Como era previsible en una temporada larga y en Segunda, el Betis ha pegado otro cambio de dirección en el tobogán que, según la opinión pública, parece llevar a los equipos de subir a Primera a ser un desastre en apenas un par de jornadas. De hecho el Betis ya ha subido este año tres veces (al inicio de temporada, en el segundo empujón de Tapia y un poco después de la llegada de Fernández, cuando al parecer se aspiraba ya a ganar el campeonato), y ha vuelto a Segunda otras tantas.
Convendría ser un poco más frío y racional, recordar que eso de sufrir en Segunda no es más que esto de perder 0-3 contra el Elche, y, en el caso concreto que nos ocupa, recordar que cuando se ganaron varios partidos consecutivos con Víctor F. también hubo malos ratos y alguna dosis de suerte.
La preocupación está sin embargo justificada: el nivel de juego del equipo ha bajado, y falta saber si estamos ante un bajón o ante el inicio de la caída. Aunque el nivel de la plantilla no dé para pasearse, sí debe alcanzar para optar aún por el ascenso, que al cabo se jugará en partidos decisivos en casa contra rivales directos y en los dos próximos y asequibles, que darán la llave.
¿Cómo volver al nivel de hace un mes? Desde mi punto de vista el equipo debe buscar la fórmula que entonces funcionó y que parece haber olvidado, esto es, no mudar de plan, sino profundizar en lo trabajado. Si algunos aspectos entonces mejorados, como la capacidad psicológica de reacción, la concentración, el esfuerzo y la buena colocación defensiva, son tan obvios como difíciles de lograr, otros sí parece posible encontrarlos con un poco de trabajo y aplicación:
1) Tocar el balón al pie y renunciar al pelotazo. Dejando a un lado gustos estéticos, esta forma de jugar dotó al equipo de un plan, una forma de juego en la que confiar y por la que pelear: se jugaba, de algún modo, para demostrar algo, y esto reforzaba la mentalización, y también la paciencia y la confianza del equipo. Pues bien, partir de la segunda parte de Irún los centrales y el portero parece que olvidaron esta norma de estilo. Por demás, e incluso sin Sergio en el campo, hombres como Arzu y Aurelio sufren mucho más sin balón que con él; para jugar a pelotazos, mejor con Sunny.
Naturalmente este tipo de juego tiene sus riesgos y requiere mucha concentración en centrales y mediocentros, pues las pérdidas ahí son mortales, pero en su momento el método funcionó, sin duda.
2) Mantener un ritmo alto de circulación de balón. La diferencia entre el fútbol bueno y el malo es fundamentalmente la velocidad a la que se hacen las cosas, y el Betis ha caído demasiadas veces en el acomodamiento de adaptarse el ritmo del rival, siempre lento en Segunda, con funestas consecuencias. En la plantilla hay jugadores capacitados para jugar en tres cuartos a un ritmo superior al que ahora aplican, con la posible excepción de Emana, al que tal vez valga la pena frenar: se pasa.
3) Movilidad en horizontal de los hombres de arriba. En los primeros partidos de Fernández había mucho desmarque y permuta de posiciones de los delanteros, gracias a lo que llegaron goles como ya el de Córdoba. Cabe recordar que en los primeros partidos los delanteros se fundían a los sesenta minutos, mientras que ahora llegan casi frescos al final del partido: por mucho que algunos hayan mejorado su forma, es señal de que hay pocos movimientos sin balón para aprovechar la posesión, imprescindibles aun a costa de hacer cambios obligados. La baja de Sergio es además dañina en este aspecto y conviene compensarla; Emana, Rodri o Pereira tienen capacidad para ello, y además tienen perfiles semejantes, lo que facilita esas permutas.
4) Mejorar a balón parado. Apenas hay jugadas preparadas, ni siquiera contra el fuera de juego repetido (caso Elche), y nadie más que Caffa (¿Capi?) parece saber colgar un balón al área o ponerlo en la esquina. Este aspecto es tan trabajable o más que otros.
5) Hacer más faltas tácticas. Si el equipo quiere (o se ve obligado a) jugar adelantado y presionar arriba, es necesario parar al rival a tiempo en ciertas situaciones; pocas tarjetas están recibiendo los mediocentros y los laterales, que debían ser los encargados de este otro fútbol.
... y finalmente, esperemos que la pelotita entre.
JR
Tu crees que subimos?yo es que me veo el año que viene en el campo del Sant Andreu aqui en barcelona. Y en el caso de que subamos, que hacemos con esta plantilla, porque siendo generosos, hay que echar a diez. Crees que la directiva (Lopera) dara libertad para la confeccion de la plantilla?
ResponderEliminarDe lo primero no tengo ni idea. Hay algo que me da mala espina: la cosa se jugará en enfrentamientos directos, y contra los "buenos" nos hemos estrellado este año casi siempre. Pero en un par de partidos en casa se puede volver la tortilla a nuestro favor, por qué no.
ResponderEliminarEn lo segundo tengo peores sensaciones. Sobran esos que dices (Casto, Damià, Rivas, Nano, Sunny, Oscar López, Juande, Odonkor, Juanma, Pavone, Capi que se va...), y no hay mucho dinero. Lo único que me da alguna esperanza es el Betis B, que parece que por fin levanta cabeza. Lopera, desde luego, jamás dará libertad a nadie para fichar: él sabrá qué tejemanejes necesita hacer.
Un saludo cordial, Jonipai
Es la unica esperanza de verdad, el Betis B, que buena temporada estan haciendo los chavales, remontando muy meritoriamente. Pero como tu, me da muy mala espina, tanto para este año como para el que viene si subimos
ResponderEliminarCómo te los curras, te felicito.
ResponderEliminarUn saludo!!!
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