viernes, 5 de agosto de 2016

El otro Betis también gana

SPORTING CLUBE DE PORTUGAL (2): Rui Patricio; Schelotto, Adrien, Naldo Pereira, Zeegelaar; Carvalho, Paulista; Martins, Bryan Ruiz, Cesar; y Alan Ruiz. También jugaron Podense, Petrovic, Oliveira, Coates, Meli, Slimani, Palinha, Santos.
BETIS (3): Dani Giménez (Manu Herrera, m. 64); Bruno (José Carlos, m. 79), Mandi (Nahuel, m. 64), Pezzella; Cejudo, Petros, Durmisi (Álex Martínez, m. 59); Jonas Martin (Piccini, m. 59), Ceballos (Felipe, m. 46); Rubén Castro (Zozulya, m. 79) y Sanabria (Álex Alegría, m. 59).
Árbitro: Nuno Almeida (Portugal). Amonestó a Pezzella, Nahuel, Petros y Bruno. Goles: 1-0, m. 16: Alan Ruiz. 1-1, m. 26: Rubén Castro. 1-2, m. 28: Rubén Castro. 1-3, m. 58: Rubén Castro. 2-3,  m. 75: Slimani.
Incidencias: encuentro de la Copa Ibérica disputado en el estadio Algarve de Faro ante unos 10.000 espectadores. Hubo incidentes graves entre violentos de ambos clubes antes del partido.

Aprobó el nuevo Betis de Poyet un importante examen ante un equipo de fuste: el Sporting de Lisboa de jugadores como William Carvalho o Rui Patricio, jugadores protagonistas en la recientísima campeona de la Eurocopa.

El partido tuvo interesantísimas lecturas porque fue experimental y de una naturaleza completamente distinta a la vista hasta ahora en los anteriores partidos de pretemporada, en los que el Betis se enfrentó a equipos inferiores o similares a su presunto potencial. En este caso el rival (subcampeón de Portugal, clasificado para la Champions) se presumía superior, y además Poyet propuso un esquema totalmente nuevo, que puede ser muy útil para partidos –como el inaugural de Liga ante el Barça– en los que el rival tendrá previsiblemente posesiones largas y cuyos laterales suban mucho, haciendo sufrir a los extremos béticos; en esos casos es mejor acudir de inicio a la defensa de cinco, y enfrentarlos directamente a los carrileros propios, en este caso Cejudo y Durmisi.

Al renunciar a la vez a los extremos (Poyet metía un central más y quedaba con sólo dos hombres arriba) el Betis encontraba otra manera más de encajar a Rubén Castro junto a un delantero potente que lo apoye, en este caso Sanabria. Los resultados fueron excelentes: Sanabria tiene una muy interesante combinación de fuerza (por ejemplo para hacer de pivote ante balones largos) y velocidad, o sea, tiene mucha potencia, y ese tipo de jugador es perfecto para que Rubén saque lo mejor de sí: efectivamente, metió tres goles, lo que de camino disipa cualquier duda sobre su estado y sobre la valoración que Poyet pueda hacer de él; si no tenía las ideas claras al respecto, ya debe de tenerlas. Sin embargo Poyet habrá aún de devanarse los sesos en busca de mejor solución para poner arriba juntos a Sanabria y Rubén, porque este esquema no parece más que un recurso incidental: consideremos que en plantilla hay hoy sólo cuatro centrales, y ello contando al canterano (y prometedor) José Carlos; ninguno de los demás jugadores parece adaptable al puesto.

Ante el 4-2-3-1 luso el Betis, con bastante pinta ya de titular, quedó con un esquema muy similar al de Italia ante España en la Euro (3-3-2-2 en ataque y 5-3-2 en defensa), con Petros de pivote por dentrás de dos interiores, y dos puntas móviles.


El primer cuarto de hora, de fuerte presión portuguesa, evidenciaría problemas que impedirían al equipo aplicar el juego posicional y de largas posesiones que pretende implantar: los jugadores extrañaron el nuevo esquema (el Betis llevaba años sin jugar con defensa impar), y la posición de Petros, demasiado cerca de Mandi en la salida de balón (si se juega con tres atrás es mejor poner dos por dentro en la siguiente línea para maximizar distancias y montar buenos triángulos), provocó pérdidas y demasiados pelotazos en largo, que al menos sí encontraron espacios por lo estiradas de las líneas portuguesas. Además se apreciaron otros dos problemas concretos en defensa posicional:

- Rubén y Sanabria se descolgaban totalmente arriba con los dos centrales cuando la jugada del Sporting los superaba, dejando al mediocampo bético en peligrosa inferioridad.
- A consecuencia de ello, y de las malas basculaciones laterales de los tres mediocampistas (importantísimas en este esquema), las parejas lateral+extremo de los portugueses no eran bien defendidas; el Betis sufrió por los costados, y así llegó el gol.

A partir de ahí la presión sportinguista cedió algo, el Betis se rehízo y el partido entró en una singular dinámica propia de dos equipos fuertes físicamente y que pretenden (ambos) presionar arriba: ritmo alto, juego trabado, posesiones breves, agresividad y verticalidad tras el robo. Era un estilo más merinesco que el visto en el Betis hasta ahora, pero hay que saber manejarlo cuando te plantan cara y ahí, tan mentalizado o más como la temporada pasada (un entrenador uruguayo ayuda) mostró también progreso respecto al año pasado, por varias razones:
- El equipo elige bien dónde y cuándo presionar, y lo hace con las líneas juntas: cuando van los de arriba, van todos. Si la presión sale mal, se hace falta siempre.
- Cuando toca replegar el equipo recupera rápido posiciones y sigue estando junto: a ello ayuda una actitud solidaria y un estado físico aparentemente bueno.
- El equipo tiene plan de juego. Incluso cuando se ve forzado al juego largo es tras atraer a los rivales para separarles las líneas, y (al menos ayer) con gente arriba que pueda recibir.
- Con dos buenos delanteros arriba hay pegada.
- El equipo, en fin, tiene más calidad individual.

Los tres goles de Rubén, alguno excelente, llegaron tras robos de los interiores y un balón largo. Los de Alvalade, pese al gol a balón parado, apenas volvieron a asustar ante un Betis que supo cerrarse en la altura justa cuando lo requirió la situación. Tras unos primeros cambios que no alteraron el esquema, el equipo acabó en un 4-1-4-1 en el que el debutante Zozulya y Nahuel eran extremos, el comodín Cejudo y Gutiérrez interiores y Pezzella y José Carlos centrales.


Entre las noticias, casi todas buenas, que deja el partido, anotaremos:
- Durmisi mostró sus carencias defensivas en el primer cuarto de hora, pero tiene una rapidez brutal en la conducción y muy bien pie (véase el inicio de la jugada del 1-3). Lo primero se arregla (es joven); lo segundo y tercero se tiene o no se tiene.
- Ceballos tiene un contexto perfecto para triunfar y empieza a dar señales de que va a hacerlo.
- El equipo muestra una personalidad alternativa al jogo bonito de días anteriores que es muy interesante en lo competitivo: tiene diferentes registros.
- El equipo parece manejar conceptos ofensivos y defensivos (temporización de la salida de balón y de la presión, ubicación posicional en ataque, salida a la contra o retención de balón...) con mucho más sentido que la temporada pasada.


Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

7 comentarios:

  1. Baeticus Astigitanus6 de agosto de 2016, 13:43

    Me gustó que Rubén y Sanabria se entendieron bien, y no sólo en los goles (ver minutos 3 y 6 de partido). Y me inquietó la inconsistencia defensiva de Durmisi y Mandi; me consolé pensando que era falta de adaptación a un sistema nuevo, porque técnica tienen ambos.

    Creo que tu crónica es demasiado optimista, pero, como siempre, ha sido un placer leerla.

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  2. Tal vez me dejo llevar por cierto entusiasmo, pero la verdad es que veo cosas muy esperanzadoras en esta mezcla de equipo áspero en el juego dividido y al tiempo sedoso con balón.

    Durmisi tiene condiciones. Creo que con 22 años estas cosas se pueden solucionar si es medio listo. Le veo mucha proyección. A Mandi le he notado detalles más preocupantes, de cintura dura; un amigo me lo ha comparado con Melli, y algo de razón lleva...

    Gracias y saludos

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  3. Me autocomento para decir que, pese a no haberlo visto, el partido de ayer da para alguna conclusión. Sobre todo, que Poyet parece estar asumiendo que necesita encontrar un esquema para jugar con cuatro defensas y dos delanteros. Ayer lo hizo con Adán; Rafa Navarro, Pezzella, Mandi, Álex Martínez; Joaquín, Jonas Martin, Fabián, Felipe; Sanabria y Álex Alegría. De lo leído se intuye que ni Sanabria ni Joaquín jugaron pegados a una banda, así que la cosa suena a rombo en el mediocampo. Veremos.
    JR

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  4. Una derrota en pretemporada siempre viene bien que después llegamos a la liga de sobrados y nos dan de palos a las primeras de cambio.
    No he leído ninguna crónica del partido (si cuando ganaba ele quipo de POyet siempre le lanzaban un par de pullas o tres, no quiero ni pensar cómo son las crónicas con un 3-0 seguro que ponen al equipo de mitad de la tabla de 2ª división), los comentarios en twitter donde la inmensa mayoría no vió el partido sino que comentan por el resultados tampoco les voy a dar mucho valor.
    Una lástima porque me hubiese gustado ver el partido, soy de los que opinan que de las derrotas se aprenden más que de las victorias

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    1. A mí me tranquiliza levemente que el Betis tuvo ocasiones y que los tres goles del Montpellier fueron un poco especiales (penaltito, golazo de tiro lejano y cantada). En todo caso estamos en pretemporada. El Liverpool goleó el otro día al Barça y ayer los golearon a ellos.

      Un saludo, Pearl.
      JR

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  5. Rubén dejó claro al entrenador (y de paso a mí también, un año más, con mis dudas por su edad) que a falta del delantero crack que iba a venir y no ha venido, es titular indiscutible.
    También le/nos ha dejado claro que como mejor rendimiento se le puede sacar no es con dos extremos y él sólo de referencia arriba, sino compartiendo ataque y poco desgaste defensivo con otro punta, que debe ser Sanabria después de lo visto.
    Aclarado esto, sólo nos falta decidir qué otro delantero va a acompañar a éstos en el esquema 4-3-3 propuesto por Poyet, que reúna condiciones para apoyar el ataque y "comerse el marrón" del repliegue defensivo por banda para que el equipo pueda cerrarse en 4-4-2 sin desgastar demasiado a los puntas. Con la necesidad de esta doble función, tenemos que descartar a Alex Alegría y a Joaquín, por lo que lo lógico sería colocar a uno de los dos extremos, Nahuel o Musonda.

    En mi opinión, sin embargo, y a no ser que alguno de los dos aumente su nivel y metan algún gol más de vez en cuando, Zozulya, a falta de comprobar aún su rendimiento, sería el candidato ideal por su capacidad de trabajo y sentido táctico, moverse bien en banda, tener más gol (en teoría) que los dos extremos mencionados y porque -muy importante- puede apoyar al equipo en el juego aéreo, que tanta falta hace, en ataque y en defensa.
    Con este esquema táctico, el centro del campo lo ocuparían el pivote defensivo que va a venir y los dos interiores por delante: uno tiene plaza segura, Jonas, y el otro lo disputarían, en principio, Felipe G. y Ceballos.

    Llegados a este punto, y comprobado que Ceballos parece que va a más y que el chileno tiene pinta de aportar mucho al equipo, tanto por su juego de toque como por su trabajo defensivo, sería interesante encontrar (y probar) alguna solución táctica en la que puedan entrar los tres en medio campo sin anclar ninguno a las bandas y sin renunciar a los dos puntas, Rubén y Sanabria como eje ofensivo.

    Una solución es el ensayado 3-5-2 que a mí particularmente me gusta (en España, no sé porqué, causa pánico entre los entrenadores desde que pasó la moda-Toschack). Lo encuentro muy apropiado siempre que los laterales se prolonguen bien en ataque y se cuente con centrales rápidos y que sepan jugar el balón. En el Betis actual faltaría el central por la izquierda que se adapte bien a esta fórmula ( ahora se está buscando uno). Otra posibilidad podría salir de una disposición en 4-4-2, similar a la del At. Madrid que ganó la Liga, renunciando al tercer punta (Nahuet, Musonda, Zozulya), con los laterales como extremos funcionales (tal como está haciendo Poyet) y dos interiores de apoyo a éstos con capacidad de despliegue, como lo serían Jonas por derecha y Felipe G. por izquierda. Ceballos se ubicaría en el centro, por delante del pivote. Así, como se suele decir, “juntamos a todos los buenos", salvo que tu magisterio, Juan Ramón, me diga que es un disparate. ;)

    Perdón por la extensión, y un último apunte: Apuesto a que Cejudo le termina quitando el puesto a Picchini, lo cual no sería una buena noticia.

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  6. Muy interesante la forma de plantearlo. Efectivamente, entiendo que las dudas están exactamente en ese punto. Yo, por una vez, las resumiría al modo básico: empezando por la alineación, o sea, como dices, poner a los once mejores y luego colocarlos. Para (digamos) el tercer partido parecen fijos: Adán, un lateral de entre Piccini y Cejudo, dos centrales de entre Mandi, Pezzella y Bruno, Durmisi, el mediocentro que venga, Ceballos, Jonas, Rubén y Sanabria (que creo que van a hacer una muy buena pareja). De la elección del decimoprimer hombre dependerá el esquema, que vienen a ser los que dices muy acertadamente: si extremo, quedaría un 4-3-3/4-4-2 en ataque defensa; si un interior, el 4-4-2 en rombo, aunque yo pondría a Jonas por dentro para hacer el doble pivote, por cuestiones defensivas. Si central, 3-5-2.

    Yo planteé el primero como más probable porque Poyet ha insistido mucho en jugar extremos rápidos y porque nadie juega con tres centrales atrás (como dices, parece que hubiera alergia, aunque lo raro de verlo es hoy una ventaja), y menos el Betis que tiene sólo tres más un canterano en plantilla. Por eso pensé en el 443/442 como prioridad. Pero si fichan un central más (Torrecilla lo ha dicho esta mañana) tal vez es que piensen en ello. Carrileros adecuados hay.

    Una cuarta posibilidad es que (como Merino el año pasado, y como al final del partido del Everton) se acabe haciendo una cosa amorfa con Joaquín o Musonda en un lado y Ceballos en el otro pero sin asumir los roles en ataque. Espero que en ese caso Rubén acabe cayendo a la izquierda más o menos conscientemente y las cosas se encajen en un 433/442 como debe ser, con sus roles asimétricos, aunque sea semivoluntariamente.

    Felipe será una buena alternativa, pero a Zozulya no lo veo por Nahuel o Musonda, la verdad. Más bien parece un suplente para jugar con dos arriba. Veremos.

    Se agradece el nivel de los comentarios. Acabo de escuchar los que leen en la SER y es para echarse a llorar. Un cordial saludo, Eduardo.
    JR

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