Gerona, 23-10-2009
Girona: Jorquera, Galán, Almirón, Cañas, Bernaus, Matamala, Dorka, Peragón (Sarmiento, minuto 46), Moha (Juanma, minuto 70), Gerard (Xumetra, minuto 46) y Kiko Ratón.
Real Betis: Goitia; Damià, Arzu, Carlos García, Nelson; Rodri, Iriney, Juande, Capi (Sunny, minuto 72); Sergio García (Melli, minuto 88) y Mariano Pavone (Caffa, minuto 90).
Goles: 0-1, minuto 35: Sergio García. 0-2, minuto 48: Pavone.
Árbitro: Pérez Riverol, canario. Amarillas para Rodri, Bernaus, Juande, Cañas, Sunny, Almirón y Damià.
Las grotescas circunstancias en las que hube de ver el Girona-Betis (una transmisión por internet digna de un relato de Kafka) me impiden hacer un análisis más o menos completo del partido. Realmente sólo pude malver la primera y la última medias horas del partido, de modo que no pude seguir el tramo central, que al parecer fue lo mejor del Betis. Aún así trataré de analizar lo que (digamos) vi.
El Betis se presenta en un campo de juego pequeño y en dudosas condiciones con un equipo en el que no hay un solo zurdo (claro síntoma de la escasa competencia para la confección de la plantilla de Momparlet). Tapia hace caso a la opinión general de que hay que arropar más a los mediocentros: da por primera vez oportunidad como titular a Rodri en la derecha y a Capi en la izquierda. Por demás el sistema de juego sigue siendo el habitual 4-4-2, si bien Capi tiene tendencia a jugar con el balón hacia dentro, mientras que Rodri es más vertical.
En la primera media hora la presión en el centro del campo de ambos equipos, las condiciones del terreno y la escasa calidad de los jugadores ofrecen un muy mal espectáculo, típico de Segunda: pelotazos e imprecisiones constantes, barullos en el medio... Tras la fase central, en la que llegan los dos goles y buenas jugadas de Capi y Rodri, el Betis controla sin demasiados problemas el tercio final, aunque carece por completo de la ambición necesaria para rematar a un rival roto, de bajísima calidad (especialmente arriba) y cuyo presidente era abroncado por su propia grada. Tan sólo en los ultimísimos minutos y coincidiendo con los dos extraños cambios finales de Tapia llegan, casi seguidas, tres (!) ocasiones claras para el Girona.
Por líneas:
Portero: atento y bien colocado, ni se buscó problemas ni se los buscaron.
Defensa: con algún apuro en el centro, a los laterales apenas los encararon esta vez porque el juego del Girona nunca fluyó. A Nelson casi le vino bien cambiar de banda: pareció pensar más en defender.
Centro del campo: Rodri dio una velocidad de más y verticalidad. Los pivotes estuvieron aceptables y más ayudados: Tapia rectificó, afortunadamente, la suplencia de Juande; su presencia es una solución mucho mejor que la de adelantar a Arzu, con la que se perdería mucho atrás y se ganaría poco en el medio. Juande jugó de mediocentro izquierdo y acabó en la banda cuando Sunny sustituyó a Capi. Éste sumó minutos, dio buenos pases y perdió muchos balones, pero irá seguramente a más.
Delantera: García mostró una apatía preocupante, pero, al cabo, sumó un gol cada delantero.
Otros comentarios:
El linier de la banda derecha mostró una sospechosa contumacia en pitar extrañas faltas contra el Betis que no veía ni el árbitro, por demás exageradamente tarjetero.
Llama también la atención la decadencia de Gerard, destacado jugador de Champions en aquel Valencia tan poderoso físicamente de Cúper y hoy, con treinta años tan sólo, cambiado en el descanso en un flojísimo equipo de Segunda. Su trayectoria es semejante a las de Farinós, Mendieta y otros jugadores-milagro de aquel equipo.
Habrá que ir asumiendo que la calidad de la plantilla del Betis es escasa: ninguno de sus integrantes (ni uno solo) ha sido titular en equipos de Primera españoles de un mínimo nivel, más allá del propio e irregular Betis de estos años. La actitud del equipo, falto de carácter, de tenacidad en el esfuerzo, de ambición e incluso de líderes, deja bastante que desear (como demuestran los últimos minutos del partido de hoy), pero ocurre que a poco que baje aquélla se empieza a notar el escaso nivel individual, rematado por la falta de conocimientos tácticos en los jugadores, malentrenados por años. Realmente debiéramos esperar menos de una plantilla cuyos titulares indiscutibles son Goitia, Vega, los García, Juanma, Iriney o Pavone, todos ellos hombres de currículum objetivamente mediocre. Más que el Real Madrid de Segunda el Betis parece el Atlético de Madrid de Segunda: un equipo sobrevalorado por el entorno.
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