Cayó el Betis con dignidad y seis años después en el campo del Madrid, en un partido que sirvió para recordar a los béticos las distancias que separan aún a su equipo del primer nivel europeo.
En este caso concreto la gran diferencia fue, sobre todo, física. Muy pocos jugadores béticos estaban en condiciones de ganar duelos individuales contra sus pares, y las ausencias de William Carvalho y, pronto, de Fekir empeoraron las cosas: solo Álex Moreno, Luiz Felipe y luego, y tal vez, Luiz Henrique tenían poder físico para retar a jugadores de la potencia y velocidad de Camavinga, Tchouaméni, Vinicius, Mendy o, más tarde, Valverde. Posicionalmente, pocas novedades, más allá de la posición obligada de mediapunta de Canales tras la lesión de Fekir en el 4-2-3-1 habitual y del adelantamiento para la presión de Modric en los blancos, que convertía el 4-3-3 casi en otro 4-2-3-1.
Sí era un duelo entre iguales en lo técnico. Valiente, el Betis trató de hacer su fútbol combinativo de largas posesiones, y lanzar presión alta (incluso "man to man") cuando perdía la pelota, con la defensa muy arriba. Eso le dio un cierto dominio en la primera media hora, aunque algo ficticio porque esa presión pocas veces lograba robos arriba, y la expuestísima defensa bética no podía sujetar a unos atacantes blancos que disfrutaban gustosos de espacios para correr.
El Madrid a su vez adelantó progresivamentea su presión y la segunda media hora se convirtió en un correcalles a campo abierto, con presiones adelantadas y transiciones rápidas por lado y lado, en el que los blancos impusieron de nuevo su físico. Aunque desperdició alguna contra prometedora, suerte tuvo el Betis de salir más o menos vivo de esta fase, en la que los blancos llegaron demasiadas veces al marco de Silva. Tras el 2-1 se entró en un cierto armisticio, que incluso dio alguna posibilidad al Betis muy al final, aunque los visitantes ya no tenían fuerzas siquiera para retener el balon, y menos para amenazar a Courtois.
En lo individual hay que valorar el partido del denostado Sabaly, que mantuvo dignamente el tipo ante un Vinicius desatado y manejó con inteligencia el balón, aunque le faltó decisión para avanzar cuando estaba libre. Rui Silva alternó grandes paradas con errores como el del 2-1, en el que se confió, y Luiz Felipe demostró grandes dotes defensivas.
El partido dejó una pequeña novedad, la actuación conjunta de B. Iglesias y William José, con el segundo en banda izquierda. Una opción más a tener en cuenta tras las lesiones de Fekir y Juanmi, ya que de momento parece que el entrenador no quiere poner ahí al rookie Luiz Enrique.
ResponderEliminarDe este último, aparte de estar realmente verde, me está pareciendo que tiene poco motor dentro de tanta carrocería.
Saludos
Buen punto ese, sí. Efectivamente lo mandó a banda izqda. Me extrañaría como opción a partido completo, pero efectivamente tal vez sería un buen sucedáneo de Juanmi. LH... paciencia.
EliminarGrxx
JR