jueves, 23 de marzo de 2017

Betis - Osasuna: unas breves notas

Una vez visto en diferido (gracias, Baeticus Astigitanus) pocas conclusiones útiles se pueden sacar del (¿afortunadamente?) anodino Betis-Osasuna del pasado sábado, más allá del buen juego de algunos elementos como Sanabria (aunque no se lo valorase la crítica) o Rafa Navarro, y la escasa fe en la victoria de los navarros.

Sin embargo, en un partido que dio muchas oportunidades al Betis para ensayar el ataque posicional, sí hay un aspecto interesante de la ubicación de los jugadores del Betis que hemos comentado ya aquí alguna vez y que, a nuestro modesto entender, resulta mejorable. La alineación del sábado es probablemente una de las mejores posibles con la actual plantilla, y parece obvio que con esos jugadores es natural atacar desde algún tipo de 3-5-2; el problema es cómo situar a los tres hombres de dentro.

Como demostraremos en un artículo de próxima aparición una clave fundamental para un buen esquema posicional ofensivo es la separación de los jugadores atacantes entre sí. Si en el esquema resultan dos atacantes demasiado cercanos se facilita el trabajo defensivo, pues el rival puede bien ahorrarse un jugador en esa zona o, si elige conservar ahí igualdad numérica, amenazar con especial peligro la posesión.

El esquema hallado por Víctor se ajusta magníficamente a las características de casi todos sus jugadores: sus laterales son muy ofensivos, cuenta con dos centrales (diestro y zurdo) que son casi laterales, Rubén está acompañado arriba por otro delantero... A la hora de elegir la colocación de sus tres centrocampistas interiores el entrenador ha optado por respetar sus posiciones naturales (Pardo, Ceballos y Brasanac como mediocentro tipo pivote e interiores, respectivamente); pero ese 1 + 2 no los separa bien y provoca diversos problemas. La jugada (aunque muy exitosa) del 1-0 nos permite verlos.


Instantes previos al 1-0. Pezzella está fuera de plano.

El heatmap simultáneo de los dos interiores béticos (o sea, dónde tocaron el balón Brasanac y Ceballos) nos ayuda a generalizar el esquema a un promedio de los ataques béticos:

El Betis ataca hacia arriba. Fuente: Marca

Y de ambas informaciones y otros heatmaps podemos sacar un esquema significativo:


El problema fundamental es la posición de Pardo. Si se atrasa, como ocurre en la foto de la jugada del gol, se junta demasiado con Pezzella o incluso lo saca a efectos prácticos de la jugada, lo que provocará inferioridad numérica en otras zonas. Si Pardo se adelanta obliga a abrirse demasiado a Ceballos y Brasanac, como de hecho sucedió, lo que deja al equipo sin apenas juego interior (el porcentaje de ataques por dentro fue de un raquítico 12%); además, como se aprecia en la foto primera, los interiores abiertos empujan a los carrileros a jugar muy arriba, prácticamente de extremos, algo que no es malo en sí pero los obliga a un recorrido exagerado.

¿Cómo solucionar esto? Una simple corrección de la posición de esos tres hombres a 2+1, que de hecho sucede a veces espontáneamente, dejaría todo en su sitio, a costa simplemente de obligar a Brasanac a un juego un poco más de mediocentro y no tanto de interior ofensivo. A cambio, Ceballos quedaría en una posición letal.


Sería posible incluso volver al esquema de 1+2 en defensa estática, sin más que corregir levemente posiciones en la transición.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.


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