sábado, 27 de junio de 2020

Betis 1 - Espanyol 0 (31ª jormada de LaLiga)

BETIS (1): Joel; Mandi, Bartra, Feddal; Guido; Emerson (Barragán, m. 82), Canales, Guardado (Aleñá, m. 91), Pedraza (Álex Moreno, m. 91); Fekir (William Carvalho, m. 80) y Borja Iglesias (Loren, m. 80).
ESPANYOL (0): Diego López; Pipa (Gómez, m. 79), David López, Naldo, Pedrosa; Embarba (Nico, m. 79), Iturraspe (Melendo, m. 56), Marc Roca, Darder; Campuzano (Wu Lei, m. 56) y Calleri (Raúl de Tomás, m. 56).
1-0, m. 47: Bartra.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Pipa, Guido Rodríguez, Pedrosa, Naldo, Borja Iglesias y Emerson.
Encuentro a puerta cerrada en el estadio Benito Villamarín.

El primer partido postRubi trajo más mejora en las intenciones futbolísticas del Betis que mejora real del equipo, que ganó apuradamente a un Espanyol escasísimo de confianza.

En los escasos días de preparación con que contó, el equipo técnico encabezado por Alexis y Merino incidió en las dos direcciones tácticas de mejora en que habíamos insistido en este blog, por demás bastante evidentes, y consistentes en sendos retornos al pasado:

- Volver a la línea de tres centrales atrás, detalle que podría solucionar de un plumazo muchos de los problemas defensivos del equipo y que colocaría de forma más natural a los jugadores de atrás (dos carrileros naturales como Emerson y Pedraza, más centrales como Mandi con tipo casi de lateral).
- Volver a un estilo de juego de más elaboración y posesiones más largas, evitando pérdidas que cogieran al equipo mal colocado para presionar. Este detalle traía como consecuencias entrar en largas fases de defensa posicional, o de juego de ida y vuelta; ni unas ni otro convenían a las características de sus jugadores.

Primera parte
A subir la cuota de posesión del Betis se sumaría el previsible Espanyol de Abelardo, un equipo compacto por dentro y bastante encerrado atrás que concedería el balón al Betis sin excesiva resistencia desde un 4-4-2 defensivo con Iturraspe + Roca en el doble pivote y Calleri como único punta puro. Resultaría este reparto de espacios:


Como vemos, Canales recuperaba su sitio natural en el perfil derecho, inexplicablemente hurtado por Rubi en las últimas semanas, y el equipo formaría un 3-1-4-2 (o 5-3-2) bastante cuidadoso posicionalmente, en el que solo la ubicación centrada de Guido (obligada por el esquema) y la libre de Fekir –empeñado una y otra vez en acercarse al compañero poseedor del balón, incluso a sus centrales– estorbarían el buen espaciamiento general. El equipo recuperaba pues uno de los viejos esquemas de tiempos de Setién y sobre todo algunos de los mecanismos de esa era, más o menos descuidados por Rubi: paciencia para ganar el hombre libre en la salida de balón, atracción de rivales antes de soltar la pelota (Bartra, notablemente), respeto a los espacios del compañero, incluso con alguna permuta posicional... El caso más notable fue el de la presión tras pérdida: en la interesante métrica PPDA (gracias, Nando), que mide cuántos pases tolera un equipo al rival en la mitad de campo de este antes de realizar una acción defensiva, el Betis pasaba de promediar unos 8 toques del rival a permitir menos de cinco.

Canales era el jugador más móvil en vertical, llegando a pedir la pelota en zona de Mandi o realizar desmarques a la espalda de la línea de cuatro defensas del Espanyol. El Betis buscaba de vez en cuando el balón frontal hacia esa zona tras la defensa espanyolista y, sobre todo, los envíos cruzados hacia Emerson y Pedraza, los hombres con más terreno libre por las grandes basculaciones laterales del equipo de Abelardo.

Cuando el Betis presionaba arriba uno de los carrileros, con más frecuencia Emerson, adelantaba su posición para buscar al lateral rival, resultando parejas en todo el campo y casi un 4-4-2:


Ahí pasó algún apuro la adelantadísima defensa bética cuando le buscaron su espalda, mal ayudada por Joel para tapar espacios. En la salida de balón ante presión alta rival también solía abrirse mucho Mandi y adelantarse Emerson, resultando igualmente una especie de 4-4-2 coyuntural (o contextual) con Guido como pivote delante de Bartra y Feddal.

Durante el primer tiempo el equipo funcionó razonablemente, aunque sin excesiva profundidad.

Minutos 45 al 65
El Betis mete una marcha más y marca muy pronto. A partir de ahí disfruta como en tiempos más felices: toca la pelota atrás para atraer la presión espanyolista y cuando el rival separa líneas lo castiga con llegadas que merecen el 2-0.

Minutos 65 al final
Con los mejores en el campo, Alexis no se atreve a hacer cambios como sí lo hace Abelardo, que se la juega al ataque. El Betis acumula cansancio (Guardado y Emerson, notablemente), pierde el control del partido pese a intentar seguir teniendo el balón y alejar al rival de su área, y permite llegadas con espacios al Espanyol que cerquísima estuvieron de costar el empate.

Con la entrada de William el Betis acabó formando un 5-4-1 con Guido y el portugués como mediocentros, un sistema con el que tapó mejor las subidas de los laterales rivales (uno de los grandes problemas del 5-3-2).

Línea por línea
Joel impidió con una parada milagrosa un empate que debió cortar antes en esa misma jugada; también en la primera parte consintió una llegada peligrosísima por no salir. La mala medición de las salidas (por alto y bajo) es sin duda su mayor defecto.

El trío de centrales recuperó viejas sensaciones, con un Mandi mejorado en ataque y un Bartra anticipativo en defensa. Emerson y Pedraza cumplieron, aunque en este sistema deben profundizar mucho más.

Guido estuvo de nuevo entre los mejores. Hace la raya y es seguro en el pase, aunque arriesgue poco. Guardado y Canales recuperaron tono.

El caótico posicionamiento ofensivo de Fekir quedó en evidencia por el mejorado orden ofensivo general. Es un aspecto a trabajar con el francés, aunque delicado: no es fácil meter en cintura a este tipo de jugador, acostumbrado a que el equipo gire a su alrededor. Puede aportar muchísimo si se sitúa bien, porque lo jugará en ventaja. Borja trabajó, de nuevo, con escaso acierto.

Los suplentes comparecieron demasiado tarde para aportar casi nada, único detalle censurable en un Alexis que mejoró más las sensaciones que el fútbol real, pero que encamina al equipo por el sendero correcto. La mejora en el control del juego es fundamental para esta plantilla.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

2 comentarios:

  1. El esquema me pareció correcto pero si no se pide al espacio sino solo al pie es difícil atacar.
    En pretemporada mostraba yo mis dudas sobre Fekir y terminando la temporada querría pedir que nunca mas fichemos a mas media puntas tras Verdú, Van der Vart y Fekir que cobran como estrellas, condicionan el juego y aportan muy poco. Mi apuesta fue una dupla Mariano-RDT y trajeron a Borja-Fekir que llevan 10 goles entre los dos.

    Mucha calidad y pocos resultados.

    Para cuando una dupla Borja-Loren retrasando a Fekir o acomodándolo en la grada algun partido??
    El centro del campo ahora mismo creo que debería ser Guido por delante de la defensa de cierre y Canales y WC de interiores con libertad para descolgarse.

    Saludos

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  2. Hola.
    Muy parecido el 5-3-2 que el 3-1-4-2, ¿verdad? Los dos tienen el odioso pivotito delante de los tres centrales, que es lo que llama la atención.
    Aunque se esté buscando más el hombre libre, aquí me llamó la atención que hay momentos claros en los que Joel tiene la pelota con los pies, sin apenas presióni, y lanza hacia adelante quitándosela de en medio. Y esto es malo, porque puede volver el balón en forma de gol. Tampoco digo que se sea extremista, pero cuando uno se acostumbra a lo otro, te fijas en estas cosas.

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