viernes, 1 de diciembre de 2017

Betis 3 - Cádiz 5: breves notas

Dado que no nos extendimos en el análisis del partido de ida de esta eliminatoria de Copa, no tendremos el masoquismo de hacerlo sobre el esperpéntico partido de vuelta de anoche, que ha regalado a la afición del Cádiz una noche histórica, como poco antes hizo el Betis de Setién con las de Eibar o Valencia. 

Sí hay que detenerse en el gravísimo problema defensivo que tiene este Betis y que aquí venimos anunciando desde los buenos tiempos en que la delantera los compensaba. Como hemos explicado ya varias veces un momento clave del juego de posición es la presión postpérdida, y al ser un movimiento colectivo y arriesgado es muy necesario (no fácil, ojo) tener claros los triggers que la hacen saltar, o sea, cuándo ir arriba y cuándo, en cambio, replegar y juntar líneas permitiendo al rival iniciar un ataque posicional.

El peor problema de este Betis es justamente los intentos de presión a destiempo, que ya explicábamos tras aquel partido ante la Real: como sucediera al Betis de Poyet hace un año el equipo se empeña en adelantar la defensa y recuperar el balón en campo contrario en momentos que no lo hacen recomendable, dando lugar a situaciones como esta, que desembocó en el 2-4:


Si imaginamos a los dos jugadores del Cádiz (central y lateral izquierdo) que se salen de plano por la derecha, sumaremos que el poseedor del balón tiene cuando menos seis opciones fáciles de pase. En una situación así solo cabe recular y juntar líneas; sin embargo la defensa bética se adelanta, producto de un intento de presión infructuoso y a destiempo (vean la posición del delantero centro del Betis).

En realidad este tipo de decisiones –cuándo adelantar o hacer recular la línea de fuera de juego, cuándo presionar o replegar– son una elección constante del juego defensivo de cualquier equipo, no solo de los que juegan en el estilo del Betis. En ese sentido tiene razón Setién cuando dice que la fragilidad defensiva del equipo no es un problema de estilo de juego: pocos goles ha recibido el equipo por los riesgos clásicos del fútbol de posición (pérdidas en la salida, o por atacar muy metido en campo rival y con demasiados hombres por delante del balón) y muchos por mala temporización de la presión, mala defensa posicional o a balón parado, asuntos que no se van a solucionar por jugar con otro estilo. Sí es cierto que en función del estilo se priorizaron defensas técnicos antes que físicos y expeditivos (Mandi en lugar de Pezzella, por ejemplo), pero eso tiene ya poco remedio y tampoco se solucionará cambiando ahora de modo de jugar. 

Las únicas buenas noticias del partido fueron los buenos partidos de Tello, claro merecedor de la titularidad, y de Boudebouz, dimisionario en defensa pero de espectacular calidad en ataque. A cambio, jugadores como Navarro se señalaron irreversiblemente.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

2 comentarios:

  1. Baeticus Astigitanus2 de diciembre de 2017, 15:43

    Hola.

    Tras leer tu análisis colijo pues que la afición tiene razón: el responsable del problema es el entrenador que o no sabe o no puede hacer entender al grupo los conceptos defensivos.

    Y la pregunta es: ¿Y qué hacer? Porque, por lo que se ve, esto no es cuestión de entrenarlo en un semana y el míster ya ha dicho que no va a poner el autobús delante de la portería. A mí me gusta el juego de posición, pero me da la impresión que con los jugadores que hay (rápidos como Sergio León y Tello, y con buenos asistentes como Guardado y Boudebouz) se sacarían muchos puntos jugando al contraataque.

    Por otra parte, hay cosas que no termino de entender, como los despistes repetitivos de Mandi a balón parado, el mal papel de Rafa Navarro cuando la temporada pasada fue uno de los mejores o la baja forma de Guardado y Javi García.

    Por mucho que me duela creo que si la cosa sigue igual en Las Palmas le daría la boleta a Setién y pondría, por ejemplo, a Alexis, pues ya que subir a J. J. Romero sería quizás crear dos problemas para intentar solucionar uno.

    Saludos...

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    1. Evidentemente cuando hablamos de un problema defensivo y de este calibre no se le puede echar la culpa a los jugadores. No serán grandes defensores (por otra parte los eligieron ellos, y menos mal que vino Javi García), pero el problema va mucho más allá de la calidad individual.

      Me parece que no hay más truco que el trabajo. Estas coordinaciones colectivas no creo que haya más forma de aprenderlas que repetir y repetir. Llevan tiempo, cierto. Pues que trabajen más para acortarlo. También, claro, hay algo de concentración, pero eso que lo lleven al psicólogo.

      Cierto que Guardado, especialmente, ha bajado bastante. Yo no creo en los estados de forma planificados (eso de que para llegar bien al Mundial hay que aflojar ahora), pero puede que él sí. Navarro sospecho que el año pasado jugó al 120% y este está al 80%, y la diferencia es abismal. En todo caso no me parece que haya sido de los mejores. Da para relleno de plantilla, pero no en este espantoso estado, claro.

      Yo creo que hay que tener paciencia. En lo que respecta a puros puntos estamos muchísimo mejor que todos los años anteriores. Si no hay más humillaciones creo que es cuestión de paciencia, sinceramente.

      Un saludo
      JR

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