lunes, 25 de febrero de 2013

Betis 3 – Málaga 0 (25ª jugada de Liga de Primera División)

BETIS (3): Adrián; Ángel, Mario, Amaya, Nacho; Beñat, Cañas; J. Carlos (Pozuelo, m. 73), Campbell (Sergio Rodríguez, m. 78); Jorge Molina (Nono, m. 85) y Pabón. 
MÁLAGA (0): Willy; Sergio Sánchez, Lugano, Demichelis, Antúnez; Camacho, Toulalan (Julio Baptista, m. 46); Portillo, Joaquín, Isco (Piazón, m. 46); y Saviola (Iturra, m. 65) 
Goles: 1-0, min.1: Jorge Molina; 2-0, min. 26: Mario; 3-0, min 45: Pabón.
 Árbitro: Estrada Fernández (Colegio catalán). Expulsó a Camacho en el 62 por doble amonestación. Mostró tarjeta amarilla a Nacho, Juan Carlos, del Betis; y a Portillo, por parte del Málaga.
 Incidencias: 31.611 espectadores en el Benito Villamarín.

Las ciclotímicas prensa y afición futboleras sacarán mañana el sahumerio para loar, merecidamente, a un Betis que parece haber pasado de pelear por el descenso a merecer la Champions en sólo una semana. Como bien ha manifestado su entrenador tras el partido es probable que la inversión del efecto –físico y psicológico– de la acumulación de partidos, que castigó al Betis las últimas semanas y hoy lo hizo al Málaga, tenga mucho que ver en ello.

Y es que el Betis hizo una primera parte extraordinaria, en la que se fabricó diez ocasiones clarísimas de gol y metió cuatro, aunque sólo tres subieran al marcador. Mel aprovechó la versatilidad del equipo (otras veces indefinición táctica, que todo depende de si la pelotita entra) para tratar de hacer jugar a contraestilo al rival: contra los que gustan de tener la pelota (Málaga, Athletic, Valladolid) manda la presión arriba; empareja a sus dos hombres más adelantados, sea cual sea el teórico esquema, con los centrales rivales, y a un centrocampista con el pivote central rival; contra equipos de juego más convencional o, sobre todo, que gustan de los espacios al contragolpe (el ejemplo más conocido es el Real Madrid) suele sin embargo armar el equipo de atrás adelante.

Hoy jugó un claro 4-4-2 en el que Beñat y Cañas se turnaban en la marca del mediocentro rival más atrasado, detalle este (el reparto de ese trabajo tan exigente en lo físico) que ayudó mucho a Beñat. Pellegrini opuso su habitual 4-2-3-1 con dos hombres más posicionales que móviles en el doble pivote (Camacho y Toulalan), Portillo abierto a la derecha, Joaquín e Isco alternando mediapunta y banda izquierda (una asociación a priori más temible que la alternativa presencia de Baptista), y Saviola arriba.

Primera parte
El 1-0, producto de la jugada ensayada inicial (la fija del Betis tras el Pizjuán), fue preludio de lo que vendría después: un Betis que atosigaba arriba, y un Málaga que, obligado a jugar en largo pero con un bajito en punta, no encontraba el modo de sacar el balón decentemente jugado. La situación recordaba mucho, con los papeles cambiados, al desgraciado derbi de hace pocos meses, y de hecho el resultado y la actitud de unos y otros se parecieron mucho. Los malagueños perdían pronto el balón y carecían de gente adecuada para robarlo, pues Camacho y Toulalan son jugadores altos y de mejores condiciones para cerrar líneas de pase que para ir a por el rival, y Joaquín e Isco nunca fueron fajadores. Producto de ello, Beñat nunca fue encimado y jugó casi a placer, de modo que se pegó un festín de pases muy acertados a las bandas (ágil y rapidísimo Juan Carlos, y Campbell muy superior físicamente a su par, al que ganó casi todas). Como además Molina y Dorlán Pabón alternaron muy bien desmarques en corto y en profundidad, los veteranos centrales malaguistas –además obligados por el resultado a jugar lejos de su portero y castigados por el mucho tiempo que el lanzador bético disfrutó para elegir pase– pasaron un calvario, y el Betis, preciso y rápido, llegó en oleadas al principio y al final de la primera mitad, con apenas algún respiro mediada ella.

Minutos 46 al 62
Ya con un 3-0 en el marcador, que pudo ser peor, Pellegrini le echa valor y retira a un mediocentro y al dimitido Isco; pone un rombo con Camacho de pivote, Baptista delante y Portillo y Lucas Piazón en los costados, con Joaquín y Saviola arriba. El Betis baja algo el pistón de la presión, difícil de sostener, pero conserva bien el balón y no pasa ningún apuro.

Última media hora
Camacho es expulsado, Iturra entra por Saviola para ocupar el mediocentro, el Betis marea el balón y el partido ya casi no existe. Mel aprovechó para dar minutos a Campbell en la izquierda, a Pozuelo en la mediapunta, a Sergio como interior izquierdo y a Nono.

Jugador por jugador
Adrián: Se le notó cierta lentitud en un par de jugadas y cometió un error con el pie, pero ni tuvo complicaciones ni se las buscó.
Ángel: Cumplió, sin más. Es correcto técnicamente y conoce muy bien el oficio, pero –cierto que ha tenido pocos partidos para coger la forma– no parece estar para más nota que el aprobado.
Amaya: Muy dinámico y dispuesto a salir al mediocampo a cortar o saltar, pero sin perder nunca el sitio.
Mario: En su mejor versión, rápido y agresivo.
Nacho: Atento a las ayudas, correcto en defensa y preciso en ataque.
Campbell: Se las llevó todas, por arriba (facilitó mucho la salida en largo) y por abajo. No estuvo brillante pero siempre ocupa mucho campo y da muchos dolores de cabeza a las defensas.
Cañas: Se adueñó de una parcela enorme de campo, lo que facilitó muchísimo el trabajo de Beñat. Es casi tan listo tácticamente como Pérez, pero muy superior físicamente y un poco técnicamente. Sigue comprometido con el equipo.
Beñat: Lo dejaron jugar y respondió con un recital de balones a las espaldas de los laterales e incluso en profundidad por dentro, naturalmente no todos acertados (alguno demasiado fuerte). A balón parado debe de provocar terror en los rivales: hoy así dio dos goles y provocó un penalty.
Juan Carlos: Volvió loco a Sergio Sánchez, por habilidad y por rapidez cuando le buscó las espaldas –se las encontró casi siempre–. Es muy importante para el juego vertical del equipo.
Pabón: Sin ser muy habilidoso sí tiene una técnica suficiente, que junto a su potencia, movilidad y buen trabajo defensivo justifica la confianza de Mel. Metió un golazo estilo Piqué.
Molina: Pese a cierto nerviosismo de la grada por sus errores ante puerta, lo cierto es que metió dos goles (para el árbitro uno), se ofreció bien siempre y jugó con mucha inteligencia.

Pozuelo: Hizo lo que tocaba, esto es, buscar la portería rival y jugar hacia atrás cuando convenía.
Sergio: Hizo lo que no tocaba, o sea, desaprovechar los enormes espacios que le daba un partido ya acabado y tratar de humillar a un rival ya entregado.
Nono: Minutos testimoniales.

El detalle
Beñat sacó de manera diferente los cuatro primeros córneres, como pedíamos en nuestro último post: uno a la zona anterior al primer palo, otro más allá del segundo (la preparada habitual), otro al centro del área y un cuarto en corto. Dos acabaron dentro.

sábado, 23 de febrero de 2013

Los detalles

Como dice hoy Fernando Vázquez en una interesante entrevista en El País, "hay que repasar siempre, como en todo aprendizaje. No es hacerlo un día y olvidarse". Aunque el técnico gallego se refiere a los movimientos defensivos, lo mismo puede aplicarse a los ofensivos y a ciertos micromecanismos y jugadas preparadas que el Betis realizaba bien hace unos meses y que hace semanas que no le funcionan. Naturalmente la mala racha de resultados tiene que ver sobre todo con otros problemas: las bajas, el estado físico y con ciertos vaivenes y errores en conceptos tácticos fundamentales, ofensivos y defensivos; pero, funcionen o no esas cosas, pequeños detalles pueden cambiar a favor o en contra el curso de un partido. Entre los que este Betis puede mejorar están los siguientes.

- Las faltas en campo rival son siempre sacadas exactamente del mismo modo –colgadas con fuerza al centro del área– y por el mismo jugador, sin importar el lado desde el que se hagan, la colocación de la línea rival, si el sistema de defensa de éste es individual o zonal... Unido esto a la falta de fe con la que van al remate los hombres encargados de ello, se concluye un nulo rendimiento a pesar de los excelentes recursos con que se cuenta: un muy buen lanzador como Beñat y varios hombres muy poderosos por arriba, notablemente Paulão y Amaya.

- En los córneres se ha perdido la buenísima costumbre de poner a un hombre a pedirla a la corta; aunque no se tenga intención alguna de usarlo, atrae obligatoriamente a dos defensores (pues si no, el saque corto sí penaliza al defensor con un dos contra uno franco). Se gana por tanto así un hombre de ventaja en el área y se aclara además ésta: si a esos dos defensas sumamos un hombre arriba, uno en el primer palo y uno o dos en la zona de rechace, apenas quedan cuatro o cinco jugadores para defender cabezazos en el área. Mel usó este recurso (que además puede ser sistemático, pues difícilmente hay manera de eludirlo) durante varios partidos pero el equipo parece haberlo olvidado.

- No hay córneres preparados, más allá de la jugada de las dos manos arriba, que ya no nos importa explicar porque toda la liga española debe de sabérsela de memoria: bloqueo para el grandote (Paulão o Amaya) que se va desde el centro a la zona de más allá del segundo palo, adonde Beñat la manda blanda y cortada. Si no se hace esa (y cada vez se hace menos y con menos convicción), los córneres van todos sin excepción al primer palo. Bien podrían buscarse variantes, que además de ser útiles en sí distraerían defensas y harían menos previsible el saque: saques cortos (bien ensayados, por favor), jugadas preparadas más o menos sofisticadas, córneres directos (Beñat es un perfecto candidato a intentarlos), al segundo palo, peinadas más acá del primero, bloqueos y colocaciones extravagantes de los rematadores, aprovechar las debilidades del sistema de defensa rival específico de estas jugadas (zonal o individual), usar a veces al zurdo Juan Carlos ahora que vuelve... Ayuda poco, por cierto, en los córneres a pie natural la innecesaria colocación del balón casi pegado a la línea de fondo, que no permite ponerla con comba en el segundo palo porque viaja por fuera del terreno de juego.

- En el área contraria los defensas abusan de los balones hacia Adrián, a veces incluso fuertes y con dirección a portería: la lección del Pizjuán se ha olvidado ya. Además se hace sin intención de usar al portero como apoyo para sacarla jugada, sino simplemente para que pegue el patadón, con lo cual se asume un riesgo sin sacar ventaja alguna: sólo se retrasa un pelotazo que es aún más largo. Los centrales deberían asumir esa opcíón en estos casos, y, si la ceden a Adrián, abrirse rápida y automáticamente para darle una posibilidad de pase seguro.

Jugar bien al fútbol también consiste en hacer estas cosas con inteligencia. Como los béticos hemos sufrido en nuestras carnes hace poco, estos detalles pueden cambiar el signo de un partido y dar al final de la temporada tres o cuatro puntos de más, que a nadie disgustarán.
 

lunes, 18 de febrero de 2013

Espanyol 1 - Betis 0 (24ª jornada de Liga de Primera División)

ESPANYOL (1): Casilla; Mattioni (Javi López, m. 61), Colotto, Héctor Moreno, Capdevila; Raúl Rodríguez, Víctor Sánchez; Stuani, Verdú (Gómez, m. 87), Simão; y Sergio García. 
BETIS (0): Adrián; Chica, Amaya, Paulão (Perquis, m. 86), Nacho; Rubén Pérez; Beñat, Nono (Juan Carlos, m. 59); Pabón (Ángel, m. 83), Jorge Molina y Campbell.
Gol: 1-0, m. 7: Sergio García. 
Árbitro: Gil Manzano (Colegio Extremeño). Amonestó a Víctor Sánchez, Mattioni, Paulao, Capdevila, Simão y Juan Carlos.

Mal partido ha jugado hoy el Betis, y en particular una horrible segunda parte en la que a la ya conocida incapacidad para crear juego en ataque estático se le ha unido una actitud derrotista manada desde el banquillo que ha recordado a los peores tiempos de Tapia.

Primera parte
Mel puso sobre el campo el mismo equipo del último partido y en las mismas posiciones de partida: un 4-1-4-1 o 4-3-3 con Rubén Pérez como mediocentro, Nono y Beñat como interiores a derecha e izquierda, Pabón y Campbell como extremos respectivos y Molina solo arriba. A diferencia de ese día, sin embargo, el equipo no va arriba sino que comienza la presión unos diez metros por delante de la línea del centro del campo: es probable que Mel buscase arreglar los problemas de creación del equipo ejecutando un juego de contragolpe.

Aguirre opone su 4-2-3-1 previsto, con Sergio García como móvil delantero centro, Stuani y Simão en las bandas y Verdú en la mediapunta. El Espanyol presiona de inicio un poco más arriba que el Betis y con más intensidad, y las primeras ocasiones son suyas. En una de ellas aprovecha una de sus pocas superioridades (el salto de Stuani ante Nacho) y marca el 1-0, desbaratando el plan de Mel.

El Betis no cambia el planteamiento, Nono –desaparecido los primeros veinte minutos– empieza a tocar con acierto en el centro, y llegan algunas –poco claras– ocasiones béticas. Sin embargo el desacierto de Molina, la falta de llegada al remate debida a la lejanía del área de los cuatro de la segunda línea, y la ya reiterada falta de juego en la mediapunta, donde apenas aparece a veces Pabón –igualmente desacertado– no permiten siquiera que el Betis tire a puerta con peligro. El Espanyol tampoco llega nunca.

Segunda parte
Los locales dan un paso atrás y se cierran bien. Campbell y Pabón siguen cambiados de banda (permuta hecha ya a la media hora), pero no llegan más ocasiones. A la hora de juego Mel hace un cambio lógico: mete a Juan Carlos por Nono y pasa a Pabón a la delantera. El Espanyol ata a éste y a Beñat, y permite que Amaya o Paulão suban el balón hasta la línea de medios, donde su único recurso es el balón vertical a Molina; Campbell y Juan Carlos sufren las ayudas de los extremos españolistas, y Nacho y Chica no les saben apoyar.

El banquillo bético no reacciona y cuando lo hace es de una extraña manera que parece más un mensaje a la secretaría técnica que un intento de ganar el partido: tarda un mundo en agotar los cambios, y entonces retira al nulo Pabón para meter a Ángel (?) por la derecha dejando así en evidencia la presencia de Molins en el banquillo; luego (casi de inmediato, cosa extraña) Perquis sustituye a Paulão, es de suponer que por lesión.

El Espanyol ya no sale casi nunca pero el Betis apenas se acerca en la última media hora gracias a los balones bien colgados en las faltas por Beñat. Sin embargo, ninguno de los hombres altos, que no lo eran poco ni eran pocos (Paulão, Amaya, Molina) consiguen rematar un solo balón en todo el partido –señal de falta de convicción– ni se ejecuta una sola jugada preparada para sorprender.

El feísimo partido acaba con sensación de impotencia y derrotismo. La única buena noticia fue la firmeza defensiva, pero el desinterés ofensivo del Espanyol pone en duda hasta esto. Las malas son que se hace un pésimo fútbol, completamente ayuno de juego interior (pese a la recurrente leyenda urbana del fútbol de toque de este Betis) y que a Castro le quedan aún varios partidos de baja.

Jugador por jugador
Adrián: Tuvo muy poco que hacer en el gol, y bien en el resto, incluida una gran tapada en la segunda parte. Se quitó de encima varios regalos envenenados de sus defensas.
Chica: Mantuvo bien su zona, aunque este tipo de partidos evidencia su escasa proyección ofensiva.
Amaya: Correcto, aunque se echó de menos más anticipación de los centrales cuando Sergio venía a recibir de espaldas. Debió irse arriba al final.
Paulão: Como Amaya, cumplió. Su mala costumbre de mandar pedradas al portero traerá algun disgusto.
Nacho: Comenzó con dudas y mejoró mucho con el partido, con buenas ayudas al centro. Tuvo poca proyección ofensiva.
Pérez: Fue el sostén del equipo en el primer cuarto de hora y cerró bien a Verdú, que era su misión principal. En ataque no da una circulación rápida de balón.
Beñat: Otro mal partido, en el que apenas aprueba por sus buenos lanzamientos a balón parado, que incluyeron un córner al larguero y un tiro lejano muy violento. De espaldas a portería sólo sabe escupir el balón hacia atrás, cosa de todo punto inútil: como interior adelantado no vale. Por otra parte, si quiere jugar a primer nivel, debe mejorar su actitud defensiva, o no habrá manera de encontrarle el sitio.
Nono: En los primeros minutos sencillamente no apareció por el partido. Luego tuvo buenos detalles aunque escasa presencia. Pese a ello su salida empeoró al equipo.
Pabón: Tiene potencia pero no es un estilista ni tocó la pelota cerca de la portería, donde se supone que tiene peligro. Como delantero (¿fundido ya?) fracasó por completo: ni la olió.
Molina: Lento, durante la primera mitad dio un recital de errores en el área, durante el que llegó a despejar un balón que iba para dentro. Al menos en la segunda mitad jugó bien de espaldas a puerta.
Campbell: Como tantas veces fue el único que desbordó, pero muy lejos de puerta.

Juan Carlos: Ni le llegaron buenas bolas ni se las buscó.
Ángel: No se sabe si jugó por delante o por detrás de Chica, ni para qué. Su entrada debió de ser cosa de gestión de vestuario... o del club.
Perquis: Salida apenas testimonial, pero a esas alturas ¿para qué servía un central?

jueves, 14 de febrero de 2013

Con dos caras: las variantes de Pepe Mel

El portal informativo sobre el Betis beticismo.net publica en su sección "Con dos caras" un nuevo diálogo entre Miguel Verdugo y el autor de este blog, esta vez sobre las variantes tácticas ofensivas del actual Betis de Mel. Podéis leerlo aquí.

martes, 12 de febrero de 2013

Betis 0 - Valladolid 0 (23ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (0): Adrián; Chica, Amaya, Paulão, Nacho; Rubén Pérez, Nono (Molins, m. 79), Beñat; Pabón (Juan Carlos, m. 65), Jorge Molina y Campbell.VALLADOLID (0): Dani; Rukavina, Sereno, Rueda, Balenziaga; Larsson, Álvaro Rubio, Sastre, (Lolo, m. 73), Óscar (Peña, m. 75); Bueno (Omar, m. 54); y Guerra.Árbitro: Pérez Lasa (Colegio vasco). Expulsó por doble amarilla a Rukavina, en el minuto 74. Mostró tarjeta amarilla a Sereno, Javi Guerra y Sastre, por parte del Valladolid. Expulsó a Amaya (m. 92) por doble amarilla.Incidencias: 26.785 espectadores en el Benito Villamarín.

La falta de llegada y de pegada arriba ha privado hoy al Betis de la victoria ante un Valladolid claramente inferior. La mejor noticia del partido es que, pasadas ya las dobles jornadas semanales, el equipo demuestra de nuevo superioridad física respecto a los rivales. La mala es que su 4-3-3 da poca presencia en zonas de remate y eso, sin Rubén Castro y ante un rival cerrado, complica el gol.

El partido ha tenido un transcurso muy homogéneo. El resumen más sencillo es que el Betis ha salido a quitarle el balón al Valladolid con una presión muy adelantada y los visitantes nunca han sabido zafarse de ella: los vallisoletanos, que ni suelen ni saben jugar sin balón, han sido durante todo el partido –y sobre todo en la segunda parte– un boxeador casi noqueado pero que nunca terminó de caer a la lona. Siempre cupo la duda de hasta dónde le durarían las fuerzas al Betis para mantener la presión, pero en el único momento en el que parecía que por fin les abandonaban llegó en su auxilio Pérez Lasa con su injusta expulsión de Rukavina.

Los castellanos jugaban un 4-4-1-1, con la novedad de que Óscar se echaba a la banda izquierda. El Betis partió, en teoría, con un 4-2-1-3 en el que Nono haría la mediapunta y Pabón y Campbell, a derecha y a la izquierda, serían los extremos. Sin embargo el teórico esquema nunca aparecía en la realidad porque la consigna era la presión rápida y adelantada alrededor del balón (la del primer Mel del Betis); además Nono fue retrasando su posición y Beñat adelantando la suya, de modo que finalmente el vasco y Molina iban generalmente a presionar a los centrales y el resto del equipo construía el sistema defensivo de adelante atrás, según pillara a cada cual la finalización de la jugada, un poco al estilo del Barcelona. Una de las claves del buen funcionamiento de ese dispositivo, además de la buena actitud general, fue la actitud agresiva de los centrales, sobre todo de Paulão, que fue muy arriba a robar balones a la zona de mediapuntas del Valladolid.

Durante la primera parte la conocida tendencia de los centrocampistas del Betis a pedirla demasiado cerca de los centrales aisló a Molina arriba y, pese a que Campbell y Pabón la pedían a veces por dentro (aprovechando bien el espacio dejado por aquéllos al atraer a los mediocentros: algo bueno tiene esa pertinaz tendencia), el equipo tuvo poca llegada y manejó el partido pero tuvo pocas ocasiones. Con el paso de los minutos los robos en el centro del campo, el adelantamiento de Beñat y Nono y algunas combinaciones rápidas trajeron ocasiones espaciadas pero constantes, más basadas en el robo, la velocidad de ejecución y las percusiones de Campbell y Juan Carlos que en un buen fútbol de combinación por el centro: el Betis jugaba en esa zona con un tanque y dos mediocentros, pero sin mediapuntas capaces de hacer fútbol de clase en la frontal o llegar al remate.

La acumulación de defensas (inconvenientes de no jugar a la contra), esa ausencia de mediapunta, el desacierto en el remate y la mala suerte privaron al equipo del gol tras una veintena de remates a puerta por apenas un par de los visitantes.

Jugador por jugador
Adrián: Tranquilo y atento. Casi sin trabajo.
Chica: Bien. Estuvo rápido y acertado atrás, aunque sin llegada arriba.
Amaya: En su buena línea de esta temporada. Su expulsión final le costará un partido de suspensión.
Paulão: Por fin Mel se dio cuenta de que a los buenos hay que ponerlos, y alineó a la que debe ser pareja de centrales del equipo en las próximas temporadas. Hizo un gran partido, pese a jugar en el perfil izquierdo (¿será por la entrevista de esta semana en la que se ofreció a hacerlo ahí?) y a verse obligado a salir más de lo que suele al mediocampo. Perquis y Mario son buenos centrales, pero Paulão, con partidos, es muy bueno. Si se mantiene esta pareja, el Betis recibirá muy pocos goles de aquí a final de temporada. Pese a ser jugadores muy altos demostraron capacidad para tirar la línea muy arriba.
Nacho: Correcto en defensa y muy impreciso en ataque, cosa rara.
Rubén Pérez: Hizo uno de esos típicos partidos suyos en los que parece que no está pero logra que el mediocampo nunca pierda el sitio. Con balón, eso sí, da poquita seguridad.
Nono: Es el negativo fotográfico de Pérez; uno espera que su incapacidad para situarse sea cosa de la juventud. Tiene condiciones físicas y técnicas, pero si no arregla eso no llegará muy lejos.
Beñat: Hizo una gran primera parte (incluido un genial tiro lejano que, un poco más alto, habría sido el gol del año), y en la segunda, algo asfixiado, volvió a sus precipitaciones del último mes. Mejor mientras más atrás.
Campbell: Si sus jugadas acaban en poco es más cosa del sistema de juego que suya, porque es difícil hacer más en su posición. Va para jugador de alto nivel, por técnica y potencia física.
Pabón: Quiso hacer lo mismo que Campbell, aunque de momento se queda en las intenciones. Debería levantar un poco la cabeza antes de tirar o centrar a la olla.
Molina: Mala primera parte y mejor segunda. Jugó bien pero le faltó presencia en el área y, sobre todo, gol.

Juan Carlos: Muy vertical, con sus habituales jugadas trompicadas (que casi siempre se lleva) provocó mucho peligro por su banda. Cambió de banda a Campbell a falta de veinticinco minutos.
Molins: Su entrada desplazó a Campbell al centro, pero no estuvo afortunado en los pocos balones que tocó.

lunes, 4 de febrero de 2013

Atlético de Madrid 1 – Betis 0 (22ª jornada de Liga de Primera División)

ATLÉTICO DE MADRID (1): Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Domingo Cisma; Gabi, Mario Suárez; Adrián (Diego Costa, m.56), Koke, Arda Turan (C. Rodríguez, m.65); y Falcao (Raúl García, m.80).
REAL BETIS (0): Adrián; Chica, Amaya, Perquis, Nacho; Cañas, Rubén Pérez; Pabón (Pozuelo, minuto 64), Beñat (Jorge Molina, m.64), Joel Campbell (Molins, m.81); y Rubén Castro.
GOLES: 1-0, m.62: Diego Costa.
ÁRBITRO: Undiano Mallenco, navarro. Amarillas para Rubén Pérez, Perquis, Miranda, Diego Costa, Cañas, Nacho y Domingo Cisma.

El Betis ha jugado un aceptable partido hoy en el Calderón. Mel ha optado por un cuarto plan para tratar de vencer por fin al Atlético esta temporada, pero el rédito obtenido ha sido una vez más nulo.

Primera hora de juego
Tras probar un fútbol más ofensivo y de toque en la visita de la Copa, Mel optó por el plan de la temporada pasada, que terminó con la etapa de Manzano en el Calderón: meterse muy atrás, jugar a pelotazos largos, esperar que el rival se desespere y buscar el contragolpe cuando se pudiera. Como además este Atlético de Simeone es poderoso en lo físico hasta extremos casi sobrenaturales –sin que, parece, les afecte como al resto de humanos repetir el mismo equipo en Liga y Copa desde principios de temporada–, Mel optó por meter en el horno toda la madera física que tenía: doble pivote defensivo con Cañas y Pérez, extremos muy potentes (el recién fichado Pabón por la derecha y Campbell por la izquierda), y apenas Beñat y Castro como jugadores eminentemente técnicos. El esquema del Atlético es sobre el papel parecido, un 4-2-3-1: Koke se mete como teórico mediapunta y deja habitualmente las bandas a Turan y Adrián, y Falcao, que no estaba para jugar ante el Sevilla, sí comparece ante el Betis, aunque demostró no estar en su mejor forma.

Este Atlético no demuestra en ningún momento superior calidad técnica que sus rivales, ni recursos en ataque de particular valor; el problema para los oponentes es que parece que juega con doce o trece y pone una exagerada intensidad en la disputa; la explicación de ese derroche físico puede venir de un excelente trabajo táctico defensivo, de una calidad física de sus jugadores naturalmente poco común, de una preparación física magnífica, de una enorme motivación en cada partido, de la ya tradicional permisividad de los árbitros con su juego cercano al límite del reglamento, o de una mezcla de todo ello. El planteamiento de Mel consiguió equilibrar esa presencia física en su defensa y su mediocampo por la citada elección de jugadores y por amontonamiento, pero a cambio Castro y los tres de la segunda línea se veían ante dos o tres rivales que los encimaban constantemente. Además el equipo se veía obligado a jugar muy rápido arriba, los extremos llegaban poco (porque bastante tenían con perseguir a los laterales rojiblancos, siempre muy adelantados) y Beñat no tiene condiciones para la conducción.

Durante la primera hora el Atlético llegó arriba, aunque ni muy asiduamente ni con gran claridad. El Betis, con pierna firme pero sin llegada arriba, ni se asomó a la portería rival. Cuando parecía que el partido se ponía maduro para el Betis y Molina se preparaba para tratar de repetir sus buenas medias horas finales fuera, llegó el gol de Costa, que había entrado como segundo delantero en sustitución del siempre inocuo Adrián.

Media hora final
El Atlético da un pequeño paso atrás pero sigue apretando con fuerza en el centro del campo. El Betis muestra voluntad y rebelión pero no encuentra ningún camino para acercarse a Courtois, y el partido acaba al gusto del Atlético y entre broncas, escupitajos, amagos de agresión y alguna entrada salvaje del sospechoso habitual.

Jugador por jugador
Adrián: Muy bien bajo palos, debe corregir su tendencia a dejar despejitos cortos de puños, que ya le costaron el 3-0 hace una semana.
Chica: Bien, aunque con poco recorrido. Fue uno de los que mantuvo el pulso físico a los atléticos.
Amaya: Excelente partido. Muestra una velocidad de movimientos sorprendente para su altura.
Perquis: Buen partido, aunque con cierto exceso de impulsividad que le lleva a veces a perder el sitio. En el gol fue el único bético que saltó en el primer palo, cosa sorprendente.
Nacho: Se dejó rebasar alguna vez en defensa, y a cambio se proyectó en ataque; tuvo la única ocasión clara del Betis, si lo fue.
Cañas: Muy abrigado, mantuvo la posición y tocó el balón en zonas poco complicadas.
Pérez: Muy activo, agresivo y bien situado.
Pabón: Parece muy potente físicamente, pero habrá de demostrar aún su calidad técnica. Viene en forma.
Beñat: En un sitio poco adecuado a sus condiciones, más aún porque la escasa proyección de los extremos le daba pocas opciones de pase, jugó casi todas hacia atrás, y, al estilo de Salva, se colocó demasiado arriba en defensa y demasiado atrás en ataque.
Campbell: Bien, con mucha fuerza y calidad, pero de nuevo se vio en inferioridad numérica, y además partió de muy atrás.
Castro: Ni está fino en lo ténico, ni en lo físico, ni el partido estaba para su fútbol.

Molina: Bajó alguna de las pocas que le llegaron, pero su zona estaba muy cerrada ya.
Pozuelo: Al menos con él hubo verdadero mediapunta, aunque le llegaron muy pocos balones.
Molins: Su aparición fue casi simbólica.

viernes, 1 de febrero de 2013

Con dos caras: Beñat

El portal informativo sobre el Betis beticismo.net publicó el pasado miércoles en su sección "Con dos caras" un nuevo diálogo entre Miguel Verdugo y el autor de este blog, en este caso sobre el momento de juego Beñat en el Betis. Podéis leerlo aquí.