viernes, 17 de junio de 2011

Altas y bajas: portería

Felizmente terminada la temporada, es tiempo de hacer recuento de efectivos. En los próximos posts hablaremos de los jugadores de la plantilla, su temporada y las necesidades del club. Trataremos cada línea por separado.

Hay que partir de una premisa: la difícil tarea que será para una secretaría técnica tomar ciertas decisiones tras un año tan bueno como el pasado, pero con la certeza de que el cambio de categoría requiere altas, y por tanto bajas. El asunto será especialmente peliagudo en puestos como el de portero y lateral derecho, en los que varios jugadores se han repartido los minutos, han dado un rendimiento igualmente aceptable y han hecho (cada uno de ellos) méritos para no ser sacrificados, pero tampoco han despejado dudas sobre su validez para Primera.

Empezaremos pues por la portería.

Goitia
Portero vasco muy del estilo del viejo Iríbar: alto y de brazos largos, sobrio, seguro de manos, técnicamente bueno bajo palos, frío y un poco lento, sobre todo en los cambios de dirección. Con el balón en los pies aprueba. Ha corregido defectos de colocación en los balones cruzados. Estuvo algo falto de seguridad a veces en los balones colgados, en los que tiende a quedarse demasiado atado a la línea de gol; sin embargo las críticas en este aspecto, que tal vez le hayan restado confianza, son algo común a todos los porteros (y todos no pueden ser malos en las salidas). Las faltas lejanas suelen también traerle disgustos: si la intuición le falla la cintura también lo hace. Por demás, comete pocos errores y es francamente bueno en el uno contra uno y, sobre todo, en los tiros de media distancia.

Hizo una buena temporada hasta que la racha nefasta de febrero lo condenó, y en particular un bochornoso partido ante el Elche en el que no sólo cometió errores graves sino que no demostró la actitud debida, lo que prácticamente obligó a Mel a sacarlo del equipo, aun a desgana. Esa actitud, cuando menos distante, y el no haber tenido muchas actuaciones brillantes pueden condenarle, pese a haber hecho en general una buena temporada. Una mirada con perspectiva a su carrera le otorga credenciales suficientes para seguir con el equipo en Primera, pero la trayectoria ascendente de Casto, su alta ficha y la necesidad de cubrir sin dudas un puesto tan decisivo le ponen en una situación ambigua, tal vez sin merecerlo.

Casto
Nunca fue un portero muy del gusto de quien esto escribe, pero hay que reconocerle el gran progreso que ha realizado y la muy meritoria temporada hecha, en la que ha adelantado a sus dos competidores. Tiene características opuestas a las de Goitia: comparativamente bajo, compensa ese defecto con unas piernas muy fuertes que le dan una tremenda capacidad de salto y mucha velocidad de desplazamiento lateral. Eso le hace un portero espectacular, porque necesita gestos muy vistosos para parar lo que otros detienen sin esfuerzo aparente. Es bueno en el uno contra uno. Con los pies ha mejorado muchísimo respecto a temporadas anteriores, y también lo ha hecho en seguridad y en los balones altos. Comete además menos errores, antes uno de sus talones de Aquiles.

Tras ganarle el pulso a Razak, sus actuaciones en Copa y la mala racha de Goitia y del equipo forzaron a Mel a darle la camiseta de titular. A Casto la titularidad solía durarle lo que la hipermotivación; en un portero de sus características una bajada de la concentración suele ser catastrófica. Sin embargo esta vez supo mantener la misma desde el día del Nou Camp hasta el del Villarreal B. Gracias a eso, al compromiso que contagia, a que su futuro parece mejor que su pasado (aunque mañana cumple 29 años, esto en los porteros no es mucho) y a que la memoria en el fútbol es frágil, parece tener asegurada la continuidad, aunque objetivamente no está nada claro que sea mejor que Goitia: sólo lo fue desde febrero acá.

Razak
Tras cometer un grave error en Copa al inicio de temporada fue desapareciendo de las convocatorias. Aparenta tener buenas condiciones para el puesto (parece rápido para su altura), pero no tenemos elementos para juzgarlo, y por su escaso rendimiento saldrá de la plantilla.


Así pues, y en el supuesto de que (como parece lógico) el puesto de tercer portero se cubra con el filial, el fichaje de un guardameta quedará supeditado a la salida de Goitia. Sin esa baja, la llegada de un portero nos parece innecesaria; y la salida del vasco sólo tendría sentido deportivo en caso de fichar a un portero que lo mejore ostensiblemente, al menos en potencia. Como opción de futuro uno apuntaría al muy prometedor Asmir Begović (Stoke City, Premier League), pero no parece que las arcas del club estén para estas fiestas.

2 comentarios:

  1. Absolutamente de acuerdo con tu análisis, JR. Yo no veo urgencia alguna en reforzar la portería, al contrario de lo que mucha gente piensa. El problema son los 900.000 euros que cobra Goitía pero teniendo en cuenta que cualquier portero que trajésemos cobraría más de 500.000 euros seguro, pues tampoco veo tanta necesidad de hacer cambios en este puesto. Además, creo que el contrato de Goitia no es de los que puede ser denunciado ante los juzgados, así que o se va por las buenas o hay que indemnizarle con todo lo que quede por cobrar. Mal negocio, en mi opinión.
    Resumiendo, que me quedo con los dos porteros actuales y metería a uno del filial en la dinámica de pretemporada y entrenamientos.

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  2. Pues vamos a ver, Javi, como sale la cosa: se la van a jugar con Fabricio. Yo en lo poco que le he visto no he tenido mala sensación, pero suspendo mi juicio hasta más ver. Parece que la idea es largar a Goitia, pero está muy por ver que F. sea mejor; eso sí, es más joven, y como carta de futuro puede servir. En tres o cuatro partidos daré una opinión más fundada. Riesgo hay.

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