BETIS (0): Adán; Molinero (Varela, m. 83), Bruno, Westermann, Vargas; Petros, N'Diaye; Cejudo, Dani Ceballos (Digard,
m. 75),
Joaquín (Van Wolfswinkel, m. 69); y Rubén Castro.
SEVILLA F.C. (0): Sergio Rico; Mariano, Rami, Kolo, Tremoulinas; Krohn-Dehli
(Iborra, m. 59), Krychowiak; Vitolo, Banega, Konoplyanka (Reyes, m. 70); y Gameiro
(Llorente, m. 82).
Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés). Mostró tarjetas amarillas a Molinero,
Westermann, Dani Ceballos, Cejudo, Joaquín, Adán, Digard, Krychowiak,
Vitolo, Rami e Iborra.
Excelente entrada (50.000 espectadores), muy buen césped y gran ambiente en el Villamarín.
Un partido tan bueno en lo defensivo como malo en ataque permitió ayer al Betis alcanzar las tablas en un derbi típico, por lo tenso y por lo escaso de calidad. La grada, más la dureza de carácter y la experiencia de jugadores como Vargas o Westermann compensaron la superioridad futbolística de los visitantes.
Primeros 75 minutos
Aunque hubo rachas de cierto dominio de unos y otros, tácticamente el partido tuvo un decurso muy homogéneo, cuando menos hasta el cuarto de hora final. Betis y Sevilla presentaron esquemas muy semejantes. Los visitantes, como es en ellos habitual, sacaban un 4-2-3-1 con un mediapunta, digamos, muy centrocampista (Banega), un doble pivote con el más posicional (Krychowiak) a la izquierda y el de más tendencia a descolgarse por delante en ataque a su derecha (Krohn-Dehli), dos extremos bien adelantados y, afortunadamente para el Betis, su punta pequeño y móvil, Gameiro; al dejar en el banco a Llorente Emery daba dos ventajas al Betis: perdía salida en largo cuando el local presionase arriba, pues Gameiro muy pocas veces ganaría por alto a Bruno o Westermann; y –como demostró el partido– jugaba con un delantero centro al que la naturaleza no dotó del don del gol.
Mel calcaba el diseño: cambien a Ceballos por Banega, a Petros por Kronh-Dehli, etc., y resulta la disposición bética. Es comprensible que el técnico madrileño optara por tan defensivo equipo en circunstancias como las de ayer, pero al respecto hemos de repetir el análisis que hemos hecho muchas veces desde que se inició esta temporada: con esa alineación –Rubén Castro como único delantero– el Betis tendrá dos graves problemas que, caso de que se prolongue la situación, pueden llevar al equipo a Segunda. El primero es la falta de salida en largo, por razones similares a las de Gameiro ayer enfrente: Rubén pocos balones largos ganará ante los centrales rivales. El segundo es mucho más grave: la segunda línea bética –tras Rubén– no tiene gol ni presencia en el área rival. Sin tanque arriba (Molina, Ricky o quien sea) la cuenta más optimista de posibles goleadores béticos, estadísticas en mano, pone al equipo en el peligrosísimo entorno de los 30-35 goles a favor. Y en cuanto a mera presencia, una comparación con el Sevilla personaliza el asunto: Joaquín (sobre todo, pero tampoco Cejudo) no tiene el poder físico de un Vitolo para aparecer por el área rival y luego perseguir al lateral contrario hasta el área propia; obligado una y otra vez a apurar la jugada ofensiva ante la falta de rematadores a los que asistir, y a volver luego para tapar a un lateral largo como Mariano, el portuense estaba fundido a los treinta minutos.
A mayor abundamiento, el Betis, piense lo que piense su entrenador, carece de jugadores con la potencia necesaria para el contragolpe cuando defiende atrás, y apenas cabe llamar intentos de tal a un par de pelotazos de Adán (¡?) y una buena contra de Ceballos mal culminada por un ya cansadísimo Joaquín, allá por el minuto 35.
Una vez más, el equipo tampoco tomó riesgos para intentar sacar la pelota jugada desde atrás. A balón parado desde campo propio (hubo docenas) redujo sus ataques a pelotazos hacia N'Diaye, mediapunta ocasional en esas situaciones. Siendo –esta vez– perdonable esa pusilanimidad por la tensión, es lástima que los béticos no aprovecharan la blandura defensiva sevillista, en especial por la banda de Konoplyanka: ni el frío ucraniano, ni Banega, ni Gameiro hacían el menor esfuerzo por presionar, de modo que las poquísimas veces que los béticos trataron de sacarla jugada, ya avanzado el primer tiempo, encontraron una autopista por ese flanco.
De lo arriba visto puede inferirse que el Betis no tuvo ocasiones de gol y que apenas merodeó el área rival por un procedimiento: el robo tras presión alta. Explicados ya los defectos, con ello pasamos a analizar las virtudes béticas ayer: una actitud excelente, casi fanática (ejemplo: la celebración con la grada de un despeje por parte de Petros en torno al minuto 65); y una buena coordinación en la presión, que asfixió la creación sevillista. Con esas armas el Betis consiguió cercar al rival en algunas fases, como los cinco minutos iniciales, el final de la primera mitad y el inicio de la segunda. Con la defensa bien adelantada, abrochada gracias a la velocidad de Bruno (sí: contra la opinión general, Bruno es rápido), el descomunal trabajo defensivo de Petros sobre Banega cegó la salida natural de los visitantes. Solidarios en el esfuerzo Rubén y (sobre todo) Ceballos, y mediante buenas basculaciones de Cejudo o Joaquín para evitar la aparición de espacios por dentro, el Betis casi nunca permitió al Sevilla sacar la pelota limpia, ni los toques necesarios para llevar a sus laterales a posiciones altas, como gusta. Las virtudes de Gameiro quedaron así neutralizadas; fuera de onda, afortunadamente, Konoplyanka –gracias al buen trabajo de Molinero y a la ayuda de Cejudo, para ello expresamente instalado por Mel en esa banda–, los sevillistas sólo llegaron en dos ocasiones aisladas resueltas por Adán y en mil faltas a la olla, muy bien defendidas por los béticos.
Con la entrada a los 69 minutos de Van Wolfswinkel Mel tuvo ocasión de poner arriba dos delanteros, pero, tal vez temeroso de que el ya castigado Ceballos no siguiera a Mariano, optó por enterrar en la banda izquierda a Rubén. Emery había metido músculo con Iborra, pivote en defensa pero mediapunta al estilo N'Diaye en los pelotazos largos.
Último cuarto de hora
Cansado, el Betis da un paso atrás y Mel opta por reforzarse por dentro: mete a Digard para montar un 4-1-4-1 con Petros y N'Diaye por delante del pivote. Emery apuesta ya descaradamente por el pelotazo con Llorente más las subidas de Iborra. La lesión de Molinero obliga a Mel a permutar a los de fuera: Varela empuja a Vargas al extremo, Rubén cambia de banda y Cejudo se atrasa a lateral. El partido termina entre faltas y balones colgados del Sevilla.
Jugador por jugador
Adán: Salvó el partido con dos salidas excelentes por bajo. Bien por alto y, esta vez, bien con el pie.
Molinero: Una entrada de tarjeta naranja al inicio lo dejó expuesto, pero, sin embargo, aguantó perfectamente el temible emparejamiento con Konoplyanka. Atacó poco.
Bruno: Tras alguna duda inicial cuajó un muy buen encuentro. Es muy difícil desbordarlo en el uno contra uno, algo fundamental para jugar con la defensa adelantada.
Westermann: Intervino más que su compañero, aunque también permitió las dos ocasiones de Gameiro por su zona. Aguantó bien con una injusta y pronta tarjeta.
Vargas: Hasta el tramo final hizo un partido muy suyo: casi perfecto en defensa y aceptable pero escaso de profundidad en ataque. Luego, tal vez muy cansado, perdió dos o tres balones absurdos y peligrosos.
Petros: Otro partido enorme. Hizo un millón de kilómetros y perdió muy pocos balones. Además esta vez midió mejor las salidas en defensa. Se ha convertido en hombre básico, y Mel debería aprovecharlo para hacer un fútbol de posesiones largas y contrapresión, para el que es perfecto.
N'Diaye: Partido de notable, con su habitual despliegue físico.
Cejudo: También un partido muy suyo: lucha, adaptación a lo que se le demanda (incluso de lateral), y poquito fútbol. Debe ser el decimosegundo hombre.
Ceballos: Peleó mucho y jugó bastante, aunque abusó del balón y del otro fútbol. Se le espera cerca del área.
Joaquín: Encarnó uno de los problemas béticos ayer: las limitaciones físicas, que, en un partido de enorme exigencia, le impidieron sacar partido de su calidad.
Rubén: Muy solo arriba, pudo hacer poco más que pelear. Ponerlo de extremo a sesenta metros de la portería rival es perderlo.
Van Wolfswinkel: Acabó poco, pero peleó y bajó algunos balones. Progresa. Debe jugar mucho más.
Digard: Cerró bien pero el Betis ya apenas hizo fútbol.
Varela: Cumplió.
Mel: El equipo recuperó actitud y coordinación en la presión, algo muy interesante para el futuro. Si sigue jugando con Castro solo arriba el Betis lo pasará muy mal.
El detalle
La prensa local sigue polarizada entre la hostilidad manifiesta hacia Mel y el sonrojante panegírico. La objetividad es imposible, pero al menos hay que intentarla.
Los comentarios son siempre bienvenidos.
En Twitter, @juanramonlara7.
En las Palmas Mel se conformó con el empate y una última ocasión provocó la derrota.
ResponderEliminarAyer no fue a por la victoria y Adán y la divina providencia permitieron el empate.
Me hace gracia cuando los melistas hablan de la plantilla y que no se puede hacer mas pero.. que plantilla tienen Levante, Granada, Malaga o el Eibar ???
Yo desde luego no me conformo con empatar con el Sevilla yéndonos sin haber tirado a puerta y viendo como Joaquín y Ruben se "jartan" de correr "patrás"
Lo de tácticamente perfecto sin chutar debe ser referido a otro deporte...
Ay Juande Ramos.. cuanto te he pedido en mi carta a Papá Noel y a los Reyes Magos...
Y me he portado muy bien
Saludos
Jaja... Yo en un partido como el del otro día puedo perdonarlo. Contra diez o doce equipos de esta liga habría sido hacer el ridículo, y la grada no lo habría soportado. Esperemos que este hombree entre en razón, y lo trabaje.
EliminarSaludos, A.
Atinado comentario, como siempre, JR. Partido difícil ante un rival, el Sevilla FC, muy superior en plantilla, en calidad, sobre todo en físico, en presupuesto y en estabilidad institucional (que hasta los líos extradeportivos saben gestionarlo con ayuda de la prensa como nosotros no somos capaces). Ante este panorama, el Betis hizo lo que debía: cerrar huecos, trabajar a destajo, echar el corazón por la boca, y esperar el error del contrario, sus dudas fuera de casa. No hay otra. La teoría de la manta: así es nuestra plantilla, corta de calidad, de físico. Si tomamos el mando y atacamos, nos descubrimos, nos cazan y "varios goles al saco" (Athletic, Atlético). Si nos arropamos a ver lo que pasa, no llegamos al ataque y es casi imposible que ganemos a equipos que dan miedo por su calidad, banquillo y corpulencia física. Vuelvo a insistir: para la plantilla que tenemos, para la situación actual del Real Betis, Mel es el adecuado. Yo también quiero a Guardiola o Ancelotti. ¿Hemos pensado en el caché y las exigencias de entrenadores como Juande Ramos? ¿Conocen la realidad institucional de nuestro club? Para traer a un Alcaraz, Garrido, Bordalás, Muñiz, Chapi Ferrer o Mendilibar de turno siempre hay tiempo.
ResponderEliminarEsperemos, eso sí, que Maciá haga bien en este invierno su trabajo, y de este modo podamos jugar de otro modo. Que saque a tres o cuatro de la plantilla (Matilla, Vadillo, sí, Vadillo -aunque sorprenda, no sé qué ha hecho para algunos pidan ya la renovación, sería otro caso Matilla-, Jordi, Torres, Fabián cedido, Kadir) y traiga tres jugadores (central izquierdo, extremo zurdo, delantero tipo Pabón. Ésta es mi carta para los Reyes Magos este invierno. Feliz Navidad a todos.
Gracias, F. He de decir que la superioridad del Sevilla no me parece tanta, empezando por que en los dos jugadores más importantes, el que las mete y el que las para, somos mejores. En el resto del equipo está claro que hay diferencia importante a favor de ellos.
EliminarEn cuanto al modo de jugar, creo que hay soluciones intermedias, y sigo sin comprender el discurso de Mel de que no tiene plantilla y necesita fichajes para jugar de una manera... pero se empeña en jugar de esa manera. O sea, ¿considera a su plantilla tan mala que no puede jugar con ella DE NINGUNA MANERA? Como dice Alex, ¿es peor que Granada, Eibar, Málaga...? ¿Con Ceballos, Castro, Adán, Joaquín, Westermann...? A mí me encantaría tirar la casa por la ventana para fichar todo eso, pero creo que no podemos permitirnos ese lujo. Si acaso el delantero convertible, y porque Mel se ha puesto muy pesado...
Un saludo, Francisco.
El análisis que haces JR es perfecto, no se puede explicar mejor lo que ocurrió. El partido más importante que le queda al Betis, se juega con móviles, faxes y scoutting, es acertar en los fichajes de invierno.
ResponderEliminarGracias, Peribetico. Yo, sinceramente, no espero grandes novedades del mercado de invierno. Rocordemos que el último fichaje, delantero, ha jugado tres ratos... Hay lo que hay, y no me parece poco.
EliminarSaludos
Acertado análisis, una vez más.
ResponderEliminarSe consiguió llevar el partido al terreno que nos convenía gracias a las disciplina de los jugadores. El planteamiento de Mel fue acertado pues se decantó por hacer una presión relativamente alta buscando la recuperación cerca de la portería rival, esperar atrás hubiera supuesto mayor riesgo defensivo, menos posesión y obligación de jugar al contraataque sin tener jugadores para ello.
Lo que ocurre es que todo eso se ve oscurecido por el nulo acierto con balón de nuestros atacantes, especialmente Castro, Cejudo y Joaquín, y eso deja la impresión de que el Betis hizo un partido más defensivo de lo que realmente ocurrió. Si además añadimos la superioridad por dentro de N'Diaye y Petros encontramos la razón por la que los periodistas sevillistas han calificado de "caparrosista" el partido del Betis.
Yo también estoy de acuerdo con el autor en que mejoraríamos con dos delanteros arriba, pero lamentablemente no sería un gran avance porque como ayer se volvió a ver somos muy malos por las bandas. Tenemos un enorme déficit de calidad tanto en extremos como en laterales por ambas bandas, y el único que vale tiene 34 años y está para la media hora final. La opción de dos delanteros y Ceballos en una banda no supondrá mucha más presencia en el área si no se trae un jugador de banda con calidad.
Por cierto, en el caso de Joaquín no hizo falta que Mariano le exigiera mucho, la razón de que estuviera fundido a los 30 minutos es que jugó lesionado, de lo que nos enteramos ayer.
Saludos
Gracias, Palmera.
ResponderEliminarEfectivamente, este equipo no vale para encerrarse atrás, porque no tiene físico para entrar en ese juego contragolpeador de largas distancias. Al menos la presión media-alta dio robos arriba y cierto dominio territorial. No se llegaba a gol pero lo parecía, y el rival tampoco mucho.
En cuanto al mediocre partido arriba, yo insisto (pesado soy) en que no es un problema individual, ni de inspiración, sino táctico. ¿No tienen calidad, cuando menos técnica, los Joaquín, Ceballos, Rubén, o Portillo, Van der Vaart... incluso Petros? Yo creo que el jugador de banda con calidad es Joaquín, el rato debido y con un sistema que no lo explote. Ya se ha demostrado (Villarreal, Real) que el equipo juega mejor con dos delanteros, y que juega mejor tocando el balón. Sin pensar en conspiraciones, que ganas dan a veces, pienso que se juntaron un par de partidos malos (culpa del cuerpo técnico por detalles concretos que expliqué aquí) con dos victorias de churro fuera, y desde entonces Mel decidió que se había caído del caballo y que había que jugar a la patada, el patadón y el tentetieso. Para mí es antiestético, incoherente y poco inteligente, pero ahí seguimos.
Y advierto solemnemente: como fichemos un extremo izquierdo (y doy por titular a Ceballos, que bonita broma sería mandarlo al banquillo) entonces Mel sí que se va a ver abocado a jugar con un solo delantero llueva o truene, y así LAS VAMOS A PASAR CANUTAS PARA MANTENERNOS. Aunque haya excepciones, ejemplos de la ruina que es jugar con un solo delantero y con una segunda línea sin gol tenemos en el pasado (el Betis de Verdú) y el presente (el Málaga de Gracia, que en cuando a quitado a Duda y ha metido un segundo delantero se ha disparado). Pero Mel no aprende....
Saludos
JR
Me parece a mi.. o el Sr Lara se está pasando al lado oscuro ???
ResponderEliminarMel no aprende ?? La vamos a pasar canutas ??
Tal ve cree el Sr Lara que Mel podría sacar mas rendimiento a esta plantilla ??
Bienvenido al reverso tenebroso...
Mi trabajito me cuesta a veces (para bien o para mal), pero intento ser objetivo, y eso significa que si hay que pegarle palos al mejor entrenador del Betis de la última década(datos en mano) se le pegan. Me estoy empezando a preocupar seriamente.
ResponderEliminarSaludos
JR
Ahora suena Chory Castro. Según sus estadísticas, si fuera titular en los 20 partidos (aprox.) que quedan metería dos o tres goles. Como diría Tano Pasman, os vamos a la B.....
ResponderEliminarJR