sábado, 22 de enero de 2022

Espanyol 1 - Betis 4 (22ª jornada de LaLiga)

ESPANYOL (1): Diego López; Óscar Gil, Sergi Gómez, Calero (David López 46'), Pedrosa; Morlanes; Aleix Vidal (Embarba 60'), Melendo (Loren 60'), Darder, Puado (Vilhena 84'); y De Tomás.
BETIS (4): Bravo; Sabaly, Pezzella (Víctor Ruiz 84'), Édgar, Álex Moreno; Guido, William Carvalho (Guardado 84'); Canales (Camarasa 84'), Fekir, Juanmi (Tello 59'); y Borja Iglesias.
Goles: 1-0 (15') De Tomás; 1-1 (31') Borja Iglesias, de penalti; 1-2 (37') Guido Rodríguez; 1-3 (53') Borja Iglesias (Willian José 74'); 1-4 (76') William José.
Árbitro: Alberola Rojas (castellano-manchego). Amonestó a Morlanes y expulsó a De Tomás por doble cartulina amarilla (81'); por parte del Betis, amarilla a Pezzella, Juanmi, Borja Iglesias y Carvalho.
Buen césped y béticos en Cornellá.

El Betis presentó anoche una seria candidatura a puestos Champions más allá del rendimiento de los equipos que lo persiguen y anteceden, en una nueva exhibición de poder ofensivo. Como ante el Alavés, los béticos mostraron un impresionante abanico de maneras de llegar al gol: de penalti tras jugada, de córner, en ataque rápido tras recuperar en la presión postpérdida y de contragolpe tras robo.

Jugada del 1-3: al estar el Espanyol muy replegado el Betis domina el espacio. Guido recupera tras una buena presión postpérdida y la pasa al primer toque a Canales, que asiste a Borja.

Primera parte

Colocado su rival en un claro 4-3-3 (que no 4-2-3-1), con Melendo y Darder a los costados de Morlanes, los béticos no perdieron la compostura tras el pronto 1-0 y practicaron su fútbol favorito, de control, ante un Espanyol replegado muy atrás. Los béticos arriesgaron poco el balón y lo hicieron circular a un ritmo bajo, tal vez demasiado. Pese a ello remontaron, en una primera mitad muy escasa en ocasiones por parte y parte en la que Guido supo detener cada intento de salida al contragolpe de los locales.

Más pendientes estos de detener el caudal de juego bético (incluso con un extremo derecho alineado para defender a Álex Moreno) que de mirar al marco rival, la rápida presión postpérdida funcionaba bien ante un rival demasiado encerrado. El Betis atacaba con sus recursos habituales: mucha movilidad interior, aproximación al balón de sus jugadores más técnicos, William Carvalho y Fekir, y caídas a los costados de este último para triangular muy rápidamente (ahí sí) con Canales y el lateral por un costado, y Juanmi y Álex por el otro. El Espanyol apenas inquietaba un poco por la derecha, gracias a las subidas de Gil.

Segunda parte

Obligado por el resultado, el muy conservador Espanyol adelanta tímidamente líneas pero sin gran resultado: Carvalho y Fekir le esconden el balón, y el partido alterna desde entonces fases de dominio bético (ante rival replegado) con otras de juego abierto en el que los béticos hacen las cuatro esquinas y llegan arriba con facilidad, más aún tras la expulsión.

El Espanyol pasa a jugar con dos puntas (entre el exbético Loren) pero al abrirse solo consigue ser barrido por el Betis, al que le sobra partido para golear.

Jugador por jugador

El buen juego de pies de Bravo, infalible en pases hacia campo propio, desactivó la presión rival junto al toque de un gran Édgar y el buen manejo, esta vez, de un Pezzella muy concentrado. Los laterales dieron más empuje físico que profundidad.

En gran forma, William Carvalho y Guido son hoy una pareja complementaria y casi insuperable en esta liga. La calidad de Fekir y Canales en cortísimo aburrió al sistema defensivo españolista. Juanmi y Borja aparecieron donde deben

De los suplentes se puede apuntar el gol de William José.

Pellegrini ha ido encajando pequeños detalles tácticos, mejoras individuales de sus futbolistas y refinamientos posicionales (Canales a pie cambiado, Fekir libre, Carvalho a la izquierda de un jugador como Guido) hasta optimizar el rendimiento de cada jugador: son muchos los que están en el mejor momento de su carrera.

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jueves, 20 de enero de 2022

Betis 4 - Alavés 0 (21ª jornada de LaLiga)

BETIS (4): Bravo; Bellerín, Pezzella, Édgar, Miranda; Guido Rodríguez (William Carvalho 72'), Guardado; Canales (Rodri 72'), Fekir (Camarasa 83'), Juanmi (Lainez 83'); y Borja Iglesias (Willian José 72').
ALAVÉS (0): Pacheco; Aguirregabiria, Miazga, Laguardia, Rubén Duarte (Javi López 48'); Jason (Manu García 46'), Escalante (Pina 46'), Toni Moya (Tachi 46'), Luis Rioja; Edgar Méndez y Joselu (Miguel de la Fuente 75').
Árbitro: Sánchez Martínez (murciano). Amarilla a Édgar (Betis) y Guardado.
Gol: 1-0 (11') Borja Iglesias; 2-0 (29') Canales; 3-0 (41') Borja Iglesias; 4-0 (55') Juanmi.
39.000 espectadores.

Los cuatro goles con los que el Betis aplastô al Alavés, en una primera hora de partido excelente, demuestran que es un equipo muy completo, capaz de superar cualquier estilo de juego del rival. Y es que ninguno de ellos llegô del modo que se supone propio de este Betis, o sea, tras encerrar al rival en una larga jugada. El primero lo hizo a balón parado; el segundo, en una transición rápida a campo abierto tras salir de la presión rival; el tercero, en un robo altísimo; y el cuarto en un contragolpe puro y duro. De hecho los equipos de Mendilibar suelen ejercer una fuerte presión alta, que solía atragantársele a este Betis, y eso intentô el Alavés tras recibir pronto el 1-0. De nada le sirvió: muy fino el Betis en salida de balón gracias al buen pie de Bravo, Édgar, Bellerín y Guardado, el Alavés tuvo que correr una y otra vez hacia atrás y cuando no fue castigado directamente, como en el 2-0, se vio sometido y encerrado por la presión postpérdida de los béticos. Su 4-4-2 nunca encontrô a los puntas y el partido fue en una sola dirección.

En lo posicional llamó la atención la tendencia cada vez más clara de Fekir a huir de posiciones centrales y acudir a los costados a crear superioridades con el lateral y el interior que caiga por ese lado. Véase en su heatmap (ataque del Betis: hacia arriba).

 

También conviene puntualizar, contra lo mucho leído estos días, que el movimiento de Bellerín hacia dentro en ciertas jugadas, siempre en conducción de balón (y esto es significativo), fue más producto de contextos concretos del juego –siempre cambiante y dinámico en ataque en los equipos de Pellegrini– que de coreografías preconcebidas. De hecho el rol de los laterales, generalmente muy altos, siguió siendo el de dar amplitud y profundidad al juego ofensivo.

El partido fue completísimo por todo el equipo, pero cabe destacar individualmente a Édgar y el momento de forma de un Canales estelar.

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martes, 18 de enero de 2022

Betis 2 - Sevilla F.C. 1 (partido único de 8º de final de Copa)

El punto táctico más interesante del épico y a la vez esperpéntico derbi de Copa fue el cambio en el juego producido por el aplazamiento, y ello por dos razones: la recuperación de Acuña y Koundé –mucho mejores jugadores que Jordán y Gudelj– y el cambio de esquema de Lopetegui.

Cuarenta primeros minutos
Hasta entonces el Sevilla había sido muy inferior al Betis. Algo tuvieron que ver en ello las bajas médicas, aunque también la imprevisión de Monchi, que sabe que la Copa de África existe y que ha montado una plantilla mal doblada en ciertas posiciones (la falta de nivel de Gudelj, chico para todo atrás, en comparación con Fernando o Koundé es escandalosa). También influye, por cierto, el empeño de su entrenador en no rotar y así saturar de partidos a sus titulares.

De salida el Betis presionó fuerte y alto a una defensa y portero rivales de calidad menor, y los obligó a pelotazos sin destino. El físico de Ocampos no podía con el de Álex Moreno, y el Sevilla era víctima fácil de la trabajada presión de un Betis en 4-2-3-1. Guido mandaba, para saltar al pressing hombre contra hombre o elegir un repliegue menos arriesgado con el que detener el 4-3-3 sevillista, en el que el Papu era extremo izquierdo. Pese a adelantarse en su única ocasión, el Sevilla sufría, y mucho a balón parado: el empate llegó pronto.

Tras el aplazamiento
Lopetegui recupera a dos hombres importantes y pasa a un 5-4-1 (o 3-4-3) que arriesgaba al exponer  a dos mediocentros de físico dudoso a la superioridad numérica de Guido, Carvalho y Fekir (cierto que en un minipartido sin tiempo para agotarse). Lo soluciona cerrando mucho a Ocampos y, sobre todo, al Papu, y dejando en banda solo a sus carrileros, que al cabo tampoco tenían que enfrentarse por su zona más que a un lateral bético cada uno. Los extremos sevillistas, ya jugando muy por dentro, permutan bandas y Ocampos se coloca a pie cambiado, lo que complica el partido a los laterales béticos.

La presión bética se descoordina por la derecha: Sabaly no salta a por Acuña cuando Canales va a por Rekik, y es Guido quien debe tapar el agujero con ayudas.

La presión bética, ahora enfrentada a mejores pasadores, se desajusta con ese cambio de esquema rival, y especialmente por la derecha, donde a Canales no le funciona defensivamente su posición intermedia de presión: Acuña le coge la espalda demasiadas veces y, fijado Sabaly, el agujero solo se soluciona con mil ayudas de un gran Guido. Así, el balón y las escasas ocasiones viran hacia la causa sevillista. Pero el cambio de esquema a uno no habitual tiene sus riesgos para el Sevilla: esa misma posición intermedia es aprovechada por Canales para hacer el 2-1. A partir de ahí el Betis, sin meterse nunca muy atrás, sufre un poco y resuelve los peligros con concentración en su área.

Individualmente destacó el partido de los mediocentros, con un Carvalho en gran forma y un Guido siempre muy inteligente en lo posicional. Pezzella defendió bien en el área, pero mostró de nuevo muy poca capacidad para sacar el balón con limpieza. Fekir y Canales fueron de nuevo decisivos.

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lunes, 3 de enero de 2022

Betis 0 - Celta 2 (19ª jornada de LaLiga)

BETIS: Rui Silva; Bellerín, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno; Guardado (Fekir 58'), William Carvalho; Lainez (Rodri 46'), Canales (Tello 80'), Juanmi; y Willian José (Borja Iglesias 58').
R.C. CELTA: Dituro; Aidoo, Kevin Vázquez,  Carlos Domínguez, Javi Galán; Fran Beltrán; Brais Méndez (Veiga 86'), Denis Suárez, Cervi (Fontán 93'); Aspas (Nolito 90') y Santi Mina.

Árbitro: Soto Grado (riojano). Mal. Amarillas a Willian José, Denis Suárez y Cervi.
Goles: 0-1 (36') Aspas, de penalti; 0-2 (45+2') Aspas.

Cuando Guido Rodríguez abandonó el campo en el minuto 67 del Athletic-Betis los verdiblancos ganaban 1-2. Desde entonces el equipo ha recibido cuatro goles, no ha marcado ninguno y ha sufrido dos derrotas tras una larga racha de victorias. Y la cosa parece más causal que casual, y más aún cuando el sustituto natural de Guido, Paul Akouokou, está de baja.

El habitualmente acertado Miguel Quintana ha dado una buena clave del asunto; Guido no solo aporta en defensa buenas cifras, sino un notable intangible: la habilidad para detener ataques del rival y temporizarlos hasta desactivar su peligro, notablemente hostigando al poseedor, bloqueando el carril central y obligando a llevar el ataque por donde le conviene al Betis. La pérdida de esa capacidad provocó, efectivamente, la pérdida de control del equipo en el último cuarto del partido de Bilbao y ayer ante el Celta.

A ello se sumó, especialmente ayer, que el Betis se encontró con un equipo que sabe hacer presión alta y no se deja someter fácilmente a los ciclos de ataque y presión postpérdida con los que el Betis intenta dominar a sus rivales. Tampoco se puede decir que los de Coudet impusieran su juego desde el inicio –que para tanto tampoco da un equipo que no es, en absoluto, superior a este Betis–; pero sí provocaron un partido abierto, jugado en un campo largo, con las defensas muy adelantadas y sin control del juego por ninguno de los dos equipos: un correcalles en el que cada cual trataba de correr, incluso por encima de sus posibilidades, apenas superaba la presión del rival.

En ese contexto se echó en falta la pausa de Fekir, siempre capaz de esconder el balón de la presión rival, y al citado Guido, y se echó de más a un desacertadísimo Lainez, comido por el poderío físico de Galán. El Betis no aprovechó, por el otro costado, el escaso manejo de Aidoo, un central reconvertido a lateral; el típico 4-4-2 en rombo del Celta mantenía el pulso ante el 4-2-3-1 bético, con un hiperactivo Mina acompañando bien a Aspas, y el partido era una lotería que podía tocar en cualquiera de las dos porterías, con más boletos favorables al Celta. Dos errores absurdos, impropios de veteranos como Guardado y Ruiz, condenaron al Betis.

Tras el descanso el Celta jugó su partido, que dirían los clásicos: trató de alargar sus posesiones, defendió algo más atrás sin cerrarse demasiado y bajó las pulsaciones para que no pasara nada. Así fue.

En lo individual, solo Bartra y el suplente Borja destacaron, junto al juego ofensivo de William Carvalho. Álex Moreno, demasiado cerrado, aportó poco esta vez.

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