Alcorcón (3): Eladio; Rubén, Javi, Nino, Ángel Sánchez; Sales (Martínez, m. 83), Babin (Sanz, m. 83), Sergio Mora, Montañés; Jeremy (Alberdi, m. 61) y Quini.
Real Betis (3): Goitia; Juanma (Jonathan Pereira, m. 54), Roversio, Belenguer, Isidoro; Cañas, Arzu (Miguel Lopes, m. 46), Beñat; Rubén Castro, Jorge Molina y Momo (Sergio, m. 66).
Goles: 1-0, minuto 28: Montañés. 2-0, minuto 40: Montañés. 2-1, minuto 60: Rubén Castro, de penalti. 3-1, minuto 63: Quini, de penalti. 3-2, minuto 80: Beñat. 3-3, minuto 81: Jorge Molina. Árbitro: Martínez Munuera, valenciano. Roja directa para Cañas. Amarillas para Ángel, Isidoro, Goitia y Babin.
Entretenido partido el que empataron Betis y Alcorcón este domingo en Madrid. La suerte y la calidad individual le alcanzaron a los béticos para igualar un partido en el que su rival fue mejor.
Los madrileños, equipo fuerte en casa y con más cosas que jugarse que los sevillanos, se despreocuparon de la posesión pero tuvieron mucha más intensidad competitiva. El Betis puso un 4-2-3-1 que realmente era casi un 4-3-3, pues Beñat ocupaba la teórica mediapunta, con Rubén a su derecha, Momo a su izquierda y Molina arriba, mientras que por detrás Cañas y Arzu (este en general algo más adelantado) se escalonaban en el doble pivote.
El Betis la tocaba mucho pero las ocasiones eran locales, lo que desembocó en el 2-0 al descanso. Mel renunció entonces al trivote central: Lopes entraba y adelantaba a Juanma al extremo para pasar a Castro a la mediapunta, retrasando a Beñat al pivote de Arzu, sustituido. Más tarde Pereira sustituía como extremo (él izquierdo) a Juanma; pero la expulsión de Cañas, que dejaba a Beñat completamente solo en el centro, obligó a Mel a usar un 4-1-3-1 en el que Sergio hacía de mediapunta, con Rubén y Pereira a sus costados; todos se esforzaron en juntarse y disimular el hombre de menos, para presionar y perseguir al tiempo a sus parejas (como fue el caso de Castro). Como premió llegó el empate y pudo hacerlo la victoria... o la derrota.
Goitia: Notó la inactividad, en particular en sus indecisiones en las salidas. El primer gol era difícil, pero no imparable.
Juanma: Si alguien pensó en haberle encontrado un nuevo sitio como lateral puede olvidar la idea. Dio demasiados metros a su par, que hizo el partido de su vida.
Roversio: Llegó demasiado tarde a la ayuda en el segundo gol y demasiado pronto en el tercero, cuando abandonó a su pareja. Tuvo días mejores.
Belenguer: Tampoco pudo evacuar el exceso de trabajo que le llegó a su zona.
Isidoro: Cumplió, sin brillantez ofensiva, con la siempre ingrata tarea de ser lateral a pie cambiado. Por su banda llegó poco peligro.
Cañas: Una vez más salió en las fotos de los goles, en el primero por un mal despeje y en el tercero por exceso de celo para parar la jugada, con la correspondiente expulsión. Sin embargo, dejando aparte estas jugadas, jugó bien la pelota e hizo su trabajo de cierre.
Arzu: El de siempre: bien situado, buen manejo de pelota, poca presencia y menos compromiso. Con gente como él se pierde y uno no sabe por qué.
Beñat: Otro recital. Sólo le faltó algo más de acierto para superar a la línea defensiva con el último pase; mejoró pues al atrasar su posición. Bien situado y presente para pedirla, amargó la presión de los locales, a los que reventó a correr para casi nada. Muy bien en visión del juego, en los controles y en el juego corto, y excelente en el golpeo (en largo, en los córneres y en la falta del gol). Si sigue esta progresión va para internacional, aunque falta verlo en situaciones más exigentes.
Rubén Castro: Pisó poco el área, lo que le privó de sacar más provecho a su buena forma física. Su obsesión por el Pichichi impidió la victoria del equipo muy al final.
Molina: Partido espeso, en el que casi nada le salió. Pero metió un gol de delantero caro.
Momo: Parece que físicamente ha mejorado respecto al de hace seis meses, pero los resultado son los mismos: mucho manejo de pelota para ningún resultado práctico.
Pereira: En poco más de media hora dio un gol y le hicieron un penalti. Puede perder todos los balones que quiera.
Lopes: Su empuje físico vino muy bien para aguantar con uno menos.
Sergio: Hizo un trabajo poco visible pero necesario: fue el pegamento que evitó que el equipo se partiera al final.