lunes, 13 de diciembre de 2021

Betis 4 - Real Sociedad 0 (17ª jornada de LaLiga)

BETIS (4): Rui Silva; Bellerín, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno (Miranda 83'); Guido Rodríguez (Paul 83'), Guardado (William Carvalho 66'); Canales, Fekir (Tello 83'), Juanmi (Rodri 87'); y Willian José.
REAL SOCIEDAD (0): Álex Remiro; Zaldua (Gorosabel 62'), Aritz Elustondo, Le Normand, Aihen Muñoz; Zubeldia (Beñat Turrientes 74'); Portu (Januzaj 62'), Oyarzabal, Zubimendi, Barrenetxea (Robert Navarro 74'); e Isak (Sorloth 74').
Árbitro: Sánchez Martínez. Mal. Amarilla a Guido, Álex Moreno, Fekir y Zubeldia.
Goles: 1-0 (14') Álex Moreno; 2-0 (57') Juanmi; 3-0 (67') Fekir; 4-0 (79') Álex Moreno.
Espléndidas condiciones y 52.000 espectadores en un lleno Villamarín.

El Betis logró anoche una importante victoria ante un rival directo pese a una floja primera parte, en la que su rival fue mejor, compensada por una espléndida segunda en la que arrasó a la Real.

Podemos dividir el partido en cinco fases.

Primer cuarto de hora
Frente al habitual 4-2-3-1 bético, con Canales en la banda derecha, la Real compareció con un claro 4-3-3, tanto en defensa como en ataque (que no, por cierto, 4-2-3-1): Oyarzabal se situaba, en principio, como interior en paralelo a Zubimendi. Ambos equipos trataban de presionar muy arriba y adelantaban la línea defensiva; la Real lo hizo tanto que un pelotazo directo a la espalda de esa defensa ocasionó el 1-0.

Minutos 15 al 45
El gol arruga al Betis y suelta a la Real, que con una excelente presión postpérdida entra en ciclos de dominio. Con Fekir muy arriba y prácticamente dimitido, el Betis pocas veces logra ensuciar la buena salida de balón realista y el centro del campo bético se ve en situaciones de inferioridad numérica (Guido y Guardado frente a Zubeldia, Oyarzabal y Zubimendi), que desembocan en un buen número de ocasiones realistas, todas ellas falladas por Portu.

 

Minutos 45 al 57
Pellegrini corrige alturas en el descanso y enchufa a Fekir, que empieza a colaborar en defensa y a aparecer más atrás, y no solo por el interior derecho (Guardado, escalonado por delante de Guido, hacía de interior izquierdo), sino también por el sector de Álex Moreno. El Betis presiona más arriba, y el partido se iguala; el Betis soluciona la inferioridad en mediocampo con el esfuerzo de los delanteros (que incomodan más a Zubeldia), salidas a presionar al interior libre de los centrales y basculaciones laterales de todo el centro del campo. Canales se viene más al centro e interviene más en el juego, y Willian José ayuda muchísimo a bajar balones: el Betis nivela la posesión.

Minutos 57 al 80
El gol desquicia a la Real, Fekir decide retrasarse para ayudar a tener más el balón y el Betis destroza a la Real mezclando en la proporción exacta la retención de la pelota, que ya no quema como en la primera parte, con salidas explosivas en valocidad que castigan los intentos de presión de la Real.

Minutos 80 al final
El Betis se relaja y consiente alguna llegadas del rival.

Línea por línea
El hombre del partido fue sin duda Álex Moreno, a cuya enorme potencia física favorece mucho el sistema de Pellegrini pues da pista a unos laterales muy altos, encargados incluso de castigar con desmarques de ruptura las defensas adelantadas rivales. Menos espectacular pero también sobresaliente fue el partido defensivo de Rui Silva, Bartra y Ruiz. Bellerín cumplió, como Guido.

Canales puede rendir muy bien en la banda derecha (mejor que en la izquierda) si los ataques del equipo se prolongan y le dan tiempo a tocar el balón por dentro y combinar con la perspectiva del pie cambiado; si el equipo no la tiene nunca y su papel se reduce a contragolpear por esa banda, pìerde valor. Más importante fue el trabajo ayer de Guardado, siempre completo. Juanmi, una vez más, se sacó un gol de donde casi no lo había.

Fekir y Willian fueron noche y día: el brasileño hizo un excelente trabajo de equipo en defensa (se metió muchas veces a defender como centrocampista de banda para compensar los movimientos de Juanmi) y en ataque (bajó mil balones largos, algo muy importante cuando el equipo se ve asfixiado por la presión alta rival). El francés, por su parte, dedicó la primera parte a discutir con el árbitro (con razón, por cierto) y no aportó nada en defensa ni ataque durante 45 minutos; luego se echó al equipo a la espalda y, aunque fuera a las maduras, destrozó al rival, e incluso colaboró en defensa como suele. De los suplentes solo un aceptable Carvalho pudo aportar algo más que lo testimonial.

Pellegrini ha montado un equipo solidísimo cuando conviene y brillante cuando puede. Su nivel en las áreas recuerda al Betis de Serra del 2005, tan vulgar fuera de ellas como contundente en ellas. Vendrán malas rachas, pero será difícil que este equipo se baje de los puestos europeos.

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lunes, 6 de diciembre de 2021

F.C. Barcelona 0 - Betis 1 (16ª jornada de LaLiga)

F.C. BARCELONA (0): Ter Stegen; Dest, Araujo, Lenglet (Piqué 82'), Jordi Alba; Nico González (Frenkie de Jong 58'), Busquets, Gavi (Riqui Puig 36'); Abde (Luuk de Jong 82'), Memphis Depay y Coutinho (Dembélé 58').
BETIS (1): Rui Silva; Bellerín, Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno; Guido Rodríguez, Guardado; Aitor Ruibal (Tello 63'), Canales, Juanmi (Borja Iglesias 81'); y Willian José (William Carvalho 71').
Árbitro: González Fuertes (asturiano). Amarillas a Nico, Canales y Guido Rodríguez.
Gol: 0-1 (79') Juanmi.
66.500 espectadores.

El Betis de Pellegrini rompió por fin su techo de cristal y venció a un rival en teoría superior, aun tratándose del disminuido Barça de hogaño.

Primera hora
Para ello Pellegrini no nos hizo el menor caso (digámoslo así) y planteó el partido de una forma muy similar a anteriores encuentros ante rivales de la parte alta. El Betis se presentó pues con una alineación y planteamiento típicos, esto es, ni especialmente diseñado para tener el balón a toda costa ni tampoco para una defensa a ultranza de su puerta. La presión alta barcelonista y su buena salida de balón producirían un previsible dominio de la posesión de los blaugrana, aunque no fue demasiado agobiante para un Betis que plantó su bloque a una altura media, con la defensa bastante lejos de su portería.

La partida de ajedrez se planteó en los términos previstos: Willian y Canales (mediapunta por Fekir) tratarían de cerrar la salida de los centrales más Busquets. Como reclamaba Xavi días antes del encuentro, su equipo hizo abundante uso del "tercer hombre" para lograr una salida limpia: por ejemplo, cuando Willian cerraba la línea de pase Araujo-Busquets, Nico (ese "tercer hombre") servía de apoyo para hacer llegar la pelota limpiamente al mediocentro.

Gracias a ese mecanismo, y a la escasa finura en la salida corta en el bando contrario (muy mal Bartra en este aspecto), el Barça consiguió dominar la posesión con cierta autoridad. Sin embargo los blaugranas no supieron aprovechar esas salidas limpias de Busquets como "hombre libre" para hacer correr al Betis hacia atrás: controlado Alba por Ruibal, solo Abde corría a la espalda de la defensa bética, mientras que Coutinho y Gavi, en constante intercambio de posiciones, daban mucho control pero poca profundidad, algo que agradecía mucho la adelantada defensa bética. Nico corrige posición para huir de las salidas a marcarlo de Ruiz, y Puig aporta su fútbol vistoso pero sin profundidad.

El Betis no maneja el partido pero su buen rendimiento defensivo (aquí sí, muy bien Bartra) y la falta de calidad del Barça (para sus estándares) mantienen el empate.

Entra Dembélé
La aparición  de Dembélé como extremo derecho (Abde pasa a la izquierda) más la del interior De Joong cambian el partido, mucho más abierto en todos los aspectos: el francés percute con mucho peligro ante Álex Moreno y el encuentro se pone de ida y vuelta. Pellegrini reacciona: refresca las bandas, mandando a Guardado a la ayuda de Moreno sin prescindir de Juanmi, que pasa arriba en el sitio de Willian José. En el cara o cruz que resulta la moneda cae del lado bético, que marca tras ver anulado un gol por levísimo fuera de juego. Tras el gol Pellegrini recupera el tanque arriba y Xavi mete al suyo, sin resultado alguno.

Línea por línea

Bien atrás, incluido un sobrio Rui Silva, fue Moreno el lateral que más aportó en ataque. En el centro del campo destacó el partido de un completo Guardado, que dio continuidad al juego y mucho trabajo defensivo. Ruibal y Canales amagaron más que pegaron, y Juanmi hizo lo suyo, en una jugada en la que dio un recital de desmarques (se ofreció de gol dos veces) y elusión del fuera de juego. W. José aportó mucho fútbol. Los suplentes pasaron desapercibidos.

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domingo, 28 de noviembre de 2021

Betis 3 - Levante 1 (15ª jornada de LaLiga)

BETIS (3): Rui Silva; Aitor Ruibal (Edgar 76'), Bartra, Víctor Ruiz, Álex Moreno; Guido Rodríguez, Guardado; Canales, Fekir (Lainez 90'), Juanmi (William Carvalho 86'); y Willian José.
LEVANTE U.D. (1): Cárdenas; Son, Rubén Vezo, Mustafi, Clerc; Campaña, Malsa, Bardhi; De Frutos (Soldado 63'), Roger y Morales.
Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (C. Madrileño). Amonestó a los visitantes Rubén Vezo y Roger y a los locales Víctor Ruiz y Fekir. Anuente con las pérdidas de tiempo.
Goles: 0-1 (7') Mustafi; 1-1 (55') Juanmi; 2-1 (63') Juanmi. (78') Juanmi.

Siempre idéntico a sí mismo, el Betis de Pellegrini da tanta felicidad a su parroquia como aburrimiento a los analistas: bastaría con cortar y pegar la entrada de cualquier partido reciente ante un rival de nivel parecido al del Levante para entender lo sucedido este mediodía en el Villamarín.

Tal vez cambiarían un poco las cosas si esos rivales de nivel inferior se atreviesen a disputar la posesión del balón a los béticos con valentía en la salida de pelota y presión alta, aun a riesgo de sufrir el castigo recibido hace muy poco por el Elche. Sea cuestión de nivel futbolístico o, según Mustafi, de personalidad, el caso es que al Levante no le sirvió siquiera adelantarse en el marcador y, metido bastante atrás, esperó mansamente a que la calidad de los Canales, Guardado, Fekir o Juanmi acabase decidiendo el resultado del partido. Tan solo durante un breve tramo, mediada la primera mitad, los visitantes pudieron sacar la cabeza y nivelar el juego.

"Impulso ofensivo" del partido según sofascore

Desde su 4-2-3-1 inamovible, las variantes de Pellegrini se reducen a la alineación y a sutiles  movimientos de piezas. Esta vez Canales se aprovechó de la justa presencia de Juanmi en la banda izquierda para salir de ese su exilio habitual y acostarse a la banda deecha, donde pierde la posibilidad de arrancar a campo abierto a pierna natural pero a cambio gana muchísima panorámica de pase y juego combinativo. El resto, lo habitual, con rotaciones, Ruibal como lateral derecho y la intención, luego materializada, de plantarse en campo rival, presionar alto y fuerte tras pérdida y jugar con la habitual movilidad de piezas por dentro. Los laterales, Álex Moreno (muy buena primera parte) y el citado Ruibal, my altos en ataque, se encargarían como siempre de profundizar por banda.

Con Fekir algo echado al costado de Canales para asociarse con él y Guardado (aunque acudió a veces a la base de la jugada para crear superioridad) algo más adelantado que Guido y a su izquierda, el Betis formaba de hecho un 4-3-3 ofensivo en el que Juanmi, como es habitual, buscaba la portería rival mientras Canales se metía en posiciones casi de interior. Enfrente el Levante defendía desde un 4-1-4-1 que muy pocas veces se estiraba a 4-3-3:

Superior a su deprimido rival, técnica y físicamente, en casi todos los sectores del campo, en largo y en corto, en ataque posicional o a la contra, el Betis cargó durante la primera mitad el juego a la derecha para, con buenos cambios de orientación, encontrar a Álex Moreno en el lado contrario, donde hizo mucho daño. Las ocasiones fueron cayendo con regularidad y dos quisieron entrar sobre la hora de juego. De poco sirvió al Levante pasar entonces a un 4-4-2 con Soldado arriba junto a Martí; el Betis nunca perdió el control del juego y el 3-1, justo, cerró el partido.

Mejorado Rui Silva con pies y manos, la defensa supo mantener la línea muy alta, a veces corriendo importantes riesgos. Bartra, lateral de ocasión al final, mostró sus conocidas limitaciones con balón.

El buen primer tiempo de Guardado compensó una primera mitad apagada de Guido, que recuperó su nivel en la segunda, al igual que un Canales que no debe sufrir más el exceso de zurdos en la plantilla: por la derecha es mejor que Rodri, Lainez o Rober. De Juanmi ya lo dijimos todo hace semanas: mientras en fútbol gane el que meta más goles deberá jugar todo lo posible.

Arriba Willian José hizo el tópico trabajo oscuro, y Fekir lo suyo de casi siempre: trabajar en defensa, intervenir muchísimo en ataque, desequilibrar una y otra vez el centro del campo del rival y ser poco decisivo en el área. Los suplentes pudieron aportar poco.

Pellegrini, hay que insistir, ha logrado  un rendimiento regularísimo de su equipo, pese a jugar dos partidos a la semana, y tiene a casi toda la plantilla en pleno rendimiento.

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martes, 23 de noviembre de 2021

Elche 0 - Betis 3 (14ª jornada de LaLiga): unas breves notas.

El Betis de Pellegrini volvió a hacer honor a su fama y tras perder de forma contundente contra tres rivales de alto nivel machacó sin piedad al flojo Elche, rematando de paso el destino de su entrenador, Escribá.

Para ello le bastó media hora, durante la cual al equipo volvió a funcionarle su fórmula de presión alta y juego en campo rival. A ello se prestó mansamente el Elche, que enfrentó al 4-2-3-1 bético un 5-3-2 bastante replegado y concedió el balón durante esa fase a los visitantes, quienes accedieron encantados a activar su juego de control de balón y presión fuerte y alta tras su pérdida. El Elche sin embargo apenas intentó presionar alto al Betis, lo que nos deja la duda de si los verdiblancos sabrán jugar ante rivales inferiores pero que pretendan disputarle la posesión; es cierto también que el Elche carece de la calidad debida para soportar, en el lado contrario del campo, una presión alta bien ejecutada, y de hecho dos de los goles llegaron por robo alto y contragolpe inmediato de los béticos, que saben castigar muy bien las pérdidas en salida del rival. Pellegrini había alineado para castigar la espalda de la defensa ilicitana a dos extremos con mucha proyección hacia puerta, como Juanmi y Rober, y el primero respondió, de nuevo, con gol, e incluso provocó un penalti a favor.

El resto del partido fueron unos larguísimos minutos de la basura: Escribá cambió a un 4-4-2 que niveló un tanto el juego, el Betis se mostró más conservador y el partido transcurrió sin más pena ni gloria hasta que la ingenua expulsión de Bellerín animó la última media hora. Surgió ahí la figura de Rui Silva, que por fin salvó goles claros y ahorró de ese modo un mal rato a sus compañeros.

En lo individual destacaron, junto al portero y Juanmi, la buena primera hora de Paul Akouokou, que jugó con envidiable simplicidad, y el fluido fútbol de Canales, mucho mejor futbolista lejos de la banda izquierda.

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lunes, 8 de noviembre de 2021

Betis 0 - Sevilla 2 (13ª jornada de LaLiga)

BETIS (0): Bravo; Bellerín, Pezzella, Edgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, Guardado (Juanmi 63'); Rodri (Tello 63'), Fekir (Joaquín 87'), Canales; y Willian José (W. Carvalho 46').
SEVILLA F.C. (2): Bono; Montiel, Koundé, Diego Carlos, Acuña (Augustinsson 87'); Fernando; Lamela (Papu Gómez 75'), Joan Jordán (Óliver Torres 75'), Rakitic (Delaney 82'), Ocampos; y Rafa Mir (Munir 82').
Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano). Expulsó por doble amarilla a Guido Rodríguez (45'). Amonestó a Tello y Diego Carlos.
Gol: 0-1 (55') Acuña; 0-2 (81') Bellerín (p.p.).
50.500 espectadores y muy buen césped y condiciones climáticas.

La valentía y la solidaridad en el fútbol no consisten solo en correr y sudar, sino también en arriesgarte al error con el balón en tus pies por dar ventaja a tus compañeros. Al Betis el faltó anoche esa valentía y lo pagó caro.

El resto de problemas e infortunios de la noche derivaron de ese mal, aunque naturalmente la calidad superior del rival y la expulsión de Guido tuvieran también mucho que ver. Ya durante casi toda la primera parte el Betis fue privado del balón por un Sevilla que practicó en puridad el denostado fútbol de posición, y con él sometió completamente al Betis a través del balón.

Como adelantamos en la previa esa sería la clave del partido, y para (al menos) disputarlo sería necesario tomar ciertos riesgos en la salida del balón. Los jugadores del Betis demostraron desde el primer minuto no estar dispuestos a ello, a lo que había contribuido Pellegrini con la alineación atrás de Pezzella; los continuos pelotazos sin siquiera intentar atraer la presión rival (para al menos dar cierta ventaja de espacio a Bravo y W. José en esa jugada) provocaron que el conocido efecto dominó jugase a favor de los visitantes: el Betis jamás consiguió instalarse en campo rival ni encerrar en jugada alguna al Sevilla, de modo que ni una sola vez logró recuperar el balón en la presión postpérdida; por el contrario, el Sevilla sí arriesgó en la salida, consiguió posesiones largas y encerró al Betis, de modo que tras cada pérdida sevillista el Betis, sin espacios, era presa de una inmediata y feroz presión que permitía recuperar el balón a su rival y empezar de nuevo su ciclo de ataque posicional.

Así transcurrieron los primeros 45 minutos. El Betis, eso sí, defendió francamente bien, con un sacrificado 4-4-2 en bloque medio de líneas juntas que sí cumplió todo lo que le pedíamos en esa previa: trabajo indesmayable, defensa no muy retrasada, laterales rivales bien seguidos y un 3 vs 2 en la salida de balón rival defendido con inteligencia, flotando a Diego Carlos (incapaz de salir en conducción ni una sola vez como hombre libre) y cerrando por contra a Koundé y Fernando. El Sevilla jugaba un megarrondo con la infinita paciencia que deseaba su entrenador, y el Betis aguantaba sin apenas conceder ocasiones, aunque a costa de un desgaste físico importante y con un gris horizonte de partido. Solo Fekir conseguía prolongar a veces las posesiones béticas, mientras el Sevilla, siempre muy bien colocado, exhibía un juego a dos toques tan moderno y académico como romo: la falta de calidad de Jordán y la escasa chispa de los actuales Rakitic y Ocampos metían poco miedo.

El siempre revelador impulso ofensivo de sofascore.com. El Betis apenas asomó en momento alguno del partido.

Fue entonces cuando Guido, tarjeteado muy pronto, arriesgó más de lo debido y Mateu Lahoz, tan diplomático y remiso otras veces a las expulsiones (inolvidable aquel Keylor Navas vs. Brasanac del Bernabéu) decidió aplicar el reglamento en todo su rigor. El megarrondo fue a partir de entonces un 10 contra 9, con el Betis en un 4-4-1 con un Felir solitario arriba (que siguió tapando bien a Koundé). Naturalmente los espacios fueron apareciendo, especialmente en las bandas, e inevitablemente llegó el 0-1. Después no hubo nada.

Línea por línea
Bravo tuvo nula culpa en los goles y muy pocas opciones de dar ventaja a sus compañeros con los pies. La línea trasera, al completo, estuvo cumplidora en defensa (muy activo Pezzella y bien Bellerín ante Ocampos) pero muy mal con balóne, fase en la que apenas Édgar tomó algún riesgo y Moreno ganó algún metro.

Mal Guido por obvias razones, Guardado tampoco se ofreció nunca en la base de la jugada ni logró girarse más arriba, papel que se le exige. Rodri se vio completamente rebasado en lo físico por un partido que no era para él, y Canales está en un bajísimo estado de forma, al que su entrenador le añade el problema de situarlo en la banda izquierda. Arriba solo Fekir y sus impresionantes condiciones mantuvieron el tipo. Willian José, aislado, trabajó y edescargó algunas jugadas.

De los suplentes cabe anotar el buen trabajo de William Carvalho pese a disfrutar de muy poco balón. Pellegrini sigue sin lograr que su equipo compita ni tenga la más mínima opción de puntuar ante rivales superiores, y, como ya hemos comentado, la razón básica es la dependencia del balón de los suyos y, a la vez, su falta de competencia para sacarlo con fluidez ante rivales que ejercen una buena presión alta. Tiene mucho que ver con ello que casi todos los equipos de cierto nivel se han subido ya al carro del juego de posición, mientras que el Betis se bajó de él hace más de dos años.

El detalle
La mitad de la afición bética se marchó del campo tras el 0-2.

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martes, 2 de noviembre de 2021

Claves tácticas del derbi

Publico en Onda Bética un breve artículo sobre las claves tácticas del Betis de Pellegrini para tratar de ganar el derbi. En este enlace:
https://ondabetica.es/real-betis/11150/opinion-betis-claves-tacticas-derbi-firmasob-21-22/

Se admiten y agradecen comentarios por aquí, por supuesto.

lunes, 1 de noviembre de 2021

Atlético de Madrid 3 - Betis 0 (12ª jornada de LaLiga)

ATLÉTICO (3): Oblak; Savic, Giménez, Hermoso; Trippier, De Paul (Herrera 83'), Koke, Carrasco (Lodi 88'); Correa (Cunha 83'), Luis Suárez (Joao Felix 71') y Griezmann.
BETIS (0): Bravo; Montoya, Pezzella, Edgar, Álex Moreno; Guardado (Rober 78'), William Carvalho (Guido Rodríguez 66'); Rodri (Aitor Ruibal 46'), Canales, Juanmi (Tello 46'); y Willian José (Borja Iglesias 78').
Árbitro: Arberola Rojas (Castellanomanchego).
Goles: 1-0 (26') Carrasco; 2-0 (63') Pezzella, en propia puerta; 3-0 (79') Joao Felix.
57.000 aficionados, y muchísima lluvia muy bien aguantada por el césped del Wanda.

El regularísimo Betis de Pellegrini cumplió con su adjetivo (para lo bueno y para lo malo) y cayó derrotado ante un rival a priori superior como el Atlético de Madrid.

De cara al derbi habrá que corregir tal tendencia, y más aún dado que el partido nos confirmó las sospechas de a qué se debe esa imposibilidad de meter mano a los equipos de la zona alta: el actual Betis de Pellegrini sufre mucho sin balón y ante equipos que instalan a sus laterales muy arriba, características ambas (sobre todo la capacidad de quitarte el balón) del equipo de Lopetegui. Mejor que el Sevilla es este Atlético 2.0 de Simeone, quien ha dado una vuelta de tuerca a su Atleti correoso del pasado y ha organizado un equipo que a su buen entramado defensivo une mejoras ofensivas propias de equipos posicionalistas, casi guardiolistas: buen manejo del balón, posiciones ofensivas bien definidas y espaciadas (en este caso en un claro 3-4-3), y una presión postpérdida difícil de superar.

Este último fue el gran problema del Betis durante toda la primera parte: pasados unos primeros minutos muy prometedores pero fugaces el Betis perdió el balón, dio un paso atrás y se vio sometido por el Atlético a la propia medicina que al Betis le gusta recetar a sus rivales: posesión larga, rival encerrado cerca de su área, pérdida cerca del área rival, y presión rápida y muy fuerte en la misma zona de pérdida ante un rival aún sin espacios entre sus futbolistas para jugar. A esos ciclos de vio sometido el Betis durante la primera parte, y suerte tuvo de escapar solo con un 1-0 en contra.

Naturalmente este Betis tiene sus armas para contrarrestar y volver a su favor ese juego, pero anoche se le mojaron entre la lluvia: reservados por Pellegrini, ni estaba Fekir para retener el balón cuando el rival apretara ni Guido para recuperarlo; tampoco Borja para bajar balones largos, y un césped humedísimo dificultaba mucho que los pelotazos de Bravo (que botaban muy largos) llegasen a su destino. Muy retrasados Canales y William Carvalho en la salida de balón, el Betis jamás logró instalarse a la espalda de De Paul y Koke y la perdía siempre ante estos o donde los carrileros atléticos, de modo que por su parte nunca podía apretar arriba tras perder el balón, porque nunca llegaba arriba.

Al contrario que contra el Valencia, Bravo fue incapaz de conectar una sola vez con sus compañeros en campo rival.

A ese problema de control de la posesión y el juego se sumó uno posicional: la mala asignación de parejas en defensa. Como ya pasó ante Celtic y Villarreal, los laterales béticos se vieron confundidos por exceso de trabajo y falta de ayudas. Esta vez el Betis no supo seguir a los carrileros Trippier y Carrasco, especialmente al segundo (por el lado de Rodri): los extremos béticos, Rodri y Juanmi, saltaban a por un central o quedaban en zona intermedia entre central y lateral, algo correcto si el balón está lejos pero ruinoso si está en tu costado:


Al saltar a su vez los laterales (en el ejemplo, Montoya) a por el carrilero, con los mediocentros atraídos por Koke y De Paul y los centrales pendientes de Suárez, Griezmann (en el gráfico) y Correa se encontraron con un verdadero latifundio para recibir entre líneas y girarse, y las ocasiones así generadas fueron goteando durante una larguísima media hora del primer tiempo.

Hacia el final de la primera parte e inicio de la segunda el Betis logró manejar un poco mejor el partido e incluso tuvo alguna ocasión de igualar. La presencia de Tello y Ruibal en las bandas, que siguieron con más ahínco a sus carrileros, niveló por un tiempo la contienda, pero sería un espejismo: el Atlético llegaba más a puerta y en una jugada a balón parado (mal defendidas ayer, dicho sea de paso) llegó un desafortunado pero merecido 2-0; el equipo ya no levantó cabeza, aunque al menos la entrada de Guido dio alguna solidez defensiva, acabando Rober como mediapunta.

En lo individual cabe destacar, para mal, el horrible partido de Montoya, blando en defensa y espantoso con balón. Poco presentes los centrales y sin profundidad Álex, apenas Carvalho y Guardado (menos este) mantuvieron un poco el tipo. De los cuatro de arriba solo se pueden salvar diez minutos de Rodri y la voluntad de Willian José. De los suplentes apenas Guido aportó algo notable.

Pareció natural que Pellegrini rotara a dos jugadores de la importancia de Guido y Fekir: muy cargados de partidos ambos, el francés venía además levemente tocado del muslo y apercibido de sanción, y por demás el Wanda es un campo en el que hacer un buen partido suele premiarse con un punto o ninguno. Toca, eso sí, retocar detalles de cara al derbi.

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viernes, 29 de octubre de 2021

Betis 4 - Valencia 1 (11ª jornada de LaLiga)

BETIS (4): Bravo; Montoya, Pezzella, Víctor Ruiz, Álex Moreno; Guido Rodríguez (Guardado 63'), William Carvalho; Canales, Fekir (Joaquín 73'), Juanmi (Aitor Ruibal 73'); y Borja Iglesias.
VALENCIA (1): Cillessen; Foulquier, Gabriel Paulista (Diakhaby 45+3'), Alderete, Gayà; Guedes (Manu Vallejo 76'), Wass (Racic 76'), Hugo Guillamón, Jesús Vázquez (Yunus Musah 60'); Hugo Duro (Hélder Costa 60') y Marcos André.
Árbitro: Díaz de Mera Escuderos. Amarillas al local Carvalho Y a los visitantes Alderete, Guillamón, Guedes, Foulquier y Vallejo.
Goles: 1-0 (14') Borja Iglesias, de penalti; 2-0 (30') Borja Iglesias; 2-1 (39') Gabriel Paulista; 3-1 (61') Pezzella; 4-1 (68') Juanmi.
43.000 espectadores.

Encendida la euforia en la afición por el coliderazgo del Betis (aunque sea con un partido más que sus iguales), conviene enfriar un poco el entusiasmo general, no por aguar la fiesta sino por preparar al público para los malos tiempos, que vendrán, y tal vez serán un simple producto del infortunio, como la fortuna justifica en parte el actual éxito.

Decimos esto porque, pese a lo declarado tras el partido por protagonistas y comentaristas, ni los datos ni lo objetivamente visto sobre el terreno de juego sostienen que el Betis anoche "pasara por encima" del Valencia, al menos hasta que el 3-1 de Pezzella hizo bajar los brazos a los forasteros. No quiere decir eso, ni lo de más arriba, que este Betis no haga las cosas bien, incluso muy bien: ayer fue de nuevo superior a su rival, no de forma aplastante pero sí suficiente para esperar que esa suerte le sonriese, y su tremenda regularidad –son ya docenas y docenas esos partidos en los que es un poco superior a su rival– promete un buen futuro a su antaño sufrida grey.

Primera media hora de juego

Tácticamente el Betis de Pellegrini fue el de siempre: 4-2-3-1 con libertad ofensiva, laterales altos e intentos de mantener el balón en su poder para lanzar en buenas condiciones su presión tras pérdida, más 4-4-2 en bloque medio en defensa posicional. El único matiz esta vez fue meter en los extremos, y a pie cambiado, a Juanmi y Canales, tal vez con la intención de buscar la espalda de la defensa rival, si este se atrevía a presionar en bloque alto, con balones profundos a desmarques de ruptura, de los que son buenos especialistas.

Hasta su derrumbe a la hora de juego el Valencia mantuvo el tipo e incluso contó con (casi) tantas ocasiones como el Betis. Para ello trató de recitar el manual completo del método Bordalás, aunque de momento solo parecen haberse aprendido bien la parte de los recaditos cuando el rival ha soltado el balón, la intimidación y el restante repertorio antideportivo habitual en su entrenador. Más parece estar costando a su limitada plantilla asimilar el juego que propone su técnico: como su antiguo Getafe, trataron de defender en un bloque medio con saltos a la presión alta desde un 4-4-2 de fuerte físico, y apenas recuperaban el balón jugaban muy directo hacia sus dos puntas (inicialmente Duro y André) para tratar de que ellos, o los cuatro mediocampistas que acudían a la zona de rechace, ganaran la segunda jugada. Dado que el Betis defiende también en 4-4-2 y que Guido trató de inicio de apretar a uno de los mediocentros del rival, provocando emparejamientos personales en todo el campo, el Valencia encontró la forma de hacer daño al Betis en la igualdad numérica de sus puntas ante los centrales béticos.



    "Impulso ofensivo" de sofascore.com y xG de understats.com:
hasta el minuto 60 el Valencia mantuvo el pulso

Mediada la primera parte un factor importante en este Betis de Pellegrini comienza a desequilibrar el partido: cuando el Valencia separa líneas y trata de presionar arriba, el buen pie de Bravo (que además detecta bien las zonas de superioridad a donde debe mandar la pelota) y la facilidad de Borja para bajar balones, junto a la buena predisposición del equipo para ganar las segundas jugadas, desactivan esa presión y permiten al Betis ganar metros y castigar la defensa adelantada del Valencia.

Primera parte: más de la mitad de los balones largos de Bravo a campo rival llegaron directamente a jugadores del Betis.

El Betis suma el control del juego de Guido y William y se pone 2-0 por delante.

Minutos 30 al 60

Sin nada ya que perder, el Valencia quema naves, nivela el juego por impulso físico, pone el 2-1 y se acerca al empate, hasta que Pezzella pone el 3-1.

Última media hora

Tras el gol de Pezzella y los cambios de Bordalás no hay partido: el Valencia baja los brazos y el Betis maneja el partido a su antojo.

Línea por línea

Aunque erró gravemente en el 2-1, el juego de pies de Bravo y sus paradas (por ejemplo, una inicial, con 0-0) son importantes para el equipo. Cumplidores Montoya y Moreno, el austero pero siempre eficiente juego de Ruiz compensó los errores de Pezzella en la primera media hora.

Aunque sigue sin ser relevante en las áreas, el excelente juego medio de William Carvalho, finísimo con balón, dio al Betis un enorme control del juego junto a los robos de Guido. Canales fue de más a menos y Juanmi hizo lo suyo habitual, que es mucho; gol, trabajo y cierta salida del juego.

Borja, en gran forma, aportó también juego y goles. Fekir hizo jugadas maradonianas sin avanzar un metro; desgastan al rival y dan también control del juego, que no es poco, pero hay que exigirle más.

Los cambios resultaron esta vez irrelevantes. Pellegrini, sin grandes alardes tácticos, ha logrado enchufar a (casi) toda su plantilla, ponerla en gran estado físico y técnico y dotar al equipo de una impresionante regularidad.

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lunes, 25 de octubre de 2021

Betis 3 - Rayo Vallecano 2 (10ª jornada de LaLiga): unas breves notas

BETIS (3): Bravo; Bellerín, Bartra, Edgar, Álex Moreno; Guido Rodríguez, Canales (Wiliam Carvalho 80'); Rodri (Guardado 70'), Fekir, Juanmi (Lainez 70') y Willian José (Borja Iglesias 88').
RAYO VALLECANO (2): Dimitrievski; Mario Hernández (Isi Palazón 46'), Maras (Pozo 88'), Catena, Fran García; Pathé Cissé (Comesaña 46'), Unai López; Balliu, Trejo (Falcao 71'), Álvaro García; y Nteka (Bebé, 79').
Goles: 1-0 (22') Álex Moreno; 2-0 (24') Juanmi; 2-1 (45+2') Nteka; 2-2 (65') Álvaro García; 3-2 (75') Willian José, de penalti.
Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (vasco). Amonestó al local Edgar y a los visitantes Álvaro García y Trejo.
45.000 espectadores y muy buen césped y condiciones.

Regular como un reloj suizo, el Betis volvió a ganar a un equipo en teoría inferior, aunque este respondón Rayo de Iraola resultó ser una fotocopia casi perfecta del Betis de Pellegrini y puso en aprietos a los locales.

En efecto, el planteamiento e incluso sus efectos fueron casi idénticos: como siempre hace el Betis, el Rayo trató de disputar (y disfrutar) la posesión del balón desde un 4-2-3-1 que en defensa era un 4-4-2 con el bloque a una altura media, esto es, con la defensa bastante adelantada y las líneas juntas. También como el Betis, el Rayo jugaba con un doble pivote paralelo formado por un jugador más defensivo (Cissé) y uno de mejor toque (Unai López), más o menos escalonado y con un mediapunta por delante, en este caso un Trejo que tiene unas condiciones físicas muy inferiores a las de Fekir pero entiende mejor el juego y fue mucho más decisivo (dos asistencias). Y al igual que su rival, el Rayo basaba la profundidad y amplitud de su ataque en sus altísimos laterales, en especial el rapidísimo Fran García por la izquierda.

Las diferencias las marcó el Betis durante su excelente primera media hora, en la que –pese a que el Rayo defendió bien– la ofensivísima alineación bética logró someter a su rival a los deseados ciclos de ataque posicional instalado en campo contrario y presión inmediata tras pérdida. Tras el 1-0 (significativamente marcado en una jugada entre Bellerín y Moreno) el Rayo adelantó un poco sus líneas y recibió un segundo castigo a la espalda de su defensa. Ya con 2-0, el Rayo dio otro obligatorio paso adelante, marcó con fortuna y tras el descanso metió gente ofensiva: Comesaña por Cissé (este casi flotado por la presión bética en el primer tiempo) en el pivote, y un muy peligroso Palazón en la derecha, al final segundo punta junto a Falcao.

Ahí el Betis reculó, tal vez demasiado puesto que la espalda de sus centrales rara vez fue puesta en peligro, y el Rayo fue incluso mejor que su rival durante buena parte del segundo tiempo. Cerca ya de su querida zona Cesarini el Betis marcó el 3-2 y el equipo aguantó lo mejor que pudo, aunque muy metido atrás y con William Carvalho y Guardado (este desde la banda izquierda) auxiliando a Guido en las tareas de desagüe.

Individualmente destacó la gran forma física de Álex Moreno, una bomba en las áreas que puede explotar en cualquiera de ellas, el crecimiento de Édgar (aunque sus dos únicos errores quedaron en evidencia por el desenlace final de las jugadas, en tarjeta y gol) y, de nuevo, el partido defensivo de Guido. Mención aparte merece la efectividad de Juanmi, un jugador no solo listo, sino muy fino técnicamente y que ayer incluso participó con acierto en la elaboración y en defensa; mientras en fútbol gane quien más goles meta, Juanmi debe jugar mucho.

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viernes, 22 de octubre de 2021

Betis 1 - Bayer Leverkusen 1 (3ª jornada de la UEFA Europa League)

BETIS (1): Claudio Bravo; Montoya, Pezzella, Édgar, Miranda (Álex Moreno, 46); Guido Rodríguez, William Carvalho; Joaquín (Lainez, m.46), Fekir (Canales, m.64), Aitor Ruibal (Juanmi, m.71); Borja Iglesias (Willian José, m.85).
BAYER LEVERKUSEN (1): Hradecky; Frimpong, Tah, Tapsoba, Hincapié (Bakker, m.76); Andrich, Demirbay; Bellarabi (Paulinho, m.76), Adli (Wirtz, m.69), Diaby (Palacios, m.91); y Alario (Schick, m.69).
Goles: 1-0, M.75: Borja Iglesias, de penalti. 1-1, M.82: Andrich.
Árbitro: Bartosz Frankowski (Polonia). Amonestó a Miranda (m.10), Pezzella (m.71), Alario (m.50), Tapsoba (m.62), Hincapié (m.71) y Diaby (m.86).
Incidencias: 39.000 espectadores. 

El partido de anoche fue un buen ejemplo de por qué el de Pellegrini es uno de los equipos con menos derrotas de Europa en 2021: inferior en juego en casi todos los sectores del terreno al Bayer, el Betis fue capaz de sobrevivir al partido por concentración en las áreas, experiencia y dominio de los detalles.

Y es que, salvo en algunos episodios como el cuarto de hora final del primer tiempo, el Bayer fue mejor, y especialmente en un arranque del partido en el que (como ante el Celtic) el Betis fue zarandeado por su rival. No sabemos si el equipo técnico de Pellegrini estudia poco a sus rivales o si este considera innecesario hacer cambios ostensibles en sus planteamientos, pero lo cierto es que el Betis juega casi siempre casi igual y tardó de nuevo en detectar los problemas tácticos que le planteaban. Mientras Fekir era perseguido con saña por todo el centro del campo por medio Bayer, el Betis era martirizado durante la media hora inicial por los extremos Bellarabi y, sobre todo, el rapidísimo Diaby, que pasaba junto a Montoya o Pezzella como un avión. Más lentos estos y Miranda que los alternativos Bellerín, Bartra o Álex Moreno, y sin ayudas desde dentro, las bandas fueron fuente constante de peligro contra el Betis durante treinta minutos.

A cambio esa alineación del Betis (sumen a Bravo) tenía mucho más colmillo para defender su área, y así escapó vivo de esa fase y de un final de partido complicado tras recibir el infortunado 1-1. En cuanto a colocación, unos y otros defendían en un claro 4-4-2 convertido en ataque en 4-2-3-1, lo que produjo emparejamientos claros por casi todo el campo. Entre los alemanes el fino Demirbay hacía de Carvalho y el limitado Andrich de Guido. El Betis acumulaba mucha gente atrás para la salida de balón, como suele:

También mostraba su habitual movilidad ofensiva, con los usuales intercambios de posiciones por dentro, aunque a cambio cometía errores de colocación: Pezzella jamás se ofrecía en ventaja (ni para él ni para los compañeros), hubo apelotonamiento ofensivo en ciertas fases, y Fekir recibía siempre en zonas muy densas. En defensa el Betis (y también el Bayer) defendía en su típico –y físicamente agotador– bloque medio, con frecuentes intentos de saltar a la presión alta.

Los cambios de Pellegrini mejoraron un poco los problemas por las bandas, pero el ingeniero una vez más los hizo tarde y el equipo, muy exigido, no llegó fresco al final de un partido de ritmo muy alto. Poco más lo hizo el Bayer, que jugó los últimos minutos con Wirtz y Schick (nada menos que el máximo goleador de la Eurocopa) arriba. Bravo salvó al final el empate.

Individualmente descollaron Guido, muy inteligente en defensa, un magnífico Edgar (verdadera muralla en los balones cruzados) y Bravo, concentradísimo y que añadió un gran juego de pies a sus paradas salvadoras. Carvalho hizo fluir muy bien el juego pero llegó asfixiado y fallón al final. Montoya se recuperó de sus apuros iniciales mejor que Miranda, y Pezzella solo acertó en su área, que algo es; Joaquín dio buenos minutos, Ruibal puso más empeño que calidad, y Borja y Fekir recibieron poco en ventaja, muy controlado el primero por un gran Tah. Canales y Lainez se diluyeron tras prometedores arranques, y Juanmi falló en lo suyo (el gol) tras un monumental pase de 80 metros de Bravo.

Signifique lo que signifique es evidente que la competitividad es una virtud de este Betis de Pellegrini, siempre peleón, correoso e incómodo. Al chileno y su equipo técnico hay que apuntarles un importante acierto: la defensa en zona de las jugadas a balón parado, en las que el equipo es casi inabordable.

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martes, 19 de octubre de 2021

Alavés 0 - Betis 1 (9ª jornada de LaLiga)

D. ALAVÉS (0): Pacheco; Ximo Navarro, Miazga, Laguardia, Rubén Duarte; Pellistri (Edgar Méndez 77'), Toni Moya, Tomás Pina (Lou 77'), Luis Rioja; Miguel de la Fuente (Sylla 69') y Joselu.
BETIS (1): Rui Silva; Bellerín, Bartra, Edgar, Álex Moreno; William Carvalho, Guardado; Rodri (Tello 64'), Fekir, Canales (Joaquín 64'); y Willian José (Borja Iglesias 76').  
Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó al visitante Edgar.
Goles: 0-1 (89') Borja Iglesias.
Incidencias: 10.000 espectadores y buen césped en Mendizorroza.

La zona Cesarini, a la que también parece abonarse este año, dio de nuevo tres puntos al Betis de Pellegrini tras un flojo partido en el que no tuvo casi nunca el control del juego.

El encuentro se presentaba como un típico choque de estilos entre el toque bético y el juego norteño clásico del Alavés, un equipo menor en la categoría pero más correoso de lo que indica la clasificación. Los vitorianos mostrarían el catálogo habitual de este fútbol: alternancia de fases de presión alta (insostenible todo el partido) con repliegue bajo, pelotazos al tanque Joselu para salir de atrás, velocidad por las bandas, y muchos balones crizados para cargar el área y buscar la segunda jugada, además del habitual peligro a balón parado (que le ha dado sus dos únicos goles esta temporada). Para ello, contra los pronósticos leídos, presentaron un típico 4-4-2 y no el 5-4-1 con el que se especulaba.

Con un esquema semejante defendería el Betis, que en ataque se estructuraba con su habitual 4-2-3-1 y un equipo bastante titular, con la salvedad de las ausencias de Bravo y Guido y con la baja de muy última hora de Camarasa, que al parecer estaba destinado a ser titular antre su exequipo. Por demás el Betis trató de salida de mantener sus rasgos habituales: presión alta (casi man to man por los esquemas simétricos en 4-4-2), buen trato de balón, extremos (Rodri y un Canales a pie natural) muy metidos por dentro, laterales muy altos y mucha movilidad ofensiva, con Guardado cerca de los centrales en salida de balón.

El Betis dominó claramente la primera media hora, e incluso encerró por tramos a un Alavés que se metía muy atrás cuando era superada su tímida presión. No obstante el transcurso del partido torcería los planes de Pellegrini: el equipo se mostró incapaz de cambiar de ritmo cerca del área rival, el Alavés fue quitándose la presión de encima gracias a los balones bajados por Joselu, el pie poco fino de Rui Silva se fue haciendo víctima a su vez de la presión alavesista (aunque esta llegase a ráfagas) y el equipo se mostraba muy blando en las áreas, sin remate en la ajena y sin seguridad en la propia (Silva remiso a salir, despejes fallidos, segundas jugadas ganadas por el rival...), hasta el punto de pasar varios momentos delicados en la segunda media hora.

Llegó el Betis vivo, pese a todo, a un tramo final de partido entre dos equipos muy cansados, incapaces ya de mucho más que replegarse y esperar su oportunidad. Bajo en defensa el bloque del Betis pero bajísimo el del Alavés, que toleraba que los ataques béticos se metiesen casi en su propia área sin resistencia hasta ahí, Pellegrini trató de meter ritmo ofensivo metiendo a Joaquín y Tello abiertos en banda. Uno de los ataques béticos, tras pisar largamente el área del Alavés, acabó en el gol de Borja tras dos buenos desmarques de Joaquín y del gallego. El Betis supo hacer que no se jugase más.

Destacaron Edgar, sobre todo en salida de balón, el empuje físico de Moreno (casi siempre mal culminado) y el brillante partido de Carvalho, de nuevo muy entonado. En lo negativo, cierta indolencia de Fekir y el desacierto de Canales, que desaprovechó sus buenos desmarques de ruptura (tan necesarios en este Betis). Joaquín y Borja sí aprovecharon bien sus minutos.

Preocupa el bajo estado de forma del equipo ante la avalancha de partidos que se aproxima, aunque nunca se lo pone fácil al rival y sea un martillo pilón ante equipos de nivel bajo. Aunque pocos, los cambios, esta vez, sí funcionaron a Pellegrini.

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lunes, 4 de octubre de 2021

Villarreal 2 - Betis 0 (8ª jornada de LaLiga)

VILLARREAL C.F. (2): Rulli; Foyth, Mandi, Pau Torres, Estupiñán; Capoue (Iborra 90+1'), Parejo, Coquelin (46'); Trigueros (Moi Gómez 57'), Yeremy Pino y Danjuma (Jackson 90+2').
BETIS (0): Rui Silva; Bellerín, Pezzella, Edgar, Miranda (Álex Moreno 58'); Guido Rodríguez, William Carvalho (Camarasa 72'); Aitor Ruibal (Rodri 58'), Fekir, Juanmi (Tello 46'); y Willian José (Borja Iglesias 72').
Árbitro: Jose María Sánchez Martínez. Amarillas a Fekir, Juanmi y Edgar.
Goles: 1-0 (45+1') Danjuma; 2-0 (68') Danjuma.
Buena entrada y buen césped.

Nos permite la vida escribir un nuevo análisis del Betis de Pellegrini precisamente tras una de sus raras derrotas, que cierra una muy buena racha.

Realmente el Betis, muy inferior ayer al Villarreal, jugó a su modo y nivel habituales, con su regularidad de reloj suizo. Pero, como suele ocurrirle ante equipos de alto nivel, la calidad técnica del Villarreal hizo estéril su presión alta, lo obligó a recular y lo sometió, a la inversa de lo que suele, a los ciclos de posesiones largas y contrapresión rápida que precisamente el Betis gusta de ejercer.

A ese estado de cosas, además de esa calidad en la salida del balón de los castellonenses, contribuyó el esquema (tan raro de ver como racional y efectivo) de los locales: un 442 en rombo que torturó las posiciones intermedias desde las que el Betis suele presionar. Esas posiciones intermedias fueron muy efectivas ante los defensas de Osasuna o Ferencvaros, que se quitaban el balón de encima como podían apenas un bético les apretaba un poco; pero Pau Torres, Mandi y sus compañeros aguantaron el balón y supieron encontrar siempre al hombre libre en cada momento de cada jugada, y la presión siempre llegaba tarde. Peor, esas posiciones del rombo de Emery se le atragantaron al Betis incluso cuando defendía cerca de su área: los extremos béticos se veían rebasados por los laterales y dejaban en inferioridad a Bellerín y Miranda.

 

Aunque con un esquema distinto sucedió algo similar a la primera media hora ante el Celtic: ni siquiera tras replegar los defensores béticos tenían marcas claras, y en particular los laterales, que no sabían si seguir al punta que caía a su costado, al interior cercano o al lateral rival que subía, mal seguido por el respectivo extremo de su banda.

El Villarreal sí presionaba bien, casi siempre porque el Betis recuperaba la pelota tan atrás que no tenía espacios para sacarla ante la inmediata contrapresión del Villarreal. Si no era así, el rombo local basculaba bien para dejar como hombre libre al lateral bético más alejado, al que los visitantes muy pocas veces supieron encontrar. Por ejemplo, con balón en pies de Bellerín ocurrían situaciones como esta, con superioridad del Villarreal en el costado del balón:

Los errores puntuales en el 1-0 de Bellerín o Pezzella (muy gris el argentino) no deben ser señalados: la superioridad local se habría materializado seguramente antes o después, y a partir de ahí el Betis persiguió sombras. Rui Silva, una vez más, ni falló lo fácil ni salvó lo difícil. Del discreto mediocampo apenas se salvó Guido, y arriba Willian José acertó más que Fekir. De los suplentes solo Rodri mejoró a su sustituido. La mejor noticia es el creciente rendimiento de un Edgar que progresa en defensa por abajo y ya es realmente bueno por alto y en salida de balón.

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lunes, 20 de septiembre de 2021

Betis 2 - Espanyol 2: unas breves notas

BETIS (2): Bravo; Bellerín, Pezzella, Víctor Ruiz (Édgar, 06), Álex Moreno; Guido Rodríguez, William Carvalho (Guardado, 69); Rodri (Camarasa, 66), Fekir, Canales (Juanmi, 66); y William José (Borja Iglesias, 69).
ESPANYOL (2): Diego López; Óscar Gil (Wu Lei, 61), Sergi Gómez, Cabrera, Pedrosa; Morlanes (Keidi Baré, 46); Aleix Vidal (Nico Melamed, 81), Darder, Melendo (Loren, 46), Embarba; y Raúl de Tomás (Dimata, 92).
Goles: 0-1, M.16: Aleix Vidal. 1-1, M.41: Willian José. 2-1, M.49+: Fekir. 2-2, M.97: Cabrera.
Árbitro: César Soto Grado (Comité Riojano). Anticasero y provocador. Expulsó con roja directa a Pezzella (m.78). Ademas, amonestó a los locales Édgar, Guardado, Bravo y Fekir (m.97), y a los visitantes Morlanes, Vidal, Pedrosa y Raúl de Tomás. 

Aunque el ritmo de partidos apenas nos dé tiempo a entrar en profundidad en algunos de ellos –ni apenas a contestar comentarios–, dejaremos algunas breves notas sobre el encuentro de anoche.

Un cúmulo de factores impidió que la manifiesta superioridad futbolística bética se conviertiese ayer en victoria. Dos de ellos, cierta mala fortuna y algunas decisiones arbitrales decisivas, fueron ajenos al equipo; pero otros dos sí fueron responsabilidad suya: la falta de instinto para hacer daño al rival cuando lo tenía contra las cuerdas, esto es, los primeros veinte minutos de la segunda parte, y los cambios realizados por Pellegrini mediado ese segundo tiempo, que debilitaron gravemente al equipo.

De salida el Espanyol opuso, como tantos, un 4-1-4-1 al 4-2-3-1 bético, de modo que sus interiores quedaban bien emparejados con los mediocentros béticos, paralelos de nuevo, mientras su pivote cerraría a Fekir. Pellegrini dispuso un equipo que empieza a sonar a titular, con Guido y W. Carvalho en el pivote, extremos para Rodri y Canales, y W. José arriba. Durante una hora el Betis realizó un brillante ejercicio de fútbol clásico, encerrando a su rival y creando infinidad de ocasiones gracias a su movilidad y su superior calidad; pese a que el Espanyol cazó un par de contragolpes peligrosos y uno cayó dentro, el 2-1 al descanso resultaba corto.

La tónica siguió siendo la misma tras el descanso pese a que Vicente Moreno había retocado su esquema para pasar a un 4-4-2, ya con Loren arriba. Fue mediada esa segunda mitad cuando, en breves minutos, Pellegrini rotó a sus atacantes: algo necesario, seguro, pero que en este caso hizo perder al equipo su superioridad física y técnica. Sin Carvalho, Rodri y Canales el equipo perdió muchísima capacidad de tener el balón, y con Camarasa, Juanmi y Guardado en el campo no ganó a cambio poder físico alguno. Lo que es peor, y esto sí censurable: agotó muy pronto los (¡5!) cambios, dejando a Fekir en el campo (tan sobreexplotado como el ayer lesionado Ruiz) y al equipo sin posibilidad de corrección ante accidentes como el que, en efecto, ocurrió de seguido: la expulsión de Pezzella.

Para los veinte minutos restantes Pellegrini montó un 4-4-1 con Borja tirado a la derecha, Camarasa (inicialmente en un costado) y Guardado como mediocentros y Fekir, casi agotado, arriba. El castigo fue tardío y excesivo para los escasos méritos de un Espanyol tan falto de fe como de fútbol.

El partido deja buenas noticias: el juego ofensivo del equipo, tal vez el más fluido y equilibrado de toda la era Pellegrini, y el buen estado de William Carvalho y Fekir, ayer por fin importantes. A cambio, además de los puntos fugados, el equipo se queda prácticamente sin centrales, y se constató de nuevo que Camarasa no puede tener un minuto válido de competición más: ni tuvo nunca nivel para el Betis, ni sus características se amoldan al juego de posesiones largas del equipo (por decirlo claro: es muy inferior técnicamente a Canales, Rodri, Lainez, William, Guardado o cualquier otro en cuya posición pueda jugar), ni este Betis puede darle minutos en espera de que recupere su físico tras un año en blanco; debió salir en agosto.

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viernes, 17 de septiembre de 2021

Betis 4 - Celtic de Glasgow 3 (1ª jornada de la fase de grupos de la Europa League)

BETIS (4): Bravo; Montoya, Edgar, Víctor Ruiz, Miranda (Álex Moreno 69'); Guardado (Guido Rodríguez 69'), Canales (Rober 81'); Joaquín (Aitor Ruibal 55'), Fekir (William Carvalho 69'), Juanmi; y Borja Iglesias.
CELTIC (3): Hart; Ralston, Starfelt, Carter-Vickers, Juranovic; Soro (McCarthy 56'), Rogic, Turnbull; Jota, Ajeti y Montgomery.
Árbitro: Fran Jovic (croata). Amarilla a los locales Guardado, Fekir, Aitor Ruibal y Álex Moreno,y a los visitantes Soro y Carter-Vickers.
Goles 0-1 (15') Ajeti; 0-2 (28') Juranovic, de penalti; 1-2 (32') Miranda; 2-2 (34') Juanmi; 3-2 (50') Borja Iglesias; 4-2 (54') Juanmi; 4-3 (87') Ralston.
31.000 espectadores y muy buen césped.

El Celtic de Guardiola

La vuelta a Europa del Betis resultó un partido espectacular e interesantísimo a nivel táctico. Para empezar, quien esperase ver ante el Betis a un típico equipo escocés, esto es, una interpretación del fútbol británico más primitiva aún que la inglesa, se llevó muy pronto una gran sorpresa: el Celtic recitó de arriba abajo el manual del fútbol de posición, y para ser exactos su variante más ortodoxa, la de Guardiola, y desarboló con ella al Betis la primera media hora.

Primera media hora

Para ello los escoceses no solo cuidaron la salida de balón y su posesión, presionaron fuerte tras pérdida y atacaron con muchos hombres por delante de la pelota, sino que incluso en lo posicional imitaron una de las invenciones más conocidas del técnico catalán: el 4-3-3 laterales interiores.

Antes de sacar de centro el Celtic ya había formado su 2-3-5 ofensivo con los laterales por dentro. A los seis minutos de partido lo estábamos avisando en este tuit

Efectivamente, desde el mismo saque de centro se observó cómo los dos laterales del Celtic, Ralston y Juranovic, atacarían (y cerrarían contragolpes) desde los costados de su mediocentro, Soro, mientras los extremos, el peligroso Jota y Montgomery, se atornillaban a las bandas, y (detalle este importante que suele pasarse por alto al analizar este sistema) los dos interiores subían a posiciones casi de delantero, a los costados del delantero centro, formando así un 2-3-2-3 que casi era un 2-3-5. Es decir, estos movimientos:

Enfrente el Betis, privado del balón, defendía con su habitual 4-4-2, pero los inusuales movimientos del Celtic volvían loco al sistema defensivo bético, ya debilitado por la ultraofensiva alineación de Pellegrini, con un mediocampo formado por Joaquín, Canales, Guardado y Juanmi. Cuando el Celtic progresaba Juanmi y Joaquín no sabían muy bien qué hacer, sin lateral a quien seguir por la banda, mientras los cuatro defensas béticos se enfrentaban en inferioridad numérica a los cinco delanteros de los escoceses, cuyos extremos, sobre todo Jota, recibían con facilidad al verse obligados Miranda y Montoya a cerrarse.


Obsérvese la permuta de roles de lateral, interior y extremo en el ataque del Celtic respecto a los habituales, pues normalmente los laterales son quienes suben por la banda y los interiores quienes acompañan al mediocentro atrasándose a sus costados, con los extremos metidos por dentro junto al delantero centro. Esto dejaba a Juanmi y Joaquín fuera de la jugada en defensa, dejando a su vez en inferioridad a sus mediocentros (Canales y Guardado contra tres) y, decíamos, a su defensa (cuatro contra cinco atacantes). A cambio, los extremos béticos partían en ventaja para las contras, lo que aprovecharían más tarde.

El Betis era inferior tácticamente a su rival, lo parecía físicamente y estaba derrumbado en lo psicológico.


Segunda media hora

Miranda se encarga de esto último echándose el equipo a la espalda, el Celtic empieza a pagar su insostenible ritmo físico, Pellegrini y su equipo técnico retocan posiciones, aunque tarde (lo de los laterales interiores se podía ver, literalmente, desde el saque inicial), y el equipo se veía aliviado de la presión rival por los saques de Bravo, la buena salida de Ruiz y los apoyos de Fekir.

Segunda parte: el Betis cierra a sus extremos para seguir a los laterales interiores rivales, y atrasa a sus mediocentros (aquí no lo suficiente) para cerrar a Rogic y Turnbull. Los laterales pueden ir a por el extremo del lado del balón.

El Betis castiga la adelantada defensa escocesa y pega un arreón que voltea el partido, cambiando los papeles previstos: eran los locales quienes buscaban el fútbol físico y de choque, los balones largos y al espacio y los contragolpes, mientras los escoceses intentaban retener al balón y sacarlo desde atrás, con grandes riesgos.

El arreón bético se amplía al arranque del segundo tiempo y el Betis remonta con brillantez.

Última media hora

Con buen criterio, Pellegrini cierra el partido con posesiones largas y refresco en los mediocentros. El Celtic, muy castigado físicamente, apenas puede ya oponer resistencia, aunque su esfuerzo recibe premio cerca del final.

Línea por línea

Bravo mejoró ostensiblemente la salida de balón, con manos y pies, y no para menos que Silva. Los laterales fueron cara y cruz (Miranda antes del gol ya había tirado al palo, mientras Montoya perdía mil balones) y entre los centrales Ruiz tuvo mucho más trabajo y presencia que Edgar, bien este con balón.

Canales y Guardado fueron de menos a más y acabaron mandando, sobre todo el cántabro. Juanmi hizo lo suyo, que es importantísimo, y Joaquín parece lejos de su mejor estado. Arriba Borja se entonó y por fin intervino en el área, y Fekir fue más Fekir que nunca: su desgaste del rival fue probablemente importante, pero su irrelevancia en ataque llama mucho la atención: en ninguno de los cuatro goles de los goles, intervino tan solo en la pared con Miranda del 1-0*.

Entre los suplentes hay que destacar el buen juego de los mediocentros, pese a la habitual indolencia de William. Pellegrini tardó en reaccionar en lo táctico, pero lo hizo con acierto.

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* Editado para corregir a instancias de Manolo GH y de un tuitero


miércoles, 15 de septiembre de 2021

Granada C.F. 1 - Betis 2 (4ª jornada de LaLiga)

GRANADA C.F. (1): Maximiano; Arias, Germán (Abram 59'), Domingos Duarte, Neva; Gonalons; Soro (Bacca 59'), Montoro, Monchu (Eteki 84'), Darwin Machis (Rochina 64'); y Luis Suárez (Jorge Molina 84').
BETIS (2): Rui Silva; Bellerín, Bartra (Pezzella 15'), Víctor Ruiz, Álex Moreno; William Carvalho (Camarasa 64'), Guido Rodríguez; Rodri (Joaquín 73'), Fekir (Canales 64'), Tello; y Borja Iglesias (Willian José 46').
Árbitro: Cuadra Fernández (Balear). Tarjetas a Borja Iglesias y Fekir.
Goles: 0-1 (45'+2) Rodri; 1-1 (66') Luis Suárez; 1-2 (88') Canales.
Mal césped y 11.000 espectadores en el Nuevo Los Cármenes de Granada.

Un gol postrero de Canales hizo justicia en un partido que el Betis mereció ganar de largo pero cuyo control perdió en su última fase.

Primera parte

El Granada de Robert Moreno es un equipo a medio hacer. El exseleccionador pretende un cambio radical: pasar del fútbol físico de Martínez a un modelo posicionalista y de dominio del balón. Pero sus jugadores aún no parecen haberse adaptado a ello, en el supuesto de que tenga los mimbres adecuados para ese cesto, cosa dudosa: ni los centrales mostraron la velocidad debida, ni su portero el manejo de balón necesario, ni sus delanteros parecen tan hábiles como sí son potentes, ni siquiera el césped de su estadio está en las condiciones adecuadas para rasear el balón.

Como Pellegrini opuso un equipo muy técnico, con William Carvalho junto a Guido en el mediocentro y el debutante Bellerín junto a Rodri en la derecha, la batalla central del partido sería la de la posesión, y como fue el Betis su ganador en la primera mitad, las ocasiones cayeron de su lado; y no fueron pocas. El Betis volvía a jugar con los mediocentros muy paralelos en salida de balón y con un curioso atasco por la parte derecha, en cuya zona de interiores se juntaban el mediapunta Fekir, William Carvalho cuando se adelantaba, a veces Rodri, e incluso Bellerín, escupido haca dentro cuando el canterano se atornillaba a la banda. Por el lado contrario Tello y Moreno tenían mucha más pista para lo suyo, correr. Los ciclos de jugada elaborada y contrapresión favorecían a los béticos, y las persecuciones del 4-3-3 granadino, aunque se emparejaban bien con el 4-2-3-1 bético (con la habitual superioridad de dos contra uno de centrales contra punta) no podía controlar la movilidad de los béticos. Llegaba solo un gol, justo antes del descanso.

Minutos 45 al 64

El césped se pone cada vez más pesado e irregular, el Granada adelanta líneas, y el partido entra en una dinámica de ida y vuelta con oportunidades en ambas porterías (aunque siempre más del Betis). El equipo pierde control del partido.

Del minuto 64 al final

Los cambios de Fekir, William y (luego) Rodri hacen perder definitivamente al equipo el control del balón, y más tras recibir el empate de inmediato de un Suárez tirado a la izquierda. Aparece un problema peligroso para el futuro: la línea defensiva no se atreve a adelantarse lo suficiente para juntarse con los cuatro del mediocampo, y los locales empiezan a recibir entre las dos líneas de cuatro béticas con cierta comodidad. Moreno mete delanteros y el Betis apenas consigue más que frenar el ritmo del partido. Muy al final, una genialidad de Canales pone el 1-2.

Línea por línea

Rui Silva, una vez más, cumplió pero no salvó. Lesionado pronto Bartra, los centrales estuvieron más firmes en el área que anticipativos fuera de ella. Álex Moreno volvió a mostrar sus lagunas defensivas (esta vez, en error contrario al suyo habitual, no encimó a sus rivales cuando sí podía), y Bellerín fue de menos a más, pero sin duda tiene calidad.

La titularidad de Carvalho fue lógica: tanto el club (que no se puede permitir tener un activo así en desahucio) como el equipo (muy corto de mediocentros ofensivos naturales) lo necesitan, y para él mismo es una de las últimas oportunidades de reconducir su carrera, aquí o fuera. El contexto táctico además lo favorece, y de hecho es el único que al parecer tolera (mediocentro ofensivo en doble pivote con un compañero a su lado que tape sus carencias defensivas). Respondió con un buen encuentro, beneficiado por el buen partido de Guido (esta vez incluso con balón). Rodri fue decisivo pero también hay que cargarle su mala defensa en el 1-1, y Tello hizo lo suyo, que no hace nadie: romper al rival.

Fekir, muy a su modo, aportó dolores de cabeza a sus pares y esta vez alguna asistencia, pero fue inoperante en la zona caliente. Borja apenas compareció.

Entre los suplentes, Pezzella aparte, solo cabe destacar la jugada del 1-2 de Canales. Willian José hace de momento poco, aunque bien, Joaquín parece estar para poquitas cosas y Camarasa es aún peor que antes de lesionarse, que ya es decir; necesita minutos para volver a su nivel, pero mejor que se los den en el suyo.

Prometemos hacer un estudio profundo de las razones por las que Pellegrini suele elegir perfiles tan asimétricos en el ataque bético: el chileno insiste en jugar con un solo extremo que la pida al espacio, esta vez Tello por la izquierda, y un enjambre de jugones sin posiciones muy fijas y que la piden al pie en el otro costado. No le va mal.

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domingo, 29 de agosto de 2021

Betis 0 - Real Madrid 1 (3ª jornada de LaLiga)

BETIS (0): Rui Silva; Montoya, Pezzella, Víctor Ruiz, Miranda; Guido Rodríguez, Guardado (Camarasa 70'); Aitor Ruibal (Tello 70'), Fekir, Canales (Joaquín 82'); y Juanmi (Borja Iglesias 77').
REAL MADRID (1): Courtois; Carvajal, Militao, Alaba, Miguel Gutiérrez (Rodrygo 83'); Casemiro, Fede Valverde, Isco (Asensio 66'); Bale (Lucas Vázquez 66'), Vinicius (Hazard 77') y Benzema.
Árbitro: Hernández Hernández. Amonestó a los locales Fekir, Pezzella, Canales, Aitor Ruibal, Montoya y Manuel Pellegrini; y a los visitantes Miguel Gutiérrez, Hazard y Casemiro.
Gol: 0-1 (62') Carvajal.
Excelentes condiciones y lleno Covid (23.000 espectadores).

El Betis encajó anoche una justa derrota, tercera de 2021 y tercera por la mínima ante un equipo en Champions; el regularísimo equipo de Pellegrini fue inferior al Real Madrid aunque, muy en su línea, nunca perdió la cara al partido y aunque evidenció sus limitaciones siempre estuvo a un paso de igualar el partido.

Primera parte

Además de la regularidad, la otra característica notable de este Betis es su flexibilidad desde un juego bastante convencional, muy mainstream. El Betis hace casi todo razonablemente bien pero no impone un estilo de juego muy definido, sino que se adapta a la propuesta del rival: si este se encierra, como el Cádiz hizo hace una semana, toca la pelota con paciencia y se instala en campo rival; pero si juega ante equipos que saben someter a su oponente, como el Madrid, el Betis no arriesga y, como anoche, se prepara para defenderse y contragolpear.

Esto puede explicar la alineación de Pellegrini: su habitual 4-2-3-1 pero sin Borja Iglesias, con gente rápida arriba (Juanmi en punta, Ruibal en la derecha), reforzado por dentro con Guardado junto a Guido y con extremos a pie natural; uno de ellos, como casi siempre (ayer Canales)o, con tendencia a meterse en zonas de interior. Pezzella redebutaba.

Enfrente Ancelotti colocó un 4-3-3 convencional con Valverde e Isco como interiores por delante de Casemiro. Con Fekir de inicio sobre el mediocentro, desde el principio se formaron claras parejas de baile, en particular entre los mediocentros béticos, muy paralelos, y los interiores madridistas: Guardado vs Valverde y Guido vs Isco.

Tras un impetuoso arranque madridista los blancos retrasaron líneas y por un buen tramo el Betis hizo buen fútbol; Fekir, que en principio se había colocado en defensa por detrás de Juanmi, saltaba a por uno de los centrales y la presión bética funcionaba, aunque a base de un fuerte desgaste físico y permitiendo algunas salidas con peligro del Madrid en arrancadas de Valverde y Vinicius que aprovechaban los espacios dejados por la presión bética. Las ocasiones se igualaban.

Segunda parte hasta el gol del Madrid

El Madrid sube mucho la altura y la intensidad de su presión y el Betis empieza a mostrar sus virtudes y sus limitaciones. Ambas pueden personalizarse en la sustitución de Pezzella por Mandi en la defensa bética: sin el argelino el Betis ha perdido mucha precisión en la salida de balón, y ahora es fácil presa de la presión del rival; durante el primer cuarto de hora de la segunda mitad el Madrid acogotó al Betis con su presión postpérdida. Además, Pezzella tiende a meter la línea defensiva más atrás que Mandi, lo que facilitó más aún esa labor de los visitantes (al recuperar el balón, el Betis comenzaba la transición defensa-ataque muy atrás, muy junto y sin espacios donde jugarla). A cambio, Pezzella mostró su contundencia defensiva e hizo constantes ayudas en el costado de Montoya. La presencia de Guido, ayer excelente en defensa (echó a Isco del partido) pero espeso en ataque hasta el punto de ser flotado por el Madrid, aumenta ese perfil del equipo, al que este año costará gobernar los partidos desde la posesión. El Betis trata de cazar contras (alguna clara, mal culminada) pero es el Madrid el que llega al área con regularidad y, finalmente, marca.

Última media hora

Tras el 0-1 y unos breves minutos en que se metió absurdamente atrás, el Real Madrid se repliega a un bloque medio-alto de líneas juntas y con la defensa muy adelantada, al estilo del Betis de la pasada temporada, confiado en la rapidez de Militao y Alaba para cerrar sus espaldas. Ahí aparecieron las deficiencias en la construcción del juego de este Betis: mal colocado en ataque, con unos mediocentros muy paralelos que iniciaban la jugada estorbando constantemente la salida de los centrales, el Betis jamás lograba superioridad en la salida de balón; sin apenas desmarques a la espalda de la defensa, de nuevo todos la pedían al pie y el ataque bético consistía, repetidamente, en intentos individuales de desborde de sus atacantes rápidos (por parte de Fekir, de Canales o de Ruibal) contra un bloque madridista siempre en superioridad numérica.

Los cambios de Pellegrini no mejoraron mucho las cosas; alguno, como la aparición de Camarasa en banda, solo pareció explicable por cuestiones psicológicas o de gobierno de plantilla. El Madrid, sin lateral izquierdo, se ve obligado a retrasar a Lucas y cambiar de banda a Carvajal, pero, inoperante el Betis, ya apenas hay una ocasión postrera de Montoya.

Línea por línea

Rui Silva mejoró sus prestaciones respecto a encuentros anteriores. Montoya hizo su mejor partido en meses; tal vez haya que confiar un poco en un jugador sin continuidad en años. Pezzella y Ruiz mostraron sus virtudes y defectos: como pedían muchos, son dos centrales a la antigua, de los que no se complican demasiado, pero pedirles (sobre todo a Pezzella) una buena salida de balón y defender en campo rival no es compatible con eso. Miranda cumplió otra vez sin brillantez, y debió cerrar las piernas en el 0-1.

Guido demostró tanto poderío defensivo como incapacidad para prpgresar cuando le dejan jugar el balón como hombre libre, así que no nos extrañaría que lo flotaran en el futuro más equipos. Guardado acertó mientras tuvo fuerzas y falló mucho luego. Canales sigue lejos de su mejor forma y Ruibal, sin hacer nada del otro mundo, fue una de las pocas esperanzas ofensivas tras el 0-1.

Juanmi se verá señalado por la jugada anterior al 0-1, en la que falló lastimosamente un dos contra uno clarísimo por recordar un error similar en la primera parte (entonces disparó).

Tras elegir el disparo en esta situación de la primera parte (arriba), Juanmi se sintió obligado a pasarla en la jugada decisiva del partido en la segunda mitad (abajo): el Madrid marcó seguidamente.
 
 
En cuanto a Fekir su inoperancia ayer, pese a estar en excelente forma física y técnica, debería hacer reflexionar a su legión de admiradores sobre las limitaciones de este jugador en comprensión del juego. Si es tan bueno y sin embargo ofrece tan pocos goles y asistencias será por algo.

Poco aportaron los suplentes, y menos aún un Camarasa que se encontró ante el peor escenario posible tras tantísimos meses fuera del juego.

Ayer vimos un desmarque de Courtois hacia un costado de su área para sacar la pelota jugada; tal vez Pellegrini y su equipo deban modernizar y planificar en más detalle la salida de balón de su equipo, que sigue dando sensación de quedar, como el resto del ataque, a la antigua inspiración de los futbolistas (algo lógico en el último tercio del campo, pero no en todo él). Por demás el equipo seguirá siendo áspero para los rivales y competitivo: no hay, ni mucho menos, que encender las alarmas por este arranque de liga.

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sábado, 21 de agosto de 2021

Betis 1 - Cádiz C.F. 1 (2ª jornada de LaLiga)

BETIS (1): Rui Silva, Montoya (Joaquín 68'), Edgar, Victor, Miranda, Guardado (Tello 82'), Canales, Rodri (William 68'), Fekir, Juanmi (Loren 86') y Borja Iglesias (Aitor Ruibal 68').
CÁDIZ C.F. (1): Ledesma; Akapo, Haroyan, Fali, Espino; Alarcón (Martín Calderón 88'); Salvi, Jonsson (Carcelén 46'), Lozano (Álvaro 75'), Perea (Alex Fernández 46'); y Negredo (Osmajic 69').
Goles: 0-1 (10') Negredo, de penalti: 1-1 (22') Juanmi.
Árbitro: Valentín Pizarro Gómez (Castilla-La Mancha). Amonestó a Rui Silva. Montoya, Miranda y Ruibal.
Cerca de 24.000 espectadores en el retorno postCovid del público al Villamarín.

Muy a su estilo, el Betis de Pellegrini volvió a hacer anoche un partido aceptable pero sin brillantez, y su moderada superioridad ante el Cádiz de Cervera no alcanzó esta vez para ganar: la mejor técnica de los béticos no fue suficiente para superar a un Cádiz siempre incómodo, y táctica y físicamente bien preparado.

Primer cuarto de partido

El partido se planteaba ya de salida como un choque de estilos, y más aún visto que Pellegrini renunciaba a su habitual mediocentro destructor (ni Guido ni Paul) para poner un 4-2-3-1 muy ofensivo. Frente a ello Álvaro proponía un sistema similar sobre el papel pero que al estar el balón en pies béticos era más bien un 4-4-2, con el que buscaría la antiquísima jugada de la peinada de su delantero-tanque, Negredo, hacia su segundo punta. Al primer intentó cantó bingo.

A partir de entonces el Betis, algo tímido de salida, subió el ritmo y durante quince minutos asedió con peligro el área del Cádiz. Con Guardado y Canales paralelos pero móviles, los béticos eliminaban con facilidad a la pareja de delanteros cadistas y aprovechaban su superioridad numérica por dentro:

Fekir, sin par natural, acudía a los dos costados a asociarse con extremo y lateral, provocando también problemas por ahí. El gol llega a balón parado.

Desde el 1-1 hasta el final

Tras el gol bético Cervera ajusta a su equipo: pasa a un 4-1-4-1 para acabar con esa superioridad numérica y plantear parejas claras en el centro del campo, con Alarcón de ancla y dos interiores emparejados con Canales y Guardado:

El Cádiz junta líneas cerca de su área a la espera del contragolpe, y el Betis pasa algún apuro debido a la lentitud de su zaga: el equipo hace una presión postpérdida muy activa y agresiva, pero las pocas veces que el Cádiz la supera Edgar y Ruiz tienen problemas para cerrar los muchos metros abiertos a sus espaldas, lo que unido a la escasa vocación defensiva de Guardado y Canales (que corren mal hacia atrás y no siempre presionan a los pasadores) da al Cádiz opciones. Con Guido mejorará el cierre de contras, pero Pezzella, por cierto, no es especialmente rápido.

Tras el descanso el Cádiz da un paso atrás y ya amenaza al Betis pocas veces y por las bandas, sobre todo la de Montoya. Ahí sí aparecen los centrales béticos, especialmente Edgar, tanto para cerrar los centros laterales como para resolver los balones a la olla enviados por el Cádiz a balón parado.

En ataque el Betis impone su calidad pero comete un error ya descrito aquí: pese a que Negredo apenas defiende y por tanto Edgar y Ruiz pueden salir jugando sin el menor problema, Canales y Guardado no se lo permiten y vienen a pedir el balón a su mismo pie, eliminándolos de la jugada; las pocas veces que los centrales suben tampoco encuentran receptores. El Betis, lleno de regateadores (Fekir, Canales, Rodri, incluso Guardado) repite una y otra vez la misma jugada: para iniciarla uno de ellos la pide en corto y encara a su par, con frecuencia lo desborda (sobre todo Fekir... hasta que se desfondó hacia el minuto 60 de tanto repetir esa jugada) y trata de aprovechar la superioridad creada, generalmente jugando hacia un hombre libre en banda al cerrar bien el Cádiz los pasillos interiores. Así llegó un lento goteo de ocasiones, algunas muy claras, que debieron dar el triunfo al Betis, aunque el Cádiz en ningún momento se deshizo ni permitió ser atosigado.

Línea por línea

Rui Silva cometió el imperdonable error de adelantarse en el penalti, y no ayudó a los centrales a cerrar el espacio a sus espaldas. Montoya, dentro de su bajo nivel actual, estuvo mucho más entonado que ante el Mallorca, lo que no lo librará de ser el nuevo muñeco de pimpampum de la grada bética, tan dada a cebarse con uno de los suyos. Ruiz y Edgar no parecen centrales para adelantar tanto la línea, y se sienten más a gusto con el equipo replegado: como era de esperar, se extraña a Mandi tanto como a Emerson. Miranda cumplió sin más.

Grises Canales y Guardado, Fekir se empeñó en intentar jugadas maradonianas y su brutal calidad le hizo estar a punto de acabar en gol un par de ellas. Como Rodri, se obceca en pedirla siempre al pie.

Juanmi hizo lo suyo: un gol de rematador puro. Borja apenas compareció, y Pellegrini no acertó esta vez con los cambios, de los que apenas cabe mencionar el acierto de Carvalho y una jugada final de Joaquín que debió ser gol.

Una vez más se debe valorar positivamente la fiabilidad de un regularísimo Betis al que es muy difícil meter mano. En el debe, un estilo de juego ofensivo un tanto anticuado; lejos de un fútbol de posiciones definidas y juego a dos o tres toques más actualizado, el Betis fía su ataque a la movilidad y al regate de su amplia nómina de jugadores individualistas (notablemente Rodri, Fekir y pronto Lainez), lo que provoca ventajas instantaneas pero dificultad para aprovecharlas ante equipos bien cerrados que hacen buenas ayudas. Se echan de menos un juego ofensivo más colectivo, a menos toques y con un mejor reparto de los espacios, y más desmarques a la espalda de las defensas rivales.

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lunes, 16 de agosto de 2021

Mallorca 1 - Betis 1 (1ª jornada de LaLiga 2021/22)

R.C.D. MALLORCA: Reina; Maffeo, Raíllo, Valjent, Oliván; Baba; Mboula (Lago Junior 72'), Salva Sevilla (Kubo 61'), Ruiz de Galarreta (Febas 72'), Dani Rodríguez (Sedlar 89'); y Ángel (Amath 61').
BETIS (1): Rui Silva; Montoya, Edgar, Víctor Ruiz, Álex Moreno (Calderón 26'); Paul Akouokou (Guardado 82'), Canales; Rodri (Rober 54'), Nabil Fekir (Joaquín 82'), Aitor Ruibal (Juanmi 54'); y Borja Iglesias.
Árbitro: Mateu Lahoz (Valenciano). Amonestó al local Febas y a Edgar, Paul y Juanmi. Condescendiente con el juego duro bético.
Goles: 1-0 (25') Oliván; 1-1 (60') Reina, en propia puerta.
Incidencias: Más de 6.000 espectadores en un encuentro de aforo restringido.

La vida sigue igual

Sabrán perdonar los lectores de este blog su inactividad veraniega, pero poco reseñable se han perdido. Para bien (mucho) y para mal (poco), el Betis de Pellegrini sigue siendo exactamente el que era, sin que la pretemporada de este nuevo verano Covid haya traído novedades. Repite en lo táctico, tanto en esquema como en estilo de juego, y afortunadamente repite en plantilla, que traerá pocas novedades más que las imprescindibles por las lamentables bajas de Emerson y Mandi. Contra la ansiedad general, el cambalache masivo de jugadores de cada verano solo solía traer alegrías a los comisionstas, y pérdida de estabilidad e identidad para plantilla y afición, así que la apuesta casi obligada por canteranos y fichajes puntuales será una bendición, como lo fue el verano pasado: aunque obviamente la plantilla es mejorable, solo parece imprescindible un central.

El Betis seguirá pues siendo el previsible equipo de la 20/21, cosa aburrida para la discusión táctica de esta página pero muy sana para sus resultados, impecables en 2021. Ante un Mallorca animoso pero muy escaso de calidad el Betis cuajó otro más de esos partidos eficaces y nada brillantes a los que nos acostumbró en el primer semestre de este año; una vez más el equipo fue levemente superior a su rival (al que, cierto, ya se suponía inferior), y bien pudo ganar si la fortuna le hubiese sonreído, aunque la escasez de ocasiones por parte y parte (pocas para el Betis, poquísimas para el Mallorca) hizo natural el resultado.

En cuanto al transcurso del partido, y pese a lo mucho que ha glosado la prensa las grandes diferencias entre la primera y segunda parte del equipo, lo cierto es que el descanso apenas trajo retoques tácticos leves. Fue más bien la mirada de los cronistas, ansiosos por el resultado en contra en el primer tiempo, lo que creó esas diferencias, aunque es cierto que mientras que en la primera mitad el Betis sufrió un pasaje de desconcierto debido a desajustes en su banda izquierda, en la segunda el evidente cansancio del Mallorca y el acierto en jugadas puntuales de los atacantes béticos desequilibraron el partido hacia los visitantes.

Primera parte

Con una defensa muy provisional y la novedad de Akouokou (pronúnciese acuocú) por delante, el Betis volvió al clásico 4-2-3-1 de sus partidos con Fekir en cancha, que es 4-4-2 en defensa. Enfrente los baleares, recién ascendidos, colocaban un 4-1-4-1 defensivo (o 4-3-3) que encajaba bien sus marcas por la posición retrasada de Canales, a la izquierda del pivote Akouokou pero casi paralelo en ataque con él:

 
El voluntarioso Mallorca intentó un par de presiones altas de inicio y en algún tramo suelto; muy bien solventadas por el Betis, los locales pasaron casi toda la primera parte replegados en un bloque medio de líneas bien juntas, y concedieron la posesión al Betis para tratar de sorprenderlo en contras lanzadas por las bandas, sobre todo por la derecha de Mboula.

Enfrente el Betis de Pellegrini, siempre adaptable, aceptó el regalo del balón pero se blindó, tal vez excesivamente, ante las posibles pérdidas: en lugar de aprovechar la superioridad en salida de los centrales ante Ángel, el Betis comenzaba la jugada innecesariamente con el balón en pies de Canales, con Edgar y Víctor por detrás de la pelota y casi fuera de la jugada, lo que traía a cambio inferioridad numérica en zonas avanzadas: Fekir muy marcado por Baba y Salva, y Borja rodeado por tres rivales.

Muy paralelo con Akouokou en ataque, las recepciones atrasadas de Canales sacaban de la jugada a Ruiz (a la derecha, fuera de plano)

Al Betis le costaba progresar y tampoco encontraba las espaldas de la defensa mallorquinista, buscada apenas mediante absurdos pelotazos diagonales de los centrales que nunca tuvieron éxito, de forma que la defensa local se adelantaba mucho, los espacios entre líneas del rival eran muy escasos e incluso llegaron contragolpes bermellones tras pérdidas en la zona de mediocampo. El gol mallorquinista y la lesión de Moreno, tras la que Calderón tardó en encontrar la forma de defender a Mboula, trajeron algunos minutos de desconcierto del Betis, que hacía aguas por los laterales.

Segunda parte

Aunque, insistimos, no hubo ningún cambio radical en el juego tras el descanso, el cansancio progresivo del debutante Mallorca (que había corrido con mucho entusiasmo tras la pelota), fruto del paciente movimiento de balón bético, fue minando el trabajo defensivo local. Además Canales y Fekir adelantaron sus zonas de recepción, ahora a las espaldas de los interiores. La siguiente jugada es significativa: Víctor Ruiz comienza la jugada como hombre libre con Canales (10) ante él...

 
pero el cántabro, en lugar de pedirle la pelota al pie, se aleja de él, arrastrando a su marca y permitiendo al central llegar a campo rival sin oposición hasta obligar a Baba a salirle, ya cerca del área:

Aunque no exageraremos la importancia de esta jugada, porque Caales siguió acudiendo a recibir atrás en más ocasiones de las debidas, es cierto que esta salida (aparentemente simple pero de importancia enorme en el llamado juego de posición) fue bien ejecutada en varias ocasiones en el segundo tiempo, por Víctor y por Edgar, y así el Betis logró aplastar contra su área al Mallorca, que además sentía la espalda de su defensa amenazada por Juanmi y Rober.

El encierro del rival incidió en mayor éxito en la presión postpérdida y en que el Mallorca no pudiera contragolpear nunca. Los centrales béticos estuvieron firmes además por arriba en los escasos ataques posicionales del Mallorca, que solían acabar en faltas y/o balones a la olla, y por tanto no hubo más ocasiones para los bermellones, pese a introducir un segundo delantero y pasar a un 4-4-2. Sí las tuvo el Betis, que bien pudo hacerse con el partido en un buen tramo final.

Línea por línea

Rui Silva dejó ver buen juego de pies, aunque parece flojo en el uno contra uno y encajó el único tiro serio del rival. Montoya sigue a un nivel muy bajo en ataque y defensa; Calderón manejó muy bien el balón ante presión rival pero dejó serias dudas sobre si su físico alcanza para la élite. Los centrales cumplieron.

Notable fue el partido de un Akouokou que sigue siendo demasiado impulsivo (en la jugada de la tarjeta rozó el ataque de ira) pero que, contra la opinión general, rompe líneas con el pase con mucha frecuencia, además de imponer su físico en defensa y en la protección del balón. En la ocasión de Mboula, eso sí, esperó de forma algo absurda para cerrar al atacante con balón, lo que pudo costar muy caro.

 Pases de Akouokou en la 2ª parte: para tratarse de un pivote, muchísimos hacia delante (hacia la izqda. en la imagen)

Canales y Fekir mostraron la movilidad que les pide Pellegrini, pero escasa inteligencia para colocarse en ataque. Rodri lució en un puñado de jugadas por dentro, mientras Ruibal y Borja apenas acertaron en nada.

Los cambios de Pellegrini aportaron frescura y profundidad, sobre todo un Juanmi muy peleón y motivado.

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