Real Betis: Casto; Isidoro, Belenguer, Dorado, Fernando Vega; Israel (Rodri, min. 61), Arzu (Ezequiel, min. 46), Beñat (Juande, min. 68), Salva Sevilla; Rubén Castro y Jorge Molina.
Getafe CF: Ustari; Miguel Torres, Marcano, Rafa, Mané; Boateng; Pedro Ríos (Casquero, min. 82), Parejo, Gavilán (Víctor Sánchez, min. 76); Manu del Moral (Arizmendi, min. 63) y Miku.
Goles: 0-1, min.26: Miku. 0-2, min. 34: Pedro Ríos. 1-2, min.87: Jorge Molina, de penalti.
Árbitro: Ayza Gámez (Colegio valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Rodri y Boateng.
El Betis ha perdido hoy buena parte de sus opciones de seguir en la Copa. El estado de un cuarto del terreno de juego decidió el reparto del dominio del partido: los béticos atacaron en la primera parte la portería de Gol Norte; mientras que las otras tres cuartas partes del terreno aguantaron muy bien la lluvia, la zona izquierda del ataque de esa mitad del campo estuvo completamente encharcada durante todo el partido, haciendo imposible la conducción del balón.
Primera parte
El Getafe puso un 4-4-2 escalonado, con rombo en el mediocampo (un gran Boateng de mediocentro, y Parejo por delante) y Manu como mediapunta. En el Betis Mel comete el -para mí- error de poner un par de mediocentros que se complementan mal: Beñat y Arzu son hombres de poca conducción y no mucho recorrido defensivo, y sí de buen posicionamiento y toque. Ambos hacen buena pareja con Iriney o con otro hombre de desgaste, pero si juegan juntos se echa en falta la presión y los movimientos del brasileño, al que ciertamente no es fácil encontrar sustituto: tal vez Cañas, aunque hay que hallar el modo de alejarlo de la portería propia. El terreno de juego era además más propicio para la guerra de guerrillas que para el fútbol de triangulación de Arzu y Beñat. Debido a ello y a las dificultades del terreno el Betis se ve superado en la primera mitad por el Getafe, que la toca con comodidad porque nadie sabe ir a quitársela. En principio Salva ocupa la banda izquierda e Israel la derecha, con Rubén de mediapunta. Sin embargo, Israel comete el error posicional de abandonar demasiado su banda, dejando en defensa a Isidoro ante un frecuente dos contra uno y empujando al equipo al sector del campo en peor estado. Pasado el ecuador de ese tiempo se fue ya descaradamente a la izquierda, donde su fútbol de conducción era imposible, y dejó a Salva su mal perfil por la derecha. Entre tanto el Getafe aprovechaba las debilidades defensivas del Betis (el juego aéreo a balón parado y su flojo portero) para irse 0-2.
Segunda parte
Tras el descanso Mel se la juega con mucho valor (la cosa pudo acabar en catástrofe) y mete a Salva de mediocentro para introducir a Ezequiel por la izquierda. El equipo se echa arriba con fe y fútbol y da la vuelta a la tortilla del juego, presentándose en varias ocasiones con claridad ante portería y logrando muy al final el 1-2; la suerte, Ustari y la falta de acierto impiden antes la remontada. El cambio de Rodri por Israel apenas alteró las posiciones, aunque Castro se echó más a la banda derecha hacia el final.
Merece un comentario el modo de defender los córneres del Betis; se puso en zona, algo por supuesto posible, pero no la hizo bascular, y los jugadores del Getafe supieron leer la situación y entraron en masa una y otra vez por el segundo palo, consiguiendo superioridad numérica y rematar con peligro. En un par de ocasiones (por ejemplo, en el primer gol) la pidieron rasa por fuera sin que tampoco saliera ningún bético a cerrar a tiempo.
Jugador por jugador
Casto: Poca culpa tuvo en el primer gol (aunque pudo llegar antes), pero toda en el segundo, un tiro demasiado lejano y demasiado centrado para que entre. Dio además poca seguridad, aunque con el avance del partido mejoró en este aspecto.
Isidoro: Muy bien. Cubrió con valentía y físico toda su banda y la jugó con calidad. La baja de Lopes preocupa menos así.
Belenguer: Correcto, pero con poca presencia.
Dorado: Gran partido, una vez más. Se anticipó a las intenciones del rival, como siempre.
Vega: Empezó con muchas dudas e incluso fue pitado, pero en la segunda parte volvió a ser a veces el hombre temible en los balones divididos que una vez fue.
Israel: Mucho mejor en lo físico de lo esperable tras su inactividad, anduvo rápido e incisivo. Se equivocó sin embargo al dejar su banda.
Arzu: Demasiado dedicado a guardar la posición y observar el juego, pero ocurre que su fútbol nunca fue agresivo.
Beñat: Perjudicado como Arzu por tener un jugador similar a su lado, lo que le obligó a conducciones a contraestilo, mostró sin embargo criterio y presencia, como siempre.
Salva Sevilla: Sólo aceptable en la primera parte, en la que debió jugar más en largo porque el campo no permitía otra cosa en su zona, se creció en la segunda como mediocentro, con recorrido, calidad y buenas elecciones de jugada.
Rubén Castro: Sus buenas intenciones se quedaron casi siempre en el uy. Es difícil jugar donde lo hace Emana.
Molina: Su lentitud se notó demasiado ante centrales de Primera.
Ezequiel: Revolucionó el partido a base de arrojo, rapidez y trabajo. Comete errores frecuentes en la elección de jugada, pero tiene una rapidez de movimientos y una técnica que le permiten jugar como muy pocos en espacios reducidos. Si aprende a elegir puede ser muy bueno -no es fácil aprender eso-.
Rodri: Cogió seis balones y perdió siete.
Juande: Lento pero bien, incluso con un necesario puntito de agresividad.
PD (23 de diciembre, 21:00): En este ocasión se me hacen necesarias algunas puntualizaciones y añadidos:
- En el primer gol del Getafe había jugadores pidiéndola en corto, sí, pero el córner no fue sacado en corto como se podía inferir de mi texto.
- El segundo gol es parable pero más difícil de lo que aparentaba desde mi posición en la grada. Escribir sin ver repeticiones tiene sus riesgos.
- El siglo XX ha llegado al Betis, aunque sea muy tarde: ayer por fin el minuto de silencio fue acompañado por música, no por la oración de una determinada confesión religiosa.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
sábado, 18 de diciembre de 2010
Tenerife 0 - Betis 3 (17ª jornada de Liga de Segunda División)
0 - Tenerife: Aragoneses; Bartra, Melli, David Prieto, Beranger; Julio Álvarez (Omar, min.66), Ricardo (A.Hidalgo, min. 74), Mikel Alonso, Kome; Natalio y Nino.
3 - Real Betis: Goitia; Isidoro, Roversio, Dorado, Nacho; Rubén Castro (Rodri, min. 85), Iriney (Ezequiel, min. 81), Arzu, Salva Sevilla; Emana y Jorge Molina (Juande, min. 60).
Goles: 0-1, min. 6, Emana; 0-2, min. 17, Rubén Castro; 0-3, min. 34, Emana.
Árbitro: Gil Manzano (C. Extremeño) amonestó a Beranger, por el Tenerife.
Comodísima victoria del Betis hoy en una ventosa tarde tinerfeña. El equipo ha sabido utilizar un gol tempranero para manejar los tiempos del partido, y del resto se han encargado los nervios del Tenerife y su pésimo portero. El equipo parece haber dejado atrás el primer -inevitable- bajón, además sin daños en la clasificación, y apunta para arriba pese a los cambios institucionales.
El Betis plantea el partido de modo similar al de hace una semana ante el Córdoba, y comentado aquí largamente en el post anterior. El enemigo pone también un 4-4-2, aunque esta vez sus delanteros, Natalio y Nino, eran pequeños y rápidos. Los béticos alinean el que parece que será ya su equipo titular el resto de la temporada, con los cambios obligados (y naturales) de Isidoro por Lopes y Arzu por Beñat. En el 4-4-2 -el Betis, por mucho que hable la prensa del tridente, no se posiciona con tres delanteros- otra vez Salva y Castro hacen de extremos, falsos, sobre todo el primero, y otra vez Castro mete peligro cuando se infiltra por dentro y Salva hace casi de mediocentro en ataque dejando la banda libre a Nacho.
Primera parte
Con rachas de viento a favor del Betis, en defensa Mel elige de nuevo apretar desde muy arriba y emparejar a la pareja de delanteros con los centrales del Tenerife y a los mediocentros con los mediocentros. Aunque la presión no es tan intensa como ante el Córdoba, el Tenerife no logra sacar el balón jugado -cosa que habría sido bastante peligrosa con la defensa adelantada ante dos hombres rápidos- y sus intentos le salen muy caros. Los canarios además suelen tirar un delantero a una banda sin resultado alguno, y los centrales arreglan los problemas cuando la piden en la mediapunta para buscar las espaldas de unos mediocentros que iban muy arriba a presionar. Un Iriney hiperactivo es el gran responsable de las pérdidas constantes del rival.
Con el balón en poder del Betis los canarios no detectan los movimientos de Salva y Emana, y el Betis impone tres veces su calidad arriba, e incluso tiene ocasiones para hacer más goles.
Segunda parte
Tres factores dan la posesión al Tenerife: un fuerte viento en contra del Betis, cierta relajación defensiva y la tarjeta a Iriney, que deja de incomodar a todo jugador que le pase cerca como hacía en el primer tiempo. El Tenerife tiene varias ocasiones claras que no aprovecha, y desde el minuto 25 el partido languidece. Juande entra en la banda derecha para que Castro pase a ser delantero, y luego Ezequiel entre en la izquierda por Iriney pasando Salva al mediocentro junto a Arzu.
Jugador por jugador
Goitia: Una buena y muy oportuna parada a Nino al inicio de la segunda parte, y poco más trabajo.
Isidoro: Cumplidor con solvencia. Se proyectó poco pero cerró bien y estuvo presente.
Roversio: Concedió una llegada a Nino, pero por demás estuvo rápido y atento.
Dorado: Con su pareja supo mantener la línea bien alejada de la portería y salir a campo abierto, e hizo ayudas a la banda.
Nacho: Muy buen partido defensivo. En la segunda parte tuvo varias intervenciones decisivas en su área. Puede aprovechar más el pasillo en ataque, aunque no tiene un físico exuberante para ello.
Castro: Debió buscar más la movilidad en horizontal, pero es difícil pedirle más: una vez que lo hizo metió un golazo (con ayuda de Aragoneses). Trabajó bien en defensa.
Iriney: Excelente primera parte, en la que se comió al centro del campo del Tenerife. Una tarjeta tonta le impidió mantener el nivel en la segunda.
Arzu: La tocó bien y mantuvo bien el sitio, lo que no es fácil cuando se presiona tan arriba, pero otra vez pareció que jugaban tres irineys y medio Arzu. En todo caso es el recambio lógico de Beñat, porque también él es complementario con Iriney.
Salva: Definitivamente Mel ha dado con el sitio para este jugador. Su posición variable en ataque es muy difícil de detectar y provoca mucho desconcierto al rival por las permutas con los compañeros. El problemita de que a veces llegue tarde a defender a su lateral puede ser hasta una ventaja, pues él ayuda a los mediocentros y el balón pasa a zonas fáciles de presionar.
Emana: Hizo estragos en todo el frente de ataque, con maniobras magníficas, aunque se equivoque tantas veces.
Molina: No acaba de estar fino, aunque da mucho trabajo a los centrales. No metió el pie y anduvo un tanto lento.
Juande: Esta vez hizo buen juego combinativo en la banda derecha, aunque ese no puede ser su sitio.
Ezequiel: Tuvo el balón, pero a esas alturas el partido estaba resuelto.
Rodri: Aparición casi simbólica.
3 - Real Betis: Goitia; Isidoro, Roversio, Dorado, Nacho; Rubén Castro (Rodri, min. 85), Iriney (Ezequiel, min. 81), Arzu, Salva Sevilla; Emana y Jorge Molina (Juande, min. 60).
Goles: 0-1, min. 6, Emana; 0-2, min. 17, Rubén Castro; 0-3, min. 34, Emana.
Árbitro: Gil Manzano (C. Extremeño) amonestó a Beranger, por el Tenerife.
Comodísima victoria del Betis hoy en una ventosa tarde tinerfeña. El equipo ha sabido utilizar un gol tempranero para manejar los tiempos del partido, y del resto se han encargado los nervios del Tenerife y su pésimo portero. El equipo parece haber dejado atrás el primer -inevitable- bajón, además sin daños en la clasificación, y apunta para arriba pese a los cambios institucionales.
El Betis plantea el partido de modo similar al de hace una semana ante el Córdoba, y comentado aquí largamente en el post anterior. El enemigo pone también un 4-4-2, aunque esta vez sus delanteros, Natalio y Nino, eran pequeños y rápidos. Los béticos alinean el que parece que será ya su equipo titular el resto de la temporada, con los cambios obligados (y naturales) de Isidoro por Lopes y Arzu por Beñat. En el 4-4-2 -el Betis, por mucho que hable la prensa del tridente, no se posiciona con tres delanteros- otra vez Salva y Castro hacen de extremos, falsos, sobre todo el primero, y otra vez Castro mete peligro cuando se infiltra por dentro y Salva hace casi de mediocentro en ataque dejando la banda libre a Nacho.
Primera parte
Con rachas de viento a favor del Betis, en defensa Mel elige de nuevo apretar desde muy arriba y emparejar a la pareja de delanteros con los centrales del Tenerife y a los mediocentros con los mediocentros. Aunque la presión no es tan intensa como ante el Córdoba, el Tenerife no logra sacar el balón jugado -cosa que habría sido bastante peligrosa con la defensa adelantada ante dos hombres rápidos- y sus intentos le salen muy caros. Los canarios además suelen tirar un delantero a una banda sin resultado alguno, y los centrales arreglan los problemas cuando la piden en la mediapunta para buscar las espaldas de unos mediocentros que iban muy arriba a presionar. Un Iriney hiperactivo es el gran responsable de las pérdidas constantes del rival.
Con el balón en poder del Betis los canarios no detectan los movimientos de Salva y Emana, y el Betis impone tres veces su calidad arriba, e incluso tiene ocasiones para hacer más goles.
Segunda parte
Tres factores dan la posesión al Tenerife: un fuerte viento en contra del Betis, cierta relajación defensiva y la tarjeta a Iriney, que deja de incomodar a todo jugador que le pase cerca como hacía en el primer tiempo. El Tenerife tiene varias ocasiones claras que no aprovecha, y desde el minuto 25 el partido languidece. Juande entra en la banda derecha para que Castro pase a ser delantero, y luego Ezequiel entre en la izquierda por Iriney pasando Salva al mediocentro junto a Arzu.
Jugador por jugador
Goitia: Una buena y muy oportuna parada a Nino al inicio de la segunda parte, y poco más trabajo.
Isidoro: Cumplidor con solvencia. Se proyectó poco pero cerró bien y estuvo presente.
Roversio: Concedió una llegada a Nino, pero por demás estuvo rápido y atento.
Dorado: Con su pareja supo mantener la línea bien alejada de la portería y salir a campo abierto, e hizo ayudas a la banda.
Nacho: Muy buen partido defensivo. En la segunda parte tuvo varias intervenciones decisivas en su área. Puede aprovechar más el pasillo en ataque, aunque no tiene un físico exuberante para ello.
Castro: Debió buscar más la movilidad en horizontal, pero es difícil pedirle más: una vez que lo hizo metió un golazo (con ayuda de Aragoneses). Trabajó bien en defensa.
Iriney: Excelente primera parte, en la que se comió al centro del campo del Tenerife. Una tarjeta tonta le impidió mantener el nivel en la segunda.
Arzu: La tocó bien y mantuvo bien el sitio, lo que no es fácil cuando se presiona tan arriba, pero otra vez pareció que jugaban tres irineys y medio Arzu. En todo caso es el recambio lógico de Beñat, porque también él es complementario con Iriney.
Salva: Definitivamente Mel ha dado con el sitio para este jugador. Su posición variable en ataque es muy difícil de detectar y provoca mucho desconcierto al rival por las permutas con los compañeros. El problemita de que a veces llegue tarde a defender a su lateral puede ser hasta una ventaja, pues él ayuda a los mediocentros y el balón pasa a zonas fáciles de presionar.
Emana: Hizo estragos en todo el frente de ataque, con maniobras magníficas, aunque se equivoque tantas veces.
Molina: No acaba de estar fino, aunque da mucho trabajo a los centrales. No metió el pie y anduvo un tanto lento.
Juande: Esta vez hizo buen juego combinativo en la banda derecha, aunque ese no puede ser su sitio.
Ezequiel: Tuvo el balón, pero a esas alturas el partido estaba resuelto.
Rodri: Aparición casi simbólica.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Betis-Córdoba: un análisis posicional
Una vez visto en vídeo, el Betis - Córdoba me ha parecido un partido muy jugoso en cuestiones posicionales. Son justas las alabanzas al esfuerzo y la valentía del Betis en este partido, y es cierto que la superior calidad de los jugadores del Betis se notó, pero hubo además detalles posicionales decisivos.
El Córdoba, como es típico de los equipos de Alcaraz, buscó el juego largo y puso para ello un 4-4-2 con un hombre alto arriba; este sistema hizo pasar apuros al Betis, por ejemplo, en el Arcángel el año pasado, pero si el rival te empuja a tu campo, como empujó ayer el Betis al Córdoba, no suele servir de mucho porque un tanque es menos útil lejos de la portería rival. La cuestión es cómo empujó el Betis al Córdoba a su campo y cómo le atacó:
Con el balón en poder del Córdoba
El Barça B jugó el miércoles un 4-1-4-1 que causó (para desesperación de Emana) que los pivotes béticos se emparejaran con los interiores del Barça, de modo que Emana y Castro tuvieron que vérselas con los dos centrales y el mediocentro del Barça; esa fue, en parte, la causa de las largas posesiones del Barça B, en zonas frías, aunque a cambio llegaba poco a puerta: al Betis le sobraba un defensa central, como si jugara con líbero. Por contra el sábado, ante un 4-4-2, Mel tenía dos opciones sin balón; la cobarde era escalonar a los del medio, esto es, retrasar a Emana para auxiliar al mediocampo (Emana e Iriney, por ejemplo, contra los pivotes) y que el mediocentro restante (Beñat aquí) ayudara a los centrales contra los dos delanteros (tres contra dos). Eligió la valiente, un claro 4-4-2: los dos delanteros (Emana a la derecha, Molina -una vez salió Lopes- a la izquierda) fueron a por los dos centrales, Salva se emparejaba con el lateral derecho, Castro (antes Lopes) con el izquierdo, dos pivotes contra dos pivotes... Este uno contra uno en todo el campo invita a presionar, y al tiempo obliga a ello, porque si dejas tiempo al rival para jugar en largo con comodidad abandonas a tus centrales a un dos contra dos que, a la larga, resulta mortal. Así que el Betis presionó a muerte, incluso con los centrales saliendo al mediocampo a por los delanteros cordobesistas cuando se retrasaban a la mediapunta. Era un planteamiento valiente y exigente en lo físico.
Con el balón en poder del Betis
Es una buena noticia que el sistema de ataque que, previsiblemente, corresponderá a la futura alineación titular del Betis (con Castro, Iriney, Beñat, Salva; Emana y Molina) implique un importante caos posicional ofensivo: el desorden, en ataque, es bueno. Con balón en posesión del Betis Rubén Castro se metió hacia dentro, y Salva más descaradamente aún y, además, se retrasó. Ambos dejaron así espacio a las subidas de Isidoro y Nacho, y provocaron superioridad numérica en ciertas zonas centrales y una notable empanada a los laterales del Córdoba, sobre todo el derecho, casi siempre sin pareja ni función defensiva, como un alfil encerrado en el ajedrez. Las permutas constantes y las posiciones entre líneas de Salva, Castro, Emana y Nacho hicieron que los cordobesistas se encontraran en cada jugada con un problema diferente y que no cuadraba con sus posiciones de pizarra: algo difícil de contrarrestar aunque lo conozcas de antemano. Los dos mediocentros tuvieron que controlar a Salva, Beñat e Iriney más Emana y Castro buscándoles las espaldas.
Los defectos de este sistema pueden ser el cerrar un poco el campo por falta de extremos abiertos, y el esfuerzo que requiere de los laterales y de los falsos extremos, que han de recuperar la posición para volver al 4-4-2 defensivo: buenas carreras se pegó Salva para ello. Sin embargo creo que compensa: pone a los mejores jugadores en el campo y es menos defendible que el más estático de extremos fijos. Esperemos que funcione.
El Córdoba, como es típico de los equipos de Alcaraz, buscó el juego largo y puso para ello un 4-4-2 con un hombre alto arriba; este sistema hizo pasar apuros al Betis, por ejemplo, en el Arcángel el año pasado, pero si el rival te empuja a tu campo, como empujó ayer el Betis al Córdoba, no suele servir de mucho porque un tanque es menos útil lejos de la portería rival. La cuestión es cómo empujó el Betis al Córdoba a su campo y cómo le atacó:
Con el balón en poder del Córdoba
El Barça B jugó el miércoles un 4-1-4-1 que causó (para desesperación de Emana) que los pivotes béticos se emparejaran con los interiores del Barça, de modo que Emana y Castro tuvieron que vérselas con los dos centrales y el mediocentro del Barça; esa fue, en parte, la causa de las largas posesiones del Barça B, en zonas frías, aunque a cambio llegaba poco a puerta: al Betis le sobraba un defensa central, como si jugara con líbero. Por contra el sábado, ante un 4-4-2, Mel tenía dos opciones sin balón; la cobarde era escalonar a los del medio, esto es, retrasar a Emana para auxiliar al mediocampo (Emana e Iriney, por ejemplo, contra los pivotes) y que el mediocentro restante (Beñat aquí) ayudara a los centrales contra los dos delanteros (tres contra dos). Eligió la valiente, un claro 4-4-2: los dos delanteros (Emana a la derecha, Molina -una vez salió Lopes- a la izquierda) fueron a por los dos centrales, Salva se emparejaba con el lateral derecho, Castro (antes Lopes) con el izquierdo, dos pivotes contra dos pivotes... Este uno contra uno en todo el campo invita a presionar, y al tiempo obliga a ello, porque si dejas tiempo al rival para jugar en largo con comodidad abandonas a tus centrales a un dos contra dos que, a la larga, resulta mortal. Así que el Betis presionó a muerte, incluso con los centrales saliendo al mediocampo a por los delanteros cordobesistas cuando se retrasaban a la mediapunta. Era un planteamiento valiente y exigente en lo físico.
Con el balón en poder del Betis
Es una buena noticia que el sistema de ataque que, previsiblemente, corresponderá a la futura alineación titular del Betis (con Castro, Iriney, Beñat, Salva; Emana y Molina) implique un importante caos posicional ofensivo: el desorden, en ataque, es bueno. Con balón en posesión del Betis Rubén Castro se metió hacia dentro, y Salva más descaradamente aún y, además, se retrasó. Ambos dejaron así espacio a las subidas de Isidoro y Nacho, y provocaron superioridad numérica en ciertas zonas centrales y una notable empanada a los laterales del Córdoba, sobre todo el derecho, casi siempre sin pareja ni función defensiva, como un alfil encerrado en el ajedrez. Las permutas constantes y las posiciones entre líneas de Salva, Castro, Emana y Nacho hicieron que los cordobesistas se encontraran en cada jugada con un problema diferente y que no cuadraba con sus posiciones de pizarra: algo difícil de contrarrestar aunque lo conozcas de antemano. Los dos mediocentros tuvieron que controlar a Salva, Beñat e Iriney más Emana y Castro buscándoles las espaldas.
Los defectos de este sistema pueden ser el cerrar un poco el campo por falta de extremos abiertos, y el esfuerzo que requiere de los laterales y de los falsos extremos, que han de recuperar la posición para volver al 4-4-2 defensivo: buenas carreras se pegó Salva para ello. Sin embargo creo que compensa: pone a los mejores jugadores en el campo y es menos defendible que el más estático de extremos fijos. Esperemos que funcione.
sábado, 11 de diciembre de 2010
Betis 3 - Córdoba 1 (16ª jornada de Liga de Segunda División)
Quien esto firma sólo ha podido ver la media hora final del Betis-Córdoba de hoy, de modo que apenas dejará tres o cuatro apuntes:
- Me ratifico en que Beñat es muy buen mediocentro. Es muy raro ver a un jugador acertar casi siempre en la elección de jugada, como él hace. Tan solo debe reservar algo más su físico para el final, pero es un hombre muy importante en este equipo.
- Mel tuvo, un poco a la fuerza, que probar el esquema del que hablábamos en el séptimo comentario del Betis-Barça B: 4-2-3-1 con Salva (izqda.) y Rubén de extremos (o algo así) y Beñat con Iriney en el centro; esto es, los tres del tridente sin hacer tridente. Se ha visto que Salva a la izquierda puede jugar, y muy bien; que juntar a los buenos es siempre bueno; y que Castro es tan listo que mete goles incluso partiendo de la banda. Creo que se debe mantener ese esquema en lo posible.
- Mel renunció a los cambios reservones consistentes en meter mediocentros por todos los sectores, y prefirió abrir el campo para tener el balón: el equipo terminó el partido con Salva, Arzu, Beñat y Ezequiel como mediocampistas, más Castro y Molina arriba. El resultado ha sido mucho más positivo que el conseguido con el otro método.
- A balón parado se defiende muy mal. Esperemos que vuelva pronto Roqué.
Saludos, y disculpen la brevedad.
- Me ratifico en que Beñat es muy buen mediocentro. Es muy raro ver a un jugador acertar casi siempre en la elección de jugada, como él hace. Tan solo debe reservar algo más su físico para el final, pero es un hombre muy importante en este equipo.
- Mel tuvo, un poco a la fuerza, que probar el esquema del que hablábamos en el séptimo comentario del Betis-Barça B: 4-2-3-1 con Salva (izqda.) y Rubén de extremos (o algo así) y Beñat con Iriney en el centro; esto es, los tres del tridente sin hacer tridente. Se ha visto que Salva a la izquierda puede jugar, y muy bien; que juntar a los buenos es siempre bueno; y que Castro es tan listo que mete goles incluso partiendo de la banda. Creo que se debe mantener ese esquema en lo posible.
- Mel renunció a los cambios reservones consistentes en meter mediocentros por todos los sectores, y prefirió abrir el campo para tener el balón: el equipo terminó el partido con Salva, Arzu, Beñat y Ezequiel como mediocampistas, más Castro y Molina arriba. El resultado ha sido mucho más positivo que el conseguido con el otro método.
- A balón parado se defiende muy mal. Esperemos que vuelva pronto Roqué.
Saludos, y disculpen la brevedad.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Betis 2 - Barcelona B 2 (partido aplazado de la 14ª jornada de Liga de Segunda División)
Betis: Goitia; Isidoro, Roversio, Dorado, Nacho; Miguel Lopes (Cañas, m.70), Beñat (Juande, m.83), Iriney, Salva Sevilla; Emana y Rubén Castro (Jorge Molina, m.80).
Barcelona B: Masip; Montoya, Armando, Muniesa, Abraham; Oriol Romeu, Carmona (Ilie, m.61), Roberto (Riverola, 61); Tello, Rochina (Saúl, m.57) y Nolito.
Goles:1-0: m.7: Rubén Castro. 2-0: m.48: Roversio. 2-1. m.79: Nolito, 2-2. m.85; Oriol Romeu.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Dorado (m.86) y Juande (m.87).
El Betis ha dejado escapar tontamente dos puntos en un buen partido que tuvo totalmente controlado hasta los diez minutos finales. Una mezcla de desacierto en las dos áreas (nadie hablará hoy de la famosa pegada), mala suerte y errores de Mel y el árbitro dieron al traste con el buen trabajo hecho ante un rival que venía, eso sí, con muchas bajas importantes. Dos puntos no merecidos el sábado volaron hoy. El partido, por cierto, materializó en goles un par de detalles tácticos aquí ya comentados.
El Barça B pone en juego el esquema de sus mayores, aunque con verdadero delantero centro: un 4-3-3 (o 4-1-4-1) con pivote, dos interiores y dos extremos. En el Betis Mel sacrifica a Molina para ganar control en el centro del campo, y acierta plenamente en la ubicación inicial de los jugadores: pone un claro 4-4-2 con Beñat e Iriney como mediocentros en paralelo (el vasco con leve tendencia a adelantarse), Lopes de extremo derecho con la clara misión de ayudar a Isidoro a controlar al muy peligroso Nolito, Emana en la mediapunta y Salva Sevilla como falso extremo izquierdo; desde esa posición (para mí la mejor para este jugador en este equipo) Salva deja espacio a las subidas de Nacho y además gana mucha más perspectiva de pase que en la derecha, sin obligar a Emana a tirarse a una banda. Esta cuestión se materializa muy rápido, en el primer gol, tras un pase desde su zona de Salva a Castro.
Cómodo por tener el marcador a favor, el Betis deja que el Barça B la tenga pero controla totalmente el partido (aun sin balón) y lanza buenos contraataques que debieron ser mortales. En defensa las parejas están claras (Beñat e Iriney con los interiores, los laterales con los extremos), aunque Castro y, sobre todo, Emana, no parecen comprender que es normal que entre los dos tengan que defender a tres jugadores (los centrales y el mediocentro) y discuten el tema durante todo el primer tiempo con Beñat e Iriney. Estos les echan una mano cuando pueden aunque se dejen entonces un interior libre a su espaldas, casi siempre Carmona.
Llega el 2-0 y el partido se parece cada vez más al del Villarreal B del año pasado, tal vez incluso con menos llegadas del filial, que va adelantando progresivamente la línea de atrás y queda expuesto a contragolpes claros por el enorme espacio que deja a las espaldas de su defensa, bastante vulnerable además. El Betis está cada vez más cómodo y hace lo que no hizo el sábado: tocar la pelota y abrir el campo.
Mel quita entonces a tres de sus mejores jugadores y en ello llega la pequeña hecatombe. El cambio de Lopes es inobjetable (por problemas físicos), y Mel acierta plenamente poniendo a Cañas en la banda y dejando a Beñat en su sitio. El segundo, tras el incidental 2-1, es más discutible, porque eliminar a Castro casi nunca es bueno. El tercero (Juande por Beñat) tal vez se debiese también a problemas físicos, pero entonces Mel hace algo inexplicable y ya comentado aquí hace unos días: mete por dentro a Cañas, un hombre de recorrido y conducción pero incapaz para la distribución, y manda a la banda a Juande, buen distribuidor pero igualmente incapaz para conducir ni para defender por la banda. Ni aunque Mel pensase más bien en no tener el balón que en tenerlo se puede considerar acertada tal elección. El castigo tarda segundos en llegar: al primer balón que Cañitas soba cerca de sus centrales llega el robo y el 2-2.
Goitia: Le tiraron tres o cuatro veces y entraron dos. En el segundo gol falla gravemente por indecisión y descoordinación con la defensa.
Isidoro: Bien hasta el 2-2, controló con inteligencia y ayudas a Nolito, pero se vio involucrado en las dos jugadas de gol en contra.
Roversio: Buen partido con balón y sin él.
Dorado: Volvió a ser el central bien colocado e inteligente al corte.
Nacho: Bien en ataque al aprovechar la espalda de su extremo (una zona muerta del esquema del Barça), erró en la posición de forma clara en la jugada del 2-1. Aguantó bien muchos uno contra uno ante Tello.
Beñat: Gran partido. Nadie en la plantilla tiene su criterio y visión de juego para distribuir el balón. Una vez más, dejó las cosas en 2-1 y se las estropearon.
Iriney: Bien, y cada vez con mejor manejo de bola.
Lopes: Pareció jugar a medio gas, y efectivamente acabó con problemas físicos. Hizo buenas ayudas defensivas y se desplegó en ataque. Es una alternativa adecuada a la falta de extremos natos.
Emana: En su línea habitual, alternó jugadas brillantes con extrañas elecciones. Tal vez sea demasiado bueno para tirarlo a la banda en este Betis.
Salva Sevilla: Bien en el primer tiempo, con mucha libertad de movimientos en ataque. Su alergia a conducir el balón le hizo mirar más a su portería que a la contraria en las muchas ocasiones en que lo tuvo en la segunda parte con metros por delante, lo que hizo perder contragolpes claros y contribuyó a que el partido no se cerrara definitivamente.
Castro: Uno no sabe ya qué más cosas buenas decir de este jugador.
Cañas: Bien en la banda, mal por dentro. Es fotocopia de su tío (ya veremos si en mejor o, como parece, en peor). No tiene toque ni visión de juego para jugar de mediocentro, pero sí despliegue físico y conducción de bola para hacerlo como volante o interior. Hay pues que alejarlo de la portería propia y de las zonas de mucha circulación de jugadores, donde si la tocas tres veces seguidas te la roban; así le pasó en Copa en Granada y también hoy, siempre con consecuencias nefastas.
Molina: Apenas tuvo tiempo para bajar un par de balones y tocarlos bien.
Juande: Los entrenadores y él mismo parecen empeñados en arruinarle la carrera. Hoy apenas tuvo tiempo ni para siquiera eso.
sábado, 4 de diciembre de 2010
Numancia 1 – Betis 2 (15ª jornada de Liga de Segunda División)
CD Numancia: Eduardo; Flaño, Jaio, Pavón, Nano (Del Pino, min. 73); Dimas, Nagore, Garmendia (Víctor Andrés, min. 76); Barkero, Iñigo Vélez (Gerard, min. 65) y Cedric.
Real Betis: Goitia; Isidoro, Roversio, Dorado, Nacho; Juande, Iriney, Salva Sevilla (Miguel Lopes, min. 73); Rubén Castro, Jorge Molina (Cañas, min. 60 ) y Emana (Rodri, min. 88).
Goles: 1-0, min.10: Nano. 1-1, min. 22: Emana, de penalti. 1-2, min.28: Rubén Castro.
Árbitro: Bernabé García (Colegio murciano). Mostró tarjeta amarilla a Roversio, Rubén Castro, Jaio, Iriney y Cañas. Expulsó con roja directa a Pavón en el minuto 21 por penalti a Jorge Molina.
Mal partido del Betis esta tarde en Soria, en el que Goitia y la suerte le han entregado una victoria para la que no ha hecho méritos. Pese a jugar con uno más la mayor parte del encuentro por un penalti más expulsión favorable, el equipo ha concedido infinidad de ocasiones (incluidos tres palos), no ha tenido la posesión y no ha manejado nunca el tempo del partido.
El terreno de juego, salvo una franja de veinte metros helada ante la portería defendida por el Betis en la primera parte, estaba en buenas condiciones. Los dos equipos se ponen en el campo en 4-1-4-1 (4-3-3 si se prefiere). En el Numancia es Nagore el pivote; Barkero y Cedric juegan como extremos a pie cambiado. En el Betis Iriney es el mediocentro, Juande (derecha) y Salva los interiores, Castro (derecha) y Emana los extremos, y Molina el delantero centro: el tan pedido tridente.
La primera parte tiene similitudes con la de Las Palmas, pese a que el estilo de juego del Numancia es completamente opuesto al de los canarios: muy a la norteña, buscan el juego rápido a las bandas y los balones a la olla, especialmente los bien sacados por Barkero a balón parado. El Betis, escaso de número en el centro del campo, se ve totalmente superado en esa zona. Emana hace de Ronaldinho en el Barça de Rijkaard: no sigue a su lateral, lo que obliga a Salva o Iriney a ir a la ayuda y provoca superioridades del Numancia. En el lado contrario la velocidad de Cedric hace pasar a puros a Isidoro, y en todas partes los béticos están muy estáticos, sin intensidad alguna. El Numancia además tiene la defensa bien adelantada y presiona fuertemente, de modo que el Betis la tiene poco.
La contraparte de ese Numancia que arriesga y de un Betis con tres delanteros es que cuando se sale de la presión llegan ocasiones claras, como en Las Palmas. El penalti a Molina y el oportunismo de Castro ponen por delante y con un hombre más al Betis, que había mandado también un balon al palo (el Numancia dos en este tiempo) y vio anulado un gol por mano inexistente, aunque Rubén pareció partir en fuera de juego. A partir de ese momento el Betis deja entrar al partido en una dinámica de intercambio de golpes, en la que las jugadas a balón parado son un suplicio por la pasividad inexplicable de la defensa y la facilidad del árbitro para pitarlas.El Numancia se había colocado en 4-4-1 tras retrasar a un interior.
En la segunda parte el Betis sigue sin saber manejar el partido: en un buen terreno de juego y ante un equipo en inferioridad y que está obligado a salir procede tener el balón y abrir el campo para aprovechar la superioridad numérica. El Betis no lo hace, aunque al menos el ritmo baja y las ocasiones se hacen más raras. Mel, desde mi punto de vista, yerra en la ubicación de los hombres del centro del campo tras sus cambios: con la entrada de Cañas por Molina se vuelve al 4-4-2 sin bandas, pero los hombres de más velocidad, conducción y recorrido son los que juegan por dentro (Iriney y Cañas), mientras que los lentos y tocadores Juande y Salva lo hacen abiertos. Para entendernos, sería algo parecido a abrir a Busquets y dejar por dentro a Iniesta o Keita; al menos parecía razonable haber metido como pivotes a Juande e Iriney y tirar a la derecha a Cañas. El Numancia deja tres defensas, lo da todo, el Betis se acula atrás (ante un rival con diez) y sigue sin tenerla. El empate no llega por poco.
Jugador por jugador
Goitia: Tuvo demasiado trabajo y lo resolvió con sobriedad y mucho acierto.
Isidoro: Muy apurado al principio, creció con el partido.
Roversio: Estuvo lento de movimientos y algo inseguro, pero hay que reconocerle que hubo de acudir a apagar muchos incendios que no eran suyos, y resolvió la mayoría bien.
Dorado: Empezó atolondrado, como casi todos, y luego volvió a su rendimiento habitual.
Nacho: Barkero lo encaró poco y pasó pocos apuros, pero debió tener mucha más presencia. En el gol del Numancia se deja robar la cartera.
Juande: Manejó aceptablemente el balón y rindió sin altibajos, pero su ritmo defensivo y ofensivo es demasiado premioso incluso para Segunda. A su lado cualquiera parece un avión.
Iriney: Muy bien otra vez. En la segunda parte tuvo una presencia enorme.
Salva: Demasiado intermitente, apenas apareció en la fase final de la primera mitad, y se perdió totalmente en la segunda. Debió aportar más en posesión.
Castro: El mejor, para variar, con sus virtudes usuales. Parece que jugar más lejos de portería no le afecta: hizo dos goles, uno válido.
Molina: También en su línea, apareció poco pero fue decisivo. Parece recuperar velocidad.
Emana: Frívolo como pocas veces y muy poco trabajador en defensa. Dio miedo, pero hizo poco de práctico.
Cañas: Se aculó muy atrás en lugar de presionar arriba. Tapó su zona, pero no ayudó apenas a tenerla.
Lopes: Su salida como interior derecho (cambiando de banda a Juande) oxigenó al equipo y abrió el campo. Estuvo bien.
Rodri: En el poco rato que estuvo apenas le dio tiempo a mandar de modo absurdo a la grada una falta que debió servir para ganar tiempo.
Rodri: En el poco rato que estuvo apenas le dio tiempo a mandar de modo absurdo a la grada una falta que debió servir para ganar tiempo.
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