viernes, 21 de febrero de 2014

Betis 1 – Rubin de Kazán 1 (dieciseisavos de final de la Europa League)

Real Betis: Adán; Juanfran, Perquis, N'Diaye, Dídac; Nosa (Nono, min. 66), Lolo Reyes (Jorge Molina, min. 77); Chuli (Rubén Castro, min. 52), Salva Sevilla, Cedrick; y Leo Baptistão.
Rubin de Kazán: Ryzhikov; Kuzmin, Sharonov, Burlak, Kislyak; Kulik (Mullin, min. 66) (Kverkvelia, min. 93), M’Vila; Karadeniz, Torbinski, Eremenko; y Prudnikov.
Goles: 1-0, min. 3: Dídac. 1-1, min. 73: Eremenko, de penalti.
Árbitro: Serge Gumienny (Bélgica). Mostró tarjetas amarillas a Nosa, Prudnikov, Juanfran, Burlak, M’Vila, Perquis y Kuzmin. Expulsó, por doble tarjeta amarilla, a Prudnikov en el minuto 28, tras una dura entrada a Juanfran.
Incidencias: 12.000 béticos y 12 rusos en las gradas. Terreno de juego en perfectas condiciones.

No son los nervios
Triste empate el del Betis hoy ante el Rubin Kazan. El equipo tiró a la basura una inesperadamente buena primera parte que le pudo valer para sentenciar la eliminatoria, pero le faltó actitud para ello.

Minutos 1 al 28
Calderón metió en el campo a muchos jugadores desahuciados, para él y para sus predecesores, y recolocó el equipo lo mejor que supo. El resultado fue uno de los mejores onces que puede poner en juego esta plantilla y colocados como siempre debieron estar. Desaparecido el infame Verdú, con Nosa y Cedrick en el campo y Baptistão, por fin, como delantero centro, el Betis tuvo solidez física y llegada al área contraria. El equipo tiraba una presión media/alta que partía de una línea adelantada tirada por Perquis (en relativa buena forma) y N'Diaye (más rápido de lo que parece). Por delante de ellos Nosa y Reyes se sobraban para cerrar la salida de los tártaros. Los visitantes, colocados en un ortodoxo 4-2-3-1, tenían poco balón, y el Betis llegaba con regularidad arriba, soltados los nervios por el temprano gol de Dídac. En ataque Nosa (derecha) y Salva (izquierda) quedaban como interiores por delante de Reyes. El Betis jugaba a gusto por dentro, aunque faltaba acierto por las bandas, sobre todo por la de un inocuo Chuli.

Minutos 28 al 50
Expulsado el delantero centro ruso, los visitantes quedaron en un 4-4-1 que no pudo evitar una lluvia constante de ocasiones béticas. Sin forzar un ritmo muy alto el Betis mandaba con autoridad y llegaba con gente arriba.

Los rusos se encierran a la salida del descanso.

Minuto 50 al final
Pasados los primeros minutos de la segunda parte equipo y público entran en una espiral autodestructiva. Ya es extraño el simple hecho de que el equipo toque al mismo tiempo la sima del peor momento deportivo de los últimos años (y el mayor rechazo de su gente) y la cima del, al menos en teoría, máximo nivel competitivo alcanzado desde hace casi una década; se añadía, además, una de las coyunturas de partido más favorables de esta temporada. Ese fue el momento elegido por los jugadores para mostrar una sorprendente abulia e incapacidad, en nada atribuible a los nervios: estaban en una competición que (casi) nada negativo puede ya traer, en casa, con marcador favorable y superioridad numérica, y en situación ideal para machacar al rival. Entonces el Betis empezó a jugar al trantrán, como a asegurar el resultado, con ciertos jugadores (Chuli, Baptistão, a su modo Nosa) mostrando una apatía y una lentitud que en principio nada tenían que ver con los nervios. A ello se sumó un viejo defecto ya olvidado, no por desaparecido sino por menor comparado con los que sufre este equipo: una acumulación sin sentido de hombres tras el balón cuando el rival está encerrado, con Salva y Nosa empezando la jugada por detrás del último rival, lo que obligaba ya cerca del área a intentos de uno contra dos o contra tres. La lentitud de circulación terminó de exasperar, justificadamente, a la grada, que transmitió –finalmente sí– los nervios a los jugadores, cebándose en algunos de ellos. Un grave error arbitral culminó el desaguisado.

Calderón había puesto de su parte para estropear el invento: si razonable fue retirar a un Nosa pitado por algunos, cansado y en peligro de expulsión, absolutamente censurable fue tirar a una banda (aunque fuese con tendencia hacia dentro) a Baptistão cuando, por fin y aunque fuese de carambola, lo había situado donde más daño hace. Si Castro ha jugado partidos enteros tirado a una banda no había razón ninguna para que no lo hiciese durante cuarenta minutos y con un jugador más en el campo. Mucha responsabilidad cabe además en los técnicos si un equipo con todo a favor se dedica a sestear y conservar el resultado en lugar de intentar resarcir a su gente de las cien ofensas infligidas esta temporada.

Jugador por jugador
Adán: Bien en el poco trabajo que tuvo.
Juanfran: Descolocado a veces (como siempre), hay que reconocerle su tesón y su potencia para encarar una y otra vez al lateral izquierdo ruso, más si cabe al tener toda la banda para él durante buena parte del partido.
Perquis: Pendenciero pero acertado.
N'Diaye: Sin duda el mejor fichaje desde Pabón. No será central, pero lo parece.
Dídac: Su gol (que llegó tras parecer que perdía dos veces el balón) le dio unos minutos de tregua con la grada. Es malo, pero además con balón parece estar muy nervioso.
Nosa: Un caso digno de estudio. Su estilo, de movimientos lentos que semejan pasotismo, conecta mal con la grada, especialmente con ciertos elementos. Además alterna fallos absurdos (frecuentemente por ser demasiado ambicioso al pasar el balón a los compañeros por delante mejor que al pie) con aciertos llamativos. En todo caso da muchísimo más de lo que parece: con él el equipo tiene posesión (pierde algunas, roba muchas), recorrido, llegada, presencia física y, sobre todo, hace a los rivales mucho peores. Como es irregular e imprevisible (para bien y para mal) debe dejar de venir a sacar el balón a zonas de mediocentro y meterse entre líneas.
Reyes: Muy buen partido, con balón y, sobre todo, sin él. Si fuera más rápido sería muy buen jugador.
Chuli: Mel no se equivocó en verano: no tiene nivel ni lo tendrá. Es difícil explicarse que saliera andando del campo.
Salva: Voluntarioso. Aprobado porque al menos juega de verdad, aunque su físico dé para tan poquito.
Cedrick: Torpe o hábil, estuvo tres veces muy cerca del gol, más de lo que se puede decir de Verdú, Juan Carlos, Salva y Chuli juntos en los tres últimos meses.
Baptistão: Tiene el duro, y para cambiarlo necesita estar cerca de la mesa, o sea, del área. En el uno contra uno es muy peligroso, y tiene buen disparo, pero es individualista y no muy rápido en largo, así que como delantero por el centro es muchísimo más peligroso que en una banda, sin comparación posible, como demostró durante una hora. Luego Calderón se cargó el invento.

Castro: Rodeado de mil rivales, no pudo con ellos.
Nono: Mucha voluntad pero, esta vez, poco acierto.
Molina: No tocó casi nada potable.

4 comentarios:

  1. Hola,
    lo describes tal como fue, aunque el que no lo haya visto se habrá librado del partido, para mí, más deprimente que recuerdo, de esos que colman el vaso. Pudo ser y no quisieron, con todo de cara, esos que dicen que van a morir en el campo, ese técnico que como jugador me encandiló y que ahora da pena verle en la banda moviendo nerviosamente las manos. Lo de ayer fue insultante, y para colmo llegan media vez y nos hacemos un penalty inventado... Demasiado absurdo para mi pobre corazón. Mucho me temo que he tocado techo, creo que no lo soporto más. Igual este fin de semana apago el fútbol y me pongo a leer (a ver si soy capaz). De verdad, muy muy desagradable y verdaderamente desvergonzados estos jugadores que efectivamente ya son historia negra del Betis.
    ¡Hala, que les den!
    Un saludo a los sufridos foreros, que vaya tela marinera...

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  2. Pues fíjate que, ya más en frío, creo que hay una mezcla de falta de voluntad con incompetencia. Me parece que nos cabrean, y, ojo, con toda razón, más los detalles que lo futbolístico: ver a Chuli atravesar el campo andando como si fuéramos 6-0 (y los compañeros, tan panchos), a Nosa trotar a ritmo de pachanga, a Baptistão indiferente ante un balón tirado en la banda sin la menor prisa por sacar... Cuando cobras lo que cobran estos señores, te quejas de que lo intentas todo pero te puede la angustia, y un día te los ponen como a Fernando VII y pasas del tema (con la que está cayendo), pues estás ofendiendo a quien te paga.

    Dicho eso, que un equipo con diez se te encierre y toques y toques sin ser capaz de llegarle no es nada raro y se debe más a la falta de calidad que a otra cosa. Pero la mecha la encendieron los jugadores.
    JR

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  3. Ayer por pirmera vez este año me dio la impresión de que los jugadores no querían. Me temo que, además del desastre deportivo que tenemos en lo alto (incapacidad técnica y/o incomptencia competitiva), existe algún otro asunto turbio relacionado, casi seguro, con el dinero. No me huele nada bien.
    Por lo demás, totalmentre de acuerdo con tu análisis, muy especialmente con los comentado sobre Nosa y Baptistao.

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  4. Gracias, Javi.

    Sí, esa fue la triste sensación. Como además algunos como Nono o Perquis a lo mejor no podían, pero querer querían, lo de otros quedaba más en evidencia.

    La verdad es que esto va a ser un absoluto erial. Nos quedará la relativa ventaja de la tabula rasa y el "patrimonio inmaterial", pero (volvemos al asunto) no se ve quién puede hacerse cargo que dé un mínimo de garantía.

    Saludos
    JR

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