domingo, 30 de enero de 2011

Granada FC 3 - Betis 0 (22ª jornada de Liga de Segunda División)

Granada CF (3): Roberto; Nyom, Siqueira, Íñigo López, Mainz; Carlos Calvo, Lucena, Abel Gómez (Óscar Pérez, 73), Mikel Rico, Dani Benítez (Collantes, 80); y Geijo (Ighalo, 82).
Betis (0): Goitia; Isidoro, Roversio, Dorado, Nacho; Arzu (Pereira, 62), Iriney; Castro, Beñat (Ezequiel, 57), Salva Sevilla; y Jorge Molina (Juanma, 77).
Goles: 1-0: Min. 51, Geijo. 2-0: Min. 59, Dani Benítez.  3-0: Min. 64, Geijo.
Árbitro: Pedro Sureda Cuenca, balear. Amonestó a los locales Abel Gómez, Nyom y Carlos Calvo, y a los visitantes Geijo, Roversio e Iriney.


Mal partido y dura derrota del Betis hoy ante un Granada que ha manejado tácticamente el partido como le ha convenido. El golpe de pizarra de Mel se le ha vuelto en contra y Fabri le ha vencido, sin paliativos. La única lectura positiva posible es que se han perdido unos puntos de los que no entraban en los cálculos seguros; entre las malas, que un Betis que marcaba siempre lleva dos encuentros sin hacerlo.


Tal vez por el recuerdo del partido de Copa, en el que los granadinos apretaron muy arriba y se lo hicieron pasar muy mal al Betis en la primera parte, Mel saca el cuatrivote anunciado en los entrenamientos: el plan parecía ser enfriar el partido en la primera parte para ir a por él sacando a la gente rápida en la segunda. Ausente Juande y presente Arzu en ese esquema, el Betis se pone de salida en un formal 4-2-3-1 con Arzu e Iriney de mediocentros, Beñat por delante de ellos, Salva tirado a la izquierda y Castro a la derecha. Pero ese esquema es la posición teórica defensiva; con el balón en posesión del Betis Salva (más atrás) y Castro (más arriba) se van al centro y los laterales juegan casi de centrocampistas. Salva acaba pronto permutando su posición con Beñat, que es de hecho el interior izquierdo.

Sin embargo el Granada sorprende con un descarado plateamiento defensivo y de contraataque: entrega el balón al Betis y se apalanca atrás, con la línea de cuatro al borde de su área, un pivote para barrer, otra línea de cuatro ante él y Geijo arriba. La idea es dejar las bandas bastante libres a los laterales del Betis y cerrar las líneas de pase por dentro.

Como el fútbol es una manta pequeña las intenciones de Mel traen su contrapartida negativa. El control de posesión del Betis es total con los cuatro centrocampistas, pero hay poco movimiento y menos velocidad para romper, y un tremendo embotellamiento por el centro. Los laterales disfrutan del pasillo, sí, pero no son ubicuos y su espalda es aprovechada por Geijo y los extremos granadinos, Benítez en particular, para contraatacar con velocidad. De este modo el Betis tiene más ocasiones pero poco claras, y las escasas del Granada llevan un peligro enorme. En la primera parte no entran ni unas ni otras. En la segunda ya no hay oportunidades béticas y el Granada las mete todas.

Tras el primer gol Mel yerra apartando a Beñat, de lo mejorcito hoy, para meter a Ezequiel por la izquierda; muy poco después Pereira sustituye a Arzu para ser extremo derecho, de modo que Salva pasa a ser mediocentro y Castro mediapunta. Muy al final Juanma ocupa esa banda: Pereira es ahora el mediapunta y Castro el delantero, con Molina ya fuera.

Las explicaciones al bajón de juego pueden ser varias: relajación, falta de chispa, que los rivales hayan cogido el tranquillo al ataque bético, erorres tácticos, el bajón físico general típico de enero, baja forma particular de ciertos jugadores (en concreto de Castro, que era quien salvaba muchos partidos)... Es momento de ser fríos y de que no cunda el pánico, pero conviene buscar solución a medio plazo.


Jugador por jugador
Goitia: Sin que se le pueda culpabilizar de los dos últimos goles, para un portero de sus características, que suele dominar los tiros de media distancia, no parecían del todo imparables.
Isidoro: Discreto en ataque y mal en defensa. Demasiado adelantado en la jugada del primero, en la que un saque del portero se convierte en contraataque mortal, y responsable de la rotura del fuera de juego en el último, algo impredonable en un lateral. Sufrió con Benítez; jugó la fase final con el tobillo tocado.
Roversio: Una tarjeta temprana le hizo pasarlo mal con Geijo, en velocidad y en el juego de espaldas de éste. Tampoco se colocó bien.
Dorado: Notó la inactividad e hizo uno de los peores partidos de la temporada, lo que en su caso tampoco es sinónimo de desastre. En el primer gol le ganó Geijo.
Nacho: Como Isidoro, padeció las exigencias del sistema, y en lugar de hacer por dos apenas hizo por uno. El equipo usó poco su banda.
Iriney: Muy bien. Metidísimo, hizo fuerte presión arriba, ayudas abajo y abrió al juego a las bandas con precisión.
Arzu: Mal. Su titularidad, en particular como mediocampista, resta competitividad al equipo y transmite el acomodamiento de épocas pasadas cuya erradicación ha sido clave esta temporada. Dicho esto, guardó bien el sitio y la tocó en zonas frías con calidad, muy a su estilo, pero careció de presencia y agresividad en defensa, no encontró pases profundos y nunca está cuando se cuecen las papas. Su despeje-asistencia a Geijo a los 45 minutos fue de antología... del disparate.
Castro: Su baja forma es una de las claves del decaimiento del equipo, porque salvaba los malos partidos. Parece una mera cuestión física y pasajera, pero se nota mucho.
Beñat: Aunque tampoco supo hallar el pase final, sí presionó, estuvo muy activo sin y con balón, tuvo criterio, jugó entre líneas y buscó el tiro lejano, recurso importante ante quien se encierra. Su cambio es difícil de entender.
Salva Sevilla: Otro de los que casi nunca encontró la solución en el bosque de piernas de la frontal del Granada, pero su fútbol dinámico tuvo cierto sentido.
Molina: Bien: jugarla en largo hacia él fue uno de los pocos recursos efectivos para llegar arriba; le faltó acierto ya en el área.

Ezequiel: Más enredos que otra cosa, aunque estuvo muy marcado.
Pereira: Incluso con algún mal control fue uno de los hombres más verticales en la media hora que jugó. Habría sido necesario antes: entre él y Arzu la elección parece clara.
Juanma: Un intento (fracasado) de desborde y un buen centro, lo cual en su caso es mucho más de lo usual.

domingo, 23 de enero de 2011

Nota

El autor de este blog no pudo ver el Villarreal B - Betis disputado ayer, por lo que no se publicará la entrada correspondiente.

Los comentarios sobre el partido serán bienvenidos.

jueves, 20 de enero de 2011

Betis 3 - Barcelona 1 (partido de vuelta de cuartos de final de Copa)

REAL BETIS (3): Casto; Isidoro, Belenguer, Belenguer, Nacho; Salva, Arzu, Iriney (Cañas, 61), Ezequiel (Fernando Vega, 64); Pereira y Jorge Molina (Israel, 77).
FC BARCELONA (1): Pinto; Adriano, Piqué, Milito, Maxwell; Xavi (Busquets, 77), Mascherano, Keita; Bojan (Jeffren, 86), Messi y Afellay (Abidal, 77).
Goles: 1-0: Min. 1, Jorge Molina. 2-0: Min. 7, Jorge Molina. 2-1: Min. 37, Messi. 3-1: Min. 45+, Arzu.
Árbitro: Clos Gómez, aragonés. Amonestó a los locales Isidoro y Pereira, al visitante Adriano.

Muy buen partido de nuevo del Betis ante el Barcelona, que llevaba 28 partidos sin perder y al que ha atropellado en el arranque de una excelente primera parte. El Betis ha sido eliminado (6-3 en el global). Ambos equipos aparecieron con muchas bajas sobre el campo, más por necesidad que por elección: faltaban por lesión titulares como Lopes, Roqué, Dorado, Beñat, Emana y Castro en el Betis, mientras el Barça puso a Messi, Xavi y Piqué, aunque también a Milito, Afellay o Bojan.


Primera parte
Ambos equipos ponen en juego sus sistemas usuales: en el Barça, 4-3-3 con Mascherano de pivote, Xavi y Keita de interiores, Afellay a la derecha y Bojan a la izquierda como extremos y Messi en su posición de falso delantero centro, muy libre. En el Betis Arzu e Iriney hacen de mediocentros en paralelo, Salva es teórico extremo derecho y Ezequiel verdadero extremo izquierdo, y Pereira y Molina quedan arriba.

Mientras el Barça sale frío, el Betis lo hace al 100% y presiona muy arriba desde el inicio. Al perder el balón, los delanteros béticos van a por los centrales, uno de los mediocentros aprieta a Mascherano, y la defensa, muy adelantada, trata de vigilar a los restantes (unos tales Messi y Xavi... por ejemplo). Con Salva metido hacia dentro, Isidoro va siempre muy arriba y se enfrenta a veces a Keita o Maxwell, y como Bojan se mete también hacia dentro, Roversio suele verse con él; por el lado contrario Afellay sí parece el par natural de Nacho. Los centrales béticos, además de tirar la línea muy arriba, salen al centro del campo a apretar. En todo caso el Betis no parece preocuparse demasiado de detalles posicionales individuales: simplemente construye su sistema defensivo de delante hacia atrás, o sea, presiona primero al balón y a los que lo piden en corto, y a partir de ahí a todos los rivales cercanos a la bola, sin mirar a quién se dejan atrás, en una zona móvil que empareja a los que queden en cada posición en cada jugada: lo mismo que hace en Liga. Cuando el Barcelona logra superar la presión, cosa que sucede a ráfagas, uno de los dos delanteros béticos incomoda a Mascherano y el equipo recula un poco, intentando ahogar a Xavi y Messi sobre todo. A la inversa sucede lo mismo: el Betis trata de tocarla y el Barça de apretarle, pero sorprendentemente el Betis la toca igual de bien que los catalanes y nivela la posesión.

El Barça no logra salir con fluidez y el Betis marca en dos de sus tres primeras llegadas, rozando incluso el 3-0. Con el avance del reloj el Barça logra tocarla a ratos y un balón suelto es convertido por Messi en el 2-1, que enfría la remota posibilidad bética de entrar en la eliminatoria. Arzu pone luego el 3-1.

Segunda parte
El Betis sale algo más cansado y menos ambicioso. Tras fallar Messi un penalti el partido languidece en una especie de armisticio en el que unos y otros se conforman con el botín logrado (victoria y clasificación). Cañas cubre el lugar de Iriney, lesionado; Vega entra por Ezequiel desplazando a Nacho hacia arriba, y finalmente Israel se coloca de delantero al entrar por un Molina muy cansado. El Betis se echa algo más atrás que en la ida y tiene músculo en el centro, lo que impide el correcalles final que se vio en el Camp Nou, donde una línea adelantada sin presión al tiempo en el centro del campo fue suicida. En el Barça la entrada de Abidal permitió ver al final una defensa de tres, en un sistema que, en el rato aún con Bojan en el campo, recordó al de Cruyff o el Ajax de Van Gaal (un 3-4-3, en el que Busquets hacía de Bakero, aunque con Adriano muy abierto).

Jugador por jugador
Casto: Como en la ida, muy concentrado y acertado. Tuvo mucho menos trabajo que entonces. Con los pies, mejor.
Isidoro: Muy buen partido. A este nivel es un lateral perfectamente válido para Primera.
Roversio: Rápido, tomando riesgos y bien colocado.
Belenguer: Completó con sus compañeros de línea un muy buen partido; anticipativo y suficientemente veloz.
Nacho: Muy bien como lateral, en ataque y en defensa (controló a un peligroso y muy metido Afellay). Con los minutos perdió empuje, aunque mandó un balón al palo.
Salva: Muy acertado en el toque en el centro del campo, incluso brillante a ratos. Tuvo menos acierto en el último pase. La posición en la banda derecha no le favorece en nada, y de hecho la pisa lo menos posible.
Arzu: Un gol, agresividad y toque, aunque algo conservador a veces. Ha entrado en la dinámica del grupo.
Iriney: Trabajador como siempre, pero esta vez menos acertado con el balón, porque le tocó jugarlo más arriba de lo habitual en él.
Ezequiel: Dio una asistencia y condujo bien la bola, pero sigue errando demasiado en la elección de las jugadas. Creo que valdría la pena invertir su posición con Salva, porque no parece que la inteligencia sea su mayor virtud, y en la derecha su trabajo sería más simple tácticamente. En defensa peleó, pero se pegó varias carreras extenuantes sin mucho sentido.
Pereira: Rápido y peleón, y con verticalidad. Ha vuelto.
Molina: Muy bien mientras las fuerzas le duraron, en el área y fuera; una pena que no redondeara el hat trick.

Cañas: Bien en la presión a Xavi, y se complicó menos de lo habitual. Ahí hay que jugar a dos toques.
Vega: Cumplió defensivamente en el lateral.
Israel: El Betis la tuvo poco al final, así que pudo hacer poco más que pelear.



sábado, 15 de enero de 2011

Betis 3 – Alcorcón 0 (20ª jornada de Liga de Segunda División)

Real Betis: Goitia; Isidoro, Miki Roqué, Belenguer, Nacho; Israel (Juanma, min. 50), Arzu, Salva Sevilla, Ezequiel (Pereira, min. 67); Rubén Castro (Cañas, min. 85) y Jorge Molina.
Alcorcón: Manu Herrera; Nagore (David Sanz, min 71), Rueda, Babin, Ángel; Fernando Sales, Alberdi (Carlos Martínez, min 65), Sergio Mora, Paco Montañés (Rubén Sanz, min. 65); Borja Pérez y Quini.
Goles: 1-0, min. 43: Rubén Castro (penalti). 2-1, min. 72: Pereira. 3-0, min. 87: Miki Roqué
Árbitro: Piñeiro Crespo (colegio Asturiano). Amonestó a Babin, Rueda, Nagore, Nacho, Fernando Sales, Alberdi.
Incidencias: Unos 30..000 espectadores en el Benito Villamarín. Césped en perfectas condiciones.

Discreto partido el que han disputado hoy Betis y Alcorcón, en el que se han hecho notar el cansancio de unos y la falta de calidad de los otros. Los madrileños han debido de salir del partido con una sensación similar a la de los béticos en el Camp Nou: han hecho un digno partido, han tenido ciertas opciones y al final han salido goleados. El físico de los jugadores del Betis agradecerá que termine ya (por desgracia) el ritmo de dos partidos semanales; solo la competitividad y la pegada le salvaron el partido.


Los dos equipos ponen en defensa el muy usual 4-4-2 escalonado (o sea 4-4-1-1 o 4-2-3-1). En el Betis Arzu hace de mediocentro izquierdo, Salva de derecho algo más adelantado, Castro es mediapunta y Molina el delantero centro, con dos claros extremos: Ezequiel a la izquierda e Israel a la derecha, que esporádicamente permutan los puestos. En el Alcorcón, en el que destacó Babin como central, idéntica zeta en la columna vertebral la componen Alberdi, Mora, Borja y Quini, y Sales es el extremo derecho.

Primera parte
El Betis tiene el control del juego y la posesión casi siempre, pero no mete el ritmo de circulación necesario. Aunque hay ciertos movimientos en la mediapunta (sobre todo de Ezequiel y Castro, que suelen permutarse la posición ya empezada la jugada) y de Molina, no hay chispa y tampoco se acierta en el último pase. El Alcorcón incluso se viene arriba en jugadas esporádicas. Apenas hay ocasiones claras. El árbitro pita un penalti de los que muchos suelen ahorrarse y sólo así el Betis marca.

En el ataque estático el Betis, pese a las ausencias, repite el esquema de los últimos partidos: Arzu (que hace de Iriney a estos efectos) se mete casi siempre entre unos centrales muy abiertos, y el equipo queda en un 3-3-3-1 con Salva y los laterales como siguiente línea, más los mediapuntas y un móvil Molina arriba.

Segunda parte
Probablemente espoleados por Mel, los béticos meten mayor ritmo, pero pierden ahora el control del juego y ambos equipos se intercambian golpes, sin consecuencias en el marcador. Los madrileños no tuvieron ni acierto ni calidad arriba, y cuando se intentan echar arriba aparecen los espacios y llegan los goles de la sentencia.

Jugador por jugador
Goitia: Con su sobriedad habitual controló los remates del Alcorcón, uno de forma brillante. Tuvo alguna de sus habituales dudas en las salidas por alto.
Isidoro: Algo lento en la transición (donde a veces puede dejar correr más la bola), controló su banda, sin más.
Miki Roqué: Va para gran central. Por arriba es un verdadero portento, y no solo por el gol sino por sus mil despejes, que alivian mucho al equipo a balón parado; y por bajo mide muy bien. Con la pelota en los pies simplifica el juego con aparente facilidad.
Belenguer: Quiere apagar más fuegos de los que su físico le permite ya, pero aun así hizo un decente partido.
Israel: Criticado por la grada -hoy sin razón, a mi modo de ver-, trató de profundizar y de darle ritmo al partido, aunque terminó poco.
Nacho: Pide un descanso con urgencia, que le llegará pronto. Falto de chispa y despistado.
Arzu: Buen partido, en el que tuvo un puntito de agresividad que le viene muy bien. No es Iriney, pero se pareció algo, que era su misión.
Salva Sevilla: Tiene mucha más resistencia de lo que pueda aparentar: presionó hasta el final y sacó un buen córner casi en el minuto 90. Buen partido como mediocentro.
Ezequiel: Buenos movimientos y malas elecciones al final de las jugadas. Con minutos aprenderá, porque tiene grandes condiciones y mucho margen de mejora.
Castro: Se le notó falto de chispa también, pero aun así abrió la lata con un penalti sobre él mismo.
Molina: Hoy, mejor fuera del área que dentro. Está rápido y hace un buen juego de espaldas, pero cara a la portería le falló algún control.

Juanma: El de siempre, correctito e intrascendente.
Pereira: Tiene el don del gol, con el que cerró el partido, aunque tal vez detalles como ser capaz de pararla bien y darle al balón a pie vuelto y con la izquierda no sean ajenos a tal don. Le vendrá muy bien al equipo para tener una alternativa útil en los extremos o en la mediapunta.
Cañas: Salió casi al final y se alineó junto a Arzu para mandar a Salva más arriba. Nada que reseñar.


Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.

jueves, 13 de enero de 2011

Barcelona CF 5 - Betis 0 (partido de ida de cuartos de final de Copa)

5 - Barcelona CF: Pinto; Alves, Piqué, Puyol, Maxwell; Xavi, Busquets, Iniesta; Pedro (Afellay, min. 79), Messi (Jeffren, min. 85), y Villa (Keita, min. 74).
0 - Real Betis: Casto; Isidoro, Miki Roqué, Arzu, Nacho; Salva, Iriney (Juanma, min. 67), Beñat (Juande, min. 58), Israel (Pereira, min. 78); Rubén Castro y Jorge Molina.
Goles: 1-0. Min, 42: Messi. 2-0. min, 62: Messi. 3-0, min.73: Messi. 4-0, min. 75; Pedrito. 5-0, min. 82: Keita.
Árbitro: Velasco Carballo. Amarillas a Isidoro, Roqué, Iriney y Busquets.
Incidencias: Unos 70.000 espectadores en el Camp Nou, con más de 5.000 béticos en las gradas.


El deseo y la realidad: el Betis ha invertido hoy el título de Cernuda. Sus aficionados pueden quedarse con una maravillosa primera parte en la que ha tuteado al mítico Barça de Guardiola o con una dura segunda en la que ha sido goleado estrepitosamente, y con su portero como figura.


Primera parte, y segunda hasta el 2-0
El Barça sale con todo lo que tiene y más: el equipo de gala al completo, más Maxwell como lateral para acentuar la apuesta ofensiva y sólo el portero excanterano bético Pinto -que además hizo un buen partido- como no titular en el equipo inicial.

Mel apuesta fortísimo. Uno se lo puede imaginar en la caseta diciendo a los jugadores lo mismo que Cruyff antes de las finales: salgan y disfruten. No hace nada de lo propuesto en ninguna parte, ni trata de inventar ninguna fórmula antiBarça: simplemente pone a lo mejor que tiene, los coloca como ante Córdoba o Tenerife, y los jugadores se tiran sobre el contrario con la actitud y la valentía acostumbradas, fuera quien fuera quien estuviese delante. No hay parejas predefinidas, ni mediocentros a la caza personal de Xavi e Iniesta: simplemente el Betis hace lo que casi siempre le sale bien en Segunda. Molina y Castro van a presionar arriba a los centrales, Beñat o Iriney -quien pille- saltan a por Busquets, los laterales se meten arriba, los centrales tiran la línea del fuera de juego adelantada, a veces en el centro del campo, aunque delante estén Messi, Villa o Xavi. La apuesta sale muy bien, el Betis tiene unos porcentajes de posesión que seguramente no alcanzó ni de lejos el Madrid y el intercambio de golpes es mutuo. Naturalmente caen más ocasiones del lado catalán, y el desgaste físico es tremendo, pero el Betis usa sus balas y, con un poco de suerte, bien pudo poner en apuros serios al Barcelona.

Segunda parte desde el 2-0
Mel sigue apostando al todo o nada; poco se puede objetar, porque pocos habrían sido tan atrevidos en la segunda parte de casa ante el Getafe (cuando metió a Ezequiel por un mediocentro con 0-2), en la propia vuelta de Getafe, o en la primera mitad de este partido. Tal vez Mel pensó también en la Liga. Lo cierto es que el desgaste físico de la primera parte se unió a unos cambios temerarios, que desnudaron al equipo por su corazón: Beñat e Iriney desaparecen para dar sitio a Juande y a un extremo (Salva, tras una semana casi sin entrenar, queda como pivote expuesto a la constelación azulgrana), y los delanteros (siempre los más castigados físicamente) se ven obligados a permanecer en el campo, mientras ingresan hombres con meses de inactividad (Juanma, Pereira). El Betis sigue valiente y manejando bien la pelota, pero el desgaste y la desmoralización por el resultado se pagan, la intensidad defensiva baja mucho, los espacios en el centro del campo se hacen grandes y los goles caen sin piedad.

Jugador por jugador
Casto: Excelente partido, de los mejores que uno le ha visto. Digno con los pies, concentradísimo para salir, y muy bien en el uno contra uno.
Isidoro: Aguantó el partido sin ceder hasta el final y presionando muy arriba.
Roqué: Muy bien. Valiente, anticipativo y muy bien colocado en defensa, y correcto en ataque.
Arzu: Como tantos de sus compañeros, no se salió de su guión habitual pese a estar ante quien estaba y donde estaba. Bien, aunque blandito y sin la presencia de otros.
Nacho: También en su línea: buen trato de balón, inteligente en la colocación, y con el empuje físico justo.
Salva Sevilla: Tirado a la derecha cumplió en el manejo de balón -en el que ayudó mucho a tenerla, algo muy difícil ante el Barcelona-. Como mediocentro no pudo ayudar a soportar el cansancio y la desmoralización.
Iriney: Con su tarjeta de costumbre, estuvo agresivo y sostuvo el mediocampo ante... Xavi e Iniesta -que pasó completamente inadvertido-. Salió a presionar a veces muy arriba.
Beñat: Se notó muchísimo más su ausencia que su presencia. En la primera parte hizo una labor silenciosa que se evidenció con el derrumbe del centro del campo tras su cambio.
Israel: De lo más flojito del equipo. Al menos mejoró con los minutos.
Castro: Gran partido al que solo faltó el gol, que se mereció con creces. Se hartó de correr, tuvo la bola, la pasó bien, buscó los espacios por delante y por detrás de la defensa, y remató con un peligro tremendo.
Molina: Muy buen partido mientras le duraron las fuerzas. Está rápido y a veces fue más ágil que Puyol y Piqué. Añadió buenos remates y juego colectivo.

Juande: Aunque una pérdida suya costó cara, manejó bien el balón. Sin él, carece de la intensidad defensiva necesaria para el alto nivel.
Juanma: Salió por la derecha y casi no se le vio. No es buen día para juzgarlo, aunque nunca demostró mucho más que hoy.
Pereira: Eligió también un mal momento para reaparecer. Casi testimonial.

lunes, 10 de enero de 2011

¿Qué hacemos con el Barça?

Se nos viene uno de esos partidos de los que da gusto hablar. Intentar descubrir el "truco" para ganarle al Barcelona sería una gran pedantería, pero podemos dar ideas sobre cómo nos parece que se le puede, al menos, incomodar un poco y que la diferencia entre Barcelona y Betis se estreche algo. Yo daré mis ideas y -como siempre, pero estos días más- quien tenga algo que decir tiene los comentarios abiertos. Al menos nos divertiremos antes de que nos caiga lo que nos caiga.

El Barcelona de Guardiola machaca a sus rivales por muchas razones, varias de ellas con nombres y apellidos, pero el factor que lo hace diferente de otros excelentes equipos históricos es la aplastante superioridad en la posesión. Esta se basa en dos cosas: una muy buena circulación de balón colectiva, y la recuperación rápida cuando le quitan la pelota, por presión inmediata (algo que había perdido con el cambio de Ibrahimovic por Eto'o y ha recuperado con Villa). Esto último es lo que realmente desmoraliza al rival y lo anonada a ratos, y entonces es cuando el Barcelona suele acumular ocasiones y abrir los partidos. De hecho el Betis, a su nivel en Segunda, suele intentar hacer también esto (ver Tenerife, p.ej.).

Para contrarrestar el juego del Barça uno puede, naturalmente, dar por perdido del todo el balón, meterse atrás con nueve hombres más un islote arriba y dejar correr el reloj. A algún equipo le ha ido bien así (al Inter le salió -sin islote siquiera-, y al Estudiantes de La Plata casi) pero parece más razonable tratar de  hacer el martirio un poco más corto intentando tener una posesión digna. Así que habrá que:  (a) estar muy concentrados para tocar la bola apenas se recupere, algo difícil porque naturalmente te pilla descolocado y (b) obstaculizar la circulación del Barcelona.

Para esto último conviene saber quiénes son los hombres clave que conectan el juego, y en el esquema del Barça son los interiores. Por ellos pasa la bola innumerables veces, en zonas además ya de peligro -menos importa que Piqué y Busquets se la pasen-. Si se cortocircuita a los interiores llegarán pocas bolas a los otros peligrosos y, sobre todo, se cortará el ritmo de juego sin tener que recurrir en exceso a la falta como método (como el Huesca ayer). Naturalmente lo ideal sería hacer marca especial a todos los buenos, pero son tantos que hay que elegir, y puestos a elegir los interiores son la víctima ideal.

Los dos interiores del Barça suelen salir del trío Xavi/Iniesta/Keita, y el único que parece seguro que jugará, y el más importante, es Xavi, así que yo propondría hacer un marcaje directo al hombre contra Xavi, que además suele coger asco a los partidos cuando le hacen esto (el Almería esta temporada). Los dos mediocentros del Betis serán previsiblemente Beñat e Iriney. Paradójicamente sería el primero el hombre que yo elegiría, por posición (Xavi suele retrasarse) y porque el trabajo de cerrar huecos que le quedaría al otro pivote sería mucho más duro físicamente. El Barça, como la selección, encontrará seguramente otra solución para conectar, pero no será mejor que Xavi.

Por demás el Betis - Barcelona B es un buen ejemplo de lo que posicionalmente se verá si los esquemas son los habituales (4-1-2-3 el Barça y 4-4-1-1 el Betis). El Betis quedará con un central casi de líbero, y Molina y Castro (o quien haga de mediapunta) se verán en inferioridad numérica contra los centrales y Busquets: habrán de flotar a uno de ellos, probablemente al central que juegue a la izquierda (¿Abidal?). Por suerte para el Betis los demás pares están claros; en la última victoria del Betis en casa (la remontada 3-2 al Barça de Rijkaard) unas malas parejas en el mediocampo de Chaparro arruinaron la primera parte y salvaron la segunda, cuando puso dos mediocentros en lugar de uno (el Barça jugaba con el mismo esquema que hoy). Lo demás es sabido: apretarse por dentro, dejarles las bandas para que cuelguen balones (cosa que no harán), bascular mucho (y entonces cambiarán el juego muy bien), vigilar a Alves... y tratar de jugar.

¡Opinen!

domingo, 9 de enero de 2011

Huesca 1 - Betis 1 (19ª jornada de Liga de Segunda División)

1 - SD. Huesca: Andrés; Molinero, Helguera, Corona, Marcos; Jokin (Echaide, min. 66), Sastre (Gallardo, min. 66), Sorribas (Galán, min. 72), Bauzá; Camacho y Roberto.
1 - Real Betis: Goitia; Isidoro, Miki Roqué, Arzu, Nacho; Juande (Cañas, min. 73), Iriney, Beñat (Ezequiel, min. 68), Israel; Rubén Castro y Jorge Molina (Fernando Vega, min. 82).
Goles: 1-0. Min, 52: Camacho. 1-1. min, 55: Arzu.
Árbitro: Amoedo Chas (Colegio gallego). Mostró tarjeta amarilla a los locales Sastre, Jokin, Helguera, Sorribas y Echaide y a los visitantes Nacho, Iriney y Beñat.


Aceptables prestaciones las del Betis hoy en un verdadero partido-trampa ante el Huesca, del que ha arrancado un punto. Pese a la superioridad futbolística actual de los béticos, las circunstancias del partido, emparedado entre citas exigentes y con muchas bajas, hacían pensar que no se notarían demasiadas diferencias sobre el terreno, y así sucedió. El Huesca, incluso, disfrutó de más ocasiones.

Excluyendo un arreón por cada lado (el del Huesca al final del primer tiempo y el del Betis tras encajar el gol y hasta que empató) el desarrollo del juego ha sido más o menos homogéneo. Mel puso su habitual 4-4-1-1 con Juande de falso extremo derecho, Israel de verdadero extremo izquierdo y Castro (muy marcado hoy, pero en enorme forma) en la mediapunta. Beñat cada vez juega más claramente por delante de Iriney, especialmente en ataque, al punto de que las dos mejores ocasiones de la primera parte fueron apariciones suyas arriba, mientras que el brasileño con balón en posesión del Betis se queda de centinela atrás, muchas veces incrustado entre los centrales.

El Huesca, también en 4-4-1-1 y consciente de su inferioridad física y técnica, llevó al partido al terreno que le interesaba a un equipo veteranísimo (casi todos sus jugadores tienen más de 30 años), conservador, y que juega en casa y en un campo pequeño: juego directo buscando la espalda de la defensa o al grandote de arriba de turno (Roberto), líneas apretadas, presión e interrupciones constantes al límite del reglamento toleradas por un mal árbitro, sin criterio alguno con las tarjetas; en resumen, practicó el llamado otro fútbol, y esperó que la calidad de Camacho diera algún fruto aislado o que llegase un error del rival. Esto, efectivamente, le dio el 1-0. Por su parte el Betis trató de jugar el balón con cierto ritmo pero le faltó un buen árbitro y el empuje físico necesario para imponerse en los metros finales, donde el Huesca trababa el fútbol más, si cabe: a Rubén Castro, por ejemplo, no le dejaron jugar un solo balón de espaldas sin que se llevara una tarascada, un empujón o agarrones.

Mediada ya la segunda mitad y con 1-1 Mel dio un respiro a Beñat, muy cargado de partidos, para introducir a Ezequiel a la izquierda y pasar a Juande al centro, cambiando de banda a Israel. Luego Cañas entró por Juande y, cuando el Betis -ya sin creadores en el centro- buscaba naturalmente el pelotazo para que la bajase Jorge Molina, Mel sorprendió eliminando a este para introducir a Vega como lateral y subir a Nacho de puesto en la banda, con lo que Ezequiel se fue a la derecha e Israel pasó a la mediapunta.

Las circunstancias de visión del partido no permiten a quien esto escribe valorar al equipo hombre por hombre, aunque sí hay que destacar el excelente partido de Miki Roqué en todos los aspectos del juego defensivo.

Se agradecen los comentarios.

jueves, 6 de enero de 2011

Getafe 1 - Betis 3 (partido de vuelta de los octavos de final de Copa)

Getafe FC  (1): Ustari; Torres, Rafa (Cata Díaz, 57), Marcano, Pintos;  Boateng, Parejo (Casquero, 69); Albín, Víctor Sánchez, Mosquera (Manu del Moral, 46); y Miku.
Betis (3): Casto; Isidoro, Miki Roqué, Dorado (Arzu, 62), Nacho; Beñat, Iriney; Salva Sevilla, Rubén Castro, Emaná (Ezequiel, 52); y Jorge Molina (Israel, 80).
Goles: 0-1: Min. 56, Jorge Molina. 0-2: Min. 71, Rubén Castro.  0-3: Min. 89, Rubén Castro. 1-3: Min. 91, Casquero.
Árbitro: Clos Gómez, aragonés. Amonestó a los locales Rafa, Boateng, Marcano y Albín, y a los visitantes Dorado e Iriney.

Excelente partido el del Betis esta mañana en Getafe, en un día feliz para los béticos en el que casi todo han sido buenas noticias: muy buen fútbol, paso a cuartos, eliminación de nuevo de un equipo de categoría superior, fiesta de los muchos béticos que había en la grada, enormes ingresos -muy necesarios- garantizados, optimismo general, la constatación de que hay una buena base para la posible vuelta a Primera y el premio extra de volver a ver jugar al mejor equipo que uno recuerda, el Barça de Guardiola -y en un estadio llamado Benito Villamarín-. Las secuelas físicas que el partido ha dejado en Emana, Dorado y otros jugadores parecen un problema menor.


El Betis ha cimentado su victoria en la posesión de balón, que ha administrado con paciencia y sin nervios, ni cuando el reloj corría en su contra ni luego cuando el Getafe apretaba a la desesperada para recuperarlo. Los béticos han sido superiores durante todo el partido y han merecido ponerse por delante en el marcador mucho antes de lograrlo, lo cual no significa que el Getafe no haya tenido también sus opciones de gol. En el balance de la eliminatoria hay que recordar que solo en la primera parte de la ida, y con mucha agua de por medio, supo el Getafe privar del balón a los béticos.

Parece que Mel fue quien más fe en el triunfo tuvo: puso el equipo titular disponible completo, salvo el portero. Míchel, por su parte, combinó a algunos de sus hombres más importantes (Boateng, Parejo, Miku...) con algunos suplentes. En lo posicional, sin embargo, el encuentro se plantea de un modo similar al de ida. Ambos cuadros ponen formalmente un 4-4-2 con mediapunta (4-4-1-1 o 4-2-3-1, si se desea) en el que no hay verdaderos extremos sino interiores que dejan pasillos de subida a los laterales. El Getafe forma otra vez un rombo en el mediocampo en el que Boateng es el mediocentro y Parejo juega en ataque por delante de él. Míchel mete a Mosquera como falso hombre de banda para tratar de tenerla, aunque visto el fracaso de esta solución introduce en su lugar a Manu en el descanso -sin resultado-. En el Betis Mel sitúa a su trío de mediapuntas al modo de la segunda mitad ante el Nàstic: tira a la izquierda a Emana y sitúa a Salva por la derecha, con Rubén como segundo delantero.

Hasta la lesión de Emana

El partido -todo él- ha sido muy abierto, con multitud de remates a puerta y dos equipos, sobre todo el Betis, más pendientes de tener el balón que de cómo quitárselo al rival. Al meter hacia dentro a sus interiores y -en casos como el de Emana- no seguir siempre éstos en defensa a sus teóricos pares (los laterales contrarios), ocurre que de hecho los laterales de uno y otro equipo se enfrentan entre sí, muchas veces como carrileros, únicos ocupantes de las bandas, mientras que por dentro hay cierta acumulación de hombres. El Betis ataca en realidad con tres al fondo, porque (un poco a la manera de Márquez en el México del Mundial) Iriney se mete claramente entre los centrales, que se abren, para tocar la bola, con Isidoro y Nacho -más Beñat- por delante y Salva viniendo a enlazar con los tres de arriba.

En defensa se supone que el Betis ha de volver al 4-4-2 (o 4-4-1-1), para lo que los tres mediapuntas se turnan para ocupar los espacios, según cómo terminan la jugada, y los mediocentros basculan para auxiliar en las bandas en caso necesario. De cualquier modo esta situación se ve menos porque el Betis la tiene casi siempre y acumula ocasiones claras, aunque el gol no llega.

Tras la lesión de Emana
Ezequiel entra en el sitio del africano y sí se sitúa como claro extremo, abriendo el campo por la izquierda. Van cayendo merecidos goles a favor del Betis. Castro cae cada vez más a la derecha, dejando a Salva totalmente libre para crear por las zonas que desee, algo más evidente aún tras un valiente cambio de Mel: Israel aparece como extremo derecho y Castro va arriba por Molina, de modo que el equipo sigue usando el balón para amenazar la portería rival.

Jugador por jugador

Casto: Regular con los pies y poco mandón en las salidas, sí estuvo muy bien bajo los palos.
Isidoro: Como es habitual apretó bien arriba con empuje físico, y la tocó sin problemas.
Roqué: Bien en la marca y valiente en los cruces y por alto.
Dorado: Perfecto, como de costumbre. Pareció sufrir una lesión muscular en el muslo.
Nacho: Hizo uno de los mejores partidos que uno le recuerda en el Betis, particularmente porque acertó siempre en la elección de jugada y trató muy bien el balón.
Iriney: Como el Betis la tuvo casi siempre, destacó más en la distribución que en el robo. Al final también se echó mano al muslo, aunque aguantó.
Beñat: Otro buen partido. Algo más adelantado que Iriney, con criterio, buenos cambios de juego y resistencia para aguantar y hacer ayudas hasta el final, si bien cuando le llega menos sangre al cerebro juega más hacia atrás que hacia delante.
Salva: Huye en ataque de la banda derecha, que no es la mejor para él. Con libertad y un Getafe que dejaba jugar sacó lo mejor de sí mismo, sobre todo en forma de asistencias.
Rubén Castro: Partido excelente, casi inmejorable. Hizo todo lo que se le puede pedir a un mediapunta: inteligencia táctica en defensa y ataque, distribución, juego corto y en vertical, y apariciones arriba, más dos goles.
Emana: Mostró su potencia habitual, aunque el último pase no es su mejor virtud, definitivamente.
Molina: Muy buenos movimientos, un gol y más velocidad que sus pares esta vez.

Ezequiel: Su aparición favoreció al equipo porque abrió algo el campo y ofreció velocidad y posesión.
Arzu: Cumplió en un puesto en el que puede venir muy bien en los próximos partidos.
Israel: Anda potente y el equipo lo agradeció para tenerla.

domingo, 2 de enero de 2011

Betis 1 - Gimnàstic de Tarragona 0 (18ª jornada de Liga de Segunda División)

1 - Real Betis: Goitia; Isidoro, Belenguer (Miki Roqué, min. 75), Dorado, Nacho; Rubén Castro, Iriney, Beñat, Salva Sevilla (Juande, min. 68); Emana y Jorge Molina (Israel, min. 59).
0 - Nástic: Rubén Pérez; Xisco Campos, Mairata, Sergio Díaz, Raúl Fúster; Álex Cruz (Álvaro Rey, 66), Martínez, Morán, Fernando; Eloy (Rubén Navarro, min. 57) y Powel (Walter, 73).
Goles: 1-0, min.38: Emana, de penalti.
Árbitro: Del Cerro Grande. Mostró tarjeta amarilla a Iriney, Xisco Campos, Beñat, Nacho.
Incidencias: Unos 30.000 espectadores en el Benito Villamarín, con un césped en perfectas condiciones. 


Flojo partido del Betis el de hoy, en el que en ningún momento ha sabido dar al partido el ritmo necesario para marcar las diferencias ante un rival muy endeble. El encuentro ha sido típicamente postvacacional, con más kilos que velocidad. La concentración de la defensa y la baja calidad ofensiva del Nàstic han salvado, eso sí, los tres puntos.


Primera parte hasta el 1-0
Los dos equipos ponen sobre el campo un 4-4-2 bastante similar, arriba con mediapunta más tanque móvil (tanto Powel como Molina caían a las bandas con frecuencia), y doble pivote más o menos escalonado en el centro del campo.

En ataque, como es usual, el Betis hace meterse hacia dentro a Salva Sevilla y Rubén Castro, lo que provoca una vez más que los laterales del rival no sepan a quién seguir y Nacho e Isidoro disfruten del pasillo a placer, a cambio de un cierto embotellamiento por el centro. El Nàstic espera que le caiga el primero, como cordero que va al degolladero, y sólo muestra un digno orden, pero el Betis mete poco ritmo a la circulación de balón y hay poca movilidad en horizontal sin él, de modo que hay pocas ocasiones, y las mejores llegan al contraataque tras robos a la salida de balón de los catalanes. Los ataques béticos suelen morir en centros de los laterales o en pérdidas de Emana, muy desacertado esta tarde. El árbitro pita el tercer penalti que se le pide y sólo así llega el gol.

En defensa el Betis tratar de presionar del mismo modo que en partidos anteriores pero lo hace con mucha menos intensidad. Pese a ello los únicos y leves apuros se deben a que (todo sistema tiene sus inconvenientes) Salva y Rubén suelen llegar tarde a tomar a sus parejas, de manera que cuando el Nàstic sale rápido sus laterales, sobre todo el izquierdo, se encuentran una calle expedita para avanzar sin oposición.

Tras el 1-0 y hasta el final del partido
Los tres mediapuntas del Betis rotan posiciones: Emana se tira a la izquierda, Castro se va al centro y Salva Sevilla se tira a la derecha. Esta configuración quita el perfil bueno a Salva -en su caso, el de pie cambiado-, que no tiene velocidad para encarar por ese lado ni manejo de la izquierda para aprovecharse de las incursiones en horizontal (cosa que sí hace por el lado opuesto), de manera que su fútbol queda reducido en el resto del partido a tirar algún buen centro con rosca, y poco más. Tampoco Emana ni Rubén se ven demasiado favorecidos por sus nuevas ubicaciones. Además, con el paso de los minutos (y tras presionar sin fruto ante un Nàstic que la tocaba en defensa al filo de la navaja) el Betis empieza a mirar más al reloj y a la portería propia que a la ajena: la toca sin ritmo ni intención. Entre eso y la falta de fe del Nàstic, que no se cree que pueda empatar ni descompone su esquema reservón hasta los ultimísimos minutos, el partido languidece en una extraña mezcla de conformismo por ambas partes y nervios de la grada y de algunos jugadores béticos. No hay prácticamente ocasiones y el único interés (no poco) viene de la incertidumbre en el marcador.

Al cuarto de hora de la segunda mitad Israel entra en la banda izquierda, pasando a ser Rubén el delantero -por Molina- y volviendo Emana a la mediapunta, aunque Salva sigue en su insulsa posición de falso extremo derecho. Luego Juande lo sustituye en esa función. Cerca ya del final Rubén se tira a la derecha, Emana queda arriba y Juande se une a Beñat por delante de Iriney para hacer una especie de trivote; entonces sí llegó alguna ocasión de gol. El resto de cambios de uno y otro equipo no alteró las posiciones.

Jugador por jugador
Goitia: Un par de salidas por alto muy valientes (demasiado, tal vez) en la primera parte, y poco trabajo más.
Isidoro: Hizo un buen trabajo defensivo y salió muy arriba a presionar. En ataque corrió bien la banda pero no culminó casi nada.
Belenguer: Correcto, aunque le exigieron poco.
Dorado: Partido intachable, otra vez. En la primera parte sacó in extremis un balón muy peligroso.
Nacho: Cumplió sin grandes alardes. Tampoco supo culminar sus subidas.
Rubén: No disfrutó de muchos balones, y un mal control lo privó de su golito al final del partido. Ha tenido días mejores.
Iriney: Otra vez se cargó con una tarjeta en la primera parte. Distribuyó bien y corrió lo de siempre.
Beñat: En defensa jugó más o menos en paralelo con Iriney. Su posición en ataque sí es más adelantada que la del brasileño, lo que le da ocasión de aprovechar su tiro, de provocar robos seguidos de contragolpes y de mostrar su calidad en el pase. Sin embargo, le obliga a veces a conducir la bola y a jugar entre líneas, un fútbol para el que es algo lento, y a correr más de lo que puede. Tal vez en Segunda pueda jugar ahí, casi de interior, pero a más alto nivel creo que habrá de jugar cerca de los centrales.
Salva Sevilla: Bien por la izquierda, desaparecido en ataque por la derecha.
Emana: Hoy le salieron casi todas mal, pese a que tuvo mucho juego y a veces bastante espacio.
Molina: Le hicieron un par de penaltis y se movió bien. Falló una ocasión muy clara.

Israel: Algo chupón, pero desahogó el juego y cerró bien por su banda.
Juande: No contribuyó precisamente a dar más ritmo al equipo, pero cumplió.
Roqué: Bien el rato que jugó, con detalles casi de veterano.