domingo, 5 de mayo de 2019

S.D. Eibar 1 - Betis 0 (36ª jornada de LaLiga)

SD EIBAR (1): Dmitrovic; De Blasis, Ramis, Sergio Álvarez, Cote; Escalante, Joan Jordán; Pedro León (Paulo Oliveira, m. 61), Orellana, Cucurella; y Sergi Enrich (Kike García, m. 84).
BETIS (0): Joel Robles; Francis (Lainez, m. 73), Bartra, Feddal, Junior; Kaptoum (Jesé, m. 83), Guardado (William Carvalho, m. 80); Joaquín, Lo Celso, Tello; y Loren.
Gol: 1-0, m. 45: Cote.
Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego); amonestó a Bartra, Tello, Ramis, Cote y Escalante.
Buena entrada en Ipurúa, lo que allí significa menos de 5.000 espectadores.

Empeñado en dejar escapar los sucesivos trenes que –sorprendentemente– aún le esperaban en el andén, el Betis terminal de Setién explora nuevas formas de caer derrotado: jugando bien, mal o regular, cuando merece perder, empatar o ganar, en casa o, como hoy, tras trabajarse un empate o incluso algo más en un campo complicado. La inoperancia del equipo en las áreas, y especialmente en la rival, tuvo de nuevo mucho que ver con el resultado, aunque el discurso victimista de su entrenador no ayuda tampoco a meter en el plantel el veneno competitivo que es decisivo en ese lugar. La única nota positiva del final de temporada es que el antisetienismo parece haber optado por no hacer leña del árbol caído –algo de agradecer– y su cansina cantinela, cobrada su pieza, ha amainado.

De este penoso tramo los posicionalistas nos llevaremos al menos un muestrario de los conocimientos tácticos de la pareja de técnicos béticos y de su esmerado ajedrez en la colocación de los jugadores, algo que probablemente echaremos en menos en el futuro. En este caso se ofrecieron esquemas diferentes en defensa y ataque y –lo que es más notable– volvimos a presenciar el mecanismo de laterales-interiores tan raro de ver en la liga española –históricamente inédito antes de este último Betis, más bien– que fue estrenado hace muy pocas jornadas con nulo eco en la tácticamente iletrada prensa deportiva sevillana –y, dicho sea de paso, propuesto en sitios como este meses atrás–.

En efecto, de la alineación bética y alguna declaración prepartido podía intuirse lo que propondría el Betis: el popularmente llamado 4-2-3-1, esto es, un 4-4-2 en defensa...


que se convertiría en 4-3-3 en posesión de balón al virar sus posiciones los mediocentros y puntas para que Kaptoum (no Guardado, como nosotros preveíamos) se convirtiese en mediocentro, y Guardado y Lo Celso en interiores:


El mecanismo de laterales-interiores consistió en que al progresar el ataque Francis y Junior, en lugar de doblar por fuera a Joaquín y Tello como toda la vida de dios, quedaban en posiciones retrasadas para que los extremos siguieran jugando muy pegados a la cal, y Lo Celso y Guardado fueran los encargados de ocupar posiciones adelantadas a los costados de Loren:


Como ya hemos explicado aquí, a cambio de perder la sorpresa del desdoble del lateral esta forma de avanzar, muy usada por Guardiola en Múnich y Mánchester, tiene varias ventajas: ante todo, evita al lateral situaciones de uno contra uno en ataque, mucho más apropiadas para verdaderos extremos como Tello o Joaquín que para un Francis; además coloca entre líneas a jugadores habilidosos como Lo Celso, deja el cierre de la contrapresión a defensas naturales y, en fin, ahorra recorrido y cambios de rol a los tres jugadores del ala. Por demás el mecanismo puede activarse o no en cada jugada, permutando posiciones.

El Eibar dispuso también un 4-2-3-1 en el que Orellana mediapunteaba por detrás de Enrich, y León y Cucurella ocupaban las bandas. El desarrollo del encuentro fue bastante homogéneo y mostró el choque de estilos de dos equipos que buscan el dominio de la posesión por vías distintas; los vascos, al estilo británico (que intentó implantar en el Betis Poyet sin éxito alguno hace dos años): presión alta de mucho desgaste físico, ritmo alto, búsqueda de las segundas jugadas, transiciones veloces y juego hacia extremos a pie natural que cruzan balones a un área cargada de rematadores; los béticos, al estilo del juego de posición clásico, esto es, riesgos altos en la salida de balón para evitar el pelotazo largo, posesiones duraderas, e intentos de instalarse en campo rival y hacer una presión intensa y breve cuando se pierde el balón (Gegenpressing o contrapresión).

Primera parte

 
El desarrollo del partido fue bastante homogéneo: un intercambio de golpes en el que unos y otros tuvieron un éxito solo parcial a la hora de sacar el balón jugado. Ni Eibar ni Betis supieron encontrar la presunta superioridad numérica por dentro que debía provocar el retraso a zonas interiores de sus respectivos mediapuntas; el Betis se vio obligado con frecuencia a jugar largo –con muy poco éxito– hacia un Loren en inferioridad, y solo sabía progresar por los costados, especialmente el derecho. El Eibar salía en ocasiones gracias al juego de espaldas de sus hombres de arriba, pero sus balones cruzados tampoco encontraban remate en el área bética. Un córner cerca del descanso acababa en un gol clonado del encajado ante el valencianista Guedes hace muy poco.

Segunda parte
El escenario cambia poco, salvo en que el Betis toma cada vez más riesgos y las ocasiones son cada vez más frecuentes en las dos áreas. Cerca del final llegan los cambios de Setién, todos ofensivos: Lainez retrasa a Joaquín a lateral, Carvalho sustituye en su puesto a Guardado y finalmente Jesé se convierte en segundo punta para retrasar a Lo Celso a mediocentro ofensivo con el portugués junto a él. El Betis lo intenta de todas las formas pero solo consigue gloria para el portero local, que para incluso un penalti; el Eibar perdona también el segundo.

Línea por línea
El gol encajado por Joel no era imparable, pero las varias paradas de mérito que hizo durante el partido lo exoneran de toda responsabilidad; ahora mismo está sin duda mejor que Pau.

Francis cumplió en su vuelta al once, al igual que una pareja de centrales asentada y puesta a prueba. Junior no estuvo brillante pero impone siempre su físico, esta vez ante el peligroso León.

Tello fue punzante, especialmente cuando el juego fue suficientemente veloz para impedir la llegada de ayudas a su lateral; Joaquín amagó bien pero pegó poco, y Guardado fue de nuevo un pasador seguro aunque poco relevante en zonas calientes. Kaptoum parece consolidarse en la categoría con su fútbol peculiar: en un puesto delicado (mediocentro) cometió algunas pérdidas peligrosas y no mostró buen pie para el pase, pero a cambio su aceleración en corto le permite romper líneas y ganar balones divididos; es un jugador de características muy útiles pero difícil de colocar para un entrenador.

Lo Celso, implicadísimo dadas las circunstancias, pudo ser decisivo y se quedó en protagonista de ocasiones falladas: un palo y un penalti, nada menos. Loren hizo lo de siempre de los delanteros de este Betis: buen trabajo sucio y nulidad ante puerta.

Lainez volvió a mostrar un uno contra uno muy aprovechable; tal vez los mexicanos lleven algo de razón. Carvalho, a su ritmo diésel, y Jesé aparecieron apenas en una jugada de interés.

Setién y Sarabia ven terminar su antes brillante etapa entre una inmerecida melancolía, en parte causada por la terrible inoperancia goleadora de su plantilla. Afortunadamente el equipo no se vino abajo un par de jornadas antes, porque entonces tal vez habría drama.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

12 comentarios:

  1. Una lección de fútbol táctico estropeada por un penalty mal tirado, un corner mal defendido y la mala suerte de un balón al palo. La historia de este año, que vemos partido tras partido. Una lástima.

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    1. Pues sí. Esta vez creo que el partido estuvo bien jugado y Setién sí puede acudir a la fortuna como decisiva en su contra ;)
      JR

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  2. Me negué a perderme una comida en la feria para ver otro aburrimiento y tras saber el patético resultado desistí en verlo en diferido. Con el análisis del Sr Lara me es suficiente. Tal vez el año que viene las entradas del blog no sean tan profundas porque no tengamos a un ajedrecista de técnico pero me conformo con que cuando haya un robo suban como centellas 4 acompañando, que los laterales desdoblen por sorpresa, que no se mande al ostracismo sin explicación a una cuarta parte de la plantilla, que se ensayen jugadas a balon parado, que los jugadores tengan libertad de encarar y chutar y que cuando se pierda catastroficamente haya un entrenador enfadado con los jugadores y que no diga que la afición del Huesca aprieta mucho.

    En un año donde Bilbao, Valencia, Sevilla, Celta, Villarreal han tenido muchos problemas, hemos hecho un ridículo tremendo en liga pudiendo haber aspirado a una baratísima cuarta plaza.

    Suena Lopetegui.. Señor dame paciencia..

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    1. Uy, el felón.

      Hombre, como ya hemos hablado muchas veces se puede jugar muy bien sin muchas de esas cosas que Vd. reclama, aunque para gustos están los colores. Sí reconozco que he echado de menos algún cabreo del entrenador.

      Un saludo,
      JR

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  3. Estoy con Alex de Triana: estoy dispuesto a perder en profundidad técnico-táctica a cambio de volver a divertirme y emocionarme con mi equipo. Cómo añoro tener a un líder en el banquillo que sea el tábano que pica al caballo para que galope. Menos ocurrencias y más sentido común, queridos amigos béticos!!
    Sr Lara, podemos hacer una "joint venture" y me subcontrata a mí los aspectos psicológicos y emocionales del análisis :)

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    1. Jaja... A mí creo que me pasa como a Setién: esa parte me interesa menos. No le quito importancia, claro está. Ya se ve que una sin la otra no funciona: en la acera de enfrente vemos la situación inversa.

      De todos modos tiempo habrá de analizar causas de esta "petite débâcle" final. Tampoco estoy yo muy seguro de que sea cuestión de actitud, aunque haya ayudado poco.

      Analizaremos lo que venga ;) Saludos, S.
      JR

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  4. Yo, que conocí al Betis en 2ª, conocí a Fran el del Deportivo por radio, he vivido desde entonces que yo recuerde 4 descensos, y he olido un sólo título, eliminando sólo al Athletic de Bilbao (por penaltys) y Osasuna, me reitero en que exigir al Betis más allá de encontrar la estabilidad en primera es, cuando menos, atrevido. El Betis no es el Valencia ni el Atlético, ni siquiera la Real Sociedad. Considero un gigantesco logro del entrenador que Mandi parezca Matthäus, Bartra Beckenbauer y Junior Ziege. Creo que hemos hecho una buena liga, una gran copa y una Europa League decente (dentro de la indecencia que supone jugar dicha "competición"), habida cuenta que, por lo que sea, hemos estado toda la temporada sin delantero (Molina, 14 goles en el Getafe).
    Yo, que soy muy sentimental (la parte racional se la dejo al autor de este blog), valoro que este entrenador me haga sentir cosas. No sucederá, pero me encantaría que se quedase. Aunque sólo fuera por seguir leyendo las maravillosas lecturas de Juan Ramón. Ese sí que es d10s.

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    1. Si no recuerdo mal, nos hemos tragado juntos los Kazumov, Mágico González, Zafra, y probablemente hasta a Rodolfo II (el segundo, que el primero daba hasta el pego). Así que comparado con lo que hay ahora, la evolución es buena. Tal vez el éxito de este año sea que quedar 13 sea un auténtico fracaso, cuando en otras épocas era a lo máxima a lo que aspirábamos.

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    2. ¡¡Quería decir Mágico Díaz!! Para bien o para mal, aquí no disfrutamos con el Mágico Gónzalez.

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    3. Gracias, Leopoldo. Ya seré menos, que con "mis" fórmulas nos hemos hundido sin remedio, y ni lo vi venir.

      Hay que reconocer sin embargo que las pretensiones empresariales de este Betis están por encima de esas. El equipo es séptimo en masa salarial (aunque se haya exagerado mucho con el "máximo presupuesto de la historia": casi todos lo tienen), y un 7º presupuesto no autoriza a "exigir" Europa como tanto rico nuevo hace, pero sí a quedar muy por encima del 13º puesto actual, que al fin y al cabo es balance del año. Hay que reconocer que el final de temporada ha sido muy decepcionante, aunque ciertamente la experiencia de los años vividos nos suavice al disgusto.

      Aquí seguiremos ;)
      JR

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  5. Veamos la parte positiva de quedar el 13. El año que viene, el entrenador no tendrá tanta presión por parte de la parte más "exigente". Si se queda octavo, siempre se puede decir que estamos mejorando respecto al año anterior. En cambio si este año quedásemos octavo, el año que viene habría que superarlo holgadamente a toda costa, provocando más inestabilidad en el banquillo(sea quien sea) y yo pienso que eso es malo. Sea el entranador que sea, y el estilo de juego, mientras más tiempo esté y más estabilidad tenga, mejor.(Salvo catástrofe y necesidad de revulsivo, claro) Se crecerá de manera más sólida.
    Del partido del Eibar. No es que sea la historia del Betis de este año, es que yo creo que históricamente es el típico partido del Betis. Juegas bien y pierdes. Las crónicas que he leído son muy injustas, resultadistas, nada de objetivas. Se puede criticar al entrenador y al equipo por la temporada, pero no por el partido de Eibar. Y evidentemente se han hecho crónicas muy subjetivas, en los que todo el mundo estaba suspenso, simplemente porque vemos el resultado 1-0 contra el Eibar. Puedo aceptar el que "con todos los equipos pierdes" por supuesto, y probablemente no sea casualidad, pero un partido decentemente jugado, hay que ser más objetivos.
    No me pude fijar muy bien, pero viendo la alineación, estaba claro que se jugaría con la variente Guardiola del 4-3-3. (Dos centrales, dos extremos claros, dos laterales claros.) Lo que me llamó la atención, es que Junior atacó alguna vez por fuera, pero eso valía, es más en cada jugada se pueden permutar perfectamente. Y está claro, que Junior puede ir más cómodo por fuera y por dentro que Francis o Mandi.
    Contra el Huesca se supone que no nos jugamos nada. Intentaré fijarme con más tranquilidad, aunque...en el fondo es difícil, siempre quiero que gane mi equipo, y siempre tengo nervios.
    Gracias como siempre al señor Lara por la entrada al blog. Aprendemos y seguiremos aprendiendo.

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    1. ¡Gracias a Vd.!

      De hecho uno de nuestros problemas este año ha sido que quedar 6º sabía a poco, y eso es un gran error a nivel psicológico. Y se está demostrando que "exigir" mucho solo sirve para amargarte la vida. "Aspiraciones máximas, expectativas razonables y necesidades mínimas", como le leí hace poco a nuestro Pascua Ibarrola, ese personaje.

      En efecto, Junior (es un poco nuestro Alaba) aparece hasta de punta, o sea, como el "delantero" de ese trío de jugadores del flanco. De hecho permutar posiciones (cambiarlas en cada jugada, incluso durante la jugada) es bueno y Guardiola lo planificó así en Múnich. Incluso no pasa nada si Junior sube como toda la vida; sin embargo si tu trío ahí es Mandi-Joaquín-Lo Celso hacer el lateral-interior creo que es una ventaja muy grande.

      Y sí: a mí lo de "jugar bien" en el sentido que lo usa Setién me parece algo subjetivo y por tanto inválido como argumento (aunque yo sea de su mismo gusto), pero en el sentido de crear más y mejores situaciones de gol que el rival sí me parece un argumento válido en una rueda de prensa, y esta vez Setién llevaba razón. Dicho esto: (1) a veces nuestro entrenador ha acudido a la primera acepción como excusa, y eso NO me sirve; (2) si consideras que has tenido frecuente "mala suerte" de cara al gol en una liga de 38 partidos es muy probable que tu problema sea otro: falta de calidad en las áreas, problemas tuyos de percepción de esa realidad, o una combinación de ambas cosas, pero tener mala suerte a largo plazo es muy raro.

      Saludos, M.A.
      JR

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