Racing de Santander (1): Toño; Francis, Álvaro, Torrejón, Cisma; Jairo (Arana, 26), Pape Diop, Adrián, Munitis (Tziolis, 70); Koné y Nahuelpan (Stuani, 60).
Betis (0): Casto; Isidoro, Ustaritz, Dorado, Nacho; Cañas, Iriney (Matilla, m. 85); Beñat (Jefferson Montero, m. 73), Pozuelo, Jonathan Pereira (Jorge Molina, m. 76); y Rubén Castro.
Gol: 1-0, m. 61: Stuani, de penalti.
Árbitro: Clos Gómez (Colegio Aragonés). Mostró amarilla a Francis, Álvaro, Diop, Isidoro y Munitis.
¿Mejoría?
El Betis ha dado hoy señales de
mejoría en su juego ante el Racing; sin embargo, sufrir la sexta
derrota consecutiva y hacerlo ante un mediocre equipo que esta
temporada no había ganado un solo partido hace dudar del valor real
de esa aparente mejora.
Al menos los verdiblancos sí supieron
hoy a qué jugaban. Ante el reservón 4-4-2 de los cántabros, que
difícilmente se librarán del descenso este año, Mel trató de
recuperar el modo de juego por el que había apostado desde que llegó
al Betis. Para ello, por delante de una línea de cuatro defensas en
la que reaparecía Isidoro, situó a tres centrocampistas y tres
delanteros, pero volviendo al doble pivote usual, formado esta vez
por Cañas e Iriney. Por delante de ellos (aunque con bastante
rotación de posiciones) Beñat caía a la banda derecha, Pozuelo
hacía la mediapunta, Pereira era el extremo izquierdo y Castro iba
arriba. Así, estábamos ante un 4-2-3-1 muy móvil, en el que Beñat,
falso extremo, tenía libertad para intercambiar posiciones con Cañas
y Pozuelo.
Con bajitos arriba pues, el Betis trató
de jugar siempre el balón por abajo, como correspondía, arriesgando
a veces en la salida, y presionó por fin al rival desde su defensa;
el primer tiempo acabó con un balance de posesión de 67%-33% a
favor del Betis. Cierto es que el Racing esperó bastante atrás y
apenas apretó en un par de ráfagas puntuales, aunque peligrosas.
Por demás, el Betis hizo un buen juego hasta los tres cuartos,
aunque en el área la falta de acierto de Castro y Pereira y el
infortunio (hubo dos palos) impidieron que marcara.
Una de las escasas llegadas
racinguistas acabó en penalti. Con media hora por delante, el Betis
apretó pero se ofuscó, y los cambios (extrañamente tardío el
último, de Matilla por Iriney) no dieron resultado alguno: Jefferson
entró primero por un cansado Beñat y casi inmediatamente Molina por Pereira,
de modo que Pozuelo quedó como extremo diestro y Castro como
mediapunta.
Jugador por jugador
Casto: Indeciso en alguna salida, se
adornó en una parada de mérito mediano en el primer tiempo. El
penalti no pareció muy bien tirado, pero obviamente detenerlos no es
algo exigible.
Isidoro: Dio su rendimiento habitual,
sólo aceptable. Bien con el balón, tuvo mucho trabajo defensivo y
se vio implicado en el extraño penalti.
Ustaritz: No mejora a Mario, pero es
rapidito y se suele colocar aceptablemente.
Dorado: Bien durante la mayor parte del
encuentro, en el penalti estuvo muy lento.
Nacho: Cuando el equipo juega a
tenerla su rendimiento mejora mucho.
Cañas: Buen partido de nuevo. Da
empaque físico al mediocampo.
Iriney: Mejoró bastante respecto al
jueves, en distribución y en presencia defensiva.
Beñat: Se vio desplazado a un lugar
extraño (en el que dio algún buen partido la temporada pasada), del que huyó al
estilo de Salva Sevilla. Distribuyó bien, pero poco más.
Pozuelo: Sabe jugar entre líneas (controla muy bien la pelota con poco espacio). Le faltó profundidad, pero ya
da el nivel de Primera. Casi mete un golazo.
Pereira: Como es habitual, mejores
intenciones que finalizaciones.
Castro: No anda fino, y fue una pena
porque le cayeron muchos balones potables en el área. En todo caso
hay que confiar en él y acercarlo a la puerta rival, porque antes o
después meterá muchas.
Jefferson: Alocado como siempre, pero
desbordó. Marró una ocasión muy clara al final.
Molina: No supo imponer su frescura
física. Nunca estuvo bien situado cuando sus compañeros lograron
profundizar.
Matilla: Buenas cosas, que debieron
llegar al menos diez minutos antes.