miércoles, 18 de octubre de 2017

Betis 3 - Valencia 6 (8ª jornada de LaLiga)

BETIS (3): Adán; Barragán, Mandi, Feddal, Durmisi; Guardado; Sergio León (Campbell, m. 76), Fabián (Camarasa, m. 66), Narváez (Tello, m. 66), Joaquín; y Sanabria.
VALENCIA C.F. (6): Neto; Nacho Vidal, Garay, Murillo (Gabriel, m. 77), Gayà;
Carlos Soler (Pereira, m. 75), Parejo, Kondogbia, Guedes; Zaza y Rodrigo (Santi Mina, m. 68).
0-1, m. 34: Kondogbia. 0-2, m. 44: Guedes. 0-3, m. 63: Rodrigo. 0-4, m. 74: Santi Mina. 1-4, m. 78: Campbell. 2-4, m. 79: Sanabria. 3-4, m. 83: Tello. 3-5, m. 87: Zaza. 3-6, m. 92: Pereira.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Mostró tarjeta amarilla a Feddal, Garay, Nacho Vidal, Murillo y Pereira.
Gran entrada (49.000 espectadores) y muy buenas condiciones para el fútbol en el Benito Villamarín.


Es difícil analizar un partido tan extravagante como el del domingo. Sería tentador dividirlo, como solemos, en periodos por minutos, sobre todo considerando los vaivenes goleadores –y de posesión– del encuentro: un primer cuarto de hora de dominio bético sin ocasiones, un segundo cuarto de dominio alterno, diez minutos, del 30 al 40, de dominio claro y lluvia de ocasiones valencianistas, y de ahí al final del partido un intenso y arriesgado dominio bético que provocó ocasiones y goles en ambas porterías.

El análisis de los esquemas no sería tampoco complicado: ambos equipos jugaban con los suyos habituales, y muy académicamente dejaban el clásico hombre de más en la zona trasera a cambio de inferioridad al defender la salida de balón. El Valencia usaba un 4-4-2 muy de su entrenador, mientras el Betis jugaba el 4-3-3 clásico del fútbol de posición en el que León esta vez era verdadero extremo derecho, sin la corrección ofensiva (entonces atacaron en 3-1-4-2) del día del Levante. Guardado prácticamente se incrustaba entre los centrales para hacer tres contra dos sobre Zaza y Rodrigo, tanto en ataque como en defensa.

 


Los esquemas encajaban muy bien en centro del campo y bandas, de modo que hubo parejas muy claras: Fabián vs. Kondogbia, Narváez vs. Parejo, Barragán vs. Guedes, etc. Resultó llamativo el cuidado con que ambos equipos, también el Valencia pese a ser un equipo de Marcelino, trataron el balón desde atrás, tomando a veces riesgos importantes.

Sin embargo el dato más llamativo de este partido y de los anteriores del Betis es sin duda la desmesurada cantidad de goles que marca y encaja el equipo, y parece interesante centrarnos en ello, y en particular en por qué recibe tantos. Sin duda la mera suerte (rebotes, acierto extraordinario de los delanteros rivales) y la mala defensa a balón parado han influido en alguna medida para que se reciban diez goles en dos partidos, pero tiene que haber también causas estructurales.

Es innegable que el Betis corre riesgos cuando, tantas veces, ataca con la defensa completamente metida en campo rival y sin apenas hombres tras el balón. De hecho los últimos tres goles del domingo vinieron en ese tipo de situaciones. Sin embargo no nos parecen significativos: ni el equipo los recibió así en partidos anteriores ni cabía hacer otra cosa que atacar a la desesperada a partir del 0-3. Tampoco están cayéndole muchos goles al Betis por causa de los dos peligros clásicos del fútbol posicional: el riesgo en la salida de balón y el hecho de defender tras pérdida hacia delante (la presión postpérdida).

La defensa posicional
Es sin embargo en defensa posicional, o sea, cuando el rival tiene el balón, donde el Betis se ha mostrado más débil, y no solo ante el Valencia sino también ante Real Sociedad o Villarreal, por cierto con y sin Javi García en el campo.

Una primera solución a esa debilidad es, claro está, evitar defender en posicional, o sea, recuperar rápidamente el balón tras perderlo. Para ello sería necesario implantar ese mecanismo de presión tras pérdida, fundamental en este fútbol pero que aún no domina el equipo, salvo, significativamente, hombres que han estado a las órdenes de José Juan Romero como Fabián y, sobre todo, Narváez. Observen cómo observa el colombiano la situación (rival muy junto y rodeado de béticos), se lanza a por Kondogbia y le arrebata el balón:



Dado que el equipo suele tener posesiones muy largas, son frecuentes las situaciones propicias como esa, y sería necesario aprovecharlas mejor.

Ahora bien, alargar la presión si no se roba muy pronto –Guardiola pone el límite en seis segundos por jugada– lleva al agotamiento físico; pasados unos momentos el rival ha tenido tiempo para separarse, abrir el campo y obligarte a defender en espacios amplios. Llegado ese punto es mejor correr para atrás, juntar líneas y esperar, si llega, el momento propicio para presionar de nuevo.

Y ahí le vienen los problemas al Betis. Un poco a la manera del equipo de Poyet de hace un año los béticos saltan demasiado fácilmente a la presión en situaciones poco propicias, lo que provoca separación de líneas y espacios enormes entre defensa y centro del campo. Comparemos –prometemos haber tratado de no ser ventajistas con la elección de imágenes– la distancia entre líneas del Valencia con la del Betis. Obsérvese que en las tres situaciones el central que tiene el balón no está presionado; de estarlo el riesgo sería asumible.




Como vemos (y ya explicamos ante la Real) los interiores béticos tratan valientemente de ir a apretar al poseedor del balón pero, en desventaja numérica (o sea, no en situación de verdadera presión hombre a hombre), solo consiguen dejar un enorme espacio entre líneas que, sin mecanismo que lo compense (salida de un defensa o basculación del mediocentro), es aprovechado por el rival para recibir entre líneas. El resultado fue el que muestran los heatmaps de la primera parte: el Betis (primero de ellos, siempre ataque de izquierda a derecha) pisó mucho menos que el Valencia la zona central de tres cuartos (la peligrosa). 
 
 


O sea, la presión bética suele quedarse a medias, y el equipo no parece tener muy claros los triggers colectivos que le indican al equipo cuándo ir, todos a una, hacia delante.

El esquema tampoco ayuda mucho: el 4-3-3 (4-1-4-1 en defensa) induce a los interiores a adelantarse y a los extremos a llegar muy arriba, de modo que no siempre siguen a los laterales. León a Gayà:



El Valencia aprovechó bien esos espacios entre líneas, a los que no sólo caían los laterales por fuera, sino extremos y delanteros por dentro.

El problema debe tener arreglo, consistente, claro, en cerrar ese espacio: parece que hay margen para que los centrales adelanten más la línea en estas situaciones (raramente les han cogido la espalda en defensa posicional), se puede arriesgar menos en la salida a presionar de la primera línea, se pueden trabajar más los movimientos colectivos para saltar a la presión y las basculaciones, e incluso se puede defender en ocasiones en 4-4-2 o 4-2-3-1 aunque luego se ataque en 4-3-3. Aunque, claro, cada elección tiene sus inconvenientes.
 

Jugador por jugador
Adán: Poca responsabilidad en los goles salvo en el 0-3, totalmente bajo la suya.
Barragán: Espantoso partido con balón, algo muy raro en él.
Mandi: Demasiado expuesto al uno contra uno.
Feddal: Partido impoluto en defensa, y es raro cuando a tu equipo le han caído seis: señal de que debe arriesgar más. En ataque, aprovechó mal el permiso del Valencia para salir en conducción –era casi siempre el hombre libre en esa fase–, y este detalle es muy importante.
Durmisi: En su línea de este año, aunque en leve mejora.
Guardado: Hiperactivo al inicio, se fue desinflando. Ponerlo de mediocentro es perder a un gran interior.
León: Muy mal día. No parece dotado para ser extremo puro.
Fabián: Salió cuando empezaba a carburar. Kondogbia le pudo.

Narváez: Arriesgó poco, como siempre. Mantuvo a raya a Parejo.
Joaquín: De los mejores con balón, aunque buscó demasiado el uno contra uno en banda en lugar del correcto dos contra dos con Durmisi por fuera.

Sanabria: Poquito, pero gol.

Camarasa: Poco impacto.
Tello: Bien, y un golito muy suyo.
Campbell: Un gol y dos asistencias en un cuarto de hora. Poco que añadir.

Setién: Mucho que trabajar aún, como es normal.

El detalle
A partir del miunto 66 el Betis jugó claramente un 4-4-2, algo que sucedió por primera vez en la temporada, y seguramente debido a la necesidad de emparejar hombre a hombre a los del Valencia para buscar el partido a la desesperada. Casi funciona.



Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

12 comentarios:

  1. vengo, digo que Juan Ramón es un crack, y me voy con la conciencia tranquila a la cama

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  2. Hola,
    pues en la misma línea del amigo anónimo: debe ser uno de los mejores análisis que le he leído. Tenía curiosidad por ver cómo afrontabas el partido este tan absurdo, y elegiste ir a lo esencial, de una manera muy clara y pedagógica. El problema no son (solo) los 10 goles en 2 partidos, eso es circunstancial, sintomático de algo más importante: que aún no se han asimilado bien ciertos conceptos, que aún hace falta corregir elementos clave del juego de posición, y que es el bloque el que ataca y defiende, solo así se comprenderá ese 4-4 y ese 3-6, a todas luces bizarro (extravagante, lo llamas con elegancia).

    Yo tengo que ver el partido del Alavés, para ver si lo que vimos hasta ahora fue un espejismo o una tendencia, tanto los del Levante, como lo de la Real y el Valencia. Hablamos después entonces, porque ahora mismo no lo veo claro.

    Una reflexión: maravilloso momento de comunión equipo-grada-espectadores desde el 2-4 al 3-5, algo que explica bien la necesidad de compromiso, esfuerzo y goles (manquepierda) de esta afición.

    Saludos

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    1. Muchas gracias, lobo. Tal vez es hora de mover un poco el formato de los posts y no dividirlos siempre igual, sino centrarse en algún aspecto relevante en cada partido. Además es más literario así.

      Para mí el fútbol de posición aporta una concepción colectiva del ataque que antes no existía, al menos tan madura. Ahora falta ajustar la concepción colectiva en defensa, que aunque está inventada desde hace mucho tiempo parece que este Betis no la ha asimilado igual de rápidamente.

      Contra el Alavés espero un buen partido, porque esa forma valiente de defender es menos arriesgada ante rivales de peor manejo de balón, sin un Garay o un Parejo (o un Illarra) delante, que no te la regalan fácilmente. En los próximos partidos ese aspecto, la presión, funcionará seguramente mejor porque los rivales manejan peor la pelota por dentro; buena ocasión para ajustar ese mecanismo.

      Y sí, fueron bonitos esos minutos...

      Saludos
      JR

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  3. El análisis brutal y el detalle de señalar a Adan como culpable del tercer gol porque no sale habitualmente.. una sorpresa y un acierto. Que se le va a caer el larguero en la cabeza...

    El partido está marcado por el resultado... si se llega a empatar o ese penalty entra... pero.. no fue así.
    Yo no veo mal Betis pero hay detalles como emparejar con Kondogbia a un aun blando Fabián que le falta un poco de guindilla o la inclusión de un poco arriesgado Narvaez es dar mucha ventaja a un gran Valencia.
    Se que ambos se merecen jugar, pero teniendo a Tello y a Campbell disponibles.. poner a Sergio en banda me parece mala solución y el entrenador tendrá o que alternar a los delanteros o decantarse por uno.

    Al Alavés hay que comerserlo.

    Saludos

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    1. Si Adán simplemente da un pasito adelante habría llegado sobrado. Era un globo nada fuerte y al área chica. Tal vez el arco que hizo el balón lo despistó.

      Arriba vamos a tener un "problema" de overbooking gordo. Y Rubén quiere volver. A ver cómo se arregla. ¿4-4-2?

      Saludos
      JR

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  4. Baeticus Astigitanus18 de octubre de 2017, 17:51

    Me uno a las felicitaciones por el análisis. Del mismo se colige que no solo faltan conceptos por afinar, sino que Setién se equivocó esta vez en varias cosas que todos vimos:

    - Solucionar un problema creando dos al poner a Guardado de mediocentro.

    - Colocar a dos jovenes en el centro del campo a medirse con gente experimentada, y muy fuerte físicamente en el caso de Kodogbia. Me extraña que Camarasa no fuera titular, aunque el míster sabrá...

    - Jugar con dos dalanteros, uno de ellos de extremo.

    - Hacer los cambios algo tarde.

    Cosas positivas que extraigo son:

    - Hubo tramos del partido en lso que se compitió y se puso en dificultades a todo un Valencia que este año se ve que apunta alto: principio del partido, principio del segundo tiempo y la fase de los goles béticos.

    - Hemos descubierto que con Campbell tenemos un nuevo elemento que unir a la causa; tiene gol, visión de juego, está rápido y muy implicado, aunque todavía le falta fuelle. Dentro de poco podremos jugar con dos extremos desborde, gol y físico para seguir en defensa a los laterales contrarios.

    - La grada ha vuelto a ser la que era, capaz de empujar al equipo a creer en lo increíble.

    Un saludo.

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  5. Gracias de nuevo.

    Lod e Guardado era una pregunta del millón en la previa. Creo que Camarasa ahí puede funcionar mejor.

    Lod e los delanteros es interesante, porque ante Levante encontraron un modo creativo de colar a los dos, con ese 3-1-4-2 en ataque. ¿Por qué no lo repitieron? No lo sé. Supongo que no les convenció la salida de balón. Pero todo funcionó mejor, es la verdad.

    Un saludo, B.A.
    JR

    PS: A ver a quién sienta Campbell....

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  6. Con la venia, Juan Ramón:
    No parece casualidad que la UD.Las Palmas fuese el año pasado uno de los equipos más goleados. Bendita lesión la de Durmisi; es un lateral para una liga menor: defiende mal, es bajo y no sabe centrar; sus llegadas provocan la contra en más de una ocasión.
    No se pueden defender faltas y corners con juveniles y un portero que no intimida en el juego aéreo; hay que utilizar jugadores de 1ª División que choquen y no aparten la cara; Adán es una fotocopia de Casillas:excepcional en el uno contra uno pero horroroso en el juego aéreo.

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    1. Ufff, muchos asuntos....

      A casi todos los porteros se les critica ese aspecto. No me parece catastrófico en el caso de,Adán, aunque mejorable sí, claro. En cuanto a los demás un día quiero analizar la defensa en zona en córneres. Al gran posicionalista, Guardiola, le iba muy bien así en Múnich.

      En cuanto a Durmisi, creo que es uno de esos jugadores que necesitan un ecosistema muy determinado en su torno. El 5-3-2 de Víctor le venía muy bien. Confío en él.

      Gracias pr comentar, y un saludo

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  7. Excelente análisis. Para alguien como yo, que siempre creí que el éxito del fútbol se basa el las habilidades personales de los jugadores, leer análisis como este es un verdadero lujo para entender las estrategias colectivas.
    El otro día me decía un gran betico que si el Barcelona salía de esta liga, Mesi seguro que venía al Betis. Evidentemente lo decía en broma y apostillaba diciendo " el problema es ¿a quién quitamos para que juegue Mesi?". Recordaba esta broma porque viendo a Campel jugar el otro día, que revolucionó a un Betis herido de muerte, con Boudebouz ya disponible y con Rubén con ganas de volver, ¿a quién quitamos? Bendito problema para Setien.
    Creo que de la media hacia arriba hay mucho fondo de armario, cosa que no se puede decir lo mismo de la defensa y porteria. Esta zona es la que menos reforzada veo en la planificación de este año.
    Enhorabuena y disculpas por la broma

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    1. Muchas gracias. Sin pretender despreciar la calidad individual, que evidentemente es clave, cuando hay cierta igualdad otros factores, como los tácticos y los psicológicos, son importantes.

      Efectivamente, en la delantera la plantilla está perfectamente duplicada y Setién tiene el típico "bendito problema". Y efectivamente otra cosa sería suplir a Guardado o García. Hay margen de mejora, claro.

      Un saludo y gracias por comentar.
      JR

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