Según la crónica de La Gazzetta dello Sport si el Betis no marcó ayer fue “grazie all'eccessivo narcisismo degli spagnoli, che hanno cercato quasi di entrare in porta con il pallone”. En efecto, el Betis dio un notable baño de fútbol a un grande de Europa (cierto que venido a menos y con una semana menos de rodaje), pero volvió a carecer de remate, como ya se ha visto demasiadas veces esta pretemporada; en verdad, siempre que ha tenido delante una defensa de Primera. En cuatro partidos y medio el Betis ha sido incapaz de hacer un gol.
Por más que falte Emana y que el salto de categoría sea importante, hay que confiar en unos jugadores que hicieron cerca de cien goles en Liga la temporada pasada. Sacar conclusiones precipitadas de las pretemporadas no es además recomendable. Pero es claro que el equipo barroquiza en exceso el (muy buen) fútbol de toque que construye en el centro del campo; en los últimos metros hay que acelerar el ritmo y usar recursos que vayan más allá del tiquitaca. Como dice la Gazzetta, no se puede entrar en la portería con la pelota: llevar hasta allí el toque es convertirlo en dogma absurdo.
El Betis sólo tuvo ayer dos recursos para tratar de culminar sus jugadas: la velocidad de Jefferson Montero –único hombre que intenta el uno contra uno– y el toque por el centro en jugada colectiva. Habría que abrir el abanico de recursos para acabar las jugadas, lo que haría el ataque menos previsible y distraería a la defensa rival. Entre esos recursos pueden estar:
- El tiro desde veinticinco metros. Sin llegar a ser grandísimos pegadores, los cuatro hombres que juegan tras Molina y Castro tienen un notable disparo y, dada la facilidad con que el Betis alcanza el balcón del área rival, tendrán docenas de ocasiones de practicarlo: el gol es cuestión de probabilidad. Por otro lado, como es bien sabido, acabar los ataques impide el contraataque rival.
- El balón colgado desde el lateral del área. El fútbol funciona por modas impuestas por los triunfadores, y lo que en tiempos de Míchel, Gordillo o Zamorano era jugada obligatoria (llegar a la línea de fondo y ponerla arriba) parece anatema desde que Rijkaard empezó a usar extremos a pie cambiado en Barcelona y triunfó con ellos. Sin embargo si uno tiene buenos rematadores de un toque en el área, como Castro, Molina o Pereira cuando está, esta es una forma tan válida como otras de llegar al gol. Además, obliga al rival a abrirse para atender las bandas y a aliviar así la densidad defensiva por dentro, que complica muchísimo el juego de paredes bético. Por otra parte en el caso de la banda derecha bética, sin extremo, esta parece la única manera de que Chica acabe las jugadas: habría pues que insistir en la posibilidad de cambiar de banda a Jefferson y Salva (Nacho sube y centra mejor que Chica), o traer a Lopes.
- Reemplazar a Molina por un fichaje –no precisamente tipo Zigic, si se quiere a jugar así– o por Pereira. La mecánica de ataque actual del Betis, que casi nunca levanta el balón del suelo, saca muy poco partido del juego de espaldas de un tanque del estilo de Molina, de modo que se puede plantear la posibilidad de jugar arriba con dos pequeños, al menos en algunas fases. Habría que calcular sin embargo los costes, como la pérdida de altura para defender a balón parado (un aspecto ya preocupante) y el buen desgaste físico del rival que provoca Molina, que suele rendir mejor en 90 minutos que en 30.
Por lo demás el partido dejó ver en un grado superlativo la calidad del fútbol de toque y presión del Betis; los cerca de 30.000 salernitanos que vieron el partido pitaron claramente a la Juve en la segunda parte porque no olía la pelota. Casto hizo una parada extraordinaria, Mario es un buen complemento de Dorado, pues es muy anticipativo (aunque demasiado impulsivo a veces), Chica parece al menos un aceptable lateral para andar por Primera, y Montero se hace necesario (y Mel bien lo sabe) para abrir el campo y cambiar el ritmo en los últimos metros, aunque ayer no bastara para alcanzar el gol.
Vilas-Boas ayer en una entrevista en The Telegraph: "DS: How do you attack a team that plays with an ultra-low block?
ResponderEliminarAVB: Let’s see. Juventus play with an ultra-low block, they don’t put any pressure on you high up the field. Nowadays most teams don’t. It can limit you because they control the space behind them with perfect offside timing. "
Parece que para la Juve jugar como ayer es la costumbre, por muy Juve que sea y muy en la década del 2010 que estemos...
Sr. Lara, deje de aprovechar los ultimos dias de playa de Agosto y pongase las pilas porque el Betis ya ha echado a andar y de que manera...
ResponderEliminarSaludos
Oído cocina...
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