CELTA (1): Rubén Blanco; Hugo Mallo, Aidoo, Araujo, Juncá; Lobotka, Fran Beltrán; Santi Mina (Brais Méndez, m. 46), Rafinha (‘Toro’ Fernández, m. 87), Denis Suárez (Bermejo, m. 85); e Iago Aspas.
Goles: 1-0, m. 8: Emerson. 1-1, m. 70: Iago Aspas, de penalti. 2-1, m. 90: Fekir.
Árbitro: Gil Manzano (Comité Extremeño). Amonestó a Feddal, Guardado, Ismael, Borja Iglesias, Emerson, Araujo y Joel Robles.
Incidencias: 43.000 espectadores. Protestas al inicio mantenidas por una pequeña minoría.
Ganó el Betis agónicamente al Celta en un flojo partido que pudo decantarse para cualquiera de los dos equipos. Un día más los béticos mostraron su discreto nivel de esta temporada, que solo le permite ganar a rivales en mal estado y que difícilmente le alcanzará para superar a sus próximos oponentes en el calendario.
Primer cuarto de hora
Y es que, pese a las especulaciones en torno a la actitud del equipo, la famosa intensidad sigue siendo el único argumento al que puede agarrarse este Betis, en forma de esfuerzo y concentración desde el primer al último minuto del partido. Por el contrario sus argumentos tácticos son muy pobres –si es que existen, particularmente en ataque–, y están haciendo aflorar los problemas de la plantilla, en otro tiempo escondidos: la falta de un mediocentro defensivo (que la temporada pasada, curiosamente, nadie echó en falta), la poca adecuación de ciertos elementos de la plantilla a un fútbol de ida y vuelta a campo abierto, y en general la imposibilidad exigir a los jugadores un ritmo físico altísimo durante noventa minutos, lo que provoca largas fases de descontrol del juego.
Al menos Rubi está teniendo (a nuestro modesto entender) acierto en las alineaciones y cierta finura posicional. Anoche por fin casó su amplia nómina de buenos centrales y la acuciante necesidad de un mediocentro posicional para probar a Bartra en este puesto, como venían reclamando muchos comentaristas de este blog (aunque quien esto escribe hubiese preferido ahí a Mandi). Metió además frescura en esa zona con Ismael, para conformar un 4-2-3-1 bien escalonado en el que el canterano atacaba algo más arriba que Bartra y a su derecha; esto obligó a Fekir a pisar zonas de interior izquierdo más de lo que gusta (prefiere el sector opuesto), pero estas sutilezas no importan demasiado en un equipo muy móvil y con tan poco rigor posicional ofensivo como este Betis.
Enfrente el Celta se colocó de modo similar, con Rafinha como mediapunta y Mina y Suárez abiertos (el segundo con más tendencia natural a meterse por dentro para recibir). Muy paralelos al salir los mediocentros gallegos (una mala manera de colocarse en un sistema bastante posicional como el de Escribá), los béticos pudieron presionar durante muchos minutos la salida de balón celtista, generalmente con Ismael y Fekir apretando a esos mediocentros y uno de los extremos saltando sobre un central:
Un trigger clásico para presionar: cuando el balón va al lateral derecho del Celta (par de Canales) el extremo (Joaquín) abandona a su par y cierra al central de su lado.
Con Bartra muy activo en defensa y mucho desgaste físico el Betis lograba recuperar el balón y sacar ataques rápidos. Pronto llega el 1-0.
Minutos 15 al 60
Lastrado por su precipitación en ataque, que no permite al equipo presionar desde una situación favorable cuando pierde el balón, el Betis va pagando cada vez más el desgaste físico, el Celta monopoliza la pelota y pacientemente va encontrando agujeros en el sistema defensivo bético. Mal colocados en ataque (los jugadores se pisan zonas constantemente), los béticos sufren en la salida de balón y vuelven a caer en sus defectos ofensivos de esta temporada: solo se intentan bien pelotazos y saques rápidos del portero, o bien conducciones individuales (Fekir, Canales, los laterales...) que, pese a las buenas cualidades de muchos jugadores béticos, casi siempre naufragan ante una defensa mínimamente organizada. Castigados por el sistema, los extremos sufren en el retorno defensivo.
Última media hora
Reventado Joaquín, Rubi trata de recuperar control del balón con Guardado, para lo que manda a Fekir al extremo derecho (4-3-3). El Betis recupera posesión pero marca el Celta a balón parado.
Rubi arriesga: retira mediocentros, mete por dentro a Canales y acaba con un 4-4-2 muy ofensivo. El Betis marca muy al final.
Línea por línea
Una buena parada de Joel en la segunda parte pudo salvar el partido. Emerson se sintió a gusto en el ida y vuelta e incluso llegó muy arriba (gol y ocasión). Mandi sigue perdido, aunque Feddal mejoró. Moreno da sensación de tener mucho más potencial.
Ismael cumplió; no es mediocentro como algunos pretenden, sino un interior de aceptable calidad que puede ser una solución transitoria. Bartra aportó agresividad, físico y buena colocación cerca de los centrales; pese a su calidad con balón el cansancio le hizo tener problemas al girarse, algo delicado en su puesto. Fue cambiado, agotado, pues este puesto exige mucho más desgaste que el de central.
Como anunciamos hace muchos meses, un fútbol de ida y vuelta acabaría con la carrera de Joaquín, más aún al cumplir el rol, muy sacrificado, de extremo de un 4-2-3-1. Se le vio desquiciado y descolocado. Canales también lució poco. Fekir sigue mostrando una calidad tremenda en el desborde y sigue dando sensación de estar muy mal colocado en ataque: regatea donde no hace daño. Borja sigue desacertado, y ni baja balones ni los mete.
Guardado cumplió; como a Joaquín, el nuevo modelo de juego lo perjudica mucho. Loren mejoró a la delantera y Lainez, una vez más, apenas compareció.
El fútbol propuesto por Rubi sigue sin levantar vuelo, y difícilmente lo hará porque en ataque está anclado en tiempos muy pasados, de conducción y centro cruzado, un fútbol de acción individual muy superado ya por los ataques concebidos colectivamente; si los grandes equipos actuales juegan sistemáticamente a dos toques debe de ser por algo. Por demás sigue sin tener un plan de juego ofensivo definido.
Los comentarios son siempre bienvenidos. En Twitter, @juanramonlara7.