sábado, 23 de febrero de 2013

Los detalles

Como dice hoy Fernando Vázquez en una interesante entrevista en El País, "hay que repasar siempre, como en todo aprendizaje. No es hacerlo un día y olvidarse". Aunque el técnico gallego se refiere a los movimientos defensivos, lo mismo puede aplicarse a los ofensivos y a ciertos micromecanismos y jugadas preparadas que el Betis realizaba bien hace unos meses y que hace semanas que no le funcionan. Naturalmente la mala racha de resultados tiene que ver sobre todo con otros problemas: las bajas, el estado físico y con ciertos vaivenes y errores en conceptos tácticos fundamentales, ofensivos y defensivos; pero, funcionen o no esas cosas, pequeños detalles pueden cambiar a favor o en contra el curso de un partido. Entre los que este Betis puede mejorar están los siguientes.

- Las faltas en campo rival son siempre sacadas exactamente del mismo modo –colgadas con fuerza al centro del área– y por el mismo jugador, sin importar el lado desde el que se hagan, la colocación de la línea rival, si el sistema de defensa de éste es individual o zonal... Unido esto a la falta de fe con la que van al remate los hombres encargados de ello, se concluye un nulo rendimiento a pesar de los excelentes recursos con que se cuenta: un muy buen lanzador como Beñat y varios hombres muy poderosos por arriba, notablemente Paulão y Amaya.

- En los córneres se ha perdido la buenísima costumbre de poner a un hombre a pedirla a la corta; aunque no se tenga intención alguna de usarlo, atrae obligatoriamente a dos defensores (pues si no, el saque corto sí penaliza al defensor con un dos contra uno franco). Se gana por tanto así un hombre de ventaja en el área y se aclara además ésta: si a esos dos defensas sumamos un hombre arriba, uno en el primer palo y uno o dos en la zona de rechace, apenas quedan cuatro o cinco jugadores para defender cabezazos en el área. Mel usó este recurso (que además puede ser sistemático, pues difícilmente hay manera de eludirlo) durante varios partidos pero el equipo parece haberlo olvidado.

- No hay córneres preparados, más allá de la jugada de las dos manos arriba, que ya no nos importa explicar porque toda la liga española debe de sabérsela de memoria: bloqueo para el grandote (Paulão o Amaya) que se va desde el centro a la zona de más allá del segundo palo, adonde Beñat la manda blanda y cortada. Si no se hace esa (y cada vez se hace menos y con menos convicción), los córneres van todos sin excepción al primer palo. Bien podrían buscarse variantes, que además de ser útiles en sí distraerían defensas y harían menos previsible el saque: saques cortos (bien ensayados, por favor), jugadas preparadas más o menos sofisticadas, córneres directos (Beñat es un perfecto candidato a intentarlos), al segundo palo, peinadas más acá del primero, bloqueos y colocaciones extravagantes de los rematadores, aprovechar las debilidades del sistema de defensa rival específico de estas jugadas (zonal o individual), usar a veces al zurdo Juan Carlos ahora que vuelve... Ayuda poco, por cierto, en los córneres a pie natural la innecesaria colocación del balón casi pegado a la línea de fondo, que no permite ponerla con comba en el segundo palo porque viaja por fuera del terreno de juego.

- En el área contraria los defensas abusan de los balones hacia Adrián, a veces incluso fuertes y con dirección a portería: la lección del Pizjuán se ha olvidado ya. Además se hace sin intención de usar al portero como apoyo para sacarla jugada, sino simplemente para que pegue el patadón, con lo cual se asume un riesgo sin sacar ventaja alguna: sólo se retrasa un pelotazo que es aún más largo. Los centrales deberían asumir esa opcíón en estos casos, y, si la ceden a Adrián, abrirse rápida y automáticamente para darle una posibilidad de pase seguro.

Jugar bien al fútbol también consiste en hacer estas cosas con inteligencia. Como los béticos hemos sufrido en nuestras carnes hace poco, estos detalles pueden cambiar el signo de un partido y dar al final de la temporada tres o cuatro puntos de más, que a nadie disgustarán.
 

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. A veces me ha dado la sensación que los saques de esquina se sacaba de manera aleatoria. Sin un plan establecido. Con Paulão por lo menos se sabía que el balón iba hacia él, y me sorprende que, por lo menos, no se utilizara este recurso con Amaya.

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  2. Con Amaya a veces se hace esa jugada larga del segundo palo, pero habría que buscarlo siempre. Si uno tiene jugadores de esa altura y un lanzador como Beñat, como mínimo hay un plan bien fácil: ponérsela donde más le guste, y con que gane un tercio ya caen goles. Es lo que nos han hecho con Fazio o con San José, con resultados conocidos. Y variar un poquito. La pedrada al primer palo por sistema es un recurso cuando no tienes gente alta, pero no es necesaria con Molina, Amaya...

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