BARCELONA (1): Ter Stegen; Aleix Vidal, Piqué, Mathieu, Digne (Jordi Alba, m.67); Rakitic; Denis Suárez (André Gomes, m. 59), Arda (Sergi Roberto, m. 67); Messi, Luis Suárez y Neymar.
Gol: 1-0, m. 74: Álex Alegría. 1-1, m. 89: Luis Suárez.
Árbitro: Hernández Hernández (Comité Canario). Amonestó a Piqué, Petros, Rakitic, Rubén Castro y André Gomes. Privó de un gol legal al Barcelona con 1-0.
Incidencias: Casi lleno (43.800 espectadores) en el estadio Benito Villamarín. Incómodo sol bajo hacia Gol Norte.
Jugó un muy buen partido el Betis y estuvo a punto de llevarse la victoria ante un Barcelona disminuido en mediocampo. Supo el Betis disputar el dominio y la posesión en amplios tramos del partido al campeón de Liga.
Primera parte
La primera clave para ello fueron las respectivas alineaciones. Tras los recientes fichajes de Tosca y, sobre todo, Pardo, Víctor parece haber dado definitivamente un giro hacia un juego más ofensivo, una vez estabilizados el sistema de juego y la estructura defensiva del equipo. Tras sustituir a Donk por Jonas ha dado un paso más en la misma dirección con la introducción de Pardo; aunque los tres centrocampistas interiores del Betis intercambiaron con frecuencia sus posiciones, en general el riojano estuvo a la izquierda de un doble pivote (pareja de interiores, mejor) junto a Petros, mientras Ceballos quedaba libre unos metros más arriba, en posición de fantasista italiano. Enfrente Luis Enrique decidía cubrir la baja de Busquets en el mediocentro con Rakitic, lo que (junto a la de Iniesta) obligaba a innovar en los interiores con Arda y Denis Suárez.
El dominio de la posesión depende en gran parte de las aptitudes para retener y recuperar balones de los jugadores de esa zona, y los béticos demostraron que su capacidad en la suma de ambas facetas no era, en absoluto, inferior a la de los azulgranas, muy débiles en lo defensivo en ese sector. Si a ello sumamos el buen partido de los carrileros béticos, superiores –al menos en sus respectivos estados de forma– a los Digne y Vidal, y la escasa aportación defensiva de Suárez y Messi, resultó un más que aceptable balance de dominio territorial para los béticos, al menos durante la primera media hora. Es muy ilustrativo el mapa de posesión de la primera parte (fuente: Marca):
La posesión parece abrumadoramente favorable al Barça, pero obsérvese que la pelota pasó más tiempo en el tercio final de campo culé que en el bético. Esto es, durante largos tramos los visitantes amasaron el balón entre su portero y sus defensas, sin progresar ni salir limpios casi nunca. Para ello Víctor plantó una valiente presión alta. Como en partidos anteriores ante equipos en 4-3-3 (Las Palmas, Sporting), el 3-4-1-2 bético se adaptó, posicionalmente, como un guante al esquema rival, hombre a hombre (pinchen para ampliar):
El riesgo era, naturalmente, tan alto como esa presión: dejar a la MSN en uno contra uno ante los tres centrales. Sin embargo el sacrificio general y la capacidad física de Petros y Ceballos lograron evitar que el Barcelona saliera limpio. Cuando lo logró (pocas veces Arda y Denis consiguieron acelerar las transiciones) el Betis pasó a su segundo modo defensivo habitual con Víctor ante estos sistemas, su defensa estática: cuando el balón llega a un lateral rival el carrilero bético de ese lado se adelanta para cerrarlo, y el resto de la defensa bascula hasta emparejar al carrilero bético opuesto con el extremo:
Obtuvo así el Betis un defensa de más (generalmente un central, que solía saltar a los cruces como un líbero antiguo), pese a que Castro y Alegría pocas veces retrocedieron para tomar a Rakitic. El punto débil de este método defensivo, los cambios de juego rápidos, apenas fue explotado por el Barça en contadas ocasiones, en los primeros minutos, y el Betis acudió rápido. Por demás Messi, pese a sus habituales caídas al interior, apenas tocaba el balón.
Un problema importante de este Barça, al menos hoy, es que su 4-4-2 defensivo (Messi se descuelga arriba, casi dimisionario en defensa, lo que obliga a un interior, en general Turan, a hacer de segundo pivote defensivo) tampoco está muy poblado de recuperadores de balón, lo que hace un tanto peligroso renunciar a su tradicional fútbol posicional y fiarse al contragolpe de la MSN, pues los ataques rivales encuentran espacios. Los halló el Betis por la banda de Durmisi, y por ahí o en recuperaciones tras la presión alta el Betis creó un buen puñado de ocasiones. Ya en el cuarto de hora final el desgaste pasó factura a los locales y el Barcelona sí logró dominar el juego y llegar con algún peligro.
Segundo tiempo hasta el 1-0
La segunda parte repitió las pautas tácticas de la primera pero con más intensidad. El dominio territorial bético durante la primera media hora fue aún superior al de la primera parte, ya con posesión explícitamente mayor del 50%, y las llegadas verdiblancas se sucedieron (dos palos) hasta el 1-0. Para entonces Luis Enrique había tratado de retocar su equipo, aunque de un modo algo extraño: tras introducir a André Gomes como mediocentro, pasando Rakitic a su habitual puesto de interior (falso extremo) derecho, cambia a un 4-2-3-1 con Vidal de extremo y Sergi Roberto tras él, más Rakitic y Gomes como doble pivote. En el Betis Donk refuerza la zona interior por un Pardo inactivo esta temporada. El Betis aprieta aún más, da dos veces en los postes y finalmente marca.
Último cuarto de hora
El Barça arriesga, mete un par de marcha más (señal de que las tenía), Messi, hasta entonces casi invisible, se activa, y asedia al Betis, cansado y ya sin balón. Cerca del final Víctor intenta mejorar retocando el esquema: pasa a un 5-4-1 con Piccini y Nahuel como extremos; pero, algo abiertos estos y ausente ya Petros por dentro, el Barcelona encuentra espacios por el interior, monopoliza el balón (el Betis ya ni siquiera tiene el recurso de los balones largos a Álex) y finalmente marca.
Jugador por jugador
Adán: Bien en el poco trabajo que tuvo. Algunos saques le salieron muy planos.
Mandi: Algo blando, como es, pero controló bien a Neymar, nada menos. Sacó un balón y medio de la raya de gol, que no es asunto baladí.
Pezzella: Se vio obligado a intervenir relativamente poco, pero supo ganar por alto a Luis Suárez. Sus pelotazos a Alegría deben tener más altura.
Tosca: Atento y aseado en general. Su tipo físico responde muy bien al de defensa izquierdo de una línea de tres. Habrá que verlo más.
Piccini: Buen partido. Mucho empuje.
Petros: Tras una primera parte de imprecisiones se vino arriba en una segunda magnífica. Titular.
Rubén Pardo: Dio buena impresión. Muy bien en la distribución (espectacular en los cambios de juego), no parece tener un físico adecuado para defender pero, sin embargo, robó bastantes balones por intuición –y por su zona cayó Messi–. Tiene clase y asegura una salida de balón limpia.
Ceballos: Enorme partido. Si sigue así durará muy poco en el Betis, porque jugadores que aúnen su calidad técnica con su capacidad física hay realmente poquitos. Una comparación de este partido con el del año pasado da además una idea de su maduración: esta vez se dedicó a jugar e incluso tuvo detalles de deportividad.
Durmisi: Otro que durará aquí muy poco, si los del Liverpool vieron su excelente primera mitad. Esta vez sí leyó bien el juego y manejó bien el balón; la velocidad y el golpeo los trae sobresalientes de serie.
Alegría: Tras una floja primera parte, en una muy buena segunda encontró su juego de espaldas. Un poco individualista.
Rubén Castro: La escasa fortuna ante el remate (tuvo el 2-0) le afea un magnífico partido en juego y movimientos, en el que hizo pasar apuros a don Gerard Piqué.
Donk: No cometió errores, pero su lentitud casi displicente, ya habitual, abrió un agujero por el centro a Messi.
Nahuel: No haremos leña del árbol caído. No debe ser fácil jugar poco y con presión. Poco hará ya en el Betis.
Navarro: Apenas tocó el balón.
Víctor: El equipo hizo muy bueno un buen planteamiento, o mejor, un modo de juego habitual que ya domina. Sería fácil criticar su cambio de sistema final, que no funcionó, pero trató de arreglar problemas que ya empezaban a ser importantes. Si no nos equivocamos ha decidido que el momento de tener el balón ha llegado para su equipo, y creemos que esto augura buen fútbol en el Villamarín.
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