martes, 21 de julio de 2020

Valladolid-Betis: unas notas

Puso el Betis en Valladolid un broche final digno de la horrible temporada perpetrada bajo la dirección de Rubi, de la que pronto haremos balance. Ni la importancia económica del partido, tabla de clasificación de por medio, pareció insuflar la menor motivación en unos jugadores que trotaron desmotivados por la cancha.

Tampoco tuvo el menor interés táctico el partido: el mil veces visto de largas posesiones desde un convencional 4-2-3-1 frente al 4-4-2 cerradito de los equipos limitados, como este Valladolid de bajísimo presupuesto. Ante tal material, nos pararemos tan solo en comentar las jugadas de los dos goles del Valladolid, señal de la falta de cuidado en los detalles que ha sido otra de las características típicas de este Betis, y que precisamente fueron consecuencia de dos jugadas comentadas muchas veces aquí:

- El 1-0 es consecuencia de una mala elección (aunque fuera de Joaquín): como hemos dicho muchísimas veces en este blog, cuando en los córneres acude un segundo atacante a pedirla corta el objetivo ha de ser atraer a dos defensores para sacarlos del área; si acude solo uno, se saca en corto, y si acuden dos es mejor colgar el balón directamente. El Betis intentó montar un enredado tres contra dos de Joaquín, Fekir y Tello ante dos defensores, la jugada se complicó y el asunto, naturalmente con los centrales fuera de posición, acabó en una contra en superioridad numérica del Valladolid y en gol.
- El 2-0 es una fotocopia casi exacta del gol que afeamos a Bartra hace pocas semanas ante el Levante. Asombrosamente, es de nuevo Bartra, en la mismísima posición, quien vende el palo débil de su portero.


El 2-0 del Valladolid

El 2-0 del Levante

Poco más puede comentarse. Pronto, el balance de la temporada.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

viernes, 17 de julio de 2020

El final de una triste temporada

Faltos de tiempo por la secuencia de partidos y tal vez de motivación por el bajo nivel futbolístico de este Betis y lo intrascendente de partidos sin mayor impacto clasificatorio para el equipo (y sin público), dejaremos sin embargo unas breves notas sobre los dos últimos partidos del equipo, perdidos en el Wanda del Atlético (1-0) y en el Villamarín ante el Alavés (1-2).

Los seguidores de la teoría de las chanclas verán comprensible la falta de motivación del equipo, intolerable sin embargo en partidos como el de anoche ante el Alavés. Vayamos sin embargo a lo puramente táctico, lo que aquí nos interesa; el tándem Alexis-Merino ha terminado por montar una versión moderada del fútbol de largas posesiones que conviene a la actual plantilla bética, aunque sin experimentos posicionales: finalmente han estabilizado un convencional 4-2-3-1 con Fekir de mediapunta con libertad absoluta, laterales largos y cierta movilidad horizontal para los extremos. Ahí aparecen ciertos matices: según partido y minuto se ha jugado con extremos a pie cambiado (anoche, tal vez en previsión de ataques largos y por tanto más subidas de los laterales), interiores en las bandas (Canales y Guardado de salida en Madrid) e incluso dobles laterales.

El equipo muestra cierta libertad de movimientos en ataque y trata de reconstruir el círculo virtuoso de posesiones largas, encierro del rival y presión postpérdida, aunque con matices como el uso habitual de balones largos a la espalda de la defensa rival (con notable acierto, dicho sea de paso) y el no exponer excesivamente en la salida de balón, para lo que en ocasiones se preparan recursos como emparejar a Loren con el pequeño Trippier (en Madrid) para bajar balones largos. Este fue su heatmap de la primera parte del Wanda (ataque del Betis, hacia la izquierda).


El buen partido de los béticos en Madrid solo le alcanzó para nivelar el juego y gozar de casi tantas ocasiones como su poderosísimo rival hasta que este rompió las tablas. El Atlético se dejó ganar el balón, como suele, y el dominio bético lo fue pero no significaba ni mucho menos control total del juego; los madrileños se sentían a gusto amenazando esporádicamente los amplios espacios a la espalda de la defensa rival, sabedores de que un par de ataques exitosos provocarían peligro real. Tras la expulsión de Hermoso el partido tuvo una fase abierta que dio esperanzas reales. Pero una falta muy mal defendida por el Betis daría el 1-0: no solo Bartra rompió el fuera de juego, sino que ya la línea había sido innecesariamente tirada en el borde del área cuando la falta era muy lejana a esta. Desde entonces el Atlético hizo lo que mejor sabe, defender dentro de su área; da la sensación de que aunque jugara con ocho no sería fácil hacerle gol.

Mucho más flojo fue el partido de los béticos ante un débil Alavés, similar en intenciones al Atlético desde su 4-4-2 arropadito, pero evidentemente muy inferior. El aceptable Betis de la primera parte dio paso a una lamentable segunda mitad que hizo anhelar el fin de la temporada. Resultó algo llamativa la alineación de un doble pivote posicional como Edgar más Guido, que obligó a ambos a girarse más veces de las que gustan.

Algunas conclusoones sí pueden sacarse de estos partidos:
- El rol de mediapunta da a Fekir más oportunidad de entrar en juego, pero finalmente lo hace atacar en posiciones de interior lejanas a la puerta rival, donde finalmente es inocuo. Su juego combinatorio con compañeros no es tan brillante como su calidad individual, así que es mejor que pise área, donde puede decidir por sí solo.
- Loren es hoy un delantero infinitamente mejor que Borja Iglesias. Sin ver estadísticas ni radares nos arriesgaríamos a decir que lo supera en todos los aspectos del juego. Deshacerse del canterano sería repetir un recurrente y grave error.
- Guido se consolida como un buen mediocentro de cierre, Mandi ha recuperado tono y Bartra sigue su carrera en caída, ya casi libre.
- La plantilla del Betis es, siendo un poco optimistas, de calidad media para LaLiga, como demuestran sus clasificaciones recientes. Ni tan mala como resultó el equipo diseñado por Rubi, ni apenas mejor que los Levante, Osasuna o Granada que, duela o no, lo superan en la tabla. La táctica, y no digamos el veneno, la exigencia y el resto de tópicos hoy de moda en la prensa sevillana, lo pueden hacer subir o bajar algunos escalones; pero ni debe pasar apuros, ni es esperable de William, Canales, Fekir o Joaquín pelear por entrar en Champions. La sobrevaloración de sus jugadores es un de los pecados recurrentes de la afición bética.

Los comentarios son siempre bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

viernes, 10 de julio de 2020

Betis-Osasuna: unas notas

El alto ritmo de partidos de esta liga postcovid no solo no nos permite a veces comentarlos extensamente, sino ni tan siquiera verlos al completo, como ha sido el caso. La visión de la primera parte nos permite sin embargo dejar algunos breves comentarios.

Ante un Osasuna que jugó con su habitual línea de cuatro atrás y colocado en 4-2-3-1, con Arnaiz solo como improvisado punta, Alexis y Merino eligieron un planteamiento y esquema bastante convencionales; fue también un 4-2-3-1, convertido a la hora de defender en 4-4-2, con un rasgo llamativo: extremos a pie natural en las dos bandas, e incluso doble lateral en la izquierda con Pedraza por delante de Moreno.

La intención de esta forma de plantarse en el campo pudo bien ser explotar jugadas como la del 2-0: ante un Osasuna que ejercería con frecuencia una presión bastante alta, convenía salir con velocidad por los costados y realizar ataques rápidos; tales posesiones breves no darían tiempo a los laterales béticos a subir, y así se aprecia en los casos de Moreno y Emerson, cuyos heatmaps los muestran más atrasados que nunca (ataque hacia la derecha):


La profundidad por banda quedaría a cargo de Joaquín y un Pedraza muy activo. En el doble pivote, también a pie natural, quedaban Guido y Guardado, bien escalonados, con el mexicano aprovechando los espacios de interior izquierdo que dejaba vacantes un Fekir que esta vez sí era mediapunta clásico (y por tanto bastante atrasado en muchas jugadas).

Entre las mejores noticias del partido estuvo el buen rendimiento general y el particular de Dani Martín y de Guido, que se consolida como el pivote defensivo que necesitaba el equipo. Digna de anotarse fue también la jugada preparada del 1-0, una vez más el córner en dos contra uno que tan bien ejecuta Joaquín y que había dado el gol a Feddal pocos días antes. Cualquier día haremos arqueología para buscar su propuesta en este blog, mucho antes de que el Betis empezara a hacerla.

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domingo, 5 de julio de 2020

Celta 1 - Betis 1 (34ª jornada de LaLiga), o el caso Fekir

CELTA (1): Rubén; Kevin Vázquez (Hugo Mallo, m. 61), Murillo, Araújo, Olaza; Okay; Fran Beltrán (Bradaric, m. 77), Rafinha; Iago Aspas (Toro Fernández, m. 77), Smolov (Brais Méndez, m. 53) y Nolito (Santi Mina, m. 77).
BETIS (1): Joel; Emerson, Mandi, Feddal, Álex Moreno (Pedraza, m. 53); Guido Rodríguez, Guardado; Aleñá (Joaquín, m. 57), Canales, Juanmi (Tello, m. 57); y Loren (Borja, m. 91).
Goles: 1-0, m. 22: Nolito. 1-1, m. 79: Feddal.
Árbitro: González Fuertes (Comité Asturiano). Fuertemente casero. Amonestó a Álex Moreno, Mandi, Kevin Vázquez, Iago Aspas, Tello, Canales, Araújo, Okay y Bradaric.

El más que aceptable partido jugado por el Betis en Vigo lo hizo merecedor de la victoria y sobradamente del empate final, basado en dos mejoras respecto a encuentros anteriores: una psicológica y una táctica.

Hablar de la psicológica no es el objeto de este blog, pero lo cierto es que el tono moral del equipo subió notablemente; no sin despistes (indefendible Joel en el 0-1), pero sin duda la activación del equipo y sus ganas de ganar se notaron en detalles como los balones divididos hacia el final del partido, y ello ante un Celta que está aún metido en la lucha contra el descenso.

Más nos interesa hablar del asunto táctico, que tiene que ver mucho con la baja del jugador más brillante de la plantilla, Nabil Fekir. El francés tiene sin duda un talento técnico y físico extraordinario (explosivo y no exento de resistencia: aguanta muy bien los partidos completos), que le permite decidir partidos en jugadas individuales. No dudamos por demás de su fortaleza psicológica e implicación. Sin embargo carece casi por completo de concepción colectiva del juego, lo que provoca problemas tácticos al equipo en ataque y en defensa.

Sobre el primero de ellos, el defensivo, advertíamos antes del partido. Al ser Fekir un jugador el que es muy difícil asignar un rol defensivo en el equipo (más por caótico que por poco trabajador), y contando con que pocos entrenadores renuncian a un punta nato que baje balones (ayer el propio Celta exiliaba a Aspas a una banda de su 4-3-3 para hacer sitio a Smolov, como hacía Poyet con Rubén Castro), el Betis se ve obligado –con Fekir en el campo– a defender con dos puntas arriba, que dimiten de la jugada cuando esta les rebasa. Dado que casi todos los equipos sacan el balón con dos centrales atrás, con los que quedan emparejados Fekir y Loren/Borja, y que conviene dejar un hombre de más en zona trasera para evitar el mano a mano en todo el campo, el Betis queda casi siempre en inferioridad numérica en el centro del campo (juegue con el esquema que juegue), resultando un sistema defensivo débil y poroso. Defendiendo por ejemplo en 4-4-2:

Inferioridad numérica en mediocampo

Ayer, a pesar de jugar justamente un 4-4-2 defensivo, los inteligentes movimientos de Loren y el segundo delantero, Canales, cerrando líneas de pase y basculando, permitieron impedir casi siempre que la pelota llegara limpia al mediocentro, que quedaba bien cerrado habitualmente por Canales. Por ejemplo con balón en pies del central derecho celtista el equipo defendía así:


Esa sutileza, para la que se necesita inteligencia y concentración defensiva del segundo punta, permitió al Betis defender con mucha más consistencia. Ante el 4-3-3 local el Betis lo hacía con parejas claras y persecuciones casi al hombre en el resto del campo, más los dos centrales sobre Smolov. En ataque el Betis quedaba en 4-2-3-1, con Guido más centrado que Guardado, y Aleñá y Canales en constante intercambio de posiciones entre el extremo derecho y la zona del mediapunta.

Quedan por comentar los problemas tácticos que (aunque parezca algo disparatado decir esto) provoca Fekir en ataque, resumidos en los movimientos de Emerson en este vídeo (a partir de 1:40) para intentar infructuosamente ofrecerse en la jugada, o en este gesto de Joaquín (segunda imagen abajo) cuando Fekir dispara en Mallorca en lugar de pasarle el balón  a él, en muchísima mejor posición:



Los brazos abiertos de Joaquín se convirtieron en celebración de gol, y la jugada del Villarreal en la ocasión más clara del partido. Aun así, pese a su exagerada calidad individual, el equipo tiene mejores resultados cuando Fekir no juega: tres victorias, dos empates y una sola derrota, con partidos tan vistosos en ataque como los de Athletic (3-2) o Real Sociedad (3-0). No pretendemos extrapolar desde tan pocos partidos, pero es evidente que no puede calificarse a Fekir de jugador decisivo, ni su baja es un dolor de cabeza para su entrenador. Naturalmente un técnico que hubiese fijado su rol en el que debía, de extremo derecho metido por dentro con más rigor posicional y comprometido en defensa, habría sacado del francés el potencial extraordinario que tiene; no lo logró Rubi.

Segunda parte
Sin Fekir pero con solidez y a partir de un juego muy mainstream el Betis fue superior en la segunda parte a un Celta que casi no salió de su campo, y que no provocó el menor peligro. Los cambios mejoraron a un Betis sin profundidad por dentro pero con cierto peligro por bandas, y por insistencia llegaron las jugadas que debieron dar la vuelta al partido si González Fuertes y su extraño VAR no hubiesen hurtado la victoria a los béticos.

Línea por línea
En lo individual cabe destacar la inaceptable desconcentración de Joel, que falla tres veces en el 1-0 (con los pies, al colcoar la barrera y al reaccionar), y la hiperactividad de Emerson. Guido y Guardado dieron mucha solidez al mediocentro, y Aleñá apareció muy poco, como Juanmi (da muy poco en ataque fuera del área, aunque trabaja) y Loren, trabajadores sin embargo.

El detalle
El gol del Betis llegó en nuestra jugada preparada favorita para los córneres, mil veces explicada aquí, implantada ya en las dos temporadas anteriores y como siempre realizada por Joaquín (a veces con Guardado, esta vez con Canales):
- Zurdo y diestro se perfilan ambos para sacar el córner.
- Si acuden dos defensas, balón directo al área, y se ha logrado extraer a dos defensas de ella al precio de un delantero.
- Si solo viene un defensor, como fue el caso, el colocado para sacar a pie cambiado toca en corto a su compañero y se cruza por detrás de este para ofrecerse, montando un dos contra uno. En este caso, Canales saca y se cruza por detrás de Joaquín:


Para evitar el dos contra uno el marcador de Emerson se acercó a Canales y obligó a salir a por Emerson a otro defensor. Despoblada así el área de defensas y casi en igualdad numérica los béticos en zona de remate, Feddal quedó desmarcado para el gol (casi fuera de plano, a la izquierda):


El Betis es el equipo que más partido ha sacado este año al balón parado.

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viernes, 3 de julio de 2020

Betis - Villarreal: unas breves notas

El ritmo de partidos apenas nos permite analizar en profundidad todos los encuentros, pero merece la pena escribir unas líneas sobre el último partido del Betis aunque solo sea para dejar constancia de la escasa importancia de la táctica cuando una de las otras patas de la mesa de un equipo de fútbol (física, técnica y psicológica) falla estrepitosamente.

Es el caso de este Betis hundido anímicamente, al que todo se le vuelve además en contra, incluso arbitrajes tan extravagantes como el de Gil Manzano, vejo amigo que señaló un penalti tan evidente como mil veces escamoteado, señaló un insólito fuera de juego en un gol en propia meta y expulsó de forma indecente a Nabil Fekir. Excusas son, tal vez, pero ayudan a explicar que el partido durara apenas hasta el descanso.

No eludiremos sin embargo nuestra decepción por el mal trabajo defensivo del equipo pese a haber vuelto a nuestra deseada defensa de tres centrales y a jugar con estos lejos del área. Ni una cosa ni la otra han detenido una sangría de goles que difícilmente pararía ante uno de los mejores ataques del campeonato, el del VIllarreal. Los levantinos jugaron con su habitual y singular 4-4-2 con dos verdaderos puntas (Moreno y Bacca), en el que la movilidad y la inteligencia para repartir posiciones y escalonarse por dentro evita la rigidez que suele asociarse a ese sistema.

Equilibrada la posesión y castigado muy pronto el Betis con el 0-1, emergió un problema del actual 3-1-4-2 verdiblanco: al defender sus dos delanteros suelen quedar arriba descolgados; al haber tres centrales béticos ante dos delanteros, el resto del equipo queda en inferioridad numérica, resuelta habitualmente con basculaciones de los cinco de atrás liberando al lateral rival del lado opuesto a la jugada. Si el rival mueve bien el balón de lado a lado la presión llega tarde. Por ejemplo, si Emerson saltaba a la presión, el lateral derecho del rival quedaba muy libre (ataque del Villarreal, hacia arriba):


Eran detalles menores, en todo caso, vista la desmoralización que lastraba las piernas de los Mandi, Canales, Borja Iglesias y tantos otros. Apenas pudo salvarse la actitud profesional de Guido y Guardado y la rebeldía de un desquiciado Fekir, por cara que costase.

Solo cabe esperar que el resto de la temporada pase rápido y sin desastre. El calendario de Betis y rivales de abajo ayuda.

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