sábado, 9 de junio de 2012

Balance de la temporada y planificación: la portería

Es momento de hacer recuento de efectivos de la plantilla y valorar su desempeño en la temporada recién acabada. Los haremos en una serie de entradas, cada una dedicada a una línea, y que comienzamos hoy por la portería.

La secretaría técnica bética tiene que tomar aquí y en otros muchos puestos decisiones de cierta dificultad, porque el igualado rendimiento de los jugadores –mucho aprobado, pocos suspensos, pero también pocos notables y sobresalientes– dificulta la elección. Por demás, se trata ahora de planificar el futuro y no de hacer justicia con el pasado, de manera que en ciertas líneas convendrá prescindir de hombres que han cumplido honrada y decorosamente con su profesión.

Fabricio
Predestinado por Mel y Stosic a ser el titular del equipo, una inoportuna lesión y las buenas actuaciones de Casto lo relegaron a la suplencia durante la primera media temporada. Moderadamente alto (1,84 m.), de maneras bastante ortodoxas y poco espectaculares, ha mostrado como virtudes singulares la valentía –en especial en los balones cruzados– y una gran intuición en los remates desde muy cerca. En los tiros lejanos no ha dado sensación plena de seguridad, pero en general ha demostrado ser fiable y una buena apuesta de los técnicos, pues su curriculum no era muy vistoso. Tiene un buen futuro por delante y seguirá en el club.

Casto
Sus características las conocemos ya de otras temporadas: portero relativamente bajo (1,79 m.), su gran baza es la potencia de piernas, que le da rapidez de desplazamiento lateral y mucho salto, y por ello es muy vistoso para el público. Ha continuado su progresión, y ahora es más fiable en general –comete menos errores–, y en particular en las salidas por alto. Mel tuvo la honradez de mantenerlo en el puesto durante la mala racha del equipo pese a la presión del entorno (empeñado en imponer a Fabricio sin conocerlo apenas) y en la certeza de que los problemas del equipo no venían de atrás, y menos aún de Casto. Sus actuaciones fueron más veces aceptables que brillantes, y finalmente Mel dio una oportunidad a Fabricio, que demostró un nivel más alto. Tras progresar mucho en los últimos dos años, se ha consolidado como portero de Primera y por ello ganado la continuidad: es el modelo de jugador de la casa, poco conflictivo cuando es suplente y buen profesional, y sólo merece la pena prescindir de él si es para que lo sustituya alguien claramente mejor.

Goitia
Apenas apareció para salvar los muebles el día que el equipo alcanzó el liderato. Aceptó con buen talante su cuasiostracismo, pero ha sido adelantado por Casto, trae malos pensamientos a la afición y, en resumen, no cumple ya ningún papel en la plantilla. Con toda probabilidad saldrá, aunque no será fácil hallar un equipo que pague su ficha.

En conclusión, en principio serán Fabricio y Casto los porteros de la próxima temporada, con el titular del filial como opción de reserva. Sin embargo es este un puesto que, por su importancia capital, merece ser muy bien cubierto, de manera que la secretaría habrá de vigilar la progresión de Fabricio (en edad todavía de mejorar mucho) y plantearse una inversión a medio plazo si este ya hubiese alcanzado su techo.


Como siempre (o más aún que siempre) los comentarios serán bienvenidos.

7 comentarios:

  1. Fabricio-"En los tiros lejanos no ha dado sensación plena de seguridad". Y en los no tan lejanos, ya que en las paradas laterales o no se ha quedado con el balón atrapado o no lo ha despejado por la línea de fondo. En demasiadas ocasiones se le ha visto despejar balones hacia el pico del área pequeña, algo imperdonable para un portero de primera(esto también lo hacía Pumpido, no?). Creo que por Abril dije de él que tenía mucha habilidad para ocultar su errores y que no nos haría ganar ni un punto, y ahora rectifico en parte pues en contadas (y muy escasas) ocasiones ha cubierto partidos sin errores y salvando puntos. Si no mejora lo visto hasta ahora, el verano que viene habrá que pagar por un portero de garantías.
    Casto- Aunque ha mejorado algo y ha sido el más perjudicado por las verbenas defensivas de la primera vuelta, creo que sigue sin dar el nivel, y si se encuentra algo interesante en el mercado debería venir en su lugar.
    Goitia- ¿Ese quién es?
    Palmeraverde
    P.D. Muy buena la reseña a las presiones del entorno en el tema de la portería. Muy acertado recordarlas. A ver si algún día Florencio Ordóñez da los nombres y apellidos del manoseado entorno al que tanto alude, que yo mientras tanto no me creeré que exista.

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que Fabricio tiene condiciones y que puede aún pulir defectos, porque por edad (cumple 25 este verano) y en su puesto sus mejores años deben de estar aún por llegar. Casto difícilmente progresará mucho más, así que será nada más que un aceptable suplente. Y un buen o un mal portero te hace recibir diez goles más o menos en una temporada, así que yo tendría la caña de pescar preparada, aunque sin urgencias. Lo del entorno no lo dije muy en plan hermético: había una especie de ambiente general contra Casto que se basaba... en que el equipo perdía 1-0 sin culpa suya.

    Un saludo, Palmeraverde

    ResponderEliminar
  3. Por cierto, yo, que juego de portero, suelo hacerme una opinión rápida de los que veo, pero Fabricio me tiene un poco intrigado. Tras veinte partidos... aún necesito verlo más.

    ResponderEliminar
  4. Hola,
    creo que con Casto se fue bastante injusto durante parte de la temporada, no llegué nunca a comprender los resquemores contra él, probablemente porque no conozco los entresijos de la extraña afición bética. Como aficionado poco forofo, me sorprendían ciertos comentarios en foros, muy malintencionados, muy poco anclados en la realidad de entonces, cuando Casto cuajaba grandes actuaciones que de hecho salvaron puntos. Pero claro, le tenían tomada la matrícula y en cuanto falló más de la cuenta le crucificaron. Y llegó Fabricio, que efectivamente no sabemos si es bueno o malo, así que probablemente será regular. Lo de Goitia es curioso, defenestrado por la afición, es uno de los capitanes y me da la impresión de que es un tipo serio que hace vestuario. Independientemente de lo que gane, que me alegro por él, no es un baremos para medir la calidad, si no miren Altintop.
    Creo que los tres deberían ser transferibles, pero que si se quedan Casto y Fabricio pues tampoco pasa nada, por ahora. Lo que debemos intentar es juzgar a los jugadores por sus actuaciones, no nuestras expectativas o por extraños baremos de tanto gana, es canterano, etc...
    Resumiendo, a Casto y a Fabricio le doy un bien, a Goitia no le pongo nota, pero aprecio su teórica aportación a crear equipo.
    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Nunca entenderé lo de Goitia. Es buen portero, no me cabe la menor duda, pero es que después de aquel partido ante el Elche se le crucifico.

    ResponderEliminar
  6. Estoy muy de acuerdo con casi todo lo que dices, Lobo, con una posible excepción. Efectivamente el futbolero rara vez es objetivo y sí suele proyectar prejuicios sobre los jugadores, y más aún sobre los porteros. Desde mi punto de vista Casto se ha merecido con su trabajo revisar esos prejuicios, pero había ganas de echarle culpas, y muchas más de ver a Fabricio, más por novelería que por otra cosa. Las mafias futboleras suelen aprovechar esta funesta tendencia del aficionado de desear quince bajas y altas cada verano para jugar al Monopoly con los jugadore y sus agentes (y me llevo una). Y conste que nada tengo contra Fabricio, al que aún considero (consideramos, veo) un melón por calar.

    El caso Goitia es igualmente extraño, aunque reconozco ser uno de los que lo crucificó por lo del Elche, como menciona Felipe: y es que fue fue cosa de actitud. Olvidado eso, el caso es que provoca en el aficionado unas sensaciones muy dañinas, sin que él tenga demasiada culpa: no lo tengo por peor portero que Casto o Fabricio, ni mucho menos, y ha sido honesto.

    Otro asunto es si hemos de juzgar a los jugadores por sueldo o por ser canterano: yo me tomé como tarea en este blog juzgar sólo lo que se ve en el campo; pero no me parecen asuntos de importancia menor, el segundo por razones obvias y el primero por otras que tienen que ver con la estabilidad de un vestuario y con el (poco, mucho o ningún) sentido que tiene que 40.000 personas nos dediquemos a ver a unos tíos pegarle patadas a un balón en lugar de hacerlo nosotros personalmente.

    Saludos a ambos

    ResponderEliminar