F.C. BARCELONA (2): Bravo (Ter Stegen, m. 88); Alves (Sergi Roberto, m. 74), Piqué, Mascherano, Alba; Rakitic (Arda Turan, m. 86), Busquets, Iniesta; Messi, Suárez y Neymar.
Goles: 0-1, m. 49: Rakitic. 0-2, m. 80: Luis Suárez
Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Puso bajísimo el umbral de las tarjetas, hasta el punto de que ya antes de la expulsión había mostrado cinco tras pitar cinco faltas. Así, expulsó por doble catulina amarilla a Westermann (m. 35). Amonestó a Bruno, Piqué, Messi, Westermann, Petros, Daniel Alves y Dani Ceballos.
44.000 espectadores. Perfectas condiciones para el fútbol, pero césped algo seco, algo probablemente intencionado.
Ni honra ni barcos
Resultó decepcionante el partido de anoche: un Barça que jugó a un ritmo impropio del considerado mejor equipo del mundo se deshizo sin problemas de un Betis que, por segundo partido consecutivo, se resignó a la derrota.
Y es que el resultadismo de este Betis de Merino ha llegado al extremo de capitular y firmar una derrota segura por 0-2 antes que intentar remontar a costa de arriesgarse a la goleada. Haber jugado con diez dos tercios de partido puede servir de explicación, pero no de excusa a una actitud coherente con el ultradefensivo –como es habitual– planteamiento del linense, que careció de nuevo de cualquier cuidado, plan ni mecanismo de juego para llegar a la puerta rival. Semejante manera de entender el fútbol resulta un tanto embarazosa para el bético ante el equipo de un club que ha hecho del ataque y el buen trato al balón su seña de identidad y, esto es muy importante, una fórmula de éxito a nivel mundial.
Primeros 35 minutos
Sin embargo hemos de reconocer, una vez más, que el esquema defensivo de Merino funcionó muy bien durante una parte del partido y que a ello contribuyó la concentrada actitud de los jugadores béticos, algo que constituye sin duda un éxito del entrenador. Ayudó también anoche el bajísimo ritmo de circulación de balón del Barça, sorprendente en un líder que se jugaba la Liga y ponía en el campo su alineación titularísima, realmente impresionante sobre el papel. Era un placer, como siempre, disfrutar de la excelente ubicación ofensiva de los barcelonistas, que llevan el juego posicional a la perfección de quien lo ha inventado y practicado durante décadas: jugadores que se distancian entre ellos –por dentro y por fuera– en un perfecto 4-3-3 que muta a 3-4-3 (Busquets entre centrales, laterales altos) cuando el rival junta líneas y a un 3-2-5 cuando se acercan al área; cambios de juego sistemáticos cuando el rival se junta mucho por dentro y bascula a la banda del balón; interiores que jamás estorban a los centrales a la hora de sacar el balón jugado; centrales que saben atraer rivales y no dudan en salir en conduccíon cuando se les permite; y, siempre, exquisito trato al balón. Como es habitual era Messi el único hombre al que se permitía salirse de sitio para meterse a su voluntad de falso delantero centro o, más veces, de interior derecho. En tales ocasiones Suárez o Rakitic compensaban sus movimientos tomando el puesto de extremo derecho.
Las muy canónicas ubicaciones de Barcelona y Betis en los primeros 35 minutos con balón en pies azulgranas. En este caso Messi hace de interior.
El problema del Barça fue ayer que todo eso lo realizó dos marchas por debajo de su velocidad habitual, de modo que los béticos, con la defensa a unos diez metros del borde del área y Joaquín y Rubén –hombres más adelantados– metidos en campo propio, tenían siempre tiempo de juntarse cerca del balón y dificultar la circulación barcelonista en zonas de peligro. Merino repetía alineación salvo por la presencia, difícil de explicar, de Cejudo por Musonda: prescindía así de uno de los poquísimos hombres que podrían incorporarse desde la segunda línea a algún posible contragolpe de Rubén y Joaquín. El plan de ataque del Betis, si había tal, sería pues cazar alguna contra o tratar de marcar a balón parado. Huelga decir que la presencia de Bruno como lateral, la ausencia de un solo zurdo en la alineación y la crónica falta de juego colectivo no permitirían al Betis dar más de cuatro pases seguidos ni plantarse en campo rival en todo el partido. Aun así, en esta primera fase sí se engancharon algunas contras tras robos más o menos altos.
Esta vez, por cierto, Petros sí se situó a la derecha de N'Diaye, donde no se solapa en ataque con Ceballos. Ocurre que las posesiones béticas fueron tan breves que el canterano nunca tuvo tiempo de escapar de la banda.
Minutos 35 al 60
Lahoz expulsa rigurosamente a Westermann, en su segunda falta. Bruno ocupa el central izquierdo, Cejudo se atrasa y Joaquín pasa a extremo derecho, de modo que el Betis monta el 4-4-1 habitual en estos casos; pero sus larguísimos ataques permiten al Barça subir a sus laterales hasta la última línea, formando un 3-2-5, que obliga a los extremos béticos a flanquear a su defensa y formar un 6-2-1:
La jugada del 0-1. El Betis acumula seis hombres en el borde del área.
Estas situaciones son las que hacen buena opción montar una defensa de cinco ante equipos como el Barcelona o la selección española, que empareje directamente a los carrileros con los laterales rivales.
A partir de la expulsión los visitantes meten una marcha más y, con sólo dos pivotes béticos en la zona de creación azulgrana, el partido se convierte en una sucesión de intentos de pase a la espalda de la línea defensiva bética, ya instalada en el borde de su área. Inevitablemente llega el error defensivo y el gol.
Última media hora
El Barça baja progresivamente el ritmo y se limita a jugar a las cuatro esquinitas ante un Betis que ni puede robar ni se atreve a arriesgar para ello. Merino cambia cromos sin tocar el esquema. La salida de Ceballos priva al equipo de su única esperanza: la expulsión de Alves o Piqué, que el canterano había buscado tan antideportiva como denodadamente.
Como es habitual en los últimos tiempos los ataques del Betis se reducen a toques inocuos atrás (jaleados sardónicamente por la grada) y a carreras individuales a modo de eslálom en las que el Musonda o Bruno de turno regatea a tres o cuatro rivales para perderla finalmente. Esto es, un fútbol ofensivo de nivel táctico de alumno de la ESO.
Por segundo partido consecutivo el Betis saca la bandera de rendición diez minutos antes del final.
Jugador por jugador
Adán: Si sale y nadie la toca, la pelota tiene que ser suya (0-1). Muy mal en los saques de puerta. Por demás, partido correcto.
Bruno: Uno de los pocos que intentaron ganar el partido. Mejor, naturalmente, como central que como lateral. Debe volver ahí y jugar siempre.
Pezzella: Siempre concentrado, los goles lo retratan. Su lamentable rendimiento a la hora de sacar el balón debería mandarlo, al menos, a su perfil malo: de central izquierdo difícilmente la tocará peor.
Westermann: La primera tarjeta es rigurosa, pero un jugador de su experiencia no puede medir tan mal como en la segunda. Resulta irónico que quien provocó su expulsión fuese el jugador que lo lesionó impunemente en la primera vuelta.
Montoya: Mantuvo a raya a Rakitic y Alves. Sus conducciones fueron, como siempre, interiores, algo que podría aprovechar su entrenador al estilo del actual Lahm. No será el caso.
Cejudo: Peleón, casi nulo con balón. Cumplió como lateral.
Petros: Dos pérdidas consecutivas en la segunda parte le afearon un partido en el que trabajó muchísimo para encimar a Iniesta.
N'Diaye: Muy correcto en ataque, cerró bien por dentro, como siempre. Bien colocado.
Ceballos: Centró su partido en provocar a Piqué y Alves, algo extremadamente antideportivo (ya le está atrayendo una justificada fama en toda España) pero que ayer estuvo cerca de dar sus frutos al equipo. Merino lo cambió para que no lo expulsaran a él. Puso la escasa calidad del Betis.
Joaquín: Mucho trabajo pero poquita velocidad. Combinó bien con Rubén en zonas inocuas.
Rubén: Al igual que Joaquín, la tocó con inteligencia pero sin la menor posibilidad de hacer daño por exceso de metros hasta la puerta rival.
Musonda: Individualista, como casi siempre. Debió ser titular.
Portillo: La tocó con cierto acierto.
Van Wolkswinkel: Buenos movimientos sin balón.
Merino: Son indiscutibles el valor de su trabajo y el redimiento defensivo del equipo. No se entiende, sin embargo, su desprecio absoluto por el balón y cualquier tipo de ataque elaborado; no se trata siquiera de tomar más o menos riesgos, sino de trabajar y decidir cuestiones básicas que mejorarían el juego ofensivo sin empeorar el defensivo. Por ejemplo: ¿gana tanto el equipo con Bruno en lugar de Molinero en el lateral como para renunciar a salir por una banda?
El detalle
Como era previsible vista la alineación bética la diferencia de posesión fue escandalosa. Ya antes de la expulsión de Westermann andaba en 28/72%.
En Twitter, @juanramonlara7. Los comentarios son siempre bienvenidos.
Hay que ser poco cuerdo para calcar la idea táctica del derbi después del pobre espectáculo dado por parte del Betis.
ResponderEliminarSi el punto débil del Barca es su defensa y su punto fuerte el ataque, parece un poco desafiar a los astros jugar al cero a cero.
Igual que frente al Sevilla, esperaba que Ricky fuera una solución para pillar a la contra por detrás de los laterales del Barca.
Mucho mejor meter a Cejudo !!!
En fin, que acabe esto pronto y que traigamos un profesional contrastado e independiente de la presidencia (No mas casos Damiao !!)
Pd: lo de Westerman con una amarilla, lo de Ceballos liándola y lo de Pezzela volando para darle al aire.. dan una sensación de pobredumbre mental del equipo tremendo.
Saludos
Estos paupérrimos planteamientos que aspiran, simplemente, a no ser goleados han sido repetidos este año por Mel y Merino. No es de extrañar que a los seis o siete primeros no les hayamos rascado más que algún empatito a cero o a uno. Jugar sin un segundo delantero de verdad ha sido una de las desgracias del curso, avisada aquí con trompetas al principio de la temporada. Entrenadores malos. No tiene otro nombre.
ResponderEliminarLas otras cuestiones merecerían comentarios detallados y diversos. Que acabe esto ya mejor y empezamos de nuevo. ;)
Saludos
JR
Lamentable espectáculo ofrecido ayer por el Betis, uno de los partidos más aburridos que recuerdo. Ya que todos conocíamos el final de la película y los minutos pasaban muy lentamente.
ResponderEliminarLástima no tener un entrenador algo más valiente, parece un discípulo aventajado de Javier Clemente. Todo el plan de ataque es patadón del portero, que por cierto el juego de pie es impropio de un portero profesional.
La contumacia con Bruno en el lateral, no sé a qué se debe. A algún problema con Molinero o con Vargas. Incomprensible.
Es cierto que el Barcelona llega en reserva, pero sus laterales y sus delanteros requerían una defensa con mayor velocidad.
Pezzela siempre está un pasito por detrás de la línea y así nos va. No es un central fiable.
Westermann se borró, con dos faltas en el centro del campo.
En definitiva partido para olvidar
saludos
Antonio
Es cierto:: Pezzella no se fía de su velocidad, así que vasi siempre opta por el pasito atrás, con las consecuencias vistas.
ResponderEliminarLa sofisticación varía, pero el tipod e entrenador este no desaparece nunca. Maguregui, Clemente, Bilardo, Mourinho, Simeone, Merino. Unos con mucho éxito, otros con menos, pero todos con los mismos recursos: no regar el césped, la patada y el patadón, los eggs... Me parece tan lícito (dentro del reglamento y una mínima deportividad) como feo. Feo, desagradable. No lo quiero para mi Betis.
Saludos
JR
Hago mías las palabras del compañero Antonio, más arriba: "Lamentable espectáculo ofrecido ayer por el Betis, uno de los partidos más aburridos que recuerdo". Es cierto. Uno no puede imaginarse un partido Real Betis-Barcelona FC, en el que el local todavía no tiene asegurada matemáticamente la permanencia, y un Barcelona jugándose la vida en la liga a falta de dos jornadas, a un ritmo más bajo, con menos intensidad, más conformista con el resultado de antemano el Betis; más acomodado, sabiendo de sobras que con dos cilindros era suficiente... Si lo miramos desde el punto de vista de aquel que se gastó 80 euros en una entrada, una estafa. Por cierto, una constante, según he podido comprobar, en todos los partidos de primera en estas últimas jornadas: un ritmo especialmente bajo de juego, ninguna propuesta interesante, y todavía estamos en abril. Habrá que ver los motivos, preparación física de los equipos, las selecciones, la proximidad de la Eurocopa, el exceso de partidos y competiciones, los viajes, etc.
ResponderEliminarDatos que destaco:
1. Dúo Pezzella-Adán. De risa el gol. Yo ya tiro la toalla con Pezzella. Cedido el año que viene, o suplente fijo. En el fútbol de alta competición no me sirve un central competente 80 minutos del partido en la defensa, y el resto mal sacando el balón y con errores tan graves que casi siempre cuestan puntos. Adán. Es un jugador sensible en lo psicológico. Si algo no funciona a su alrededor, se nota en su juego. Mal, y hay que decirlo claramente, final de temporada. Es un gran portero, pero me da la impresión de que hay cantos de sirena cerca. Esto puede estar descentrándole.
2. La afición es soberana. Esto no parece entenderlo la nueva generación de "periodistas" que aparece por las nuevas plataformas informativas. Aficionados, socios béticos de hace años, aburridos, cansados de soportar incompetentes dentro y fuera del campo, se manifiesta como puede. Si se grita el himno del Atlético de Madrid, no es porque sean todos atléticos, sino por zaherir al Barcelona en un momento puntual; si como bien dice JR, con sorna se gritan olés a pases inocuos, horizontales, de jugadores muy bien pagados, que no dan el do de pecho, en el minuto 80, perdiendo 0-2, y mostrando que no tienen la más mínima idea de cómo afrontar un partido ofensivo en primera división, éso, hay que respetarlo. Es obvio que la prensa trata de generar opinión, y esto es en parte su cometido, pero procuren entender las motivaciones de las acciones de una afición harta de estar harta.
3. Por cierto, no sé si es verdad lo que se dice en el enlace de Betisweb que dejaste en los comentarios del último partido, JR. Pero si lo es, es para echarse a temblar con este personal danzando por ahí. ¿Qué opinión tienes de ello, JR?
4. Creo que estamos salvados, a pesar de todo. De todas formas, alerta siempre, tratándose del Betis. Y sobre todo con los resultados últimos de algunos equipos, y la dejada de funciones de otros (Sevilla, Eibar, Las Palmas, Málaga...). A ver si nosotros nos aprovechamos el próximo domingo también de ello.
5. El Betis B. Increíble lo que vi el domingo. Inadmisible de nuevo. Muy bien el juego de la primera parte, bien José Juan Romero. Ahora bien... Este mal que nos corroe, de fatalismo, de dejadez, de falta de competitividad, de conformismo... ¿Cómo se soluciona? 0-3 en el descanso, 1-4 en la segunda parte, te juegas el descenso, y acabas empatando 4-4. A tercera. Sin más. Por cierto, no entiendo la renovación de José Carlos (y solo lo he visto dos partidos), y busquen urgente un portero para el B para el año próximo.
6. Llega Torrecilla. Tiene trabajo. Que empiece, ya por favor. No será por falta de tiempo. Plantilla confeccionada para julio, y ajustes diarios. Cada día un buena noticia. Empecemos por largar a los que no renuevan, y no van a seguir. Saludos.
Efectivamente, la sensación de fraude fue la que tuve a la salida del partido. Cuando menos los últimos minutos lo fueron absolutamente.
ResponderEliminar1. De acuerdo.
2. No fue siquiera por zaherir al Barça (¡¿eso han dicho?!). Fue para Mateu Lahoz, simplemente, igual que el famoso "Así gana el Madrid".
3. (y 2.) A mí todo esto básicamente me da asco y me quita las ganas de ver fútbol. Figurones, chorizos y periodistas a sueldo... Mucho más no puedo decir. Realmente entre parecer tonto (o sea, comentar sólo lo que pasa en el campo) y meterme en ese lodazal creo que prefiero lo primero.
Por demás, básicamente de acuerdo. Confío en Romero y no en su portero, que me decepcionó bastante.
Saludos, F., y gracias por comentar.
JR