viernes, 22 de marzo de 2019

Una de esquemas

Nos preguntaba tras el partido del Barcelona un lector por la insistencia de Setién y Sarabia en atacar con un 3-1-4-2 que no parece dar resultados. Así que hemos hecho un balance de los esquemas ofensivos (esto es, cuando tiene el balón en sus pies) que ha jugado el Betis esta temporada. Nos hemos ceñido a partidos de Liga; los esquemas son los jugados inicialmente (aunque durante el partido se haya pasado a otro), y naturalmente según la apreciación de este bloguero, que puede haber estado equivocada en algún caso. Los partidos no analizados en este blog no se incluyen, claro está.

Pues bien, los resultados a estas alturas de la temporada son estos.

  



Es peligroso sacar conclusiones de números bajos, pero de momento parecen dar la razón a esto que escribimos en agosto.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

lunes, 18 de marzo de 2019

Betis 1 - F.C. Barcelona 4 (28ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Pau López; Mandi, Bartra, Sidnei; William Carvalho (Loren, m. 74); Joaquín (Emerson, m. 67), Canales, Guardado, Tello; Lo Celso (Lainez, m. 67) y Jesé.
FC. Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; Rakitic (Aleñá, m. 88), Busquets, Arthur (Semedo, m. 64), Vidal; Messi y Suárez (Coutinho, m. 89).
Goles: 0-1, m. 17: Messi. 0-2, m. 45+1: Messi. 0-3, m. 63: Luis Suárez. 1-3, m. 81: Loren. 1-4, m. 84: Messi.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Mal. Amonestó a Guardado, Lenglet y Semedo.
Incidencias: 54.000 espectadores en el estadio Benito Villamarín.

Un Messi estelar condujo al Barcelona a una comodísima victoria ante un Betis mediocre, que solo opuso resistencia durante poco más de media hora.

Minutos 1 al 35
Los reivindicadores de los planes B y los cambios de estilo de juego en función del rival deben saber que el Barcelona lleva muchos años jugando no solo con el mismo estilo de juego, sino sin cambiar sus esquemas ofensivo y defensivo, que son además distintos: 4-3-3 clásico en posesión, con Messi generalmente tirado a la derecha, y un 4-4-2 cuando la tiene el rival que descarga de trabajo al mejor jugador del mundo. Naturalmente dentro de ese marco general, que sobrevive incluso a los cambios de entrenador, hay sutiles matices, y por ejemplo ayer Valverde aprovechó la baja de Dembélé para introducir uno: metió en la posición del extremo francés a un centrocampista trabajador como Arturo Vidal.

Curiosamente Vidal (por Malcom en este caso) fue el único cambio también respecto a la victoria del Betis en el Camp Nou hace pocos meses, y si la intención de Valverde era atorar la salida de balón favorita del Betis, por el lado de Mandi, tuvo éxito: al acabar el primer tiempo el argelino había fallado seis pases, una cifra abultadísima para él. La otra sutil alteración de Valverde respecto al plan de aquel partido fue retrasar la presión: de salida el Barça jugó con el freno de mano echado, cedió el balón al Betis y lo esperó desde un cómodo 4-4-2 a media altura, baja en contadas ocasiones:



El plan de Setién y la alineación eran muy similares a los de Barcelona, pero –como se observa abajo– la colocación ofensiva era más bien la de Vigo: un 3-1-4-2 que trata de aprovechar los intersticios del 4-4-2 rival.


Bien cerrado sin embargo el Barça, muy atentos sus defensas a las recepciones interiores y sin buenos desmarques verticales, el Betis solo hacía daño por un sector, aunque ese daño era mucho: mientras contó con suministro de balones Tello provocó terror en la zaga culé. El partido transcurría con dominio y ocasiones favorables al Betis, siempre llegadas por la izquierda, aunque un error arbitral en una de las escasas jugadas barcelonistas dio oportunidad a Messi para clavar un gran gol.

Minutos 35 al 70
El plan defensivo del Betis, como en la primera vuelta, era muy simple, y el habitual cuando Setién quiere privar del balón al rival: clonar en espejo el esquema del contrario, en este caso un clásico 4-3-3 (con Vidal algo más atrasado de lo normal y Alba en busca de aprovechar su espacio natural), y perseguir a los rivales mano a mano por todo el campo.
 

Resultaron estas parejas:


Aunque en el Camp Nou funcionó muy bien, el plan no dejaba de tener sus riesgos, y en concreto tres: el enorme espacio que deja tras la defensa, el gran desgaste físico que supone, y permitir el mano a mano a campo abierto a delanteros del nivel de Suárez o Messi. El primer riesgo fue minimizado por las buenas condiciones para defender ahí de los Bartra, Sidnei y Mandi, y por el sacrificio de Joaquín ante Alba. Pero el progresivo cansancio por intentar sostener la presión alta ante el toque azulgrana acabó permitiendo muchas salidas en velocidad de Messi, Suárez y Vidal (siempre en intercambio de posiciones): jugadas con apariencia de contraataque –aunque fuesen salidas limpias de balón– y en igualdad numérica que trajeron un constante goteo de ocasiones claras. Dos de ellas acabaron dentro.

El Betis pasaba además problemas para superar la presión blaugrana, que se había adelantado respecto al inicio del partido: cuando Vidal saltaba a por Mandi y Alba a por Joaquín los béticos se veían obligados a jugar en largo, con escaso resultado.

Minuto 70 al final
Setién señala acertadamente con sus cambios a Lo Celso y Carvalho, y acaba formando un 3-4-3, mientras Valverde refuerza físicamente a su equipo desplazando a Sergi Roberto al interior. En todo caso un Betis muy manso no ofrece ya resistencia, y el partido transcurre entre cierta relajación azulgrana, destellos de Messi y la bajada de brazos de un Betis ya sin fuerzas ni mentalidad competitiva.

Línea por línea
Pau tuvo muy poco que hacer en los goles y jugó bien con los pies. Su defensa tuvo un día difícil: aunque Sidnei cumplió Bartra pasó un calvario ante Suárez (incluso por bajo en el 0-3) y Mandi se vio (por primera vez) sometido por la presión rival.

Mucha culpa de esto último la tuvo William Carvalho, que casi nunca aprovechó las ventajas con que recibía el balón para mejorar la jugada. A estas alturas de temporada ya sabemos que las habilidades en el manejo de la pelota del portugués apenas compensan apuradamente su lentitud de movimientos cuando recibe el balón, y que esa lentitud al desplazarse es un grave lastre en defensa, porque llega tarde a casi todo. El mediocentro se ha convertido en un caro problema.

Canales dio alguna salida a la pelota junto a un Guardado  muy trabajador, buen suministrador de Tello durante media hora. Este último debe ser en adelante titular sin discusión, aunque a veces pierda balones en zonas delicadas: provoca peligro por sí mismo y por los espacios que obliga a ceder al rival. Joaquín trabajó bien en defensa –que no es poco– pero sus centros laterales fueron desaprovechados una vez más.

Jesé hizo un partido poco más que aceptable, pero preocupa seriamente el estado de forma de Lo Celso, que apenas dio toquecitos fáciles en zonas atrasadas; cabizbajo, no aparece ya jamás en las zonas calientes y no es ni la sombra del deslumbrante jugador de hace tres meses.

Lainez, Emerson y Loren cumplieron decentemente, el último con un buen gol.

Valverde tocó mejor que Setién las teclas tácticas del partido. El Betis sigue atorado en ataque posicional: cuando los rivales se cierran y se gana la salida de balón, y aunque ahora hay llegada por fuera gracias a carrileros ofensivos, sigue habiendo problemas para abrir al rival por dentro porque apenas hay desmarques ni permutas en vertical (dentro-fuera).

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domingo, 10 de marzo de 2019

Celta 0 - Betis 1 (27ª jornada de LaLiga)

CELTA (0): Rubén; Hugo Mallo, Costas, Araujo, Juncá; Okay (Jensen, m. 88), Lobotka; Boudebouz (Sisto, m. 63), Brais Méndez, Boufal (Apeh, m. 84); y Maxi Gómez.
BETIS (1): Pau López; Mandi, Bartra, Sidnei; Carvalho; Joaquín (Emerson, m. 90), Canales, Guardado, Francis (Tello, m. 52); Lo Celso (Javi García, m. 88) y Jesé.
Gol: 0-1, m. 81: Jesé.
Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Okay, Maxi Gómez y Hugo Mallo.
Incidencias: 18.000 espectadores en Balaídos, con presencia de seguidores verdiblancos.

No sirvió al Celta el clásico comodín del entrenador nuevo y el Betis obtuvo tres merecidos puntos tras ser moderadamente superior a los gallegos, que se meten en graves problemas.

Minutos 1 al 51
Escribá situó a su equipo según el pronosticado 4-2-3-1: el tanque Maxi Gómez quedaría muy arriba, aislado pero con el plan de cuerpear con Bartra para cazar alguna contra; tras él, Brais, Boudebouz (tan inoperante como en el Betis) y Boufal mediapuntearían, y Lobotka y Okay formarían un doble pivote clásico. Los celtistas defenderían en un 4-4-2 cerrado y con el bloque a media altura, como hicieron con éxito Valencia o Getafe ante el Betis, aunque las contras pocas veces les funcionarían a los gallegos como a esos equipos.

Setién y Sarabia colocaban el equipo previsible (con una sola excepción, de la que luego hablaremos) y acudían al plan de los días en que quieren monopolizar la posesión sin importarles los riesgos de defender mano a mano en todo el campo: clonar (en espejo) el esquema rival, de lo que resultaba un 3-1-4-2 con Lo Celso a la derecha de (y algo más atrás que) Jesé y Canales como interior, esto es, en sus posiciones habituales y no en las del fallido primer tiempo ante el Getafe.

Plan defensivo del Betis: mano a mano en todo el campo.

Al desplegarse en ataque dicho esquema mostraría las limitaciones intrínsecas de reparto de espacios de las que aquí se ha hablado muchas veces, pero a cambio la disposición bética tendría una gran virtud: el 4-4-2 defensivo celtista encajaría muy mal con él, sin parejas claras en ningún lugar del campo.


Los extremos del Celta no siempre podrían seguir a Francis y Joaquín, los laterales tendrían que cogerlos cuando eso sucediera pero estar atentos a Jesé y Lo Celso... y sobre todo los interiores béticos, Guardado y Canales –y especialmente este–, cogerían las espaldas de Lobotka y Okay, entretenidos con Carvalho y demasiado lejos de sus centrales. Los defensores celtistas quedaban todos en posiciones intermedias, algo adecuado cuando estás lejos del balón (puedes amenazar el robo contra un rival no asignado y siempre tienes tiempo de recuperar tu marca si esta recibe), pero muy malo para los defensas que están cerca de la pelota, que nunca saben a quién deben encimar y llegan siempre tarde a la presión. Así que el Betis jugaría un cómodo rondo en la salida de balón y Lo Celso y Canales recibirían una y otra vez entre líneas.


 Primer tiempo: el Betis tocaba entre líneas con una facilidad poco habitual por la zona de Canales y Lo Celso. Fuente: As.

El partido entraba en una dinámica conocida por los aficionados béticos (para lo bueno y para lo malo): el Betis sacaba el balón sin prisas, con tendencia a hacerlo por la zona de Mandi, pero cuando superaba la línea de mediocampistas celtista o bien no aceleraba lo suficiente –y debía reiniciar la jugada– o cuando lo hacía y se plantaba ante la última línea de cuatro defensas local ni disparaba a puerta ni encontraba el último pase. Para ello confluían varios factores: la mala elección de jugada de Canales (gran conductor de balón pero no gran pasador), la escasísima profundidad de Francis, un día más a pie cambiado y sin la velocidad necesaria para el uno contra uno, y la escasa llegada al remate cuando Joaquín sí lograba profundizar, aunque este aspecto mejoró un poco respecto a partidos anteriores: incluso Guardado se apuntó un cabezazo. Poco amenazada por fuera, la defensa céltica se cerraba mucho hacia dentro (como todas ante este Betis) y Lo Celso, que no tuvo un buen día, nunca encontraba profundidad.

Por su parte el Celta buscó la contra rápida tras robo en campo ajeno y llegó así con cierto peligro en un puñado de ocasiones, aunque cuando robaba en su campo era víctima fácil de la presión postpérdida bética, cada vez mejor engrasada. El Celta apenas cercó el área bética en un arreón al inicio del segundo tiempo, y sin crear así excesivo peligro: el Betis había monopolizado una vez más la posesión.

Minuto 52 al final
Al parecer fueron físicas las razones por las que Setién eligió alinear a un Francis a pie cambiado antes que a Tello, un jugador que aporta muchísimo más al equipo en ataque estadísticas en mano (tanto en lo personal, año tras año, como en los resultados colectivos,  más discutiblemente procedentes). Cierto es que Francis es mejor defensor –controló perfectamente las subidas de Mallo– y que jugadas como la que cerró Joaquín casi en su portería en la segunda parte nos recuerdan los riesgos de jugar con carrileros ofensivos en estos esquemas de tres centrales; pero también es cierto que con estos esquemas y con las altísimas cuotas de posesión de este Betis los carrileros tienen docenas de oportunidades de encarar o incluso superar directamente en velocidad a sus pares; y en ese escenario de juego Tello no solo provoca muchas situaciones de peligro (apenas tardó tres minutos en ponerse ante del portero tras saltar al campo) sino que obliga a las defensas rivales a abrirse para hacer ayudas en su costado, lo que facilita el trabajo de sus compañeros interiores.

El caso es que la lesión de Francis y la aparición del catalán provocaron que el Betis convirtiera por fin su dominio en ocasiones claras, muchas de ellas protagonizadas por el propio Tello, y en una de ellas Jesé logró el 0-1 a falta de diez minutos para el final. A partir de ahí el Betis supo controlar bien el juego sin encerrarse demasiado atrás; Setién reforzó la zona trasera con Javi García, formando una especie de 5-4-1 en el que Joaquín era ya extremo, papel en el que lo sustituyó bravemente Emerson.


Línea por línea
Pau manejó bien el juego con los pies para eludir la presión celtista, sobre todo a media distancia y hacia las bandas, y apenas tuvo trabajo bajo palos.

Pases de Pau, muchísimo más acertado que hace una semana. Fuente: As.

El trío de centrales hizo el partido que llevamos glosando toda la temporada: solvente en defensa y muy bueno con balón, especialmente un Mandi que alcanza cotas de acierto en el pase asombrosas. Sidnei acertó poco en largo.

Joaquín demostró (y ya van varios partidos) que los temores por verlo jugar en un puesto exigente en lo defensivo no tienen mucho fundamento. Francis cumplió en defensa y tocó con cierto acierto, pero una vez más desperdició la banda izquierda en ataque, lo que perjudica también los asaltos por el centro y la derecha. Carvalho mejoró sus prestaciones recientes y Guardado hizo un partido aceptable. Canales erró demasiadas veces cerca del área tras sus buenas arrancadas.

Jesé calló nuestra boca una vez más: fue el atacante más peligroso en la primera hora y por fin marcó. Lo Celso sigue en baja forma, y aun así dio un pase decisivo en la jugada del gol.

La aportación de Tello fue decisiva de nuevo; tras el gol debió amenazar más al rival antes de pasar el balón. García no tuvo siquiera que intervenir y Emerson lo hizo poco pero con acierto.

Setién y Sarabia siguen teniendo por delante trabajo de mejora ofensivo en el último cuarto de campo, aunque ahí su responsabilidad sea limitada. La presión postpérdida les funciona ya muy bien. Es esperable que la ausencia de partidos entre semana mejore el rendimiento físico y mental del equipo y les permita entrenar jugadas ensayadas, actualmente mal ejecutadas.

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domingo, 3 de marzo de 2019

Betis 1 - Getafe 2 (26ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Pau López; Mandi, Bartra, Feddal; Barragán (Joaquín, m. 46), Lo celso, William Carvalho, Guardado; Canales, Loren (Tello, m. 66) y Sergio León (Jesé, m. 46).
GETAFE C.F. (2): David Soria; Damián Suárez, Djené, Cabrera, Mathias Olivera; Foulquier, Maksimovic, Arambarri (Flamini, m. 62), Portillo (Cristóforo, m. 75); Mata y Jorge Molina (Ángel, m. 84).
Goles: 0-1, m. 20: Cabrera. 0-2, m. 43: Mata. 1-2, m. 74: Joaquín.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Colaboracionista con las pérdidas de tiempo del equipo de Bordalás. Amonestó a Arambarri, Mata, Joaquín y Mandi.
47.000 espectadores y excelentes condiciones.

El plan B era esto
Hay una jugada inequívoca y significativa para saber si un equipo está intentando seguir los principios del juego de posición: cuando se saca de puerta los centrales pueden quedarse cerca de su línea de fondo para pedir el balón al portero, o bien (tras el típico gesto de brazos de este) adelantarse para alejar a los delanteros rivales de su portería en caso de pérdida. En el primer supuesto, aun en el caso de que una presión muy alta hombre por hombre obligue al portero a sacar en largo lo hará hacia un delantero concreto, con espacios y en mano a mano con su marcador; en el segundo supuesto el saque será un pelotazo hacia una melée para buscar la segunda jugada, como se ha hecho toda la vida.

Pues bien, hasta esta semana el Betis solo había hecho lo segundo en situaciones muy excepcionales, como las ultimísimas jugadas de algún partido con marcador a favor. Pero en Valladolid y hoy mismo lo hizo ya en los primeros tiempos, un detalle significativo de que el equipo ha cambiado de plan de juego. Los matices en el modelo de juego son naturalmente bienvenidos, e incluso los planes alternativos en circunstancias muy determinadas (como en Valladolid: la conjunción de una alineación particular, un césped en malas condiciones y un marcador favorable), pero cambiar diametralmente de modelo de juego tras dar un sello de identidad al equipo suele traer desconfianza, desorientación y derrotas, como ha sido el caso.

Primer tiempo
Desde fuera del vestuario es difícil saber si este cambio en el modo de juego se debe a presiones del entorno, a una decisión del equipo técnico o a la desconfianza de los jugadores en el modelo. Observar que ciertos jugadores como Mandi –en Valladolid llegó a pedir in extremis, y con éxito, un saque al pie a Pau tras mandar este a los centrales adelante– insisten en sacar el balón jugado a toda costa mientras otros como Feddal recaen en jugar en largo puede ser significativo, aunque la naturaleza de unos y otros ha sido siempre esa. En el partido de hoy sin embargo ciertos detalles indican que el plan de juego previsto por el cuerpo técnico era el balón largo. Insistimos: parece adecuado como alternativa de juego para sacar ventaja según el rival obligue a usar uno recurso u otro en cada jugada (como un equipo de baloncesto con muy buenos pívots tiene que usar a veces el tiro exterior para impedir que los cinco defensores cierren a aquéllos), pero no puede desnaturalizarse el juego del equipo hasta el punto de hacerlo irreconocible.

Abuso negativo (rojo) del balón largo por Pau en el partido. Fuente: As.

El detalle más notable a este respecto era el cambio de posición de Canales y Lo Celso, más la presencia de Loren. Setién renunciaba a la salida de balón de Canales para usarlo, al igual que al delantero canterano, como receptor de balones largos cuerpeando con su marcador. Completado esto con una disposición en 3-4-3 frente al 4-4-2 rival resultaba un escenario habitual en el Betis reciente ante equipos contragolpeadores y poco amantes de la posesión: el Betis renunciaba a presionar hombre contra hombre (Loren cerraría  la salida de los dos centrales getafenses: para obligarlos a quitarse el balón de encima tampoco haría falta mucho más) y conseguía a cambio un tres contra dos de Mandi, Bartra y Feddal sobre la pareja Mata-Molina:


Como ya sucedió en algunas jugadas en Valencia, el plan de ataque parecía ser atraer la presión getafense y en particular a un extremo rival sobre un central-lateral (Mandi o Feddal) para jugar entonces sobre Canales o Loren y atacar en igualdad numérica y con espacios.
 


Como plan alternativo, insistimos, nada que objetar; el problema fue que a los defensores béticos se les fue la mano y se quitaron una y otra vez el balón de encima apenas el Getafe apretaba un poco, sin haber atraído la igualdad numérica en esa presión, de modo que ese escenario nunca se daba, sino directamente el de los esquemas de arriba. La inferioridad en que quedaban los tres delanteros béticos ante los cuatro defensas del Getafe, el mal partido de Loren (de León ni hablamos) y la nula capacidad para ganar las segundas jugadas de Lo Celso y Carvalho (en mal estado físico el primero, por naturaleza incapaz de ganar ese tipo de batallas el segundo) convirtió ese plan en el peor de los mundos posibles: el Betis no salía ni en corto ni en largo, el Getafe dominaba completamente el juego y se instalaba en campo bético, y al cantar bingo en su primer cartón (minuto 20) provocó un estado de nervios y desconfianza retroalimentado entre equipo y grada que desembocó en una interminable secuencia ofensiva de los madrileños.

 Momento ofensivo de Betis y Getafe según sofascore: el dominio del Getafe entre los minutos 20 y 45 es abrumador

Cuando parecía que el Betis iba a salvar tan desastroso primer tiempo con un remontable 0-1 llega el segundo gol visitante.

Segunda parte
Contra su costumbre Setién y Sarabia mueven piezas ya en el descanso: pasan a un 4-4-2 con Loren y Jesé arriba, Carvalho y Canales (se alternaron para pedir la pelota en la salida de jugada) como mediocentros y Joaquín y Lo Celso en banda a pie natural; Mandi sería lateral derecho. El Betis, sin nada que perder, se iría pues a la presión alta hombre a hombre en todo el campo. Con buen criterio los béticos tratan de volver a su modelo de juego y se toman la construcción de la jugada con cierta paciencia dadas las circunstancias. El partido cambia de signo y, aunque los béticos no logran llegar mucho a la puerta rival sí someten a su dominio al Getafe.

Tello entra donde Lo Celso, que pasa a meterse tras Jesé como mediapunta de un 4-2-3-1, marca Joaquín y el Betis empuja con fe, aunque apenas tiene opciones claras de marcar y el Getafe (cierto que apenas contragolpea) defiende más atrás pero lo hace con cierta comodidad.

Jugador por jugador
Pau acertó muy poco con el balón largo. Tuvo poco que hacer en los goles.

Mandi volvió a engancharse en un fuera de juego relevante (0-2) pero hizo un buen partido. Bartra estuvo nervioso e impreciso, aunque ganó muchos balones por valentía. Feddal cumplió con decoro.

Barragán pagó los platos rotos con su cambio (no cabía con Mandi en el 4-4-2) pero tuvo poca responsabilidad en la debacle de la primera parte. Sí tuvieron mucha los mediocentros: Lo Celso, sin presencia para el puesto, hizo uno de sus peores partidos como bético, y Carvalho naufragó completamente en esa primera mitad: su lentitud lo pone en inferioridad física ante jugadores del estilo de los del Getafe. La jugada del 1-2 y su buen manejo de pelota, aunque a ritmo bajo, lo redimen parcialmente. Guardado debe volver urgentemente a zonas interiores.

Setién pudo estar inoportuno (como suele) con sus declaraciones previas al partido sobre los goles de los delanteros de unos y otros, pero (como suele) llevaba razón y los suyos se la volvieron a dar hoy. León hizo 45 minutos espantosos, Loren no fue capaz de ganar más de un par de balones a sus rivales y no compareció en zona de remate, y Canales no participó en el juego hasta que no cambió de posición. La línea no da el nivel de Primera División, sencillamente.

Jesé está rápido y volvió a rondar el gol. Joaquín metió un gran gol y dio fútbol, y Tello apenas pudo agitar el partido.

Habrá que esperar un par de semanas para saber si la bajada de rendimiento del equipo (el último mes es realmente horrible) se debe al cansancio que mina a los que han jugado dos partidos a la semana o tiene causas más graves. Al menos Setién y Sarabia deberían hacer recuperar a sus jugadores la confianza en el modelo de juego, que es matizable pero no negociable.

El detalle
El 0-1 llegó en nuestra ya querido córner con atracción de dos rivales, pero fue el Getafe el que lo hizo: como el Betis solo llevó a un defensor Portillo aprovechó el dos contra uno y se metió hasta la cocina. Que el Betis haya olvidado realizarla (y la defendiese tan mal) es significativo de una degradación táctica que esperemos que se deba a la falta de entrenamientos y sea subsanable.



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viernes, 1 de marzo de 2019

Valencia 1 - Betis 0 (partido de vuelta de semifinales de Copa)

VALENCIA C.F. (1): Jaume; Piccini, Paulista, Roncaglia, Gayá; Wass (Carlos Soler, m. 74),  Parejo, Coquelin, Guedes;  Rodrigo (Cheryshev, m. 67) y Gameiro (Diakhaby, m. 83).
BETIS (0): Joel Robles; Mandi, Bartra, Sidnei (Feddal, m. 83); Francis (Loren, m. 64), William Carvalho, Guardado (Tello, m. 78), Joaquín; Canales, Lo Celso y Jesé.
Goles: 1-0, m. 55: Rodrigo.
Árbitro: González González (Comité Castellano-leonés). Amonestó a Paulista, Jaume y Joaquín.
Incidencias: 45.000 espectadores en Mestalla, 1.500 béticos.El partido de ida había quedado 2-2.

El buen partido realizado anoche en Mestalla no alcanzó al Betis para ganar en Valencia.

Minutos 1 al 55
Béticos y valencianistas sacaron al campo lo mejor de sus plantillas; tan solo se podía echar en falta a Loren en el once bético –su capacidad para bajar balones sería en principio poco necesaria–. El esquema valencianista sería su habitual 4-4-2, pero la colocación de los béticos era más difícil de adivinar y Setién sorprendió (al menos a quien esto escribe) al situar a Joaquín y Francis (que no Guardado) en los carriles, probablemente con la intención de que el mexicano ayudase por dentro en el control del juego. Eligió el cántabro un 3-4-3 como esquema, con Canales, Lo Celso y Jesé arriba, con bastante intercambio de posiciones entre ellos y con el argentino mediapunteando de nuevo como falso nueve, mientras los dos otros delanteros trataban de atraer al central y el lateral de su costado. El Betis renunciaba pues al emparejamiento hombre a hombre en todo el campo, como suele ocurrir ante equipos contragolpeadores contra los que no hay que tomar tales riesgos para quitarles el balón; ganaba así superioridad defensiva para sus tres centrales ante Rodrigo y Gameiro.


Sí era previsible el plan táctico de unos y otros: el Valencia esperaría a una altura media, muy cerrado por dentro y con las líneas bien juntas, mientras el Betis masticaría largas posesiones desde esa misma superioridad numérica de tres contra dos, ahora en su salida de balón. Sabedor de que tendría mucha más profundidad por la banda derecha de Mandi y Joaquín que por la izquierda de Sidnei y Francis, el Betis evitaba que fuese el brasileño quien saliera en conducción y se tomaba todo el tiempo del mundo para que fuese Mandi quien lo lograse. Por demás el objetivo del Betis durante la primera hora sería controlar el juego evitando a toda costa pérdidas en salida (pues robar y salir con muchos jugadores a la contra era, claramente, el plan de juego de su rival), y tratar de llegar a la puerta contraria en jugada elaborada. El Betis usó esta vez algunos balones largos con dos fines: buscar desmarques a la espalda de la defensa valencianista (para crear peligro y también para obligar a esa línea a recular y así crear espacios entre las dos líneas de cuatro locales), y buscar el mano a mano de los delanteros contra los defensas valencianos en las contadas ocasiones en que un extremo valencianista saltaba a la presión alta sobre Sidnei o Mandi; por ejemplo contra Sidnei:


El Betis no carecía de algunos defectos, como el bajo ritmo de circulación de balón impuesto por Carvalho cuando los centrales acababan su paciente trabajo de toque (incapaz el portugués de pasarla nunca a los tres hombres de arriba) y la falta de verticalidad cuando el Betis robaba con su eficiente Gegenpressing. Pero en general el plan funcionaba bien: el Betis controlaba el juego (no solo la posesión, que también) y llegaba más a puerta que los locales, en alguna ocasión con bastante claridad.

Minutos 55 al 78
Setién se ve obligado a pasar al plan B antes de tiempo, previsto en todo caso si se mantenía el 0-0. Aquí comete, a nuestro modesto entender, sus únicos errores del partido: había poco que perder y la complicada tarea de meter dos goles a un Valencia encerrado requería riesgos, de modo que por un lado era necesario meter en el campo a Tello (cierto que saliente de lesión) lo antes posible y por otro la presencia de Carvalho era ya prescindible (recordemos el final de partido de Copa ante el Espanyol, por ejemplo) porque el control servía ya de poco. Sí entraba Loren pronto por Francis, lo que mandó a Guardado a la banda izquierda y retrasó a Canales. El partido cambiaba demasiado poco.

Minutos 78 al final
Finalmente Tello entra en el carril zurdo, Lo Celso toma decididamente el mando del partido y el Betis sí crea peligro ante un cansado Valencia que suelta peligrosas contras, sobre todo tras renunciar el Betis a un defensa para mandar a Feddal arriba, muy al estilo del Alexanco de Cruyff. El Betis merece al menos algún gol pero cae derrotado.


Línea por línea
Joel tuvo muy poco que hacer en el gol. Acertó poco en el pase largo.

Mandi afeó un excelente partido con error en el 1-0 al quedarse enganchado atrás por dos veces. Muy bien Bartra, cumplidor Sidnei.

En los carriles Francis cumplió decorosamente en ataque y defensa, y Joaquín cerró aceptablemente su banda (contra la mayoritaria opinión de que no puede jugar ahí) y con balón dio profundidad y conectó con Canales. Guardado tocó bien el balón aunque hizo progresar poco la jugada, al igual que Carvalho, demasiado centrado posicionalmente (pedía el balón a Bartra desde el centro del cuadrado formado por delanteros y mediocentros rivales) y muy conservador con la pelota.

Los delanteros sufrieron el rigor defensivo del Valencia: Lo Celso intervino muy poco hasta el final, Canales no tuvo los espacios que necesita su fútbol y Jesé se las arregló para soltar un par de buenos remates.

Loren anduvo cerca del gol al final, pero no aportó mucho. Tello dio profundidad y Feddal apenas pudo intervenir.

El plan de juego de Setién fue el adecuado y funcionó bastante bien; tal vez debió reaccionar antes ante una situación ya desesperada.

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