LEVANTE (0): Mariño; Pedro López, Medjani, David Navarro, Juanfran; Lerma (Morales, minuto 77), Simão Mate (Deyverson, minuto 84), Camarasa (José Mari, minuto 76), Verdú; Víctor Casadesús y Rossi.
Gol: 1-0, minuto 81: Rubén Castro.
Árbitro: Prieto Iglesias, navarro. Amarillas para N'Diaye, Musonda, Bruno, Pedro López, Juanfran, Morales y Cejudo.
Excelentes condiciones para el fútbol en el Villamarín ante 37.000 espectadores exigentes que sólo apoyaron mayoritariamente al equipo a partir del 1-0.
El Betis salvó anoche prácticamente su permanencia, mérito por el que habrá que reconocer debidamente a Merino, que logró inocular su carácter y su beticismo a la plantilla para dejar ese objetivo muy al alcance de la mano. Dicho esto, hay que analizar el mal partido de anoche –espantoso en lo ofensivo–, en el que el Betis fue inferior a un limitadísimo Levante, colista destacado de la categoría y ya prácticamente descendido. No es novedad ganar partidos así: si Michael Caley le dedicara atención en sus estadísticas de oportunidades de gol probablemente el colista destacado, este virtual, sería el Betis.
Minutos 1 al 78
Los levantinistas, escasos de fe a estas alturas, presentaron un equipo muy suyo, veteranísimo: ahí estaban David Navarro (a punto de cumplir 36 años), Verdú (muy cerca de los 33) y, sobre todo, Juanfran, que en verano alcanzará la cuarentena. Los valencianos jugaron como sabe y debe hacerlo un equipo así: muy juntos –para disimular con ayudas la falta de velocidad para el uno contra uno–, más bien metidos atrás que arriba, cerradísimos por dentro –a cambio de dejar grandes pasillos por las bandas– y tratando de cuidar en lo posible la posesión. Con dos delanteros, defendían en 4-4-2 pero sus mediocentros se escalonaban en ataque: Simão Mate quedaba como el más posicional –levemente echado a la derecha: sutil error– y Camarasa se situaba algo por delante; Verdú, como falso extremo –la única posición que cabe en este sistema para un jugador así, y que reclamamos para él mil veces en este blog la ominosa temporada de los 25 puntos–, tenía libertad en ataque para meterse por dentro, y Casadesús aprovechaba para caer al extremo izquierdo.
Merino recuperaba a Bruno, Joaquín y Molina para montar una vez más un 4-4-2 con dos delanteros (imprescindible en un equipo con tan poca llegada al área rival) y con dos extremos puros (¿por qué?). Tal alineación, con Montoya a pie cambiado –lo que estrecha el campo útil– y unos Pezzella y Bruno –a pie cambiado también– incapaces de sacar la pelota en conducción, hacía adivinar problemas en la salida de balón. Pero mucho peor fue la falta de elaboración de juego en el segundo escalón; el Betis repetía el esquema ofensivo aquí tantas veces visto bajo Merino: con N'Diaye muy cerca de los centrales, sólo Ceballos la pedía por dentro, además con tendencia a buscar la zona cómoda a los costados de sus propios centrales, de modo que el equipo quedaba organizado en una especie de inmenso círculo sin apenas jugadores que la pidieran en zonas de interior, más que el volante canterano y, esporádicamente, alguno de los cuatro de arriba. Si la idea era que estos (los dos delanteros y los dos extremos) hicieran uso de esos espacios y alborotasen así el sistema defensivo rival, ni los aprovecharon con la frecuencia debida ni es esa la mejor posición para, por ejemplo, Musonda (tal vez el que más apareció por ahí), más dotado para el uno contra uno que para el toque colectivo. Como efecto secundario, tampoco había segunda línea para recoger rechaces en segundas jugadas.
Además de este problema posicional el Betis de Merino tiene otros dos
graves. El primero es que carece de plan de juego: ni juega a taparse y
contragolpear; ni intenta un juego de posesión y contrapresión estilo
Barcelona (pierde pronto la pelota, por lo que cuando presiona sus
jugadores están muy lejos del balón, y por tanto llegan tarde y mal); ni
tiene equipo para intentar un juego físico de ritmo alto y segunda
jugada, a la bilbaína; ni tan siquiera sabe, al menos, estudiar al rival
para obligarlo a jugar a contraestilo, algo que Mel y Ríos hacían con
diligencia. El segundo es que carece de los más elementales mecanismos
colectivos de ataque, no ya para jugar como un equipo de Guardiola, sino
para al menos dar un cierto sentido de equipo al juego; nadie la pide
por dentro, nadie la pasa a uno o dos toques, ni siquiera hay ya
movilidad ofensiva; y por tanto el espantoso juego se reduce a pelotazos
largos y conducciones en posiciones completamente absurdas, como los
intentos de regate de N'Diaye en zonas de mediocentro (con un rival
encima) o de Ceballos a cincuenta metros de la puerta rival y con once
rivales por delante, propios, sí, de juveniles.
Incapaz pues, un partido más, de progresar por dentro (reparto de ataques por izquierda, centro y derecha: 46,6%, 12,5%, 40,9%) la presencia ayer de dos delanteros y las autopistas que dejaba el Levante por los costados, especialmente por el de Verdú, dieron al Betis cuando menos un modo de tratar de llegar a puerta: sacar el balón por banda y colgarlo al área. Los centrales levantinistas dominaban sin embargo el juego aéreo.
Incapaz pues, un partido más, de progresar por dentro (reparto de ataques por izquierda, centro y derecha: 46,6%, 12,5%, 40,9%) la presencia ayer de dos delanteros y las autopistas que dejaba el Levante por los costados, especialmente por el de Verdú, dieron al Betis cuando menos un modo de tratar de llegar a puerta: sacar el balón por banda y colgarlo al área. Los centrales levantinistas dominaban sin embargo el juego aéreo.
Heatmap del Betis en la primera parte.
Sentido de ataque: de izquierda a derecha.
En defensa el Betis pasaba relativamente pocos apuros, aunque fuese a base de un enorme desgaste físico en hombres como Musonda o Ceballos y aunque llegasen, con cuentagotas, ocasiones levantinistas. Verdú, curiosamente apenas encimado por sus excompañeros (como si no conocieran su buen pase y su absoluta incapacidad para irse por piernas de nadie), daba cierta fluidez –pero también lentitud– al juego visitante, y la movilidad de Rossi y Casadesús encontró algunas fisuras por las que llegar a Adán.
El paso de los minutos desorganiza al Betis, partido por la mitad y ansioso por llegar al gol. Merino poco soluciona: permuta extremos al descanso (algo que favorece a un Joaquín que mejora a pie cambiado porque ha perdido velocidad), cambia cromos arriba (Ricky, tras seis partidos sin ser siquiera convocado (¡?), entraba por Molina) y luego, forzado por lesión de Molinero, da un cariz más ofensivo a la banda derecha con Cejudo.
Minuto 78 al final
Nos gustaría pensar que la entrada de Portillo fue una solución de Merino para mejorar el juego interior, pero el detalle de que el malagueño ocupase la misma zona que Ceballos (casi siempre a la izquierda de N'Diaye a esas alturas) nos hace pensar más bien que tiró de lo que pudo; es el caso que de inmediato el Betis canta bingo tras una arrancada de Cejudo y un balón más a la olla que, afortunadamente, cayó en la cabeza adecuada.
Rubi, tarde, mete en el campo lo que no quiso antes (Deyverson, por ejemplo). A partir de ahí el Betis se dedica al bilardismo: nervios, pelotazos sin sentido, cruces a muerte, recogepelotas que no devuelven el balón, y objetivo cumplido.
Jugador por jugador
Adán: Pocas intervenciones comprometidas, pero bien resueltas.
Molinero: Cumplió, pero debió aprovechar mejor que casi nunca tenía rival delante, ni en defensa ni en ataque.
Pezzella: Muy bien en defensa –suele ganar los cruces incluso cuando llega tarde–, sólo aceptable con balón.
Bruno: Dejó ver ciertos nervios pero ganó los duelos.
Montoya: Es muy buen lateral, y por ello cumple incluso a pie cambiado, aunque ahí busque demasiado zonas interiores.
Joaquín: No está para noventa minutos. Demasiado cómodo.
N'Diaye: A su despliegue físico suma muy buena colocación defensiva, con muchas ayudas y relevos, aunque como futbolista africano seguirá siendo víctima de prejuicios en este sentido. En ataque es víctima también, pero del caos ofensivo provocado por Merino.
Ceballos: Al igual que N'Diaye, la absoluta desorganización ofensiva del equipo –a la que él contribuye, dicho sea de paso– impide que saque provecho de sus condiciones para el puesto. Correr corre, y mucho.
Musonda: Gran partido, aunque luciera poco. También corrió hasta la extenuación.
Molina: Lentísimo, quedará siempre la duda de si su temporada habría sido mejor con cuatro partidos seguidos para coger la forma. Nunca llegó al remate.
Rubén Castro: De él está ya casi todo dicho. Tal vez el peor pecado de Macià haya sido no contratar a nadie que pueda sustituirlo: si se hubiese resfriado o los juzgados españoles fuesen más diligentes tal vez el Betis estaría ahora descendido.
Ricky van Wolfswinkel: No mejoró a Molina, y no era difícil.
Cejudo: Su determinación y potencia le permitieron aprovechar un agujero del sistema rival. Por ahí llegó el gol.
Portillo: Hizo poco, pero bien.
Merino: Su admirable entrega y su beticismo han dado al equipo su única virtud actual: la entrega. Con ella más Adán y Rubén Castro se va a lograr la permanencia. Desgraciadamente, y lamentamos decirlo, no parece tácticamente capacitado para dirigir a un equipo de este nivel.
El detalle
Pases de Verdú durante el partido de ayer. Sentido del juego: de abajo arriba.
Verde: exitosos. Rojo: fallados. Amarillo: pases para remate. Fuente: Marca.
Los comentarios son siempre bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.
La verdad es que el estudio practicado al partido de ayer, JR, por tu parte es magnífico. Felicidades por ello. Algunos detalles a considerar, humildemente, por mi parte.
ResponderEliminar1. Dices que los espectadores que estuvimos ayer en el Villamarín fuimos muy exigentes, y que sólo se apoyó con fuerza a partir del gol. Es cierto. Pero es que como tú mismo señalas posteriormente, el juego del Real Betis fue, es, está siendo espantoso en todos sus aspectos. Es triste comprobar cómo cualquier equipo de cierto nivel (tercera división, por ejemplo) tiene un plan de juego básico, un saber hacer mínimo. Es durísimo ver a nuestro equipo cometer errores (como bien señalas) no practican ya ni los juveniles en cualquier categoría. Es ya hastío, hartazgo por asistir, como atinadamente algún periodista tilda hoy, al día de la marmota.
2. Merino. Totalmente de acuerdo con tu perspectiva. Beticismo, fuerza. Pero nada más. Máximo agradecimiento por su trabajo. Ahora bien, como he apuntado ya en ocasiones anteriores, pienso que hay que buscar otra cosa.
3. Maciá. Respeto máximo, pero no entiendo a quien lo defiende (sin entrar en consideraciones internas, que desconozco). No podemos apoyarnos en que el objetivo se ha cumplido. ¿Cómo se ha cumplido el objetivo? Dices una enorme verdad, JR, en tu análisis cuando apuntas que el Real Betis está en primera porque Castro no se ha resfriado y porque los jueces españoles son escasamente diligentes... ¿Qué hubiera ocurrido si una sentencia desfavorable a sus intereses se hubiera producido en enero? (En este punto deseo fervientemente que el mejor delantero de la historia del Real Betis en sus más de cien años de historia tenga suerte y todo quede en mal recuerdo, porque así las pruebas prácticadas lo testimonien.). Una defensa mal confeccionada, incompleta. Una delantera sin recambio. Un mediocampo que no elabora fútbol. Esto es lo que Maciá ha sido capaz de hacer. Y no olvidemos que son dos los entrenadores que no han variado un ápice la trayectoria del equipo, un entrenador de la calidad de Juande, que ya todos sabemos cómo consideró a la plantilla del Betis en una entrevista con Haro, Catalán y el propio Maciá presente.
4. Es tiempo de construir. Sí, ahora, ahora es el momento de crear el Real Betis que soñamos. Hombres de fútbol en el club ya, gente que sepa, con altas aspiraciones, que antepongan los intereses de la institución a las suyas. Y vamos a dejarnos de guerras internas, que no hay más que pasearse por los pasillos de voladizo en los momentos previos a un partido, por ejemplo, para escuchar sin querer al paso para comprobar el afán de protagonismo de muchos, y las cuitas internas que sostienen, quedando el Betis siempre en un segundo plano.
5. A ver si Juan José Romero salva al Betis B. Hoy Fabián ha jugado contra la Balompédica Linense.
Saludos.
corrijo: dices no los jueces, los juzgados. No es lo mismo. Perdón, y corrección al canto.
ResponderEliminarMuchas gracias, Francisco. Y apunto al corrección: yo mismo me la hice mientras escribía. Y respondo.
Eliminar1. El juego del equipo es para pitarle tres meses seguidos, pero ayer, a mi entender, no era el día de hacerlo. Había mucho en juego. El debate sobre la famosa exigencia tiene que desmenuzarse en muchos matices y momentos.
2. De acuerdo.
3. Antes que nada, yo espero que Rubén no haya hecho lo que le acusan de haber hecho; pero si es que sí, caiga sobre él toda la ley y mi repulsa, tanta como admiración como futbolista le cabe. En cuanto a Macià, disiento (también asuntos internos aparte). Creo que su trabajo ha tenido lunares (obviamente Van der Vaart, y sobre todo la delantera, aunque con poco dinero ahí es muy difícil hacer algo útil), pero para mí la gran culpa es de los entrenadores. Miro una y otra vez a la plantilla, incluso dejando de un lado a portero y delantero estrella, y no veo en modo alguno a un equipo inferior a, pongamos, Las Palmas de Momo, que juega muy bien al fútbol. No creo que N'Diaye, Ceballos, Bruno, Westermann, Vargas, Montoya, Musonda, incluso Petros o Portillo tuviesen problemas para jugar en muchos equipos de esta Primera.
Pero sobre todo creo que el papel de Macià ha de ir más allá de aciertos o errores puntuales (¿qué haríamos hoy con el de la acera de enfrente después de gastarse un dineral muy serio en Immobile, Konoplyanka y Llorente?; y sin embargo ahí está el segundo año de Gameiro). Si se confió en él por su currículum tras un largo cásting para montar un equipo técnico profesional creo que hay que tener más confianza y no cambiarlo a la primera ocasión por otro que no sabemos si lo mejorará, sin mirar sel trabajo en conjunto (renovaciones), sin considerar que él no eligió a los entrenadores (lo peor del curso), sin dar margen para ver cómo rinden algunos de los jugadores que fichó. Y algo peor: ¿en qué manos quedaría ahora la dirección deportiva, en un momento completamente decisivo? Creo mejor dar tiempo a los profesionales.
4. Soy pesimista. Partimos, un año más, de cero. Sin director deportivo, sin entrenador, con directivos novatos. No veo grandes razones para esperar una mejora, lamentablemente.
5. Creo que un amigo lo llama "el Guardiola de Gerena". He oído hablar bien de él. Se agradecerían informes ;)
Un cordial saludo y siempre bienvenido, Francisco.
Buenas,
ResponderEliminarsobre la responsabilidad del mal juego bético esta temporada, parece que hay que repartir las culpas entre Maciá y Merino/Mel. Ahora bien, ¿quién es mayor responsable, el que confecciona la plantilla con recursos limitados o el que entrena una plantilla limitada? Difícil saberlo con seguridad, aunque sólo el futuro nos dará "la prueba del algodón": ¿veremos a Maciá en equipos de primera fila/división? Yo apuesto a que sí. ¿Veremos a Merino entrenando en primera? Apuesto a que no. ¿En segunda? Lo dudo. ¿Y a Mel? ¿Lo veremos en un equipo de primera división en una de las 4 ligas mayores? Un poco más probable, pero pero tengo mis dudas.
Con esto me refiero a que este año el rey andaba desnudo, y la prensa ha cargado la culpa de su despelote a, curiosamente, el más profesional de los tres... ¿Por qué habrá sido? ¿A qué viene tanta protección a dos entrenadores mediocres/inútiles?
Mi teoría conspiranoica ya la he expuesto, pero la resumo aquí: se trata de empequeñecer al Betis sacándole punta a todo, especialmente si tiene visos de poder ser potencialmente bueno para el futuro de la entidad. Y todo lo que suponga mediocridad se ensalza pues eso garantiza un futuro mediocre.
Claro, en el Betis solo deben trabajar béticos, aunque no hayan demostrado la más mínima capacitación. Gente que si no mamara del Betis no trabajaría en ningún otro equipo ni de primera ni de segunda. Ese es el Betis que quieren. ¿Profesionales con proyectos a 4 años? Anda ya.
Y del partido de ayer qué decir. Me congratula saber que muchos sintieron algo parecido: alivio por la victoria, pero ni pizca de alegría ni satisfacción. 81 minutos con un sabor patético en la boca y un destello genial de un jugador mítico (en el campo) al que hemos desaprovechado lamentablemente. Sin él, el Betis hubiera vagado por segunda o peor. Ya se demostró cuando estuvo lesionado la temporada de los 25 puntos.
No nos engañemos más, el Betis se ha salvado no por Maciá, Mel y Merino, sino a pesar de ellos. Y fundamentalmente por Adán y Castro. Gracias a ellos
Ahí hay una buena piedra de toque. Si Macià tenía prestigio profesional no podemos esperar a si Damião mete un gol con el flequillo para defenestrarlo o, al contrario, besarle los pies.
ResponderEliminarEn cuanto al despelleje unánime de Macià por la prensa, soy poco conspiranoico (y que creo poco en conspiraciones sofisticadas de más de tres personas), sólo me lo explico por dos razones: o bien saben algo gordo que se callan, cosa que no me consta; o lo odian porque no filtra mientras que Mel sí lo hacía. Esta última hipótesis, no original mía desde luego, me parece la más probable.
Por demás, de acuerdo: profesionales dentro, y a dar gracias al que las mete y al que las para. Y a rezar para el año que viene.
Saludos, Lobo.
PD: Ha perdido el Getafe ;)
Lo gracioso es que los nombres que han salido para sustituir a Maciá.. son o Alexis que ya fue... o DD de equipos que están por debajo del Betis.
ResponderEliminarLa continuidad de Merino por mucho que le vaya a hacer la cama a Maciá no convocando a Damiao para volver a poner a un inoperante Molina... parece un chiste. Hacer la pelota al jefe en el mundo del futbol.. tiene poco recorrido.
Decepcionante Merino.
Lo de Maciá es un acoso y derribo desde hace tiempo y el problema es que los proyectos deben tener continuidad. El objetivo está casi cumplido y aun así.. se buscan aristas para criticarle y crear noticias.
La prensa de aquí.. es muy así.. desgraciadamente.
Lo de Ruben es para hacerle un partido homenaje.. este verano mismo
Lo de Merino no lo tengo muy claro. A ver qué hace a partir de ahora con el tema del segundo delantero. Con Macià seguimos estando de acuerdo: no es para sobresaliente, sin duda, pero las dudas y los costes de un cambio, para mí, superan muy de largo unos beneficios nada ciertos.
EliminarSaludos, Alex
Hola a todos:
ResponderEliminarFelicidades por el análisis JR.
Yo también creo que en la salvación tiene mucho mérito Merino. Ha dado al equipo carácter, ya no vamos perdiendo en el min. 10! y se aprovecha más el juego a balón parado, en los córners por ejemplo podemos esperar algo.
Por el contrario yo también creo, que en el debe quedan varias cosas que desde fuera no se entienden bien, en toda la temporada no le he visto ningún mecanismo ofensivo, como apunta JR, un juego posicional, que pueda hacer mover la pelota con fluidez ya que los jugadores se conocen y saben como llegar, Ceballos y sus conducciones en el centro del campo son el ejemplo.
Los problemas para mover con criterio el balón desde atrás, tienen muchos padres creo yo, el primero es q si haces una salida Lavolpiana sobra Ceballos y yo creo que el único central capaz d hacerla es el Alemán. Ceballos corre mucho, se ofrece mucho, ayuda mucho…pero si esperara el balón sin estorbar, no haría falta tanto esfuerzo inútil por su parte. Como el segundo escalón baja al primero y a partir de aquí no hay mecanismos definidos, pues todo es a la heroica. Este año ya no espero más, a este equipo lo cuesta mucho crear ocasiones y ya no lo veo con la confianza y seguridad de hacer correr el balón y no el jugador que decía el primer Cruyff.
Yo creo que el plan de Merino es ser como el Levante de koné, esperando que Rubén marque y el equipo defienda con intensidad, saliendo rápido una segunda línea sin gol pero con desborde y juntando las líneas bien.
El plan para aquel levante con un delantero arriba que por sí sólo se generaba ocasiones de gol valía y aburría, pero Rubén no ha tenido nunca ese físico, no puede ni bajar tanto como en el Calderón ni esperar pelotazos como en San Mamés. Eso es parte del problema de este Betis, creo yo, que hay que generar ocasiones para acercar el balón al área con criterio y eso requiere hacer algo, luego Rubén resuelve, pero incluso así lleva los goles que lleva.
El debate de Macià es peliagudo, errores claro que hay en la plantilla, si Rubén se hubiese perdido la primera vuelta como el año ominoso…lo d VdV es de esconderse, en una plantilla de tantas fichas hay 3 centrales y diestros! Los defectos que vio Juande están hay desde agosto, pero venimos de una plantilla extensa donde sólo Rodas acababa contrato y el proyecto es a 4 años, donde hay que valorar su evolución, hay cosas como la falta de comunicación con la junta que no me gustan, en el Bayer por ejemplo hay una junta que aprueba los gastos en fichajes, pero si decide la junta para que un director deportivo!
Es un debate largo, cambiar no supone mejorar, da la sensación de mala relación entre junta y director más que otra cosa.
Perdón por la extensión y gracias Juan Ramón por darnos un espacio de debate sin fanatismos.
Un saludo.
Martín.
Gracias, Martín. Expones muchos puntos tácticamente muy interesantes. Vaya por delante mi respeto por el trabajo y la dedicación de Merino (en efecto, el equipo ya no pierde a los dos minutos ni suele hacer los ridículos del último Mel); y que aunque a uno le guste el juego del Barça y el Bayern (o del Rayo y Las Palmas) no se trata de obligar a todo el mundo al tikitaka posicional, pero sí a tener un plan de juego coherente y, por otra parte, tratar el balón con inteligencia cuando te lo dan y te ves obligado a atacar.
ResponderEliminarEfectivamente, si haces una lavolpiana (para los que no lo sepan: tres atrás, o sea, N'Diaye entre centrales), además de necesitar un central que maneje la zurda mejor que Bruno (Westermann), te pasa que si Ceballos viene también a la base de la jugada y juegas con dos extremos puros acabas jugando un 4-2-4, donde los dos del medio son los laterales, en la cal. O sea, NO HAY NADIE dentro. Entonces a Ceballos o n'Diaye les quedan sólo dos opciones: conducir la pelota a base de regates al desierto del centro del campo (como dices corre el jugador, no el balón), o pegar un pelotazo. Es lo que estamos viendo, de hecho. A Merino parece gustarle porque, por lo visto, así no se arriesga a perderla en el medio. Sólo se arriesga a que un Levante en tu casa tenga tres ocasiones y tú una y media. Mientras Rubén la meta el plan medio funciona. Pero ¿de verdad hay que conformarse con un plan en el que el Levante te dobla ocasiones? ¿No es posible algo mejor? Las Palmas y Rayo con muchos menos mimbres, demuestran que sí. Ojo: no hablemos de un Barça al que el destino NO reservó barrer al Real de Madrid año tras año: es este fútbol lo que se lo permite.
El plan Koné, efectivamente, es imposible si dejas a un Rubén arriba solo, y más imposible si en lugar de un equipo de gente fuerte y/o rápida tienes uno de jugadores viejos y técnicos. Por esto para mí que Mel se decidiera por ese modelo es incomprensible, peor antes de que llegara Musonda, o sea, con un equipo aún menos apropiado para ello. Que N'Diaye no sea un virtuoso en la salida de balón, que los tanques del equipo hayan flojeado o que se perdiera en casa ante el Dépor (con mala suerte) no excusa ese cambio de plan absurdo que llevó a Mel al paro y que, dicho sea de paso, aquí denunciamos, valga la expresión, casi a voz en grito.
En lo de Macià estamos totalmente de acuerdo.
Y de eso se trata. Agradezco, justamente, el tono mesurado de los comentarios, y que se hable, sobre todo, de fútbol, como ahora. Un placer.
JR
Sé que hay quien piensa que exageramos aquellos que hacemos mención al trato que el Real Betis Balompié recibe por los medios de comunicación sevillanos... Como muestra, un botón. Entrada informativa de hoy en Muchodeporte.com, con respecto al partido de esta noche, Celta-Betis. Empieza diciendo el periodista que "los que mandan en el Betis piensan en subir los escalones de cinco en cinco". Luego, con cierta sorna, intuyo, habla de "una planificación deportiva-institucional encaminada a convertir al Real Betis en la versión sureña del Atlético de Madrid, según su presidente".
ResponderEliminarNo contento con este tono, y entiendo que suponiendo que estamos todos en la feria y que serán pocos los que leerán lo que escribe, termina la información dedicada al Betis con respecto a este partido diciendo que "Por cierto, aunque por Nervión tengan ya los cinco sentidos en Ucrania y la Europa League, a ver si los hombres de Juan Merino le hacen este sábado un favor para seguir teniendo opciones para alcanzar la quinta plaza". Sin comentarios, saquen sus propias conclusiones, amigos del blog. Un saludo.
El sevillismo del 80% de la prensa deportiva sevillana es un hecho conocido y manifiesto, en efecto, y muchodeporte no es una excepción. Al menos debían cuidar ciertos detalles, como no pasar de la (merecida) ironía al sarcasmo o soltar párrafos improcedentes como ese último.
ResponderEliminarYo, viendo el descuido con que está escrito el artículo (no sólo faltan letras, es que falta el portero del Celta y cualquier clase de información real sobre el partido, salvo las alineaciones), diría que no está escrito para la Feria, sino tal vez desde la Feria.
Saludos, F.