domingo, 29 de enero de 2012

Betis 1 - Granada 2 (21ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Casto; Isidoro (Pereira, m. 64), Mario, Dorado, Nacho; Juanma, Iriney, Beñat, Salva Sevilla (Pozuelo, m.45); Rubén Castro (Jorge Molina, m. 58) y Santa Cruz.
GRANADA F.C. (2): Julio César; Nyom, Íñigo López, Borja Gómez, Siqueira; Yebda, Mikel Rico; Jara (Jaime, m. 67), Martins (Abel Gómez, m. 71), Dani Benítez (Fran Rico, m. 84); e Ighalo.
Goles: 0-1, m. 12, Ighalo; 0-2, m. 39, Martins; 1-2, m. 81, Pereira.
Árbitro: Turienzo Álvarez (C. Castellano-leonés) amonestó a Salva Sevilla, Mario y Nacho, por el Betis; y a Yebda, Jaime, Ighalo, Julio César y Dani Benítez, por el Granada.


Estrenar entrenador no garantiza la victoria a un equipo, pero sí un plus de motivación a sus jugadores. Si a eso se le une la empanada mañanera con la que los locales comenzaron el Betis-Granada, uno tiene ya buena parte de la explicación de la derrota bética de hoy.

Mel dejó fuera a Cañas y alineó el 4-4-2 asimétrico que suele cuando tiene ocasión. Fuese para hacer sitio a Juanma o por temor la banda izquierda del Granada y a que las tendencias –digamos– centrípetas de Salva le hiciesen llegar tarde a cerrar a Siqueira, esta vez Sevilla jugó por la izquierda, un perfil en principio preferible para él pero en el que hoy fracasó al punto de ser cambiado en el descanso. Enfrente Abel debutaba con un 4-2-3-1 en el que Martins era el mediapunta, con Yebda y Rico tras él y Nyom como lateral larguísimo.


Primera media hora
Como ante el Sevilla, en el arranque el Betis se ve superado en actitud por un rival que impone un ritmo físico insostenible; esta vez no hubo gol salvador de Beñat y el Granada salió de ahí desfondado pero con una ventaja que resultó finalmente insalvable. Falto del recurso de Montero para sacar el balón, con Juanma y Salva desaparecidos, el Betis sólo escapa de la presión gracias a los balones largos hacia Santa Cruz, que los gana y baja, por cierto, con enorme facilidad.


Por el contrario, el Betis tiene tremendos problemas para recuperar la pelota, pese a intentar la presión adelantada. Se debe esto a varios factores: la falta de intensidad y valentía, las buenas maniobras con balón del portero Julio César (que la tocó muy bien ¡con las dos piernas!) y de Yebda (que venía a veces muy atrás a sacar la pelota, alineado a tres con sus centrales, que se abrían y provocaban superioridad contra los dos delanteros béticos) y, sobre todo, a la descoordinación del Betis: ante un 4-2-3-1, si tus dos delanteros van a por los centrales, los extremos a por los laterales e Iriney a por el mediocentro más retrasado, el otro mediocentro quedará siempre en inferioridad, hoy ante Rico y Martins. Eso se puede compensar de varias maneras (como explicamos hace tiempo en este post), pero Beñat, demasiado cómodo, se queda anclado atrás, cerca de sus centrales (dos defensas para Ighalo: el hombre que falta) y los espacios en la zona ancha los aprovecha el Granada para tocarla con comodidad, gracias además a la calidad de su banda izquierda y a la potencia de Nyom. El gol tempranero de los granadinos y el extraño segundo provocan ansiedad en la grada y en los jugadores.

Resto del partido
Con todo perdido, el Betis intensifica la presión y va (ahora sí) de verdad arriba a por el rival, con riesgos. El Granada se va asfixiando progresivamente y pocas veces consigue salir limpiamente de atrás (algunas más muy al final, cuando el Betis, a la desesperada, deja muchos espacios para la contra). Pozuelo entra por Salva para ser mediapunta y dejar la banda izquierda a Castro; el Betis llega arriba pero el canterano no pisa el área y falta remate. Molina sustituye entonces a Castro y Pozuelo ya sí se va a la izquierda, jugando el Betis de nuevo un 4-4-2, ahora con dos tanques arriba: llegan los mayores apuros para el Granada, sobre todo tras la entrada de Pereira, que cambia de banda a Pozuelo y empuja atrás a Juanma. Llega sólo un gol, que al menos calienta un poco a la grada, demasiado fría durante la segunda parte.

Jugador por jugador
Casto: Los pitos que recibió son injustos si consideramos su último año, pero el segundo gol, casi de vídeo jocoso, fue fácilmente evitable, y más para un portero rápido como él.
Isidoro: Bien sin balón, mal con él. En ataque aporta muy poco.
Mario: Obligado en los inicios a salir al cruce en demasiadas ocasiones, tras tomar muchos riesgos acabó rebasado, y se pagó caro. Las averías venían de más arriba.
Dorado: Empezó indeciso, como todos, y se fue centrando con los minutos. Impreciso en los despejes.
Nacho: Muy mala primera parte, mal colocado y en la que pareció jugar a dos velocidades menos que los rivales de su zona, Jara y Nyom. No parece en buena forma física: falto de potencia y recorrido.
Juanma: Ha vuelto a su normalidad, esto es, a la intrascendencia y las desapariciones. Sus mejores minutos llegaron como lateral derecho, donde es un buen recurso para partidos perdidos: con el equipo volcado arriba se queda en su zona natural, lejitos del área y asegurando el pase en el inicio del ataque.
Iriney: El mejor. Fue el único que fue siempre de verdad, e incluso manejó bien el balón.
Beñat: No puede tardar tanto en entrar en el partido. En la fase central de éste, eso sí, se hizo con el mando en su zona. Bien pudo ser sustituido en el descanso en lugar de Salva.
Salva Sevilla: Muy presionado, tuvo graves problemas para recibir el balón y tampoco sujetó a Nyom.
Castro: Su fútbol pierde valor tan lejos del área (más aún cuando fue exiliado a la banda). Retroalimentó ansiedad con la grada hasta ser cambiado.
Santa Cruz: Baja pelotas largas con una naturalidad impresionante, aunque además hoy se lo pusieron fácil. Si además de jugar bien tuviera más instinto rematador... no jugaría en el Betis.

Pozuelo: Tiene calidad, pero para jugar de mediapunta en Primera hay que tener mucha.
Molina: Muy activo y acertado. Anda en buena forma, aunque no parece fácil quitarle el sitio a Castro o Santa Cruz.
Pereira: Atropellado como tantas veces, mostró otra vez su don para el gol.


El detalle
Esta vez Turienzo no echó a ningún jugador del Betis, aunque sí a  Peregil de su minuto de silencio: no dejó que acabara ni la primera estrofa.

domingo, 22 de enero de 2012

Betis - Sevilla F.C. (partido aplazado de la 1ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (1): Casto; Isidoro, Cañas, Dorado, Nacho; Juanma (Salva Sevilla, m. 70), Iriney, Beñat (Jorge Molina, m. 84), Jefferson Montero (Pozuelo, m. 59); Rubén Castro y Roque Santa Cruz.
SEVILLA (1): Varas; Coke, Spahic, Fazio, Navarro; Navas, Trochowski (Rakitic, m. 60), Medel, Luna (Cáceres, m. 71); Reyes y Negredo (Hiroshi, m. 83).
Goles: 1-0, m.25: Beñat. 1-1, m. 41: Negredo.
Árbitro: Velasco Carballo (C. Madrileño). Amonestó a Iriney, Beñat, Nacho y Rubén Castro. Explusó a Fazio por doble amarilla en el minuto 70.


Betis y Sevilla firmaron anoche un justo empate tras un partido con más ritmo, fútbol y ocasiones de lo habitual en los derbis.

Primera parte
El Betis renuncia a Salva Sevilla y pone un 4-4-2 con extremos; trata desde un principio de presionar al Sevilla muy arriba, y Mel prefiere a Cañas como central antes que a Ustaritz. En el Sevilla Marcelino parece haberse dado cuenta por fin de que el único modo de juntar en su equipo a dos extremos y dos delanteros es poner en el centro a dos hombres de brega, Trochowski y Medel en paralelo, aun a costa de renunciar al toque. A cambio ayer encontró una fórmula muy sencilla para superar la presión bética: pinchar balones hacia Negredo, que es físicamente muy superior a Dorado y Cañas –más alto, más potente y más rápido–. Haciendo una fuerte presión –a costa de un desgaste físico insostenible– y abriendo el juego rápidamente a las bandas –un juego, pues, bastante británico– los sevillistas son muy superiores a un nervioso Betis en los diez primeros minutos. Además Reyes, hiperactivo, provoca superioridades en el centro del campo al asociarse a Trochowski o Navas, y éste, muy rápido, ayudado por Coke y con muchos espacios cuando el Sevilla supera la presión (Jefferson y Beñat están demasiado lejos de Nacho), dispone de muchos balones francos.

Sin embargo el Sevilla pagó, durante toda la primera parte, su falta de remate, que lejos de ser cuestión de fortuna lo es de falta de cualidades: sus hombres de segunda línea son estadísticamente incapaces en este aspecto. Peligro hubo también en los muchísimos córneres favorables al Sevilla, cuando sus jugadores grandes buscaron inteligentes balones blandos al segundo palo contra los bajitos de la defensa zonal bética.

Pasados los agobiantes primeros minutos, el Betis equilibra el juego durante quince y, en una fase de ritmo frenético, las ocasiones llegan en las dos áreas a base de robos y contragolpes inmediatos. Tras uno de ellos llega el gol de falta de Beñat. Mel cambia de banda a sus extremos. El Sevilla empuja aún más y una jugada de pelotazos acaba en el 1-1.

Segunda parte
Mel corrige los problemas que creaba la banda derecha sevillista: tapa allí y permite a los visitantes jugar por la contraria, la del inoperante Luna. Entre eso y la asfixia del Sevilla, incapaz de mantener el exagerado ritmo de presión de la primera parte (cosa que no les arregla el cambio de Rakitic por Trochowski), el Betis toma el mando de un partido de ritmo ya más bajo. Hay menos ocasiones y casi todas son del Betis.

Mel cambia extremos por interiores (Pozuelo en la izquierda de Montero, Salva en la derecha de Juanma) para manejar el balón y aprovechar los espacios que suele dejar el Sevilla por dentro en las segundas partes, pero la expulsión de Fazio (bien pudo Mel corregir sobre la marcha la simultánea salida del campo de su extremo Juanma) hace dar un paso atrás al Sevilla, que queda con un 4-4-1 cojo en el que Reyes, cansado, se descuelga en la banda izquierda. Mel quiere atacar más con la entrada de Molina por el fundido Beñat: deja a Salva como mediocentro y manda a Castro y Pozuelo a las bandas izquierda y derecha, pero Pozuelo abandona la suya e Isidoro no aprovecha los espacios regalados. El Betis la toca con paciencia pero no abre el campo arriba, empieza las jugadas con demasiados hombres tras el balón y, en consecuencia, crea poco peligro. El miedo a perder se impone en los dos equipos.

Jugador por jugador
Casto: El mejor. Hizo dos providenciales salidas de portero de balonmano en el primer tiempo, y se adornó en una parada a Fazio. Bien con los pies.
Isidoro: Jugó cómodo porque Luna nunca lo buscó. En ataque debió hacer más.
Cañas: Empezó nerviosísimo y fue haciéndose sitio, aunque el Sevilla siempre se aprovechó, sobre todo por arriba, de que no es central natural.
Dorado: Cuando no tiene un central agresivo a su lado se nota su falta de empuje físico. Bien colocado, como siempre.
Nacho: Abandonado al uno contra uno ante Navas durante la primera parte, no fue rebasado pero le concedió metros para que centrara con comodidad. En la segunda parte estuvo más auxiliado y ya se permitió incluso hacer buenas ayudas al centro. Subió poco.
Juanma: Volvió a ser el jugador pusilánime e intrascendente de siempre. En su haber, apenas el buen manejo de pelota para superar la presión, sobre todo por dentro. En su debe, su escaso trabajo defensivo y su nulo peligro.
Iriney: La presión adelantada que provocó el robo previo al 1-0 y su inmediato regalo a Luna retratan su partido para lo bueno (que fue más) y para lo malo.
Beñat: Gran partido con balón y aceptable sin él. Maneja el tempo (y su pie derecho) como nadie.
Montero: Sus problemas para elegir bien la jugada no pueden ocultar los dolores de cabeza que provoca al rival, porque en el uno contra uno es casi imparable.
Santa Cruz: Bajó muchos balones y la tocó bien en la mediapunta, pero en el área no estuvo. Trabajó mucho.
Castro: Se quedó en el casi. Activo y acertado en general, debió encarar a los lentos centrales más verticalmente.

Pozuelo: Se enredó en la mediapunta, pero su trabajo es intentarlo. Al final debió abrirse más.
Salva Sevilla: Se ofreció con mucha inteligencia a sus compañeros, aunque cerca del área no supo salvar el bosque de piernas de un Sevilla muy encerrado.
Molina: Un posible penalti a favor y algunas recepciones de espaldas.

El detalle
Pese a lo que parezca por la expulsión, Velasco estuvo muy anticasero en el reparto de las tarjetas.

lunes, 16 de enero de 2012

F.C. Barcelona 4 - Betis 2 (19ª jornada de Liga de Primera División)

Barcelona (4): Valdés; Puyol, Mascherano, Abidal; Busquets; Xavi, Cesc (Thiago, m. 83), Iniesta (Adriano, m. 88); Cuenca (Dani Alves, m. 45), Messi y Alexis. 
Real Betis (2): Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Salva Sevilla (Matilla, m. 56), Iriney (Santa Cruz, m. 45), Cañas, Jefferson Montero; Ruben Castro y Jorge Molina (Ustaritz, m. 72).
Goles
1-0, m.9, Xavi; 2-0, m. 11, Messi; 2-1, m. 32, Rubén Castro; 2-2, m. 52, Santa Cruz; 3-2, m. 75, Alexis; 4-2, m. 85, Messi (p)
Árbitro: Iglesias Villanueva (C. Gallego). Amonestó a Messi, Busquets, Puyol e Iniesta, por el Barcelona; y a Iriney, Salva Sevilla, Matilla y Dorado, por el Betis. Expulsó por doble amarilla a Mario, del Betis.



Muy buen partido hizo ayer el Betis ante el Barça, al que mantuvo el pulso en plena igualdad durante cincuenta y cinco minutos, para luego ceder el mando y aguantar el chaparrón del mejor modo que pudo.

Primera parte
Como hace un año, el Betis salió al Nou Camp a jugar de tú a tú al local, sin el menor complejo, como hoy no se atreve a hacer nadie, ni siquiera el Real Madrid. No sólo no pagó cara la osadía, sino que a ratos fue mejor. Guardiola colocó a su equipo con el 3-4-3 que suele últimamente, al estilo del Ajax de los noventa: defensa de tres, rombo en el centro (sin carrileros abiertos esta vez) con Xavi e Iniesta como interiores y Busquets como cierre, más Cuenca y Alexis en los extremos. Messi y Cesc se alternaban para hacer de Litmanen y Kanu, esto es, de mediapunta y de delantero centro, aunque este último falso (o mentiroso, como es llamado ahora). Enfrente Mel aprovechaba la baja de Beñat para poner dos mediocentros de muchísimo recorrido, algo imprescindible si se quiere salir a apretar en un campo muy grande y que se hace más grande todavía. El resto era el habitual 4-4-2 (¡no 4-3-3!) en el que Salva y Jefferson, cada cual a su manera, ocupaban las bandas (derecha e izquierda inicialmente, para cambiarlas mediada la primera mitad).

Los laterales béticos se emparejan normalmente con los extremos, e Iriney y Cañas con Iniesta y Xavi (este sin marcaje al hombre pero con consigna de que se le ahogue el juego). Los únicos problemas le llegan al Betis por su banda derecha, donde Salva va muy arriba a por Abidal y el listo Cesc aprovecha para caer a ese lado y crear junto a Alexis superioridades a Isidoro. Ese detalle, el desacierto ante el gol y la mala suerte ponen pronto un 2-0, pero el Betis, más intenso que el Barça, no cambia su modo de juego de presión desde arriba y acumula ocasiones hasta el 2-1.

Segunda parte
Guardiola cambia al desaparecido Cuenca por Alves, pero no toca inicialmente su esquema. Mel, tal vez acuciado por la tarjeta recibida por Iriney (fuese por no perderlo para el derbi o por no quedarse con diez), toma la decisión –muy valiente, demasiado valiente: probablemente errónea– de sacarlo y meter un delantero más, pasando a Salva al mediocentro derecho y a Castro al extremo izquierdo. Cuando Guardiola se percata del cambio bético, que obligaba a Busquets a meterse casi de central, cambia de banda a Alexis y retrasa a Alves al lateral, quedando el Barça en su viejo 4-3-3, con Iniesta de extremo izquierdo y Cesc como interior por ese lado. Roque empata, Salva tras ver tarjeta es sustituido en su puesto por Matilla, y ahí el Barça aprieta y es claramente superior al Betis, que se acula atrás y allí se defiende bien, pero ya no tiene nunca el balón. Molina y Roque, dos hombres de más kilos que recorrido, no aprietan como en el primer tiempo, Matilla no es Iriney, y el Betis se desfonda. Las ocasiones barcelonistas llegan con regularidad (antes y después de la expulsión), Mario ve dos tarjetas y tras el 3-2 acaba todo.

Jugador por Jugador
Casto: Buen partido, en particular con ambos pies. Su único lunar fue el 3-2, un tiro predecible.
Isidoro: Correcto en general, pero en el primer tiempo se dejó a veces la espalda por ir arriba a la presión, y por ahí llegaron los goles. La aparición de Iniesta por su lado le causó naturales problemas.
Mario: Algo desubicado de inicio por falta de referencia a quien marcar, se creció pronto pero su impulsividad le pasó factura cuando Messi despertó.
Dorado: Se colocó bien. En algunas jugadas estuvo indeciso para ir al cruce en ventaja.
Nacho: Gran partido. Cuenca no la olió y Alexis sólo hizo una buena jugada, desgraciadamente de gol. Como todo el equipo, basculó bien de lado a lado en la segunda parte.
Salva Sevilla: Hizo un gran desgaste físico (excesivo a veces incluso por no elegir bien el lugar donde presionar) y la tocó con acierto. Apenas se notó su inactividad.
Iriney: Junto a Cañas cubrió un verdadero latifundio. Se le echó en falta muchísimo en el segundo tiempo.
Cañas: Partido de jugador importante. Trató muy bien el balón e hizo una barbaridad de kilómetros. Es muy difícil encontrar jugadores que hagan las dos cosas.
Montero: En un partido a su medida lució en la primera parte (también en su banda natural, la derecha: Abidal es más lento que Puyol) y trabajó mucho siempre.
Castro: Inteligente y activo, también supo sacrificarse para defender la banda en la segunda parte.
Molina: Anda bien, rapidito y móvil. Sólo lo condena el error del posible 0-1, jugada en la que bien pudo hacer lo de hace una semana ante el Sporting, pues Valdés estaba en el suelo.

Santa Cruz: Dejó otra vez clara su clase. Trabajó lo que pudo, aunque esa no es su mayor virtud, y trató de retenerla.
Matilla: Hizo su partido más digno con el Betis, al menos en defensa. En ataque apenas se le vio, causa o consecuencia de la poca posesión bética.
Ustaritz: En veinte minutos le dio tiempo a cometer un error de consecuencias graves, en la jugada del 4-2. Probablemente Mel prefiera retrasar a Cañas para el derbi.


El detalle
El árbitro estuvo muy diplomático en la última jugada del partido: pitó el final para no expulsar a Messi.

domingo, 8 de enero de 2012

Betis 2 - Sporting de Gijón 0 (18ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS: Casto; Isidoro, Mario, Dorado, Nacho; Juanma (Jonathan Pereira, m. 70), Iriney, Beñat, Jefferson Montero (Cañas, m. 76); Rubén Castro y Santa Cruz (Jorge Molina, m. 61).
SPORTING DE GIJÓN: Juan Pablo; Lora, Botía, Iván Hernández, Canella; Rivera (Luis Morán, 72), André Castro (Carmelo, 60); Trejo, Novo (Gregory, 46), De las Cuevas; y Barral.
Goles: 1-0: Min. 23, Santa Cruz. 2-0: Min. 92, Jorge Molina.
Árbitro: Estrada Fernández, catalán. Expulsó a los sportinguistas Lora (min. 43) y Carmelo (min. 93), ambos con dos amarillas. Amonestó a los visitantes Botía y Luis Morán, y al bético Beñat.

Importantísima victoria y aceptable partido del Betis hoy ante el Sporting, al que ha sido superior en igualdad numérica y no tanto como el público deseaba en superioridad. No obstante es justo reconocer que el equipo ha pasado pocos apuros.


Primera parte
El Sporting, un equipo muy limitado que sobrevive en Primera a base de fe y orden, se planta con un 4-2-3-1 en el que Novo trata de aprovechar los espacios creados por el tanque Barral, y De las Cuevas y Trejo buscan los espacios interiores. El Sporting pone una defensa un tanto adelantada y presiona sólo moderadamente la salida del balón. Enfrente el Betis coloca una alineación muy técnica de la que Cañas queda fuera para hacer sitio a Beñat; el equipo se pone en un 4-4-2 clásico con extremos, juega bastante adelantado aunque sin hacer una presión demasiado intensa, y toca la pelota con acierto y paciencia, abriendo el campo por las bandas. El resultado es una primera parte muy académica, con posesión y más ocasiones para el de casa, que es superior.

Segunda parte

El gol de Santa Cruz y la posterior expulsión de Lora (justa pero decidida más por el público que por el árbitro) ponen al Betis ante un escenario perfecto. Preciado, conservador, desplaza a Botía al lateral derecho para meter en su sitio a Gregory renunciando a Novo, de modo que el Sporting queda en un tímido 4-4-1 que parecía fiarse a la esperanza de que su mucha gente alta pescara algo a balón parado.

En el arranque el Betis no abre el campo, guarda poco el balón y comete el error de bajar demasiado el ritmo del partido para dejar pasar insulsamente los minutos, sin tratar de hacer sangre en un rival malo y debilitado, incapacitado ya físicamente para resistir un ritmo alto. Durante el primer cuarto de hora el partido se iguala y el Sporting tiene opciones de meterse en el encuentro.

El paso de los minutos hace el campo cada vez más largo para el equipo en inferioridad. El Betis comienza a tocar mejor el balón y no comete el error de hacer faltas, de modo que apenas hay sobresaltos, y muy al final llega la merecida sentencia. Tras el natural cambio de hombre alto arriba (Molina) y el menos lógico de Pereira por Juanma –pues no parece Pereira un hombre adecuado para retener el balón–, Mel metió a Cañas por Jefferson (extremo derecho a esas alturas, pues había permutado banda mucho antes con Juanma); el Betis quedó en un 4-2-3-1 con Beñat como mediapunta central atrasado y Castro escorado a la derecha.

Jugador por jugador
Casto: Con sus adornos habituales, hizo varias paradas importantes, y en particular una al inicio y una salida por alto en la segunda parte. Muy bien.
Isidoro: Discreto. En ataque no profundizó pese a que el partido se prestaba a ello. En defensa pasó pocos apuros aunque propició una clara ocasión en la primera mitad.
Mario: Si bien a veces se pasa de frenada, su noble pero a veces casi brutal agresividad viene muy bien a este Betis.
Dorado: Bien colocado como casi siempre, anduvo bien aunque algo lento en defensa (le ganaba Barral). En ataque, mucho pelotazo, como siempre.
Nacho: Buen partido, en el que sujetó a Trejo y llegó mucho en ataque.
Juanma: No aporta mucho en defensa, pero ahora sí lo hace en ataque porque por fin usa su calidad técnica para buscar la profundidad, sobre todo en pases interiores.
Iriney: Bien en ataque y en defensa, y animador general como siempre. Cubrió mucho campo a lo ancho y a lo largo.
Beñat: Partido brillante en ataque (facilitado por la escasa presión del Sporting) y aceptable en defensa. Se limpió de tarjetas.
Montero: Desespera a la grada porque da la sensación de poder hacer más de lo que hace, pero hay que tomarlo (o no) con sus virtudes y defectos. Facilita la posesión porque los defensas están obligados a dejarle recibir con comodidad, so pena de que les pille la espalda. Hizo daño, e incluso acabó alguna jugada, como un buen pase a Castro.
Santa Cruz: No tiene instinto asesino y a veces pierde demasiados metros por no arriesgar el balón, pero dentro de su intermitencia da una calidad arriba que nadie tiene en la plantilla, como demuestra el gol.
Castro: Demasiado obsesionado con el primer toque en el juego de espaldas, se movió bien en el área. Eligió bien casi siempre, aunque sin suerte.

Molina:
Buen tramo final, en el que estuvo rápido (más bien; los centrales del Sporting eran muy lentos) y vertical.
Pereira: No era el hombre adecuado a las circunstancias del partido, pero cumplió. Buen pase en el 2-0.
Cañas: Es una pena que Mel no le encuentre sitio, porque debe ser titular.