sábado, 21 de diciembre de 2013

Betis 0 - Almería 1 (17ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (0): Sara; Chica (Nono, m. 73), Paulão, Jordi, Dídac; Vadillo, Matilla, Lolo Reyes (Salva Sevilla, m. 73), Juan Carlos; Jorge Molina y Rubén Castro.
ALMERÍA (1): Esteban; Nélson (Rafita, m. 57), Trujillo, Torsiglieri, Dubarbier; Azeez, Verza, Tébar; Aleix Vidal, Óscar Díaz (Suso, , m. 83) y Barbosa (Soriano, m. 65).
Gol: 0-1, m. 4: Azeez.
Árbitro: Martínez Munuera (Colegio Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Barbosa y Nélson.
26.000 espectadores en el Villamarín. Terreno de juego algo seco pero en buen estado.

El aceptable –en todo menos, claro está, el resultado– partido jugado hoy por el Betis ante el Almería ha traído, junto a cierta mejora en el juego, la triste constatación de que este equipo no es capaz de ganar siquiera a un tal Almería, ni aun en casa y jugando al 110% de motivación.

Primera parte
Por fin Garrido planteó algunas novedades en el juego del equipo, acertadas casi todas desde nuestro punto de vista. Así, por fin prescindió de Verdú y metió arriba dos delanteros, algo más atrasado en ataque Molina que Castro, aunque mantuvo los dos extremos, en un claro 4-4-2. Vadillo y Juan Carlos iniciaron el partido a pierna natural, algo lógico porque por fin había rematadores suficientes en el área. Se corría el riesgo de que el equipo se partiera en dos, pero la mucha motivación con que se planteaba el partido podría compensar con despliegue físico, sobre todo de los extremos, este defecto, y en efecto así fue.
Enfrente el Almería proponía un 4-3-3 en el que, por dentro, Tébar era el hombre de cierre y Azeez y Verza los interiores. Una vez más el rival bético se ponía por delante muy pronto, en una contra tras la pérdida de un balón sencillo por Juan Carlos. A partir de ahí el Betis se vio obligado a apretar arriba y consiguió, aunque con bastante desgaste físico, ganar aplastantemente la posesión al Almería. Con el balón en su poder los béticos metían mucha gente por delante de la pelota, con los riesgos correspondientes pero con cierta fluidez en corto y buena movilidad: incluso se vio a los extremos hacer movimientos horizontales e intercambios espontáneos de posición. Por dentro Reyes y Matilla (interior derecho) se escalonaban bien. Además la presencia de dos delanteros (y la blandura de los centrales almerienses, muy flojitos por alto) permitía llegar también por vía directa. El Betis atacaba mucho, y por casi todos los sectores: Juan Carlos desbordaba mucho a Nélson y centraba (esto con más o menos acierto), Vadillo pisaba el área, y a balón parado la defensa almeriense no era contundente. Pese a todo, ante mucho defensa en el área siempre, los béticos no resolvieron ninguna de las muchas situaciones de gol creadas, e incluso el Almería pudo aprovechar los riesgos tomados, en alguna jugada aislada pero muy clara. 

Segunda parte
El empuje físico del Betis cede, la presión se atrasa y la posesión se iguala. Las ocasiones siguen llegando, aunque ya en arreones aislados, y los visitantes tiran alguna contra muy peligrosa. Garrido se ve obligado a meter a Juanfran por Vadillo tras lesión de este. A falta de veinte minutos trata de meter más madera: además de sustituir a Reyes por Nono en el mediocentro, deja al exmadridista toda la banda derecha y mete a Salva, más mediapunta que interior derecho. Resulta una especie de 4-2-2-2 sin extremo diestro. Tras unos minutos de buen empuje, las caídas de Castro a la zona izquierda terminan de atascar esa banda y dejan abandonada la derecha; luego el equipo se rompe definitivamente, el campo se le hace muy largo y los balones largos apenas son efectivos. 

Jugador por jugador
Sara: Sigue sin dar buenas sensaciones, aunque salvó un par de unos contra uno muy complicados y no tuvo resposabilidad en el gol.
Chica: Muy en su línea de fiabilidad defensiva y poquita aportación ofensiva.
Paulão: Sigue viéndosele lento, pero estuvo muy atento y particiàtivo.
Jordi: Unos de sus mejores partidos en el Betis, dentro de sus condiciones. La jugó bien.
Dídac: Un poco al estilo Chica, intenso y anticipativo en defensa, aunque en ataque da para poco.
Vadillo: Muy buen partido hasta su lesión, aparentemente muscular. Trabajador, pidió mucho el balón, desbordó por dentro y por fuera y pisó área.
Matilla: Bien con balón, pero como es sabido su nivel físico es insuficiente para Primera. Esto es, en los balones divididos llega a poquitas.
Reyes: Bien situado, aunque espeso y lento con balón.
Juan Carlos: De sus mejores partidos últimamente. Muy rápido, desbordó una y otra vez a Nélson. Sin embargo sus centros acabaron en nada, unos por su culpa y otros por la de los delanteros.
Molina: Bien fuera del área, relativamente ágil e inteligente. El problema es que sigue viendo poquita puerta, y eso ahora es vital.
Castro: No está fino físicamente, así que a pesar de su exquisita clase y técnica no le salen las cosas como antes. Queda por saber si es algo pasajero o nunca veremos al Castro de otras temporadas: tiene 32 años y medio, acaba de salir de una lesión larga y tiene un juicio pendiente. Hace al menos año y medio que se le debió buscar un relevo de calidad segura.

Juanfran: Mal, y demasiado aislado en la derecha para progresar.
Nono: Tal vez demasiado atrasado, pero reactivó al equipo.
Salva Sevilla: Horribles minutos. Demasiado conservador à la Verdú con balón, aunque se colocó en la mediapunta no supo hacer de conexión, en particular cuando al final había muchos metros entre los puntas y el resto del equipo.

El detalle
La performance final ordenada por Garrido de prolongar por minutos el saludo al público resultó muy curiosa y extraña. Como forma de enfocar las broncas a esos minutos puede ser útil.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Betis 2 - Lleida 2 (16vos de final de Copa)

BETIS (2): Sara; Steinhöfer, Paulão, Amaya (Dídac, min. 27), Nacho; Nono, Salva Sevilla; Juanfran (Lolo Reyes, min. 61), Verdú (Vadillo, min. 70), Rubén Castro; y Jorge Molina.
LLEIDA (2): Núñez; Barreda, Mario (Imaz, min. 76), Molo, Raúl Fuster; Bosch; Chupe, Andalur, Monforte (Miramón, min. 70), Osado (Dídac, min. 81); y Mata.
Goles: 1-0, min. 5: Paulão. 2-0, min. 10: Amaya. 2-1, min. 38: Monforte. 2-2, min. 54: Mata.
Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio navarro). Mostró tarjeta amarilla a Mario, Juanfran, Paulao, Vadillo, Molo, Nacho, Bosch, Nono.
Incidencias: 10.921 espectadores en el Benito Villamarín, con presencia de aficionados del Lérida.

Una casa de locos
El Betis ha rozado el ridículo hoy ante el Lleida, equipo de Segunda B: tras marcar dos goles y sin excusas de ninguna clase se ha visto al borde de la eliminación pese a la victoria (1-2) de la ida en Lérida. El partido ha terminado entre ataques de nervios generalizados de jugadores y grada.

Primera media hora
Garrido pone en el campo una mezcla de titulares y suplentes supuestamente orientada a optimizar el equipo del sábado. Resultó una alineación muy ofensiva: reservado Reyes (único mediocentro defensivo sano), quedaban Nono (derecha) y Salva como mediocentros paralelos en defensa, y Castro tirado a la banda izquierda para, una vez más, guardar la mediapunta a Verdú. Enfrente el Lleida se situaba en un 4-1-4-1 que cerraba bien el centro.

La siempre atrasada posición de Verdú, que en ataque hacía de interior junto a Salva, y el buen taponamiento de la zona central de los visitantes dejó como vías de ataque para el Betis las bandas. Los locales salieron muy arriba e hicieron circular rápidamente el balón: la alineación daba para ello. Con el balón casi siempre en pies béticos, las muchas llegadas de los primeros minutos dieron como resultado dos goles, ambos de los centrales y en jugadas a balón parado.

Segunda media hora
Incapaces los béticos de mantener el alto ritmo físico de los primeros minutos (recordemos: Castro como extremo, Salva mediocentro, Verdú mediapunta...), el Lleida toma progresivamente mayores cuotas de posesión. La inoperancia de Juanfran en la derecha y la falta de forma física de Rubén Castro –castigado de nuevo al puesto de extremo cuando aún no tiene físico para ello– contagian a las bandas la ya habitual falta de progresión bética por el centro. Aislado Molina arriba, los ataques béticos se convierten en una sucesión de pases a ninnguna parte en zonas frías: como ya sucediese en tiempos de Mel, los interiores (Salva, Verdú) vienen demasiado atrás a por el balón y la mediapunta es un solar en el que nadie la pide. Llegan dos goles del Lleida, uno en una jugada a balón parado muy mal defendida y otro en un desajuste tras un rechace.

Última media hora
La paciente grada pierde justificadamente los nervios, y los jugadores se exponen a la rechifla general tras cada pérdida. Garrido trata de amarrar con Reyes por Juanfran, aunque Verdú no hace mucho caso a las órdenes de quedar como extremo derecho para que Salva se adelantase a la mediapunta. Vadillo sustituye al catalán en esa derecha poco después: absurdamente, Castro sigue siendo, al menos de modo formal, el extremo izquierdo, pero realmente queda como palomero, sin hacer el menor esfuerzo por seguir a su lateral, por cierto ante las mismas narices de su entrenador. En varias jugadas Vadillo se pasa al extremo izquierdo pero Castro no se cambia nunca de banda, sino que queda descolgado arriba (¡?). Así pues el Betis maldefiende en una especie de 4-3-1-1 (+1) con Nono y Reyes como doble pivote, Vadillo en una banda (u otra), Salva en la mediapunta, Molina arriba y Castro en ningún sitio. El Lleida la tiene y asusta un poco; su calidad no da para marcar, aunque sí monta un par de peleas.

Jugador por jugador
Sara: Mal con los pies y peor con las manos. El 1-2 es impresentable.
Steinhöfer: No reivindicó agonísticamente la titularidad, pero al menos se le ve en cierta forma. Defendió la banda derecha entera la última media hora.
Amaya: Se lesionó al marcar un golazo.
Paulão: Partido decente y un buen gol. Anda muy lento.
Nacho: No está en buena forma física, pero se tapa a base de oficio.
Juanfran: Le salvaron un gol bajo palos y ya no dio una a derechas.
Nono: Mucha voluntad y acierto desigual. Si no coge tablas ahora no lo hará nunca.
Salva: Jugar como mediocentro le requiere un tipo de juego, de mucho desgaste físico, que no le va, aunque voluntad le echa. Acabó desquiciado.
Castro: Es inexplicable que jugara el partido entero como extremo izquierdo, cuando está para una hora y sin obligaciones. Es el más listo y el que mejor técnica tiene, y tira de eso, pero a cuarenta metros de la portería le alcanza para muy poquita cosa.
Verdú: Un caso digno de estudio. Una vez más dio mil pases milimétricamente precisos (aperturas muy bien apuradas para poner al compañero en ventaja, pases atrás entre muchas piernas, paredes en zonas frías...) pero jamás bate una línea con un pase, así que su juego vale exclusivamente para tener posesión, sin avanzar un solo metro. Como tampoco corre gran cosa, uno sigue sin explicarse que se sacrifique la posición del deseado Castro para nada. Fue justísimamente abroncado al ser cambiado.
Molina: Mal y solo.

Dídac: Digno, que ya es algo, pero uno no se explica cómo llegó al Milan.
Reyes: Trató de poner cierta racionalidad, porque es de los pocos que sabe jugar sin balón.
Vadillo: Le echó personalidad a la situación.

Garrido: Es pronto para echarle la culpa de casi nada, pero a la ensalada de nervios del Villamarín sólo le faltaban algunas decisiones inexplicables como seguir con Verdú en el centro o dejar a Castro noventa minutos tirado a una banda. Los minutos de Vadillo tirado a la izquierda (dos extremos izquierdos, ninguno a la derecha) nos harían pensar que ha perdido los papeles si no fuera porque aún no le ha dado tiempo a que se los den.

domingo, 15 de diciembre de 2013

Real Sociedad 5 - Betis 1 (16ª jornada de Liga de Primera División)

REAL SOCIEDAD (5): Bravo; Carlos Martínez, Ansotegui, Íñigo Martínez, José Ángel; Bergara, Pardo (Elustondo, m. 73); Vela, Xabi Prieto, Griezmann (Chory Castro, m. 79); y Agirretxe (Seferovic, m. 71).
BETIS (1): Andersen; Chica, Amaya, Paulão, Nacho; Vadillo (Salva Sevilla, m. 71), Nono (Juanfran, m. 60), Lolo Reyes,Verdú (Matilla, m. 71); Jorge Molina y Rubén Castro.
Goles: 1-0, m. 5: Agirretxe. 1-1, m. 18: Molina 2-1, m. 54: Ansotegui. 3-1, m. 61: Griezmann. 4-1, m. 67: Agirretxe. 5-1, m. 84: Xabi Prieto.
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Xavi Prieto, Íñigo Martínez, Ansotegui y Griezmann, y a Amaya y Molina.
Incidencias: 24.000 espectadores en Anoeta.

45 minutos
Una buena primera parte y una desastrosa segunda ha jugado el Betis en Anoeta. Trabajador y fino habrá de andar Garrido para corregir los muchos defectos que hereda: de momento, poco se nota su mano.

Primera parte
Jugar en Anoeta es un ejercicio difícil para cualquiera en los últimos años. La Real es un ejemplo de buen funcionamiento colectivo, sobre todo en ataque, del que el Betis tendría mucho que aprender: juego siempre con intención, muchos movimientos de jugadores por delante del balón, desdoble continuo de los laterales, superioridades numéricas por las bandas, llegadas con gente al remate y buen trabajo del balón parado. Puso Arrasate sobre el campo un equipo habitual, pese a algunas bajas, con Vela, Prieto y Griezmann como segunda línea tras Agirretxe.

Enfrente Garrido colocó lo mejor que tiene y por fin escuchó las oraciones de media Sevilla para disponerlos: inició el partido con Castro y Molina (éste algo más atrás) arriba, haciendo caer a Verdú a la banda izquierda y con Vadillo a la derecha. Esta nueva situación parecía garantizar presencia arriba a cambio del pequeño sacrificio de que Verdú se aplicara un poco en seguir a su lateral, y de que Nacho lo doblara en ataque. El equipo esperaba a la Real bastante más atrás que con Mel, con la defensa más cerca de su área y el segundo punta en vigilancia del mediocentro atrasado de la Real. Como detalles, los centrales y los mediocentros permutaban sus posiciones habituales, esto es, Amaya y Nono jugaban en el lado derecho.

La novedad duró muy poco: lo que la Real en marcar tras una pérdida absurda de Nono, esto es, cinco minutos. Garrido corrigió entonces posiciones, Vadillo cambió de banda, Castro hubo de irse a la derecha y Verdú recuperó su privilegiada posición de mediapunta. Además, con marcador en contra, el equipo adelantó la presión, tuvo así mucha posesión durante quince minutos y pronto encontró premio.

El resto de la primera parte fue un bonito intercambio de juego ofensivo: el buen trabajo de Nono y Lolo Reyes permitió al Betis tener posesiones largas y llegar arriba con cierta frecuencia, aunque con escasa gente al remate. Enfrente la Real movía bien jugadores y balón, y se empezaba a apreciar el problema que arruinaría la segunda mitad bética: las bandas.

Segunda parte
La Real sale con mucho más ímpetu y, al privar de balón al Betis, la posición alta de Vadillo y Rubén Castro, un arma de doble filo que podía ser peligrosa para la Real si era el Betis el que lo tenía, se vuelve en contra de los béticos. En efecto, ni Vadillo (por displicencia) ni Castro (por condiciones y por baja forma física) seguían a Carlos Martínez y José Ángel. Las salidas de los mediocentros y, lo que es peor, los centrales para hacer ayudas a los desbordadísimos laterales –un problema conocidísimo en Anoeta un año tras otro, y que bien debería haber previsto Garrido– provocó continuos incendios en los centros laterales. El 2-1 vino pronta y merecidamente. Garrido trató de irse arriba metiendo a Juanfran en la banda de Castro y adelantando a este para retrasar a Verdú al sitio de Nono: la actitud y aptitudes defensivas del catalán aumentaron el desastre defensivo, sólo paliado cuando Matilla entró en el campo.

Jugador por jugador
Andersen: No erró claramente en ningún gol, aunque en alguno pudo hacer algo más. Debe seguir el juego mucho más adelantado.
Chica: Aceptable en defensa, aunque desbordado por inferioridad numérica, y horrible en ataque. Intentó mil balones a la olla y no supo ni levantarla.
Amaya: Se ganó una tarjeta tonta. Bien en su terreno, menos bien fuera de él.
Paulão: Jugó casi de marcador personal de Agirretxe y ahí cumplió.
Nacho: Pésimo partido. Tiró mal el fuera de juego (cosa imperdonable en un lateral), llegó tarde y mal a las ayudas en los centros laterales, cerró mal su banda (aunque le ayudaron poco) y estuvo espeso en ataque. Uno se pregunta cómo estará Dídac.
Vadillo: Muy bien en ataque, punzante y vertical, pero indolente en defensa, algo que no se puede permitir y que el equipo pagó caro.
Nono: Fallón en corto, cosa rara, pero aceptable en general. Buenos cambios de juego.
Lolo Reyes: Uno de los mejores, como siempre. Una de las pocas esperanzas de futuro de este equipo. Le pica perder, no como a otros.
Verdú: En sentido figurado y con todas las disculpas y el respeto a los enfermos oncológicos, este jugador es el cáncer futbolístico del equipo, y nos explicamos. No sólo su aportación ofensiva es muy escasa (se limita a tocar, con mucha precisión por cierto, balones hacia atrás y a las bandas, sin acertar jamás en sus escasos intentos de jugar en profundidad y frenando sin embargo muchas contras), sino que mediatiza completamente el juego del equipo, porque su nulidad defensiva y su escasísima llegada al área contraria obliga a jugar con extremos muy adelantados y eso o bien los revienta físicamente o los hace dimitir de sus obligaciones (seguir a los laterales y llegar arriba). Urge que desaparezca del club, o al menos de las alineaciones o, al menos de lo menos, que juegue en una banda. Como mediocentro, huelga decirlo, fue un desastre. Para la psicología del grupo su actitud no es tampoco exactamente un valor positivo.
Molina: Muy buen partido. Tocó bien el balón, dio salida al equipo, buscó los espacios, metió un gol y pegó dos postes cuando el partido estaba vivo.
Castro: En sus condiciones actuales no se le puede pedir que siga a laterales largos y además llegue al área a rematar. No parece en su mejor momento, pero es natural tras tantos meses de baja.

Juanfran: Poquita cosa.
Salva: Tirado a la izquierda, al menos la tocó bien.
Matilla: Dio empaque en el centro en minutos de basura.

Garrido: El cambio de dibujo le duró lo que tardó la Real en marcar, y eso dice poco de su fe en lo que hace. Además es un error táctico monumental meter en las bandas a un Vadillo y a un Castro en baja forma física sin prever cómo parar a los laterales realistas, cuyo papel en su sistema de juego conoce toda España (por ejemplo: hace un año De la Bella remató a gol ante el Sevilla un centro de Carlos Martínez). Si se empeña en privilegir la posición de Verdú se despeñará como Mel. Por demás, al menos cambió la cara del equipo durante 45 minutos, aunque tiene mucho más que trabajar: movilidad sin balón, balón parado, fragilidad psicológica...

viernes, 13 de diciembre de 2013

Betis 0 - Rijeka 0 (6ª y última jornada de la fase de grupos de la Europa League)

BETIS (0): Sara; Steinhöfer, Amaya, Jordi, Nacho; Xavi Torres (Rubén Castro, m. 56), Lolo Reyes; Juanfran, Salva Sevilla (Verdú, m. 66), Juan Carlos; y Chuli (Nono,m. 66).
RIJEKA (0): Vargic; Mujanovic, Knezevic, Datkovic, Bertosa; Males, Morcinic; Jugovic (Kvrzic, m. 32), Brezovec, Krstanovic (Kramaric, m. 70); y Benko.
Árbitro: Danny Makkelie (Holandés). Amonestó a Kvrzic y Males.
Incidencias: Media entrada en el Villamarín. Durante el partido el Betis, ya previamente clasificado, tuvo opciones de ser primero de grupo, aunque el resultado que obtuvo el Olympique Lyonnais lo hacía finalmente imposible aun ganando. 

Encefalograma plano 
Poco nuevo y nada bueno ha traído el debut casero y en Europa League del Betis de Garrido, que ha empatado ante un muy flojo aunque ordenadito Rijeka.

Lo más preocupante de este Betis no se encuentra en lo táctico, sino en lo anímico –igual, por cierto, con Mel que con Garrido–: desde los funestos tiempos de Tapia no se recuerda un equipo tan frágil psicológicamente, tan fácil presa de los nervios en unos casos y de la indiferencia –eufemismo tal vez para el pasotismo– en otros. Cada jugador parece querer cubrir su propio expediente sin tomar responsabilidad por el equipo; nadie pega un grito, nadie habla, no hay líderes ni al menos gente que trate de tomar la iniciativa para que el barco no se hunda. Especialmente preocupante es un síntoma propio de los peores momentos del Betis de Lopera: no son los veteranos en el club (Amaya, Salva, Nacho...) los que ponen más ganas y tiran del carro, sino que jóvenes recién llegados como Reyes o Juanfran parecen ser quienes más quieren hacer por el equipo, por levantar el grupo. Ni siquiera la grave lesión de un compañero pareció alterar el pulso de ningún futbolista.

Pronto es para juzgar a Garrido, aunque de momento sus planteamientos no traen más novedad que atrasar a Juanfran. Por demás –y pronto veremos si bien es cosa de meros experimentos con la continuidad o bien convencimiento– el valenciano insiste en una forma de jugar que dio malos resultados este año a Mel y que hoy no ha alcanzado para vencer a un cuadro limitadísimo en lo individual. Garrido colocó pues el 4-2-3-1 ya usual, con presión moderadamente alta (qué menos hoy: el Rijeka es muy malo y ultradefensivo). Pese a la mucha posesión disfrutada, una vez más se cayó en los defectos conocidos que impiden tener una mínima fluidez con balón y alguna llegada al gol: mediocentros casi paralelos en ataque, punta aislado (aunque como mediapunta Salva se atrasa algo menos que Verdú), extremos que jamás hacen movimientos en horizontal y menos aún pisan el área para el remate, estatismo general. Como colofón, incluso este Rijeka fue capaz de crear peligro a la contra: la fragilidad defensiva no se arregla.

En la segunda parte la grave lesión de Torres dio ocasión a Garrido para probar por un rato a Salva como mediocentro, lo que a cambio de entregar espacios en mediocampo al rival dio más fluidez ofensiva al equipo, mejor escalonado para la salida de balón. Poco duró el experimento, porque diez minutos después Nono entró por Chuli y dejó en el campo el rutinario 4-2-3-1. Conviene anotar, por cierto, un detalle sobre la posición de Reyes, a la derecha de Nono: al caer Verdú siempre a la izquierda, es el chileno y no Nono quien se ve obligado a adelantarse hasta jugar de interior (al punto de pisar el área), cuando sería más natural, aunque Nono perdiese perspectiva de tiro, que en ataque Reyes fuera el mediocentro-ancla, y el canterano y Verdú los interiores derecho e izquierdo, respectivamente.

La única buena noticia del partido fue el nivel mostrado por algún jugador, como un gran Reyes y un mejorado (difícil no era) Steinhöfer. Negativamente hay que señalar a hombres como Jordi, Sara o Juan Carlos, que o bien no están capacitados para jugar a cierto nivel o no tienen la entereza psicológica suficiente para hacerlo cuando vienen mal dadas, que a efectos prácticos viene a ser lo mismo. Castro jugó muy aislado arriba, en una posición en la que es bien sabido que tiene dificultades para entrar en juego. 

El detalle
Garrido perdió una buena oportunidad de no cambiar a Chuli justamente tras marrar este una ocasión clarísima. Y no fue culpa del delantero: el balón le botó mal.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Betis 2 - Rayo Vallecano 2 (15ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (2): Sara; Juanfran, Amaya, Jordi, Nacho; Vadillo (Chuli, m. 65), Lolo Reyes, Nono, Salva Sevilla (Juan Carlos, m. 58); Jorge Molina (Verdú, m. 54) y Rubén Castro.
RAYO VALLECANO (2): Cobeño; Tito, Galeano, Saúl, Nacho; Lass, Baena, Trashorras (Adrián, m. 63), I. Falqué (Bueno, m. 22); J. Viera y Larrivey (Castillo, m. 69).
Goles: 1-0, m. 26: Amaya. 1-1, m. 51: Bueno. 2-1, m. 81: Verdú. 2-2, m. 91: Bueno.
Árbitro: J. A. Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Vadillo, Nono, Salva Sevilla, Tito, Jonathan Viera, Larrivey, Saúl y Raúl Baena.
Incidencias: 32.000 espectadores en el Benito Villamarín. Césped en aceptables condiciones.

Ante un flojo Rayo el Betis ha jugado esta mañana un aceptable partido, que habría sido bueno de mediar un poco más de acierto goleador. El encuentro ha dejado a los béticos noticias muy malas y alguna muy buena: muy malo es dejarse puntos fáciles en la situación actual, y muy malo es ser incapaz de ganar en casa a un vicecolista de poquísima calidad; bueno ha sido superar a un rival netamente por primera vez en dos meses, y muy bueno es constatar que Rubén Castro ha vuelto, y que –detallitos a un lado como que la pelota entre o no– parece el mismo que conocíamos.

Primeros 55 minutos
La esperadísima aparición de Castro como titular, y en unas condiciones físicas que no le permiten jugar aún en banda, obligó a Mel a poner sobre el césped un 4-4-2: un esquema que media ciudad le pide desde hace meses (constatada de sobra la incapacidad de la segunda línea bética para aportar goles) y que el entrenador bético ha tenido que usar prácticamente a la fuerza. Como efecto secundario Mel hubo de tirar a la banda izquierda al mediapunta elegido, esta vez Salva Sevilla, cosa que por alguna misteriosa razón aún no ha probado con Verdú; Molina quedaba arriba algo más retrasado que Castro, quien aprovechaba la tendencia de Salva a centrar su posición en ataque para caer a la esquina izquierda del campo.

Jémez proponía un esquema similar, con Baena y Trashorras como mediocentros, y Viera por detrás del tanque Larrivey en la delantera. Mediado el primer tiempo Bueno entraría como mediapunta para que Viera y Lass (este generalmente por la derecha) quedaran en las bandas.

Fuera por jugar en casa y con necesidad de ganar, por ser el estilo que Mel quiere estabilizar en este Betis o porque quería hacer jugar a contraestilo al Rayo (uno de los equipos con más porcentaje de posesión de la Liga, pese a que su calidad individual no parece que dé para ello), el caso es que Mel arriesgó un día más adelantando su línea defensiva y tiró de salida la presión altísima. Metido atrás Trashorras en la salida de balón, pues Jémez pretende jugarla a toda costa, Nono se emparejaba con el cerebro rayista y los delanteros béticos con los centrales del Rayo. A costa de un importante esfuerzo, el Betis lograba siempre o bien robar el balón arriba o bien ensuciar la salida rayista para que fueran los defensas quienes lo lograran.

El Betis trataba de contragolpear a toda velocidad tras los robos, y en los escasos ataques desde atrás aprovecharon los locales que Molina tenía compañía para jugarle en largo: en resumen, el Betis practicaba un juego bastante norteño, más cercano al viejo Osasuna que al tiquitaca, pero lo practicaba bien. Aunque había poca elaboración del juego, entre contras y faltas colgadas al área (pues el Rayo, que también quería apretar arriba, cometía las necesarias cuando se veía superado) el Betis marcó y bien pudo ampliar el marcador.

Cabe anotar, por cierto, que estos –raros– buenos minutos del Betis se dieron el día que la alineación, sobre todo arriba, se parecía más a la de hace tres años en Segunda (Molina, Castro, Salva, Nacho, más canteranos como Nono y Vadillo), cosa que habla muy mal de los fichajes de Stosic.

Últimos cuarenta minutos
Aunque el Betis pierde fuelle con el paso de los minutos, el Rayo llega poco; desgraciadamente en una de sus escasas ocasiones se encuentra el gol. Mel, a punto ya entonces de introducir a Verdú, cambia el estilo de juego del equipo y vuelve a los errores del pasado reciente: suprime un delantero (vuelta al 4-2-1-3 con Verdú de centrocuentista), y, lo que es más grave, parte el equipo por la mitad cuando era esperable que el cansancio pasase factura, especialmente a Castro: quedan arriba Chuli (derecha) y Juan Carlos como extremos, más el siempre indolente en defensa Verdú y Castro fundido.

Afortunadamente los extremos corren lo que pueden para atrás, y Nono y Reyes hacen un esfuerzo sobrehumano por sostener al equipo: en el correcalles consiguiente el Betis es aún algo mejor (cosa no muy meritoria si uno mira la nómina del Rayo), marca el 2-1 y puede sentenciar. Muy al final llega el excesivo castigo del empate.

Jugador por jugador
Sara: Bien con los pies y seguro en las salidas, yerra en el 1-1 por dejar un mal despeje al centro, y en el 2-2 no hace el milagrito que sí había hecho Cobeño ante Castro dos minutos antes. Una vez más no da ningún punto, y además cede dos. Ha empezado el runrún de la grada.
Juanfran: Pareció Chica, para lo bueno y para lo malo. Como condiciones ofensivas tiene, no es mala noticia.
Amaya: Buen partido. Obligado por Mel a salir a los medios supo ir a la anticipación, y además metió un gol y dio una asistencia.
Figueras: Hizo una buena primera parte, se gustó, se vino entonces arriba más de lo que puede, tuvo un error grave y a partir de ahí lo arruinó todo. Es muy lento.
Nacho: Discreto. Mantuvo a raya como pudo a Lass, que lo encaró mil veces sin que nadie acudiese a la ayuda. La rapidez de los ataques béticos casi nunca dio tiempo a los laterales para incorporarse.
Vadillo: Desacertado en la elección de jugada, uno teme que sea uno de esos jugadores que prometen eternamente lo que nunca dan. Alguien debe enseñarle que cuando la jugada ofensiva del rival lo rebasa su obligación es ayudar a su lateral, no pasar de todo si su par no sube (1-1).
Reyes: Duro de cintura y poco sutil con balón, cumplió bien como tapón. Siempre muy bien situado.
Nono: El mejor otra vez, en todos los aspectos del juego (físico, técnico, psicológico...). Se coloca cada vez mejor e incluso saca los córneres mejor que nadie. Hizo un esfuerzo tremendo.
Salva: Sin hacer cosas brillantes su presencia, como ante el Valencia, volvió a coincidir con el mejor fútbol del equipo.
Molina: Mal, pero incluso así aporta: recibe faltas, baja el balón y se pone de gol.
Castro: Ver que está en unas condiciones físicas si no plenas sí bastante aceptables es una excelente noticia para el futuro, aunque en estricta justicia fue protagonista negativo: estrelló primero dos muy buenos remates en los palos y al final falló dos ocasiones clamorosas de sentenciar, de las que él no suele errar. Que las haya tenido da mucha esperanza.

Verdú: Buen gol aprovechando (¡con la pierna mala!) su magnífico toque, y muy poquito más. El empeño de Mel en guardarle la mediapunta es muy pernicioso para el equipo.
Juan Carlos: Cada vez que intenta una bicicleta se le sale la cadena por exceso de velocidad.
Chuli: Corrió pero no tocó una.

Mel: Arriesgó con la presión alta y Salva en una banda, y le salió bien. Inexplicablemente, luego lo estropeó con la vuelta a lo que no funciona. Bien pudo al final al menos mandar a Chuli arriba y a Verdú a una banda.

El detalle
En vista del pésimo rendimiento de los extremos (Vadillo no explota, Juan Carlos y Steinhöfer no dan el nivel, Mel no cuenta con Cedrick –¿para qué lo citó hoy?–) y del buen desempeño de los mediocentros e interiores de la plantilla (Nono, Reyes, Nosa, Torres) Mel bien podría plantearse un cambio radical de esquema, donde quepan dos delanteros sin exiliar a ninguno de ellos a la banda. El 4-4-2 en rombo (hay buenos laterales para subir) o, al menos, tirar al fantasista a una banda como hoy, parecen buenas alternativas.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Olympique Lyonnais 1 - Betis 0 (5ª jornada de la fase de grupos de la Europa League)

OLYMPIQUE LYONNAIS (1): Vercoutre; Miguel Lopes, Bisevac, Umtiti (Koné, m. 80) Bedimo; Gonalons, Fofana, Malbranque; Grenier (Gourcuff, m. 60); Briand (Gomis, m. 45) y Lacazette.
BETIS (0): Andersen; Juanfran, Paulão, Jordi, Nacho; Lolo Reyes, Nono (Xavi Torres, m. 80); Cedrick (Steinhöfer, m. 62), Verdú, Salva Sevilla (Pepelu, m. 73); y Chuli.
Goles: 1-0, m. 66: Gomis.
Árbitro: Andre Marriner (Inglaterra). Mostró tarjeta amarilla a Salva Sevilla, Nacho, Nono y Steinhöfer.
Incidencias: Unos 15.000 espectadores en el Stade de Gerland, entre ellos 300 seguidores visitantes.

El Betis se ha clasificado para los dieciseisavos de la Europa League pese a una nueva derrota, esta vez en Lyon.

Desde el inicio hasta el 1-0 (min. 66)
Como ya se apreciara en el partido de ida, el Olympique tiene una plantilla tal vez algo inferior a la del Betis en lo técnico pero muy superior en lo físico. La alineación de Mel hizo hincapié en este defecto al juntar en el campo a Salva Sevilla y Verdú, dos jugadores de fondo y, sobre todo, velocidad más que dudosos para el primer nivel profesional. El primero jugó tirado a la izquierda como falso extremo, mientras Verdú disfrutaba de nuevo de la mediapunta, sin obligaciones ofensivas ni defensivas. Cedrick era extremo derecho y acompañaba en lo posible a Chuli, solitario punta.

Con tal elenco, incapaz para el robo ni el desmarque, fue natural que la posesión cayese del lado francés. Muy lentos y estáticos los centrales béticos, la línea se tiró en esta ocasión más atrás que en partidos anteriores. A cambio de exponer menos a sus espaldas, el Betis, bien ubicado Reyes para el corte, recuperaba casi siempre el balón muy lejos del marco rival, y cuando esto sucedía la posesión solía desembocar en rondos absurdos entre Nono, Verdú y Salva, físicamente incapacitados estos últimos para avanzar un solo metro. Tan sólo alguna carrera de Cedrick suponía algún dolor de cabeza para los locales: estuvo desafortunado en lo técnico, cierto, pero al menos es capaz de avanzar cuarenta metros a una cierta velocidad, y por tanto de llegar al área rival con alguna esperanza de peligro. El Olympique sí llegaba, sin gran claridad pero con regularidad, al área bética. Un buen Andersen controlaba esas llegadas con buenas salidas por alto y algunas menos buenas por bajo.

Últimos 25 minutos
Con la entrada de Steinhöfer como extremo derecho Mel ahondaba en los defectos de su equipo, y muy poco tardó en castigarlo el talentoso Gourcuff, recién salido al campo. El juvenil Pepelu entró entonces como punta, quedando un 4-4-2 en rombo con Verdú de centrocampista adelantado y Nono de interior izquierdo. Tras la salida de éste, Steinhöfer pasó a la izquierda y Chuli (tan listo como desafortunado ante el gol) a la derecha como extremo. El paso atrás del Olympique –sobre todo muy al final al quedar casi con uno menos por lesión de Gomis– permitió al Betis colgar algunos balones al área con cierto peligro, aunque apenas Chuli y Pepelu aparecieron para el remate.

En suma, sin Nosa y con la insistencia de Mel en utilizar a Verdú y no a jugadores, como Cedrick, con cierto fondo y velocidad, el equipo está condenado a un fútbol de mentira, de sobeteo absurdo del balón, sin profundidad, sin velocidad, sin llegada al área rival ni capacidad de robo y, en fin, con muy escasa esperanza de mejora.

El detalle
Los árbitros siguen quitando más que dando a este Betis.




lunes, 25 de noviembre de 2013

Sevilla 4 - Betis 0 (14ª jornada de Liga de Primera División)

SEVILLA (4): Beto; Diogo, Fazio, Carriço, Albero Moreno; M'bia, Iborra;  Reyes (Perotti, m. 70), Rakitic, Vitolo (Jairo, m. 85); y Bacca (Gameiro, m. 76).
BETIS (0): Sara; Juanfran, Amaya, Paulão, Dídac; Xavi Torres, Nono, Verdú; Steinhöfer (Jordi, m. 46), Vadillo (Rubén Castro, m. 59) y Jorge Molina (Matilla, m. 68).
Goles: 1-0, m. 2: Bacca. 2-0, m. 43: Mbia. 3-0, 58: Vitolo. 4-0, m. 87: Iborra.
Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Muy casero. Mostró tarjeta amarilla a Vadillo, Nono, Reyes, Xavi Torres y Matilla, y expulsó a Paulão por doble amarilla (m. 42) y al segundo entrenador bético, Roberto Ríos.
Incidencias: Unos 45.000 espectadores en el Ramón Sánchez-Pizjuán.

La nueva y tristísima derrota de anoche ante el Sevilla deja a los béticos la mala noticia añadida de que el equipo no da hoy para más: puso lo que tiene, planteó el partido correctamente y cayó tan estrepitosamente como el año pasado.

Primera parte
Con, entendemos, buen criterio, Mel trató de neutralizar de salida las armas del rival: para ello ordenó una presión a una altura media y apretó en la zona donde el Sevilla tiene sus mejores jugadores, la de mediapuntas y la banda izquierda. Con Nacho y Castro fuera de forma, Mel plantó su 4-2-3-1 con Steinhöfer doblando lateral en la derecha para parar a Moreno, Dídac como lateral izquierdo y Molina arriba, mientras Torres quedaba encargado de cerrar a Rakitic, éste ayer mediapunta. Enfrente Emery recuperaba a Reyes (que parece cobrar su ficha para dos partidos al año) y lo situaba a pie cambiado, como a Vitolo, aunque luego permutarían alguna vez posiciones; M'bia e Iborra les cubrían las espaldas.

Muy pronto llegaría el 1-0 en un acierto casi indefendible de Reyes, pero esa primera parte transcurrió pese a ello según lo previsto por los béticos: bien cerrados Rakitic y Moreno, el partido era cerrado y trabadísimo, con más posesión para el Sevilla, que presionaba más arriba, pero muy pocas ocasiones, y posesiones cortas e interrupciones constantes. Agresivos y bien colocados en defensa, sólo cabe criticar a los visitantes en ese primer tiempo el excesivo número de faltas en tres cuartos (a las que contribuyó el desigual criterio arbitral), que dieron ocasión a Rakitic de hacer acto de presencia, y su escasa llegada arriba, incluso en el tramo central en el que dispusieron de más balón: una vez más la inoperancia y falta de llegada de Verdú, además bien marcado, lastró al equipo, y el mermado y aislado Molina casi nunca conectó con Vadillo.

La expulsión de Paulão –justa su segunda tarjeta, muy injusta la primera–, seguida de inmediato del segundo gol sevillista, dejó el partido sentenciado.

Segunda parte

Mel retira a Steinhöfer para meter a Jordi Figueras como nuevo central, pero en lugar de tirar a Verdú a una banda deja abierta la derecha, entera para Juanfran con cierto apoyo de Nono, en un 4-3-2 asimétrico. El partido es de poca intensidad ya; el Sevilla arriesga poco y el Betis trata de tenerla sin destaparse demasiado, pero aun así llega el 3-0. Mel, pese a ello, mete a Castro y atrasa a Molina a la mediapunta con Verdú algo caído a su izquierda, en una especie de 4-2-(3)-1 sin extremo derecho. Luego, al entrar Matilla como mediocentro, vuelve el 4-3-2, con el que los béticos controlan al menos la posesión y tratan de minimizar daños. Emery cambia cromos sin tocar el esquema.

Jugador por jugador
Sara: Bien con los pies. Superado por el partido. En el primero y el tercero tiene algo, pero poco, que hacer. El segundo es un error grave de su parte, y en el cuarto muestra una desconcentración indigna que debe costarle una larga temporada de suplencia.
Juanfran: Tuvo el mérito de sostener solo la banda derecha durante cincuenta minutos, pero en ataque aportó poco más que un tiro sin sentido.
Paulão: El desigual criterio de Estrada no lo exime de culpa por su clara y absurda segunda tarjeta. Hasta ahí pasó pocos apuros, aunque tiene cuota de responsabilidad en el primer gol.
Amaya: Partido aceptable, sin errores importantes pero tampoco gran presencia.
Dídac: Estuvo en muchas, pero técnicamente, pese a lo que se vendió en verano, no da para sacar la pelota jugada, y a veces (3-0) ni siquiera sabe pegar el voleón. Un lateral mediocre.
Nono: El mejor del Betis, un día más, con el único defecto de querer ir a presionar a veces demasiado arriba. Otro tremendo zapatazo suyo fue la única ocasión real del Betis de meterse en el partido. Tocó, corrió, llegó arriba y se notó que le escocía lo sucedido.
Torres: Buen partido, en el que anuló a Rakitic y jugó decentemente el balón.
Steinhöfer: Voluntad sin balón y muy poco acierto con él.
Verdú: Cierto esfuerzo, y lo de siempre: mucho pase para atrás, ninguna verticalidad, nula llegada al área, poca presencia física. El empeño de Mel en hacer su equipo en torno a él –obligando a los extremos a esfuerzos tremendos, dejando al equipo sin gol e incluso privilegiando su posición con uno menos– puede conducir a este equipo al descenso: le hace falta banquillazo inmediato y que Stosic traiga un delantero de verdad.
Vadillo: Mal, cohibido por el ambiente.
Molina: Aislado y con pocos entrenamientos, peleó sin suerte.

Jordi Figueras: Mantuvo el tipo, que ya era algo.
Castro: Se vio que era él, y eso ya es importante. El 60% de las esperanzas de permanencia está en él.
Matilla: Bien. Solidificó el centro y supo tener el balón.

Mel: El planteamiento del partido fue posicionalmente el adecuado, pero su empeño en sacar equipos endebles físicamente, en mantener a Verdú y en marginar a gente como Cedrick puede costar muy caro.


El detalle
Los gritos simiescos de algunos radicales béticos tras la expulsión de Paulão nos recuerdan qué clase de individuos pueblan la parte baja del Gol Sur bético.*

*Nota: Este último párrafo fue eliminado provisionalmente durante unas hora hasta que el autor pudo confirmar tal hecho, cosa que finalmente, por desgracia, ha podido hacer:
http://www.ftbpro.com/es/status/dani.klein/515474/el-jugador-del-betis-paulao-recibe-gritos-y-gestos-racistas-de-su-propia-afici%C3%B3n?ref=facebook&team=Betis


lunes, 11 de noviembre de 2013

Betis 1 – F.C.Barcelona 4 (13ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Sara; Steinhöfer, Caro, Jordi Figueras, Nacho; Xavi Torres, Nono (Matilla, m. 74); Vadillo, Verdú (Chuli, m. 62), Juan Carlos (Dídac, m. 66); y Jorge Molina.
F.C.BARCELONA (4): Víctor Valdés; Daniel Alves, Puyol, Bartra, Montoya; Xavi, Song, Fàbregas (S. Roberto, m. 79); Pedro, Messi (Iniesta, m. 21) y Neymar (Tello, m. 73).
Goles: 0-1, m. 35: Neymar. 0-2, m. 36: Pedro. 0-3, m. 62: Cesc. 0-4, m. 77: Cesc. 1-4, m. 92: Jorge Molina, de penalti.
Árbitro: González González (Colegio Gallego). Mostró tarjeta amarilla a Victor Valdés, Alves, Juan Carlos, Xavi Torres y Nono.
40.000 espectadores en el Benito Villamarín. Terreno de juego aún irregular, inestable y seco.

Duro correctivo el recibido por el Betis hoy ante el Barça, al que sólo pudo replicar durante media hora.

Mel planteó un partido muy ofensivo, por terapia psico-táctica y por tener muy poco que perder –jugaban colista contra líder en la liga más desequilibrada del mundo–. El entrenador bético trata estas semanas de estabilizar la alineación y dotar de una identidad al equipo, y ésta consiste en volver a lo que él considera las bases de su Betis –aunque haya que remontarse casi dos años atrás para reconocerlas–: presión alta e intento de disputar la posesión del balón a quien sea, con juego al pie desde atrás.

Ese planteamiento, siendo probablemente el más lógico, tenía hoy dos problemas: uno, que las pilas para ese plan suelen durar media hora de la primera parte y poco rato de la segunda, y hay que salir con ventaja de esos tramos si se quiere tener esperanza de vencer; el otro, que Martino ha tirado por el retrete el manual de la Masía (Cruyff, Rijkaard, Guardiola, el tikitaka y todo eso) y este Barça se siente muy a gusto sin balón: sí trata de salir tocando desde atrás, pero no va a la presión arriba casi nunca –menos hoy sin Busquets–, deja tocar al rival y es peligrosísimo con espacios. Con ello ha perdido la identidad idiosincrática del club, pero es igualmente demoledor.

Primera media hora
Mel puso en el campo la alineación de los titulares actuales (en día de muchas bajas), con el 4-2-3-1 habitual de extremos altos. En el 4-3-3 del Barcelona Xavi y Fàbregas partían como interiores y Pedro y Neymar como extremos, aunque la pronta lesión de Messi (sustituido por un tal Iniesta) liberó a Cesc.

La altísima presión de partida del Betis consistió en que Verdú y Molina presionaban a los abiertos centrales blaugranas y Torres, o, las más veces, Nono, a Song. Para asegurar la salida (no se debe de fiar Martino mucho del camerunés) Xavi venía muy atrás a colaborar, perseguido por el otro de los mediocentros béticos. A cambio de arriesgar con una defensa muy adelantada, el Betis logró robar así muchísimos balones y con ello gozó de varias ocasiones claras, salvadas por un gran Valdés y por la escasa llegada de la segunda línea bética. Vadillo y Juan Carlos se intercambiaron varias veces bandas, aunque ninguno siguió a Alves con la debida dedicación.

En ataque estático –que lo había porque el Barcelona actual renuncia a la presión inmediata a la pérdida, propia de su antiguo juego de posición– Torres hacía salida lavolpiana con los centrales, bien abierto el zurdo Jordi a su izquierda, resultando un 3-4-3 en el que el balón fluía gracias al buen toque de Nono y Verdú.

Minutos 30 al 45
Pasados treinta minutos de ritmo muy alto, el mediocampo del Betis pierde fuelle pero el planteamiento teórico no cambia (esto es, Mel no ordena un reliegue que procedía a esas alturas) y la línea defensiva sigue tirada muy arriba. Con tiempo para pensar, los Xavi, Iniesta y Fábregas ponen balones a la espalda de los laterales béticos; las ocasiones, casi idénticas, llegan a ráfagas (balón al extremo y pase de la muerte) y dos acaban dentro.

Minutos 45 al 60
El Betis trata de repetir su puesta en escena, aunque el ímpetu es menor y más breve. Aun así tiene alguna ocasión de meterse en el partido.

Minutos 60 al 90
Acabadas las fuerzas, se vuelve al escenario del cuarto de hora final de la primera parte: posesión del Barcelona y pases a la espalda de la línea trasera bética (ahora más habituales en la zona de Steinhöfer y Caro). El Barça hace dos goles pero renuncia a hacer más sangre. Los cambios de Mel terminan de convertir el partido en una pachanga veraniega.

Jugador por jugador
Sara: Resolvió bien varios uno contra uno meritorios, aunque falló gravemente en el 0-2: tuvo tiempo sobradísimo de interceptar el autopase de Pedro.
Steinhöfer: Uno de sus mejores partidos en el Betis, en el que controló muy bien a Neymar, aunque en la segunda parte su espalda fue un grave agujero.
Caro: No supo tapar ese espacio de su lateral, pero dadas las circunstancias hizo un partido más que decente.
Figueras: Más entonado que en partidos anteriores, aunque es un jugador muy limitado.
Nacho: El mejor de los de atrás, en defensa y en ataque.
Torres: Se fajó bien aunque con balón lució poco.
Nono: El mejor, con diferencia. Si sigue en esta línea de notable recorrido defensivo y fútbol fino como interior puede convertirse en un jugador importante. Mandó dos tiros imponentes en el segundo tiempo.
Vadillo: Dio mucha sensación de peligro en el arranque, pero se quedó en eso.
Verdú: Anda muy bien en toque y gestos técnicos, y ya incluso intenta asistencias, pero sigue lastrado por su lentitud en el sprint, su escasa llegada al área y su excesiva tendencia a ralentizar el juego por asegurar la posesión.
Juan Carlos: Voluntarioso, estuvo cerca del gol y puso algún balón interesante. No es bastante, pero sí más que otras veces.
Molina: Sigue estando un tanto aislado arriba, pero aun así se le vio ágil y combinativo.

Chuli: En su línea de trabajo e inteligencia.
Dídac: No se sabe aún exactamente de qué juega bien.
Matilla: Jugó minutos de basura. Cumplió porque provocó el penalty final. 

Mel: Planteó correctamente el partido, aunque tal vez debió sacarse antes un plan B para cuando fallaran las fuerzas.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Vitória de Guimarães 0 - Betis 1 (4ª jornada de la fase de grupos de la Europa League)

VITÓRIA (0): Douglas; Pedro Correia, Paulo Oliveira, Abdoulaye Ba, Addy; Olimpio, André Santos (Tiago, m. 56), André André, Barrientos (Tomané, m. 84); Plange (Ricardo, m. 71) y Maazou.
BETIS (1): Andersen; Juanfran, Caro, Jordi Figueras, Nacho; Xavi Torres, Nono; Vadillo (Cedrick, m. 84), Verdú, Juan Carlos (Chuli, m. 79); y Braian (Molina, m. 60).
Gol: 0-1, m. 94: Chuli.
Árbitro: Paolo Mazzoleni (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Barrientos, André André, Maazou y Verdú.
Unos 20.000 espectadores en el estadio D. Afonso Henriques; entre ellos, 600 seguidores béticos.

Buen partido del Betis ante un conservador Vitória, aunque lastrado por una inoperancia en los últimos metros corregida sólo en la última jugada.

El partido tuvo un transcurso muy semejante durante los noventa minutos, salvo en en su tramo central (cuarto de hora final de la primera parte, primer cuarto de hora de la segunda), durante el cual el equipo local presionó algo más arriba y el Betis separó sus líneas y perdió el control del partido. Por demás, durante la hora restante, el control del juego y del balón fue casi total por parte bética, hasta alcanzar unas cifras de posesión aplastantes (63%/37%).

La clave de ese control del partido estuvo en el excelente juego de los mediocentros béticos, Nono y Xavi Torres, que supieron compaginar trabajo defensivo y buen manejo de la pelota. El Betis puso en cancha su habitual 4-2-3-1 de extremos adelantados (Vadillo y Juan Carlos, inicialmente a pie natural pero que permutaron varias veces sus posiciones), mediapunta retrasado en ataque, y punta aislado arriba. Los béticos tiraron la presión muy arriba; unido esto al juego timorato del Vitória, con un esquema similar (más arriba su mediapunta, casi en 4-4-2) pero presión mucho más retrasada y escasa calidad técnica, resultó una posesión casi siempre verdiblanca.

El Betis movió bien el balón en la zona central: prácticamente en un 2-5-3 en ataque, el buen toque de los mediocentros y los laterales moría habitualmente en el juego horizontal de Verdú. Durante la primera parte, desaparecido Juan Carlos hasta que se decidió a pisar terrenos interiores y muy solo arriba Braian, sólo Vadillo, en gran forma, lograba alborotar la línea defensiva portuguesa, aunque sus intentos solían morir a pies del de nuevo excelente Abdoulaye Ba.

Tras una fase central del partido de cierto descontrol, el Betis retomó el mando en el último tercio. Escorado entonces el ataque a la banda de Nacho, a donde caía Molina y lejos del central cedido por el Oporto, las llegadas béticas se sucedieron sin acierto en los metros finales. Los intentos del Vitória de adelantar líneas ofrecieron espacios al contragolpe, obturados por la contumacia de Verdú en frenarlos. En la última jugada llegó finalmente el premio a la insistencia bética.

Jugador por jugador
Andersen: Poco exigido. Demasiado miedoso en alguna salida.
Juanfran: Buen partido. Controló varios dos contra uno muy peligrosos en el arranque del segundo tiempo, y dio mucha fluidez a la salida de balón.
Caro: Muy buen partido, bien colocado siempre y sin complicarse ni regalar gratuitamente el balón.
Jordi: Mal en el arranque, luego se enmendó en defensa, aunque perdió la pelota cada vez que jugó en largo. No da el nivel.
Nacho: Volvió a ser el que fue, muy bien colocado en defensa y punzante en ataque.
Xavi Torres: Partido completísimo, siempre bien situado en defensa y muy aseado con balón.
Nono: De lo mejorcito. Tiene calidad de sobra, y parece empezar a entender su rol defensivo.
Vadillo: Gran partido. Tiene detalles técnicos de jugador caro. Está muy rápido.
Verdú: Técnicamente es finísimo, en el control y en el pase, pero su equivocadísima concepción del juego ofensivo es un verdadero problema para el equipo. En ataque estático se empeña en venir a hacer recepciones absurdas, y en el contragolpe en interponerse en las conducciones de los compañeros. Mula vieja no aprende, así que parece difícil que corrija esos defectos, pero es lástima porque lo difícil sí lo posee. Su pase final lo redime muy parcialmente.
Juan Carlos: Desaparecido en amplias fases, cuando decidió moverse un poco por dentro sí encontró cierto juego.
Braian: No dio mala sensación (no se le ve lento, y parece hacer movimientos aceptables), pero fue salir del campo y cambiar el partido a mucho mejor.

Molina: Fresco mejora mucho. Buenos desmarques y bien con balón.
Chuli: Por fin encontró premio a sus buenas intenciones, en un muy buen remate que fue cualquier cosa menos semifallo.
Cedrick: En diez minutos no se saca partido a sus virtudes.

Mel: Ha apostado por dar una idea de juego al equipo, y este le está respondiendo.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Málaga 3 – Betis 2 (12ª jornada de Liga de Primera División)

MÁLAGA (3): Willy Caballero; J. Gámez, S. Sánchez, Weligton, Antunes; Tissone, Darder; Fabrice (Anderson, m. 62), Portillo, Eliseu; y Roque Santa Cruz (Juanmi, m. 75).
BETIS (2): Andersen; Juanfran, Perquis (Caro, m. 55), Jordi Figueras, Nacho; Xavi Torres, Nono; Vadillo (Cedrick, m. 80), Verdú, Juan Carlos (Steinhöfer, m. 65); y Molina.
Goles: 1-0, m. 13: Santa Cruz. 1-1, m. 33: Verdú. 2-1, m. 60: Eliseu. 2-2, m. 62: Jordi Figueras. 3-2, m. 93: Samuel.
Árbitro: Undiano Mallenco (Colegio Navarro). Mostró tarjeta amarilla a Juan Carlos, Nono, Antunes y Portillo.

Buen partido en el cómputo general el del Betis esta noche en Málaga, que si bien coloca al equipo en una situación clasificatoria muy preocupante (y con un calendario inmediato complicado) ha dejado las primeras sensaciones de recuperación después de un horrible mes. El encuentro tuvo ciertos paralelismos con el Osasuna-Betis de hace dos temporadas, cierto que en un nivel de calidad inferior; aunque el equipo ha caído derrotado ante un rival muy flojo y desquiciado, otros factores en contra (muchísimas bajas, infortunio, arbitraje) hacen pensar en que el nivel de juego del equipo mereció más.

Primera media hora
Mel colocó al equipo en el 4-2-3-1 habitual. Con mil bajas (Sara, Paulão, Amaya, Nosa, Reyes, Castro, etc.), atrás puso lo que tenía (Andersen, Perquis, Figueras...), e insistió arriba en el punta aislado, los extremos muy arriba, la incomprensible y ya casi sospechosa alineación de Juan Carlos por delante de Cedrick y la también muy discutible de Verdú. El Málaga de Schuster (cuya presencia en el banquillo sumada a la falta de calidad del equipo hace presagiar segundazo) puso también un esquema similar, con laterales largos, extremos con cierta tendencia al interior y Portillo, Darder y Tissone bien escalonados por el centro.

La primera media hora del Betis fue muy mala. Apoyados por un fuerte viento favorable, los locales presionaron bien arriba y el Betis nunca supo encontrar la salida: apenas intentó pelotazos hacia Molina o Juan Carlos. Ocurrió que incluso los lanzados con tiempo para preparar la jugada los encontraban siempre solos y lejísimos de sus compañeros; el hecho de que tal despropósito se repitiese en la segunda parte en varios saques de banda hacia el área (sacados hacia un Jorge Molina completamente aislado de sus compañeros) habla muy mal del entrenamiento del equipo en mecanismos elementales del juego, algo, como la pésima planificación de los saques de esquina, completamente censurable y achacable al entrenador: la acumulación de partidos no es excusa para no trabajar.

Sin posesión, la movilidad de los hombres de arriba del Málaga y el buen juego de Portillo permitió llegadas por banda (en dos contra dos a los que los extremos béticos llegaban tarde y mal). Mal controlado además Tissone por Torres y Nono, las llegadas malaguistas acabaron en un 1-0 horriblemente defendido por la defensa bética.

Resto del partido
Mel permuta extremos, ahora a pie cambiado. Un gol de falta muy bien sacada por Verdú en una de las primeras llegadas béticas traspasa los nervios al Málaga (acuciado también por urgencias), que además pierde fuelle. A partir de ahí, y sobre todo en la segunda mitad, ya con viento a favor, el Betis echa arriba la presión, juega con sentido, valentía y fluidez en el centro del campo (sobre todo Nono), y coge una y otra vez al Málaga en contragolpes en superioridad que no sabe resolver por la falta de llegada de Verdú (que se empeña una y otra vez en pedirla al pie y no ofrecer desmarques a sus compañeros) y la baja forma de Molina. El partido entra en un intercambio de golpes en el que el Betis es mejor, nivela rápidamente un buen gol del Málaga y puede poner el partido de su lado. Errores propios y de Undiano (que escamoteó un claro penalti que vio perfectamente y una expulsión de libro de Gámez) más el infortunio de la jugada final llevan al equipo a la derrota, aunque el Málaga tuvo también opciones gracias a la permisividad de los mediocentros béticos, que dejaban demasiado tiempo para pensar a los pasadores malagueños.

Tras el cambio de Perquis por lesión Mel había sustituido a los extremos (cambios forzados un día tras otro por un sistema demasiado exigente para ellos), lo que lo dejó sin opción de relevar a Verdú o alguno de los mediocentros, como pedía el partido.


Jugador por jugador
Andersen: El primer gol fue salible y parable; o es muy lento de pies o no tiene confianza para las salidas. Luego, poco que hacer en los otros dos y un muy buen uno contra uno. Impreciso con los pies.
Juanfran: Disperso, no supo negociar las llegadas de demasiada gente por su zona, ni se proyectó en ataque.
Perquis: Otra vez de lo mejorcito, hasta que sufrió el terrible golpe que le fracturó la mandíbula.
Figueras: Horrible primera media hora (el 1-0 lo retrata), de la que se redimió parcialmente luego.
Nacho: Como Juanfran, rebasado y descolocado, como en el 2-1, en el que basculó muy excesivamente. En ataque, aceptable.
Vadillo: Uno de sus mejores partidos como bético, sólo empañado por cierta displicencia defensiva y su empeño habitual en encarar a veces a tres o cuatro jugadores. Muy vertical, anda muy rápido y desbordó muchísimo.
Torres: Regular, en el buen sentido. Aun con sus pérdidas habituales, fue de lo poco decente en la primera media hora y de lo más discreto en los buenos ratos.
Nono: Buen partido. Dio mucho sentido al juego en la segunda parte.
Juan Carlos: Voluntarioso en defensa y absolutamente nulo en ataque: ni se ofrece, ni se aparta un milímetro de la cal, ni lo encuentran. A media hora podría ser un jugador interesante. ¿Por qué juega de titular?
Verdú: Tras media hora espantosa, su golazo de falta (el toque nadie se lo puede negar) lo animó incluso a conducciones verticales, algo insólito hasta hoy. Siempre preciso cuando la tiene, sigue frenando contras por su irritante tendencia a interponerse en jugadas de sus compañeros en lugar de ofrecerse al espacio. En defensa trabajó lo que pudo.
Molina: Es un ejemplo perfecto de que las rotaciones son necesarias. No puede con su alma.

Caro: Protagonista negativo doble en la desgraciada jugada final, sin embargo dio un rendimiento más que aceptable dadas las circunstancias de su debut.
Steinhöfer: Muy poca cosa para media hora de partido abierto.
Cedrick: En quince minutos se fue una vez, y lo intentó dos más: mucho más que Juan Carlos en sesenta y cinco.

Mel: La reacción del equipo y la próxima vuelta de Castro le dan un merecido margen de confianza, pero la falta de cuidado de muchos detalles y su obcecación en ciertos errores (aislamiento del punta, falta de movilidad arriba, titularidades inexplicables) hablan mal de su trabajo.

martes, 29 de octubre de 2013

Nuevo debate en beticismo.net

El autor de este blog ha participado junto a Miguel Verdugo en el debate "Con dos caras: La problemática de Pepe Mel", sobre la actual situación deportiva del primer equipo del Betis:
http://beticismo.net/2013/10/61570-debate-betis-problemas-mel


lunes, 28 de octubre de 2013

Atlético de Madrid 5 – Betis 0 (10ª jornada de Liga de Primera División)

ATLÉTICO DE MADRID (5): Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luís; Koke (C. Rodríguez, m. 67), Gabi, Tiago, Óliver (Adrián, m. 59); Diego Costa (Raúl García, m. 76) y Villa. 
BETIS (0): Sara (Andersen, m. 46); Juanfran, Perquis, Jordi Figueras, Dídac; Cedrick, Lolo Reyes (Jorge Molina, m. 56), Nosa, Vadillo (Nono, m. 62); Matilla y Chuli.
Goles: 1-0, m. 1: Óliver. 2-0, m. 52: Villa. 3-0, m. 56: Villa. 4-0, m. 65: Diego Costa 5-0, m. 92: Gabi
Árbitro: Martínez Munuera (Colegio Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Nosa y Cedrick.
Unos 45.000 espectadores en el Vicente Calderón.

El Betis ha recibido una justa goleada en el Calderón, que rozó lo humillante.

Los béticos fueron inferiores al Atlético en todos los aspectos del juego; en particular en el físico y, en menor medida, en el táctico. Esta inferioridad parte de un discutible trabajo de casting de los técnicos del club –Mel y, sobre todo, Stosic–: el aficionado tiende a sobrevalorar a jugadores técnicamente bien dotados, pero el buen seleccionador de jugadores debe hacer al menos el mismo caso a las características físicas. Rivales como el de esta noche (un Atlético siempre concentrado, tácticamente bien trabajado y, sobre todo, físicamente sobrehumano) ponen a prueba esa faceta del juego, y en la plantilla de este Betis no hay hoy muchos hombres que puedan soportar la prueba.

Mel puso sobre el campo a lo mejor que podía: muy saturado Molina, sancionado Amaya, bajo de forma Chica y lesionado Paulão, metió por fin en el campo a los pocos jugadores que podían aguantar la exigencia física de un partido de alto nivel, como Nosa y Cedrick, y mantuvo en el once a Juanfran y Reyes. Otros como Perquis aguantaron el tipo, pero gente como Matilla y Chuli sencillamente no pueden con un ritmo de primer nivel aunque estén al cien por cien, y algunos como Dídac o Figueras tal vez lo podrán estar alguna vez, pero no ahora.

Si la alineación fue correcta, discutible fue la situación de Matilla y Nosa: el Betis, a priori, planteaba un partido conservador, en el que los dos hombres de arriba del 4-4-1-1 tendrían muchísimos metros cuadrados de radio de acción, y ahí Matilla es una nulidad ofensiva, como bien sabía Mel cuando le avisó en pretemporada de que en este Betis sólo podría jugar de mediocentro (donde ese campo de acción, y más en partidos en principio cerrados, como este, es más pequeño). Por otra parte tampoco se aprecia ventaja defensiva ninguna, por más que se les califique de centrocampistas, en que Matilla, o Salva o Verdú, defiendan arriba junto al delantero centro. Sí podría haber hecho ahí un buen trabajo de pantalla Nosa.

Enfrente el Atlético plantaba lo sabidísimo: 4-4-2 con laterales largos y bandas con interiores de tendencia central.

Primera parte
En todo caso la puesta en escena bética echó por tierra las previsiones: el intuido autobús bético llegó catorce segundos tarde a su aparcamiento en la frontal, y una vez más el equipo se veía obligado a jugar contra el marcador.

A partir de ahí los madrileños jugaron muy a su estilo: dejaron tener el balón a los béticos en zonas frías, para salir a la contra. Si los verdiblancos tienen siempre problemas para crear fútbol en tal situación, ante un rival rocosísimo y con Matilla como mediapunta (o lo que fuese) sus llegadas, en inferioridad numérica manifiesta, eran totalmente inocuas.

El Atlético, como siempre, parecía jugar con dos hombres más, y sus breves posesiones hacían siempre daño por superioridad numérica donde estaba la pelota, que no por sutilezas técnicas. Sara, la suerte y un arbitraje favorable libraron al Betis de llevarse varios goles más antes del descanso: el Atlético dominaba el partido sin balón. El Betis hacía aguas en particular por las bandas, donde Mel no supo encontrar un antídoto a las conocidísimas subidas de los laterales atléticos, más allá de ordenar a Cedrick y Vadillo (permutados, por cierto, a los veinte minutos) que los siguieran hasta donde llegasen.


Segunda parte
Mel cambia a la fuerza de portero y por correcta elección mete a Molina por un centrocampista, aunque este hubo de ser el muy necesario –pero necesitado de rotación– Reyes; Matilla se atrasa.

Los locales aprietan de salida más arriba para sentenciar, el mediocentro con el manchego es un coladero y caen dos goles rápidos. En los minutos de la basura siguientes caen dos más, casi por inercia. Para el quinto, Nono había mandado a Nosa arriba y Chuli era extremo derecho.

Jugador por jugador
Sara: Una gran parada y nada que hacer en el gol.
Juanfran: Voluntarioso y potente, pero desorientado ante Koke y Filipe Luís.
Perquis: ¿Pidió a Nosa el primer balón? Luego aceptable, aunque en el 4-0 perdió de vista el balón con consecuencias funestas.
Figueras: Su relativa inactividad nos impide ser crueles con su actuación, para la que no habría calificativos negativos suficientes en el diccionario.
Dídac: Como Juanfran, nunca supo a qué carta quedarse en defensa. Con balón, mal.
Cedrick: Mal también con balón, pero al menos lo intentó y tuvo presencia en el partido.
Reyes: Se notó mucho más su ausencia que su presencia.
Nosa: Omnipresente. El mejor de largo. Una jugada de la primera mitad retrató su partido: se llevó el balón, a trompicones y por potencia, desde veinte metros por detrás de la línea de centro del campo, arrancó contra todos, y cuando llegó arriba... no había nadie.
Vadillo: Con balón intentó lo que sabe, y sin él no estuvo.
Matilla: Ha renovado, y ahí se acabó el Matilla aceptable sólo como mediocentro y porque jugaba al ciento veinte por ciento. En la primera mitad no existió, y en la segunda existió como agujero.
Chuli: Por físico no puede contra nadie del Atlético, y no digamos contra cuatro. 

Andersen: Hizo lo que se podía en los cuatro goles, que era nada.
Molina: Al menos dio sensación de presencia arriba.
Nono: Buenos detalles en minutos de serie B. 

Mel: Su alineación nos pareció correcta, aunque totalmente errada en la posición de Matilla y Nosa. No supo contrarrestar el juego por bandas atlético, conocido por todos. Alguna responsabilidad ha de tener en que el equipo llegue tarde a los partidos y en que a balón parado (donde las capacidades pueden igualarse) cada jugada del Atlético fuese un incendio y las del Betis una broma.

viernes, 25 de octubre de 2013

Betis 1 - Vitória de Guimarães 0 (3ª jornada de la fase de grupos de la Europa League)

BETIS (1): Andersen; Juanfran, Perquis, Amaya, Dídac; Lolo Reyes, Nosa (Nono, m.63); Chuli, Verdú, Vadillo (Steinhöfer, m.76); y Jorge Molina (Cedrick, m.70).
VITÓRIA DE GUIMARÃES (0): Douglas;  Kanú (Tomané, m.82), Paulo Oliveira, Ba, Addy; Matias, André Santos (André André, m.61), Olímpio, Tiago Rodrigues; Russi y Malonga (Plange, m.62).
Gol: 1-0, m. 50: Vadillo.
Árbitro: Michael Koukoulakis, griego. Tarjetas amarillas para Ba, Jorge Molina, André Santos, Tiago Rodrigues, Vadillo, Didac, Douglas y Olímpio.
17.000 espectadores en el Villamarín. Césped algo irregular.

Importante es la victoria obtenida por el Betis esta noche en un partido muy igualado y sólo aceptable por parte local.

Primera media hora
Sin cambiar el esquema base, un 4-2-3-1 con Verdú en la mediapunta, Mel sí hizo ciertos cambios sutiles con consecuencias en el juego: fundamentalmente –como en el arranque de la segunda parte ante el Elche– meter a Chuli como extremo derecho y ponerle detrás a Juanfran, de modo que la tendencia hacia el área del primero dejaba el carril disponible al amplio recorrido del segundo, dando además cierta compañía a Molina, tan aislado otras tardes. Si este detalle empujaba un tanto el centro de gravedad del equipo hacia la izquierda, la (pensamos que errónea: mejor al revés) situación de Nosa a la izquierda de Reyes en el doble pivote provocó aún más acumulación en esa banda: al venir habitualmente Reyes a la base de la jugada y jugar Nosa algo más adelantado, como interior izquierdo, la tendencia habitual de Verdú a ese mismo sector provocaba una notable concentración en esa zona. El Betis defendía con el bloque medio habitual, sin presionar arriba casi nunca.

Enfrente el Vitória planteaba un claro 4-4-2. Las buenas prestaciones físicas de sus hombres, mejores que las técnicas, y la escasa intensidad de un Betis que sigue sin entrar al cien por cien en los partidos, dieron cierto dominio a los visitantes en esa primera fase del partido; su fuerte presión en el centro gripaba el juego bético, y su juego rápido aunque poco sutil percutía por las bandas con algún peligro, aunque en general el partido era trabado e impreciso.

Segunda media hora
A partir del minuto treinta el Vitória se desfonda un poco y el Betis mejora: ajusta las líneas, muy descoordinadas hasta entonces (mucha gente nueva, y de poca consistencia); y mete la marcha que tenía guardada. El partido se abre y la insistencia de Vadillo lleva algún peligro por su banda, sin gran claridad porque el Vitória sigue fuerte por el centro, y en particular porque su excelente central Abdoulaye Ba se sobra para controlar a Molina y las llegadas de Chuli, inferior físicamente. Una de las pocas llegadas claras acaba con un brillante gol de Vadillo.

Tercera media hora
El Vitória se va arriba y se entra en un intercambio de golpes en el que Andersen y la suerte salvan al Betis en una portería, y la torpeza de los béticos para dar el último pase o aprovecharlo arruina varias contras béticas ante la adelantada defensa visitante. El Betis esconde aceptablemente el balón, aunque mira poco a la puerta contraria.

Forzado por problemas físicos y por el cansancio del saturado Molina, Mel cambia peones: Nono entra por Nosa primero en el mediocentro, luego Cedrick manda a Vadillo a la banda derecha y a Chuli a la punta para relevar al delantero alcoyano, y finalmente Steinhöfer (con buen criterio, situado por delante de Juanfran: si vas ganando mejor no tocar la defensa) entra por Vadillo.

Jugador por jugador

Andersen: Bien con los pies durante todo el partido, y muy bien en la casacada de ocasiones del Vitória mediada la segunda parte. Sólo erró en una salida por abajo valiente pero muy mal medida.
Juanfran: Tiene condiciones para ser lateral internacional, aunque debe mejorar detalles defensivos: no le pitaron un penalti.
Perquis: Bien, y algo menos alocado de lo habitual, hasta el punto de que no se lesionó.
Amaya: Últimamente no mide bien sus salidas de zona.
Dídac: Impulsivo hasta el exceso en defensa, mejora progresivamente. Cerró bien y apenas subió porque en su banda sobraba gente.
Reyes: Muy en su línea de mediocentro defensivo fiable, de los que ocupan mucho campo en defensa. En la segunda parte tocó,eso sí, muy poco el balón.
Nosa: Gran primera parte, muy suya (hace cosas que parecen fáciles pero nadie hace, como tapar mucho campo, atacar por todas partes y llegar al área más que ningún otro centrocampista), e impreciso en lo que jugó de la segunda. Es uno de esos futbolistas que el rival nunca quiere tener delante, y Mel satisface casi siempre esos deseos.
Chuli: Mostró sus virtudes: llegada al área, voluntad, insistencia, olfato de gol... y por desgracia, que le falta un escalón en lo físico y lo técnico para sacarles partido. Da la sensación de estar al cien por cien pero de que no le basta.
Verdú: Muestra cierta mejora en cuanto a precisión de toque, casi siempre mucha, pero la misma tendencia al fútbol fácil de triangulaciones hacia ninguna parte y al error cuando el pase importa. Por suerte esta vez sí dio una asistencia. Su despliegue físico sigue siendo muy limitado.
Vadillo: Valiente y voluntarioso, lo intentó siempre, aunque en el área no tuvo claridad de ideas... hasta que le salió una gloriosa rosca por la escuadra.
Molina: Espeso y algo desquiciado. Necesita descanso.

Nono: Muy bien. Si aprende a situarse en defensa será un buen mediocentro, porque tiene condiciones físicas y, sobre todo, técnicas. Muy metido, pese a debutar esta temporada.
Cedrick: Se obcecó en una excesiva verticalidad, aunque le dio tiempo a hacer lo que ninguno de sus compañeros logró en sus contragolpes: plantarse delante del portero y rematar bien. Su suplencia es otro caso de favor de Mel a los rivales.

Steinhöfer: Cumplió en lo poquito que hizo.

El detalle

Como buen alemán, Steinhöfer coloca el balón en los córneres por la derecha de la forma geométricamente más racional. ¿Podría enseñar a Verdú a hacerlo?