lunes, 7 de octubre de 2024

Sevilla 1 - Betis 0 (9ª jornada de LaLiga)

SEVILLA F.C.: Nyland; Carmona, Badé, Nianzou, Pedrosa (Salas, 79'); Gudelj, Agoumé (Lokonga, 72'); Lukébakio, Peque (Suso, 79'), Ejuke (Marcao 91'); e Isaac Romero Jesús Navas, 72').
BETIS: Rui Silva; Bellerín, Llorente, Natan, Ricardo Rodríguez (Perraud 86'); Johnny, Roca (Ruibal, 64'); Fornals, Lo Celso, Abde (Ávila, 79'); y Vitor Roque (Bakambu, 64').
Árbitros: Martínez Munuera. Doble amarilla a Nianzou (89'). Amonestó a los locales Gudelj, Carmona, Agoumé (en el banquillo), Abde, Natan, Ávila y Johnny (tras el final).
Gol: 1-0 (50') Lukébakio, de penalti.
Casi lleno.

Otro mal derbi del Betis acabó en derrota ante el peor Sevilla del siglo XXI.

Primera parte
La notable diferencia entre los titulares de este Betis y sus suplentes hacía fácil adivinar la alineación bética: la plantilla es muy corta y el fondo de escasa calidad. Pero es indiscutible que jugador por jugador el once bético partía con una enorme ventaja cualitativa frente a un Sevilla cuyas supuestas amenazas, Ejuke y Lukébakio, han llegado a los 26 y 27 años sin mayor gloria que jugar en equipos como el Hertha de Berlín, y que apenas cuenta con Nyland y Badé como jugadores del nivel esperable en ese club.

Ocurre que a este Betis de Pellegrini cualquier equipo no ya le discute, sino que le supera holgadamente en manejo de pelota, como recientemente demostraron Las Palmas, Mallorca y Espanyol. Es perfectamente lícito que Pellegrini (un relacionista, que se diría hoy) no haya asumido los fundamentos del fútbol de posición que practica García Pimienta y los mejores equipos de Europa, y que deje libertad a sus jugadores en fase ofensiva. Pero, al igual que el mismísimo Pep Guardiola comprende que no puede llevar su posicionalismo hasta la fase de finalización de la jugada, recíprocamente Pellegrini debería comprender que en el fútbol actual la salida de balón debe ser trabajada profundamente con ubicaciones y movimientos planificados, como hacía el Betis hace siete años y como, en los últimos años, hace ya prácticamente cualquier equipo de la liga española (¡hasta el Getafe de Bordalás!).

Las aparente falta de planificación de esa fase del juego, con ubicaciones caprichosas en cada jugada, jugadores mal colocados y peor perfilados –mención especial merece aquí Marc Roca– e incapacidad casi absoluta para progresar por dentro, convierte a los béticos en presa facilísima de cualquier presión medianamente organizada: el equipo escupe el balón siempre hacia una banda y ahí el lateral, presionado, o bien la rifa en largo, o se ve obligado a jugar al pie a un extremo encimado y de espaldas a la puerta contraria, víctima fácil para su par. Ni siquiera se desgasta mínimamente el físico del rival o se le atrae para al menos dejar a los delanteros en buena disposición para disputar los balones divididos. Tal es así que ante saques de puerta en los que el Sevilla simplemente fue con dos delanteros a amagar la presión ante cuatro jugadores béticos (los dos centrales, un mediocentro y el portero) el equipo directamente mandó a todos arriba y jugó en largo. De hecho la disposición del Sevilla fue la misma que la del Betis, un 4-2-3-1 que era 4-4-2 presionante en defensa y 4-3-3 en ataque cuando bajaba a recibir el mediapunta:


Cobarde y poco trabajado en salida de balón, el Betis no se atrevió siquiera a intentar el 4 contra 2 ante una mínima presión sevillista. En consecuencia, Vítor Roque debía pelear los balones largos en inferioridad numérica.

A la mala colocación se sumaba poco compromiso con balón: las –ayer tan mentadas– gónadas no solo deben servir para poner intensidad y correr mucho, sino para que los jugadores tomen responsabilidades con balón y arriesguen a fin de poner en ventaja a sus compañeros, sin tomar la solución fácil del pelotazo a la primera dificultad. El rival sin embargo sí amasaba sus posesiones hasta conseguir salir con un hombre libre (generalmente Nianzou: al menos esto sí lo eligió bien el Betis) y asomarse a las cercanías del área bética. En todo caso la fase defensiva del Betis fue más que aceptable: la presión bética tal vez no fuese tan vistosa como el público exige, pero en todo caso el bloque defensivo, muy compacto, prácticamente no permitió ocasiones del Sevilla en 45 minutos, y sí se produjeron varios robos muy peligrosos cuyas contras pudieron poner por delante al Betis; es triste y propio de equipo pequeño que esta sea la única manera de llegar al marco rival, pero haber ocasiones, las hubo.

Segunda parte
El arranque de la segunda parte pone en evidencia un nuevo problema de este Betis: la mala defensa a balón parado, ya visible en partidos anteriores, cuando menos desde el del Getafe. Sumada al errático (y errado) criterio de Martínez Munuera, la jugada desemboca en gol. El Sevilla da un pasito atrás y el Betis sigue demostrando durante 45 minutos su escasísima capacidad de elaboración del juego, muy perseguido –naturalmente– un Lo Celso que parece el único recurso ofensivo fiable. La salida de Roca mejora levemente las cosas, aunque el equipo sigue sin acumular pases en campo rival hasta que, muy al final, el Sevilla se acantona atrás. Para entonces, un grave error del equipo técnico en los cambios iguala el partido al equilibrar la lesión de Natan la expulsión de Nianzou.

Línea por línea
Bien en general, aunque con poco trabajo, Rui sigue mostrando unas estadísticas muy pobres en los penaltis. Bellerín, bien ayudado por Fornals, pasó pocos apuros, y tampoco Rodríguez fue superado por Lukébakio, pese a las desmesuradas críticas recibidas y a la escasa ayuda de Abde. Otra cosa fue la salida de balón de ambos, muy deficiente. Los centrales estuvieron muy firmes, como casi siempre.

El partido de Roca fue muy flojo; junto a un Johnny sin empuje se vio superado por el rudimentario centro del campo del Sevilla. Fornals apareció poco por dentro y tampoco mejoró mucho las cosas ya de mediocentro, de modo que el perseguido Lo Celso fue la única baza ofensiva, pues Abde eligió tan mal como siempre y encaró peor que nunca. Vítor Roque peleó en inferioridad numérica y aun así se puso de gol un par de veces.

El banquillo aportó poco más que el dinamismo de Ruibal y Bakambu, más las habituales trastadas del Chimy.

Pellegrini ha salido de situaciones peores y es de esperar que levante al equipo, pero del mismo modo que se admiran sus estadísticas globales se le deben criticar sus pésimos números ante los tres equipos grandes de LaLiga y ante el máximo rival.

Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.

6 comentarios:

  1. Buenas tardes JR, hace años que llevo siguiendo sus crónicas pero en las últimas temporadas pocas he podido disfrutar de usted.

    Coincido con usted en que Pellegrini tiene un grave problema táctico que varios vimos desde la consecución del título de copa. La temporada 22/23 se salvó por la inspiración de futbolistas como fueron Luiz Felipe, Fekir (hasta su lesión), Canales, Joaquín y Guardado (por vestuario) y un Borja acertadísimo de cara a gol. La 23/24 se salvó por un inspiradísimo Isco que se ganó el corazón de todos y que dio fuerzas a un vestuario en el que se fueron casi todos los pesos pesados. Este año fichan al grandísimo Lo Celso (error suyo marcharse al Tottenham) para hacer de Isco y se sale como muchos vaticinamos.

    Y yo me pregunto, ¿cuál es el punto común de todo esto? Apostar única y exclusivamente el juego a la inspiración de x futbolistas. Tácticamente el equipo adolece de una falta de salida de balón como la que usted menciona y esa característica es de equipo muy poco trabajado (aunque a nivel individual tiene mejores nombres que un Sevilla pobre y en horas bajísimas).

    Los que vemos fútbol y no apostamos por los famosos testículos sino por la táctica (ojo, solo por la experiencia de ver; no tengo dichos conocimientos) tenemos muy malas sensaciones y me da pena pero, o el equipo empieza a trabajar este apartado (cosa que dudo mucho) o necesitará un cambio de dirigente en el barco para modificar esta situación. El plan de Pellegrini parece caduco, plano y desesperante.

    Ay JR, como nos criticaron cuando apoyábamos a un señor de Cantabria al que echaron injustamente a los leones y maltrataron. Con él se hubiera ganado de correcalles este derbi. En este caso me fastidia no equivocarme.

    Ojalá se revierta está situación y podamos disfrutar de "fútbol".

    Disculpe el tochaco pero estoy entre enfadado y muy decepcionado con este Betis y sobre todo con el gran Manuel Pellegrini, al que creo que se le respeta más por su larga y buena trayectoria que por estás 3 últimas temporadas.

    Musho Betis 💚

    A. Baca

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    1. Buenas tardes.

      Estoy de acuerdo con el comentario de A. Baca. Su recuerdo del cántabro me hizo pensar que el Betis actual, dirigido por él, podría haber logrado cinco dianas ante este rival.

      Temo que el tiempo de don MP esté llegando a su fin. No solo por razones sentimentales, sino también por la incertidumbre: ¿quién vendría en su lugar? Esa es una perspectiva que me produciría angustia.

      Aunque mi deseo más íntimo sería que regresara aquel entrenador que abroncó a algunos aficionados para defender a Francis (jamás entenderé los ataques a tus propios jugadores), sé que es imposible. Ese incidente fue aprovechado por nuestra prensa, siempre tan vil, para vilipendiar a uno de los mejores entrenadores que hemos tenido. Y, siendo realistas, la prensa y parte de la afición se encargarían de convertir cualquier posible regreso en un absoluto desastre.

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    2. Setienistas y pellegrinistas creo que están de acuerdo en que desde la primavera aquella de 2022 el equipo juega poquito. Gana a inferiores, sí, pero con un trato de balón dudoso y, como dicen, fiando todo al jugador X. Ciclo cercano a su fin, me temo. Y no pasa nada.

      ¡Gracias por intervenir!
      JR

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  2. Buenas; poco más que añadir al análisis de JR y al resto de comentarios; si acaso, algún aporte a modo de recordatorio:
    - La manera de jugar de MP siempre fue (más o menos) así. Él mismo lo expresa en varias entrevistas (una de ellas creo que fue en The Coahes' Voice), incluidas esas bandas asimétricas, una con interior y otra con encarador. Y la trayectoria es indiscutible... incluida (obviamente) la del RBB.
    - Este año le penaliza un poco las piezas de las que dispone, o mejor dicho, las bajas sufridas en poco más de un año (quizás desde Alex Moreno, pasando por Guardado, Luiz Felipe, Canales, Juanmi, Fekir, Guido, Pezzella...) Supongo que poco a poco irá logrando ese encaje, para volver a estar entre el sexto y el octavo... Supongo que volverá una mejor versión de la presión, de los ciclos de ataque-recuperación-ataque... Supongo que seguiremos siendo fiables frente a los 10-11-12 equipos de cada año...
    - Tengo la sensación de ver cada año a un equipo levemente peor que el anterior, y sigo viendo con envidia esos equipos tan trabajados tácticamente que ofrecen múltiples variables de solucionar (o complicar al rival) su juego.
    - Por último, MP con todas sus carencias, está entre los 2-3 mejores entrenadores de nuestra historia: por resultados, por continuidad, por gestión del grupo, por sus (comedidos y acertados) discursos, por mantener a raya a la prensa... y todo eso, no se nos olvide, no es nada fácil aquí en nuestro particular ecosistema.

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    1. Yo, supongo que como todo el mundo, oscilo entre la rabia por no ver un progreso táctico (o variantes, o detalles...) y la evidencia de los resultados de Pellegrini vistos con perspectiva histórica.

      ¿Hay algún lugar donde MP hable directa y abiertamente de esas bandas asimétricas? me interesa. Gracias.
      JR

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    2. Así es, estimado CSG. Hay que verlo todo en su justa mesura. Don MP es un grandísimo entrenador. Que algunos perdamos un poco la calma (en algunos momentos) o que tengamos deseos no puede ni debe cegarnos a la realidad.
      Saludos cordiales y siempre Betis.

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