lunes, 7 de noviembre de 2022

Betis 1 - Sevilla 1 (13ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Bravo; Sabaly, Pezzella, Edgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho (Luiz Henrique 58'); Canales (Willian José 92'), Fekir, Aitor Ruibal (Guardado 58'); y Borja Iglesias.
SEVILLA F.C. (1): Bono; Montiel, Gudelj, Rekik, Acuña (Alex Telles 46'); Óliver Torres (En-Nesyri 50'), Joan Jordán (Dolberg 77'), Rakitic; Papu Gómez; Rafa Mir (Jesús Navas 43') y Lamela.
Árbitro: Sánchez Martínez. Roja directa tanto a Montiel (38'), Fekir (45+3') y Borja Iglesias (49') más Doblas (banquillo). Amarillas a William Carvalho, Luiz Henrique, Álex Moreno, Bravo, Acuña, Lamela, Papu Gómez, Gudelj, Alex Telles y Jorge Sampaoli (entrenador).
Goles: 1-0 (43') Jesús Navas, en propia puerta; 1-1 (82') Gudelj.
54.000 espectadores.

Es imposible analizar el derbi de anoche sin mencionar la esperpéntica actuación del VAR, que convirtió el partido en un extraño espectáculo ajeno a lo que solemos conocer por fútbol y que marcó el devenir táctico del partido.

Primera parte
En el Betis de Pellegrini jamás hay novedades tácticas más allá de la alineación y los sutiles detalles en los que esta influye. En esta ocasión la novedad en ella fue Ruibal, extremo izquierdo, y el detalle en que influyó, la satisfactoria reubicación en la derecha de Canales, un jugador fundamental en el equipo y que suele ser inexplicablemente exiliado de su lugar natural por Luiz Henrique. Por demás el Betis sería el de siempre (mientras jugase con once): 4-2-3-1 con repliegue en 4-4-2 a altura media y saltos esporádicos a presión alta, riesgos solo razonables en salida de balón y fuerte presión tras pérdida cuando lograba instalarse previamente en campo rival.

Enfrente se encontró con un equipo que consiguió sacudirse a ráfagas el esperado dominio bético gracias a una presión alta y muy arriesgada. Sampaoli volvió a utilizar la figura del falso delantero centro, esta vez el Papu Gómez, para montar un extraño 4-3-3 que se intentaba convertir en 5-4-1 cuando se veía obligado al repliegue. En presión alta sucedía algo así:

Como vemos, los laterales del Betis estaban libres, pero las flechas indican los movimientos de presión sevillista cuando la pelota iba hacia uno de ellos: por ejemplo, en la jugada de la ocasión de Mir (a la media hora), tras ser presionado Sabaly y atrasarla hacia Pezzella la colocación era esta:

Vemos cómo el lateral izquierdo Acuña (19) ha saltado sobre Sabaly, el central Rekik (4) ha basculado al sitio de Acuña para tomar a Canales, y Lamela y Mir presionan alto a los centrales béticos, mientras el Papu persigue a Guido al hombre, y Álex Moreno queda libre al lado contrario.

Esa presión del Sevilla solo consiguió quitar el balón al Betis a ráfagas, aunque sin crear ocasión alguna más allá de la de Mir. A cambio, el Betis no solo tuvo tramos de dominio territorial sino que aprovechó los espacios que dejaba la adelantadísima defensa sevillista para plantarse un par de veces delante de Bono. Los minutos hicieron además llegar además el desgaste físico al Sevilla, y esos cambios de asignación de parejas empezaban a llegar tarde. Uno de ellos costó la expulsión a Montiel, que no pudo parar a un Moreno que había recibido demasiado libre:

Como se ve en esa misma imagen, durante la primera parte cuando el Betis salía de la presión y el Sevilla se replegaba Jordán se metía entre sus dos centrales:


El objetivo de esa defensa de cinco era emparejar claramente a los laterales béticos, Álex y Sabaly, martirio habitual de las defensas rivales con sus apariciones en carrera sin par claro.

Tras la expulsión de Montiel el Sevilla monta un 5-3-1 defensivo con Navas de carrilero derecho (sale Mir), y Lamela, Rakitic y Torres como trío de mediocampistas.

Segunda parte
La expulsión es compensada por la de Fekir y el partido se convierte en un diez contra diez, en el que el Betis defiende en un 4-4-1 ya con Borja solo arriba, pero poco después el gallego es también expulsado. Pellegrini no quiere renunciar a un punta y manda allí a Canales, organizando un 4-3-1 bastante compacto por dentro. Sampaoli mete a En-Nesyri arriba y monta un 4-2-3: manda al Papu a la zona izquierda del ataque, con Lamela a la derecha. Tocaba defenderse al Betis:

Minuto 58 al final
Pellegrini trata de refrescar al equipo, abocado a un dificilísimo ejercicio de defender con ocho jugadores de campo. Para ello mete a Guardado y a alguien tan incompetente en lo táctico como Luiz Henrique, que cree estar jugando un partido normal y no se junta con Guido sino que defiende abierto. El Betis queda a veces en un extraño 5-2-1, Gómez se huele el espacio pero progresa poco y el Sevilla se limita a cruzar balones desde los costados y disparar desde lejos aprovechando que Guido y Guardado no pueden abarcar todo el campo. Llega así el 1-1:


Para entonces el incapaz Jordán, flotado durante casi todo el partido por los béticos, había sido finalmente sustituido por un delantero. El Betis, roto físicamente, aguanta el resto del partido como puede.