DEPORTIVO (0): Rubén; Juanfran, Bóveda, Albentosa, Luisinho; Fede Valverde (Borges, m. 18), Krohn-Dehli (Mosquera, m. 77); Lucas Pérez, Adrián, Bakkali (Fede Cartabia, m. 61); y Andone.
BETIS (1): Adán; Mandi, Bartra, Amat; Guardado (Javi García, m. 83); Francis, Fabián, Joaquín, Junior; Boudebouz (Tello, m. 64) y Loren (Sergio León, m. 74).
0-1, m. 53: Loren.
Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Amonestó a Bakkali y Albentosa.
Estadio de Riazor.
Buenas condiciones para el fútbol.
Aunque tarde, merece la pena hacer algunas consideraciones sobre la victoria del Betis en Riazor el pasado lunes.
Ante todo digamos que el partido fue de nivel bajo, y el Betis no superó (más bien lo contrario) a un rival nervioso y de menos calidad que lo prometido por su sobrevalorada plantilla. Sin embargo no parece tampoco adecuado caer en el hipercriticismo de quienes se quejan de que el Betis gane sin jugar bien pero también lo harían (más, sin duda) si jugase bonito y perdiese: un Betis plagado de canteranos y a priori en casi nada mejor que su rival –hace poco el Dépor se adelantó a los béticos en la puja por Lucas Pérez– mantuvo a raya a un equipo hipermotivado que rozó la violencia consentida y que fue incapaz de hacer valer la leyenda de la victoria segura de un nuevo entrenador, Clarence Seedorf.
Para ello, y pese a la opinión generalizada, Setién recuperó en su (sorprendente) alineación el cuidado por el balón. Si bien extrañaron las apariciones de Junior y Boudebouz, el equipo resultante pudo perfectamente haberse ordenado en un 4-3-3, de modo que las acusaciones y piropos a la flexibilidad de Setién por jugar con tres centrales pertenecen más al mundo de la polémica periodística que al del fútbol real, y de hecho el equipo quedó ordenado en ataque (y esta vez también en defensa) exactamente como hace meses ante el Levante, partido ganado por cierto 4-0:
Cambien algunos nombres (como por ejemplo Boudebouz por León o Bartra por García) y la ubicación de los béticos será exactamente la de entonces, como denotan las posiciones medias ante el Dépor: pocas veces un esquema teórico fue tan real.
El cambio individual más relevante respecto al domingo anterior ante el Villarreal es fundamental: en este esquema es importante en posesión que el mediocentro juegue lejos de los defensas y sea capaz de girarse y jugar como un interior, y eso Guardado lo hace mucho mejor que Amat. De ahí derivó la notable fluidez del Betis con balón e incluso la brillantez en algunos tramos, como el inicio de la segunda parte, justamente hasta el gol de Loren.
Posicionalmente el Betis, con los carrileros (extremos más bien) muy altos en ataque, se espaciaba bien, pese a su esquema poco ortodoxo. En defensa y ataque quedaba emparejado uno contra uno sobre el 4-2-3-1 de los gallegos, por lo que unos y otros defendieron casi hombre contra hombre.
En el Deportivo de inicio Lucas ocupó el extremo derecho y Bakkali el izquierdo, con Adrián en la mediapunta. Tras el descanso Seedorf buscó más presencia ofensiva con Adrián en la izquierda y Lucas ya arriba junto a Andone. Cartabia, desde la hora de juego, ocupó el extremo derecho.
El Betis mejoró sustancialmente su manejo de balón respecto al partido ante el Villarreal y trató de apretar siempre muy arriba, con más convicción (y riesgo) que su rival, a costa de conceder ataques en igualdad a un Dépor que elaboraba poco y buscaba balones a la espalda de la adelantada defensa bética. Los béticos adolecieron en ciertos tramos de un defecto habitual: conservar el balón sin tratar de amenazar la portería rival, en algunos casos de modo demasiado evidente. Observen cómo en el minuto 8 Mandi renuncia inexplicablemente a salir en conducción y juega muy atrás con su portero, que se ve obligado al patadón.
O cómo en el 72 Guardado renuncia a un claro contragolpe en 4 contra 4 y permite al Deportivo reorganizarse sin castigo tras haber arriesgado Fabián para lograr esa opción de ventaja:
A partir de la hora de juego ese conservadurismo con balón convirtió el partido en una sucesión de posesiones inocuas del Betis y contragolpes más o menos peligrosos de los locales, hasta perder el Betis por completo el control del juego en los últimos minutos, en los que bien pudo llegar, cuando menos, el empate. Para entonces Setién había dado un paso atrás y encajado un 5-4-1 con Tello a la derecha y Fabián y García en el doble pivote.
Jugador por jugador
Adán: Bien bajo palos, pero una soberana cantada suya pudo costar un gol pronto. Su técnica de despeje de puños es una lotería; algún día escribiremos largamente sobre el asunto.
Mandi: En su línea habitual, mejor con balón que sin él.
Bartra: No es un central al uso pero es muy adecuado para este modelo de juego: excelente en la conducción, rápido y con muy buen manejo de balón. ¿Acabará de mediocentro?
Amat: Buen partido en un perfil incómodo.
Guardado: Mejoró respecto a partidos anteriores, aunque cuando se le agotan las pilas baja muchísimo.
Francis: Cómodo con tres centrales detrás. Aceptable.
Fabián: Ha mejorado en el choque, algo importante.
Joaquín: Fue el único capaz de romper líneas, pero terminó muy poco.
Junior: Mostró las virtudes y defectos que se le ven en el filial: potencia física, movilidad, buenos movimientos y técnica limitada. Buena, aunque afortunada, asistencia.
Boudebouz: Jugó casi de delantero. Ha simplificado tanto su fútbol que casi no se le reconoce. La soltó bien, aunque casi siempre de espaldas a puerta.
Loren: Precisamente le vendría bien simplificar su fútbol fuera del área, donde se enredó y aportó poco. Muy peligroso en el remate.
Tello: Dio alguna salida al juego, pero apenas asomó arriba.
León: Escasa aportación.
García: La tocó bien y aguantó el sitio.
Setién: Su equipo volvió a su camino, aunque con evidentes limitaciones. Valiente en contar con canteranos.
El detalle: Está bien hacer pocas faltas para no sufrir a balón parado, pero tampoco habla bien de un equipo no haber hecho una sola al descanso mientras el rival te cose a patadas. El jogo bonito no está reñido con ir fuerte al balón.
Los comentarios son bienvenidos y casi siempre contestados. En Twitter, @juanramonlara7.
Aprovecho para preguntar a Tomás Rubio (si nos lee) si su mensaje reciente de la entrada anterior ha desaparecido voluntariamente por su parte o prefiere que lo recupere (aunque discrepemos, jeje). Gracias.
ResponderEliminarFantástico análisis, Juan Ramón, como siempre, nunca decepcionas. Hoy sí que me voy a atrever a comentar algo, concretamente dos cosas: 1) la pareja de centrales del Deportivo no tiene nada que envidiar a la formada por Antón y Dulce en el Logroñés de mediados de los 90; y 2), si Loren hubiera sido convocado para USA 94, España habría ganado el mundial. Un saludo y a seguir bien
ResponderEliminarMuchas gracias, Leopoldo. Tampoco sus comentarios decepcionan.
ResponderEliminar¿El Logroñés de Aimar, supongo? Me falla la memoria, pero supongo que será por malos. La baja de Sidnei nos vino muy bien.
Loren tiene facilidad para el remate; es algo fuera de duda, no ya por estos tres goles sino por los 17 que llevaba en el Deportivo. Ahora le viene lo complicado.
Un cordial saludo
JR
Creo que lo entrenaba un señor con bigote apellidado Paunovic. Creo también que bajaron a segunda sin ganar un solo partido
EliminarQué Logroñeses aquellos...
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