainez (Álex Moreno 82'), Fekir, Aitor Ruibal (Rodri 31'); y Loren (Borja Iglesias 82').
CELTA (1): Rubén Blanco; Hugo Mallo, Murillo (Aidoo 55'), Néstor Araújo, Aarón Martín; Tapia; Emre Mor (Miguel Baeza 71'), Denis Suárez, Nolito (Fran Beltrán 71'); Brais Méndez y Santi Mina.
Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amarillas a Víctor Ruiz y Joel, así como a Aarón Martín, Denis Suárez y Tapia.
Goles: 0-1 (16') Santi Mina; 1-1 (25') Canales; 2-1 (44') Canales.

Ganó el Betis al Celta con solvencia tras superar un mal arranque de partido en el que se vio superado por los gallegos.

Pellegrini parece haber consolidado ya su modelo de juego y su alineación, tras refrescar los extremos con gente más joven y trabajadora. El equipo tiene ahora unos principios tácticos que parecen estables, bastante convencionales pero bien entrenados y ejecutados:

- Buen manejo de balón, recuperado desde la vuelta de Mandi y Canales al equipo, aunque sin correr riesgos excesivos en la salida de pelota desde atrás.

- Si esa salida permite jugar en campo rival, presión alta e intensa tras la pérdida.

- Si la presión alta no tiene éxito rápido, repliegue a un bloque medio –que raramente salta arriba– con las líneas muy juntas (fuera de juego lejos de su portería, puntas poco más allá de la línea de mediocampo), en el que un intenso trabajo de los dos puntas y los dos extremos desde posiciones intermedias trata de ensuciar la salida del rival, en superioridad numérica en esa zona.

- En caso de recuperación alta o salida de una presión alta rival, ataques rápidos; en caso contrario, ataques elaborados con mucha participación de Fekir desde posiciones de interior.

- Defensa en 4-4-2, ataque en 4-2-3-1 con mediocentros más o menos escalonados.

Primeros quince minutos

Sin embargo el tramo inicial se atragantó anoche, tal vez por culpa del esquema de los gallegos: un 4-4-2 en rombo con Tapia de ancla que el Betis no supo parar de inicio, pese a la sensibilísima baja de Aspas en los visitantes. Los problemas vinieron por el sector de Miranda, sin pareja clara por la distribución del rival, las subidas de Aarón y el intercambio de posiciones entre Brais y Mor (flechas, en la imagen); el turco acabó en varias ocasiones delante de Ruiz, que no podía con su velocidad:


El Celta de Coudet tiene un modelo de juego similar al del Betis aunque de más cariño por el balón; presionaba bastante arriba y, como el Betis, buscaba el ataque rápido tras recuperar. Tras tres ocasiones de gol los visitantes marcan en un córner mal defendido.

Minutos 16 al 45

El gol y el cansancio de los minutos hacen recular al Celta y el Betis logra ya instalarse en campo rival y entrar en su ciclo de ataque-presión alta-recuperación-ataque. Con Canales bien escalonado a la izquierda de Guido, y Fekir moviéndose por todo el frente de ataque, los béticos pisan el área del Celta con frecuencia; aunque crean pocas ocasiones, la calidad técnica de Canales decide: mete las dos que le llegan.

El segundo de los goles fue significativo: buena parte del encuentro se jugó en la salida de balón de los célticos, forzada muchas veces gracias al extenuante trabajo de Fekir y Loren, con cierto apoyo de Guido, que saltaba en ocasiones a por Tapia para forzar por momentos una igualdad numérica. El Celta masticaba la jugada en el rombo entre su portero, los centrales y Tapia; los dos delanteros béticos orientaban esa salida hacia un lado cegando el pase hacia Tapia, y solían obligar finalmente a salir en conducción a un central, pero lo perseguían (con la solidaria ayuda del extremo) hasta forzar su error en el pase. En una de esas jugadas llegó el robo de Fekir por dentro, y un rápido tres contra dos en el que, por fin, el francés eligió bien.

Segunda parte

Con marcador favorable, Betis espera al Celta desde su bloque medio, con las líneas muy juntas. Ruiz gana los balones frontales con los que el Celta trata de hacer retroceder al Betis, y los locales no tienen el balón pero (por fin) apenas pasan apuros.

Sin embargo, privados del balón, y dados los siempre tardíos cambios de Pellegrini, el paso de los minutos y los muchos kilómetros corridos minan el físico de los béticos, que van dando pequeños pasos atrás. Tapia se mete entre centrales y Suárez y los interiores (señalados en la imagen), en superioridad numérica ante Canales y Guido, comienzan a recibir con comodidad, aunque el equipo sabe replegarse rápido y el Celta solo crea una ocasión clara de gol.


Línea por línea

Aunque discreto con los pies, Joel apareció cuando se le necesitó con una buena parada antes del descanso y temporizando muy bien una salida por bajo, aspecto que parece haber mejorado sustancialmente.

Los laterales, sin par claro, pasaron algún apuro, especialmente un Miranda poco atinado en defensa y ataque. Los centrales mezclaron bien (exquisito Mandi en salida de balón, vencedor Ruiz en los duelos aéreos) y defendieron bien los balones cruzados, aunque el rústico Ruiz evidenció su lentitud.

Un cumplidor Guido quedó eclipsado por el esplendoroso partido de Canales, convertido en todocampista omnipotente. Lainez combinó trabajo defensivo y amenaza al rival con más acierto que el lesionado Ruibal, sustituido por un correcto Rodri.

Arriba Loren y Fekir (este incansable durante noventa minutos) trabajaron denodadamente y pelearon balones largos en inferioridad con desigual acierto. El francés, una vez más, pisó poco el área, pero incordió mucho a los visitantes. La aportación de los suplentes fue discreta.

Pellegrini ha logrado ajustar cuestiones tácticas (temporizar bien la presión, juntar líneas...) y motivar a sus jugadores para un trabajo sin balón estajanovista y solidario que está dando, por fin, frutos defensivos.

Los comentarios son bienvenidos, se piden disculpas por las últimas ausencias, y en Twitter estamos en @juanramonlara7.


domingo, 3 de enero de 2021

Betis 1 - Sevilla 1 (17ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Bravo; Emerson, Mandi, Víctor Ruiz, Miranda; Guido Rodríguez, Canales (Paul 81'); Lainez, Fekir, Aitor Ruibal (Rodri 89'); y Loren (Borja Iglesias 84').
SEVILLA FC: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Joan Jordán (Óscar Rodríguez 77'), Gudelj, Óliver Torres (Rakitic 46'); Suso (Munir 77'), De Jong (En-Nesyri 46') y Ocampos (Aleix Vidal 90').
Árbitro: Del Cerro Grande (madrileño). Amarillas a Miranda, Víctor Ruiz, Guido Rodríguez, Lainez, Emerson, Óliver Torres y Rakitic.
Goles: 0-1 (48') Suso; 1-1 (53') Canales, de penalti.
Encuentro a puerta cerrada.

Jugó el Betis un derbi de notable alto y solo el desacierto en el área lo privó de una justa victoria; lo cimentó en un funcionamiento defensivo que apenas permitió ocasiones al Sevilla.

Varios factores fueron claves en ese buen funcionamiento defensivo:

- La concentración de los béticos –por un día nos permitiremos hablar de intensidad–.

- Más importante aún fue la recuperación de una buena salida de balón gracias a la presencia de Bravo, Mandi y Canales, lo que permitió al equipo instalarse a tramos en campo rival, hacer una buena presión postpérdida y así nivelar la posesión ante un rival que suele ganarla ampliamente.

- Alejar al rival de su área, gracias a esa buena contrapresión y también (¿dirección de campo de Bravo?) a que la línea defensiva se plantó más lejos del área propia que en partidos anteriores. El Betis pudo así juntar líneas en un bloque medio con una primera presión (Fekir y Loren) poco adelantada para ese trabajo.

- La excelente aportación de Ruibal y Lainez en la persecución sin desmayo de Navas y Acuña, lo que privó al Sevilla de una de sus vías de llegada más importantes. En particular el de Los Palacios apenas asomó una vez por zona de peligro.

Primer tiempo

El mexicano fue la gran novedad en la alineación bética: Pellegrini se atrevió a ir a por el balón (y el partido) metiendo a Canales como acompañante de Guido, lo que dejó sitio también a Ruibal en la banda izquierda. La otra sorpresa fue, por fin, la titularidad de Loren, que a nuestro entender la merece y justificó.

Formaba así el Betis su habitual 4-2-3-1 (4-4-2 en defensa), y enfrente Lopetegui también usaba su esquema habitual, su clarísimo 4-3-3 de gran fortaleza física y rigor posicional en ataque y defensa, con una sola pero importante baja: la del pivote Fernando. Ambos esquemas encajaban man to man con el habitual hombre libre en zona defensiva, lo que convertiría el partido en una sucesión de duelos individuales: Emerson vs Ocampos, Guido vs Óliver, Canales vs Jordán, etc. Con balón en pies del Sevilla resultaba:


En defensa estática el Betis trataba de orientar la salida sevillista a las bandas, para apretar allí hombre a hombre gracias a las basculaciones de los sacrificados Loren y Fekir. Aunque Koundé logró salir libre en algunas ocasiones, fueron muchas más las que acabaron en pelotazos largos, raramente bajados por un De Jong sin velocidad para correr a la espalda de los centrales béticos.

Pero el gran éxito de los verdiblancos en la primera mitad fue su fluidez ofensiva: un excelente Canales acudía a la cercanía de los centrales, y Mandi y Ruiz jugaban pacientemente con él y con Bravo para ganar una salida limpia. A partir de ahí Ruibal, un magnífico Lainez y el siempre libre Fekir (perseguido por Gudelj) provocaban problemas serios a la defensa sevillista, obligada a recular. El temible sistema de presión del Sevilla no funcionaba y el Betis era mejor: pese a la calidad de los centrales sevillistas, desperdició incluso alguna ocasión muy clara de gol.

Segundo tiempo

Lopetegui mete a Rakitic para mejorar el apoyo a la salida de balón (insuficiente con Torres), y a En-Nesyri, cuya movilidad y amenaza de la espalda de los centrales hace retroceder unos metros a Mandi y Ruiz. El Betis separa un poco sus líneas, Ruiz orienta mal los ataques en el inicio, el equipo pierde un poco el control de la situación y el Sevilla marca muy pronto. Cuando el partido amenazaba con entrar en una dinámica peligrosa llega el empate.

Con los minutos (y sin los cambios de Pellegrini, siempre inexplicablemente tardíos) los béticos pierden progresivamente fuelle y cuota de posesión, aunque el Sevilla no logra romper las líneas béticas y los locales sí disponen de un segundo penalti, fallado cerca ya del final. Lopetegui prueba incluso un cambio de esquema, pero el Betis cierra el partido con un cambio defensivo: Paul entra por Canales para alinearse junto a Guido. El partido llega al final sin mayores sobresaltos.

Línea por línea

Aunque dio algún susto, la valentía de Bravo en las salidas y con el balón en los pies dio confianza a sus defensas. Estos cumplieron con mucha concentración; si bien Mandi está lejos de su mejor nivel, su aportación en la salida de balón es muy importante.

El centro del campo fue sin duda la línea clave del buen partido: excelentes Guido en la destrucción y Canales en la creación, ambos aportaron en las dos facetas. Lainez  y Ruibal combinaron igualmente trabajo y amenaza contra el marco rival.

Fekir estropeó con su desacierto de cara a puerta un buen partido; aunque se coloque en ataque a veces de forma poco adecuada, su enorme calidad individual es siempre muy incómoda para el rival. Hoy además jugó más cerca de la portería rival; la jugada del segundo penalti debe marcar su papel en el equipo. Loren trabajó mucho y provocó un penalti: único delantero centro de la plantilla capaz de trabajarse un gol por suc cuenta, merece la titularidad.

El lamentable estado de forma de Borja le supondrá poca competencia. Rodri apareció muy tarde, y Paul metió físico cuando más falta hacía.

El acierto de Pellegrini en la elección de extremos fue fundamental en el buen partido del equipo.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.