martes, 30 de abril de 2019

Betis 1 - Espanyol 1 (35ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Robles; Mandi (Lainez, m. 76), Bartra, Feddal; Guardado; Joaquín, Canales (Loren, m. 66), Kaptoum, Junior; Lo Celso y Jesé (Tello, m. 57).
ESPANYOL (1): Diego López; Lluís, Duarte, Mario Hermoso; Marc Roca; Javi López, Víctor Sánchez, Darder (Álex López, m. 87), Pedrosa; Melendo (Lei Wu, m. 73) y Borja Iglesias (Ferreyra, m. 79).
0-1, m. 36: Sergi Darder. 1-1, m. 93: Feddal.
Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Feddal, Junior, Mandi, Bartra y Melendo. Ambiente enrarecido en el Villamarín.

El empate in extremis del Betis hoy ante el Espanyol hizo justicia pero acaba definitivamente con las escasísimas esperanzas de unos y otros de entrar en plazas europeas.

Primera parte
Jugaron los dos equipos de inicio un esquema idéntico: 3-1-4-2; esto es, el Espanyol cambiaba su habitual defensa de cuatro para evitarse problemas con los carrileros del Betis, y el Betis jugaba su esquemas más previsible (explicado en este enlace por su propio entrenador, tras un partido similar hace un año). Sorprendidos los técnicos béticos por el esquema del Espanyol, organizaron un sistema defensivo en el que trataban de aprovechar la molestia que suele provocar la cercanía de central y mediocentro al rival a la hora de sacar el balón: trataban de tenderles la trampa aquí muchas veces comentada contra ese esquema:


En presión alta Canales era en principio el encargado de vigilar al mediocentro españolista, Marc Roca; al dejar el Betis libre al central-central visitante, le cedería una estéril posesión, a cambio de ganar superioridad numérica atrás (3 centrales contra Melendo y Borja Iglesias). Esa era la teoría. Sin embargo el Espanyol se zafó bastante bien de ese sistema defensivo bético gracias a dos aciertos: unos centrales muy muy abiertos, que hacían correr muchísimo a Jesé y provocaban desajustes en el costado de Joaquín; y muchísima movilidad de los tres centrocampistas –e incluso de los centrales– a la hora de pedir el balón.

Toques en la primera parte de Hermoso, un central izquierdo muy abierto. Fuente: As.

Marc Roca, un mediocentro muy móvil en la primera parte
Melendo además (como también su gemelo en el esquema bético, Lo Celso) venía muchas veces al centro del campo a tocar el balón. Como consecuencia de estos detalles el Espanyol conseguía mucha más posesión de la habitual en los visitantes del Villamarín, aunque el hombre de más del Betis atrás no le permitía llegar mucho a puerta. El partido se movía pues en la igualdad de posesión y de ocasiones, hasta que un grave error en la salida de balón de Canales –que a veces arriesga demasiado cuando es presionado en zona de lateral derecho– provoca el 0-1.

Primer cuarto de hora de la segunda parte
Como era también previsible el Betis aprovecha el descanso para tocar el esquema sin cambiar jugadores; pasa a la presión hombre a hombre en todo el campo, de modo que el esquema defensivo para esa presión sería un 4-2-3-1 para que encajase en el del rival:



Al desplegarse en posesión, de forma muy correctamente planificada, los béticos formaban de nuevo un 4-3-3, con Kaptoum y Canales como interiores por delante de Guardado. El Espanyol ya no estaba tan cómodo con balón, aunque a cambio el Betis corría los naturales riesgos. Había en todo caso pocas ocasiones.

Media hora final
Setién hace cambios de jugadores: primero Tello entra como extremo y Lo Celso queda como una especie de falso delantero centro; luego el argentino pasa a ser interior con Loren como punta de referencia; y finalmente Joaquín se atrasa a lateral y Lainez queda como extremo izquierdo. Durante el largo tramo entre las entradas de Tello y Lainez el Betis activa por los dos costados el mecanismo de laterales-interiores del que tanto hemos hablado aquí, con Tello y Joaquín muy abiertos siempre:


Esa forma de atacar se había iniciado en la banda derecha tras el descanso, y terminó al pasar Joaquín a ser lateral, pues naturalmente el de El Puerto sería el encargado de subir por fuera de forma convencional.

Molesto por un Lo Celso siempre muy móvil, el Espanyol se va metiendo atrás progresivamente y sus tres centrocampistas ya no pueden bascular de banda a banda, de modo que Rubi monta un 5-4-1 con las dos líneas traseras juntísimas:

 

Los despejes caen ya todos en pies béticos, los locales monopolizan la posesión durante esa última media hora y el Espanyol renuncia a las contras. Ya con los centrales béticos arriba y entre un riguroso asedio, muy cerca del final el Espanyol recibe su castigo.

Línea por línea
Joel recibió una merecida titularidad y la justificó con una gran parada en la segunda parte, aunque el 0-1 proviene de una mala elección suya.

Feddal fue el mejor del trío de centrales, dejando incluso aparte su gol. Sea por exceso de partidos o por otra causa Mandi y Bartra no han llegado bien al final de la temporada.

Guardado puso acierto con balón y voluntad, aunque su puesto requiere sin duda más presencia defensiva. Junior y Joaquín cumplieron sobradamente en los laterales.

Canales falló en jugadas decisivas, y Kaptoum hizo lo que probablemente le piden: desgastarse en defensa y no complicarse en ataque. Lo Celso dejó una vez más numerosas muestras de su calidad (asistencia incluida) y Jesé peleó más que acertó.

Los suplentes aportaron poco; tal vez más un Tello cuya ausencia del equipo titular sorprendió de nuevo.

Setién tocó a tiempo el esquema y el equipo, aunque solo sirvió tarde y poco.

El detalle: volvió la atracción de dos defensas en el córner en corto. Parece que solo se hace cuando está Joaquín en el campo. ¿Por qué?


lunes, 29 de abril de 2019

El entrenador se explica

No es habitual que un entrenador explique los intríngulis tácticos de un partido, y creo que el hecho de que lo haga el del Betis justifica una entrada en este blog. Betis 3 - Espanyol 0 del 17 de marzo de 2018 explicado por el propio Setién:

https://www.youtube.com/watch?time_continue=14&v=NFJXe11CcSA

Tal vez no sea el mejor día para mostrar este reciente vídeo (estamos a horas de un Betis-Espanyol mucho más delicado para Setién), y es evidente que para la ocasión se escogió un partido favorable; tal vez tampoco pondríamos aquí el vídeo si las explicaciones del entrenador no coincidiesen tan exactamente con nuestro análisis postpartido:

https://analisistacticodelbetis.blogspot.com/2018/03/betis-3-espanyol-0-29-jornada-de-laliga.html

Como siempre, estamos abiertos a comentarios.

jueves, 25 de abril de 2019

Levante 4 - Betis 0: the end

Obligaciones laborales y, tal vez, la compasión de los dioses de internet y el copyright han impedido a este bloguero ver nada más que la segunda parte del catastrófico partido de anoche entre Levante y Betis.

Los resultados, únicos árbitros válidos de este deporte, han dictado sentencia y es necesario asumir que LaLiga del Betis es una completa decepción en 2019. Tras casi dos años de trabajo, con la perspectiva de un buen número de partidos y ante unas estadísticas virtuales que apenas darían al equipo como merecedor de un punto y medio más de los que lleva en el campeonato:


no cabe ya atribuir a la falta de tiempo o a la mala fortuna los malos resultados; es evidente que el equipo ha entrado en un grave bache que lo ha sacado de sus objetivos en liga, y que algo se habrá hecho mal para haber llegado a este punto. Parece por demás claro que el partido de ayer marcará ya irremediablemente el fin del trabajo de Setién en el club.

El lícito enfado y un futuro cercano poco halagüeño no deben sin embargo hacernos perder la perspectiva para valorar esta etapa: tras un irregular arranque allá por 2017 y un excelente 2018, el equipo terminará esta temporada en una posición cómoda, lejos de los apuros de otro euroaños del club tan sobrecargados de partidos como este. Pronto tocará hacer balance y analizar por qué unos entrenadores tan finos en lo táctico como Setién y Sarabia han visto encallar finalmente al equipo en la mediocridad –que no en el desastre que algunos pretenden–.

Tal vez los problemas del modelo de juego tengan que ver en ello, como piensa una prensa sevillana que en dos años no ha sabido ni siquiera comprenderlo. Pero algunas pistas apuntan a otras patas de la preparación de un equipo, como la técnica y la psicológica: una planificación de dudosa calidad en las áreas (apenas cumplieron los porteros y decepcionaron completamente los delanteros centro), y una gestión del vestuario y de la motivación de los jugadores que fue buena en el inicio de este curso pero que ha dejado síntomas extraños en su final, pues el equipo ha sido capaz de ganar a casi todos los rivales de la zona alta (como Barcelona, Atlético o Sevilla) pero ha sufrido descalabros ante los Levante, Leganés, Rayo, Valladolid o Huesca, asunto que alguien puede atribuirle a lo táctico pero más bien habla mal de la capacidad para concentrarse en su trabajo de los jugadores y de quien debe hacer que lo logren.

Del partido de ayer poco se puede sacar en limpio, y tampoco lo táctico puede salvar a un equipo que tiró la toalla justamente cuando en sus últimos partidos (otra vez ante rivales superiores en presupuesto) había ofrecido un aceptable nivel. Setién volvió al 3-1-4-2, con Canales y Kaptoum como interiores por delante de Guardado, y con la entrada de Joaquín y Tello tras el descanso quiso recuperar el 4-3-3 de laterales-interiores estrenado ante el Valencia, curiosamente con Sidnei (y no Mandi) por la derecha y Junior por la izquierda. Solo la aparición de Lainez, un jugador cuyo desborde ha parecido merecedor de más minutos, agitó un poco el juego de ataque de un equipo planísimo y anímicamente acabado, que ha introducido una de sus novedades tácticas más innovadoras en el peor momento posible.

Los comentarios están siempre abiertos. En Twitter, @juanramonlara7.

lunes, 22 de abril de 2019

Betis 1 - Valencia C.F. 2 (33ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Pau López; Mandi (Loren, m. 58), Feddal, Bartra, Junior; Guardado; Joaquín, Lo Celso, Kaptoum (Lainez, m. 74), Tello; y Jesé (Sergio León, m. 68).
VALENCIA C.F.: Neto; Wass, Garay, Paulista, Gayá; Soler, Parejo, Coquelin, Cheryshev (Rodrigo, m. 33); Guedes (Gameiro, m. 75) y Mina (Lato, m. 68).
Goles: 0-1, m. 45: Guedes. 0-2, m. 48: Guedes. 1-2, m. 78: Lo Celso, de penalti.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Arbitrario. Expulsó por doble amarilla a Rodrigo (min. 82) y amonestó a Guardado, Junior, Feddal, Rodrigo y Lo Celso.
42.500 espectadores y camiseta verdiblanca arlequinada reciclable en el Betis.

El Betis de Setién cayó de nuevo derrotado, esta vez ante un Valencia muy en forma y tras un partido extraño. Pese al muy mal balance del año 2019 el calendario da aún opciones europeas muy reales a los béticos.

Primera parte
Sobre el sistema táctico y el modo de juego del Valencia de Marcelino poco se puede escribir ya nuevo: un 4-4-2 muy bien trabajado y cerrado que niega los espacios al rival y los aprovecha en dirección contraria, con ataques vertiginosos y verticales que buscan la puerta contraria con disparos y centros laterales; en suma, un estilo diametralmente opuesto al de este Betis.

La gran novedad táctica del partido –novedad incluso de alcance histórico en el fútbol español– fue el posicionamiento y los movimientos del Betis de Setién, que por fin usó de forma estructurada y sistemática los famosos laterales-interiores que Guardiola introdujo en Múnich hace ya un lustro, que proponíamos aquí en enero y que apenas habían asomado de forma tímida y parcial en algunos minutos de determinados partidos de este Betis. Efectivamente, Setién y Sarabia colocaron inicialmente al equipo en un 4-3-3 en el que, en fase defensiva, Mandi y Junior serían los laterales, Guardado (Carvalho era baja) el mediocentro, Lo Celso y Kaptoum los interiores y Joaquín y Tello los extremos. Ambos equipos nos mostraban amablemente sus dibujos en el saque inicial:


En la salida de balón el Betis trataría de encontrar a Guardado como hombre libre a la espalda de la pareja de delanteros valencianista –aunque el mexicano no siempre se atrevió a girarse para avanzar–. Las raras veces que el Valencia saltaba a la presión alta era Parejo quien iba a por Guardado para formar parejas en todo el campo.

Esquemas en la salida de balón del Betis

Hasta aquí algo más o menos convencional. La novedad residía en que al progresar la jugada ofensiva los laterales, Mandi y Junior (siempre el primero, la mayoría de las veces el segundo), no doblaban a los extremos por fuera y empujaban a estos hacia dentro, como se ha hecho siempre en este viejísmo esquema. Por el contrario, ambos subían sistemáticamente por dentro, hacia zonas de interior, de forma que Joaquín y Tello quedaban como verdaderos extremos a la antigua, pegados siempre a la cal, donde podrían explotar su uno contra uno. Esa secuencia de movimientos espacia muy bien a los jugadores atacantes:

 

Como efecto secundario (pero importante) los teóricos interiores, Lo Celso y Kaptoum, lo serían al iniciarse la jugada, pero con el avance de esta pisarían terrenos casi de delanteros, a los costados de Jesé: una posición muy parecida a la que ocupan en el City actual De Bruyne y Silva (David, a veces Bernardo), desde la que podrían acudir al remate de centros laterales y coger las espaldas de los mediocentros valencianistas. El Betis estiraba a los laterales visitantes y tenía superioridad numérica por dentro:


La gran ventaja de este nuevo reparto de roles es que los tres implicados en cada costado quedan en una posición más natural en todas las fases del ataque: el defensa lateral cerrando contras, el extremo siempre abierto para el uno contra uno, y el interior entre líneas. Aquí vemos un ejemplo en el minuto ocho:


En esa misma imagen podemos ver que en esa jugada concreta y por el costado izquierdo las posiciones eran las convencionales: Kaptoum está situado como interior, Tello como delantero y Junior por fuera. Y es que los tres jugadores implicados en cada costado pueden intercambiar roles en ataque, incluso en cada jugada, si hacen bien las permutas ofensivas correspondientes:


Por ejemplo, en esta jugada Junior hace la contrapresión cerrando como interior, en las posiciones teóricas del esquema de arriba:


Mientras que en esta el dominicano es el delantero, con Tello abierto en el carril y el interior (esta vez Lo Celso) por detrás:


En fase defensiva el Betis saltaba con eficacia a emparejar hombre por hombre para hacer contrapresión, pero si el Valencia consolidaba la posesión los locales pasaban a un prudente 4-1-4-1 en el que Lo Celso y Kaptoum cerraban a Coquelin y Parejo, y Jesé quedaba en inferioridad antes los centrales. Ahí cometió alguna vez el Betis uno de sus pocos errores posicionales en esta primera parte: permitir la salida por el lado de Garay, el central a pie natural, hacia el que además Tello saltaba con demasiada facilidad, dejando a Junior en dos contra uno:


Todo este sofisticado ajedrez produjo un dominio claro del Betis, que, con abrumadora posesión y un Lo Celso muy móvil y participativo, controló el partido casi por completo durante toda la primera parte. Sin embargo, sin un punta nato, los béticos se pusieron de gol menos veces de las debidas –un tiro al palo de Tello, un remate bloqueado del canario, un cabezazo de Mandi–. El Valencia era inferior pero su solidísimo sistema defensivo no se descomponía y buscaba soltar contras rapidísimas en igualdad numérica, que el Betis casi siempre cerraba bien. Una de ellas, mal defendida, acaba en el 0-1.

Minutos 45 al 58
El Valencia presiona más arriba tras el descanso, el Betis se descompone y recibe el 0-2 (por cierto, en nuestro apreciado córner en dos contra uno, como ante el Getafe mal defendido por el Betis). Durante quince minutos los béticos juegan a merced del rival.

Minutos 58 al 82
Tras deliberar con Sarabia Setién toma medidas: vuelve al 3-1-4-2 por el simple procedimiento de quitar a un defensa (Mandi) y meter un delantero (Loren), sin alterar el rol del resto de jugadores. El Betis baja las revoluciones del partido y retoma el control de la situación, pero el Valencia se encuentra comodísimo: con Guardado demasiado atrasado, quedan demasiados hombres tras la pelota y el Betis no consigue progresar nunca en ventaja.


Setién, tal vez recordando al Pilatos de la reciente Semana Santa, decide hacer caso a los deseos de los pueblos bético y mexicano: Jesé es sustituido por León y poco después Lainez entra por Kaptoum, formándose una especie de 3-4-3 con los interiores (Guardado y Lo Celso) escalonados. El Betis va perdiendo la fe pero ahora al menos hay delanteros natos en el área, bastante acertados por cierto anoche en las recepciones de espaldas y en los balones al área. Uno de estos últimos provoca el penalti de Gabriel, y muy poco después es expulsado Rodrigo.

Minuto 82 al final
El partido entra en combustión. Sin tiempo y con uno más, el Betis tira a la basura el manual del fútbol-control y se lanza a un ataque desaforado, con delanteros iniciando el juego y defensas arriba, ante el que el Valencia se ve obligado a achicar agua como puede. El Betis incluso manda a Feddal al área rival de forma casi permanente:


El Betis, muy volcado hacia el costado de Lainez (que inicia muchas jugadas), pisa muchas veces el área visitante, aunque pocas con claridad, y el partido acaba entre jugadas del Betis en espacios muy reducidos y barullos sin finalización.

Línea por línea
Pau fue en esta ocasión responsable directo de la derrota bética. Se tragó de forma imperdonable el 0-1, un tiro en maritorio escorzo pero blando y no muy ajustado, y pudo hacer más en el 0-2, potente pero tampoco ajustado. Jugó con sentido y frialdad con los pies.

La línea trasera disfrutó de la ventaja que permite este nuevo sistema: jugar con cuatro defensas muy defensas. Bien adelantada la línea para la contrapresión, y con velocidad (en general) para correr hacia atrás cuando fue necesario, los cuatro controlaron casi siempre los ataques valencianistas. Junior vuelve a ser el que fue.

Los tres centrocampistas cumplieron, aunque destacó un Lo Celso muy participativo (tal vez a costa de retrasarse demasiado en ciertas fases). Kaptoum perdió pocos balones y ocupó bien los espacios ofensivos.

Arriba Tello y Joaquín hicieron menos daño del debido en un sistema que los favorece, y tuvieron algunos problemas de retorno. Jesé, una vez más, tuvo movilidad y aportó juego, pero demostró no ser delantero centro nato. 

León aportó más que Loren desde el banquillo. Lainez mostró una tendencia a pedir el balón muy atrás y al pie que seguramente irrite a sus entrenadores, pero lo cierto es que inició las jugadas de ataque con tino y desestabilizó el sistema defensivo rival; como con Tello, estamos ante otro caso de jugador tácticamente incómodo para la forma de entender el juego de Setién, pero a cuyas virtudes hay que saber sacar partido.

El resultado del partido afeó un planteamiento posicional sofisticado e inteligente de los técnicos béticos. Como asignatura siempre pendiente queda mostrar un mayor dinamismo ofensivo, ejemplificado crudamente en el rival.

Los comentarios son siempre bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

domingo, 14 de abril de 2019

Sevilla F.C. 3 - Betis 2 (32ª jornada de LaLiga)

SEVILLA F.C. (3): Vaclik; Navas, Mercado, Carriço, Escudero; Sarabia, Roque Mesa, Banega (Rog, m. 74), Franco Vázquez (Aleix, m. 69);  Munir (Promes, m. 68) y Ben Yedder
BETIS (2): Pau López; Mandi, Feddal, Sidnei (Tello, m. 76); William; Emerson (Joaquín, m. 67), Guardado, Canales, Junior; Lo Celso y Jesé (Loren, m. 73)
1-0, m. 25: Munir. 1-1, m. 54: Lo Celso. 2-1, m. 58: Sarabia. 3-1, m. 63: Franco Vázquez. 3-2, m. 81: Tello.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Mostró tarjeta amarilla a Escudero, Navas, Mercado, Banega, Rog, Jesé y Mandi. Algo casero, hurtó una expulsión y cuatro córneres favorables al Betis, aunque también pitó una falta muy discutible que valió el gol de Tello.
Menos de 43.000 espectadores en el estadio del barrio de Nervión.

Hizo un buen partido el Betis en uno de los campos más difíciles de la categoría, y mereció más que su rival, al que fue superior en la mayoría de los aspectos del juego. Pese a la distancia en puntos y a la dificultad del próximo partido, si el equipo mantiene el nivel de motivación y juego de los dos últimos encuentros la clasificación europea es posible.

Minutos 1 al 20
Fueron sorprendentes las alineaciones de ambos equipos, y por diversas razones. Los locales sacaron el equipo físicamente más liviano que uno recuerda en los últimos lustros (algo que sin duda Monchi corregirá en los próximos tiempos): ante la baja de Gonalons su doble pivote quedaría constituido por dos hombres con más técnica que físico, como Mesa y Banega. Además formaban dos centrales más bien ligeros como Mercado y Carriço, y laterales muy ofensivos como Navas y Escudero, resultando un equipo tan creativo como defensivamente permeable y de muy baja estatura. Con Munir y Ben Yedder arriba, partirían de un 4-4-2.

Enfrente Setién dejaba fuera a Bartra (tal vez tocado, y en todo caso lejos de su mejor momento), Joaquín y, algo más difícil de explicar, Tello. Sí llegaba a tiempo, contra todo pronóstico, Canales. Ante un equipo de Nervión con más apetencia por la posesión de balón de la habitual, Setién se decidió por presionar muy alto de salida, con dos puntas sobre los dos centrales locales, de lo que resultó el esquema 3-1-4-2 que tan malos resultados (estadísticas en mano) está dando esta temporada a los verdiblancos. Por detrás de los delanteros la presión alta bética no tenía las parejas tan claras y resultaba algo asimétrica: Emerson rara vez iba muy arriba a defender, de modo que Escudero solía ser tomado por Canales, pero Junior sí solía saltar a por Navas, lo que daría cierta libertad a Sarabia para buscar su espalda (como en el 1-0).


Los locales intentan ir a la presión alta y tienen más el balón, pero el Betis, muy fuerte físicamente en su línea de cinco trasera, no pasa apuros y la velocidad de Jesé hace mucho daño a la adelantada defensa blanca. El canario marra dos ocasiones clarísimas para un Betis que, esta vez sí, buscaba la velocidad y el juego de contragolpe, e incluso arriesgaba algo menos de lo habitual en la salida de balón.

Minutos 20 al 45
El equipo de Nervión aprieta, marca en su primera ocasión realmente clara y Caparrós corrige el esquema: monta un 4-5-1 con Munir tirado a la izquierda y Vázquez por dentro junto a Mesa.Los blancos hacen una presión media alta, unos pasos más atrás que antes pero mucho más efectiva, y el Betis comienza a cometer pérdidas muy peligrosas. Los visitantes corren graves peligros y pasan los peores minutos del partido.

Según el "impulso ofensivo" de sofascore.com el Betis fue superior salvo en el segundo tramo del primer tiempo

Segunda parte hasta el 3-1
Tras unos primeros instantes de dudas el Betis toma el mando del encuentro de una manera más convencional en su estilo: se hace con la posesión del balón y empieza a encontrar fisuras entre las líneas defensivas de un rival poco preparado para no tener la pelota. Jesé sigue fallando pero Lo Celso sí emboca. No obstante los nervionenses replican con dos goles casi inmediatos producto de dos errores defensivos béticos.

Última media hora
Con doble ventaja, el equipo blanco entra en modo Caparrós: pese al peligro a balón parado que suponía su evidente desventaja de altura, interrumpe el juego con constantes faltas (diez en este tramo: más que el Betis en todo el partido) y mete a gente rápida por los costados para reforzarse en defensa e intentar las contras. El Betis domina el juego, pero un día más sus balones colgados a balón parado no funcionan y solo logra marcar de falta directa; para entonces Setién había relevado al punta y al carrilero derecho sin tocar el esquema, y finalmente había montado un 4-4-2 con Tello y Canales como teóricos extremos, más Lo Celso como segundo punta. Los locales acaban encerrados pero aguantan su ventaja mínima.

Línea por línea
Pau salvó el 2-0 con una mano casi milagrosa ante Ben Yedder; el 3-1, difícil, no es sin ambergo imparable para un portero como él.

Mandi volvió a evidenciar que está por debajo del gran nivel que ha dado este año; Feddal volvió a mostrar una importante evolución en la salida de balón, y Sidnei cumplió.

Es buena noticia el rendimiento de los dos carrileros, Emerson y Junior, ambos muy poderosos físicamente y técnicamente competentes. Un día más Carvalho jugó mejor con balón que sin él, algo similar a lo sucedido con un Guardado que ocupó poco campo. Como casi siempre, Canales equilibró mejor aspectos ofensivos y defensivos.

Lo Celso volvió a estar metido en el partido y a ser decisivo. De Jesé hay que admirar la velocidad, la movilidad y la constancia, pero es evidente que no se puede confiar el gol a un jugador capaz de fallar una y otra vez en el mano a mano.

Tello demostró de nuevo que es completamente decisivo y que su ausencia del campo es inexcusable. Joaquín metió frescura y Loren intervino poco.

El planteamiento de Setién equilibró bien el manejo del balón y el control del juego con la debida velocidad para castigar a defensas rivales adelantadas. La suplencia de Tello es sintomática de la forma de entender el fútbol del cántabro: antepone su concepto del buen juego (relacionado con el manejo del partido y el balón, y con el dominio del espacio) a otros aspectos decisivos para la pura contabilidad de goles, como: la carga del área de rematadores, el robo alto seguido de contra rápida (e inversamente, evitar riesgos en la salida de balón), el aprovechamiento del balón parado o la mera presencia de jugadores decisivos para el gol y la asistencia, como el citado Tello. El rival trabajó anoche mejor esos detalles del juego, y además tuvo más fortuna ante puerta; por eso ganó.

Los comentarios son bienvenidos y generalmente contestados. En Twitter, @juanramonlara7.

lunes, 8 de abril de 2019

Betis 2 - Villarreal 1 (31ª jornada de LaLiga)

BETIS (2): Pau López; Mandi, Feddal, Bartra; William Carvalho; Emerson, Canales (Joaquín, m. 66), Guardado, Tello; Lo Celso (Junior, m. 72); y Jesé (Javi García, m. 79).
VILLARREAL C.F.: Asenjo; Funes Mori, Bonera (Cáseres, m. 27), Víctor Ruiz; Mario Gaspar, Morlanes (Gerard Moreno, m. 72), Cazorla,  Pedraza; Chukwueze (Bacca, m. 63), Toko Ekambi e Iborra.
Goles: 1-0, m. 11: Lo Celso. 1-1, m. 13: Funes Mori. 2-1, m. 63: Lo Celso.
Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a Chukwueze, Víctor Ruiz, Jesé, Cáseres, Feddal, Mario y William Carvalho.
Incidencias: 28.500 espectadores en el estadio Benito Villamarín, buenas condiciones para el fútbol y minuto de silencio en recuerdo de Rogelio Sosa y Gregorio Conejo.

Pese a su interés táctico, partidos como el de anoche nos recuerdan la importancia de aspectos como el psicológico, la calidad individual de los jugadores y la pura suerte en el fútbol. Y es que si el Betis fue mejor que el Villarreal fue en gran parte porque sus jugadores tuvieron por fin el punto de tensión adecuado, tan lejos de la imagen un tanto indolente de los últimos partidos como de la excesiva crispación de los castellonenses –un club de presupuesto superior al Betis metido en verdaderos problemas–. A ello contribuyó un público más colaboracionista con los suyos de lo previsto por algunos, y aun así fueron necesarias la reaparición estelar de Lo Celso –virtualmente fuera de juego en las últimas semanas– y el fallo de un penalti postrero por Cazorla para que el resultado final fuera el justo.

Primeros 27 minutos
Ante un equipo rápido al contragolpe como el Villarreal, y no especialmente amigo de tener el balón, Setién optó por su planteamiento habitual en estos casos: diseñar un esquema que concediese un hombre de más al rival en la salida de balón para que a cambio el Betis ganase un hombre de más en su zona defensiva. Como la defensa inicial de los visitantes era de tres centrales tocaba pues jugar con dos puntas teóricos, y al recuperar la defensa de tres (con Feddal en el centro, por cierto) resultaba un 3-1-4-2 frente al 3-4-3 rival. El Betis volvía a su estilo de juego de posición ortodoxo (más allá de algún saque de puerta mal rifado), tomaba todos los riesgos necesarios en la salida de balón, y el partido entraba en una dinámica familiar: largas posesiones béticas ante un rival cerrado, con las líneas defensivas (de 5 y 4 hombres) habitualmente juntas, a la espera de cazar un buen contragolpe.



Algunos detalles resultaron reseñables:

- En el Villarreal Iborra quedó por fuera y Cazorla por dentro, curiosa combinación que tal vez buscaba que Iborra peinara balones largos hacia Ekambi, quien solía caer a su banda.
- Los carrileros béticos, como suelen cuando el equipo juega con solo dos puntas, atacaron muy altos para aprovechar la zona de extremo.
- Guardado y Canales, muy móvil este como siempre, buscaron la zona entre las dos líneas traseras del Villarreal. Evitaron el habitual solapamiento de sus posiciones con Lo Celso y Jesé gracias a la gran movilidad de los cuatro jugadores: un factor, la movilidad de los atacantes, que tantas veces se ha echado de menos en este Betis de Setién.

Pese a su repliegue habitualmente bastante bajo, el Villarreal intentó la presión alta en algunas ocasiones, liderada por Iborra. Mal coordinada esta, su línea de cinco quedaba casi siempre anclada atrás, provocando entonces un gran espacio entre sus líneas; si además Iborra y Chukweze saltaban sobre Mandi y Bartra, Cazorla y Morlanes quedaban en inferioridad ante los tres centrocampistas béticos:


Asumiendo riesgos importantes en la salida de balón el Betis logró salir con espacios en varias ocasiones, y por fin (otro factor muy solicitado por los béticos, y con bastante razón) castigó con velocidad al rival cuando lograba zafarse de su presión. En una de esas salidas veloces Guardado, hombre libre, habilitó a Lo Celso para el 1-0 en una jugada, hay que recordarlo una vez más, que no es un contragolpe sino una salida –muy combinada– ante presión:



El Betis sí saltaba bien en ocasiones para presionar hombre a hombre: en esos casos era Canales el que subía un escalón, mientras Guardado y Carvalho tomaban a los mediocentros rivales:


Minutos 27 al 45
Aunque el Villarreal había logrado empatar inmediatamente de córner, el Betis era mejor. De hecho no debía de gustar mucho a Calleja lo que veía porque aprovechó la lesión de uno de sus centrales para montar un 4-4-2 en rombo con Iborra de punta del diamante central, encargado de vigilar de cerca a Carvalho:


Quedaba tendida la aquí tan temida trampa del hombre libre encerrado (esta vez Feddal), refutación del 3-1-4-2. El Betis pasaba su peor tramo del partido.

Minutos 45 al 70
El Betis abre mucho a Bartra y Mandi, logra salida por los costados y, muy agresivo en la defensa hacia delante tras pérdida, somete al Villarreal y crea constantes ocasiones. Jesé busca la espalda de la defensa rival y Tello hace mucho daño por su costado: una vez más su cambio de ritmo acaba provocando la jugada del gol.

Tras este, el Betis defiende durante un buen tramo con balón, manteniendo largas posesiones ante un Villarreal noqueado. La torpeza del pivote Cáseres para ganar el tres contra dos en la salida ante los dos delanteros béticos ayuda a los locales.

Minuto 70 al final
Tocados Canales y Lo Celso (decisivos para tenerla) y tal vez con las críticas tras la remontada del Valencia en Copa en su mente, Setién renuncia al balón y blinda al equipo, que acaba montando un 5-4-1 con cinco verdaderos defensas atrás, Carvalho y Javi García como mediocentros y Tello de palomero, tras convertir en exteriores a Guardado y Joaquín (pareja de interiores por un breve tramo). Pese a que el Villarreal acumula delanteros el 3-1 está mucho más cerca que el 2-2, aunque la única ocasión del Villarreal es muy clara: un penalti casi al final. 

Líena por línea
Pau ganó por fin puntos netos, y jugó muy bien con los pies, aunque pudo salir en el 1-1. Muy metido en el partido, el trío de centrales mejoró sus prestaciones respecto a los flojos partidos anteriores, y Feddal manejó la pelota con criterio.

Carvalho tuvo poca presencia para su posición, aunque mejoró con el avance del partido. La lesión de Canales, en gran forma física, es mala noticia; con su movilidad agitó al rival. Guardado, activo, hizo uno de sus mejores partidos de la temporada.

Emerson mostró buenas maneras con balón; pese a su físico desgarbado está bien coordinado y parece mostrar condiciones. Tello, a su manera, volvió a ser una pesadilla para su defensor; debe jugar siempre.

La movilidad de Jesé hizo daño, aunque empieza a vérsele agobiado ante el gol; Lo Celso, con otra actitud, volvió a ser el gran jugador de hace dos meses.

La reaparición de Junior es una gran noticia. Joaquín solo cumplió, y Javi García sacó algunos balones colgados delicados.

Setién, esta vez sin Sarabia a su lado, supo mejorar detalles de planteamiento y fue pragmático. Tal vez se juegue su futuro a largo plazo esta semana.

El detalle
Si el Betis ha recibido dos goles de córner consecutivos y es uno de los equipos que menos marca por tal procedimiento tal vez deba cuidar más los detalles. Al menos parece haberlo hecho con la posición de Tello bajo palos, cuya única misión es defender la portería en caso de remate: si en San Sebastián hubiese estado donde anoche el gol de Juanmi no habría entrado.

 

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viernes, 5 de abril de 2019

Real Sociedad 2 - Betis 1 (30ª jornada de LaLiga)

REAL SOCIEDAD (2): Rulli; Zaldua, Elustondo, Llorente, Muñoz (Theo Hernández, m. 76); Zubeldia, Merino; Oyarzabal, Sangalli (Sandro, m. 61), Juanmi; y Willian José (Barrenetxea, m. 81).
BETIS: Pau López; Barragán, Mandi, Feddal, Sidnei; William Carvalho, Guardado; Canales, Lo Celso (Joaquín, m. 66), Tello (Lainez, m. 76); y Loren (Jesé, m. 66).
Goles: 1-0, m. 17: Juanmi. 1-1, m. 56: Canales. 2-1, m. 82: Oyarzabal.
Árbitro: Medié Jiménez (Comité Catalán). Amonestó a Guardado, Feddal, Llorente, Barragán y Zaldua.
Incidencias: floja entrada de 16.000 espectadores en el estadio de Anoeta

El Betis de Setién echó por tierra anoche casi todas sus esperanzas de acabar la temporada en posiciones europeas y se ve abocado a un final de temporada sin objetivos tras un arranque de 2019 muy decepcionante.

No es cuestión ya de que el equipo perdiera anoche –en un partido bastante igualado– ante una Real Sociedad en horas bajas; ocurre que en la última docena de partidos el Betis no ha sido superior a casi nadie y, ya sin apenas lesiones, problemas externos ni sobrecarga de partidos, el equipo se le ha caído al entrenador, sin excusas ni pretextos. Las ventajas tácticas que se le suponen al estilo de juego no lucen y sí los defectos ya conocidos, a los que se suma un estado anímico que no augura nada bueno.

Primer tiempo
Al menos el partido servirá para demostrar a los analistas simplistas que el fútbol, incluso ciñéndonos a lo táctico, es mucho más complejo que el mero hecho de jugar con defensa de cuatro o de cinco. Porque Setién anoche hizo caso a la corriente popular y además de dejar fuera a Bartra, Jesé o Joaquín compuso una clara defensa de cuatro para organizar un 4-4-1-1 en fase defensiva:


La misión de Loren, en inferioridad numérica, era estorbar la salida de los centrales, mientras Lo Celso vigilaba al pivote Zubeldia.

Cuando atacaba el Betis se veían sistemas similares: los béticos estructuraban muy bien en lo posicional su ataque, pues Lo Celso –mediapunta clásico– caía al interior derecho y Guardado se adelantaba al izquierdo; Carvalho era mediocentro al sacar el balón y en la izquierda la presencia de Sidnei en el lateral activaba uno de esos mecanismos especiales que pedíamos aquí: el hispanobrasileño subía por dentro y dejaba a Tello pegadísimo a la cal, al estilo del Sané del City. La Real alternaba largas fases de presión muy alta con repliegue en 4-4-2:


El partido era de dominio alterno; el Betis repetía uno de sus defectos más conocidos durante estas dos últimas temporadas: ante la presión alta realista corría riesgos en la salida de balón, pero cuando la superaba no la castigaba con ocasiones de gol, unas veces por miedo a perder el control del partido por sufrir pérdidas con el equipo mal colocado, y otras (caso tantas veces de Canales) por falta de acierto en el último pase, a lo que contribuía, un día más, la desaparición de Lo Celso. En ataque posicional el Betis repetía otro de sus defectos más conocidos: falta de remate, y ello por dos causas que vienen de lejos: rara búsqueda del disparo a puerta, y muy poca carga de rematadores de centros laterales, apenas esperados por un Loren encerrado entre cuatro rivales.

La Real creaba peligro apenas esporádico, pero un córner espantosamente defendido por el Betis acaba dentro.

Segundo tiempo
El Betis encierra a los locales y logra empatar el partido pronto. Ahí la realidad nos recordó de nuevo que en el fútbol casi toda presunta solución fácil tiene su contracara: sin nada que perder unos ni otros, el Betis intenta lanzarse a realizar ataques rápidos (contra lo sucedido más arriba en la primera parte) y en consecuencia pierde el control del encuentro.

En defensa los béticos también intentan adelantar la presión: el segundo punta salta a por los centrales junto a Loren y el centro del campo queda en la misma inferioridad numérica que analizamos hace un año sobre este mismo enfrentamiento: uno de los peligros de jugar con cuatro atrás. El partido se convierte en un correcalles; los realistas había metido un punta más, mientras el Betis había refrescado la delantera con Joaquín y Lainez para pasar a Canales a la mediapunta. Un error del mexicano es aprovechado por la Real.

Línea por línea
El buen partido de Pau salvó al equipo en un par de jugadas de peligro. La línea defensiva de cuatro funcionó aceptablemente, aunque el estado de forma de Barragán y de Mandi está lejos del mejor punto que les hemos conocido.

Hizo un buen partido Carvalho, más presente en la suma que en la resta. Menos visible estuvo Guardado; Canales sí contribuyó con sus conducciones a desatascar la salida de balón, y marcó.

El partido de Tello da para un libro: como suele, alternó errores en la entrega que dejan al equipo muy mal parado en la salida de balón con aciertos en ataque fundamentales en una escuadra tan roma (ayer, otra asistencia). Aunque fue culpable directo del 1-0 (¿para qué si no para cerrar un tiro así está en el palo?) y fue desbordado en defensa por su lateral, su cambio empeoró mucho al equipo.

Lo Celso estuvo deaparecido una noche más, más allá de algún buen pase: calidad no le falta. Loren, muy aislado, lo intentó todo, como los suplentes.

Muy preocupante es el futuro de Setién y Sarabia. La táctica no lo es todo, y el grupo se les va de las manos.


El detalle
Volvieron a ejecutarse bien los córneres pedidos en corto para extraer a dos defensas (aunque uno de ellos tuvo que explicárselo Canales a Tello in situ). Se ve que se vuelve a trabajar el balón parado, que era hora, aunque poco se notó en el 1-0.

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lunes, 1 de abril de 2019

Rayo Vallecano - Betis: algunos apuntes

Quien firma este blog no pudo ver el partido ante el Rayo en las circunstancias debidas para hacer un análisis concienzudo, pero sí puede dejar algunos apuntes sobre él y el momento del equipo:

 1) El inmerecidísimo empate logrado no debe tapar el horrible partido del equipo, muy inferior a un rival que es uno de los peores equipos de LaLiga.

2) El cambio de entrenador inmediatamente anterior en el Rayo puede explicar cierta motivación extra de los vallecanos, pero no la enorme diferencia de activación y concentración que hubo entre los equipos. Pasados ya los meses de sobrecarga de partidos, lesiones y viajes, no hay excusa alguna para que el equipo siga ofreciendo un rendimiento mediocre en liga que ya dura demasiado, y sucesos esporádicos como los de Huesca y Leganés parecen convertirse en hábito.

 3) Nuestra admiración por el cuerpo técnico y su modo de enfocar la táctica no implica esconder su responsabilidad en este y los demás aspectos, y en particular en los psicológicos. El detalle de que fuese un recién llegado como Emerson el que mostrase más ansiedad por revertir el resultado en los peores minutos del equipo (en detalles, por qué no citarlos, como las prisas por sacar de banda) es significativo y recuerda a muy malas épocas en la entidad: quien esto firma se lo vio a Sobis. Por otro lado que el equipo llegue siempre más entero que el rival al final de los partidos no es obviamente malo en sí, y habla bien de los aspectos tácticos que lo provocan y de la preparación física del equipo, pero que se repita casi siempre significa que los jugadores se dejan combustible en el depósito incluso en días en que, superados por el rival, tenían razones para gastarlo todo. Por demás la primera responsabilidad en estas cuestiones, evidentemente, es de los futbolistas.

4) Hay que ser cuidadosos con las soluciones presuntamente fáciles y supuestamente evidentes, y en concreto con las tácticas: casi nunca hay ventaja sin contrapartida. En particular, los análisis tácticos más simplistas insisten estos días en la supuesta necesidad de volver a jugar con línea de cuatro defensas; es cierto que el equipo ha perdido el factor sorpresa logrado el año pasado, y que ventajas como la posición ambigua de los carrileros están ya muy estudiadas por los rivales, más aún porque cada vez más equipos españoles usan esquemas de ese tipo. Pero hay al menos tres poderosas razones por las que los técnicos se deben pensar muy bien volver a defensa de cuatro:

-  Setién y Sarabia recordarán con terror el espantoso rendimiento defensivo del equipo el curso pasado con esa defensa (por razones tácticas: provocó graves problemas de inferioridad numérica en mediocampo al presionar), cuando salvaron su puesto solo gracias a un acierto goleador de los delanteros casi milagroso. La sola llegada de Bartra no explica tan exagerada mejora.
- Sin Junior no hay un solo lateral izquierdo válido en la plantilla para un esquema de cuatro atrás. Los laterales a pie cambiado solo empeorarán los problemas ofensivos del equipo. Sin embargo sí ha sido posible adaptar a carrilero a un jugador como Tello.
- El equipo tiene tres centrales muy buenos, y carencias en otros puestos. Poco ayudaría dejar sentados a Mandi, Sidnei o Bartra (ya lo está Feddal) para hacer sitio a jugadores de menor nivel.

A esas se suman otras razones:
 - Contra lo aducido por muchos, y salvo soluciones especiales (de las que precisamente hemos hablado aquí), jugar con extremos no abriría precisamente el campo: en equipos que practican el juego de posición y hacen ataques largos (con una muy notable excepción: el City) los extremos atacan por dentro y tienen poco que aportar en este asunto.
- El Betis no tiene un medio tapón capacitado para jugar como pivote de un 4-3-3 o incluso en un 4-4-2. Las carencias defensivas de Carvalho convierten en muy arriesgada esa opción.

5) Vale la pena detenerse en el horrible partido del mediocentro portugués ayer (no peor, por cierto, que el de Mandi, Tello, Joaquín o Bartra). La razón de que Carvalho haya rendido estos días mejor en Portugal que en el Betis es muy simple: el nivel defensivo de una Ucrania o una Serbia es muy inferior al de la liga española, y disfrutó ante ellas de enormes espacios que ayer el Rayo no le consintió. Por demás resulta curioso el empeño de la prensa local (como aquí y aquí, con obvio objetivo de usarlo como objeto arrojadizo contra Setién) en convertir en supuesto interior con llegada a un jugador sin arrancada corta, sin capacidad física para el fútbol de ida y vuelta, sin gol (en Lisboa, pese al nivel de esa liga, medió dos goles al año) y, sobre todo, que sufre mucho en espacios reducidos, que es lo que un jugador se encuentra cuando juega por dentro y más arriba. Por demás las presuntas diferencias en el rol del portugués existen más en la imaginación de la prensa sevillana que en la realidad (ante Serbia jugó en el doble pivote de un 4-4-2, o sea, incluso con menos jugadores por detrás que en el Betis). Tal vez sea cierto que allí tiene más libertad de movimientos, aunque tampoco es fácil explicarse (¿realmente eran instrucciones de Setién?) por qué en Vallecas se empeñó un día más en jugar en el eje central, estorbando a Bartra, cuando pudo abrirse: el equipo jugó de inicio un 3-4-3 en el que su destino debía estar algo volcado a la izquierda.


En suma, es hora de que Setién y Sarabia busquen soluciones psicológicas para una plantilla que parece aburguesarse y soluciones tácticas para un equipo cuyos movimientos se sabe de memoria ya toda la liga española. Pero hay que tener cuidado con los arranques de demagogia y testosterona, y mirar la situación con luces largas: el balance general de esta etapa sigue siendo bueno y el rendimiento del equipo, incluso el reciente, no está muy lejos del valor real de la plantilla: probablemente la más sobrevalorada de la historia del Betis.

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