El punto táctico más interesante del épico y a la vez esperpéntico derbi de Copa fue el cambio en el juego producido por el aplazamiento, y ello por dos razones: la recuperación de Acuña y Koundé –mucho mejores jugadores que Jordán y Gudelj– y el cambio de esquema de Lopetegui.
Cuarenta primeros minutos
Hasta entonces el Sevilla había sido muy inferior al Betis. Algo tuvieron que ver en ello las bajas médicas, aunque también la imprevisión de Monchi, que sabe que la Copa de África existe y que ha montado una plantilla mal doblada en ciertas posiciones (la falta de nivel de Gudelj, chico para todo atrás, en comparación con Fernando o Koundé es escandalosa). También influye, por cierto, el empeño de su entrenador en no rotar y así saturar de partidos a sus titulares.
De salida el Betis presionó fuerte y alto a una defensa y portero rivales de calidad menor, y los obligó a pelotazos sin destino. El físico de Ocampos no podía con el de Álex Moreno, y el Sevilla era víctima fácil de la trabajada presión de un Betis en 4-2-3-1. Guido mandaba, para saltar al pressing hombre contra hombre o elegir un repliegue menos arriesgado con el que detener el 4-3-3 sevillista, en el que el Papu era extremo izquierdo. Pese a adelantarse en su única ocasión, el Sevilla sufría, y mucho a balón parado: el empate llegó pronto.
Tras el aplazamiento
Lopetegui recupera a dos hombres importantes y pasa a un 5-4-1 (o 3-4-3) que arriesgaba al exponer a dos mediocentros de físico dudoso a la superioridad numérica de Guido, Carvalho y Fekir (cierto que en un minipartido sin tiempo para agotarse). Lo soluciona cerrando mucho a Ocampos y, sobre todo, al Papu, y dejando en banda solo a sus carrileros, que al cabo tampoco tenían que enfrentarse por su zona más que a un lateral bético cada uno. Los extremos sevillistas, ya jugando muy por dentro, permutan bandas y Ocampos se coloca a pie cambiado, lo que complica el partido a los laterales béticos.
La presión bética, ahora enfrentada a mejores pasadores, se desajusta con ese cambio de esquema rival, y especialmente por la derecha, donde a Canales no le funciona defensivamente su posición intermedia de presión: Acuña le coge la espalda demasiadas veces y, fijado Sabaly, el agujero solo se soluciona con mil ayudas de un gran Guido. Así, el balón y las escasas ocasiones viran hacia la causa sevillista. Pero el cambio de esquema a uno no habitual tiene sus riesgos para el Sevilla: esa misma posición intermedia es aprovechada por Canales para hacer el 2-1. A partir de ahí el Betis, sin meterse nunca muy atrás, sufre un poco y resuelve los peligros con concentración en su área.
Individualmente destacó el partido de los mediocentros, con un Carvalho en gran forma y un Guido siempre muy inteligente en lo posicional. Pezzella defendió bien en el área, pero mostró de nuevo muy poca capacidad para sacar el balón con limpieza. Fekir y Canales fueron de nuevo decisivos.
Los comentarios son bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.
Por fin, hablemos de futbol y juguemos al futbol, que de eso trata este deporte. En esta ocasión fue Pellegrini y su equipo los que se dedicaron completamente a jugar al futbol y por eso los creo en global justos vencedores del partido y la eliminatoria.
ResponderEliminarCoincido plenamente en el análisis y añado alguna opinión. La base y la diferencia del primer derbi se concentró en la limpia salida con balón (futbol) de la presión bética del trivote Koundé-Fernando-Diego Carlos. La comparativa en ese aspecto con el trivote Rekik-Gudelj-Diego Carlos es abismal, siendo estos especialistas en boleón y tentetieso; de ahí la continua y rápida recuperación de balón bética en líneas altas y el atosigamiento continuo que desniveló la balanza hacia el lado bético de forma considerable. Al descanso&interrupción el marcador mostraba un marcador que reflejaba poco lo ocurrido en el césped.
Me sorprendió inicialmente el tweet del autor del blog donde consideraba la entrada de Koundé y Acuña por la dupla Gudelj-Jordán beneficiosa para el juego bético. Yo pensé lo contrario al temer una mejor salida de balón y un mayor equilibrio en el manejo del mismo. En este segundo acto el rival si intentó jugar al futbol, pero efectivamente en defensa asumía riesgos con respecto a su encorsetamiento habitual y ahí apareció el magnifico pase de William C, el excelso control de Canales y su regular definición que ayudado por la inmadurez propia del cancerbero rival sirvió para decantar finalmente el resultado.
A pesar de la diferencia de presupuesto y límite salarial, el nivel competitivo desde hace 2-3 temporadas se ha equilibrado y volvemos a asistir derbies competidos. Se ganará y se perderá, pero intentando siempre jugar al futbol (balón) las probabilidades de éxito siempre aumentarán.
Del resto, como aquí lo que nos gusta es el futbol y el análisis del mismo, queda para el retrato.
Muy muy de acuerdo en lo primero. Hay gente aún anclada en el pasado y que no comprende por qué se exige a los centrales buena salida de balón. Y es que el asunto es vital para todo lo que pasa luego en los partidos. Por cierto, incluso Diego Carlos, muy buen pasador normalmente, se hartó de meter pelotazos sin sentido.
ResponderEliminarLo otro: me expliqué mal. Lo que yo no veía (aunque se ve que igualmente le funcionó) era el cambio de esquema del Sevilla, porque me parecía muy poca cosa ese Rakitic-Oliver como MCs. La entrada de Acuña y Koundé obviamente sí les venía muy muy bien, y se notó.
¡Siempre interesantísimos comentarios, JR! Saludos
JR
Siempre pensé que WC era un jugador top pero no es un MCD. Ahora con Guido de escoba está dando lecciones de control,pase e incorporación al ataque. Creo que ha subido el nivel del equipo porque sus pases al hueco abren defensas. Fekir ha variado su juego chupón siendo mucho mas colaborador y eso se nota. Ojito con Edgar porque se le está poniendo una cara de Varane muy buena. Atento, fuerte y rápido. Este Betis sabe competir que es lo mas importante. Que bonito es ganar a los equipos que intentan hacer trampas !!
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